MUNDO
La derrota de EEUU en Afganistán: El mensaje al mundo, de terroristas a mandatarios con anuencia estadounidense

Política Global, por Jorge López Portillo Basave
Recuerdo que en la mañana del martes 11 de septiembre del 2001 escuché en la radio sobre el accidente luego conformado por el ataque en contra de las Torres Gemelas en Nueva York.
Ese fue el ataque más fuerte que habían sufrido los EUA desde Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial. Si Las Vegas hubiese pensado en apuestas para lo que pasó el 11 de septiembre del 2021 a veinte años del ataque, estoy seguro que nadie habría imaginado lo que sucedería en Afganistán.
DEL 9/11/01 AL 9/11/21
Los talibanes decidieron tomar protesta a su nuevo gobierno el día 11 de septiembre. Pudiendo hacerlo en cualquier otro día han decidido que esa es la fecha correcta para enviar un mensaje a sus seguidores y al mundo. Así es, los nuevos responsables del país no pudieron pedir mejor fecha que el vigésimo aniversario del día que Bin Laden escogió para asesinar a más de cinco mil inocentes en distintos ataques y en consecuencia cambiar al mundo, nuestra forma de viajar y hasta nuestro lenguaje.
Mohammad Hasan Akhund ha sido escogido por sus seguidores talibanes como el nuevo jefe del gobierno interino afgano. El gobierno se forma después de unas semanas de haber tomado el control del país por la fuerza y provocado la salida del gobierno electo con el beneplácito de los EUA.
Akhun se encuentra hasta este día en una lista negra emitida por la ONU de personas con sanciones por actos terroristas, él se desempeñaba como encargado de asuntos exteriores y después viceprimer ministro del gobierno talibán en Afganistán de 1996 al 2001 cuando los EUA los derrocaron por haber sido el asiento de Bin Laden y presuntamente coorganizadores del ataque contra EUA.
Al nuevo jefe de gobierno afgano se le conoce como Mullah, palabra de origen persa que significa doctor de la ley religiosa que es el Corán. Los Mullah son líderes político-religiosos que usan un turbante de color negro si son descendientes de Mahoma o blanco si no lo son. La junta de gobierno talibán es un grupo de jefes militares religiosos que forman ahora el gobierno nacional de dicho país. Así las cosas, durante los últimos 20 años Afganistán estuvo bajo un gobierno de ocupación norteamericana que promovía la participación de la mujer a la par de los hombres, la libertad de prensa, la libertad religiosa y otras prácticas consideradas como pecaminosas y que en consecuencia deben ser castigadas con golpes o la muerte.
Mullah Akhun era uno de los hombres más cercanos a Osama Bin Laden, ahora dirige los destinos de ese país. El ahora Jefe de Gobierno del Emirato Talibán declaró hace unos días que Osama era inocente de dicho ataque y que ahora que ellos estaban a cargo de Afganistán se respetarían los derechos de las mujeres pero bajo la ley islámica que los talibanes profesan. Esto ha incluido golpizas a mujeres y a quienes se atrevan a cuestionar las nuevas reglas.
MUERE LA REPÚBLICA DE AFGANISTÁN
20 años después del ataque, los talibanes se salen con la suya. Después de haber sido derrocados por los norteamericanos y de que muchos de sus líderes fueron encarcelados por su complicidad con Al Qaeda. El movimiento religioso político Talibán fue removido y reemplazado por un gobierno semidemocrático con el respaldo militar de los EUA durante todos estos años.
A la salida de las tropas de los aliados, los líderes talibanes de inmediato tomaron la mayoría de las ciudades y como sabemos la capital hace tres semanas reinstaurando su forma de gobierno teocrático.
Hace tres días circuló por redes sociales un video de dos jóvenes periodistas con fuertes golpes en todo el cuerpo, ellos confesaron que habían sido atacados a palos y a fuetazos por policías que se molestaron porque ellos estaban filmando una protesta de mujeres en contra del régimen a las que también sometieron a golpes. Durante la golpiza les dijeron que tenían suerte de no ser decapitados. Esta es la vida bajo el nuevo sistema Talibán, que para la Casa Blanca en Washington es un grupo con mentalidad de “profesionales y un modelo con mente empresarial”. ¡Que declaración tan ridícula y falta de visión!
Del nuevo gabinete afgano-talibán se reconocen además del líder Mullah Ahkun, a al menos a otros 13 que también están en la lista negra de terroristas o asociados emitida por la ONU. Entre ellos resalta el nombre del encargado de seguridad tanto pública como nacional, Sirajuddin Haqqani en contra del que hay una recompensa de $10 millones de dólares para su captura ¿Qué? Así es, si usted ingresa a la página del FBI de EUA verá el nombre de ese señor y el de su tío (por el que se ofrecen $5 millones de dólares), ambos como altos blancos del gobierno americano, por lo que si quiere, avíseles que están en las oficinas del Departamento de Gobierno de Afganistán, usted se gana una muy buena lana y nos comparte la recompensa.
En esas listas de los nuevos integrantes del gabinete afgano, también están otros cinco líderes que estuvieron detenidos en la base norteamericana de Guantánamo en Cuba por actividades terroristas hasta que en el 2014 fueron liberados por Obama quien los intercambió por un soldado desertor que se había tratado de sumar a los locales y fue capturado por ellos quienes pensaban que era un agente de la CIA. El gabinete del Emirato es una lista de “quién es quién” en el terrorismo regional con varios integrantes que son buscados por las autoridades internacionales.
Varios de los ahora altos líderes políticos talibanes, son un grupo de liberados por los gobiernos de EUA en acuerdos con la administración Obama y la Administración Trump. ¿Coincidencia que Biden no quisiera matar a Osama Bin Laden en el 2011? Sea como sea, a los talibanes Biden no les es ajeno, como se sabe durante el Gobierno de Obama, Bin Laden pidió no tratar de matar a Biden durante su viaje a la región.
LA FOTO DEL ANIVERSARIO DEL 9/11
En una postura humillante y casi de súplica el gobierno de EUA se apresura a echar porras al nuevo gobierno Talibán por permitir que salgan personas del país, a pesar de que los mantiene detenidos por días en los aviones ya en pista, diciendo que son un “nuevo Talibán” con “mentalidad casi empresarial”, esto mientras en las calles se persigue y golpea a los disidentes y a las mujeres que van sin hombres que las acompañe, ni pensar en mujeres con cargos de poder. Se asesina a los homosexuales y muchas cosas por el estilo. Vasta escuchar las declaraciones del vocero del nuevo gobierno el pasado 9 de septiembre sobre la posible participación de la mujer en el nuevo gobierno “…No es necesario para una mujer estar en el gabinete. Una mujer no puede ser ministro… Ellas deben dedicarse a dar a luz y a criar a los niños de acuerdo con la Ley islámica…”
Como advertí hace unas semanas, China, Rusia e Irán estarían atentos a lo que sucediese a la salida de los poderes occidentales encabezados por los EUA.
Mientras que en EUA los políticos se enfrentan para ver quién fue menos tonto y más patriota en este vigésimo aniversario del ataque terrorista de Bush a Biden, en Kabul la foto es un gobierno encabezado por los mismos talibanes que se suponía serían derrotados por haber apoyado a Al Qaeda; en EUA los jóvenes piden menos nacionalismo mientras que en Afganistán el gobierno sólo habla de haber expulsado a los infieles extranjeros; mientras que en EUA los familiares de las víctimas del atentado y de los soldados muertos durante esa guerra de 20 años recuerdan a sus muertos, en Afganistán, los talibanes elevan la bandera de ese grupo en la que fue la Embajada de los EUA en dicho país hasta hace tres semanas. Finalmente los americanos se enfrentan por las vacunas o el uso del lenguaje mientras que China, Rusia e Irán son los invitados de honor en la muy exclusiva toma de protesta del gobierno Talibán a la que únicamente invitaron a seis naciones, todo ello el mismo día 11 de septiembre del 2021. De paso China recuerda que Taiwán es parte de China y se afila los dientes para culminar el trabajo ahora que puede.
En Afganistán Mullah Akhun y sus aliados festejan su regreso victorioso sobre los EUA y en Occidente se lamen las heridas. Un nuevo Vietnam pero mucho más penoso. La retórica de los líderes de Al Qaeda apoyados por el régimen Talibán de la época, que estaba formado casi por los mismos individuos que hoy regresan al poder era clara, “Alá nos dará la victoria”. El hombre que planeó el ataque, digamos la mente maestra debajo de Osama Bin Laden, Khalid Sheikh Mohammed dijo al Juez de su caso en Guantánamo Cuba “…venceremos porque los americanos no se dan cuenta que no necesitamos ganar militarmente, sólo necesitamos pelear por el tiempo suficiente para que ellos mismos se derroten…” irónicamente este sujeto sigue aún en prisión, en espera de su sentencia a pesar de que se declaró culpable. Su confesión fue desechada por el gobierno de Obama quien quería sacarlo de la prisión militar y pasarlo a un juzgado civil, cuando dejó libres a cinco talibanes que ahora son integrantes del gabinete afgano. El organizador confeso sub alterno de Osama no ha sido juzgado y ahora festeja que sus amigos están de nuevo en el poder de Afganistán en el exacto aniversario de su ataque.
La televisión del nuevo gobierno afgano ha estado pasando un video de 40 minutos en los que presume su campamento de soldados suicidas Al-Fatih, reiterando que lo que pasó en EUA hace 20 años fue culpa de los propios americanos quienes son el origen del mal que les atacó. El líder militar del nuevo gobierno sentenció “… los egresados de este campo han realizado muchos sacrificios durante los últimos 20 años, incrementaremos nuestros esfuerzos para aumentar la fuerza y equipo de este grupo (escuadrones suicidas), usaremos todos los recursos de acuerdo con la guía del Sharía del Islam” que según ellos da sustento al Jihadista ultra radical.
A veinte años del atentado, hay que recordar que muchos de nuestros paisanos legales o ilegales residentes en NY también fallecieron, ya sea sepultados como trabajadores en las torres o como voluntarios en el auxilio de las víctimas y por ellos hay que orar. Algunos incluso anónimos u otros con reconocimiento tardío como por el héroe jalisciense Rafael Hernández quien falleció el 24 de Septiembre del 2011 por complicaciones en los pulmones ocasionadas porque asistió como voluntario en los servicios de emergencia de esa trágica mañana del martes 11 de Septiembre del 2001.
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Tolerancia en tiempos de algoritmos

– Opinión, por Miguel Anaya
¿Qué significa ser conservador en 2025? La etiqueta, lejos de significar a una persona o grupo de ellas, aglutinadas en torno a la Biblia o valores cristianos, se ha vuelto un acto de rebeldía. El conservadurismo pareciera significar a una nueva minoría (o una mayoría silenciosa) que enfrenta un prejuicio constante en redes sociales.
En sociedades donde la corrección política dicta el guion, ser conservador implica defender valores tradicionales —para algunos valores anacrónicos— en medio de un mar de redefiniciones. La sociedad dio un giro de 180 grados en tan solo 20 años y aquellos que señalaban hace dos décadas, hoy son señalados.
¿Y ser liberal? El liberalismo que alguna vez defendió la libertad frente al Estado hoy se ha transformado en progresismo militante: proclamar diversidad, reivindicar minorías, expandir derechos. Noble causa, sin duda.
El problema comienza cuando esa nobleza se convierte en absolutismo y se traduce en expulsar, callar o cancelar a quien no repite las consignas del día. El liberal de hoy se proclama abierto, pero con frecuencia cierra la puerta al que discrepa. Preocupante.
He aquí la contradicción más notable de nuestro tiempo: vivimos en sociedades que presumen de “abiertas”, pero que a menudo resultan cerradas a todo lo que incomoda. Lo que antes era normal hoy puede costar reputación, trabajo o, en casos extremos, la vida. Hemos reemplazado la pluralidad por trincheras y el desacuerdo por el linchamiento mediático (“funar” para la generación Z).
La polarización actual funciona como un espejo roto: cada bando mira su fragmento y cree que posee toda la verdad. Los conservadores se refugian en la nostalgia de un mundo que quizá nunca existió, mientras que los liberales se instalan en la fantasía de que el futuro puede aceptar todo, sin limitantes.
Ambos lados olvidan lo esencial: que quien piensa distinto no es un enemigo para destruir, sino un ciudadano con derecho a opinar, a discernir y, por qué no, a equivocarse humanamente.
La violencia y la polarización que vivimos, no son fenómenos espontáneos. Son herramientas. Benefician a ciertas cúpulas que viven de dividir, a las plataformas digitales que lucran con cada insulto convertido en tema del momento.
El odio es rentable; la empatía, en cambio, apenas genera clics. Por eso, mientras unos gritan que Occidente se derrumba por culpa de la “ideología woke”, otros insisten en que el verdadero peligro son los “fascistas del siglo XXI”. Y en el ruido de esas etiquetas, el diálogo desaparece.
Lo más preocupante es que ambos discursos se han vuelto autorreferenciales, encerrados en su propia lógica. El conservador que clama por libertad de expresión se indigna si un artista satiriza sus valores; el liberal que defiende la diversidad se escandaliza si alguien cuestiona sus banderas.
Todos piden tolerancia, pero solo para lo propio. Lo vemos en el Senado, en el país vecino, tras el triste homicidio de Charlie Kirk y hasta en los hechos recientes en la Universidad de Guadalajara.
En buena medida, este mal viene precedido de la herramienta tecnológica que elimina todo el contenido que no nos gusta para darnos a consumir, solo aquello con lo que coincidimos: EL ALGORITMO.
El algoritmo nos muestra un mundo que coincide totalmente con nuestra manera de pensar, de vivir, de vestir, nos lleva a encontrarnos únicamente con el que se nos parece, creando micromundos de verdades absolutas, haciendo parecer al que piensa un poco distinto como ajeno, loco e incluso peligroso. Algo que debe ser callado o eliminado.
Occidente, en 2025, parece olvidar que lo que lo hizo fuerte no fue la homogeneidad, sino la tensión creativa y los equilibrios entre sus diferencias. Quizá el desafío es rescatar el principio básico de que la idea del otro no merece la bala como respuesta.
Solo la palabra, incluso aquella que incomoda, puede mantener vivo un debate que, aunque imperfecto, sigue siendo el único antídoto contra el silencio y la complicidad impuestos por el miedo o la ignorancia.
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De espectador a jugador: El Plan México y los nuevos aranceles

– A título personal, por Armando Morquecho Camacho
En la historia de la política internacional, las decisiones económicas suelen asemejarse a partidas de ajedrez: cada movimiento no solo busca ganar terreno en el presente, sino también anticipar jugadas futuras que podrían definir la victoria o la derrota.
México, con el anuncio de aranceles de hasta un 50% a productos provenientes de países sin acuerdos comerciales —particularmente China—, ha hecho una jugada que puede parecer arriesgada, pero que revela un cálculo estratégico más amplio: equilibrar una balanza comercial desigual y, al mismo tiempo, alinearse con el tablero donde Estados Unidos y China libran una guerra cada vez más abierta.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha justificado la medida bajo dos argumentos centrales: primero, la necesidad de equilibrar la balanza comercial con China, que hoy refleja una brecha difícil de ignorar; y segundo, el impulso del llamado Plan México, su proyecto estrella para transformar la economía y fomentar la producción nacional.
Visto desde esa óptica, el arancel no es un simple impuesto, sino un muro de contención frente a la dependencia excesiva de productos chinos y, al mismo tiempo, una palanca para reconfigurar las cadenas de valor en territorio mexicano.
El gesto tiene también una lectura geopolítica. Estados Unidos ha reactivado una estrategia de confrontación comercial contra China y la Unión Europea ha hecho lo propio. México, tercer socio comercial de Estados Unidos y pieza clave en la industria automotriz de Norteamérica, no podía permanecer neutral. Imponer aranceles de este calibre es enviar una señal de lealtad estratégica a Washington, asegurando que México no será el eslabón débil en la cadena norteamericana.
La analogía podría entenderse si imaginamos un puente colgante sobre un río. Durante décadas, México ha cruzado ese puente que fue construido con materiales chinos y que servían de soporte a la industria nacional. Ahora, la decisión de elevar aranceles implica retirar varios de esos tablones y reemplazarlos con productos propios o con piezas de otros socios.
No es una tarea sencilla. Estos cambios en un inicio podrían debilitar el puente, pero esto se hace con la finalidad de consolidar la estructura y hacerla menos dependiente de un solo proveedor.
Los críticos señalan que el golpe puede resultar contraproducente. La industria automotriz mexicana, uno de los grandes motores de la economía, ha construido buena parte de su competitividad sobre la base de insumos chinos.
No obstante, esta medida podemos verla desde otra perspectiva y no solo como una medida para eliminar de golpe la presencia china, sino que esta busca generar incentivos para que la inversión y la producción se instalen en territorio mexicano o en países con reglas más claras.
Esta jugada puede entenderse también como una apuesta al futuro del nearshoring, el fenómeno que ha llevado a empresas globales a trasladar operaciones de Asia a países más cercanos al mercado estadounidense. México, por su ubicación geográfica y su red de tratados, se ha convertido en uno de los destinos más atractivos.
Para capitalizar esa ventaja era necesario enviar una señal firme: que el país está dispuesto a reordenar su comercio exterior y a reducir su dependencia de un socio con el que no comparte compromisos de largo plazo.
No obstante lo anterior, en lo político, México también gana margen de maniobra. Al mostrar una postura clara frente a China, fortalece su posición en la relación con Estados Unidos, con quien compartimos más que fronteras. Recordemos que, en el contexto sociopolítico actual, el T-MEC exige disciplina y coordinación en temas comerciales, especialmente en la industria automotriz, que es clave tanto en México como en Estados Unidos.
El reto, sin embargo, será enorme. La transición hacia cadenas de suministro menos dependientes de China implicará costos de corto plazo, ajustes en la industria y tensiones con empresarios acostumbrados a la eficiencia y el bajo precio de los insumos chinos.
Pero en la economía, como en la vida, no siempre se trata de elegir el camino más fácil, sino el que garantiza mayor estabilidad y desarrollo a largo plazo. Si el Plan México logra que las fábricas, en lugar de importar piezas, empiecen a producirlas en territorio nacional, la apuesta habrá valido la pena.
Imaginemos por un momento la industria del automóvil como un gran árbol. Sus raíces se extienden en múltiples direcciones: hacia Estados Unidos, hacia Europa y, en las últimas dos décadas, con fuerza, hacia China. Lo que hoy propone el gobierno mexicano es podar algunas de esas raíces para que el árbol no dependa en exceso de un solo suelo.
Es verdad que hay incertidumbre. Nadie puede asegurar que los aranceles funcionarán como palanca de desarrollo interno y no como un freno a la producción. Nadie puede anticipar hasta qué punto las tensiones con China podrían derivar en represalias.
Pero lo que sí es claro es que seguir con una dependencia de 130 mil millones de dólares en importaciones de China, frente a apenas 15 mil millones en exportaciones de México, es caminar sobre una cuerda floja demasiado delgada.
México está intentando, con esta decisión, dejar de ser un simple espectador en la guerra comercial de Estados Unidos contra China, para convertirse en un jugador que elige con quién y cómo quiere relacionarse. El Plan México puede ser la brújula que oriente esta transición, y los aranceles, la herramienta que marque el rumbo.
No se trata de cerrarse al mundo, sino de abrirse de manera más inteligente, cuidando que el intercambio económico no se convierta en una relación de dependencia.
Al final, lo que está en juego no es solo la balanza comercial con China ni la competitividad de la industria automotriz, sino la posibilidad de que México aproveche este momento de reconfiguración global para fortalecerse como un país capaz de producir, innovar y sostener su crecimiento sin depender de los caprichos de una sola potencia. El puente que hoy tambalea puede convertirse, si se refuerza con visión, en la vía sólida hacia un futuro de mayor autonomía económica.
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Semana de tensiones: Geopolítica en llamas y la tragedia de Charlie Kirk

– Política Global, por Jorge López Portillo Basave
Rusia mide a Polonia y a la OTAN, Israel mide a Qatar y a EUA y EUA muestra la crisis de su juventud que medirá si pueden seguir, como sucedió con los otros imperios que casi siempre caen desde dentro. Una semana que tiene tanta información que casi es una falta no hablar de varios temas. Pero, ¿cómo elegir el más importante o un común denominador?
Tomemos a Rusia que por “error” o por estrategia decidió volar una docena de drones militares sobre Polonia lo que encendió alarmas desde Varsovia hasta Washington. Rusia dijo que fue Ucrania para provocar un incidente, pero parece que nadie cree eso.
Aviones de la OTAN salieron al encuentro y derribaron los drones, pero mostro que la frontera de la OTAN está expuesta a estas nuevas tecnologías. La acción generó que la OTAN le recuerde a Rusia que Polonia es miembro activo y que se defenderá cada centímetro de tierra.
Parece que Putin está midiendo a Trump quien ya declaró que su paciencia se está acabando y que estaría imponiendo más sanciones a Rusia en cuanto la unión europea cumpla al 100% con las mismas ya que ese grupo de países siguen comprando a Rusia miles de millones de dólares al año en energéticos y a china en mercancías lo que ha pagado la guerra de Rusia en Ucrania.
Podríamos estar a días de una escalada en caso de que Rusia no se siente a la mesa de negociación. Si Rusia puede entrar a territorio OTAN de manera fácil, ¿qué le evita bombardear? Y si Estados Unidos ataca a Rusia, ¿qué sucederá con Taiwán, Japón y Corea, vecinos de China?
Por otro lado, Israel atacó en territorio de Qatar a uno de los líderes de Hamas, la organización terrorista que maneja Gaza y cuyos líderes viven como magnates en Qatar mientras que su gente paga con la vida por los ataques terroristas y la campaña de Israel en esa zona.
Así las cosas, Hamas sigue controlando parte importante de Gaza y mantiene en su poder a muchos rehenes vivos o muertos. Por su lado Qatar y EUA se manifestaron molestos por el ataque israelí en un país vecino.
Esto puede arruinar las pláticas de paz, pero también puede mostrar que los terroristas que usan a su pueblo pueden ser eliminados en donde sea. Esto puede también arruinar la relación de Trump con Qatar o con Israel, ambos aliados de los estadounidenses y de Trump. Si Estados Unidos no puede poner orden en Israel, evitando que ataque el territorio de un vecino para matar a un huésped -terrorista o no- ¿cómo podrá dar garantías a los países árabes de la zona?
La noticia que más me llamó la atención fue la del pasado día 10 de septiembre. En Medio Oriente, Australia, África, en la unión Europea desde Polonia hasta Italia y Reino Unido, en Corea del Sur, en Italia y en todo Estados Unidos hubo muestras de solidaridad y cariño para con el “influencer” Charlie Kirk de 31 años que fue cobardemente asesinado mientras realizaba un evento con más de 3 mil jóvenes en la Universidad de Utah. A las 12 del mediodía estaban presentes su esposa de 27 años ex miss Arizona y sus hijas de 3 y 1 año.
Yo no le seguía en sus redes sociales y claro que alguna vez escuche de él. No fui de su generación. Sí sabía de su popularidad, pero nunca imaginé cuan popular era. No solo entre jóvenes de su edad o menores, sino entre otros de edad más avanzada. Me di a la tarea de ver algunos de sus videos más famosos y encontré a un joven convencido de que Dios existe, de que la mejor manera para evitar la violencia es el hablar y el no deshumanizar a la gente cuando se difiere de sus opiniones.
No encontré al fascista que muchos de sus críticos gritan. Naturalmente me rompió el corazón el ver a su hija de 3 años en videos caminando con él y con su mamá. Me llenó de tristeza ver que había muchos celebrando o justificando su asesinato como si el tener ideas distintas y buscar el contraste de ideas fuera causa de asesinato.
Lo que sí encontré fue a cientos de jóvenes hombres y mujeres de muchas razas y de muchas preferencias sexuales recordando que él les había permitido entender partes de su vida que no entendían. Encontré que muchos le agradecían su forma alegre y abierta de ser, misma que les había permitido salir del closet de la fe y de la libertad de expresión en las universidades y prepas de Europa, Asia y Norte América.
Seamos sinceros. El ser pro-izquierda en las universidades del mundo es fácil pero la izquierda no es lo que era antes ni la derecha tampoco. Si usted tiene tiempo y si quiere ver un contraste de ideas le recomiendo ver los videos de ese joven padre de familia. No sea de los que buscan una satisfacción precoz… de un par de minutos para ver el método casi filosófica de como este joven adulto iba a las escuelas a provocar un debate de ideas.
Cuando Charlie tenía 18 años creó una fundación llamada Turning Point USA. Se dice que al inicio de cada evento pedía un micrófono abierto para que todo el que quisiera hablar o decir algo pudiera hacerlo y debatir con él pregunta por pregunta. Pedía que si alguien del público estaba en contra de sus puntos de vista pasaran al frente saltando la fila de personas que estaban a su favor. Él iba a debatir sus ideas sin saber las preguntas, pero sabiendo que quería hablar con gente de todo credo o ideología para poder dar espacio al intercambio de ideas.
Charlie no creó la organización con Trump sino años antes en el 2013 y parece que fue a consecuencia de la crisis económica de EUA cuando se rescató a los bancos tipo Fobaproa y se empezó a censurar a los que profesaban la fe cristiana en las escuelas de ese país. En la década en que él pasó de ser adolescente a joven adulto, Estados Unidos experimentó varios momentos muy significativos tanto económicos como políticos y de salud.
Se dice que Charlie ayudó a Trump a ganar la elección del 2024 al lograr movilizar a jóvenes de todos los colores y razas en favor de una agenda nacionalista que fue tomada como modelo en otros países. En el 2020 Trump estaba 20% por debajo de Biden en los jóvenes menores de 30 y subió a más 40% en la elección del 2025.
El día que fue asesinado llevaba 20 minutos en el evento y estaba dando respuesta a una pregunta que estaría relacionada con su asesinato. “¿sabes cuántos asesinatos masivos ha habido en los últimos 10 años? Preguntó un joven… Kirk pidió aclarar. ¿Sin contar los asesinatos por pandillas?… El joven amplió su pregunta … ¿sabes cuántos asesinatos ha habido por parte de personas trans? Kirk respondió… “demasiados” en clara alusión a los dos tiroteos de fechas recientes que han sacudido a EUA y en especial a iglesias.
En ese momento se escuchó un disparo y el líder juvenil cayó al piso. Menos de dos horas después se dio a conocer que había fallecido a causa de una bala que le pegó en el cuello, la misma que había sido disparada con un rifle de alta precisión a menos de 200 metros de distancia.
33 horas después se supo que un padre había acompañado a su hijo a entregarse a la policía por el asesinato de Kirk. El joven Tyler Robinson, de 21 años, era el asesino confeso, quien vivía con su pareja de nombre Lance Twiggs de 22 años de edad, quien está tomando medicinas para buscar la transición de hombre a mujer. La familia de Robinson es conservadora de religión mormona.
Según dicen sus familiares, Tylor se había vuelto de izquierda y se la pasaba encerrado jugando por internet. ¡Las balas que sirvieron para su propósito tenían grabado un mensaje que da idea de lo que pensaba sobre Kirk, “…! ¡Atrapa esto, fascista!”. Esto hace pensar que se radicalizó en la internet y tal vez a través de los juegos que permiten conversar y enviar mensajes a otros jugadores del mundo.
Las ideologías de izquierda, centro o derecha de México no son nada como las de Estados Unidos y Europa. Cuando un loco o un abusivo blanco mata a una persona de una minoría, la mal llamada izquierda toma las calles de Occidente para quemar edificios, autos y negocios. En las universidades estadounidenses los llamados conservadores eran casi silenciados.
Kirk hizo popular el hablar de nuevo de la cristiandad, del capitalismo y de la democracia sin importar el color sino la idea de buscar un futuro mejor. Contaba con 85 millones de seguidores en X y con 750 mil afiliados a su organización, que logró tener presencia en 350 universidades del país del Tío Sam, todo en menos de 13 años de actividad.
Este caso es interesante y triste por muchas razones. Lo obvio es una tristeza que un hombre joven sea asesinado por ir a platicar con estudiantes y deje huérfanas a dos bebés. La familia del tirador, que ahora se debate entre la tristeza, el desconcierto y el propio tirador, a quien alguien envenenó al grado de pensar que matar a una persona era mejor que debatir. En la plaza de las ideas, la victoria debe ser por resultados y convicción, no por fuerza.
En el momento en el que deshumanizamos a nuestros adversarios todo se vale. Ya no son personas sino objetos para uso o para odio.
De verdad espero que tanto en México, EEUU como en el resto del mundo, la gente con micrófono y poder no solo dejen de insultar sino de etiquetar con nombres a personas con las que no se están de acuerdo y también espero que los padres hagan un esfuerzo por estar al pendiente de sus hijos para que no caigan en estas redes del odio genérico. Pero para que los hijos no caigan los padres también deben hacer un ejercicio de autorreflexión.
Si usted dice que una persona es Hitler o Satán o un peligro para la humanidad, entonces lo lógico es que uno piense en salvar al mundo matando a ese personaje. Tengo amigos que son de la 4T y otros que son anti 4T. Tengo amigos que son del PRI, del PAN, del Verde y de MC o de izquierda, derecha o centro en Europa y EUA. Creo que muchos de ellos de verdad quieren un mundo mejor, pero cuando se refieren a las personas de otra ideología por lo general son muy despectivos. Hay gente buena y mala en todos lados, pero he visto que en los años recientes la llamada izquierda progresista en el G7 se ha vuelto muy violenta como si quisieran silenciar a sus contrarios o vengarse físicamente de algo que no sufrieron, fomentar el odio y alimentar la dependencia económica con resentimiento.
Una tristeza. Si un joven europeo o de EUA dice ser ateo es aplaudido por las elites disque progresistas, pero si uno dice ser cristiano es tachado de anticuado o radical. Como ejemplo final en Home Depot de Phoenix un joven empleado se negó a imprimir unos folletos para la vigilia de oración por la muerte de Kirk diciendo que era propaganda.
Esto contrasta con la muestra de apoyo de miles de personas que en todo el mundo piden paz después de que en 13 meses ha habido decenas de asesinatos y atentados en Estados Unidos, todos de la mal llamada izquierda progresista en contra de personas de todos los credos, pero en especial de los cristianos católicos o protestantes.
Kirk iba a los campus universitarios en donde muchos de los profesores están celebrando en redes sociales su asesinato. Podemos ver que la educación de esas escuelas no es necesariamente neutral sino adoctrinamiento. Cuando Kirk inició eran recibidos con bolsas de excremento o quemas de propaganda en sus eventos, escupitajos y gritos, pero poco a poco se ganó a muchos seguidores.
El mensaje de Kirk era mutuamente provocador, como en la dialéctica buscar la verdad. Era efectivo en comunicarse con miles de jóvenes y se basaba en fe religiosa y políticas públicas con un mensaje conservador, pero con métodos muy centrales que hoy parecen radicales, como el derecho a la expresión o la idea de que un hombre transgénero no puede competir en deportes olímpicos contra mujeres.