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JALISCO

Hacia una nueva Constitución para Jalisco, la carta vigente está muy rezagada

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Por Remberto Hernández Padilla *

Para crear una nueva Constitución se convocó a los jaliscienses a integrar un Congreso Constituyente. A ese efecto se modificó la actual norma para poner en vigencia el Artículo 117 bis, en donde 138 diputadas y diputados constituyentes deberían redactar los textos de esa norma.

En el reglamento -se contempla- que los ciudadanos participantes, en su gran mayoría, estarían vinculadas al gobierno de Enrique Alfaro. Resulta de gravedad que no se haya tomado en cuenta a conocedores del derecho, ni a representantes de la sociedad civil, de instituciones o, de universidades, para que fueran constituyentes. Aún es tiempo. Los jaliscienses sí queremos una nueva Constitución: Breve y clara, ajustada a la realidad que se vive. ¡No! a una “Constitución Alfarista”. ¡Sí! a una Constitución de, y para todas las personas.

Tal parece que ya vienen otros tiempos para Jalisco mediante una nueva, moderna y muy diferente constitución estatal que entraría en vigencia a partir de marzo de 2021. Ante ese proyecto los jaliscienses nos preguntamos: ¿Es necesaria otra constitución? ¿El proyecto político del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, con esa norma legal es realizable?

Los ciudadanos hemos de responder a las anteriores preguntas y la respuesta sería un determinante: ¡Sí! Primero, porque ante la realidad los jaliscienses vivimos con una “vigente” constitución muy rezagada que contiene disposiciones que no pueden ser cumplidas y están fuera de la realidad. Dos: El proyecto de dar vida a una nueva constitución sí podría ser realizable, siempre y cuando haya participación de todos los sectores de la sociedad.

¿SE JUSTIFICA NUEVA CONSTITUCIÓN PARA JALISCO?

Ante la obsoleta y vigente constitución estatal, hemos de referir que: ya está fuera de la realidad social que se vive en la actualidad; además, es una norma galimatías (“Lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas”); es ambigua en su redacción y refiere normas que son propias de diferentes leyes y reglamentos y no de una constitución. En el ámbito jurídico ya nadie quiere utilizar ese “vigente” y muy parchado texto que en sus 119 artículos y 10 transitorios tiene más de 100 reformas y adiciones que la convirtieron en una norma “galimatías”.

Hemos de dejar establecido que: es claro que se requiere una nueva constitución para Jalisco, debido fundamentalmente a las trasformaciones que con el tiempo se han suscitado social y políticamente, para que en esa nueva norma legal queden instrumentados los cambios profundos que ha habido.

Desde luego que la nueva Constitución del “Estado Libre y Soberano de Jalisco” deberá ajustarse “políticamente” a ese otro “galimatías” que es la muy manoseada Constitución Federal que ya se ha reformado de acuerdo a los intereses del presidente que controla la denominada Cuarta Transformación; y, es que, ideológica y políticamente el interés del gobernante Alfaro va por camino separado al de “ya sabes quién”.

LA REFUNDACIÓN DE JALISCO Y SU IMPLEMENTACIÓN

Desde el momento en que el ingeniero Enrique Alfaro Ramírez asumió la gubernatura de Jalisco, el 6 de diciembre de 2018, se comenzó a trabajar en torno de su programa denominado Refundación de Jalisco; programa que no podría operar como tal si no tuviera un sustento legal basado en su “propia” y nueva constitución.

Bien se sabe que, a pocos meses en que el titular del Poder Ejecutivo asumió la gubernatura presentó su Plan Estatal de Gobernanza y Desarrollo de Jalisco 2018-2024; ahí quedó referido que: “Ese trabajo de diagnóstico nos confirmó la necesidad de que este estado emprenda cambios de gran profundidad, de que el estado asuma con seriedad la idea de hacer una transformación de sus instituciones, de su marco jurídico, que pueda verdaderamente plantearse la posibilidad de construir un nuevo acuerdo social entre todos los jaliscienses”.

En la estructura de ese Plan quedó conformado por cinco ejes transversales: “Seguridad, Justicia y Estado de Derecho, Desarrollo Social, Desarrollo Económico, Desarrollo Sostenible del Territorio y Gobierno Efectivo e Integridad Púbica”; además quedó estructurado por seis temáticas transversales: derechos humanos, igualdad de género, gobernanza para el desarrollo, cultura de paz, cambio climático y combate a la corrupción e impunidad”.

Y, consecuente a ese programa el titular del Poder Ejecutivo envió al Congreso de Jalisco una iniciativa de ley para crear una nueva Constitución Local.

LA INTEGRACIÓN DE CIUDADANOS CONSTITUYENTES

Cuando los diputados integrantes de la LXII Legislatura recibieron del Ejecutivo, el 5 de febrero de 2019, una iniciativa para reformar nuestra particular Carta Magna, los representantes populares manifestaron en ese evento que: “Ésta es una oportunidad para transformar la realidad social de la entidad y que en caso de alcanzar una nueva Constitución, deberá servir para garantizar a los jaliscienses una vida digna, así como una lucha efectiva e institucional en contra de la corrupción, impunidad, abuso del poder, nepotismo y la desigualdad”; así, mediante esos argumentos aprobaron, el martes 10 de septiembre de 2019 la creación de un Congreso Constituyente con el único objetivo de que redactara los textos de una nueva Constitución para Jalisco.

Para ello fue publicada, el viernes 27 de diciembre de 2019, la Ley Reglamentaria del Artículo 117 bis de la Constitución Política del Estado de Jalisco, bajo la referencia 27788/LXII/19 (diariooficial.jalisco.gob.mx). En ese documento se refiere que deben de participar 138 ciudadanos (que trabajarían en forma honorífica) y que tendrían el auxilio de un Consejo Técnico Académico; además, serían apoyados administrativamente por personal que para el efecto le asigne el Congreso del Estado.

El citado documento refiere que: “El Constituyente se compondrá de ciento treinta y ocho diputadas y diputados”; (de los cuales cien serían electos entre los veinte distritos electorales uninominales del Estado y veinte que se integrarán bajo el principio de representación proporcional). Además, “30 funcionarios del actual gobierno” (diez por cada poder); y, “cuatro representantes de los pueblos originarios de Jalisco”; además “cuatro ciudadanos representantes de la comunidad jalisciense radicada en el extranjero”.

La estructura para integrar el Congreso Constituyente podría parecernos buena, pero habría que tomar en cuenta la forma en que serían “electos” los constituyentes, porque: en la “selección”, tal y como está planteada, se observa que estaría “muy a modo” para que los constituyentes actuaran en favor de los intereses del gobierno “alfarista”. Hay un dicho que dice. “El que hace la ley hace la trampa” y, es que la ambigüedad del texto para la integración de los cien ciudadanos al Congreso Constituyente en los 20 distritos electorales se presta para varias interpretaciones.

Una cosa queda muy clara: por lo que ya se conoce, no se da apertura a los especialistas, ni a los académicos, y/o a representantes de la sociedad civil que, como constituyentes, mucho podrían aportar, por sus conocimientos, vivencias y experiencias para el mejor contenido de esa norma constitucional; y porque serían ellos los primeros beneficiado y/o perjudicados con las disposiciones que ahí queden establecidas; sin embargo, esos conocedores, sí podrían presentar opiniones, después de haber cubierto un engorroso trámite burocrático ante el Consejo Técnico Académico.

ADENDA PARA EL BUEN ENTENDEDOR

Es claro que los jaliscienses deseamos que al gobernador Enrique Alfaro le vaya bien en su gestión gubernamental; y en su ideario de llevar a Jalisco por un nuevo rumbo, para que su acción le sea cimiento para sus justas aspiraciones políticas a nivel nacional.

Él “quiere cambiar el mundo” y trascender históricamente; pero… tal parece que, por ahora, el gran enemigo de Alfaro es él mismo; porque está actuando en forma “yoyista” que es una acción repudiada por los jaliscienses; todo lo quiere hacer a su modito de gobernar; y en el caso que nos ocupa, si no hay participación de los expertos, no habrá una buena constitución.

Dada la forma en que está “trabajando” el gobierno “alfarista” se presentan muchas dudas; y es que el ciudadano “de a pie” sospecha de las acciones gubernamentales que no son transparentes. (“No hagas cosas buena que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas”).

Yo, aún sigo confiando en la capacidad política del actual gobernante de Jalisco: Enrique Alfaro.

* El autor es el periodista y escritor Remberto Hernández Padilla.

Premio Nacional de Periodismo” / Premio México de Periodismo /

Presidente H.V. del Colegio de Periodistas de Jalisco /

Adulto Mayor Distinguido / Correo: remegida@gmail.com

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En año y medio del gobierno de Enrique Alfaro Ramírez la evaluación que la sociedad hace en torno de su modito de hacer política es mala. Es lógico pensar que el mandatario jalisciense tendrá que cambiar en su estrategia; y por su propia supervivencia política debe de invitar a representantes de la sociedad civil en la elaboración de una nueva constitución estatal.

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JALISCO

Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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Edición 798
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ENTREVISTAS

Iniciativa de César Madrigal: Unánime respaldo en el Congreso de Jalisco al drenaje profundo

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-Por Mario Ávila 

 

En un gesto de unidad histórica, los diputados de las ocho fracciones políticas de la LIV Legislatura local aprobaron por unanimidad la iniciativa del diputado César Madrigal, del Partido Acción Nacional (PAN), para exhortar al gobernador de Jalisco a incluir el diseño e implementación de un drenaje profundo en el Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030.

Esta propuesta busca abordar el grave problema de inundaciones y socavones en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), un desafío que se agudizó tras el torrencial aguacero del 24 de junio, Día de San Juan, que paralizó la movilidad regional.

Presentada el 23 de junio y aprobada el jueves 10 de julio, la iniciativa marca un paso significativo hacia una solución estructural, inspirada en proyectos exitosos como el túnel emisor de la Ciudad de México.

UN PROYECTO CON RAÍCES Y VISIÓN

César Octavio Madrigal Díaz destacó que el drenaje profundo, con túneles de 80 a 100 metros de profundidad y un diámetro de 7 metros, no interferiría con el tráfico ni las redes hidrosanitarias, a diferencia de los actuales drenajes de 2.5 metros que colapsan, como se vio en los recientes socavones del Bethel.

“Es como la tuneladora de la Línea 3 del Tren Ligero: obras subterráneas que resuelven sin afectar la vialidad”, explicó.

A diferencia del sistema de la Ciudad de México, que mezcla aguas pluviales y residuales y las desvía a Hidalgo, la propuesta para la ZMG sería innovadora al enfocarse exclusivamente en captar agua de lluvia. Esto permitiría almacenarla la zona de El Dean o San Rafael, desviarla a plantas potabilizadoras, recargar mantos freáticos o incluso dirigirla al río Santiago y la Barranca de Huentitán, contribuyendo al ciclo hidrológico.

Madrigal subrayó el potencial hídrico de la obra: la ZMG consume alrededor de 13 metros cúbicos por segundo (m³/s), y el sistema podría captar hasta 5 m³/s de agua más limpia que la del lago de Chapala, contaminada por químicos industriales, agropecuarios y descargas residuales.

Esta agua reutilizable representaría un avance nacional, transformando un problema de inundaciones en una oportunidad de sostenibilidad.

La iniciativa tiene antecedentes en Jalisco. En los primeros años del siglo XXI, el gobierno de Guadalajara diseñó un plan de drenaje profundo para la ciudad, mientras que en 2008 el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) propuso el Programa de Manejo Integral de Aguas Pluviales, que incluye desazolves y pozos de captación, pero también sugiere a largo plazo dos túneles emisores por Gobernador Curiel y Calzada Independencia, destinando el agua a la Barranca de Huentitán.

En 2017, el Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua (IMTA) elaboró un proyecto conceptual para toda la ZMG, retomado en 2023 por el Colegio de Ingenieros de Jalisco. Su entonces presidente, Luis Barbosa Niño, estimó una inversión de 30 mil millones de pesos en 12 años, con una erogación anual de 2,500 millones de pesos.

Además, particulares han propuesto un sistema en el sur de la ZMG que llevaría agua a la presa Atotonilquillo en Villa Corona para su potabilización y retorno al Acuaférico, enriqueciendo el debate.

SALVAGUARDAR VIDAS

Para Madrigal, el objetivo principal es salvar vidas. Hasta ahora, el temporal de lluvias de 2025 ha cobrado seis vidas, un recordatorio doloroso de la urgencia del proyecto. “No podemos postergarlo más”, insistió, lamentando que obras como esta, al ser “dinero enterrado”, a menudo se descartan por falta de rédito político.

Sin embargo, como legislador responsable, enfatizó la necesidad de infraestructura básica en una metrópoli que alberga a casi 5 millones de habitantes, una de las más pobladas de América Latina.

“Es una inversión esencial, no un lujo”, afirmó, subrayando que los socavones y las inundaciones no solo dañan la economía, sino que ponen en riesgo la seguridad ciudadana.

La aprobación unánime refleja un consenso raro en un Congreso a menudo dividido. Madrigal recordó el ejemplo de la Ciudad de México, donde el túnel emisor central se inauguró en 1975, seguido por el poniente en 2000 y el oriente en 2021, demostrando que un enfoque por etapas es viable.

En la ZMG, el proyecto podría dividirse en fases, priorizando las zonas más vulnerables como el oriente y el centro, donde las redes actuales colapsan con lluvias moderadas.

DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES

Aunque el respaldo político es un avance, la ejecución enfrenta retos. El costo de 30 mil millones de pesos requiere financiamiento mixto, posiblemente con aportaciones federales, estatales y privadas, además de un estudio detallado de impacto ambiental y geológico.

El SIAPA, criticado por su manejo ineficiente, deberá desempeñar un rol clave, pero su historial de retrasos plantea dudas. Madrigal sugirió involucrar a expertos del IMTA y el Colegio de Ingenieros para garantizar transparencia y eficiencia.

La propuesta también abre oportunidades. El agua captada podría aliviar la dependencia de Chapala, cuya calidad ha decaído, y apoyar la recarga de acuíferos, un tema crítico en una región afectada por sequías.

Además, la obra generaría empleos y fortalecería la resiliencia urbana frente al cambio climático, cuyos efectos, como lluvias más intensas, ya son evidentes.

El diputado César Madrigal cerró, señalando que “la mesa está servida. Este es un tema grave, agravado por socavones causados por inundaciones y tuberías de drenaje insuficientes. Es hora de actuar, tras años de olvido, para resolver este problema crítico en la zona metropolitana.”

VISTO BUENO DEL SECRETARIO DE GESTIÓN INTEGRAL DEL AGUA

Durante la segunda reunión de trabajo en la que los funcionarios del Poder Ejecutivo presentaron al legislativo el resultado del Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030, el ingeniero Ernesto Marroquín, secretario de Gestión Integral del Agua, dio su visto bueno a la propuesta del diputado César Madrigal sobre el drenaje profundo.

“Diputado, César Madrigal, en el tema de las inundaciones, coincido completamente con usted lo mismo que en el tema del drenaje profundo, y en este año también estamos trabajando en la actualización para el registro en cartera, que ya tenía un registro en cartera, pero se perdió, y vamos a trabajar en la actualización de este registro en cartera para retomar todos estos proyectos contra las inundaciones, y yo en lo personal, y creo que el equipo técnico, estamos de acuerdo en que una buena solución es el drenaje profundo”.

“Obviamente, eso tiene que ir de la mano de otras acciones que se tienen que tomar como usted ya bien mencionó, el Promiat que habla del control en el origen de las aguas pluviales, que esto significa que cada desarrollo debe tener una descarga cero, esto quiere decir que se haga un tanque de retención que permita almacenar el agua mientras ocurre la lluvia y después, cuando los colectores ya estén menos saturados, permitan desalojar esta agua porque en realidad en la ciudad no contamos con colectores pluviales, eran colectores que estaban hechos para aguas residuales; sin embargo, al no contar con colectores pluviales se hicieron combinados y no tienen la capacidad necesaria para atender el problema del exceso de agua en tiempos de lluvias”.

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JALISCO

Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

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-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac 

Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.

En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.

Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.

Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.

Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?

UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS

El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.

Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.

Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.

Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.

Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.

Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.

Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.

Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.

Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.

CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD

El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.

Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.

Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.

No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.

Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.

MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER

La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.

Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.

Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.

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