Beisbol
Ronnie Camacho, 27 jonrones, comparte con Bob Darwin el récord de mas bambinazos en la LMP

Columna Estrellas del Beisbol, de Héctor Barrios Fernández //
Cuando hablamos del béisbol mexicano, nos sentimos obligados a mencionar el nombre de Ronnie Camacho, el no hacerlo sería una gran omisión, una pifia imperdonable. Ronaldo “Ronnie” Camacho Durán, nació en Empalme, Sonora, el 26 de octubre de 1935.
Lanza y batea por el lado derecho, creció en una familia donde el deporte fue actividad de primer orden.
Su señor padre practicó con bastante éxito el boxeo y su tío Laureano Camacho fue beisbolista exitoso, tanto en Liga Mexicana de Verano con el equipo de Unión Laguna, como en la vieja Liga de la Costa del Pacífico, con los “Yaquis” de Ciudad Obregón, entre otros.
Con escasos 17 años de edad y siendo el más joven del equipo, Ronnie se inició en el béisbol de paga en 1953 con la escuadra de Fresno en la Liga de California clase C, sucursal en aquel entonces de los Cardenales de San Luis.
Participó en 100 juegos, 89 fueron como segunda base, se paró en la caja de bateo 357 veces, conectó 89 hits, 12 dobles, 1 triple y 11 cuadrangulares, su porcentaje de bateo fue de .249.
Ese mismo año en 5 juegos participó con los Águilas de Mexicali en la Liga Arizona-Texas.
Siguió jugando en Estados Unidos en 1954 y 1955; para 1956 llega a los Tecolotes de Nuevo Laredo en la Liga Mexicana de Verano. En 106 juegos, conecta sus primeros ocho batazos de vuelta entera.
Regresa a Estados Unidos y participa en 91 juegos con Columbus, siendo allí compañero de su paisano, el empalmense, David García, quien jugaba las paradas cortas y a quien en 1971 tuve el honor de conocer manejando a los “Tigres” de Ensenada, en la Liga Norte de México, sucursal de los “Tigres” de la Liga Mexicana, también con los “Zorros” de Columbus, lanzaba nada menos que Bob Gibson, quien después fuera estrella de los Cardenales y brillara en Series Mundiales.
Se despide Ronnie de Estados Unidos y regresa a Nuevo Laredo. Con una carrera de 20 años de éxitos como jugador en Liga Mexicana, se retira jugando para Aguascalientes en 1975.
Sus totales: .272 porcentaje de bateo, 2204 juegos jugados, 7019 veces al bat, 1190 carreras anotadas, 1912 hits conectados, de los cuales 294 fueron dobles, 35 triples, 317 cuadrangulares y 1273 carreras producidas.
En 1963 rompe el récord de cuadrangulares en la Liga Mexicana de Verano, al conectar 39, jugando para los Pericos de Puebla, y como los récords se hicieron para romperse, al año siguiente otro grande, Héctor Espino González, conecta 46.
Por si todos estos logros ofensivos fueran pocos, Ronnie se mantiene con el porcentaje defensivo más alto de todos los tiempos para un primera base con .992 de porcentaje global.
Además con 1,489 dobles plays, se mantiene como líder de todos los tiempos en este departamento.
Eso nos dice mucho de su entrega, disciplina y profesionalismo. Durante 9 años manejó a diferentes equipos en la fuerte Liga Mexicana de Verano.
En invierno jugó durante trece campañas con diferentes equipos (1958-59 a 1970-71), entre ellos Ciudad Obregón, Empalme, Guaymas y otros.
Tiene varios récords en su haber, con Bob Darwin comparte el de más cuadrangulares en una temporada con 27, juegos jugados en una temporada con 96, más carreras anotadas en una temporada con 67, en 5 temporadas fue líder en bases por bolas recibidas para ser el que más.
En la temporada 58-59 jugando para los Rieleros de Empalme, ganó la triple corona de bateo, sólo él y Héctor Espino (3) lo han hecho, el veracruzano Pedro “Charrascas” Ramírez la ganó en la vieja Liga de la Costa en 1950-51 jugando para Los Mochis.
La Liga de la Costa es antecesora de las Ligas de Sonora, Sonora-Sinaloa y Mexicana del Pacífico.
En 1967 jugando para los Ostioneros de Guaymas fue declarado el jugador más valioso de la Liga.
En slugging, compartiendo con Iker Franco, ocupan el treceavo lugar de todos los tiempos con .430 de porcentaje, líder en carreras anotadas dos veces, 29 en la temporada (58-59) y 67 en (63-64), empatado con Ramón “Diablo” Montoya, esta cifra se mantiene como record en la Liga, ocupa el lugar 17 de por vida en ese departamento con 447.
Otros números de Ronnie en invierno:
851 juegos jugados, 2964 veces al bat, 759 hits, 90 dobles, 4 triples, 139 home runs, 1274 bases alcanzadas, 453 carreras producidas.
Como manager tiene dos coronas, una con Guaymas (67-68) y otra con Mazatlán (73-74), a éstos últimos los condujo a la Serie del Caribe de ese año en Hermosillo.
Electo al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano desde 1983, Ronnie Camacho representa mucho más que esto para el béisbol nacional, deportista ejemplar, hombre honrado, tolerante, educado, el pueblo empalmense confió en él y lo nombró su Presidente Municipal.
Una colonia de esa ciudad lleva su nombre, hasta el día de hoy sigue enseñando a los jóvenes los secretos del béisbol. Felizmente jubilado de la Minera de Cananea, Sonora.
La Liga Mexicana del Pacífico lo ha honrado instituyendo, para el campeón jonronero de cada temporada, el trofeo RONALDO “RONNIE” CAMACHO DURÁN.
Ronnie es un ciudadano que mantiene una actividad permanente y positiva dentro de la comunidad sonorense y a pesar de ser reconocido por sus logros deportivos y calidad humana, las instituciones que tienen que ver con el béisbol le siguen debiendo.
Por eso como dejara asentado la escritora y poetisa tamaulipeca Ana María Rabatté y Cervi:
“En vida hermano, en vida.”
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com
(Cortesía de Estrellas del Deporte)
www.beisboldelosbarrios.com
Beisbol
Isaac Paredes y Jonathan Aranda: Dos mexicanos que triunfan en Grandes Ligas

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
En el prestigioso escenario de la Major League Baseball (MLB), dos peloteros mexicanos, Isaac Paredes y Jonathan Aranda, están brillando con luz propia, elevando el orgullo azteca a lo más alto del béisbol mundial.
Ambos, quienes compartieron clubhouse con los Rays de Tampa Bay, han capturado los reflectores de la Gran Carpa con actuaciones excepcionales que destacan el talento, la garra y la dedicación característicos del beisbolista mexicano.
Su éxito no solo reafirma la calidad de los jugadores provenientes de México, sino que también inspira a una nueva generación de deportistas que sueñan con conquistar las Grandes Ligas. Paredes y Aranda son mucho más que estadísticas; son símbolos de esfuerzo y perseverancia que proyectan la grandeza de un país apasionado por este deporte.
ORGULLOSAMENTE SONORENSE
Isaac Paredes, oriundo del vibrante barrio de La Mosca en Hermosillo, Sonora, se ha consolidado como el corazón ofensivo de los Astros de Houston. Con 16 jonrones y 45 carreras impulsadas en la temporada 2025, además de un sólido promedio de bateo de .250, el sonorense aporta poder y consistencia, convirtiéndose en un pilar indispensable para su equipo.
Su impacto ha sido decisivo para que los Astros lideren con autoridad la División Oeste de la Liga Americana, con un récord de 49 victorias y 33 derrotas, aventajando por siete juegos a los Marineros de Seattle.
La habilidad de Paredes para conectar hits oportunos y su disciplina en el plato lo han convertido en un orgullo nacional, demostrando que el talento mexicano puede competir al más alto nivel. Apodado «el de la doble H» por su doble lealtad a los Astros y los Naranjeros de Hermosillo, su adaptación al equipo texano ha sido sobresaliente, reforzada por un salario de 6.625 millones de dólares que le brinda estabilidad y confianza para aspirar a los Playoffs y la Serie Mundial.
LA NUEVA ESTRELLA QUE LLEGÓ DE TIJUANA
Por su parte, Jonathan Aranda, el talentoso tijuanense de 27 años, ha sorprendido al mundo del béisbol con una temporada de ensueño en los Rays de Tampa Bay. Con un impresionante promedio de bateo de .330, que lo sitúa entre los tres mejores bateadores de la MLB a 15 días del Juego de Estrellas, Aranda ha sumado 10 jonrones y 44 carreras impulsadas, consolidándose como una revelación.
Su bateo explosivo y su capacidad para brillar en momentos clave han impulsado a los Rays a competir codo a codo con los Yankees de Nueva York por el liderato de la División Este de la Liga Americana, a solo medio juego de distancia.
El fin de semana pasado, Aranda conectó jonrones en juegos consecutivos, encendiendo a la afición y demostrando su madurez tras un inicio sólido en 2025, un bajón temporal y un repunte notable. El ascenso del tijuanense es un testimonio del talento mexicano que rompe barreras, aunque su posible selección al Juego de Estrellas podría estar influenciada por narrativas mediáticas más que por un mérito absoluto.
El primera base de Tampa Bay firmó un contrato de 766 mil 500 dólares para la temporada 2025, que es el salario base y garantizado para un año.
Fue en septiembre del 2022 cuando Aranda debutó con Rays en MLB, después de haber sido parte de su sistema de ligas menores desde que firmó con la organización en 2015 como agente libre internacional.
ACCESO A CONTRATOS MILLONARIOS
La motivación de Paredes se ve amplificada por su nuevo contrato, el más lucrativo de su carrera, que refleja la confianza de los Astros en su potencial. Este entorno profesional, combinado con la filosofía ganadora del equipo y su experiencia puliendo su juego en México, lo posiciona como un candidato a la élite del béisbol mundial. Su potente swing y su solidez defensiva en la antesala son activos que podrían llevarlo lejos en la postemporada.
Asimismo, Aranda ha destacado su enfoque en aprovechar las oportunidades, como lo expresó a través de su intérprete Eddie Rodríguez tras mejorar desde septiembre de 2024: “He estado poniendo en el trabajo durante años, y ahora que tengo la oportunidad, se está mostrando”.
Su consistencia, reforzada por su trabajo defensivo con Yaquis de Obregón, sugiere que ve su éxito como resultado de disciplina, no de casualidad. Sin embargo, su rendimiento contra pitchers zurdos sigue siendo una debilidad que podría limitar su impacto en el largo plazo.
Ambos peloteros encarnan el espíritu del béisbol mexicano, moldeado por trabajo arduo, disciplina y responsabilidad. Paredes, con su liderazgo en Houston, y Aranda, con su explosión en Tampa Bay, no solo están escribiendo su historia personal, sino que también abren caminos para futuros talentos aztecas.
Aunque el éxito de Aranda podría estar teñido por la narrativa mediática en su camino al Juego de Estrellas, su desempeño y el de Paredes son un motivo de regocijo para México.
Con la temporada en pleno desarrollo, estos atletas continúan demostrando que el talento nacional tiene un lugar asegurado en la cima del deporte rey. Que sigan volando alto, llevando el nombre de México con honor y dejando un legado que motive a las nuevas generaciones.
Beisbol
Agenda deportiva del fin de semana

Por Redacción Conciencia Pública //
Este fin de semana llega cargado de fútbol, tenis y velocidad para quienes disfrutan seguir la emoción del deporte. Aquí te contamos lo más importante:
Mundial de Clubes
El torneo de clubes de la FIFA entra en fases decisivas, con grandes equipos como el Real Madrid avanzando a octavos tras vencer al Salzburgo. Por su parte, el Monterrey es el único equipo mexicano con vida y ya está clasificado. El Manchester City también avanzó con contundente victoria. En octavos se vienen partidos imperdibles, con el Madrid enfrentando a la Juventus de Italia y Monterrey a los alemanes de Borusia Dormund.
Copa Oro
Este fin de semana la Copa Oro de la Concacaf sigue su curso, y tendrá partidos clave en cuartos de final para México, Estados Unidos y otras selecciones. La Selección Mexicana se medirá ante Arabia Saudita, mientras que los estadounidenses enfrentarán a Costa Rica.
Wimbledon
Sigue la acción en las canchas de césped de Wimbledon, el torneo más prestigioso del tenis, donde figuras como Carlos Alcaraz e Iga Świątek buscarán avanzar en sus primeros partidos mientras el mundo del tenis mira con atención cada sorpresa.
Fórmula 1: Gran Premio de Austria
El circuito Red Bull Ring recibirá a los monoplazas en el Gran Premio de Austria, donde Max Verstappen buscará dar una sorpresa en la casa de su equipo en Fórmula Uno (F1). La carrera será este domingo 29 de junio. La clasificación y el sprint se disputarán el sábado.
Beisbol
El Juego de Estrellas de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, que conmemora el centenario de la liga, se disputará este fin de semana, en un festival para los amantes de la pelota en nuestro país. Se dividirá en dos partidos (28 y 29 de junio en el Estadio Alfredo Harp Helú), ya que el primer día tendrá lugar el Home Run Derby y el segundo será el encuentro, mismo que dividirá a las estrellas del diamante azteca, pues por un lado tendremos a la selección mexicana ante una novena All Star con los mejores peloteros extranjeros de la liga.
Este fin de semana, ya sea que te guste el fútbol, la velocidad, el tenis o beis, habrá emociones para todos.
Beisbol
La guerra de los pelotazos

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La “guerra de los pelotazos” entre Dodgers y Padres revela la urgencia de reformar las reglas de la MLB para proteger a los jugadores y preservar el espectáculo del béisbol.
El reciente enfrentamiento entre estos equipos, más allá de un simple juego, nos obliga a reflexionar: por el bien del deporte rey, esto debe parar. Los pelotazos intencionales, aunque arraigados en rivalidades históricas, son anacrónicos y peligrosos en la era moderna, con atletas multimillonarios y audiencias globales. Es hora de un béisbol más seguro, ético y responsable.
Una tradición peligrosa
Los pelotazos intencionales forman parte de la tradición del béisbol, desde rivalidades clásicas como Yankees-Medias Rojas o Dodgers-Gigantes. Sin embargo, en 2025, estas prácticas son un riesgo innecesario. Una pelota a 100 millas por hora puede causar fracturas o lesiones graves, poniendo en peligro carreras y vidas.
La MLB ha tomado medidas estrictas contra la violencia doméstica, lo cual es laudable, pero tolerar la violencia en el campo, ante miles de aficionados —incluyendo familias con niños— y millones de espectadores por TV o streaming, tiene un impacto social profundo.
Las redes sociales reflejan la polarización entre los aficionados. Algunos defienden los pelotazos como parte del “ojo por ojo” del béisbol, guiados por sus lealtades. Otros, como Federico Pérez, los condenan: “No se trata de golpear con una pelota dura que pone en riesgo fracturas. El béisbol es un deporte, no una guerra de pandillas. Deben multar equipos y suspender jugadores para evitar intimidar a bateadores golpeándolos”.
Mario Alberto Rosa Fierro añadió: “Un lanzamiento a la cara a 100 millas puede ser fatal. Que Roberts y Shildt se pongan guantes, no pelotas”. Hobannys Cabeza propuso suspender a ambos equipos por tres juegos, con derrotas contabilizadas, para dar ejemplo a los prospectos juveniles. Cándido Castro señaló: “Los Dodgers, con su inversión en Ohtani y Freeman, deben jugar limpio; sin ellos, el equipo flaquea”.
Sanciones débiles de la MLB
Las sanciones actuales de la MLB son insuficientes. La suspensión de tres juegos a Roberto Suárez y de un juego a los managers Dave Roberts y Mike Shildt no disuade futuros incidentes. Los infractores saben que estas penas no afectan significativamente al equipo. En contraste, la NBA aborda la violencia con seriedad.
En la temporada 2023-24, impuso multas de hasta un millón de dólares y suspensiones como la de Ja Morant, de ocho juegos, por llevar un arma a un partido. Jugadores como Stephen Jackson y Gilbert Arenas enfrentaron castigos de casi 50 juegos por conductas violentas. La NBA reserva el derecho de imponer sanciones adicionales si la conducta lo justifica.
La MLB debe adoptar medidas más estrictas: suspensiones de cinco juegos para lanzadores, dos para managers, revisiones tecnológicas de lanzamientos sospechosos y campañas educativas para erradicar los pelotazos. Estas acciones no solo protegerían a los jugadores, sino que reforzarían la imagen del béisbol como un deporte de habilidad, no de agresión.
Un cambio cultural necesario
El Comisionado de la MLB, que ha impulsado cambios disruptivos como reducir los tiempos de juego, debe ahora enfrentar la violencia en el campo. Shohei Ohtani, tras recibir un pelotazo, dio un ejemplo de deportividad: en lugar de escalar el conflicto, se acercó al dugout de los Padres para calmar tensiones, mostrando respeto y caballerosidad. Este gesto, desde un jugador japonés que trasciende fronteras, debería ser un modelo para la liga.
Los managers, como Shildt y Roberts, tienen una responsabilidad ética. En lugar de avivar rivalidades, deben calmar a sus jugadores y promover el respeto mutuo. Un cambio cultural en el béisbol es esencial, destacando a figuras como Ohtani, cuya conducta contrasta con la agresividad de algunos. La MLB debe fomentar una narrativa de competencia limpia, donde el talento, no la intimidación, defina el juego.
El desafío por venir
La próxima serie entre Dodgers y Padres, del 15 al 17 de agosto de 2025, será una prueba crucial. ¿Lograrán las sanciones actuales y el liderazgo de la MLB apaciguar esta rivalidad, o seguirá la “guerra de los pelotazos” opacando el espectáculo? El béisbol merece ser un deporte donde la estrategia y la destreza brillen, no la violencia.
La reflexión es clara: el deporte rey no puede seguir atrapado en tradiciones que comprometen su integridad. Es momento de que la MLB actúe con firmeza, inspire un cambio cultural y garantice que el béisbol sea un ejemplo de respeto para las nuevas generaciones. Como dijo Manuel Álvarez, admirando a Ohtani: “El mejor béisbol del mundo requiere disciplina”. Que así sea.
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