OPINIÓN
Charros supera altibajos y logra la corona de la LMP
VUELACERCAS

Cerca de 600 mil aficionados acudieron a ver a Charros durante los más de 40 cotejos efectuados en el estadio de la colonia Tepeyac en Zapopan durante la agenda ordinaria y la postemporada.
Aunque con leve margen por la estadística negativa hacia ellos y favorable a los rivales en cuanto a los resultados durante la agenda ordinaria de la campaña, los Charros de Jalisco llegaron en calidad de favoritos a la final por el título de la temporada 2018-2019 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) de béisbol ante los Yaquis de Ciudad Obregón, habiendo consolidado el pronóstico al obtener el título de Campeones, brindando así una gran satisfacción a la noble afición que les sigue y respalda.
Los campiranos albicelestes de Jalisco se quedaron con el máximo gallardete en la recién culminada temporada a pesar de los altibajos sufridos durante el calendario ordinario de la temporada, en la que les aquejaron los traspiés tanto por las repentinas bajas de rendimiento y lesiones de peloteros importantes, como por la muy polémica utilidad de algunos beisbolistas nacionales e importados que desfilaron por la escuadra y en algún momento salieron de ella o algunos que permanecieron en su roster.
Sin poder dejar de advertir errores e indecisiones en el manejo del área deportiva, es tan justo como necesario acreditarle también aciertos tanto al timonel y su cuerpo técnico como a todos los responsables del esquema deportivo al corregirse errores y aprender de ellos, sacudiéndose a algunos elementos que no pudieron estar a la altura de las circunstancias y las necesidades del escuadrón y atrayendo a otros que sí aportaron en diferentes momentos de la agenda ordinaria y además reconociendo aciertos como fue la decisión en cada fase en cuanto a los refuerzos en la postemporada, pues además de su utilidad por la calidad individual de cada uno de ellos hay que destacar la capacidad de integración para conjuntar un gran equipo.
EL GRAN CONJUNTO ARMADO
Es de resaltar el esfuerzo de varios peloteros, algunos luciendo bien casi toda la campaña en sus fases de la agenda ordinaria y la postemporada y otros habiendo surcado entre altibajos y bajas de rendimiento pero con el mérito de haber logrado emerger airosos para aportar mucho más de lo que no ocurrió en sus momentos menos útiles. Son destacables José Manuel ‘Manny’ Rodríguez (distinguido como el jugador más valioso de la LMP), el carismático y colmilludo serpentinero cerrador Sergio Romo, el parador en corto y buen bateador Amadeo Zazueta, el más fino antesalista y al final gran apoyo ofensivo Agustín Murillo, el experto receptor Gabriel Gutiérrez, el utility y tremendo bateador Daniel Álvarez (reconocido como el jugador más valioso de la Serie Final por el título) , el patrullero y útil ofensivo Stephen Cardullo, el también utility y eficaz torpedero Henry Urrutia, el veloz guardabosques Carlos Figueroa, los lanzadores Orlando Lara (con su juego sin hit ni carrera y grandes victorias en la postemporada especialmente en el serial culminante), el fino y utilísimo lanzador Will Oliver, el eficaz serpentinero cerrador de la primera vuelta Grant Sides, el ganador de la triple corona del pítcheo en el calendario ordinario Elián Leyva, los buenos relevistas José Pablo Oyervídes, Octavio Acosta y Chad Gaudín, además del abridor zurdo Marco Tovar, sin poder dejar de comentar la buena labor de los refuerzos el ágil jardinero y apto ofensivo Alonzo Harris, así como los pítchers Rafael Martín y Antonio Manuel Barreda, entre otros buenos peloteros, como los utilitys Kevin Medrano, Alberto Carreón y Enrique Osorio, que aunque no tuvieron demasiada oportunidad de acción, cuando les fue otorgada cumplieron al igual que el receptor Erick Rodríguez, debiéndose citar además como útil por la calidad y oportunidad de su producción de carreras al bateador Jose ‘El Chapo’ Amador.
ROBERTO VIZCARRA, EL MANAGER CAMPEÓN
Dirigidos ya con éxito en esos eventos por el timonel Roberto ‘El Chapo’ Vizcarra Acosta, los Charros de Jalisco tuvieron un gran desempeño en los últimos tres de los seis cotejos que se efectuaron en el serial final ante los Yaquis. Los caporales albiazules de Jalisco ganaron los cotejos jugados en segundo, cuarto, quinto y sexto orden, pues como es sabido se efectuaron solo seis de los siete eventos que como máximo hubiere sido posible desahogar en la última etapa por el título cuya norma marca triunfador al equipo exitoso en cuatro encuentros, siendo que la tropa sonorense de la antigua Cajeme logró ganar en dos cotejos, los realizados en primer y tercer orden.
Y en los 4 juegos ganados, con los que al hilvanarse los triunfos consiguieron alcanzar la corona dando esa gran satisfacción a la directiva y sobre todo a la noble afición que al respaldarlos acudiendo en gran cantidad -aproximadamente seiscientos mil aficionados durante los más de 40 cotejos efectuados en el estadio de la colonia Tepeyac en Zapopan durante la agenda ordinaria y la postemporada-, los Charros de Jalisco lucieron ahora bien dirigidos por el cuerpo técnico del conjunto encabezado por el manager Roberto Vizcarra y los coaches de lujo con que se apoyó que son: el de banca Alfonso ‘Houston’ Jiménez, de tercera base Martín Arzate, de pítcheo Julio César Miranda de fildeo Marco Antonio Romero, de primera base Javier Colina, de apoyo estratégico Leo Rodríguez, de soporte técnico Rafael Montalvo y de bulpen Jesús Moreno, bien apuntalados por Don Roberto Méndez y Don Francisco ‘Paquín’ Estrada, todos ellos sin duda un gran soporte para el timonel y el área deportiva de la directiva de la organización beisbolera jalisciense que la integran Armando Navarro Peña como Presidente y Roberto Castellón Yuen como Vicepresidente, cerrando esa pirámide el Gerente Deportivo Raymundo Padilla y el responsable de los enlaces y concertación internacional Roberto Castellón Betancourt.
LOS ALTIBAJOS
Y esa buena dirección en la que se omitieron errores estratégicos y en el terreno de juego, se advirtió tanto por la eficacia de la tarea efectuada por los lanzadores abridores y relevistas como por la atingencia de la defensiva en todas sus líneas o posiciones y sobre todo su alta capacidad ofensiva, siendo así como habiéndose ido los Charros de Jalisco a Ciudad Obregón con la serie empatada a triunfo por bando, tras la victoria de Yaquis dominando holgadamente a los jaliscienses a domicilio en el primer encuentro y el triunfo que con el apoyo de su público lograron esforzadamente los zapopanos en su casa, se dio el infausto fracaso en el tercer juego, primero de los tres ocurridos en el nuevo estadio cajemense, cuando por errores tácticos del manager y los desatinos en el pitcheo de relevo, defensa y ataque, no supieron preservar una amplia ventaja de más de seis unidades que llegaron a tener perdiendo por 10 carreras a 9, pero como ya es historia, los Charros se impusieron en los últimos dos eventos jugados en la tierra del Yaqui, uno con bastante esfuerzo y el otro desahogadamente blanqueando a los anfitriones.
Ya es conocido cómo fue que dominando plenamente a los Yaquis de Ciudad Obregón los Charros les ganaron holgadamente, por paliza de once carreras a una, en el sexto y último juego del serial por el campeonato 2018-2019 de la LMP, para así dejar huella en los anales del béisbol profesional en Jalisco al obtener los jaliscienses el primer título a partir de su regreso en 2014 como organización profesional de béisbol con sede en Jalisco, siendo que las dos únicas ocasiones que señeramente pudieron lograr coronarse fue en los años 1967 y 1971, en esas campañas participando en La Liga Mexicana de Béisbol (LMB) el máximo circuito beisbolero profesional jugándose en primavera-verano.
EL GRAN EQUIPO DIRECTIVO
Es importante dejar constancia de la eficaz labor de la dirección general de la organización encabezada por el Presidente del Consejo de Administración Salvador Ramiro Quirarte Villaseñor y su Consejo de Dirección, además de resaltar la acción eficaz de todo el gran equipo que se tuvo el tino de armar para la adecuada gestión deportiva, pero debe también dejarse constancia que para haberse logrado el apoyo de cientos de miles de aficionados que ‘en las buenas y en las malas’ respaldaron acudiendo al estadio, hubo una tarea cumplida por decenas de colaboradores de diversa actividad y nivel, para lograr el éxito en tareas como promoción, comercialización, socialización, entretenimiento y ambientación, vinculación comunitaria, logística, comunicación por medios de información y redes sociales digitales, servicios logísticos y administrativos así como asistencia y apoyo a la comunidad, entre otras actividades.
La apuesta lógica de Charros es buscar consolidarse como el mejor equipo o estar entre los dos o tres mejores escuadrones de la LMP, consiguiendo repetir como monarca en la temporada siguiente 2019-2020, que será ya diferente y más competitiva con la presencia de los dos nuevos conjuntos conforme a la expansión aprobaba ya que además de Yaquis de Obregón, Venados de Mazatlán, Tomateros de Culiacán, Naranjeros de Hermosillo, Cañeros de Los Mochis, Aguilas de Mexicali y Mayos de Navojoa, volverán Los Algodoneros de Guasave y surgirá un equipo con sede en Monterrey, en lo que será el inicio de la nueva etapa de la Liga , como una liga Premier con alcance nacional más allá de regiones.
@salvadorcosio1
opinión.salcosga@hotmail.com
Deportes
Atlas, de la gloria reciente al futuro incierto

-Por Diego Morales Heredia
A punto de cumplir 109 años de existencia, el Atlas es uno de los equipos con más tradición en el futbol mexicano. A lo largo de su historia, el conjunto rojinegro ha sido reconocido por su futbol vistoso y ofensivo, por la formación de talentos en su academia y por su afición, acostumbrada al sufrimiento y la esperanza, conocida con orgullo como “La Fiel”.
Durante más de ocho décadas, el club fue manejado por una Asociación Civil integrada por empresarios destacados de Jalisco. Sin embargo, los problemas financieros, la falta de resultados y decisiones divididas obligaron a que en 2013 el equipo fuera vendido a Grupo Salinas.
Bajo el mando de la televisora, si bien el conjunto del Paradero retomó estabilidad financiera, el Atlas vivió una etapa de altibajos, marcada por constantes cambios de técnico, bajo rendimiento en la cancha y una creciente desconexión con su afición.
Durante la presidencia de Gustavo Guzmán, también se rompió el vínculo histórico con los socios, pues el primer equipo, fuerzas básicas y femenil dejaron de utilizar las sedes tradicionales de Colomos, Chapalita y Country, generando un vacío en la identidad atlista.
Para sorpresa de muchos, en 2019 se anunció un nuevo cambio de administración: Grupo Orlegi, encabezado por Alejandro Irarragorri, tomó el control del club. Con ellos llegó la modernización bajo el lema “infraestructura, estructura y procesos”. Y con ello, también, la gloria: los títulos del Apertura 2021 y Clausura 2022 rompieron una sequía de más de 70 años sin campeonato de liga. Además, se consolidó la Academia AGA en Nextipac como símbolo del nuevo modelo formativo.
Hoy, a solo días de cumplir 109 años, Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del club, con el objetivo de cumplir las reglas de la Liga MX que prohíben la multipropiedad. La directiva ha optado por conservar a Santos Laguna, y poner al Atlas en el mercado por una cifra cercana a los 250 millones de dólares.
Y para “La Fiel”, vuelve la incertidumbre. La esperanza de que el legado rojinegro quede en buenas manos, que los colores, el escudo y la esencia del club no sean alterados. Serán meses largos, llenos de especulaciones, anhelos y miedo al cambio. Una vez más, los atlistas tienen su corazón en vilo.
¿Quién compra al Atlas?
Deportes
Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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JALISCO
Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.
En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.
Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.
Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.
Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?
UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS
El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.
Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.
Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.
Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.
Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.
Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.
Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.
Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.
Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.
CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD
El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.
Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.
Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.
No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.
Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.
MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER
La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.
Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.
Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.