Connect with us

MUNDO

Política Global: De cómo el imperio destruye a Julian Assange y a Wikileaks

Publicado

el

Con información Agencia de Noticias Sputnik //

Ya es de conocimiento mundial que cuando un ser humano entra en la mira de los servicios de inteligencia en cualquier país del mundo por considerarlo un «peligro para la seguridad nacional» todo el sistema represivo se lanza contra este hombre o mujer hasta destruirle o desprestigiarle.

Así está pasando con Julian Assange, uno de los tres pilares de WikiLeaks, quien abrió los ojos al mundo entero sobre los crímenes y las atrocidades que estaban cometiendo EEUU y sus obedientes sirvientes de la OTAN en el Oriente Medio al lanzar su ‘guerra permanente’ para apoderarse de los recursos nacionales de Irak, Afganistán, Libia, Somalia, Siria. Ahora, este valiente comunicador social está recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Londres, conocida como el ‘Guantánamo británico’ y con la salud seriamente decaída.

Lo trágico de este caso consiste en que todo el proceso contra Assange está basado en la decisión de Washington de considerarlo culpable hasta que se demuestre su inocencia en los 18 cargos sobre el rol de Julian Assange en la revelación de crímenes de guerra de EEUU en Irak y Afganistán publicados entre 2011-2012 por WikiLeaks y conspiración diplomática global.

Sin embargo, la arremetida de Washington contra WikiLeaks arrancó ya en 2009 después de la divulgación de un video del tiroteo a periodistas en Bagdad el 13 de julio de 2007 por un helicóptero militar norteamericano. La publicación por WikiLeaks del ‘Diario de Guerra en Afganistán’ el 25 de julio de 2010 hizo intensificar aún más la irritación de la Casa Blanca.

En 2017, el entonces director de la CIA y hoy secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró una guerra abierta contra los tres pilares de WikiLeaks: Julian Assange, el abogado y activista Jacob Appelbaum y el relacionista público Trevor Fitzgibbon.

Por una simple decisión política del ‘establishment’ norteamericano, el Departamento de Justicia de EEUU se convirtió en un ‘inquisidor’ global del siglo XXI que concentró su mirada primero en Julian Assange, lanzando, según el relator especial de las Naciones Unidas sobre Tortura y Penas Crueles, Nils Melzer, «una campaña implacable y desenfrenada de acoso público, difamación e intimidación de Julian Assange no solo en EEUU sino en Reino Unido, Suecia y Ecuador».

Melzer señaló también que «en 20 años de trabajo con las víctimas de la guerra, la violencia y la persecución política, nunca vi a un grupo de estados democráticos asociarse deliberadamente para aislar, satanizar y abusar de un solo individuo por tanto tiempo, con tan poco respeto por la dignidad humana y el imperio de la ley».

El ‘modus operandi’ del sistema de represión globalizada dirigida por Washington ha tenido de preferencia desde hace bastante tiempo el uso de la táctica de rumores, denuncias y acusaciones relacionadas con el sexo como acoso sexual, ataque sexual, violación, homosexualismo para dañar la reputación pública del personaje que atenta a desafiar el sistema político y social existente.

El acusado por muy inocente que sea se convierte en una víctima señalada y manchada como un «violador en serie». El sistema sabe que esta táctica produce un efecto inmediato negativo sobre la capacidad de producción de esta persona y afecta seriamente su estado de ánimo y mental. Así hicieron con Julian Assange cuando dos mujeres, la periodista y feminista sueca Anna Ardin de 30 años y su amiga Sofia Wilden de 26 años denunciaron al fundador de WikiLeaks por abuso sexual y reconociendo al mismo tiempo que el sexo en ambos casos fue consensuado.

Fue una operación bien montada contra Assange, aceptando el Scotland Yard la acusación de supuestas ‘víctimas’ de coerción ilegal y abuso sexual sin presentar las afectadas alguna prueba concreta contra su victimario. El preservativo que presentó Anna Ardin no reveló ADN ni de ella ni de Assange. Sin embargo, el fundador de WikiLeaks fue arrestado bajo sospechas y sin cargos de violación y después fue liberado bajo fianza mientras se estudiaba su posible extradición a Suecia que a su vez podía entregarlo a EEUU donde sería juzgado por espionaje

EL PRESIDENTE DE ECUADOR LO ENTREGÓ

Después que la Corte británica determinara extraditarlo a Suecia, Assange pidió en 2012 asilo en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se quedó durante siete años sin asistencia médica. El 11 de abril de 2019, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, tras recibir promesas de Washington de nuevos créditos financieros para su país, suspendió el asilo de Assange y lo entregó a Scotland Yard, que lo sacó a rastras de la Embajada ecuatoriana y lo trasladó a la prisión de Belmarsh, donde estuvo durante un tiempo en el hospital de la cárcel debido al serio deterioro de su salud, llegando al extremo de no poder sostener una simple conversación con sus abogados.

El sistema represivo globalizado tampoco dejó en paz a otros dos pilares de WikiLeaks: el activista y abogado Jacob Appelbaum y el relacionista público Trevor Fitzgibbon. La periodista Suzie Dawson describió en su ensayo ‘Freeing Julian Assange’ como la prensa globalizada se empeñó en destruir sus carreras, sus finanzas y hasta el matrimonio de Jacob creando imagen de ‘violadores en serie’ sin presentar ninguna prueba concreta. Bastaron rumores, mentiras, insinuaciones, alegaciones para convertirlos en unos depredadores sexuales. Tan fuerte fue la guerra informativa contra Trevor que 70 organizaciones progresistas lo repudiaron.

En 2018 el periodista islandés Kristinn Hrafnsson, nombrado editor jefe de WikiLeaks, fue acusado por los medios de comunicación globalizados de ser violento con las mujeres sin presentar ninguna prueba. El otro colaborador de WikiLeaks, Matt DeHart, exanalista de inteligencia de EEUU y miembro del grupo de piratas informativos, fue tildado de perverso y se le inventó la tenencia de pornografía infantil que indignó a la opinión pública a tal extremo que inclusive Edward Snowden atacó a Matt. Resultó que esta táctica usada con fines políticos funcionó a la perfección para hacer debilitar a WikiLeaks.

Mientras todo esto estaba sucediendo, los agentes del FBI estaban extremadamente activos interrogando a su informante islandés Sigurdur Thordarson, quien se convirtió en el principal acusador de Assange. En mayo pasado, la agente especial del FBI Megan Brown, quien está a cargo de investigación contra Assange, viajó a Islandia junto con el fiscal Kellen Dwyer del Distrito Oriental de Virginia para interrogar a Thordarson. Este informante no tiene mucha credibilidad por tener un historial criminal.

Este personaje había sido un colaborador de WikiLeaks en Islandia desde 2010 hasta que en 2011 cuando se contactó con la embajada norteamericana en Reikiavik ofreciendo ayuda a EEUU en investigación criminal relacionada con Julian Assange. Entre 2011 y 2012 Thordarson entregó a las autoridades norteamericanas ocho discos duros de información perteneciente a WikiLeaks por los cuales recibió miles de dólares en recompensa.

El arresto y el traslado de Assange al ‘Guantánamo británico’ está demostrando el poder de largo brazo de Washington que ya estaba seguro que el fundador de WikiLeaks sería extraditado a EEUU tarde o temprano y donde sería acusado de contactar con la analista del Departamento de Defensa, Chelsea Manning, para «obtener ilegalmente documentos clasificados relacionados con los secretos de defensa nacional y su posterior publicación».

El Departamento de Justicia de EEUU ya presentó 18 cargos contra este comunicador social y el secretario de Interior de Reino Unido, Sajid Javid, no se dejó esperar y firmó una solicitud formal para extraditar a Assange a EEUU donde el Gran Jurado le podría condenar hasta 175 años de prisión. El Tratado de Extradición entre Washington y Londres fue firmado y ratificado en 2007 sin necesidad de presentar evidencias sustanciales para proceder con extradición.

Ahora todo depende de la decisión de la justicia británica. El pasado 14 de mayo durante la sesión de procedimiento la jueza de la Corte de Magistrados de Westminster, Emma Arbuthnot, ordenó para el 25 de febrero 2020 una audiencia con una duración prevista de cinco días para revisar la extradición de Julian Assange a EEUU.

Se prevé también vistas preliminares en julio y octubre próximos. Si tomamos en cuenta que el esposo de la magistrada, James Arbuthnot, es exdirector de Security Intelligence Consultancy SC Strategy Ltd., la empresa privada británica de inteligencia cuya ‘labor’ fue divulgada en más de 500 informes de WikiLeaks, ya podemos darnos cuenta del veredicto que espera al periodista y activista Julian Assange.

Lo nuevo de este caso es la aparición inmediata de lo que se llama ‘Efecto Assange’, que consiste en el inicio de una nueva ola de ‘cacería de brujas’ contra el periodismo de investigación y el pensamiento alternativo en Australia, Francia y EEUU.

La Policía de Australia realizó ya una redada en la Australian Broadcasting Corporation con la orden de apropiarse, eliminar o cambiar la información periodística relacionada con la seguridad nacional del país. En San Francisco, California, el 14 de junio pasado una docena de policías fuertemente armados abrió a martillazos la puerta de la casa del periodista Bryan Carmody, lo esposaron y requisaron todo su material de trabajo. Esto ocurrió al negarse el periodista revelar su fuente de información tras publicar un informe sobre un turbio suceso local.

Frente a estos ataques contra los medios de comunicación, el periodismo globalizado que hasta poco estaba proyectando a la opinión pública una imagen distorsionada y vilificada del creador de WikiLeaks y posteriormente mantuvo silencio sobre la tragedia de Assange dando luz verde a su persecución por el Gobierno estadounidense, por primera vez en los últimos 10 años los informadores globalizados se sintieron inseguros.

Surgieron dudas en los medios de comunicación más alineados con Washington respecto a su futuro en el caso de publicar algunos documentos clasificados. Recién han comprendido que la criminalización de la práctica periodística no tendría límites y podría inclusive afectar al mismo The New York Times o The Guardian británico que supuestamente son partidarios y luchadores por la democracia y la libertad.

Una posible extradición de Julian Assange a EEUU junto con una arremetida por el sistema represivo globalizado neoliberal contra los medios de comunicación abriría la puerta a una dictadura con todas sus consecuencias. El fundador de WikiLeaks ya nos advirtió sobre este peligro al exponer a EEUU, a sus aliados de la OTAN más importantes y a sus líderes divulgando sus secretos, sus crímenes más cruentos y sus planes para domesticar a la opinión pública mundial silenciando a la prensa alternativa y tratando inclusive controlar internet.

La libertad es lo más importante en la vida y precisamente esta libertad está en peligro actualmente. Ya es hora para los medios de comunicación darse cuenta de lo que les espera a ellos y al mundo entero si es que siguen siendo promotores y portavoces del sistema represivo globalizado.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MUNDO

Nueva York y el sueño del comunismo

Publicado

el

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

En Nueva York la muestra del capitalismo y sus excesos, el pasado jueves se realizaron las elecciones internas (llamadas primarias) del Partido Demócrata. El actual alcalde Adams, expolicía de ascendencia africana, buscará la reelección como independiente, ya que desde el 2023 tuvo serias diferencias con las políticas del presidente Biden. Los republicanos han lanzado un candidato hijo de italianos y de políticas muy cargadas a la derecha.

Así, los candidatos virtuales son: El actual alcalde expolicía Eric Adams, el Republicano Curtis Sliwa, expolicía quien ya perdió contra Adams en el 2021 y el joven carismático, inmigrante, musulmán y pro-comunismo Zohran Mandani. El candidato republicano tiene menos del 7% de preferencia por lo que nos podemos ahorrar el espacio a menos de que el sistema divida entre dos o 3 los votos de la elección final en noviembre de este año. Solo como comentario, mañana se definirá la segunda vuelta de la elección en NY.

El Estado tiene una legislación que pide el 50% de los votos para ser el candidato único de un partido, pero también permite que los dos o tres candidatos punteros de un mismo partido puedan pasar a la final sacando a candidatos de la oposición menos bien posicionados.

Mandani, el político del momento, lleva una ventaja de varios puntos sobre su contrincante interno, el exgobernador Andrew Cuomo, quien como recordarán dejó el cargo después del COVID-19 en escándalos de presunto acoso sexual que se desvanecieron al renunciar al cargo en el 2021.

El exgobernador Cuomo es importante porque a pesar de reconocer que en la primera vuelta fue atropellado por Mandani, no ha dicho a quién apoyará en la general o si se mantendrá en la boleta. Esto es relevante porque Adams está abajo en las encuestas y tiene una imagen general poco favorable, al igual que Mandani. Así es, la mayoría de los electores opinan de manera negativa sobre el joven comunista, siendo Cuomo con su pasado cuestionable el único de los 3 que tiene una imagen con números positivos.

Solo por matemáticas, los Republicanos se podrían sumar a Eric Adams, quien ha buscado ser más de centro, o de bajarse Adams podrían apoyar a Cuomo si es que se mantiene en la contienda, pero si las cosas siguen así en Nueva York, el joven militante del Partido Socialista de América y ahora por necesidad candidato demócrata a los 33 años sería alcalde, y tan solo a siete años de que obtuvo su ciudadanía. Nada mal para ser un recién llegado y una minoría.

Como se ha señalado en otras notas, los jóvenes de EUA están inclinándose al comunismo por sentirse decepcionados por el capitalismo y por la democracia. La mayoría de las universidades públicas de las costas, salvo Texas y Florida, han favorecido programas de educación con tendencia de izquierda recibiendo millones de dólares en donaciones provenientes de empresas situadas en China, Europa u Oriente Medio y con un gran desprecio o resentimiento en contra de la cultura occidental y en particular de la raza blanca y la familia llamada nuclear-tradicional.

La forma en la que se votó por el joven Mandani refleja el electorado de la izquierda de EUA. Básicamente, los demócratas tenían a dos candidatos. Al candidato blanco de edad media avanzada, exgobernador Andrew Cuomo quien perdió con un 36.3% de los votos de la primera ronda y tenían a Mandani, el migrante musulmán quien obtuvo el 43.8% de los votos de esa etapa estando apenas por debajo del 50% que le hubiera garantizado no ir a la segunda ronda mañana martes 1 de julio, para ser el candidato oficial en la elección general de noviembre.

Pero los votos muestran otras cosas más. La mayoría de los votos a favor del joven fueron de personas ricas de raza blanca o clase alta y educada en donde ganó casi 2 a 1 mientras que Cuomo de 67 años obtuvo el voto de las minorías y de las clases populares que en esta elección no participaron en los mismos montos que en otras por sentirse decepcionados.

Desde hace 20 años el Partido Demócrata ha dominado las elecciones en los estados de la costa de ambos lados de EUA. Ese tema podría ser para otra nota, pero lo que es de llamar la atención es el mensaje y la metodología de la campaña del ahora presunto candidato del partido dominante en esa ciudad a la alcandía más importante de ese país y tal vez una de las más emblemáticas del mundo.

California, Washington, Oregon, Nueva Inglaterra y claro, Nueva York, son lugares en los que ser el candidato demócrata es ser prácticamente el gobernador y en las capitales o ciudades más ricas es ser el alcalde. El partido en el poder tiene márgenes del 60 al 70% de los diputados de la zona por el sistema electoral que permite a los partidos tener a múltiples candidatos y a la gente votar por varios candidatos de la manera que uno vota por su primera segunda y tercera opción asegurando al partido que tiene más candidatos votados en las primeras posiciones ganar no solo la 1 sino la 2 y casi todo.

El joven Mandani nació en Uganda, de niño emigró a Sudáfrica en donde hay una ciudad con su mismo apellido y de ahí emigró a EEUU con sus padres. Era músico de hip hop y hace 2 años entró como concejal -regidor- de Queens. Su padre es profesor y su madre una productora de medios y cine muy exitosa.

La campaña de este joven es muy atractiva y claro, apoyado por jóvenes y dos líderes del partido demócrata. Uno es Bernie Sanders, senador por Vermont, también del partido socialista, y por Alejandra Ocasio, la representante (diputada federal) por NY quien es parte del equipo del mismo senador.

Los jóvenes demócratas que en su mayoría apoyan al comunismo ven en el concejal y tal vez, futuro alcalde, lo que el partido perdió con Biden que es la energía, la virilidad, la velocidad de palabra y claro esto mezclado con que es una minoría como lo era Obama. Ya algunos dicen que podría ser el nuevo Obama, pero al no haber nacido en EUA no puede ser presidente, pero su religión le permite acercarse a muchos que no son católicos o judíos. Lo curioso es que tanto él como la representante Alejandra Ocasio hablen tan mal de Estados Unidos, país que le abrió las puertas a sus padres, quienes inmigraron de manera legal.

Su campaña está enfocada en dar apoyos económicos para que edificios de NY sean repoblados por familias pobres con subsidios de gobierno. Crear algo así como las tiendas del programa oportunidades o Diconsa antes y claro dar ingresos básicos, seguro médico y apoyos sociales mínimos a todos los habitantes de NY no solo a los residentes legales sino a todos para lo que propone subir impuestos y pedir préstamos.

No es tan fácil como decir que el capitalismo falló y que por eso avanza la idea del comunismo. No es tan fácil como decir que la democracia falló y que por eso avanza la idea del autoritarismo. Pero es claro que para los jóvenes blancos de EUA y especialmente a los ricos, cada día es más fácil pedir que se regalen cosas o que se den bienes por condición racial o sexual que pedir que haya trabajo y respeto para todos sin importar sexo, raza o credo.

Se sabrá cómo le fue al joven en la segunda vuelta, pero en unas semanas veremos si las minorías lo abrazan como propio o si las minorías abrazan al blanco exgobernador presunto acosador sexual o al actual alcalde que es de raza negra. En noviembre sabremos si la capital del capitalismo es ahora la ciudad más grande y rica gobernada por el comunismo y claro la primera en la historia de EUA. ¿Le llegó su hora al capitalismo? Y ¿quién pagará por esos programas de todo gratis?

Suena padre, pero la vez pasada no funcionó. De todos modos, el candidato es un excelente orador y su mensaje está pegando fuerte desde NY hasta California con los jóvenes y mujeres de clase media alta y raza blanca que se sentían desencantados con Biden y más molestos con la victoria de Trump. “New York, New York” la ciudad que nunca duerme puede estar por despertar al comunismo que nunca se fue.

 

Continuar Leyendo

MUNDO

El auge de los videos de noticieros falsos creados con IA

Publicado

el

Por Redacción Conciencia Pública, con información de DW en Español //

En plataformas como TikTok circulan videos que aparentan ser entrevistas reales con ciudadanos comunes opinando sobre temas políticos. Sin embargo, muchas de estas escenas nunca ocurrieron: ni el reportero ni los entrevistados existen, y todo fue generado con inteligencia artificial (IA).

Un ejemplo reciente muestra a una mujer británica hablando de política frente a una cabina telefónica; aunque convincente, todo fue creado con la herramienta Veo de Google DeepMind, apenas delatado por una sutil marca de agua.

Estos videos forman parte de un fenómeno creciente: los noticieros sintéticos. Aunque el uso de presentadores digitales no es nuevo —China los introdujo en 2018 como una curiosidad—, la tecnología ha avanzado al punto de que cualquier persona puede crear contenido hiperrealista con IA a bajo costo. Esta accesibilidad ha provocado una oleada de contenido falso que imita el formato periodístico, muchas veces con intenciones manipuladoras o provocadoras.

Algunos videos buscan el humor o la parodia, pero otros cruzan una línea más peligrosa al simular reportes de eventos que nunca sucedieron, como convoyes militares o desastres. Estas producciones suelen aparecer durante momentos de crisis, cuando el público está más vulnerable a la desinformación. En muchos casos, no hay contexto ni verificación, solo una narrativa diseñada para sembrar confusión o dramatismo.

El incentivo económico es un motor clave detrás de este auge. Las plataformas como Meta favorecen el contenido viral —aunque provenga de fuentes dudosas—, y los creadores ganan dinero por cada visualización. Esto ha dado origen a «fábricas de basura IA», donde se producen en masa videos sintéticos de baja calidad, especialmente durante noticias de último momento, con cifras falsas y testimonios fabricados para captar la atención.

Detectar estos engaños no siempre es fácil, pero hay pistas: marcas de agua (a veces recortadas), movimientos antinaturales, errores en los labios o gestos faciales y textos con errores. Aun así, muchos usuarios caen en la trampa. El consejo de los expertos es claro: si no quieres ser engañado, acude a medios confiables y con trayectoria. En tiempos donde la desinformación puede ser indistinguible de la realidad, el escepticismo informado es la mejor defensa.

Continuar Leyendo

MUNDO

Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

Publicado

el

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?

La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.

La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?

Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.

La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.

En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.

Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.

La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.

El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.

Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.

Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como

@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.

La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.

Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.