OPINIÓN
Los Hombres del Poder: El discurso de Alfaro en la Canaco

Por Gabriel Ibarra Bourjac //
“Yo me hice el propósito de que no vamos a plantear una agenda de trabajo que simplemente busque cambiar las cosas por encimita, no vamos a plantear una agenda de cambios superficiales como muchos de los que hemos vivido en la experiencia de alternancia que ha conocido el estado de Jalisco”. |
Muy fuerte el mensaje del Gobernador Enrique Alfaro en la ceremonia de toma de posesión del Comité Directivo de la Canaco Guadalajara que preside Xavier Orendáin de Obeso al señalar que los anteriores gobiernos de Jalisco simularon combatir al crimen organizado, lo cual se acabó al subrayar su compromiso de recuperar la paz para los ciudadanos.
“Desde aquí les digo, Guadalajara y Jalisco no se van a rendir, no vamos a permitir que el miedo nos gane, vamos a luchar seis años porque no hay solución mágica al problema de la violencia para recuperar la paz y la tranquilidad”.
“Que se escuche bien, en Jalisco se acabó la colusión del gobierno con el crimen organizado, aquí entendemos quién está de cada lado, y hasta donde nos alcance voy a trabajar estos seis años, todos los días desde las siete de la mañana estaremos metidos en la agenda de la seguridad”.
Para Alfaro en los últimos 30 años todos los que le antecedieron (o sea, desde Guillermo Cosío -que duró 3 años al frente del Gobierno, de 1989 a 1992), fueron simuladores y enfrentaron los problemas por encimita.
La parte medular de este discurso aquí lo presentó, dejo de lado las descalificaciones de nuevo que lanzó a “poquitos medios” de comunicación que son promotores del miedo y del terror.
Es un discurso, que según precisó, mucho lo meditó, y que representa una fuerte crítica y descalificación a los gobiernos de Guillermo Cosío, Carlos Rivera, Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña, Emilio González Márquez y Aristóteles Sandoval.
SU VISIÓN CRÍTICA
Analicemos sus palabras que no tienen desperdicio y que servirá de referencia para medir el cumplimiento de su compromiso de rescatar a Jalisco de la crisis que hoy vive.
“Decía Xavier que es la primera vez que vengo como gobernador a este tipo de eventos. Durante muchos años me tocó estar abajo y arriba, y escuchar una historia que me hizo reflexionar de verdad con mucha seriedad sobre lo que tenía que decir el día de hoy ante ustedes”.
“Lo primero que tengo que reconocer que para mi se convirtió en una interrogante de difícil respuesta el entender cómo quienes integran esta Cámara pudieron aguantar tantos años los mismos discursos de las dos partes involucradas en estas agendas, porque todos los años que yo vine aquí y estuve allá y acá, escuché los planteamientos, los reclamos justos, las propuestas, las ideas que hoy siguen presentes en las agendas de pendientes en nuestro estado”.
“Se habló durante todos esos años de la necesidad de reestablecer el Estado de Derecho, se habló de la necesidad de facilitar trámites y tener un gobierno promotor, se habló de la necesidad de recuperar la paz y la justicia, se habló de la necesidad de combatir a fondo la corrupción”.
“Y la pregunta es qué pasó después de todos esos años, la pregunta es cómo fue que como sociedad nos acostumbramos a escuchar de los gobernantes discursos simplones que simplemente buscaban aplausos de coyuntura y salir del paso con respuestas a modo para, cuando menos eso pensaban los gobernantes, serenar los ánimos”.
“Me hacía esta pregunta hoy en la mañana para asumirme frente a ustedes el compromiso de que eso no pasará con un servidor. No vengo aquí a ofrecer respuestas simples a problemas complejos, vengo, sí, a expresar mi compromiso porque en la vida hay un principio en el que yo creo que es la reciprocidad y esta Cámara, particularmente mi amigo Xavier Orendáin haya sido siempre solidario desde el primer día de este gobierno, lo fueron como institución cuando estuve al frente del gobierno de Guadalajara y lo mismo sucedió cuando estuve en Tlajomulco”.
“Por eso te quiero decir Xavier que cuentas con un servidor y con el Gobierno de Jalisco para sumarnos a este Pacto al que la Cámara está convocando, es una iniciativa importante y que nos puede sentar un precedente y que nos permita fortalecer los lazos de cooperación y la agenda de trabajo que hemos ido construyendo juntos”.
“Pero quiero ir más allá de esta iniciativa de inicio, el planteamiento que yo he puesto sobre la mesa desde la campaña electoral y que he ratificado desde el inicio de mi responsabilidad como Gobernador es que para poder cambiar esa lógica del gobernante como que escucha y que le importa, y luego sale de aquí y simplemente no pasa nada, para evitar precisamente, si Dios me da licencia, en 5 años más, vuelvo a estar en este evento para decir el mismo discurso y para que ustedes digan, híjole, como dicen mentiras los gobernantes”.
“Hemos puesto sobre la mesa la agenda de refundación del Estado, la construcción de un nuevo acuerdo social, la construcción de nuevas reglas de convivencia entre ciudadanos y gobernantes, la construcción de un nuevo Pacto Integral que nos permita enfrentar los desafíos que no hemos podido enfrentarlos, hay que aceptarlo, con el diseño institucional y las bases jurídicas que hoy tenemos en Jalisco, así de simple y así de complejo”.
“Tenemos que construir ese Acuerdo juntos, no puede darse por decreto de un gobernante, por eso me da mucho orgullo decir que somos el primer estado, estoy seguro que con el apoyo del Congreso de Jalisco en unos meses más contará con las bases para poder convocar a un Constituyente (…) Y habrá quien siga diciendo porque es parte del debate y en este Estado la tolerancia tiene que ser siempre un principio siempre presente, habrá quien piense, para qué construir una nueva Constitución, cómo el Gobernador habla de construir un nuevo acuerdo social cuando hay temas tan urgentes qué resolver, y lo que perdemos de vista es precisamente esos temas urgentes, esos temas que nos lastiman, como todos los que se mencionaron aquí, no tienen solución si seguimos con un diseño jurídico-institucional que está diseñado para que nada funcione.
“O cambiamos ese diseño o mejor resignémonos a que vamos a oír seis años los mismos discursos de los últimos 30 años, los discursos que fueron sumiendo a eta ciudad y este estado en las condiciones que hoy encontramos en la agenda de temas que hoy tenemos que resolver”.
Deportes
Atlas, de la gloria reciente al futuro incierto

-Por Diego Morales Heredia
A punto de cumplir 109 años de existencia, el Atlas es uno de los equipos con más tradición en el futbol mexicano. A lo largo de su historia, el conjunto rojinegro ha sido reconocido por su futbol vistoso y ofensivo, por la formación de talentos en su academia y por su afición, acostumbrada al sufrimiento y la esperanza, conocida con orgullo como “La Fiel”.
Durante más de ocho décadas, el club fue manejado por una Asociación Civil integrada por empresarios destacados de Jalisco. Sin embargo, los problemas financieros, la falta de resultados y decisiones divididas obligaron a que en 2013 el equipo fuera vendido a Grupo Salinas.
Bajo el mando de la televisora, si bien el conjunto del Paradero retomó estabilidad financiera, el Atlas vivió una etapa de altibajos, marcada por constantes cambios de técnico, bajo rendimiento en la cancha y una creciente desconexión con su afición.
Durante la presidencia de Gustavo Guzmán, también se rompió el vínculo histórico con los socios, pues el primer equipo, fuerzas básicas y femenil dejaron de utilizar las sedes tradicionales de Colomos, Chapalita y Country, generando un vacío en la identidad atlista.
Para sorpresa de muchos, en 2019 se anunció un nuevo cambio de administración: Grupo Orlegi, encabezado por Alejandro Irarragorri, tomó el control del club. Con ellos llegó la modernización bajo el lema “infraestructura, estructura y procesos”. Y con ello, también, la gloria: los títulos del Apertura 2021 y Clausura 2022 rompieron una sequía de más de 70 años sin campeonato de liga. Además, se consolidó la Academia AGA en Nextipac como símbolo del nuevo modelo formativo.
Hoy, a solo días de cumplir 109 años, Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del club, con el objetivo de cumplir las reglas de la Liga MX que prohíben la multipropiedad. La directiva ha optado por conservar a Santos Laguna, y poner al Atlas en el mercado por una cifra cercana a los 250 millones de dólares.
Y para “La Fiel”, vuelve la incertidumbre. La esperanza de que el legado rojinegro quede en buenas manos, que los colores, el escudo y la esencia del club no sean alterados. Serán meses largos, llenos de especulaciones, anhelos y miedo al cambio. Una vez más, los atlistas tienen su corazón en vilo.
¿Quién compra al Atlas?
Deportes
Edición 798: El drenaje profundo, un paso hacia el futuro en Guadalajara

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JALISCO
Año de la Mujer Indígena: Promesas vs silencio en la Comunidad Indígena de Mezquitán

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
Entre el discurso oficial del gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y la cruda realidad de las comunidades indígenas, se abren fisuras que revelan contradicciones inquietantes.
En 2025, declarado «Año de la Mujer Indígena» por el Congreso de la Unión y respaldado por el Ejecutivo, se pretende enaltecer el rol histórico y cultural de estas mujeres, combatir la discriminación y fortalecer sus derechos con políticas inclusivas.
Sin embargo, esta intención noble choca con actos de violencia institucional perpetrados por dependencias del mismo gobierno, como se evidencia en el caso de la Comunidad Indígena de Mezquitán, en Zapopan Jalisco.
Desde 2001, esta comunidad lleva 24 años esperando una indemnización justa por la expropiación de 26.93 hectáreas de sus tierras, utilizadas para la ampliación de la carretera Guadalajara-Ixtlahuacán del Río-Saltillo.
Esta discrepancia plantea una pregunta crucial: ¿es el reconocimiento a las mujeres indígenas un compromiso genuino o un juego de poder simbólico?
UNA INJUSTICIA DE DOS DÉCADAS
El conflicto de Mezquitán comenzó en 2001, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), expropió las tierras prometiendo una compensación de aproximadamente 40 millones de pesos. Sin embargo, solo se pagaron 6 millones como anticipo entre 2004 y 2005, dejando un adeudo pendiente que, conforme a la Ley Agraria y sentencias del Tribunal Superior Agrario, debe ajustarse a valor comercial.
Después de siete años de litigios contra la SICT (desde 2017) el Tribunal Agrario 16, y en noviembre de 2023, el Tribunal Superior Agrario les dio la razón a la Comunidad Indígena de Mezquitán, ordenando un avalúo por el INDAABIN para calcular el pago a valor comercial. Sin embargo, la SICT siguió interponiendo amparos frívolos, el último resuelto en diciembre de 2024, para retrasar lo inevitable.
Ahora lo que procede es que se ejecute la sentencia y que la SICT proceda al pago correspondiente, pero para ello se requiere el avaluó actualizado que debe realizar INDAABIN, donde ahora está el atorón con el tortuguismo de la dependencia.
Habrá que señalar que la Consejería Jurídica Federal del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, coincide y recomienda, que lo que sigue es el cumplimiento de la sentencia y darle seguimiento hasta su conclusión, es decir, el pago en favor de la Comunidad.
Fue el 18 de junio pasado en el que mediante acuerdo, el Tribunal Agrario ordenó al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) que, en un plazo de 10 días, informe sobre el trámite del avalúo solicitado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apercibimiento de multa en caso de incumplimiento, pero a la fecha no tenemos conocimiento de que INDAABIN haya cumplido ese requerimiento.
Todos estos obstáculos del poder de la burocracia, de diversas formas, ha enfrentado la Comunidad Indígena de Mezquitán, diversas formas para retrasar el proceso de pago; ahora es el «tortuguismo» de INDAABIN, que ha ignorado plazos como el de 10 días establecido el 18 de junio de 2024, bajo amenaza de multa.
Esta demora impacta directamente a 333 familias, muchas lideradas por mujeres indígenas que enfrentan pobreza y marginación como resultado de esta injusticia prolongada.
Saúl Rodríguez Barajas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales, expresó su frustración: “Llevamos 24 años luchando por nuestros derechos, mientras el gobierno promete justicia, pero no actúa”.
Esta situación no solo contradice el espíritu del «Año de la Mujer Indígena», sino que también desvirtúa la reforma constitucional de 2024, que reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público y obliga a consultar y compensar por proyectos que afecten sus territorios.
CONTRADICCIÓN ENTRE DISCURSO Y REALIDAD
El gobierno de Sheinbaum ha desplegado iniciativas ambiciosas para apoyar a los pueblos indígenas. En su informe de 100 días, anunció un presupuesto de 221 mil millones de pesos para 2025 destinados al desarrollo de comunidades indígenas y afromexicanas, que incluye 17 planes de justicia ya en marcha y el inicio de 13 más.
Además, lanzó el programa Apoyo Financiero a Mujeres Indígenas y Afromexicanas Artesanas (MIAA) con 500 millones de pesos, y en diciembre de 2024 restituyó 2,178 hectáreas a comunidades rarámuris en la Sierra Tarahumara.
Estas acciones, combinadas con la designación de figuras históricas como Tecuichpo, Tz’ak-b’u Aha, Señora 6 Mono y Xiuhtlaltzin como emblemas del año, buscan visibilizar el legado de las mujeres indígenas.
No obstante, el caso de Mezquitán revela una desconexión alarmante. Mientras se celebran avances simbólicos, la SICT se resiste a pagar y INDAABIN incumple sentencias judiciales, dejando a las mujeres de esta comunidad sin la indemnización que les corresponde.
Esta contradicción no es un incidente aislado, sino un síntoma de un problema estructural: las políticas públicas, aunque bien intencionadas, a menudo no se traducen en justicia tangible. La reforma constitucional de 2024, que manda consultar y compensar, debería haber agilizado casos como este, pero la inacción gubernamental lo contradice, erosionando la confianza en las promesas de inclusión.
MÁS ALLÁ DE LOS JUEGOS DE PODER
La negativa de la SICT y el «tortuguismo» de INDAABIN en el caso de Mezquitán contradicen el espíritu del «Año de la Mujer Indígena». Esta comunidad, con sus 333 familias —muchas lideradas por mujeres que encarnan los valores que el gobierno dice proteger—, merece una resolución que trascienda la retórica.
Aunque Sheinbaum no ha abordado directamente el caso, su compromiso con la justicia social indica que, con información clara, podría impulsar una solución para que 2025 no sea un ejercicio vacío. El gobierno debe actuar con urgencia, asegurando el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Agrario.
Solo así el discurso de reconocimiento a las mujeres indígenas se convertirá en hechos concretos, dejando atrás los juegos de poder y demostrando que la justicia no es negociable. La responsabilidad recae en Sheinbaum y sus dependencias: el tiempo apremia para alinear palabras con acciones.