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MUNDO

La realidad del Siglo XXI: Enfermedades que nos empobrecen, sistemas de salud arcaicos

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Por María Luisa Ramos Urzagaste //

Lo cierto es que el COVID-19 ha expuesto una cruda realidad: no estamos preparados para enfrentar pandemias, epidemias ni nuevas enfermedades. El mundo cruza los dedos para que China logre frenar su expansión. Pues en la mayoría de los países, los sistemas de salud están obsoletos y no son de acceso universal.

El mundo ha cambiado radicalmente en las últimas cuatro décadas. La globalización impulsada por el modelo neoliberal ha provocado un mayor consumismo, una creciente urbanización, un mayor hacinamiento, predominio de alimentos ultraprocesados, el sedentarismo va en ascenso, nuestra vida diaria no se concibe sin el uso de químicos y el aire que respiramos está contaminado.

Esta situación ha generado nuevas vulnerabilidades. Todo esto lleva a que los sistemas sanitarios actuales estén ingresando a una peligrosa zona de obsolescencia. Peor aún, estos sistemas (pobres) no son de acceso universal.

A pesar de ello, el mundo no toma conciencia de que ha ocurrido una especie de metamorfosis epidemiológica, y cada vez tienen más peso las enfermedades no transmisibles, crónicas, como las cardiovasculares y respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes. Han surgido nuevos males, contagiosos, a los cuales los humanos somos altamente vulnerables.

Si bien aún no se reportan casos de COVID-19 en Latinoamérica, el Caribe ni en África, no se debe relajar la vigilancia por el peligro de una expansión global.

Lo cierto es que el coronavirus ya es una especie de pandemia mediática que además está afectando a múltiples sectores como al turismo y el comercio. El FMI ha dicho que habrá una afectación económica.

¿QUIÉN PAGA LOS GASTOS?

Pero mientras los medios y las redes sociales se enfocan primordialmente en el coronavirus, en lo que va del año 2020, se han reportado más de 125 mil casos de dengue en las Américas. En Bolivia, Honduras, México y Paraguay hay más casos de dengue en las primeras cuatro semanas de 2020 que en el mismo periodo de 2019.

El pasado año, más de tres millones de casos de dengue fueron reportados en la región de las Américas, según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS). A Brasil le corresponde el 70% de afectados, con más de dos millones y más del 50% de las muertes. México reportó más de 268.000, seguido por Nicaragua, Colombia y Honduras con más de 100.000 afectados cada uno.

¿Pero quién asume los costos de los tratamientos? ¿Quién debería garantizar la salubridad del entorno? ¿Quién pierde cuando miles de ciudadanos no pueden ir a trabajar o tienen la salud deteriorada?

No, no es un virus el que mató a 41 millones de personas en 2019 en el mundo: según la OMS, las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, la diabetes y el cáncer, son responsables de más del 70% de todas las muertes anuales en el planeta.

La OMS advierte que, de continuar las tendencias actuales, habrá un aumento del 60% de los casos de cáncer en el mundo en el transcurso de los próximos dos decenios. El aumento mayor (81%) en el número de casos nuevos tendrá lugar en los países de ingresos bajos y medianos, donde las tasas de supervivencia actualmente son las más bajas.

En los países de América Latina, el cáncer es la segunda causa de muerte. En 2018, se diagnosticaron 3,8 millones de casos y 1,4 millones de personas murieron por esta enfermedad. La OMS dijo que «si las personas tienen acceso a la atención primaria y luego a los sistemas de derivación, es posible detectar temprano el cáncer, tratarlo eficazmente y curarlo».

Los pronósticos no son alentadores: se prevé que para el 2030, en esta región, el número de personas diagnosticadas con cáncer aumentará un 32% y ascenderá a más de cinco millones de personas por año, debido a que la población está envejeciendo y a la exposición a factores de riesgo, entre otras razones.

A este lóbrego panorama se suma el VIH/SIDA, que mata a casi un millón de personas por año en el mundo. Desde el comienzo de la epidemia, 70 millones de personas contrajeron la infección y alrededor de 35 millones murieron. En la actualidad, 37 millones viven con VIH en el mundo.

NO NOS ALIMENTAMOS, SOLO ‘INGERIMOS’

Cada año, 600 mil personas mueren en América Latina y El Caribe debido a enfermedades relacionadas con la obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

La prevalencia de la obesidad en adultos en América Latina y el Caribe se ha triplicado desde los niveles que había en 1975 y afecta a casi un cuarto de la población. El aumento más considerable en adultos se observó en el Caribe, donde creció de 6% en 1975 a 25%, un incremento de 760.000 a 6,6 millones de personas.

El ritmo de la vida y los problemas hacen que las personas coman cualquier cosa. Comer no significa necesariamente nutrirse o alimentarse, tiene que ver más bien con el verbo ingerir, y a menudo consumimos productos muy procesados, que conducen al deterior de la salud, como la obesidad.

LA POBLACIÓN MUNDIAL ENVEJECE A MAYOR RITMO

Otro aspecto muy actual en la discusión de nuestros sistemas de salud es el referido a la atención de los adultos mayores.

Según la ONU, el envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y servicios así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales.

Los países deben tomar previsiones. Para 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años y solo el 5,6% de la población mundial vive en países que, conforme a la legislación nacional, ofrecen una cobertura de los cuidados de larga duración a toda persona que los necesite.

Nuestros países son parte del 94% que no cuenta con esas atenciones y cuidados adecuados.

ENFERMEDADES DE CARÁCTER SOCIAL

En un informe de un relator especial de la ONU sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, indicó que los estereotipos y la estigmatización en el marco de la comunidad, la familia, la escuela y en el trabajo socavan las relaciones saludables y desmantelan los entornos de apoyo e inclusión que se requieren para la buena salud mental y el bienestar de todos.

«La xenofobia y la intolerancia generan entornos emocionales y psicosociales hostiles y erosionan la calidad de las relaciones humanas, lo que genera desconfianza y desprecio en el seno de la vida social» y recomienda a los Estados formular políticas encaminadas a reducir o eliminar la toxicidad del entorno físico y psicosocial.

La reducción de las desigualdades es una condición indispensable para promover la salud mental y atenuar los principales factores de riesgo, como la violencia y la exclusión social.

Son tantos los millones de personas que sufren de depresión, ansiedad y otros trastornos que esta área de la salud es una de las mayores fuentes de ingreso de las empresas transnacionales farmacéuticas por ventas de ansiolíticos. Por ejemplo, en España son los medicamentos más vendidos.

Y es que hay un problema serio, de fondo: las políticas actuales de salud mental se han visto afectadas en gran medida por el predominio del modelo biomédico y las intervenciones biomédicas.

Dicho modelo, que rige desde el siglo XVIII, no corresponde a la realidad social, económica y ambiental del mundo actual.

El enfoque biomédico estima que cualquier patología tiene una única causa, de naturaleza estrictamente física, lo que conlleva a que se busca curar la dolencia mediante una manipulación quirúrgica o farmacológica.

Según el relator de la ONU, «ese modelo ha dado lugar no solo al abuso de la coacción en el caso de discapacidades psicosociales, intelectuales y cognitivas, sino también a la medicalización de las reacciones normales a las múltiples presiones de la vida, incluidas las formas moderadas de ansiedad social, tristeza, timidez, absentismo escolar y comportamiento antisocial».

Este es un desafío importante para un modelo de salud pública que aborde nuevos problemas sociales, más allá del modelo biomédico reduccionista.

El relator concluye que «las tendencias mundiales apuntan a una proliferación de políticas y prácticas que socavan activamente los principios universales de derechos humanos o que aplican esos derechos de manera selectiva. (…) La falta de voluntad política para invertir de manera integral en salud mental y bienestar exacerba ese ciclo de discriminación, desigualdad, exclusión social y violencia».

ENFERMEDADES QUE EMPOBRECEN

El siglo pasado, la humanidad logró avances importantes en el combate de enfermedades como la tuberculosis, el sarampión, la difteria, tos ferina, fiebre amarilla, polio, hepatitis, entre otras, mediante el uso de vacunas.

Pero la pobreza persiste y la insalubridad mata a millones con enfermedades que se pueden prevenir, si los Estados tomaran medidas adecuadas. Pese a los progresos históricos que se han hecho para reducir su carga mundial, las enfermedades transmisibles siguen siendo un importante problema.

La mitad de la población mundial, al menos, está privada de servicios de salud esenciales, según se desprende de un informe del Banco Mundial y la OMS.

Las prioridades han cambiado, hay enfermedades que se atienden como emergencia cuando en realidad se pueden prevenir si se promueve un sistema sanitario vigilado y fuerte.

En el informe quinquenal 2013-2017, la OMS dijo que «resulta totalmente inaceptable que la mitad del mundo aún carezca de cobertura para servicios de salud que son absolutamente esenciales» y propone que para 2017-2021 se priorice una cobertura sanitaria universal.

Asimismo, cada año hay un gran número de familias que se ven sumidas en la pobreza porque no pueden pagar de su propio bolsillo la atención sanitaria. La falta de acceso a los medicamentos es uno de los obstáculos más complejos para mejorar la salud.

LOS DESAFÍOS

Este comprimido panorama muestra lo lejos que estamos de los principios establecidos en la Constitución de la OMS referido a que «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».

Al ser las actuales enfermedades predominantes producto del mundo globalizado, de un sistema económico altamente consumista y por ende contaminador, los Estados deberían responder a sus ciudadanos con enfoques holísticos, adecuados a esta realidad.

Por esta misma razón, es clave que instituciones internacionales como la OMS y la OPS lideren los nuevos desafíos, desburocratizadas, guardando distancias con las transnacionales que lucran con la salud y defendiendo el bienestar de los más necesitados.

Es imperativo regular el monopolio que poseen las trasnacionales farmacéuticas con patentes sobre medicamentos, a favor de la población.

Hace falta superar no solo la visión reduccionista biomédica, pero también asumir el principio de precaución ante nuevas tecnologías, como la transgénica, que pueden exacerbar más la deteriorada salud de millones.

El involucramiento de las universidades públicas y centros de investigación es clave, pues quienes lideran hoy las investigaciones, el desarrollo de nuevas medicinas y enfermedades son las transnacionales farmacéuticas, en los sectores más lucrativos, buscando solo incrementar sus ganancias.

En algunos países, las movilizaciones sociales piden un incremento en el presupuesto que se destina a la salud, lo cual es justo, pero habría que ir más allá que eso, pues se trata de buscar un enfoque que no solo cure las enfermedades, pero también las prevenga.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

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ENTREVISTAS

Alfonso Gómez: «Trump impulsa política del Siglo XVII en el mundo moderno»; no podrá desmontar la estructura global

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Por Diego Morales Heredia //

Las decisiones de arrebato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, corresponden al siglo 17, no al mundo moderno, no mide las consecuencias y el mundo entero puede entrar a una recisión, es la visión del presidente del Colegio de Economistas de Jalisco, Alfonso Gómez, respecto a la implementación de aranceles al mundo implementada por el mandatario estadounidense.

“Hay varios elementos de fondo, esas decisiones son en un mundo del siglo 17 implementadas en el siglo 21, con el mercantilismo, que buscaba que el poderío económico de una nación se basara en el superávit de una nación, planteaba tomar medidas proteccionistas para que las potencias pudieran alcanzar ese superávit, reducir las importaciones con aranceles, para generar riqueza de un país, esa teoría consideraba como base del proteccionismo proteger a la industria manufacturera, es evidente que esos postulados no tienen vigencia en el mundo actual»,

«Por lo tanto hay un pésimo y peligroso diagnóstico que se hace, Trump quiere recuperar la hegemonía estadounidense de una manera proteccionista, está equivocado, dice que hará que regresen las inversiones que se fueron en otros países, que se fueron en la búsqueda de una competitividad, reducir costos, tener acceso a materias primas baratas, ventajas que no encuentran en su país, de tal manera que pensar que poner aranceles regresará, es de la mayor simpleza e ingenuidad».

Entrevistado por Conciencia Pública, Alfonso Gómez aseveró que estas decisiones son arrebatos, pues Donald Trump quiere hacer grande a América de nuevo, pero es a costa de la economía no solo estadounidense, sino en la economía a nivel global.

“Para que regresen las inversiones, se necesitan condiciones que favorezcan la competitividad estadounidense, se necesitan recursos para apoyar los soportes de la educación, la infraestructura, de la innovación, no es simplemente por un arancel poner una barrera. Es un desconocimiento de que ha pasado por décadas, las grandes corporaciones trabajan bajo el concepto de fábrica mundial, que para ser más competitivo necesito reubicar mis procesos de producción, la política comercial tiene como objetivo provocar competitividad a una economía, como China, Corea, hacia eso orientan su política comercial. Donald Trump quiere hacer grande a América afectando la competitividad”.

Agregó: “Trump equivoca sus objetivos en materia comercial, pensando que alcanzando un superávit, protegiendo la industria nacional podría recuperar el liderazgo, más los efectos globales del mundo de la perspectiva que el mundo entre a una recesión, que la economía americana entre a una inflación permanente, creo que estas medidas de desglobalización no tendrán los efectos que quiere el presidente Donal Trump”.

México y Canadá parece que la libran en teoría, pero hay temas puntuales como las autopartes y el acero a tratar, ¿qué hay al respecto?

“Probablemente el Tratado de Libre Comercio nos ha servido como paraguas, es cierto que el aluminio, autopartes no se salvan, eso tendrá un efecto en sectores muy ubicados de la industria mexicana, México se convirtió gracias a estos procesos de cadenas productivos en una nación líder, un motor de la industria nacional, en caso de que estas medidas afecten más se tendrán efectos negativos.

Tenemos que ver cómo defender el Tratado de Libre Comercio, que no solamente es una gestión o un proyecto entre gobiernos. En este sentido, creo que es la labor que hicieron los grandes intereses transnacionales lo que hicieron que México no se viera tan afectado para evitar una mayor afectación, que bueno que los gobiernos hacen su labor, pero dentro de las relaciones internacionales no hay que perder de vista a los actores extra nacionales, grandes inversionistas que tienen intereses para que este mundo de la globalización siga vigente”.

Al corto, mediano y largo plazo, ¿quién gana y quién pierde con estas decisiones?

“Al corto plazo ya tenemos la lista de perdedores, las grandes industrias automotrices, el sector de las nuevas tecnologías, lo que estamos viendo es una pérdida generalizada, considero que dentro de esta lucha hay grandes intereses de capitales, los que tienen que ver con la actividad productiva, los que tienen que ver con la financiera.

Si este mundo entra a inestabilidad, el que ganará será el sector financiero especulativo, porque está comprando barato, estarán especulando con las devaluaciones de los tipos de cambio, siento que en esta incertidumbre quienes ganan son los capitales financieros, pero el problema es que estos no generan fábricas, no generan empleos, lo que inyectan es un virus de especulación que atenta contra los que tenemos en productividad y empleos permanentes”.

NO PODRÁ DESMONTAR LA ESTRUCTURA GLOBAL

Con estos arrebatos de Donald Trump, ¿es capaz de generar un nuevo orden mundial financiero?

“Es su visión, lo intenta, pero creo que la realidad es más terca que los sueños o la visión de una persona. No será posible desmontar una estructura de globalización construida en los últimos 50 años, porque tiene algo en contra, le quedan poco más de tres años, estos procesos de sueños no se pueden hacer en este corto plazo, la realidad es tan terca, pero pondrá a cada quien su sitio, con proyectos inviables, aquí la pregunta es si seguirán las represalias comerciales, si estamos viendo solo el principio de las hostilidades, en política comercial están las medidas de neoproteccionismo, detener tu producto no por barreras arancelarias, sino porque afectan la seguridad nacional”.

En México y en Jalisco, ¿qué impacto tendrán estas imposiciones?

“Esto apunta a una caída de actividad económica mundial y no podremos estar exentos a esta circunstancia. Por desgracia estamos viendo nuestra economía creciendo bajo, evidentemente hay una desaceleración económica como parte del efecto mundial, también el tema del efecto inflacionario que no podemos escapar y la incertidumbre, si hay proyectos de inversión hasta antes de Trump, ante este escenario la especulación corremos el riesgo que se pudiera agravar.

Debido a que México no es afectado por el TMEC, es una gran oportunidad para Jalisco, si desde México no se grava hay una oportunidad para tener una ventaja de geolocalización, pero estará en observación que antes se quiera replantear la renegociación del tratado, entonces el tratado de estar exentos de aranceles podemos tener el riesgo de perderlo”, puntualizó.

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MUNDO

Los aranceles de Trump elevarán en 60% el costo de un iPhone en EEUU: León Krauze

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CIERTO O FALSO

“Los aranceles de Trump elevarán en 60% el costo de un IPhone en EEUU. ¿Es posible que el electorado no le cobre esto a Trump y a los republicanos? Es posible, posible pero improbable”

LEÓN KRAUZE/ ARTICULISTA DE EL UNIVERSAL Y WASHINGTON POST

“Es falso que EEUU no impuso aranceles a México por la buena relación. Los aranceles al acero, al aluminio, autos y autopartes siguen vigentes, se añadieron aranceles a la cerveza en lata, y los aranceles que no cumplen con certificado de origen T-MEC, también siguen en vigor”

ARTURO SARUKHAN / EX EMBAJADOR DE MÉXICO EN EEUU

FUEGO CRUZADO

“Estamos declarando nuestra independencia económica; nuestros trabajadores ya no se verán relegados mientras otros países se enriquecen a nuestra costa”

PRESIDENTE DONALD TRUMP

“Los aranceles de Trump es una política económica desastrosa, basada en mentiras, mal diseñada y con consecuencias inflacionarias, recesivas y regresivas (…) Lejos de liberar a EEUU, estos aranceles podrían precipitar una crisis económica mundial”

PAUL KRUGMAN / ECONOMISTA Y GANADOR DEL PREMIO NOBEL

«EE. UU. tiene déficits importantes con Canadá, México y China (¡y casi todos los países!), debe 36 billones de dólares, y ya no vamos a ser el ‘país estúpido’. Hagan sus productos en Estados Unidos y no habrá aranceles»

PRESIDENTE DONALD TRUMP

VOZ ALTA

Un gobierno diferente

Notable la iniciativa del gobernador Pablo Lemus de convocar y reunir a todas las fuerzas políticas de la entidad para cerrar filas por Jalisco. “Es tiempo de construir, de dar resultados y de demostrar que el diálogo y la unidad son el camino (…) Cuando se pone por delante el bienestar de nuestro estado, no hay colores ni divisiones que valgan”, precisó. Y la convocatoria tuvo respuesta. Todas las fuerzas políticas la aceptaron, lo que muestra una forma de gobernar donde la apertura es el sino, con humildad, sin la soberbia y el ego que caracterizó al sexenio de quien se fue a vivir a España.

PABLO LEMUS. Un gobierno abierto, sin la soberbia y el ego de Alfaro.

Ratificación y reconocimiento

Buena noticia el que el maestro Gabriel Torres Espinoza haya sido ratificado al frente del Sistema de Radio, TV y Cinematografía de la Universidad de Guadalajara por la rectora general Karla Planter, que es el reconocimiento a un equipo altamente profesional formado en Canal 44, asumiendo un liderazgo en el campo de la televisión pública con proyectos disruptivos exitosos, como el Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano (NCC), consolidado como el primer noticiero colaborativo de televisión pública en Iberoamérica y TVMorfosis, que analiza evolución de los medios.

GABRIEL TORRES ESPINOZA. Iniciativas exitosas y trascendentes desde Canal 44.

Descalificación

Las campañas de candidatas y candidatos a jueces federales, magistrados y ministros del Poder Judicial empezaron desde el 1 de abril y culminarán con la elección del próximo 1 de junio. Al que le están pegando duro y tupido en redes es a Luis Carlos Vega González, juez de Chapala, quien tiene enfrente al grupo de mujeres que luchan contra el acoso laboral y sexual, al señalarlo públicamente de encubrir y proteger a funcionarios corruptos del gobierno alfarista. Las historias negras empiezan a salir en estos personajes, cuyo desempeño como juzgadores estuvo al lado del poder, torciendo la justicia.

LUIS CARLOS VEGA. Trae a las feministas en contra.

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MUNDO

Todo tiene un precio: El nuevo orden mundial, el tablero global ha sido reorganizado

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Por Víctor Hugo Celaya Celaya //

El reciente anuncio de tarifas recíprocas por parte de Estados Unidos representa una estrategia tanto económica como geopolítica. Desde el inicio de su discurso en la Casa Blanca, el presidente estadounidense enfatizó el papel preeminente de su nación en el desarrollo económico mundial, combinando un esquema de fortalecimiento interno con una clara demostración de poder político frente a aliados y competidores. Esta maniobra marca, en cierta forma, el fin de la globalización tradicional y la intermediación de acuerdos comerciales multilaterales e instituciones como la Organización Mundial de Comercio.

Acostumbrado a dominar las negociaciones, el mandatario busca primero consolidar la economía interna mediante ingresos provenientes de estos nuevos aranceles. Estos recursos financiarán programas gubernamentales de apoyo a la industria, desarrollo de infraestructura y sectores estratégicos como seguridad nacional y empleo regional. Los aranceles, que entrarán en vigor entre el 5 y 9 de abril según lo establecido por la Casa Blanca, afectarán principalmente áreas como la industria automotriz, manufacturas y producción de insumos básicos como acero y aluminio.

El anuncio más significativo fue la imposición de un 25% generalizado para todas las exportaciones de automóviles hacia Estados Unidos, independientemente de su origen. Paralelamente, se cobrarán tarifas recíprocas a muchos países en diversas ramas productivas donde, según el análisis comparativo estadounidense, estos imponen aranceles considerables a productos norteamericanos.

La propuesta revela una clara estrategia diferenciada: los países asiáticos, del Sudeste Asiático, África y aquellos considerados competidores en costos de producción, especialmente en manufacturas, enfrentarán tarifas recíprocas mucho mayores. Lo mismo ocurrirá con naciones no alineadas con el proyecto estadounidense. Los impuestos están particularmente enfocados en países con mano de obra barata que, según la perspectiva norteamericana, «se aprovechan» de Estados Unidos.

En contraste, aliados estratégicos reciben un trato preferencial. Reino Unido y Brasil enfrentan tarifas equivalentes (10% y 10%) a las que imponen a exportaciones estadounidenses. Similar consideración reciben países centroamericanos, sudamericanos y caribeños como El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Argentina, así como naciones de Oriente Medio como Arabia Saudita, Emiratos Árabes e Israel. Esta diferenciación confirma que se trata de un esquema político, económico y estratégico diseñado para reforzar el liderazgo estadounidense en distintas regiones.

La propuesta arancelaria busca claramente mantener como aliados a Reino Unido en Europa, Brasil en Latinoamérica, Egipto en África y los países árabes en Oriente Medio. Simultáneamente, envía un mensaje a la mayoría de los países europeos: el único bloque relevante es el que Estados Unidos construya en sus esferas de influencia, no un nuevo bloque continental independiente que algunos países europeos, aliados con naciones del bloque socialista, pretenden establecer.

El impacto más significativo de esta política se concentra en las tarifas para la exportación de automóviles y autopartes, una medida diseñada para responder a las demandas del electorado estadounidense y especialmente a las empresas armadoras que constantemente denuncian el cierre de plantas y el creciente desempleo en estados anteriormente líderes en este sector.

Esta estrategia geoeconómica y política busca fortalecer el liderazgo estadounidense global, sin abandonar completamente a los países en desarrollo, a quienes responde con tarifas menores y transitorias, condicionadas al cumplimiento de compromisos específicos, como el fortalecimiento democrático en el caso de México.

Estados Unidos ejerce un papel hegemónico pero estratégico, aprovechando su posición como el mercado más grande del mundo. El mensaje es claro: «Ustedes también pongan su parte y ayúdenme a fortalecerme internamente para seguir siendo aliados». Esta visión político-empresarial refleja la formación y experiencia del mandatario como empresario, político y gobernante.

En este tablero global, China y Rusia representan los principales competidores, particularmente China en el ámbito comercial, donde los aranceles recíprocos son mayores. La estrategia estadounidense busca un equilibrio geopolítico en seguridad universal mientras reconoce la necesidad de modernizar sus procesos productivos, incluyendo los automotrices y manufactureros, para competir con los países asiáticos en costos de producción y mano de obra.

EL CASO DE MÉXICO

Para México, estas medidas afectarán inicialmente a la industria maquiladora, pero preservan las inversiones y el comercio amparados por el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). México y Canadá quedaron exentos del arancel general del 10% impuesto por Estados Unidos, aunque ambos países siguen sujetos a aranceles del 25% para productos fuera del T-MEC, mientras mantienen la exención para productos dentro del tratado, que representan el 50.2% de las exportaciones mexicanas.

Según información oficial de la Casa Blanca, México y Canadá no estarán sujetos al arancel global del 10% anunciado por el presidente Donald Trump, y los productos que cumplan con las reglas del T-MEC mantendrán el trato preferencial de arancel cero. Mientras muchos países enfrentarán aranceles adicionales entre el 10% y el 50%, México y Canadá estarán exentos de la tasa arancelaria base.

La Casa Blanca ha especificado que «para Canadá y México, las órdenes vigentes sobre fentanilo/migración siguen vigentes y no se ven afectadas por esta orden», lo que significa que los productos que cumplen con el T-MEC seguirán sujetos a un arancel del 0%, mientras que los que no lo cumplen tendrán un arancel del 25%, y los productos energéticos y de potasa no conformes tendrán un arancel del 10%. En caso de rescindirse las órdenes sobre fentanilo/migración, los productos conformes con el T-MEC mantendrán su trato preferencial, mientras que los no conformes estarían sujetos a un arancel recíproco del 12%.

UN NUEVO ORDEN COMERCIAL

La estrategia arancelaria estadounidense representa mucho más que una simple política comercial; constituye una redefinición del orden económico global. En este nuevo paradigma, las relaciones bilaterales y las alianzas estratégicas prevalecen sobre los acuerdos multilaterales que caracterizaron la era de la globalización.

Para países como México, el desafío consiste en navegar hábilmente este complejo escenario, aprovechando su posición privilegiada en el T-MEC mientras diversifica sus relaciones comerciales. El tablero global ha sido reorganizado y las reglas reescritas. Aquellas naciones que comprendan la naturaleza dual —económica y geopolítica— de esta estrategia estarán mejor posicionadas para adaptarse a esta nueva realidad comercial donde Estados Unidos busca recuperar su hegemonía industrial mientras redefine sus alianzas estratégicas en un mundo cada vez más multipolar.

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