JALISCO
Segundo encuentro binacional de líderes migrantes: Los migrantes, impulsores del desarrollo de dos naciones

Por Enrique Michel Velasco (*) //
“Agradezco profundamente la presencia de todos nuestros distinguidos invitados de honor y, de manera especial, a quienes vienen de allende la frontera, y que cada día levantan en su mente nuestra bandera, la honran y emprenden su mejor esfuerzo para dar ejemplo de que sólo la unidad nos beneficia a todos.
La capacidad e integridad de los migrantes mexicanos ha demostrado que el trabajo es el mejor camino para fortalecer economías, pero también para servir de lazo entre los pueblos. Y lo reafirmo una vez más: ustedes que asoman cada mañana con la vista puesta en el horizonte de su patria original, se han convertido en impulsores del desarrollo de las dos naciones.
Nunca como ahora se ha sentido tanto y de manera oportuna su apoyo. Sepan, amigos migrantes y también sus nuevas generaciones que se abren paso en la sociedad estadounidense en todos los órdenes, que tienen en éste, su país, cabal reconocimiento del bien que otorgan a sus familias y a su tierra, y sin el que hubiera sido muy difícil en estos tiempos haber podido salir adelante. Agradecemos por ello hayan concurrido a estos trabajos en la agenda migrante promovida por la Fundación Honoris Causa, ya que sin duda arrojarán nuevos proyectos de vinculación, lo que deja en claro nuevamente el espíritu de colaboración que hay entre los mexicanos de ambos lados de la frontera.
En Jalisco contamos con un gobierno que entiende la causa migrante y el gobernador Enrique Alfaro Ramírez se ha constituido en un líder siempre dispuesto a respaldar estas acciones.
Merced a la constante preocupación de las asociaciones migrantes, como la que encabeza nuestro amigo Vicente Ortiz, un promotor nato, se dan hechos afortunados en los que resulta también fundamental la participación de los ayuntamientos. La entrega de unidades para el servicio de bomberos y protección civil en los municipios de Tlajomulco y Degollado, son un ejemplo y por ello nuestro reconocimiento a las agrupaciones migrantes y a los alcaldes de estas localidades.
En especial y, por qué no decirlo, como empresa establecida en este municipio, quisiera destacar la importancia de las aportaciones realizadas. Tlajomulco no solamente ha crecido hasta convertirse en la tercera población de Jalisco, con vastas zonas urbanizadas y, a la vez, áreas boscosas muy susceptibles a la depredación y muy vulnerable a los incendios.
Lo menciono porque queremos reiterar solidaridad con el empeñoso alcalde y gran amigo Salvador Zamora, a quien ofrecemos todo nuestro apoyo a efecto de continuar, como hasta ahora, en la ruta del progreso. También, entre otras cosas, recientemente el Ayuntamiento de Tlajomulco, formalizó el hermanamiento del municipio con la ciudad de Pico Rivera, California. Este vínculo, en realidad, debe servir de ejemplo para que en lo sucesivo pudieran renovarse las acciones de los comités de ciudades hermanas, que tanto provecho han arrojado a lo largo de muchas décadas.
El entusiasmo por este hermanamiento lo palpamos apenas hace unos días al concurrir a la instalación y entrega precisamente en Pico Rivera de la Campana de la Libertad, símbolo de nuestros sentimientos patrios, a aquella laboriosa ciudad en la que se respira un aire tan mexicano y jalisciense. Ahí conocimos a su alcaldesa, la doctora Mónica Sánchez, de gran corazón hacia las mejores causas sociales, así como a autoridades de sus cercanas Montebello y Downey, que ven también por mejorar nuestras comunidades. Y esta es la muestra de que cunde ese espíritu, como nos los han expresado dirigentes aquí presentes de Los Angeles, Las Vegas y North Las Vegas, Salt Lake City, Tampa, Santa Ana y San Fernando, y activistas sociales de toda la Unión Americana que están siempre en la primera línea de ayuda a sus paisanos.
Y es aquí donde quisiera abrir un paréntesis para un merecido homenaje. Gran parte de las acciones emprendidas y de los proyectos realizados por nuestra Fundación, se han debido sin duda a un impulsor de las mejores relaciones de pueblo a pueblo y defensor de la población migrante: Pedro García Aguilar. A él dedicamos nuestro recuerdo en esta tarde que mucho hubiera disfrutado por sus resultados. A su esposa Gaby queremos afirmarle que lo tenemos presente por su palabra atinada, siempre hermanable, siempre demandante de una vida cada vez más justa para los connacionales. PEDRO, donde te encuentres queremos que sepas que seguirás siendo nuestra inspiración.
A la Fundación y su gran equipo que me honra presidir, también debemos reconocimiento ya que, gracias a su labor, muchos sueños se convierten en realidades. Uno de ellos cristaliza este día al contar con la presencia pocas veces vista de un grupo tan representativo de la población migrante. Por ello, anunciamos que reforzaremos el trabajo para que el programa de campanas de la Libertad continúe hasta donde las fuerzas nos permitan y que la agenda migrante de nuestra parte seguirá en su enjundiosa tarea de estrechar la convivencia y la ayuda mutua. Quiero subrayar nuestro afán de compartir la esperanza de que nuestros países se mantengan unidos por nuestras causas en común y que también la sociedad migrante sea reconocida como generadora de riqueza y bienestar para ambos pueblos. Creemos que pocos momentos como el presente para reafirmar que Estados Unidos y México, dentro de su diversidad, han encontrado la oportunidad de convivir bajo un marco de libertades, de respeto y de trabajo conjunto.
Este es un día que marcará un hito en la historia de nuestras relaciones de fraternidad y cooperación. A mí, a mi familia, a los empleados y trabajadores de la empresa Mazapán de la Rosa, así como naturalmente a los integrantes de la Fundación Honoris Causa, a la sociedad hermana de Redac y a todos los amigos que a diario comparten y apoyan nuestros anhelos, nos enorgullece recibirlos y les damos la más afectuosa de las bienvenidas.
Con un abrazo fraterno les refrendamos, una vez más, la voluntad decidida de seguir trabajando unidos, fuertemente unidos por un mejor destino para todos.
(Enrique Michel Velasco, marzo 31 de 2022)
(*) Mensaje durante la comida en honor a los alcaldes de Pico de Rivera, Montebello y Downey California, con motivo de la donación de tres camiones de bomberos y una ambulancia a los municipios de Tlajomulco y Degollado.
JALISCO
El horror de Teuchitlán alcanza a Alfaro

De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //
La primera semana de diciembre del año pasado escribí en este espacio una colaboración que titulé “Alfaro y el karma de la vida”.
En esa ocasión afirmé:
“Enrique Alfaro deja con su adiós una larga estela de agravios.
“Durante su estancia en el poder siempre privilegió satisfacer su apetito egocéntrico.
“Se sabe muy bien que con el tiempo creció su agrado por la sumisión absoluta de sus colaboradores.
“El control férreo fue su sello particular.
“Incluso algunos de sus chiqueados más cercanos admitían en lo corto que sus furiosas reacciones no eran más que una proyección de su personalidad soberbia e intolerante.
“Se dice del karma que toda acción tiene una consecuencia y que todo lo que se envía al universo volverá a nosotros.
“Si atendemos esto, entonces quizás el ahora ex gobernador de Jalisco debe prepararse para carear las consecuencias de esta ley inevitable”.
No pasó mucho tiempo para que el horror de Teuchitlán lo alcanzara.
Lo que son las cosas, mientras disfrutaba de lo lindo en Europa, se le apareció el rostro macabro de lo que fue su sexenio en materia de desaparecidos.
Las consecuencias serán muchas.
Por lo pronto, me aseguran que Pablo Lemus ni siquiera tiene ganas de responderle las llamadas y que derivado de este y otros asuntos, emprenderá una serie de medidas para despojar a Jalisco y a su gobierno de todo aquello que huela a alfarismo.
Tomar el control de partido MC sería una de sus primeras acciones.
Por cierto, en el centro del drama heredado por Alfaro Ramírez, es pertinente colocar el nombre de quien fue la mente perversa de la pasada gestión: Hugo Luna.
Sabemos que al margen de haber sido el zalamero más cercano, toda decisión institucional pasaba por su aduana, de tal modo que en la mira del actual gobierno su persona se vuelve un objetivo prioritario.
El fuero es un tema que ya está en revisión.
Al respecto, no sé si la justicia se encargará de estos dos personajes; sin embargo tengo fe en que el veredicto de la historia los colocará en el lugar que se merecen, porque ambos –hay que decirlo con toda claridad- se comportaron como unos miserables con los colectivos de padres y madres buscadoras.
Les ignoraron, descalificaron y re-victimizaron.
Por eso creo que podrán escapar de la ley, pero del karma, jamás.
En X: @DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista
político.
CARTÓN POLÍTICO
¿Dormirá tranquilo en Madrid?
JALISCO
La justicia, un privilegio inalcanzable: Teuchitlán, la negación como crimen de Estado

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
Hay maneras múltiples de negar un crimen, formas infinitas de enterrar un cuerpo, procedimientos diversos para desaparecer personas, ideas, realidades. En México, especialmente en Jalisco, el gobierno parece haberlas aprendido todas. El más reciente y grotesco episodio de negación oficial se escenifica alrededor de un rancho en Teuchitlán, cuyo nombre, «Izaguirre», se volvió sinónimo del horror: fosas, huesos quemados, restos calcinados, zapatos sin dueño.
Pero, según la fiscalía general del Estado, allí nunca hubo hornos crematorios. Así lo dijeron, con palabras oficiales, tranquilas, demasiado tranquilas, con la frialdad de quien niega para no actuar.
Héctor Flores, vocero del colectivo Luz de Esperanza, habla con el tono cansado de quien ya conoce todas las versiones oficiales. «Quieren minimizar la crisis, callar lo que dicen las familias y los medios», señala. No habla desde la teoría; lo suyo es la práctica cotidiana de una búsqueda desesperada, un intento de hacer justicia con propias manos, mientras el Estado responde con burocracia y negaciones. Y no habla solo de Teuchitlán, sino de una realidad que atraviesa todo México: más de 15,000 desaparecidos solo en Jalisco y decenas de miles más en todo el país. Números que aumentan, cifras que no despiertan acción sino indiferencia.
«La confianza está en las familias, no en las instituciones», sentencia Flores. Las palabras golpean con fuerza porque reflejan una verdad ya inocultable: el Estado ha dejado hace tiempo de ser garante de seguridad para convertirse en cómplice por omisión, por negligencia, por indiferencia. Flores lo explica sencillo, pero la simplicidad de su denuncia encierra toda la complejidad del fracaso institucional: «La federación no puede lavarse las manos echándole la culpa a los estados. La delincuencia organizada es competencia federal y tienen que actuar».
Pero México es el país donde los gobiernos siempre encuentran razones para no actuar. La Fiscalía argumenta que necesita denuncias formales para iniciar carpetas de investigación. Las familias responden que denunciar es ponerse en peligro, es exponerse a la violencia del crimen organizado, protegido por autoridades corruptas. La paradoja es brutal: se exige que las víctimas, ya violentadas, vulnerables, amenazadas, sean quienes se arriesguen aún más para hacer el trabajo que el Estado rechaza.
La negativa oficial sobre los hornos de Teuchitlán no solo busca invisibilizar la tragedia, sino evitar las consecuencias internacionales que podría acarrear el reconocimiento de un crimen que claramente constituye una violación masiva de derechos humanos. Flores apunta hacia organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o la Corte Penal Internacional, advirtiendo que esta crisis, de ocurrir en cualquier país europeo, sería inmediatamente calificada como una emergencia global. Pero ocurre en México, donde los muertos pesan menos, donde los desaparecidos son culpables antes que víctimas.
La negación no es solo federal, es también local. Enrique Alfaro, gobernador saliente de Jalisco, dejó en herencia un récord macabro: pasó de 5,000 a más de 15,000 desaparecidos durante su mandato. Colectivos como «Por Amor a Ellxs» recuerdan cómo Alfaro prometió diálogo y puertas abiertas, pero solo entregó indiferencia y abandono. María del Refugio Torres resume así el gobierno de Alfaro: «ineficaz, lleno de omisiones y deficiencias».
Ahora la responsabilidad recae en Pablo Lemus, sucesor político que, al parecer, ante esta prueba está actuando a destiempo. En reuniones en noviembre del año pasado, previas a la toma de poder, Salvador Zamora, quien ahora es secretario general de Gobierno, asistió solo para sacarse la foto. No escuchó, no conversó, no actuó, en esta crisis, no ha aparecido.
La crisis institucional no se detiene en el Ejecutivo. Jonathan Ávila, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), denunciaba al finalizar la administración de Enrique Alfaro que no había ni siquiera un programa estatal de búsqueda en Jalisco y que el rezago en el Servicio Médico Forense alcanzaba niveles vergonzosos: más de 9,400 cuerpos sin identificar.
Mientras las autoridades siguen negando la realidad, las familias se organizan y protestan. Este sábado pasado, frente al Palacio de Gobierno de Jalisco, más de dos mil personas gritaron consignas claras y dolorosas: «El Estado sí sabía, Alfaro sí sabía». Lo sabían porque es imposible no saberlo, porque los campos del horror no nacen en secreto sino bajo el amparo de complicidades. Daniela Gómez, quien busca a su hermano desaparecido, resume el sentimiento común: «No es posible que haya más de 18,000 desaparecidos y solamente seis buscadores en el gobierno».
La vigilia del sábado fue otra demostración del dolor transformado en resistencia. Héctor Águila Carvajal, padre de otro desaparecido, pidió unidad: «Sigamos uniendo fuerzas, el dolor no cesa». Y no cesa porque la respuesta oficial sigue siendo mínima, burocrática, cínica.
Y lo de que Teuchitlán no se trata de un caso aislado. La lista de sitios donde se repite la tragedia es dolorosamente extensa: desde la macabra «Gallera» en Veracruz hasta los cuerpos disueltos en ácido por el infame «Pozolero» de Tijuana, pasando por la escalofriante cifra de restos en «La Bartolina», Tamaulipas. Un catálogo infernal de barbaries toleradas, acaso protegidas, por autoridades que prefieren mirar hacia otro lado.
Esta crisis no puede seguir siendo escondida bajo excusas burocráticas ni minimizada con comunicados oficiales. Los colectivos lo denuncian: Teuchitlán no es un caso aislado, sino un símbolo más de la impunidad institucionalizada. Héctor Flores alerta sobre al menos seis puntos más similares en Jalisco, que nadie quiere investigar porque nadie quiere reconocer lo evidente.
Desde Madrid hasta Nueva York, mexicanos en el exilio exigen lo básico: reconocer el término «sitios de exterminio», proteger efectivamente a las buscadoras, garantizar justicia y reparación. Es un grito desesperado, es una demanda urgente, y es, sobre todo, una advertencia: la negación no borrará los muertos, solo prolongará el sufrimiento.
Negar lo evidente es una forma más de violencia. México merece más que excusas. Las víctimas merecen más que palabras. Y la justicia, que debería ser obvia, hoy parece un privilegio inalcanzable.
En X @DEPACHECOS
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN3 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo