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OPINIÓN

Gran escritor, pésimo político: El controversial Vargas Llosa ingresaría a la Academia Francesa

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Opinión, por Pedro Vargas Avalos //

En ciertos grupos de intelectuales mexicanos, Mario Vargas Llosa es admirado y casi idolatrado. En Guadalajara ya van dos “Bienal de Novela” con su nombre que se celebran, dentro de la universidad oficial. Además, en la feria del libro que se organiza anualmente, suele ser un invitado excepcional (consentido, dicen sus examinadores) que, de acuerdo a su estilo de ser, hace gala de protagonismo, el cual le festejan sus seguidores, y desde luego los parciales de la dirigencia de la casa de estudios tapatía y el presidente de la ya célebre Feria Internacional del Libro (FIL).

Dos hechos recientes llaman poderosamente la atención sobre la personalidad de Vargas Llosa: a la FIL de este año, cuyo invitado especial fue Perú, vinieron como sesenta escritores andinos escogidos con los siguientes criterios técnicos: diversidad regional, diversidad multilingüística, diversidad de géneros literarios, diversidad temática, equidad de género, trayectoria y equidad generacional, y actualidad (publicaciones recientes). Asimismo, entre sus integrantes destacan siete ganadores del Premio Nacional de Literatura: Sheila Alvarado, María Ruiz Rosas, Lizardo Cruzado, Washington Córdova, Antonio Cillóniz, Selenco Vega y Victoria Guerrero (Perú 21, 24 nov.2021).

Pero a esa embajada inca, Vargas Llosa la calificó “lamentable” y que “no había escritores de verdad”. Estos por su parte, afirmaron que son mas simpatizadores de su paisano el escritor y etnólogo, José Ma. Arguedas (1911-1969), enaltecedor del indigenismo y la esencia de los peruanos, en tanto que Vargas Llosa es un exponente del eurocentrismo que segmenta a su país. Incluso, muchos peruanos dicen que quien más influye en ellos dentro de la narrativa y el cuento, es su paisano Julio Ramón Ribeyro, premio Juan Rulfo 1994 de la FIL.

El segundo caso que aludimos, es el referente al ingreso del ibero-peruano (pues es ciudadano español desde 1993) a la Academia Francesa de la Lengua, lo cual se aprobó el 25 de noviembre. El ya pertenecía a la similar peruana y a la Real Academia Española de la Lengua y por consiguiente, ahora será la tercera organización académico-lingüística a que ingrese. Y conste, que es contra el Reglamento que señala como requisito tener un máximo de 75 años de edad y haber escrito obras en el idioma galo, lo cual no cumple el nuevo académico. Pero para las leyes las muelles, decimos en México.

Varios escritores francos se han opuesto al ingreso del español-peruano. Dicen que eso es como abrir la caja de Pandora. Los firmantes son el profesor universitario César Itier, la directora de investigaciones del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) Evelyne Mesclier, la profesora de la Universidad de París, Valérie Robin Azevedo, la investigadora Sylvie Taussig y el antropólogo Pablo del Valle. Ellos finalmente, consideran que incluir al peruano en la Academia “mancilla la imagen de Francia en América Latina, donde sus posturas extremistas son bien conocidas y suscitan un fuerte rechazo”. Además, fungir entre los defensores de la lengua “amenaza con legitimar posturas que pisotean los valores de la democracia a los que Francia quiere asociarse, como la libertad de expresión, la aceptación de resultados de sufragios y el derecho a defender causas sin arriesgarse a perder la vida”, agregan. Veamos, para entender esta postura, una especie de biografía de Vargas Llosa.

Este personaje de las letras, es oriundo de Perú (Arequipa), donde nació en 1936, en razón de lo que es casi nonagenario. Una de sus pasiones es pasear por todo el mundo, donde su obra es estudiada (Cátedra Vargas Llosa, del Instituto Cervantes), pero al mismo tiempo derrocha apoyos a los políticos de la derecha. Esto después de que en su juventud asumió el izquierdismo y entre sus admirados intelectuales, quizás el número uno fue el gran filósofo Jean Paul Sartre (1905-1980), filósofo francés representante del existencialismo, quien sostenía que los pensadores deben realizar un papel vigoroso en la humanidad: él mismo fue un activo militante, respaldando invariablemente las causas representativas de izquierda.

Vargas Llosa, lo admiraba tanto que en su patria se le conocía como el “sartrecillo valiente” en alusión al leído cuento (El Sastrecillo Valiente) de los hermanos alemanes Jacob y Guillermo Grimm. Pero por los años sesenta, cuando Sartre dio muestras de que sus ideas eran catalogadas como marxistas, el inca-hispano, desertó de tales filas: Sartre decía que en África la revolución venía primero, y después la literatura; y proclamaba que “ante un niño que muere, la náusea no es suficiente”; ante esas ideas, dijo Vargas Llosa: “Me sentí traicionado”. Y emigró al otro lado de los ideales de su defenestrado mentor, es decir, se afilió a la derecha.

A la par le salieron ansias de dirigente: Perú atravesaba a fines de la década de los ochenta por aprietos socioeconómicos y de gobernanza, lo cual motivó la fundación de un Frente Democrático (Fredemo); el escritor que nos ocupa, ya tenía notoriedad y criticaba acerbamente al mandatario Alan García, tachándolo de populista. En 1987 forjó un organismo llamado “movimiento Libertad” que, fundido en el Fredemo, logró le apoyaran como candidato presidencial. De esa forma, concurrió a las urnas el año de 1990 en contra del “chino” Alberto Fujimori, quien lo derrotó. Su partido se disolvió tras ese traspié; él viajó (como ya lo había hecho antes) y confiesa: en Francia «Allí descubrí Perú”. Desde entonces cada día se exacerbó en sus principios derechistas.

Vargas Llosa consiguió muchos lauros como escritor, destacando ‘La ciudad y los perros’ (1962), «Conversación en la Catedral» (1969), ‘La tía Julia y el escribidor’ (1977), ‘La guerra del fin del mundo’ (1981), ‘La fiesta del Chivo’ (2000), ‘Travesuras de la niña mala’ (2006) o ‘El pez en el agua’ (1993). Esa trayectoria lo convirtió en el undécimo autor en lengua española y el sexto latinoamericano en obtener el prestigioso premio Nobel de literatura el año de 2010. En este año de 2021, entre otros reconocimientos está el que le hicieran en su tierra (Perú) los enemigos del nuevo presidente Pedro Castillo. A éste lo descalifica peyorativamente: “Es un profesor de segundo de primaria, no tiene ideas, no sabe dónde está parado” y por tanto, es enemigo de la democracia, “un desastre para mi país”.(Infobae, 29 sept.2021).

Un grupo de intelectuales franceses mostró en días pasados, su rechazo al ingreso de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa de la Lengua, a causa de sus tomas de posición ideológica cercanas a la extrema derecha. En una tribuna publicada en el diario Libération, los firmantes expresan su “estupefacción” por la inclusión del Nobel de Literatura de 2010 en el selecto grupo de “los inmortales”, que deben velar por el lenguaje francés.

Esta decisión presenta graves problemas éticos”, indican los cinco intelectuales, que recuerdan el reciente apoyo de Vargas Llosa al candidato de extrema derecha a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, a quien definen como “nostálgico defensor de la dictadura militar de Pinochet”. Señalan también su apoyo al actual presidente de Colombia, Iván Duque, que “acabó con los acuerdos de paz firmados en 2016″ con la guerrilla de las FARC y que disuelve manifestaciones “a disparo limpio”.

Los firmantes rememoraron su apoyo a la candidata a la presidencia Keiko Fujimori, quien niega la legitimidad del ganador, Pedro Castillo. Se asegura que Fujimori “hace campaña por la destitución del nuevo presidente, sembrando turbulencias: Grupos de ultraderecha agreden a figuras emblemáticas de centro izquierda, sugiriendo un golpe de Estado. Vargas Llosa colabora activamente haciendo campaña sin reservas en favor de Keiko, a la que presenta como “último obstáculo contra el comunismo”.

Otro estigma que hacen notar los antagonistas de Vargas Llosa, es sobre Argentina, ya que pidió en 1995 “enterrar el pasado”, con el fin de que la impunidad cubra a los autores de crímenes cometidos por la dictadura en ese país. Asimismo, apuntan la implicación del peruano en los llamados “Pandora papers”, donde se reveló que tenía sociedades en paraísos fiscales para evadir impuestos, al típico estilo de los gobernantes corruptos. Por todo eso, es que los susodichos pensadores galos consideran que incluir a Vargas Llosa en la Academia “mancilla la imagen de Francia en América Latina, donde sus posturas extremistas son bien conocidas y suscitan un fuerte rechazo”. (El Debate – María Serrano, Madrid /10/12/2021; La Tercera. REUTERS/Sergio Pérez).

Vargas Llosa, elegido por mayoría de miembros de la Academia Francesa, debe tomar posesión de su asiento en una ceremonia que tendrá lugar en los próximos meses: Emmanuel Macron, mandatario franco, en una audiencia dará formalmente el recibimiento al nuevo académico, tras lo cual, este tomará posesión del asiento 18, que fuera de su antecesor en el escaño, el filósofo Michel Serres, fallecido en 2019.

En México, gracias a su agudeza (que nadie le niega) había alcanzado fama, más que con sus obras, con la frase que acuñó cuando bautizó al régimen priísta mexicano como “la dictadura perfecta”. Actualmente, Vargas Llosa ha criticado numerosas veces al presidente López Obrador.

Para ello el novelista aduce su ideario, donde invita a defender la «democracia liberal», que significa «el pluralismo, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres y la alternancia en el poder». (discurso al recibir el premio nobel, 2010). Este creador literario instó a «combatir» las dictaduras «sin contemplaciones» y «por todos los medios» al alcance, incluidas (como buen neoliberal) las sanciones económicas.

Por lo tanto, decía en 2018, antes de los comicios presidenciales: AMLO es “un retroceso tremendo para la democracia en México”. Porque, según el escritor peruano, López Obrador, “representa una “democracia populista y demagógica, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”, en razón de lo que tenía esperanza en “que haya suficiente lucidez para ver a dónde conduce este suicidio de votar por el populismo”, por lo que los votantes mexicanos “no van a ser tan insensatos teniendo enfrente el ejemplo trágico de Venezuela.” Pareciera que Vargas Llosa es un eco del PRIAN o Va por México.

El entonces candidato de MORENA, hoy primer mandatario nacional, solamente le contestó: Amor y paz. Vargas Llosa “es un buen escritor, pero un mal político.” (ForoTV/Nicolás Ruiz/28 feb.2018). Esto coincide con lo que afirma el peruano, de su prima y esposa Patricia Llosa, quien le aclaraba: «Mario, para lo único que tú sirves es para escribir».

Al ofrecer una panorámica de Latinoamérica, lamentó que los gobiernos democráticos, en vez de dar ejemplo, solidarizándose con quienes, -como las Damas de Blanco en Cuba o los resistentes venezolanos-, se enfrentan a las dictaduras, se muestran «complacientes no con ellos sino con sus verdugos».

En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, el escritor multilaureado dijo que la entonces Presidenta argentina, (ahora vicepresidenta), Cristina Fernández de Kirchner «es un desastre total”. “Argentina está conociendo la peor forma de peronismo: populismo y anarquía. Me temo que es un país incurable”. En Bolivia cortejó a los adversarios de Evo Morales y de este y su democracia dijo era “payasa”, por lo que Álvaro García Linera (vicepresidente), le tildó de «dinosaurio» del neoliberalismo. (Noroeste, 15-11-2015).

Controversial es don Mario Vargas Llosa, peruano, español y casi francés. El premio Nobel avala su calidad de literato. Pero como activista político, los jóvenes escritores incas no lo prefieren y la apuesta que ha hecho en elecciones de México, Perú y ahora Chile, acreditan lo que le dijeron su esposa Patricia y AMLO: es notable como escritor, pero pésimo como político. Los hechos lo prueban: Cada vez que Vargas Llosa apoya a un candidato presidencial, este es derrotado.

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JALISCO

Alfaro y la negación de la crisis de desaparecidos

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Cómo entender la desaparición de cerca de 10 mil personas en un sexenio y de estos un buen número son jóvenes?

Por qué el gobernador Enrique Alfaro siempre negó la crisis de desaparecidos y en forma machacona repetía una y otra vez que no eran desaparecidos, que se iban de sus casas por propia voluntad y en su último informe sostuvo su discurso de seis que durante su administración fueron localizadas 17 mil 405 personas (con vida): 5 mil 595 mujeres y 11 mil 810 hombres (…) No hay crisis de desaparecidos, muchos se van por voluntad propia”.

¿Y cuántos no regresaron? Eso no respondió porque eso no le importó nunca. Un personaje sin un ápice de empatía con las víctimas y con sus familiares.

¿Pero cómo tapar o esconder tanto desaparecido? ¿En qué cabeza cabe que tarde o temprano el problema iba a explotar y que su sucesor no lo taparía?

Y pensar que hubo medios de comunicación que completita le compraban esa narrativa, desde la oficina de Comunicación del Gobierno del Estado hasta les dictaban las cabezas, sin siquiera tener el pudor de cambiar la redacción a ese boletín.

El operador de esa desinformación fue Ricardo Sánchez Berumen, coordinador del gabinete de seguridad, le preparaba los datos a Alfaro, quien quería convencer que “los periodistas enemigos de Jalisco inventábamos estos datos de los miles de desaparecidos”.

Alfaro vivió gran parte de su gobierno protegido por cientos de guaruras, con carros blindados, con una Casa Jalisco y un Palacio de Gobierno rodeado de bayas. Los liderazgos de los colectivos de buscadores de desaparecidos le echaban en cara al entonces gobernador: “ustedes tienen a sus familias bien aseguradas, con carros blindados, escoltas y los ciudadanos estamos en el desamparo”

La seguridad se convirtió en una crisis por un desgobierno que no tuvo ni quiso tener contacto con los familiares de las víctimas. Simplemente hay que echarle una mirada al Semefo para ver que hay más de 5 mil cuerpos sin identificar. La bronca se la hereda Alfaro a Pablo Lemus.

Y Jalisco así se convirtió en el estado líder en desaparecidos.

Desde el 2022 el gobierno de Jalisco dejó de subir información al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNDDNO).

Quienes confrontábamos la información de desaparecidos con los datos de Alfaro fuimos satanizados por el propio gobernador desde la muralla de Casa Jalisco.

SE ABRE LA CAJA DE PANDORA

El campo de entrenamiento y exterminio de Teuchitlán, abre la caja de pandora de un gobierno que en lugar de cumplir con su compromiso de poner orden, dejó crecer a la criminalidad. Sin embargo, todo gobierno tiene fecha de caducidad y ahora Alfaro sin la protección de ser la cabeza del Poder Ejecutivo de Jalisco que le permitió asumir una arrogancia, sintiéndose dueño de la verdad absoluta, podría enfrentar lo que su irresponsabilidad generó que el Estado sea un desastre en inseguridad y violencia, como lo muestran las imágenes en el Izaguirre Ranch, los 200 pares de calzado y las prendas de vestir e hombres y mujeres muestran el tamaño de la tragedia con los delitos de lesa humanidad allí cometidos.

Gente cercana a Alfaro comentan que éste estaba harto de los problemas de Jalisco que no pudo o no quiso resolver, de allí que se inventaba viajes a Europa o fuera de México.

Por eso el último día de su gobierno huyó de Jalisco y se fue a vivir a España.

Dice que se prepara en Europa para convertirse en director técnico de Chivas de Guadalajara. Imaginemos a Alfaro de director técnico del equipo más popular de México, del hombre que dejó esa larga estela de sangre y cadáveres, por no haber asumido su responsabilidad y aplicar la ley.

¿LO CITARÁ LA FISCALÍA?

No se qué ideas pasen por la cabeza de Alfaro allá en España, donde seguramente disfruta de una tranquilidad que en Jalisco no es posible. ¿Cómo tomará la información de estos centros de exterminio en Teuchitlan? ¿Cuándo va a subir sus clásicos vídeos para desmentir “las falsedades de las Fiscalías y de los Guerreros Buscadores de Jalisco”?

¿Qué le responde al fiscal general de la República, Alejandro Hertz Manero a esos graves señalamientos que hizo la pasada al calificar de «muy crítico y muy grave» el hallazgo del crematorio clandestino”?

El Fiscal General cuestionó la falta de conocimiento y acción por parte de las autoridades locales y estatales respecto a la existencia de este centro de exterminio. Hertz Manero expresó:»no es creíble» que las autoridades municipales y estatales no estuvieran al tanto de las actividades ilícitas que se llevaban a cabo en el rancho Izaguirre por lo que anunció que la Fiscalía General de la República (FGR) iniciará una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. La investigación se centrará en identificar posibles omisiones o complicidades de las autoridades locales y estatales en relación con el funcionamiento de este centro de exterminio.

El Fiscal General también enfatizó la importancia de coordinar esfuerzos entre las distintas instancias de gobierno para combatir eficazmente al crimen organizado y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y subrayó la necesidad de fortalecer las instituciones de seguridad y justicia para garantizar la protección de los ciudadanos y el respeto a los derechos humanos.

¿Qué responsabilidad tuvo Alfaro en minimizar el suceso de Izaguirre Ranch y dejarlo en que se trataba de un campo de entrenamiento de un grupo criminal? ¿Alfaro desconoció que se trataba de un centro de exterminio de jóvenes?

Habrá que ver hasta dónde se quiere llegar en esta terrible tragedia y si el brazo de la justicia no sólo queda en un agente del ministerio público, agentes de investigación y algunos funcionarios menores de la Fiscalía.

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JALISCO

El horror de Teuchitlán alcanza a Alfaro

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De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //

La primera semana de diciembre del año pasado escribí en este espacio una colaboración que titulé “Alfaro y el karma de la vida”.

En esa ocasión afirmé:

Enrique Alfaro deja con su adiós una larga estela de agravios.

“Durante su estancia en el poder siempre privilegió satisfacer su apetito egocéntrico.

“Se sabe muy bien que con el tiempo creció su agrado por la sumisión absoluta de sus colaboradores.

“El control férreo fue su sello particular.

“Incluso algunos de sus chiqueados más cercanos admitían en lo corto que sus furiosas reacciones no eran más que una proyección de su personalidad soberbia e intolerante.

“Se dice del karma que toda acción tiene una consecuencia y que todo lo que se envía al universo volverá a nosotros.

“Si atendemos esto, entonces quizás el ahora ex gobernador de Jalisco debe prepararse para carear las consecuencias de esta ley inevitable”.

No pasó mucho tiempo para que el horror de Teuchitlán lo alcanzara.

Lo que son las cosas, mientras disfrutaba de lo lindo en Europa, se le apareció el rostro macabro de lo que fue su sexenio en materia de desaparecidos.

Las consecuencias serán muchas.

Por lo pronto, me aseguran que Pablo Lemus ni siquiera tiene ganas de responderle las llamadas y que derivado de este y otros asuntos, emprenderá una serie de medidas para despojar a Jalisco y a su gobierno de todo aquello que huela a alfarismo.

Tomar el control de partido MC sería una de sus primeras acciones.

Por cierto, en el centro del drama heredado por Alfaro Ramírez, es pertinente colocar el nombre de quien fue la mente perversa de la pasada gestión: Hugo Luna.

Sabemos que al margen de haber sido el zalamero más cercano, toda decisión institucional pasaba por su aduana, de tal modo que en la mira del actual gobierno su persona se vuelve un objetivo prioritario.

El fuero es un tema que ya está en revisión.

Al respecto, no sé si la justicia se encargará de estos dos personajes; sin embargo tengo fe en que el veredicto de la historia los colocará en el lugar que se merecen, porque ambos –hay que decirlo con toda claridad- se comportaron como unos miserables con los colectivos de padres y madres buscadoras.

Les ignoraron, descalificaron y re-victimizaron.

Por eso creo que podrán escapar de la ley, pero del karma, jamás.

En X: @DeFrentealPoder

*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista

político.

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JALISCO

La justicia, un privilegio inalcanzable: Teuchitlán, la negación como crimen de Estado

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

Hay maneras múltiples de negar un crimen, formas infinitas de enterrar un cuerpo, procedimientos diversos para desaparecer personas, ideas, realidades. En México, especialmente en Jalisco, el gobierno parece haberlas aprendido todas. El más reciente y grotesco episodio de negación oficial se escenifica alrededor de un rancho en Teuchitlán, cuyo nombre, «Izaguirre», se volvió sinónimo del horror: fosas, huesos quemados, restos calcinados, zapatos sin dueño.

Pero, según la fiscalía general del Estado, allí nunca hubo hornos crematorios. Así lo dijeron, con palabras oficiales, tranquilas, demasiado tranquilas, con la frialdad de quien niega para no actuar.

Héctor Flores, vocero del colectivo Luz de Esperanza, habla con el tono cansado de quien ya conoce todas las versiones oficiales. «Quieren minimizar la crisis, callar lo que dicen las familias y los medios», señala. No habla desde la teoría; lo suyo es la práctica cotidiana de una búsqueda desesperada, un intento de hacer justicia con propias manos, mientras el Estado responde con burocracia y negaciones. Y no habla solo de Teuchitlán, sino de una realidad que atraviesa todo México: más de 15,000 desaparecidos solo en Jalisco y decenas de miles más en todo el país. Números que aumentan, cifras que no despiertan acción sino indiferencia.

«La confianza está en las familias, no en las instituciones», sentencia Flores. Las palabras golpean con fuerza porque reflejan una verdad ya inocultable: el Estado ha dejado hace tiempo de ser garante de seguridad para convertirse en cómplice por omisión, por negligencia, por indiferencia. Flores lo explica sencillo, pero la simplicidad de su denuncia encierra toda la complejidad del fracaso institucional: «La federación no puede lavarse las manos echándole la culpa a los estados. La delincuencia organizada es competencia federal y tienen que actuar».

Pero México es el país donde los gobiernos siempre encuentran razones para no actuar. La Fiscalía argumenta que necesita denuncias formales para iniciar carpetas de investigación. Las familias responden que denunciar es ponerse en peligro, es exponerse a la violencia del crimen organizado, protegido por autoridades corruptas. La paradoja es brutal: se exige que las víctimas, ya violentadas, vulnerables, amenazadas, sean quienes se arriesguen aún más para hacer el trabajo que el Estado rechaza.

La negativa oficial sobre los hornos de Teuchitlán no solo busca invisibilizar la tragedia, sino evitar las consecuencias internacionales que podría acarrear el reconocimiento de un crimen que claramente constituye una violación masiva de derechos humanos. Flores apunta hacia organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o la Corte Penal Internacional, advirtiendo que esta crisis, de ocurrir en cualquier país europeo, sería inmediatamente calificada como una emergencia global. Pero ocurre en México, donde los muertos pesan menos, donde los desaparecidos son culpables antes que víctimas.

La negación no es solo federal, es también local. Enrique Alfaro, gobernador saliente de Jalisco, dejó en herencia un récord macabro: pasó de 5,000 a más de 15,000 desaparecidos durante su mandato. Colectivos como «Por Amor a Ellxs» recuerdan cómo Alfaro prometió diálogo y puertas abiertas, pero solo entregó indiferencia y abandono. María del Refugio Torres resume así el gobierno de Alfaro: «ineficaz, lleno de omisiones y deficiencias».

Ahora la responsabilidad recae en Pablo Lemus, sucesor político que, al parecer, ante esta prueba está actuando a destiempo. En reuniones en noviembre del año pasado, previas a la toma de poder, Salvador Zamora, quien ahora es secretario general de Gobierno, asistió solo para sacarse la foto. No escuchó, no conversó, no actuó, en esta crisis, no ha aparecido.

La crisis institucional no se detiene en el Ejecutivo. Jonathan Ávila, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), denunciaba al finalizar la administración de Enrique Alfaro que no había ni siquiera un programa estatal de búsqueda en Jalisco y que el rezago en el Servicio Médico Forense alcanzaba niveles vergonzosos: más de 9,400 cuerpos sin identificar.

Mientras las autoridades siguen negando la realidad, las familias se organizan y protestan. Este sábado pasado, frente al Palacio de Gobierno de Jalisco, más de dos mil personas gritaron consignas claras y dolorosas: «El Estado sí sabía, Alfaro sí sabía». Lo sabían porque es imposible no saberlo, porque los campos del horror no nacen en secreto sino bajo el amparo de complicidades. Daniela Gómez, quien busca a su hermano desaparecido, resume el sentimiento común: «No es posible que haya más de 18,000 desaparecidos y solamente seis buscadores en el gobierno».

La vigilia del sábado fue otra demostración del dolor transformado en resistencia. Héctor Águila Carvajal, padre de otro desaparecido, pidió unidad: «Sigamos uniendo fuerzas, el dolor no cesa». Y no cesa porque la respuesta oficial sigue siendo mínima, burocrática, cínica.

Y lo de que Teuchitlán no se trata de un caso aislado. La lista de sitios donde se repite la tragedia es dolorosamente extensa: desde la macabra «Gallera» en Veracruz hasta los cuerpos disueltos en ácido por el infame «Pozolero» de Tijuana, pasando por la escalofriante cifra de restos en «La Bartolina», Tamaulipas. Un catálogo infernal de barbaries toleradas, acaso protegidas, por autoridades que prefieren mirar hacia otro lado.

Esta crisis no puede seguir siendo escondida bajo excusas burocráticas ni minimizada con comunicados oficiales. Los colectivos lo denuncian: Teuchitlán no es un caso aislado, sino un símbolo más de la impunidad institucionalizada. Héctor Flores alerta sobre al menos seis puntos más similares en Jalisco, que nadie quiere investigar porque nadie quiere reconocer lo evidente.

Desde Madrid hasta Nueva York, mexicanos en el exilio exigen lo básico: reconocer el término «sitios de exterminio», proteger efectivamente a las buscadoras, garantizar justicia y reparación. Es un grito desesperado, es una demanda urgente, y es, sobre todo, una advertencia: la negación no borrará los muertos, solo prolongará el sufrimiento.

Negar lo evidente es una forma más de violencia. México merece más que excusas. Las víctimas merecen más que palabras. Y la justicia, que debería ser obvia, hoy parece un privilegio inalcanzable.

En X @DEPACHECOS

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