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Inicia candente la segunda vuelta: Charros promete

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Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //

Le ha sentado bien la segunda vuelta de esta temporada 2020-2021 a Charros de Jalisco, que de inmediato se ha colocado en los primeros sitios del standing después de que había estado batallando durante toda la primera ronda del certamen y terminó colocado en el sexto lugar de la tabla de posiciones.

Los caporales albiazules han mostrado mejor desempeño en prácticamente todas sus zonas del campo de pelota y han permitiendo que la noble afición que les sigue se vuelva a ilusionar con que podrán alcanzar una buena posición en la postemporada para enfrentarla en condiciones más favorables y poder aspirar nuevamente al título.  

Charros de Jalisco ganó su primera serie venciendo 2-1 a domicilio a Tomateros de Culiacán, para colocarse justo a la mitad de la tabla, siendo que los pronósticos  eran favorables hacia los pupilos de Benjamin Gil que habían ganado el primer cotejo. 

En ese primer encuentro del serial la artillería jalisciense fue incapaz de respaldar a su aperturista Manuel Flores, que no tuvo mal desempeño.  Para el segundo juego los campiranos jaliscienses contaron con muy buena actuación del abridor Luis Iván Rodríguez logrando el éxito con la combinación del buen trabajo del bullpen y óptimo esfuerzo de la ofensiva, siendo más relevante aún la tarea por el zurdo Orlando Lara en el tercer cotejo quien además de maniatar a la tremenda artillería culichi contó con sólido respaldo del bullpen, ganando el cotejo para traerse la serie a casa.

Charros aprovechó la localía adecuadamente en la visita que le hicieron los Algodoneros de Guasave a tierras jaliscienses del 1 al 3 de diciembre. A pesar de que el conjunto guasavense venía con una racha ganadora y en plan avasallador, los pupilos del Chapo Vizcarra estaban obligados a imponerse después de su buen inicio en Culiacán y así lo consiguieron al quedarse con la serie por barrida sobre sus adversarios, colocándose momentáneamente en la punta del standing con 5 juegos ganados por solo una derrota.

Charros ha venido desplegando un importante poderío a cargo de sus bateadores relevantes que además lucen bien con el guante y corriendo en los senderos como Henry Urrutia, Alan Espinoza, Amadeo Zazueta, Agustín Murillo, Dariel Álvarez, Christian Villanueva, Carlos Figueroa, Julián Ornelas y José Manuel Rodríguez, entre otros peloteros.

A la defensiva se ha cumplido de forma adecuada, siendo quizá el pitcheo la zona en donde aún no se consigue total regularidad. 

Se espera que todavía algunos lanzadores logren alcanzar un mejor nivel en la competencia que les permita rendir mejores cuentas al conjunto comandando por Roberto “Chapo” Vizcarra. 

De hecho, habrá que citar que los abridores ahora son: Orlando Lara que está ya muy sólido, Marco Tovar, que ya está bastante bien, al igual que Manuel Flores y José Oyerbides. 

También ha sido utilizado como eventual abridor el veterano ex ligamayorista Horacio Ramirez, y están sólidos como relevos intermedios: Iván Salas, Felipe Arredondo, Alejandro Martínez, Antonio Alemao Hernández, y el veterano Rolando Valdez; destacando en la labor de cerrojero Brennan Bernardino; y con altibajos propios de la novatez pero siguen ahí los chamacos Raúl de los Reyes, Dario Gardea, así como Luis Ángel Rodríguez, siendo que  no se han podido recuperar Linder Castro y el ligamayorista de Cardenales de San Luis, Jesús Cruz Sustaita, que como se sabe está cerca de abandonar el aislamiento luego de haber sido contagiado por covid y es de esperar que en breve se incorpore al roster de los caporales. Y aunque en menor medida están aún ahí aprovechando la oportunidad que han tenido algunos otros novatos como Mauricio Lara y Alejandro Barraza.

En tanto, habrá que destacar la campaña que está teniendo Luis Iván Rodríguez, que ha resultado toda una revelación, pues si bien había estado otras campañas con altibajos, sin un lugar claro, eventualmente abriendo pero la mayor parte del tiempo de relevo, ¡esta campaña es un astro! 

De manera que se puede apreciar una mejoría en la plantilla y con la expectativa de seguir consolidándose en los subsecuentes juegos, en los que por cierto, se espera ya pueda contar con el jugador de Grandes Ligas, hoy agente libre, Sergio Romo, que con sus tres anillos de Campeonato de Serie Mundial conquistados con Gigantes de San Francisco, ya fue presentado con Charros el pasado jueves, y quizá esta semana esté ya en condiciones de debutar con la franela del conjunto albiceleste, a la que, como es sabido y así lo ha expresado en entrevistas, le tiene un gran cariño. 

El que sigue siendo una incógnita es José Roberto Osuna Quintero, dado que continúa la indefinición en cuanto a si se habrá de incorporar al equipo, toda vez que ha trascendido su demora para reportar responde a que se ha resentido de la lesión que le impidió terminar la campaña de Grandes Ligas con Astros de Houston, y su intención es guarecerse en espera de conseguir una mejor recuperación, pues no hay que perder de vista que finalizó su contrato con los houstonianos y deberá estar en óptimas condiciones para buscar captar la atención de algún otro cuadro que le permita ver acción en la Gran Carpa durante la próxima temporada de Major League Baseball (MLB). 

En lo que se refiere al resto de los equipos en competencia en esta temporada de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito beisbolero profesional jugándose en otoño-invierno, no deja de sorprender el mal arranque que han tenido pelotones como Yaquis de Ciudad Obregón, que  después de haber lucido implacable en la primera vuelta, en esta segunda lleva récord de solo 3 juegos ganados y 5 derrotas, los Sultanes de Monterrey que terminaron bien colocados en la ronda inicial, ahora apenas han conseguido 1 victoria y acumulan 7 descalabros, y los propios Venados con récord de 3 triunfos y 5 fracasos.  

Estas condiciones deberán ser otro factor al que Charros habrá de sacar ventaja para mantenerse en los primeros sitios del standing a fin de cerrar entre los primeros tres de la tabla.

Ojalá Charros haya logrado imponer condiciones en su visita al Puerto de Mazatlán, y sacado el triunfo del tercer juego para traerse la serie, ya que hasta el momento en que se escribe esta colaboración el partido no había sido celebrado. 

Empero, sin menoscabo de lo anterior, los albicelestes estarán obligados a quedarse con el serial que habrán de enfrentar en su estadio de Zapopan cuando reciban a su nuevo acérrimo adversario, los Yaquis de Ciudad Obregón, que como ya decíamos, atraviesan una racha negativa después de haberse mostrado casi invencibles en la primera ronda del certamen y ahora ocupan los últimos sitios de la tabla de posiciones, situación de la que los jaliscienses deberán tomar ventaja. 

Charros tiene excelentes peloteros para, sin excusa ni pretexto, ser de los equipos punteros en la segunda vuelta y perfilarse en la lucha por el título. Así lo esperamos. 

E-mail: bambinazos61@gmail.com

Twitter: @salvadorcosio1

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Charros en ascenso: Pitcheo y racha ganadora

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Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //

A mitad de la temporada 2025 de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), con 47 de los 90 juegos del rol regular disputados hasta el sábado 14 de junio, los Charros de Jalisco han encendido las alarmas con una racha ganadora que los reposiciona en la Zona Norte.

Tras vencer en siete de sus últimos ocho encuentros, incluyendo seis triunfos consecutivos, el equipo jalisciense muestra señales de recuperación tras un bache que amenazó con descarrilar su campaña. ¿Qué impulsa este resurgimiento y qué perspectivas tienen los Caporales en la pelea por los playoffs? Para responder, consulté a dos figuras clave: Luis Alberto González, director general, y Juan Carlos González Iñigo, asesor del equipo.

El pitcheo, que representa al menos el 70% del éxito en el béisbol, ha sido el talón de Aquiles no solo de los Charros, sino de varios equipos de la LMB. La salida del abridor estelar Bryce Conley, fichado por los Nacionales de Washington tras un arranque dominante, dejó un hueco en la rotación. “Su partida nos obligó a improvisar, aunque lo anticipábamos”, reconoce Luis Alberto González.

Los abridores iniciales, tanto mexicanos como extranjeros, no rindieron como se esperaba, forzando ajustes en el bullpen. En las últimas tres semanas, Charros reforzó su cuerpo de relevistas con incorporaciones como Henry Mejía, José Fernández y Alex Bustamante, despidiendo a pitchers como Vidal Nuño, Jonathan Aro y Esteban Haro. “Ahora tenemos un bullen más confiable, clave en una liga donde un juego puede requerir hasta diez relevistas”, subraya González.

Juan Carlos González Iñigo, por su parte, destaca el potente bateo del equipo, pero coincide en que el pitcheo es la preocupación central. “La pelota está más viva y volátil esta temporada, y la altitud de estadios como el Panamericano en Guadalajara, Aguascalientes o Querétaro amplifica los batazos”, explica.

La rotación sufrió tras la salida de Conley, y pitchers como el cubano Elian Leyva y Jeremy Rhoades fueron dados de baja por bajo rendimiento, sustituidos por Pavel Hernández y Dovydas Neverauskas. Sin embargo, los mexicanos Eduardo Vera, Luis Payán y el puertorriqueño Dereck Rodríguez han mostrado mayor adaptación a las condiciones del Panamericano. “Los pitchers mexicanos se adecúan mejor por su experiencia en estas alturas”, afirma González Iñigo, citando al ex ganador del Cy Young norteamericano Trevor Bauer como ejemplo de versatilidad e inteligencia, una cualidad escasa pero vital.

La esperanza también recae en el regreso de Luis Iván Rodríguez, esperado tras el Juego de Estrellas en julio, para fortalecer la rotación junto a Vera y Payán. “Con un cuerpo de diez relevistas sólidos y abridores consistentes, somos más competitivos”, asegura Luis Alberto González. Esta reestructuración llega en un momento crucial, pues la LMB es una liga impredecible donde las rachas no garantizan el éxito en playoffs.

Hace apenas unas semanas, los Charros parecían hundirse luego de tres series perdedoras, pero su reciente racha los coloca a 4.5 juegos del líder en la Zona Norte, donde Tecolotes, Algodoneros, Sultanes, Toros y Acereros libran una cerrada batalla por la supremacía, con solo 3.5 juegos de diferencia entre el primero y el cuarto.

La clave para los Charros será mantener la consistencia en el montículo y capitalizar su bateo explosivo, que ha sido un pilar en esta campaña. Los ajustes a mitad de temporada, aunque arriesgados, parecen rendir frutos, posicionando al equipo no solo para asegurar un boleto a los playoffs, sino para competir de tú a tú con potencias como Sultanes, Toros o Acereros, que combinan experiencia y profundidad en sus rosters.

Si el bullpen sigue consolidándose y los abridores mexicanos mantienen su nivel, los Caporales podrían escalar hasta la cima de la Zona Norte antes del cierre del rol regular. Por ahora, la racha ganadora en el Panamericano, frente a rivales como Leones de Yucatán, es una señal alentadora de que los Charros están encontrando su ritmo justo a tiempo.

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La hazaña para la historia de Ronnie Camacho: 27 jonrones hace 62 años en la Liga del Pacífico

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Por Gabriel Ibarra Bourjac //

El sol se alzaba implacable sobre Empalme, Sonora, aquel febrero de 1963, tiñendo de dorado las calles polvorientas que conducían al estadio de los Rieleros. Ronaldo “Ronnie” Camacho, el “roperón de Empalme”, caminaba hacia el diamante con el peso de su pueblo sobre los hombros.

En su mirada se mezclaban la determinación y el nerviosismo: sabía que la penúltima serie del rol regular en la Liga Mexicana del Pacífico sería su prueba de fuego.

Los Naranjeros de Hermosillo, líderes de la liga, llegaban a retarlo, y con ellos, dos titanes del bateo, Héctor Espino, el “Supermán de Chihuahua”, y Saúl Villegas. Ronnie cargaba 24 jonrones; Espino y Villegas, empatados con 23, acechaban su corona. El aire vibraba con la expectativa de 15 mil fanáticos que abarrotaban las gradas, ansiosos por presenciar una batalla que pasaría a la historia.

Desde el primer juego, el estadio se convirtió en un caldero de emociones. Ronnie, con su bat al hombro, sentía cada mirada mientras se paraba en la caja de bateo. El pitcher de los Naranjeros lanzó una recta alta, y el sonido del impacto resonó como un trueno: jonrón 25. La multitud estalló en un rugido que hizo temblar las gradas de madera.

Al día siguiente, en el segundo juego, otro cuadrangular surcó el cielo, el 26, y la afición ya soñaba con la gloria. Pero fue en el cuarto y último juego de la serie cuando Ronnie selló su leyenda. Con un swing poderoso, la bola voló más allá de las bardas, marcando su jonrón 27. El récord estaba hecho, y Empalme se rindió a sus pies. Ese récord, implantado hace 61 años, sigue intacto, solo igualado por Bob Darwin en 1971-1972 con Hermosillo.

El sonido que nunca se olvida

Días atrás, sentado frente a mí en una tarde cálida de junio de 2025, le pregunté a Ronnie cuál de esos jonrones había gozado más. Sus ojos, cargados de nostalgia, se iluminaron mientras respondía: “Nada es más hermoso que escuchar el sonido del impacto del bat con la bola y verla viajar arriba de las bardas”. Su voz temblaba al recordar aquel invierno del 63, cuando en su tierra natal, con los Rieleros, superó a Espino y Villegas para conquistar la corona de jonrones. “Fue una emoción inmensa”, añadió, “sentir que no le fallé a mi gente”.

Ronnie, junto a Espino, fue uno de los bateadores más temidos de México, un bombardero que acumuló 457 jonrones en su carrera: 317 en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) y 140 en la del Pacífico, un poder que aún resuena en la memoria colectiva.

Una vida dedicada al diamante

Ronnie Camacho nació el 26 de octubre de 1935 en Empalme, un pueblo ferroviario de Sonora donde el béisbol era más que un deporte: era un rito. A los 17 años, en 1953, debutó con Fresno en la Liga de California, sucursal de los Cardenales de San Luis, siendo el más joven del equipo. En 1958, ya con los Rieleros, ganó la triple corona de bateo en la Liga Invernal de Sonora, preludio de lo que sería su gloriosa carrera.

Durante más de 20 años y 2,200 juegos, Ronnie brilló en México y Estados Unidos, jugando para equipos como Águilas de Mexicali, Tecolotes de Nuevo Laredo y Pericos de Puebla, hasta su retiro en 1975 con Aguascalientes. En 1983, su nombre ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México, un reconocimiento a su legado inmortal.

Un homenaje que une pasiones

El eco de sus hazañas llegó hasta Guadalajara, donde tuve el privilegio de rendirle homenaje en el Palacio Municipal, durante el último año de la administración de Enrique Alfaro, con Enrique Ibarra como alcalde interino.

Como relató Diego Morales Heredia en Conciencia Pública, destaqué a Ronnie como un ícono mexicano, un ejemplo de profesionalismo y entrega que inspira a la juventud. “Cuando hay talento, pasión y vocación, se puede lograr”, dije, emocionado, mientras recordaba mis inicios en el periodismo, nacidos de mi amor por el béisbol.

Rodeado de la peña beisbolera más apasionada del occidente, con 150 miembros, celebramos a este sonorense que encarna la grandeza del rey de los deportes. Su récord de 27 jonrones en la Liga del Pacífico, y los 39 en la LMB, lo convierten en el protagonista de las mayores proezas cuadrangulares del béisbol mexicano, un legado que sigue motivando a generaciones.

Un faro para los nuevos peloteros

Ronnie Camacho no es solo un nombre en los libros de récords; es un faro para las nuevas generaciones de peloteros que sueñan con el éxito. Su historia enseña que el talento, forjado con disciplina y amor por el juego, puede romper barreras y conquistar hazañas eternas.

En cada swing de un joven bateador, en cada grito de la afición, resuena el eco de aquellos 27 jonrones de 1963, un recordatorio de que, con pasión y entrega, el diamante siempre recompensa a quienes lo honran. Ronnie, el “roperón de Empalme”, sigue siendo la chispa que inspira a los futuros campeones del béisbol mexicano.

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Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

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Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?

La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.

A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.

La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.

Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.

La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.

Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.

Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.

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