NACIONALES
Entre presidenciables: Fernández Noroña, una corcholata tan sin embargo

Por Pedro Vargas Ávalos //
Un tema de suma actualidad, desde hace meses, pero ahora tratados con mayor viveza, es el relativo a los aspirantes a ser candidatos para competir por la presidencia de la república el venidero año de 2024. Popularmente se les bautizó como “corcholatas”, debido a que al mencionarlos, se les “destapó”, en alusión a otros tiempos cuando algún priísta (tapado, es decir, que nadie sabía que iría a ser el afortunado) era designado abanderado tricolor por “dedazo” del mandatario federal en turno.
Así pues, la costumbre del “tapado” tenía como corolario, el ser “destapado”, es decir, mostrado públicamente como el “bueno” para contender por el máximo cargo de elección nacional. Por ello, el término se popularizó, y ahora, los nominados para llegar a la postulación presidencial, son llamados “corcholatas”, o sea tapas de botella descorchada.
Ya sabemos que el mismo jefe del ejecutivo actual, fue quien inició este juego de la carrera por la presidencia, hace mas de un año. En una mañanera señaló los primeros nombres, pero al correr de los meses, esa lista se ha ido depurando, al menos en lo que respecta al partido en el poder y sus aliados, porque la oposición sigue deshojando la margarita, dando palos de ciego. La realidad es que en el partido guinda, quienes entrarán a la recta final, -no pasa de cinco personajes-, que será un ejercicio demoscópico, ahora hacen su lucha para llegar bien posicionados y de esa manera, tener buenas posibilidades de ganar la correspondiente encuesta.
Ahora bien, de los cinco presuntos finalistas, aun cuando cada uno se dice ser el más apto, lo cierto es que, hasta la fecha, los que más opciones tienen de salir avante, son los miembros del gabinete de AMLO: la Jefa de Gobierno de la ciudad de México (Claudia Sheinbaum); el canciller, Marcelo Ebrard y el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Enseguida se menciona a Ricardo Monreal, senador y líder de la Cámara Alta -en razón a ser el coordinador de la bancada de MORENA, que es la mayor- y por parte de los partidos aliados, el controvertido diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña.
Quienes se encargan de difundir encuestas, suelen mencionar a los cinco antedichos políticos, y la popularidad por lo general es para la Jefa del Gobierno chilango. Luego viene, en porcentaje poco menor, entre el 3 al 10%, el secretario de Relaciones Exteriores. A partir del tercer lugar, están muy cercanos entre sí los aspirantes: el secretario de gobernación, anda alrededor de doce puntos porcentuales, en tanto que Ricardo Monreal, muy rezagado, aparece apenas con un siete por ciento. Por lo que ve al quinto suspirante, Gerardo Fernández Noroña (GFN), el cual, desde no aparecer en las dichosas encuestas hasta rebasar al zacatecano Monreal, ha manifestado repetidamente, que está en pie de lucha, y según su optimismo, podrá dar la sorpresa de sobrepasar hasta a Claudia Sheinbaum. Por lo pronto, la encuesta de MetricsMx de marzo de 2023 -publicado el 24 reciente por la agencia SDPnoticias-, informa que con 21.7%, ya le pisa los talones a Ebrard.
Por lo anterior, es que una entrevista que sostuvo GFN con el destacado periodista René Delgado, (Entredichos, 22 marzo) nos pareció sumamente interesante. Y de ella entresacamos frases y pronunciamientos que, por muchos motivos, son dignos de considerarse. Nos dice el entrevistador, que Fernández Noroña, es sociólogo y se destacó liderando a los deudores de la Banca, habiendo militado en el genuino Partido de la Revolución Democrática (PRD) y actualmente, afiliado al PT. En sus cargos, destacan tres veces que ha fungido como diputado federal, desempeñándose como vicecoordinador de su fracción parlamentaria.
Noroña -como a veces se le identifica- es vehemente, de hablar vívido, y a sus 62 años de edad, parece incansable. Su verbo le da para debatir con el más pintado, y su valor, lo hace desafiar cualquier reto. Asegura ser convencido de la unidad en la coalición que forma MORENA y PT. Sobre la contienda con los demás aspirantes, solo pide que haya respeto; no exige ni siquiera piso parejo, pues esto no debe argüirse entre compañeros. En consecuencia, si gana, exige le respeten, y viceversa, el acatará el triunfo de quien lo alcance.
Según Noroña, ser amigo del pueblo es lo fundamental: para ello, hay que forjarse en la brega de la lucha política, lo cual manifiesta que eso lo posee. Y la experiencia en cargos ejecutivos, (práctica que se le achaca no tener) enfatiza: no son indispensables, y ejemplifica con el caso de Lula en Brasil, Allende en Chile, etc. En cambio, con experiencia, -indica- allí esta la historia de Rosario Robles, que es decepcionante, al igual que Miguel Mancera, quien es indefendible.
Así pues, lo trascendente es no tener desprecio hacia el pueblo. “Yo soy hombre de carácter”, pregona, y eso lo usan sus críticos para descalificarlo, pero les revira: eso es de mala fe, porque -dice- asume ser razonable, ya que, si se trata de negociar, negocia y si de luchar, pelea.
Algunas ideas de GFN: Yo no aspiro a ser candidato presidencial por puro ego, sino porque me siento capaz para arribar al cargo de primer mandatario. El pueblo tiene derecho a ser dichoso, y esa es su meta: su radicalidad es creer que el ser humano tiene derecho a ser feliz, a tener educación plena, protección de la salud, a poseer casa, a no padecer hambre. Sobre la postura de Monreal, de que busca la reconciliación, dice Fernández Noroña: que comience por reconciliarse con sus correligionarios. Con sus demás competidores, manifiesta no querer ser duro. El dice conocer el país, leer más que los demás y por ello, comprender al pueblo, (máximo líder de México) que es quien decidirá cual de los aspirantes será el candidato.
Sobre la derecha, reconoce que tiene base social, pero no pasa de ser minúscula; que critica todo lo bueno que ha hecho AMLO. Le recrimina que se manejan con clasismo, (si voy a una tienda elegante, dicen que no tiene derecho de comprar en ella; o si viaja en un avión, que no debería estar entre los pasajeros).
En relación a que es misógino, precisa que es una falsía, pues sostiene que él defiende los derechos de la mujer, de la paridad de género, y de que ellas dispongan sin cortapisas de su cuerpo. Por ello quien lo acuse de misógino, es un embustero. “Yo soy absolutamente solidario de la mujer”, convencido de la igualdad, aunque no feminista, recalca.
Noroña, vuelve a reiterar: en el movimiento lopezobradorista, es esencial mantener la unidad, como fundamental conservar la congruencia, y de forma invariable, primero considerar, servir al pueblo. Sobre Claudia y Marcelo, dice son excelentes. De Adán López, afirma es su hermanito y gran secretario de gobernación, mejor que gobernador que fue de Tabasco. Y al interrogarlo sobre si declinaría por alguno de ellos, simplemente expone: Les voy a ganar. Y para ello, conforme a su idea, lanza su frase de lucha: El pueblo decide, Noroña es el que sigue.
Los lectores, quizás consideren que este personaje no podrá llegar a ser candidato presidencial, pero lo cierto es que, muchas de las cualidades de él, falta le harán a quien resulte ganador en la carrera morenista para ser el sucesor de su fundador. Es pues, Gerardo Fernández Noroña, pésele a quien le pese: una corcholata, tan sin embargo.
ENTREVISTAS
Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Por Francisco Junco //
“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.
Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.
Un camino desde abajo
Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.
“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.
Retos de una elección sin precedentes
En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.
Dilemas judiciales
Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.
“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.
Una justicia humana y equitativa
Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.
Propuestas claras
¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:
“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.
Deuda histórica con las víctimas
Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.
El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.
En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.
En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.
CARTÓN POLÍTICO
Herida abierta
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo