LOS PELOTEROS
El Toro Valenzuela ingresa a las leyendas de Dodgers

Por Salvador Cosío Gaona //
Han transcurrido 22 años desde que “El Toro de Etchohuaquila”, Fernando Valenzuela Anguamea, colgó su indumentaria de juego y todavía no ha surgido un pelotero mexicano que se asemeje ni siquiera un poco a lo que consiguió el sonorense a lo largo de su trayectoria en Grandes Ligas, donde no se olvida su exitosa trayectoria y por ello es que en días pasados fue incluido en la primera clase de la Leyendas de los Dodgers de Los Ángeles, al revelar una placa en su honor durante la ceremonia, junto a Don Newcombe y Steve Garvey.
El equipo angelino decidió merecidamente honrar al histórico pelotero mexicano integrándolo al selecto grupo denominado “Leyendas del Beisbol de los Dodgers”, que para ser más claros, es algo así como el Salón de la Fama del icónico equipo californiano, con lo que así, formalmente es ya Fernando un ícono de dicha organización beisbolera, indudablemente de las más influyentes en el ánimo de la fanaticada al Deporte Rey.
Una máxima popular dice que: “honor a quien honor merece”, y es por ello grato que además de la ya mencionada distinción por parte de los Dodgers, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) tuviese el buen gesto de haber establecido el pasado 6 de julio de 2019 como “El Día de Fernando Valenzuela”, y por ese motivo, los 16 equipos que integran el circuito portaron en esa fecha el número 34 que Valenzuela usó durante su transitar exitoso por el mejor beisbol del mundo, siendo relevante el que a partir del día siguiente de la fecha en que se homenajeó a Fernando en la LMB, el número 34 fue oficialmente retirado, por lo que nadie más podrá utilizarlo tanto en la actual campaña como en las futuras temporadas del circuito estival beisbolero profesional en México.
Trayectorias tan exitosas como la de Valenzuela merecen todo tipo de homenajes, y es sin duda, el más importante pelotero mexicano histórico, de acuerdo a su exitosa trayectoria, su comportamiento ejemplar como deportista y humano, además de la trascendencia e influencia comunitaria.
Solo baste recordar que en el año 1979 llegó siendo un jovencito a los Misioneros de San Antonio, la principal sucursal en Ligas Menores de Dodgers, y el 10 de septiembre de 1980 fue ascendido al equipo grande de los albiazules, siendo que en la campaña de 1981 abrió el juego inaugural en el Astrodome de Houston, ante la lesión del zurdo Jerry Reuss, que era el anunciado y ganó el juego por 2-0.
Fue el primero de sus ocho triunfos al hilo, ligando además 36 innings sin aceptar carrera y resultando una gran campaña al haber endilgado 180 ponches, lanzando 11 juegos completos con un total 192 innings y un tercio, logrando superar así al estelar Tom Seaver en la lucha por el Trofeo Cy Young, ganando además el galardón “Bate de Plata” al mejor bateador entre los lanzadores de la Liga Nacional.
El sonorense participó en cinco Juegos de Estrellas, en 1986 ganó 21 juegos y en 1990 lanzó juego sin hit ni carrera ante los Cardenales de San Luis, habiendo logrado 173 victorias durante 11 temporadas con Dodgers con un promedio de efectividad de tan sólo 3.54 carreras limpias admitidas por cada nueve innings lanzados para los californianos.
Además de su gran desempeño con Dodgers, participó con Serafines de Anaheim, Orioles de Baltimore, Phillies de Filadelfia, Padres de San Diego y Cardenales de San Luis.
Mención especial merecerá su desempeño tanto en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) como en el circuito estival la LMB, siendo muy emocionante recordar su paso por Charros de Jalisco, quienes ya lo han homenajeado, haciendo falta el honor que deben rendirle en la propia Liga invernal, además que se deba conjuntar esfuerzos entre Dodgers, la LMB y la LMP, además de ahora también con el respaldo de la oficina presidencial para la promoción y el desarrollo del beisbol (PROBEIS), para impulsar a Fernando al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, pues merece tener su lugar, junto a los grandes como él, en Cooperstown.
Fernando Valenzuela Anguamea, quien después de su retiro se convirtió en comentarista de béisbol, ha expresado un valioso y sesudo veredicto respecto a la óptica que tiene del Rey de los deportes, y no duda en hacer juicios para los que tiene todas las credenciales que le respaldan.
Por ejemplo, ha dictaminado que en la actualidad el béisbol se basa más en el análisis de los números que en los fundamentos, por lo que se requiere recuperar el pitcheo cerebral, debiéndose pensar más en lo que es la esencia del béisbol, en el arte de pitchear.
“Yo no me vería lanzando cinco entradas y 100 lanzamientos», dijo en una entrevista a la agencia EFE que es muy interesante revisar, y abundó: «El béisbol sigue igual, se juega diferente nada más, el béisbol no lo pueden cambiar, se cambia la forma de jugarse nada más. Ahora se trata en ocasiones de proteger más al jugador, de mantenerlo más fuerte o sano durante toda la temporada».
«Lo que sí hemos visto que ya no hay la estrategia de antes, con toques de bola, robos de base, bateo y corrido, y todo eso se ha perdido. Bueno, no se ha perdido, sino que ya se dejó de jugar de esa forma. Ahora va más el batazo largo», abundó.
Para Valenzuela, los peloteros que ahora son motivo de mayores cuidados son los serpentineros, y como ejemplo citó el que en el béisbol moderno al haber tirado los montículistas alrededor de 100 lanzamientos son relevados para cuidarles su brazo, a diferencia de los pítchers de su época, quienes era usual pudieran llegar sin problema a desempeñarse en la lomita las nueve entradas, siendo quizá ocasional y no estratégico el deber utilizar un relevista y hasta un taponero.
Además del asunto relativo al pitcheo, para ‘el Toro’ es necesario regresar a jugar a la ofensiva con estrategias exitosas de antaño, como algo que ya casi no se ve, que es el llamado «béisbol pequeño», es decir, el juego ofensivo buscando embasar y adelantar peloteros en los senderos para procurar anotaciones basado en la estrategia, no tanto en la fuerza y aduce con razón: «Ya no se utiliza como antes el toque de bola, el robo de base, el bateo corrido, todo eso se ha perdido, ya se dejó de jugar de esa forma, los equipos van ahora más por el batazo largo».
Se utilizan muchos números ahora, estadísticas, entonces si vemos cómo se les juega a los contrarios, si hay un bateador zurdo, se juega del lado derecho», criticó.
«Todo es por la estadística, lo que arrojan las computadoras, cómo el jugador batea, los pitchers cómo lanzan, eso se ha dejado en manos de lo que es cibernética», agregó en alusión al concepto de sabermetría, hoy día tan arraigado en el béisbol.
Al referirse al béisbol mexicano, señaló que las organizaciones tratan de darle oportunidad al joven, y es ahí donde puede forjarse un mejor futuro.
«Siempre se busca darle la oportunidad a los jóvenes, nunca vas a saber si tiene talento si no le das una oportunidad. Lo que necesita el jugador joven es una mayor competencia», dijo.
Mucho que reflexionar en los juicios de Fernando, quien mientras tanto, disfruta de un año muy especial tras las recientes distinciones que ha recibido, pero ha declarado que no está completo, “lo será cuando tengamos el campeonato de vuelta en Los Ángeles», confesó el mejor lanzador mexicano de todos los tiempos.
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LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!
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Charros de Jalisco brilla en los playoffs: Se enfrentará en semifinales a Algodoneros

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Charros de Jalisco ha sorprendido a propios y extraños al clasificar a las semifinales de la Zona Norte en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), tras derrotar al líder Sultanes de Monterrey en una serie vibrante.
Con un pitcheo estelar, una ofensiva oportuna y una defensa sólida, los pupilos de Benjamín Gil demostraron que están listos para pelear por el título, rompiendo expectativas tras 34 años sin postemporada.
UN ARRANQUE EXPLOSIVO CONTRA SULTANES
Charros enfrentó a un formidable Sultanes de Monterrey, líder de la Zona Norte, en una serie de siete juegos. A pesar de las predicciones que los descartaban, los caporales lograron un cierre espectacular en la temporada regular, dejando fuera a Saraperos de Saltillo para asegurar su lugar en los playoffs.
En el decisivo séptimo juego, disputado en el Palacio Sultán, Charros se impuso 6-0, sellando la serie con cuatro victorias. El mexicano Luis Armando Payán fue la figura estelar. En el último juego, lanzó 6.1 entradas, permitiendo solo un hit y manteniendo el cero, una actuación magistral que maniató a la ofensiva regia.
Payán, orgullo de Guasave, ya había brillado el martes previo en el Estadio Panamericano, lanzando cinco entradas y guiando a Charros a una victoria contundente de 14-2 sobre Sultanes. Sus dos salidas en la serie, ambas victoriosas, lo consolidan como el pilar del cuerpo de lanzadores.
OFENSIVA Y DEFENSA A LA ALTURA
La ofensiva de Charros respondió desde el primer inning del juego decisivo. Calhoun abrió el marcador con un elevado de sacrificio que trajo a Wielansky al plato. El momento clave llegó con el cuadrangular de Garlick, un bombazo al jardín izquierdo con Mateo Gil y Sands en base, sumando cuatro carreras de inmediato.
Garlick volvió a remolcar en la tercera entrada, y Calhoun anotó la sexta carrera en la quinta, asegurando una ventaja cómoda.
La defensa, que había sido irregular en la temporada, se mostró impecable. En la octava entrada, con bases llenas y John Lester, el mejor bateador de Sultanes, al plato, Trevor Clifton entró al relevo y dominó con un roletazo, sofocando la amenaza. Sasagi Sánchez también contribuyó al cerrar la puerta a Monterrey, consolidando una actuación colectiva de alto nivel.
UN EQUIPO TRANSFORMADO BAJO EL LIDERAZGO DE GIL
Charros ganó tres de los cuatro juegos disputados en Monterrey, un logro notable frente a la afición local. Aunque Sultanes se recuperó ganando tres juegos consecutivos tras perder los primeros tres, Charros mostró resiliencia y carácter en el juego definitivo.
El manager Benjamín Gil, conocido por su capacidad para motivar, ha transformado a un equipo que durante la temporada regular tuvo altibajos en uno que ahora juega con hambre de triunfo. “Charros no solo compite, viene por el título”, afirmó Gil tras la victoria.
El cuerpo de lanzadores inicialistas, liderado por Payán, Zac Grotz y Luis Iván Rodríguez, demostró solidez. Grotz, quien abrió el primer juego en Monterrey, contuvo a la poderosa ofensiva regia, mientras Rodríguez, oriundo de Ocotlán, lanzó 4.2 entradas sin carreras en el segundo juego. Este trío, respaldado por relevistas como Gonsalves y Clifton, da a Charros una base sólida para las semifinales.
SEMIFINALES DEFINIDAS: CHARROS CONTRA ALGODONEROS
Con la victoria, Charros avanzó a las semifinales de la Zona Norte, donde enfrentará a Algodoneros de Unión Laguna. Por su parte, Sultanes se medirá a Tecos de los Dos Laredos, que eliminó a Acereros de Monclova (10-4) en el séptimo juego. Las semifinales prometen intensidad, pero Charros llega con un impulso innegable, motivado por su espíritu combativo y el liderazgo de Gil.
UN LEGADO EN CONSTRUCCIÓN
La hazaña de Charros marca un hito tras 34 años sin playoffs, un logro que resuena en la afición jalisciense. La máquina naranja está afinada, jugando con inspiración y disciplina.
Este equipo, que combina talento mexicano y extranjero, ha demostrado que puede superar a los gigantes de la LMB. Con Payán como estandarte y Gil como estratega, Charros no solo busca competir, sino escribir un nuevo capítulo glorioso en su historia. Jalisco está listo para soñar con el campeonato.
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Julio Urías podría debutar con Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacífico

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
La afición de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) podría ver en acción al pitcher mexicano Julio Urías, quien recibió una invitación de los Tomateros de Culiacán para integrarse a su pretemporada rumbo a la temporada 2025-26.
El club guinda incluyó al serpentinero en su lista de jugadores convocados para el Summer Camp, que comenzará el 8 de septiembre.
Tras un período de inactividad derivado de una sanción por violencia doméstica impuesta por la MLB, Urías no fue contratado por ningún equipo de Grandes Ligas tras finalizar su contrato con los Los Angeles Dodgers en 2023.
Desde el 17 de julio de 2024, el pitcher es agente libre y está habilitado para firmar con cualquier organización, aunque aún no hay noticias sobre su futuro en la Gran Carpa.
Tomateros de Culiacán, que posee los derechos del lanzador, le ofrece la oportunidad de regresar al béisbol profesional.
Si Urías se mantiene en el roster tras la pretemporada, podría debutar en la LMP en la temporada que inicia el 15 de octubre contra Algodoneros de Guasave.
Además, el pitcher participaría en los juegos de preparación en Puerto Vallarta y La Paz.
Esta invitación representa una puerta abierta para que Julio Urías retome su carrera en el béisbol mexicano, mientras los aficionados esperan con expectación su posible regreso al diamante.
Para la Liga ARCO Mexicana del Pacífico sería un gran imán que el culichi vistiera el uniforme guinda, dado su gran cartel construido hasta antes de la suspensión que se registró en MLB, toda vez que había sido el pitcher más ganador en la Gran Carpa en las últimas dos temporadas con Dodgers, sobresaliendo su actuación en la Serie Mundial, clave para que Los Ángeles se coronaran campeones.
Hay gran expectación sobre la decisión que tome Urías ante esta invitación de Tomateros de la ciudad donde nació el gran lanzador que conquistó el mejor béisbol del mundo.
Aunque hay incógnita del estado de su brazo por dos años de estar fuera de actividad profesional, ha trascendido que no ha dejado de entrenar para mantenerse en forma.
Ojalá Julio decida regresar al béisbol ante su gente, la que vio su nacimiento y desarrollo como pelotero desde su niñez hasta su adolescencia, antes de ser firmado por los Dodgers de Los Angeles.