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MUNDO

La educación tecnológica en la era del conocimiento y la economía digital

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En la era contemporánea, marcada por el avance vertiginoso de la tecnología y la digitalización de prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana, la educación tecnológica se ha consolidado como un pilar esencial para el desarrollo económico y social de las naciones.

Esta realidad es particularmente relevante en el contexto de la Era del Conocimiento y la Economía Digital, donde el acceso a la información, el manejo de datos y la capacidad de innovación tecnológica determinan la competitividad y la capacidad de crecimiento de los países.

La educación tecnológica, entendida como la formación que integra habilidades técnicas, digitales y de innovación, se ha convertido en una herramienta indispensable para empoderar a los individuos, especialmente en los países en vías de desarrollo, como México, que cuentan con un enorme potencial humano, abundantes recursos naturales y una posición geoestratégica privilegiada en América Latina.

La Era del Conocimiento se caracteriza por un enfoque intensivo en la creación, distribución y utilización del conocimiento y la información como los principales impulsores del desarrollo económico y social. En este contexto, la Economía Digital ha surgido como un modelo económico donde las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desempeñan un papel central. En la actualidad, la capacidad de un país para integrar estas tecnologías en su estructura productiva y social determina, en gran medida, su capacidad de competir en un mercado globalizado.

La digitalización ha reconfigurado los sectores productivos, ha cambiado las dinámicas laborales y ha transformado la manera en que los gobiernos y las empresas operan. En este escenario, la educación tecnológica se posiciona como un componente esencial, ya que prepara a las nuevas generaciones para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece este entorno. La capacidad de un país para integrar la tecnología en su sistema educativo, y así formar individuos con habilidades técnicas y digitales, es crucial para su competitividad y crecimiento.

Dentro de este panorama, la educación tecnológica no solo provee habilidades técnicas, sino que también fomenta la creatividad, la resolución de problemas y la capacidad de adaptarse a nuevas realidades, habilidades esenciales en un mundo en constante cambio. Por lo tanto, los países que invierten en la educación tecnológica están en mejor posición para aprovechar las oportunidades que ofrece la Economía Digital, reducir las brechas de desigualdad y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

EL ROL DE LA EDUCACIÓN TECNOLÓGICA

Para los países en vías de desarrollo, la educación tecnológica representa una oportunidad estratégica para impulsar el crecimiento económico y mejorar las condiciones sociales. En lugares como México, donde existe un gran porcentaje de jóvenes en la población, la inversión en educación tecnológica tiene el potencial de transformar la estructura económica del país. Esta transformación es crucial para crear una economía basada en el conocimiento y no exclusivamente dependiente de sectores tradicionales como la agricultura o la manufactura de bajo valor agregado.

La relación entre la educación tecnológica y el desarrollo económico y social se manifiesta en varios aspectos clave:

Generación de empleo de calidad: La educación tecnológica capacita a los jóvenes en habilidades que son altamente demandadas en la Economía Digital, como la programación, la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la ciencia de datos. Esto no solo mejora las perspectivas laborales de los individuos, sino que también ayuda a los países a atraer inversiones en sectores tecnológicos, creando empleos bien remunerados y de alta calidad.

Innovación y emprendimiento: Los sistemas educativos que fomentan las habilidades tecnológicas también tienden a promover una cultura de innovación y emprendimiento. Esto es especialmente relevante en economías emergentes, donde la creación de nuevas empresas tecnológicas puede dinamizar el mercado laboral, incrementar la productividad y diversificar la economía.

Reducción de la brecha digital: En muchos países en vías de desarrollo, persisten importantes brechas digitales, es decir, diferencias en el acceso y uso de la tecnología entre distintos segmentos de la población. La educación tecnológica puede jugar un rol crucial en cerrar estas brechas, equipando a los individuos con las competencias necesarias para participar activamente en la economía digital.

Fortalecimiento del sector productivo: La integración de tecnologías avanzadas en los sectores productivos tradicionales, como la agricultura, la minería o la manufactura, puede aumentar significativamente la eficiencia y la sostenibilidad. El uso de tecnologías de automatización y análisis de datos puede optimizar los procesos industriales, reduciendo costos y aumentando la competitividad en el mercado internacional, o el uso de drones en la agricultura para monitorear cultivos son ejemplos de cómo la tecnología puede transformar sectores productivos clave.

Inclusión social: La educación tecnológica puede ser una herramienta poderosa para la inclusión social, ya que proporciona habilidades que son universalmente valoradas y que pueden ser adquiridas sin importar el origen socioeconómico de los individuos. Esto es especialmente relevante en contextos como el mexicano, donde las desigualdades económicas y sociales aún representan desafíos significativos.

México se encuentra en una posición privilegiada para capitalizar los beneficios de la educación tecnológica. Con una población joven y dinámica, el país tiene un potencial humano que puede ser canalizado hacia sectores de alto valor agregado mediante la formación en áreas tecnológicas. Además, México posee una riqueza de recursos naturales y una ubicación geográfica estratégica que lo coloca como un puente entre América del Norte y América Latina, facilitando el comercio y la cooperación internacional.

En los últimos años, México ha mostrado un liderazgo renovado en América Latina, destacándose como un hub tecnológico emergente con ciudades como Guadalajara, que ha sido denominada el «Silicon Valley de México». Sin embargo, para que este liderazgo se traduzca en un desarrollo económico y social inclusivo y sostenible, es esencial fortalecer los sistemas educativos y promover políticas públicas que apoyen la educación tecnológica.

El gobierno, el sector privado y las instituciones educativas deben trabajar de manera coordinada para diseñar e implementar programas de formación que estén alineados con las necesidades del mercado laboral actual y futuro. Esto incluye no solo la oferta de programas técnicos y vocacionales, sino también la integración de habilidades digitales en todos los niveles educativos. La colaboración con empresas tecnológicas y la creación de ecosistemas de innovación pueden facilitar la transición hacia una economía basada en el conocimiento.

INNOVACIÓN, EDUCACIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO

Países como Corea del Sur y Singapur han demostrado que una inversión sostenida en educación tecnológica puede transformar economías enteras en relativamente poco tiempo. Estas naciones han apostado por un modelo educativo orientado a la tecnología y la innovación, apoyado por políticas públicas consistentes y una fuerte colaboración entre el sector público y privado. Han creado ecosistemas de innovación donde las universidades, las empresas y los gobiernos trabajan juntos para fomentar la investigación y el desarrollo tecnológico.

Corea del Sur, por ejemplo, implementó programas educativos enfocados en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), además de invertir en infraestructura tecnológica y fomentar la cultura de la innovación desde edades tempranas. Singapur, por su parte, ha integrado la educación tecnológica en su plan nacional de desarrollo, promoviendo una educación continua y adaptativa que responde rápidamente a los cambios tecnológicos y a las demandas del mercado.

Estos ejemplos muestran que la clave del éxito radica en una visión a largo plazo que integra la educación, la tecnología y la innovación como pilares fundamentales del desarrollo económico y social. México puede aprender de estas experiencias y adaptar estrategias que promuevan la creación de talento humano altamente capacitado en tecnologías emergentes, al tiempo que se fortalece la infraestructura y se promueven políticas públicas que incentiven la innovación.

México tiene la oportunidad de seguir un camino similar, aprovechando su base industrial existente y fortaleciendo su capacidad para generar conocimiento y tecnología. La creación de programas educativos enfocados en la tecnología, la promoción de la investigación y el desarrollo, y la integración de las TIC en todos los sectores productivos son pasos esenciales para posicionar a México como un líder regional en la Economía Digital.

MODERNIZACIÓN DE LOS GOBIERNOS Y CIUDADES INTELIGENTES

Otro aspecto relevante de la educación tecnológica es su impacto en la modernización de los gobiernos y la creación de ciudades inteligentes. Los avances tecnológicos permiten a los gobiernos mejorar la eficiencia de los servicios públicos, reducir costos y ofrecer soluciones más efectivas a las necesidades de la ciudadanía. La digitalización de los trámites gubernamentales, la implementación de sistemas de gestión basados en datos y la adopción de tecnologías emergentes en la infraestructura urbana son algunas de las áreas donde la educación tecnológica puede marcar una diferencia significativa.

En México, la modernización del gobierno digital y la creación de ciudades inteligentes son desafíos actuales, aunque se han hecho algunos esfuerzos aún queda un largo camino por recorrer. La formación adecuada del personal encargado de implementar y gestionar estos sistemas y la inversión en infraestructura digital, son áreas donde la educación tecnológica puede tener un impacto directo, facilitando la adopción de soluciones innovadoras que hagan a los gobiernos más transparentes, eficientes y orientados al servicio.

La educación tecnológica se erige como un motor clave para el desarrollo en la Era del Conocimiento y la Economía Digital. Para países en vías de desarrollo como México, invertir en educación tecnológica no es solo una opción, sino una necesidad imperativa para asegurar un crecimiento económico sostenido, inclusivo y orientado hacia el futuro. La capacidad de formar a los jóvenes en habilidades tecnológicas avanzadas, fomentar la innovación y modernizar los sectores productivos y gubernamentales determinará la posición de México en el escenario global.

Aprovechar el potencial humano, los recursos naturales y la posición geoestratégica del país, apoyado por una educación tecnológica de vanguardia, puede llevar a México a convertirse en un referente no solo en América Latina, sino a nivel mundial. La construcción de un ecosistema de innovación sólido, basado en la colaboración entre el gobierno, la academia y el sector privado, será la clave para transformar los desafíos actuales en oportunidades para el futuro.

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MUNDO

Innovar no es una opción, es una necesidad: Pilar para el desarrollo económico y social en la era digital

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

En un mundo marcado por cambios acelerados, disrupciones tecnológicas y mercados globalizados, la Economía de la Innovación emerge como un paradigma indispensable para garantizar el crecimiento sostenible y la competitividad. Según el Foro Económico Mundial (2023), el 65% del PIB global estará vinculado a tecnologías digitales para 2030, lo que subraya la urgencia de adoptar estrategias innovadoras.

La digitalización y la aparición de tecnologías emergentes, la capacidad de innovar no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad imperante para países, empresas y organizaciones. La Economía de la Innovación se ha convertido en un eje central para el desarrollo económico y social en el siglo XXI.

La Economía de la Innovación se refiere a un sistema económico en el que la generación, difusión y aplicación de nuevos conocimientos y tecnologías son los principales motores del crecimiento. Según el Foro Económico Mundial, la innovación no se limita a la creación de nuevos productos o servicios, sino que abarca la mejora de procesos, la optimización de recursos, y la transformación de modelos de negocio y políticas públicas. En este sentido, la innovación es un proceso multidimensional que involucra a actores tanto del sector público como del privado.

La innovación puede ser incremental, es decir, mejoras graduales a productos o procesos existentes, o disruptiva, que implica cambios radicales que transforman mercados enteros. Un ejemplo de innovación disruptiva es la aparición de plataformas digitales como Uber o Airbnb, que han redefinido los sectores del transporte y la hospitalidad, respectivamente.

La Economía de la Innovación tiene implicaciones profundas en diversos ámbitos. En primer lugar, fomenta la competitividad. Las empresas que innovan pueden diferenciarse de sus competidores, ofrecer productos y servicios de mayor valor, y acceder a nuevos mercados. En segundo lugar, impulsa el crecimiento económico. Según el Banco Mundial, los países que invierten en investigación y desarrollo (I+D) y en educación tienden a experimentar tasas de crecimiento más altas y sostenibles.

Además, la innovación tiene un impacto significativo en el empleo. Si bien algunas tecnologías emergentes, como la automatización y la Inteligencia Artificial, pueden desplazar ciertos tipos de trabajos, también crean nuevas oportunidades laborales en sectores como la tecnología, la ingeniería, y los servicios avanzados. La clave está en la capacitación y la adaptación de la fuerza laboral a las nuevas demandas del mercado.

IMPLICACIONES Y BENEFICIOS DE LA INNOVACIÓN SISTÉMICA

Los beneficios de la Economía de la Innovación son múltiples. Para las empresas, la innovación puede traducirse en una mayor eficiencia operativa, reducción de costos, y aumento de la rentabilidad. Por ejemplo, la implementación de sistemas de gestión de calidad y herramientas de mejora continua, como Lean Manufacturing o Six Sigma, permite a las empresas optimizar sus procesos y eliminar desperdicios.

Para los gobiernos, la innovación es una herramienta poderosa para abordar desafíos sociales y económicos. Políticas públicas basadas en la innovación pueden mejorar la prestación de servicios públicos, como la salud y la educación, y fomentar el desarrollo de infraestructuras inteligentes. Además, la innovación puede ser un catalizador para la sostenibilidad ambiental, promoviendo el uso de energías renovables y tecnologías limpias.

Impacto Macroeconómico

  • Crecimiento y Productividad: Un estudio del FMI (2023) correlaciona un aumento del 10% en inversión en I+D con un incremento del 3% en el PIB per cápita a mediano plazo.

  • Competitividad Global: El Índice Global de Innovación (2023) muestra que las economías top (Suiza, EE.UU., Corea del Sur) comparten ecosistemas donde colaboran universidades, empresas y gobiernos.

Beneficios Sociales

  • Empleo y Habilidades: La OCDE (2022) advierte que el 60% de los trabajos actuales requerirán reconversión hacia habilidades digitales para 2030.

  • Inclusión y Desafíos: Aunque la innovación reduce costos (ej.: telemedicina), la brecha digital persiste. Según CEPAL, el 40% de latinoamericanos carece de acceso a banda ancha de calidad.

Implementación en Políticas Públicas

Estrategias Nacionales de Innovación: Países líderes como Estonia y Singapur han integrado la digitalización en su ADN gubernamental. Estonia, por ejemplo, digitalizó el 99% de sus servicios públicos, ahorrando el 2% de su PIB anual en burocracia (FEM, 2022).

Mecanismos Clave:

  • Financiamiento a I+D: Corea del Sur invierte el 4.8% de su PIB en I+D, el mayor porcentaje global (Banco Mundial, 2023).

  • Educación STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics) y Alfabetización Digital: Finlandia reformó su sistema educativo en 2016 para priorizar pensamiento crítico y programación desde primaria.

  • Regulación Ágil: La Unión Europea implementó el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) para equilibrar privacidad e innovación.

  • Desafíos en Países en Desarrollo: La CEPAL identifica tres brechas en América Latina: infraestructura digital limitada, financiamiento insuficiente en startups (solo el 5% del total global) y marcos regulatorios fragmentados.

IMPLEMENTACIÓN EN POLÍTICAS PÚBLICAS

La implementación de la Economía de la Innovación en políticas públicas requiere un enfoque integral que involucre a múltiples actores. Los gobiernos deben crear un entorno propicio para la innovación, lo que incluye la inversión en I+D, la promoción de la educación y la capacitación, y la creación de marcos regulatorios que fomenten la competencia y la colaboración entre el sector público y el privado.

Un ejemplo destacado es el caso de Finlandia, que ha logrado posicionarse como uno de los países más innovadores del mundo. El gobierno finlandés ha implementado políticas que promueven la colaboración entre universidades, empresas y centros de investigación, y ha invertido significativamente en educación y tecnología. Como resultado, Finlandia ha desarrollado un ecosistema de innovación robusto y funcional que ha impulsado su notable crecimiento económico y bienestar social.

Otro caso de estudio es el de Corea del Sur, que ha transformado su economía en las últimas décadas gracias a una estrategia basada en la innovación. El gobierno surcoreano ha invertido fuertemente en I+D, especialmente en sectores como la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), y ha fomentado la creación de conglomerados empresariales, como Samsung y LG, que son líderes globales en innovación.

IMPLEMENTACIÓN EN LAS EMPRESAS

En el ámbito empresarial, la Economía de la Innovación debe ser parte integral de la planeación estratégica. Las empresas deben rediseñar sus procesos, desde los estratégicos y de gestión, hasta los operativos y de soporte, para incorporar la innovación en todas sus actividades. Esto implica la adopción de sistemas de gestión de calidad, como ISO 9001, y la implementación de herramientas de mejora continua, como el ciclo PDCA (Plan-Do-Check-Act).

Además, las empresas deben establecer sistemas de indicadores para el seguimiento y evaluación de sus iniciativas de innovación. Estos indicadores pueden incluir métricas como el porcentaje de ingresos derivados de nuevos productos, el tiempo de lanzamiento al mercado, y la satisfacción del cliente. La cultura de la mejora continua es fundamental para mantener la competitividad en un entorno cambiante.

Un caso de estudio relevante es el de Tesla, que ha revolucionado la industria automotriz a través de la innovación. Tesla no solo ha desarrollado vehículos eléctricos de alto rendimiento, sino que ha innovado en su modelo de negocio, ofreciendo actualizaciones de software remotas y construyendo una red global de estaciones de carga. Esta estrategia ha permitido a Tesla mantenerse a la vanguardia en un sector altamente competitivo.

IMPORTANCIA DE LA DIGITALIZACIÓN

La digitalización es un componente clave de la Economía de la Innovación. Tanto en las empresas como en los gobiernos, la adopción de tecnologías digitales es esencial para mejorar la eficiencia, la transparencia, y la capacidad de respuesta ante los cambios del mercado. La digitalización permite la automatización de procesos, la recopilación y análisis de datos en tiempo real, y la creación de nuevos modelos de negocio basados en plataformas digitales.

En el sector público, la digitalización puede transformar la prestación de servicios. Por ejemplo, Estonia ha implementado un sistema de gobierno digital que permite a los ciudadanos acceder a servicios públicos en línea, desde la declaración de impuestos hasta la votación en elecciones. Este enfoque ha mejorado la eficiencia del gobierno y ha aumentado la satisfacción ciudadana.

En el sector privado, la digitalización es fundamental para la competitividad. Las empresas que adoptan tecnologías digitales, como la Inteligencia Artificial, el big data, y el internet de las cosas (IoT), pueden optimizar sus operaciones, personalizar sus ofertas, y anticiparse a las necesidades del mercado. Un ejemplo es Amazon, que ha utilizado la digitalización para crear un ecosistema de comercio electrónico que integra logística, almacenamiento, y entrega, ofreciendo una experiencia de compra sin igual.

TECNOLOGÍAS EMERGENTES Y ADAPTACIÓN

El surgimiento de tecnologías emergentes, como la Inteligencia Artificial (IA), la blockchain, y la biotecnología, está redefiniendo los modelos económicos y creando nuevas oportunidades de negocio. Sin embargo, la adopción de estas tecnologías requiere celeridad y adaptabilidad. Las empresas y los gobiernos que no se adapten a estas nuevas realidades corren el riesgo de quedarse atrás.

La Inteligencia Artificial, por ejemplo, está transformando sectores como la salud, las finanzas, y la manufactura. En la salud, los algoritmos de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos médicos para diagnosticar enfermedades y recomendar tratamientos personalizados. En las finanzas, la IA se utiliza para detectar fraudes y optimizar carteras de inversión. En la manufactura, la IA permite la automatización de líneas de producción y la predicción de fallos en maquinaria.

La blockchain, por su parte, está revolucionando la forma en que se realizan transacciones y se gestionan datos. Esta tecnología ofrece transparencia, seguridad, y descentralización, lo que la hace ideal para aplicaciones en sectores como la logística, la cadena de suministro, y los servicios financieros. Un ejemplo es el uso de blockchain en la trazabilidad de productos, permitiendo a los consumidores verificar el origen y la autenticidad de los bienes que compran.

La Economía de la Innovación ya no es opcional, es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social en la era digital. Su implementación en políticas públicas y en la planeación estratégica de las empresas puede impulsar el crecimiento sostenible, mejorar la competitividad, y abordar desafíos sociales y ambientales.

Los gobiernos deben actuar como facilitadores, invirtiendo en infraestructura digital y educación. En las empresas, adoptar una mentalidad ágil, midiendo no solo ganancias, sino capacidad de adaptación. Según el FEM, el 70% del valor económico futuro provendrá de modelos hoy incipientes, la disrupción es la única constante. La digitalización y la adopción de tecnologías emergentes son componentes esenciales de esta economía, y su rápida adopción es crucial para adaptarse a los cambios acelerados del mercado.

Ejemplos de países como Finlandia, Corea del Sur, Estonia, y empresas como Tesla, Amazon, Shein, ilustran cómo la innovación puede transformar economías y sectores enteros. Sin embargo, el éxito de la Economía de la Innovación depende de la colaboración entre gobiernos, empresas, y sociedad civil, así como de la creación de un entorno propicio para la innovación. En un mundo en constante evolución, la capacidad de innovar no es solo una opción, sino una necesidad imperante para garantizar un futuro próspero y sostenible.

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MUNDO

Escenarios comerciales en el mundo: En comercio, la amistad se demuestra en las compras, el resto es demagogia

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

El viejo dicho en la política decía, “La amistad se demuestra en la nómina, lo demás es demagogia”. Hace años escuchaba a los secretarios de Comercio y de Economía de México diciendo que nuestra ventaja competitiva era nuestra mano de obra barata a la que se sumaban riquezas naturales y la vecindad con la economía más grande y consumidora del mundo.

Lo que nos querían decir es que vender barato a nuestros hijos era bueno porque así vendíamos mucho. A cambio importábamos pocas cosas caras eso sí, se nos decía que éramos expertos en comercio. Pero regalando riquezas cualquiera es amigo del mundo.

En el 2024 la Unión Europea registró un superávit de $180 mil millones de dólares con exportaciones que alcanzaron casi $3 mil millones de dólares. En este caso el superávit viene de ventas por casi de $600 mil millones de dólares a los EUA con quien tiene una balanza comercial positiva por $250 mil millones de dólares. Es decir que UE exporta a EUA casi dos a uno de lo que importa. Caso curioso con China el caso es exactamente al revés. Europa exporta a China casi la mitad de lo que importa con un valor total de casi $600 mil millones de dólares anuales dejando en Beijing un saldo favorable por $360 mil millones de dólares.

Para Europa China es su principal proveedor y su tercer cliente por debajo de los EUA y de Inglaterra y a penas por arriba de México y de Japón. Es decir que La UE es muy buena para limitar importaciones y fomentar exportaciones, pero China les gana.

En el 2024 el caso de Alemania es casi el reflejo de la Unión Europea teniendo un superávit de casi $280 mil millones de dólares en especial con EUA. Es decir, Alemania vende mucho más de lo que compra. Japón en el 2024 tuvo un déficit de sólo $33 mil millones de dólares con desventaja en sus ventas a China y ganancias en sus ventas a EUA.

Canadá el 2024 tuvo un déficit casi neutral por apenas $7.2 miles de millones de dólares.  La historia es que con su vecino del sur -EUA- tiene un superávit de más de $100 mil millones de dólares. En el caso de Canadá y China la relación es de casi $57 billones de dólares. Con Europa -Canadá- tuvo un déficit de casi $7 mil millones de dólares.

En el 2024 China aumentó sus exportaciones en el 5% alcanzando un superávit récord por casi un trillón de dólares, es decir un millón de miles de millones. En contexto el tamaño de la economía de México es de $1.4 trillones de dólares. Es decir que el superávit de China es del tamaño de tres cuartas partes de la economía de todo nuestro país. Es obvio que China tiene una balanza comercial positiva con todas las economías desarrolladas del mundo, de EUA a Europa, Canadá, Japón, Corea del Sur y muchos más de los países incluido el nuestro.

EUA tiene déficits por todos lados, alcanzando en el 2024 un escandaloso $1.2 trillones de dólares en importaciones por debajo de sus ventas totales.  De ser la superpotencia consumidora y exportadora de valor agregado se ha convertido en un gran consumidor. Con China tiene un déficit de casi $300 mil millones de dólares, de más de $100 mil con Canadá y de casi $200 mil con México sin contar a Europa con quien ya hemos indicado está también por debajo.

México es un país que dejó de ser un gran importador para tener un déficit menos escandaloso gracias a las muy grandes exportaciones y superávits con los EUA que alcanzan los $200 mil millones de dólares mientras que los déficits con el resto del mundo hacen que en el 2024 hayamos vendido $10 mil millones de dólares menos de los que importamos. Esto es significativo porque indica que nuestra balanza sin el TMEC sería mucho más severa.

Por los números anteriores podemos ver que EUA está en aprietos ya que dejó de ser vendedor de valor agregado y ahora solo importa artículos de valor y exporta energéticos, servicios y alimentos. Por su lado México importa mercancías caras de casi todas las potencias del G7, las transforma y con el sello de hecho en México las exporta a EUA.

Por eso la iniciativa de la marca México es algo interesante que podrían generar ganancias reales y no solo ingresos de ilusión que sirven para flujo, pero no para valor final. Por eso debemos decir que la amistad se demuestra en la nómina y en el comercio. Europa, China y Canadá nos dicen que son nuestros amigos y hermanos, pero poco nos permiten entrar en sus mercados.

La verdadera amistad sería ver que nuestros “amigos” nos permitan vender también a buen precio y nos vendan ellos a un buen precio. Hasta hoy solo ha sido demagogia. Los números son fríos y así lo demuestran. Por un lado, el mundo pone barreras a nuestros productos para proteger de facto a sus mercados, pero por otro nos piden abrirnos. Suena parecido a lo que nuestro vecino reclama y si analizamos lo que a nosotros toca, también veremos que nuestros bienes han sido abusados por la clase gobernante en contra de nuestras pequeñas empresas, empleados y bienes naturales.

Lo que escribo aquí no se si encuentre mucho eco porque va contra el mantra global, pero es la realidad comercial y numérica que debiera ser suficiente para que nos demos cuenta. México ha sustituido el desarrollo de sus industrias propias por entregarse a trabajar por las tecnologías y empresas foráneas por décadas. A cambio de eso, hemos obtenido empleos de medio nivel, apoyo para la cultura y apertura comercial de nuestros mercados internos y pocas oportunidades para el pequeño y mediano empresario. 

En efecto en EUA nuestros productos abundan, pero es casi en el único lugar que eso se ve. Suena lógico pero la proporción no lo es. Lo he dicho y lo repito. El mundo nos dice que nos abramos, pero ellos poco nos abren sus puertas cuando de valor se trata. Cuando uno va a Europa, Canadá o a Asia es casi nulo el volumen de artículos de origen mexicano que uno ve. Pero si uno va a nuestros mercados es casi imposible no ver artículos de esas regiones. Obvio no estoy mencionando los de origen de EUA en donde ya estaríamos hablando de otra dimensión por la compenetración comercial. Pero Canadá no es el caso y también es nuestro socio en el TMEC.

El comercio leal es la mejor herramienta para el crecimiento de las economías tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, pero el comercio desleal es la mejor herramienta para la dependencia y el subdesarrollo. En Jalisco exportamos muchos productos, pero la mayoría son maquilas de tecnologías extranjeras y de firmas extranjeras. El tener muchas empresas extranjeras es muy bueno, pero también debiéramos tener las propias.

Yo he dedicado mi vida al comercio exterior desde hace 25 años, no como servidor público sino como emprendedor. Como todos los pequeños, medianos y grandes empresarios he tenido aciertos y costosos errores, pero lo que más me ha gustado (además de los ingresos), es el conocer tantos procesos, políticos y emprendedores de muchas partes del mundo con lo que he podido formar las ideas que aquí expreso. En resumen, regreso a los números. Si restamos a EUA, México está en un super déficit comercial con los aliados, amigos y socios que dicen amarnos. El amor y la amistad se demuestran con hechos, lo demás es demagogia.

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MUNDO

El mundo entre el mesianismo y la incertidumbre económica

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Opinión, por Gerardo Rico //

Y aún faltan 46 meses para seguir lidiando con el inquilino de la Casa Blanca en Washington D.C., que con sus acciones y amenazas lo único que está logrando, hasta el momento, es encaminar a su país a una recesión económica.

En las primeras semanas de su nuevo gobierno, Trump ha lanzado la que el Wall Street Journal ya califica como “la guerra comercial más estúpida de la historia”, que amenaza con terminar con décadas de integración económica global.

Poco a poco va pasando de moda la estridencia del presidente de la Unión Americana, Donald Trump, para dar paso a la incertidumbre y preocupación de inversionistas y de los mercados mundiales, ante las acciones que toma en materia económica y donde lo único que está logrando es la preocupación dentro y fuera de su país.

Los primeros avisos vinieron ya de la Reserva Federal (Fed) y de su presidente Jerome Powell a quien, por cierto, y para no perder la costumbre, el inquilino de la Casa Blanca se le fue con todo tipo de descalificaciones. Uno de los veredictos iniciales concluye sobre los potenciales efectos de posibles cambios en la política comercial y de inmigración: “Los contactos empresariales en varios distritos de la Fed indican que las empresas intentarán trasladar a los consumidores los mayores costos de los insumos a posibles aranceles”.

Por si esto no fuera poco, el índice S&P cayó ya en 4.3% respecto al nivel previo a la toma de posesión de Trump. Por su parte, el Nasdaq acumula ya una pérdida del 7.9% desde entonces.

Argumentando que todo el mundo se ha aprovechado de la prosperidad estadounidense, advirtió que impondrá aranceles a las importaciones de la Unión Europea. De inmediato, los representantes de las 27 naciones del viejo continente respondieron que, en el momento en que se anuncien, los aranceles, activarán duras contramedidas contra industrias emblemáticas de Estados Unidos.

Con China ordenó el incremento del 10 al 20% en aranceles a las importaciones del país asiático, a pesar de que es el principal mercado de exportación para los productos agropecuarios estadounidenses, que representaron más de 29 mil millones de dólares durante 2024. En el inicio de este año, la caída va en 14%.

También intentó ridiculizar al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien ante el anuncio de aranceles del 25% para su país y México, de inmediato respondió con medidas similares en materia arancelaria: los gobernadores de varias provincias de la nación norteamericana advirtieron boicot total a productos importados de Estados Unidos. El ministro de Ontario, Doug Ford amenazó con cortar el suministro de electricidad a varios estados de la Unión Americana.

En su incontrolable mesianismo, el mandatario americano salió a decir que su determinación de diferir los aranceles comerciales no está relacionada con los últimos recortes de las acciones de Wall Street, pues confía en que siga fuerte a largo plazo. Sin embargo, el índice bursátil Dow Jones cayó durante dos días consecutivos tras la entrada en vigor de los aranceles del 25% a México y Canadá, el pasado 4 de marzo, que posteriormente suspendió.

México ante su mayor reto

Apenas el 6 de marzo y tras una llamada telefónica, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó que será hasta el 2 de abril cuando el multicitado Trump determine el futuro de los aranceles con México y otras naciones del mundo.

En los hechos, esto se traduce en un mes más de incertidumbre para la economía mexicana, situación que ya repercutió en un pronóstico de Banamex: crecimiento económico cero para este 2025. Cuando la economía mexicana creció en 1.3% en 2024 y 3.3% en 2023, de acuerdo al Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI)

México se mantuvo como el principal socio comercial de Estados Unidos durante 2024 y por segundo año consecutivo, de acuerdo a la Oficina de Censos de Estados Unidos, que depende del Departamento de Comercio. Entre enero y octubre de 2024, las exportaciones e importaciones entre ambos países sumaron un total que representó el 15.9% del comercio internacional de Estados Unidos, superando ampliamente a Canadá (14,4%) y China (10,9%).

Y como para agregarle más emoción al momento de incertidumbre económica que vive el país, el pasado viernes se anunció la dimisión del secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O. En un mensaje en redes, la presidenta de la República anunció al economista Edgar Amador Zamora como nuevo titular de la dependencia.

No cabe duda de que con el amago mensual para la imposición de aranceles la economía mexicana se ve mermada en su competitividad y confianza. No camina ni va a ningún lado. El reto es mayúsculo y muy preocupante a la vez. No es exagerado afirmar que México se encuentra ante la mayor encrucijada de su historia reciente y el final de la historia puede resultar muy doloroso para todos quienes vivimos en este país.

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