OPINIÓN
Gran escritor, pésimo político: El controversial Vargas Llosa ingresaría a la Academia Francesa
Opinión, por Pedro Vargas Avalos //
En ciertos grupos de intelectuales mexicanos, Mario Vargas Llosa es admirado y casi idolatrado. En Guadalajara ya van dos “Bienal de Novela” con su nombre que se celebran, dentro de la universidad oficial. Además, en la feria del libro que se organiza anualmente, suele ser un invitado excepcional (consentido, dicen sus examinadores) que, de acuerdo a su estilo de ser, hace gala de protagonismo, el cual le festejan sus seguidores, y desde luego los parciales de la dirigencia de la casa de estudios tapatía y el presidente de la ya célebre Feria Internacional del Libro (FIL).
Dos hechos recientes llaman poderosamente la atención sobre la personalidad de Vargas Llosa: a la FIL de este año, cuyo invitado especial fue Perú, vinieron como sesenta escritores andinos escogidos con los siguientes criterios técnicos: diversidad regional, diversidad multilingüística, diversidad de géneros literarios, diversidad temática, equidad de género, trayectoria y equidad generacional, y actualidad (publicaciones recientes). Asimismo, entre sus integrantes destacan siete ganadores del Premio Nacional de Literatura: Sheila Alvarado, María Ruiz Rosas, Lizardo Cruzado, Washington Córdova, Antonio Cillóniz, Selenco Vega y Victoria Guerrero (Perú 21, 24 nov.2021).
Pero a esa embajada inca, Vargas Llosa la calificó “lamentable” y que “no había escritores de verdad”. Estos por su parte, afirmaron que son mas simpatizadores de su paisano el escritor y etnólogo, José Ma. Arguedas (1911-1969), enaltecedor del indigenismo y la esencia de los peruanos, en tanto que Vargas Llosa es un exponente del eurocentrismo que segmenta a su país. Incluso, muchos peruanos dicen que quien más influye en ellos dentro de la narrativa y el cuento, es su paisano Julio Ramón Ribeyro, premio Juan Rulfo 1994 de la FIL.
El segundo caso que aludimos, es el referente al ingreso del ibero-peruano (pues es ciudadano español desde 1993) a la Academia Francesa de la Lengua, lo cual se aprobó el 25 de noviembre. El ya pertenecía a la similar peruana y a la Real Academia Española de la Lengua y por consiguiente, ahora será la tercera organización académico-lingüística a que ingrese. Y conste, que es contra el Reglamento que señala como requisito tener un máximo de 75 años de edad y haber escrito obras en el idioma galo, lo cual no cumple el nuevo académico. Pero para las leyes las muelles, decimos en México.
Varios escritores francos se han opuesto al ingreso del español-peruano. Dicen que eso es como abrir la caja de Pandora. Los firmantes son el profesor universitario César Itier, la directora de investigaciones del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) Evelyne Mesclier, la profesora de la Universidad de París, Valérie Robin Azevedo, la investigadora Sylvie Taussig y el antropólogo Pablo del Valle. Ellos finalmente, consideran que incluir al peruano en la Academia “mancilla la imagen de Francia en América Latina, donde sus posturas extremistas son bien conocidas y suscitan un fuerte rechazo”. Además, fungir entre los defensores de la lengua “amenaza con legitimar posturas que pisotean los valores de la democracia a los que Francia quiere asociarse, como la libertad de expresión, la aceptación de resultados de sufragios y el derecho a defender causas sin arriesgarse a perder la vida”, agregan. Veamos, para entender esta postura, una especie de biografía de Vargas Llosa.
Este personaje de las letras, es oriundo de Perú (Arequipa), donde nació en 1936, en razón de lo que es casi nonagenario. Una de sus pasiones es pasear por todo el mundo, donde su obra es estudiada (Cátedra Vargas Llosa, del Instituto Cervantes), pero al mismo tiempo derrocha apoyos a los políticos de la derecha. Esto después de que en su juventud asumió el izquierdismo y entre sus admirados intelectuales, quizás el número uno fue el gran filósofo Jean Paul Sartre (1905-1980), filósofo francés representante del existencialismo, quien sostenía que los pensadores deben realizar un papel vigoroso en la humanidad: él mismo fue un activo militante, respaldando invariablemente las causas representativas de izquierda.
Vargas Llosa, lo admiraba tanto que en su patria se le conocía como el “sartrecillo valiente” en alusión al leído cuento (El Sastrecillo Valiente) de los hermanos alemanes Jacob y Guillermo Grimm. Pero por los años sesenta, cuando Sartre dio muestras de que sus ideas eran catalogadas como marxistas, el inca-hispano, desertó de tales filas: Sartre decía que en África la revolución venía primero, y después la literatura; y proclamaba que “ante un niño que muere, la náusea no es suficiente”; ante esas ideas, dijo Vargas Llosa: “Me sentí traicionado”. Y emigró al otro lado de los ideales de su defenestrado mentor, es decir, se afilió a la derecha.
A la par le salieron ansias de dirigente: Perú atravesaba a fines de la década de los ochenta por aprietos socioeconómicos y de gobernanza, lo cual motivó la fundación de un Frente Democrático (Fredemo); el escritor que nos ocupa, ya tenía notoriedad y criticaba acerbamente al mandatario Alan García, tachándolo de populista. En 1987 forjó un organismo llamado “movimiento Libertad” que, fundido en el Fredemo, logró le apoyaran como candidato presidencial. De esa forma, concurrió a las urnas el año de 1990 en contra del “chino” Alberto Fujimori, quien lo derrotó. Su partido se disolvió tras ese traspié; él viajó (como ya lo había hecho antes) y confiesa: en Francia «Allí descubrí Perú”. Desde entonces cada día se exacerbó en sus principios derechistas.
Vargas Llosa consiguió muchos lauros como escritor, destacando ‘La ciudad y los perros’ (1962), «Conversación en la Catedral» (1969), ‘La tía Julia y el escribidor’ (1977), ‘La guerra del fin del mundo’ (1981), ‘La fiesta del Chivo’ (2000), ‘Travesuras de la niña mala’ (2006) o ‘El pez en el agua’ (1993). Esa trayectoria lo convirtió en el undécimo autor en lengua española y el sexto latinoamericano en obtener el prestigioso premio Nobel de literatura el año de 2010. En este año de 2021, entre otros reconocimientos está el que le hicieran en su tierra (Perú) los enemigos del nuevo presidente Pedro Castillo. A éste lo descalifica peyorativamente: “Es un profesor de segundo de primaria, no tiene ideas, no sabe dónde está parado” y por tanto, es enemigo de la democracia, “un desastre para mi país”.(Infobae, 29 sept.2021).
Un grupo de intelectuales franceses mostró en días pasados, su rechazo al ingreso de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa de la Lengua, a causa de sus tomas de posición ideológica cercanas a la extrema derecha. En una tribuna publicada en el diario Libération, los firmantes expresan su “estupefacción” por la inclusión del Nobel de Literatura de 2010 en el selecto grupo de “los inmortales”, que deben velar por el lenguaje francés.
“Esta decisión presenta graves problemas éticos”, indican los cinco intelectuales, que recuerdan el reciente apoyo de Vargas Llosa al candidato de extrema derecha a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, a quien definen como “nostálgico defensor de la dictadura militar de Pinochet”. Señalan también su apoyo al actual presidente de Colombia, Iván Duque, que “acabó con los acuerdos de paz firmados en 2016″ con la guerrilla de las FARC y que disuelve manifestaciones “a disparo limpio”.
Los firmantes rememoraron su apoyo a la candidata a la presidencia Keiko Fujimori, quien niega la legitimidad del ganador, Pedro Castillo. Se asegura que Fujimori “hace campaña por la destitución del nuevo presidente, sembrando turbulencias: Grupos de ultraderecha agreden a figuras emblemáticas de centro izquierda, sugiriendo un golpe de Estado. Vargas Llosa colabora activamente haciendo campaña sin reservas en favor de Keiko, a la que presenta como “último obstáculo contra el comunismo”.
Otro estigma que hacen notar los antagonistas de Vargas Llosa, es sobre Argentina, ya que pidió en 1995 “enterrar el pasado”, con el fin de que la impunidad cubra a los autores de crímenes cometidos por la dictadura en ese país. Asimismo, apuntan la implicación del peruano en los llamados “Pandora papers”, donde se reveló que tenía sociedades en paraísos fiscales para evadir impuestos, al típico estilo de los gobernantes corruptos. Por todo eso, es que los susodichos pensadores galos consideran que incluir a Vargas Llosa en la Academia “mancilla la imagen de Francia en América Latina, donde sus posturas extremistas son bien conocidas y suscitan un fuerte rechazo”. (El Debate – María Serrano, Madrid /10/12/2021; La Tercera. REUTERS/Sergio Pérez).
Vargas Llosa, elegido por mayoría de miembros de la Academia Francesa, debe tomar posesión de su asiento en una ceremonia que tendrá lugar en los próximos meses: Emmanuel Macron, mandatario franco, en una audiencia dará formalmente el recibimiento al nuevo académico, tras lo cual, este tomará posesión del asiento 18, que fuera de su antecesor en el escaño, el filósofo Michel Serres, fallecido en 2019.
En México, gracias a su agudeza (que nadie le niega) había alcanzado fama, más que con sus obras, con la frase que acuñó cuando bautizó al régimen priísta mexicano como “la dictadura perfecta”. Actualmente, Vargas Llosa ha criticado numerosas veces al presidente López Obrador.
Para ello el novelista aduce su ideario, donde invita a defender la «democracia liberal», que significa «el pluralismo, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres y la alternancia en el poder». (discurso al recibir el premio nobel, 2010). Este creador literario instó a «combatir» las dictaduras «sin contemplaciones» y «por todos los medios» al alcance, incluidas (como buen neoliberal) las sanciones económicas.
Por lo tanto, decía en 2018, antes de los comicios presidenciales: AMLO es “un retroceso tremendo para la democracia en México”. Porque, según el escritor peruano, López Obrador, “representa una “democracia populista y demagógica, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”, en razón de lo que tenía esperanza en “que haya suficiente lucidez para ver a dónde conduce este suicidio de votar por el populismo”, por lo que los votantes mexicanos “no van a ser tan insensatos teniendo enfrente el ejemplo trágico de Venezuela.” Pareciera que Vargas Llosa es un eco del PRIAN o Va por México.
El entonces candidato de MORENA, hoy primer mandatario nacional, solamente le contestó: Amor y paz. Vargas Llosa “es un buen escritor, pero un mal político.” (ForoTV/Nicolás Ruiz/28 feb.2018). Esto coincide con lo que afirma el peruano, de su prima y esposa Patricia Llosa, quien le aclaraba: «Mario, para lo único que tú sirves es para escribir».
Al ofrecer una panorámica de Latinoamérica, lamentó que los gobiernos democráticos, en vez de dar ejemplo, solidarizándose con quienes, -como las Damas de Blanco en Cuba o los resistentes venezolanos-, se enfrentan a las dictaduras, se muestran «complacientes no con ellos sino con sus verdugos».
En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, el escritor multilaureado dijo que la entonces Presidenta argentina, (ahora vicepresidenta), Cristina Fernández de Kirchner «es un desastre total”. “Argentina está conociendo la peor forma de peronismo: populismo y anarquía. Me temo que es un país incurable”. En Bolivia cortejó a los adversarios de Evo Morales y de este y su democracia dijo era “payasa”, por lo que Álvaro García Linera (vicepresidente), le tildó de «dinosaurio» del neoliberalismo. (Noroeste, 15-11-2015).
Controversial es don Mario Vargas Llosa, peruano, español y casi francés. El premio Nobel avala su calidad de literato. Pero como activista político, los jóvenes escritores incas no lo prefieren y la apuesta que ha hecho en elecciones de México, Perú y ahora Chile, acreditan lo que le dijeron su esposa Patricia y AMLO: es notable como escritor, pero pésimo como político. Los hechos lo prueban: Cada vez que Vargas Llosa apoya a un candidato presidencial, este es derrotado.
NACIONALES
La presidenta Sheinbaum: ¿Acatará tratados internacionales?
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
EL CLAROSCURO de la reforma judicial. Por un lado, los opositores a esta reforma promovida por López Obrador y consumada por Claudia Sheinbaum, tienen en el Artículo Primero de la Constitución y en la actuación de los organismos internacionales que vigilan el cumplimiento de los ordenamientos jurídicos para la defensa de los derechos humanos, un argumento más de lucha.
Por el lado oficial, dueña de los tres poderes del Estado Mexicano y seguidora de la “cuarta transformación” -que ha hecho a un lado los criterios de organizaciones internacionales que exponen sus opiniones con respecto al gobierno de México-, la presidenta Sheinbaum podría promover de una vez por todas las reformas constitucionales que harían a un lado el actual ordenamiento contemplado en la Carta Magna para dejar de considerar todo tratado internacional como Ley Suprema.
No podemos olvidar que en el paquete de reformas constitucionales para establecer la “Ley Suprema” del Congreso de la Unión por encima del Poder Judicial Federal, se contemplaba una reforma para hacer a un lado del texto lo relativo a los “tratados internacionales”, pero al final del día no se contempló.
Hasta ahora, el Artículo 1 de la Constitución se contempla así:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”.
Por parte de los organismos internacionales dedicados a la defensa de los derechos humanos, hay un tema neurálgico en relación a México, luego de la reforma judicial y la expectativa de una posible violación a los derechos humanos ante la selección de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal a través del voto popular, porque los nuevos juzgadores podrían sujetarse a las consignas políticas y no a la Ley.
Una abogada experta en el sistema interamericano de derechos humanos –Tamara Taraciuk-, dijo a “Proceso” lo siguiente:
“Si el Estado Mexicano ignora las eventuales recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, este organismo se transforma en una suerte de Fiscalía y lleva el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica y este tribunal inicia un proceso que podría culminar en una sentencia condenatoria vinculante que el Estado Mexicano tendría la obligación de cumplir como firmante de la Convención Interamericana de Derechos Humanos”
Aparte, de forma paralela, en la Organización de las Naciones Unidas se desarrolla un proceso en el que el Estado mexicano tiene que responder. La reforma también está en la mira de la relatora especial de la ONU para la Independencia de Jueces y Abogados y de la Comisión de Venecia, un organismo de la Unión Europea que vela por el constitucionalismo y el Estado de derecho y del cual México forma parte. De parte de estas organizaciones no hay sentencias vinculantes pero sí pronunciamientos políticos.
Aparte, el artículo 133 de la Constitución establece que los tratados internacionales son parte de la Ley Suprema de la Unión, junto con la Constitución y las leyes del Congreso.
Palabras más, palabras menos, ante el inminente riesgo de violaciones a los derechos humanos por la puesta en práctica de una reforma judicial cuyos jueces electos por el voto popular atenderían las recomendaciones de quienes los colocaron para “administrar la justicia” y no a la interpretación de la Constitución en sus primeros 29 artículos relativos a las garantías individuales o derechos del hombre y la mujer, el gobierno de México podría recibir una condena internacional y verse obligado a modificar parte de su reforma al Poder Judicial de la Federación.
Eso por un lado, pero por otro, podría ser una oportunidad para que el régimen impuesto por López Obrador y perfeccionado por Claudia Sheinbaum, quite los candados constitucionales que le oprimen aún, el propósito de establecer de una vez por todas un régimen en manos de una sola persona, es decir, una autocracia en la que las libertades y derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos se sujetarían a la voluntad del Estado, el mismo que sería capaz de declarar de utilidad pública, toda propiedad privada.
NO HABRÁ DIÁLOGO CON LA OPOSICIÓN
SI LA presidenta Sheinbaum hizo de manera personal una crítica pública al nuevo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, es porque está enviando un mensaje de que no habrá diálogo alguno con la oposición… Decir que Romero es “el jefe del cartel inmobiliario” en la ciudad de México, podría haber corrido a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez o de la presidenta de MORENA, Luisa María Alcalde, pero no fue así… Un asunto de bajo perfil fue tomado como un pretexto para decir a todos los mexicanos que esta “construcción del segundo piso de la cuarta transformación”, solo gobernará para los simpatizantes, haciendo a un lado a todo aquel o aquella que piense diferente… Adiós entonces a la aspiración de un llamado desde palacio nacional a la unidad de las y los mexicanos…
JALISCO
Madruguete legislativo: El pacto silencioso que define la política jalisciense
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El reloj marcaba las 2:33 de la madrugada cuando la 64 Legislatura del Congreso de Jalisco, bajo el tenue resplandor de la noche, decidió consumar lo que muchos en el recinto describieron como un “madruguete”. En una sesión cargada de tensión, se aprobó la integración de las 20 comisiones legislativas, un acto que, más que ser un simple trámite administrativo, reveló la maquinaria oculta que mueve los hilos del poder en el estado.
Mientras la mayoría de los legisladores dieron su voto favorable, los cinco integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) se opusieron con firmeza. Claudia Murguía Torres, coordinadora de la bancada panista, alzó la voz contra lo que calificó como un “acuerdo vergonzoso” entre Movimiento Ciudadano (MC) y Morena. Con un tono severo, señaló la falta de transparencia y la premura innecesaria de una sesión que, según ella, podría haberse realizado con luz de día y mayor deliberación.
La crítica de Murguía resonaba más allá del recinto: “No hay urgente necesidad”, afirmó, cuestionando la prisa por votar cuando aún quedaban días para cumplir el plazo legal. Y, sin embargo, su voz parecía ahogarse en un entorno donde las alianzas veladas y los intereses partidistas ya habían definido el resultado.
El coordinador de MC, José Luis Tostado, respondió con la habilidad retórica que caracteriza a los políticos experimentados. Negó cualquier pacto exclusivo con Morena y afirmó que los acuerdos fueron alcanzados con siete de los ocho grupos parlamentarios. Pero los hechos hablan más alto que las palabras, y el reparto de las presidencias de las comisiones legislativas parece contar una historia distinta.
EL REPARTO DEL PODER
Movimiento Ciudadano, como era de esperarse, se quedó con las comisiones clave: Hacienda y Presupuestos, Seguridad y Justicia, Movilidad y Transporte, entre otras. Con estas posiciones, MC asegura su dominio sobre los recursos financieros, la agenda de seguridad y los proyectos de movilidad, consolidando así su narrativa de partido hegemónico en Jalisco.
Morena, por su parte, tomó el control de comisiones que, aunque importantes, carecen del impacto presupuestal que caracteriza a las de MC. Igualdad Sustantiva y de Género, Vigilancia y Sistema Anticorrupción, y Participación Ciudadana son comisiones que encajan con la retórica progresista del partido, pero cuyo alcance real en términos de poder legislativo es limitado.
El PAN, relegado a un papel testimonial, mantuvo las comisiones de Asistencia Social, Familia y Niñez, así como Gobernación. Estas presidencias son más un consuelo simbólico que una herramienta de influencia real. Mientras tanto, el PRI y los partidos minoritarios —Hagamos, PVEM, PT y Futuro— obtuvieron presidencias que parecen más un intento de mantenerlos en la mesa de negociación que una concesión de poder auténtico.
LA SOMBRA DE UN PACTO NO TAN SILENCIOSO
El PAN, con razón o sin ella, parece haber sido el único partido dispuesto a denunciar públicamente lo que otros solo murmuran en los pasillos: la existencia de un acuerdo entre MC y Morena. Aunque ambos partidos lo niegan, su coordinación para sacar adelante esta votación en una sesión de madrugada sugiere que hay más en juego que el cumplimiento de un plazo legal.
En este contexto, la declaración de Julio Hurtado, diputado panista, resulta especialmente elocuente: “El que hoy estemos debatiendo este tema a las 2 de la mañana habla por supuesto de lo vergonzante que es para Movimiento Ciudadano arrancar esta Legislatura entregándole el control de lo que hoy es la gran coyuntura nacional”.
EL PESO DE LOS NOMBRAMIENTOS
La sesión no solo fue polémica por la distribución de las comisiones. También se tomó protesta a Eduardo Fabián Martínez Lomelí como secretario general del Poder Legislativo. Martínez Lomelí, cercano al gobernador Enrique Alfaro, es una figura clave en la operación legislativa y su continuidad refuerza la influencia de MC dentro del Congreso.
Su permanencia no es un detalle menor; representa el control administrativo y técnico del Legislativo, un poder que muchas veces opera lejos de los reflectores, pero que es crucial para la agenda de cualquier partido en el gobierno.
LA GLOSA 2024: OBRA DE TEATRO EN PUERTA
Otro de los puntos aprobados fue la realización de la Glosa 2024 los días 20, 21 y 22 de noviembre. Este ejercicio de rendición de cuentas, en teoría, debería ser una oportunidad para que los legisladores cuestionen a los titulares de las dependencias gubernamentales sobre su gestión. Sin embargo, los antecedentes nos enseñan que estas sesiones suelen ser más un espectáculo político que un verdadero ejercicio de fiscalización.
LA COREOGRAFÍA DEL PODER
Lo ocurrido en esta primera sesión de madrugada de la 64 Legislatura no es un hecho aislado; es una muestra del entramado político que define a Jalisco. Movimiento Ciudadano, Morena y los demás partidos están inmersos en un juego donde la prioridad no es el bien común, sino la consolidación de poder. Las críticas del PAN, aunque legítimas, también deben ser vistas con escepticismo; ningún partido está libre de pecados en esta danza de intereses y no podemos olvidar que, la legislatura pasada el PAN tenía en Claudia Murguía a la diputada más naranja de los azules.
Si algo dejó claro esta sesión inaugural, es que el Congreso de Jalisco no será el espacio para el debate plural. Los acuerdos entre MC y Morena marcarán la pauta, mientras el resto de las fuerzas políticas se adaptan o perecen. En la penumbra de la madrugada, las decisiones se tomaron con una urgencia cuestionable y una opacidad indignante. Para los ciudadanos, queda la amarga certeza de que, en este juego de poder, su voz sigue siendo un eco perdido en el vacío legislativo.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
El costo de la transparencia
Opinión, por Salvador Romero Espinoza //
La propuesta de reforma al artículo 116 de la Constitución para desaparecer a los 32 institutos de transparencia locales del país, nos costará casi 20 veces más de lo que actualmente nos cuestan dichos institutos, de acuerdo a la distribución de funciones y obligaciones que establece para las contralorías de cada una de las casi 7,000 autoridades estatales y municipales del país.
En primer lugar, hay que señalar que el presupuesto aproximado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es de 1,000 millones de pesos anuales, mientras que el presupuesto aproximado de los 32 institutos de transparencia locales del país, ronda los 1,300 millones de pesos al año; el Instituto de Transparencia Jalisciense (ITEI), por ejemplo, tiene un presupuesto aproximado de 60 millones de pesos anuales, básicamente el mismo desde hace 12 años; es decir, la totalidad de los 33 institutos de transparencia cuestan a cada mexicana y mexicano alrededor de $17 pesos al año, menos de lo que cuesta un refresco.
De esos presupuestos, alrededor del 70% de los recursos se destina a lo que se conoce como “Capítulo 1000”, es decir, al pago de sueldos, salarios, prestaciones y honorarios de las personas que apoyan a dichos institutos de transparencia a cumplir con sus funciones, que en el INAI son alrededor de 800 personas y en el resto de los institutos de transparencia del país alrededor de 1,200 personas; el ITEI, por ejemplo, tiene una plantilla de personal de 94 personas.
Por su parte, la propuesta de reforma constitucional, denominada de “simplificación administrativa”, cuya finalidad es la destrucción de 39 organismos constitucionales autónomos (creados como contrapesos al poder público), establece también una propuesta de modificación al artículo 116 (relativo a las atribuciones de las entidades federativas), que violenta completamente el esquema federalista mexicano y el principio de soberanía de los estados que forman nuestra República, pues prohíbe a las entidades el que puedan preservar a sus institutos de transparencia, a pesar que dicho artículo fue concebido para reconocerles atribuciones a las entidades federativas, no para imponerles prohibiciones.
En dicha propuesta de reforma se establece la desaparición obligatoria de los 32 institutos de transparencia del país para que cada contraloría o equivalente de cada autoridad, realice las atribuciones que actualmente realizan dichos institutos, entre otras, conocer de las quejas, impugnaciones, recursos e inconformidades que presente la sociedad en contra de la opacidad de las instituciones públicas, así como las verificaciones a sus portales de transparencia y la capacitación a su personal y a la sociedad civil.
Este esquema conllevaría un enorme gasto presupuestal, dado que -haciendo a un lado a la Federación- actualmente existen casi 7,000 sujetos obligados (o autoridades) estatales y municipales (en Jalisco rondan los 600), por lo que una debida tutela de los derechos fundamentales a la información y a la protección de datos personales, que actualmente está encomendada a los institutos de transparencia, implicaría que en cada contraloría de cada autoridad se contrataran, al menos, 3 tres nuevas personas: una responsable de la resolución de recursos en materia de acceso a la información y de las denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia; otra responsable de las verificaciones a los portales de transparencia y de la capacitación; y otra especializada en resolver controversias relacionadas con la protección de datos personales.
En otras palabras, en el discurso oficial para justificar la destrucción de los institutos de transparencia, se ha señalado que son costosos para el presupuesto y que su desaparición implicaría un ahorro para el erario público, sin embargo, con el esquema propuesto, si en verdad se quieren proteger adecuadamente estos derechos humanos, se tendrían que contratar a alrededor de 21,000 personas nuevas para tutelarlos de manera eficiente por los sujetos obligados estatales y municipales (en contraste con las alrededor de 1,200 personas que actualmente laboran en los 32 institutos locales), por lo que, en realidad, este esquema propuesto, además de todas las implicaciones negativas que tiene, también nos costaría a las y a los mexicanos, cuando menos 17 veces más de lo que actualmente nos cuestan los institutos de transparencia locales del país.
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