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JALISCO

Convoca jurista Diego Valadés a abogados, periodistas y universitarios: Hay que defender el estado de derecho y detener el deterioro institucional

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Por Mario Ávila //

Ante el grave problema de la erosión institucional del país, como consecuencia del deterioro de la gobernabilidad, el abogado Diego Valadés Ríos, quien fuera titular de la Procuraduría General de la República (PGR) y ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), elogió la respuesta espontánea de la sociedad mexicana en defensa de la democracia y el estado de derecho, tarea a la que consideró deben sumarse los abogados del país, los periodistas y los universitarios.

Al participar como conferencista invitado, en el marco de la asamblea del capítulo occidente del Ilustre Colegio de Abogados de México, A.C., Valadés Ríos retrató un panorama desolador para el estado de derecho en el país, pero se congratuló de que “hay un Poder Judicial Federal, que ha hecho frente al embate, solo con argumentos constitucionales; que ha habido órganos constitucionales autónomos que a pesar del vendaval han mantenido su funcionalidad y que hay organizaciones sociales y profesionales, y esta es una de ellas”, dijo refiriéndose al Colegio que lo invitó a dictar su conferencia efectuada la noche del jueves 12 de marzo en las instalaciones de la Secretaría de Cultura que antes albergó a la XV Región Militar en Jalisco.

A este tipo de respuestas -dijo-, podemos agregar también la presencia de una prensa muy analítica, muy crítica en el sentido constructivo, de ahí que a su vez merece esta expresión de solidaridad con los periodistas que han sido victimados, como el caso reciente en Jalisco de Jaime Barrera. Pero los medios de comunicación y los centros de reflexión nacional que son las universidades, en un gran conjunto de instituciones públicas y privadas, que ya atienden a 2 millones de educandos en el país, son entre otras cosas, los elementos que han permitido preservar lo que hasta este momento todavía tenemos.

A la pregunta de qué tarea nos espera para la recuperación del estado de derecho en toda su plenitud, el propio abogado, jurista e investigador mexicano, planteó: “Sobre este aspecto tenemos el problema de una retórica explosiva, que tiende a polarizar y a construir dos grandes núcleos de opinión en el país, contrapuestos entre sí, que impiden el diálogo, que impiden la reconstrucción de instituciones, que impiden los consensos propios de toda democracia.

“La democracia es estrictamente dialógica, que implica la presencia de un diálogo; esto está interrumpido en el país y es lo primero que tenemos que recuperar como base para el restablecimiento de la plenitud del estado de derecho, que se traduce en gobernabilidad y en institucionalidad. Para esto creo que es necesario o posible al menos tres grandes procesos que nos esperan como sociedad política: 1.- Detener el deterioro, 2.- Invertir la tendencia y 3.- Construir una nueva institucionalidad en el país.

“Para esto tenemos ya todos los elementos porque hay una sociedad actuante y una sociedad interesada. Por vez primera en nuestra historia política, las clases medias comienzan a movilizarse en torno al concepto de democracia. Es un fenómeno novedoso, las propuestas de cambio están desde hace mucho tiempo archivadas”, expuso.

Recordó que desde los años 90’s se habló de una necesaria reforma del estado, “no se prestó atención y simplemente se confió en que la democratización de los procesos electorales, eran suficientes para establecer la democracia en el país; pero una democracia se basa sí en procesos electorales que forman parte de la legitimación de origen de quienes ocupan el poder, pero también se necesita la legitimación de quienes desempeñan el poder justamente porque haya mecanismos adecuados de control entre ellos”.

Hacia el futuro -sentenció-, tenemos que pensar por lo mismo en estos tres procesos, que no necesariamente tienen que ser sucesivos en el tiempo, que pueden darse de manera convergente, pero primero será detener la erosión y el déficit de gobernabilidad para lo cual es necesario no hacer reformas jurídicas, sino hacer reformas en la conducta de los agentes del poder, a quienes tenemos que reclamarles respeto por su propia función, respeto por el gobernado y respeto por el adversario.

También tenemos que plantear -abundó-, de momento, el simple cumplimiento de las disposiciones constitucionales, que sabemos suelen ser preferidas en numerosos casos, sobre todo cuando se mantienen sin integración muchos de los órganos constitucionales que están previstos. Se requiere a la vez, una nueva relación entre Gobierno y Congreso porque el proceso de deterioro ha llevado a que se pierda hasta lo esencial: La cuenta pública, que fue una más de las aportaciones de la Revolución Francesa, en el primer constitucionalismo lo que se planteó fue simplemente que los gobernados participaran en la definición de las exigencias de naturaleza tributaria de parte del gobernante. Y esa fue la Carta Magna de 1215 después se pasó a la regulación del gasto y mucho tiempo después, el proceso llevó siglos, a la revisión de cuentas de cuánto ingresaba y cuánto y cómo se gastaba. Esto fue en la Revolución Francesa.

Colegas, saben lo que ha pasado -cuestionó-, que ya no hay cuenta pública en el país, que la última vez que la cuenta pública se discutió de manera pública en la Cámara de Diputados fue en el 2011, ahora ya la cuenta pública la aprueba una comisión presidida por el partido mayoritario en la Cámara de Diputados y no trasciende más que a aquellos que se interesen por conocer las características de la cuenta y vayan a la página de internet de la Contaduría Mayor de Hacienda, que hoy es el órgano fiscalizador del estado mexicano. Y como no tenemos ya ese mínimo control, como nuestros representantes ni siquiera se enteran y a través de ellos la población de cómo se está disponiendo de nuestros recursos, quiere decir que traemos un déficit institucional muy profundo.

LA RECUPERACIÓN DEL PAÍS

En la recuperación del país -precisó-, tenemos que advertir que con los elementos que son, sobre todo esa buena sociedad a la que me refería, tenemos que pasar a la reconfiguración del sistema representativo, a la determinación de que el estado mexicano tenga una política de justicia de la que carece, al combate efectivo a la corrupción que entre otras cosas es inmanejable e incontrolable por efectos del mismo sistema político que tenemos.

Porque tenemos un sistema político patrimonialista como ley -sentenció-, conforme al cual quien se adueña del poder político, se adueña por completo de la administración, no tenemos una administración profesional y políticamente neutral, sino que tenemos una administración apendicular del poder político.

En México la lucha electoral, lo mismo en el ámbito federal que en el ámbito local, o en el ámbito municipal, es una lucha por el estatus administrativo y por el abordamiento literalmente en el sentido de abordar la administración y apropiarse de ella mientras se tiene el poder político, por eso se forman hegemonías partidistas en México. Porque el gran incentivo no está ni en la ideología, ni en el programa, ni en la caracterización de los partidos, sino en la apropiación de un gran botín que representa la administración pública y eso tenemos que cambiarlo.

EL SISTEMA JUDICIAL MEXICANO EL MÁS REZAGADO DEL MUNDO

En otro punto de su disertación, el abogado Diego Valadés, planteó que todos los juzgadores mexicanos conocen que el sistema judicial tiene que seguir avanzando, “el sistema judicial mexicano es lamentablemente uno de los más rezagados en el mundo, en el caso de la OCDE es el último; no porque no tengan una alta calidad nuestros juzgadores, sino porque en México tenemos 5 juzgadores por cada 100 mil habitantes, frente a la medida de la OCDE que es de 21 juzgadores por cada 100 mil habitantes. Y países como Alemania tiene más de 30 juzgadores por 100 mil habitantes. En nuestra propia América, son 11 en Colombia y en Perú y son 25 en Costa Rica y en Uruguay.

“De manera que mientras el Estado Mexicano no atienda este problema, la cuestión judicial tendrá todavía muchos pendientes que atender. Mucho es lo que hacen los jueces que en este momento tenemos. No hay por otra parte, una Secretaría de Justicia, que permita establecer entre otros aspectos los efectos reales de la normativa en rigor, es decir no tenemos estudios de impacto normativo en el país, cuando es el estándar en cualquier democracia consolidada contemporánea”, expuso el jurista, escritor y político mexicano.

Y así como esto nos falta lo esencial -planteó-, el estado mexicano como tal, desde 1917 a la fecha, carece de política de justicia, en 1917 fueron abolidas dos secretarías, la de instrucción y la de justicia. En 1921 se reestableció la de instrucción con el nombre de Educación Pública, pero no se ha vuelto a pensar en la necesidad de una Secretaría de Justicia, no para que manipule, no para que ordene, no para que dirija; al contrario, para que simplemente planifique y ayude al desarrollo de las instancias de la Judicatura mexicana.

El sistema Presidencial -apuntó-, que emanó de la constitución de 1917 derivó en un absolutismo presidencial, porque así como no se han atendido las necesidades de la Judicatura de manera satisfactoria y así como se mantiene muy limitado el sistema representativo del país, entre otras cosas, no puede llevar a cabo ningún tipo de investigación acerca de lo que hace la administración pública, ni de evaluación acerca de los resultados de los diferentes planes nacionales y estatales, ni de la consecuente sanción a aquellos que no cumplan con su responsabilidad. Así como eso ha pasado, de la otra parte, del Ejecutivo, todo lo que hemos tenido ha sido un incremento sucesivo de facultades, muchas de ellas a expensas del sistema federal.

Recordó Diego Valadés, en el marco de la Asamblea general 2024 del Capítulo Occidente del Ilustre Colegio de Abogados de México, fundado en el año de 1760, que el artículo más reformado de la Constitución, con más de 70 enmiendas, “es el artículo 73 que previene cuáles son las facultades del Congreso y si contamos el número de sus fracciones, veremos que frente a las 29 fracciones originales de 1917, se han adicionado 30 más. Y todas esas facultades adicionales que ejerce el Congreso, en suma, se traducen también en atribuciones presidenciales”, sentenció el jurista.

SE PARTIDIZARÁ LA JUSTICIA AL ELEGIR JUECES, MAGISTRADOS Y MINISTROS

En otro tema por demás relevante y actual, que está en la palestra del Congreso de la Unión, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador la incorporó entre las propuestas de reformas constitucionales, destaca el tema de someter al voto popular, la designación de jueces, magistrados y ministros dentro del Poder Judicial.

Ante este panorama de concentración del poder -dijo Valadés Ríos-, hemos visto cómo se va dando una progresiva erosión de las instituciones y entra en una sinergia negativa con el déficit de gobernabilidad al que nos referimos. Esta erosión progresiva tiene muchos elementos de identificación, uno de ellos la propuesta de que todos los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación, que son casi 1,600 sean elegidos popularmente.

Recordó que esta idea de la elección popular de los jueces, surgió también en la Revolución Francesa, en la primera constitución revolucionaria de 1791 aparecía ya la disposición de que los jueces sería elegidos por el pueblo; se repitió en la de 1795, en la de 1797 y fue derogada en la de 1802 porque se había partidizado e ideologizado la administración de la justicia.

Y abundó: “Tuvo un efecto en el sistema constitucional americano, particularmente por la gran importancia que le dieron los presidentes que se sintieron agraviados porque era inadmisible que la judicatura derogara una decisión legislativa; de tal manera fue tan fuerte este impacto, que en cuanto a la declaración de inconstitucionalidad de las leyes en Estados Unidos, se produjo casi 50 años después y una de las respuestas consistió la elección de los juristas, pero nada más en el ámbito local, nunca se ha planteado en el ámbito federal. En este caso casi la mitad de los estados, en Estados Unidos, eligen jueces popularmente, pero no han podido evitar, según o reconocen ellos mismos, la partidización de la Judicatura”.

Finalizó diciendo: “Ahora bien, cuando se plantea la partidización de la Judicatura en un proceso constructivo de una nueva hegemonía de partido, es evidente que de lo que se trata es de propiciar la demagogia y la subordinación judicial a la estructura partidista”.

JALISCO

Antes de la FIL se elegirá al nuevo rector o rectora: Aires de democracia soplan en la Universidad de Guadalajara

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Por Mario Ávila //

Con la elección e instalación del nuevo Consejo General Universitario (CGU), así como la designación de los siete integrantes de una comisión especial para coordinar la elección del nuevo Rector (a) en la Universidad de Guadalajara, inicia formalmente el proceso de renovación de la máxima autoridad universitaria para el periodo 2025-2031.

Se trata del primer relevo en la Rectoría de la UdeG que pudiera efectuarse de manera democrática, después de que durante 30 años los rectores se elegían en el seno del CGU, pero se decidían de manera unipersonal por el líder máximo de la Universidad de Guadalajara en la era moderna, Raúl Padilla López, quien después de su rectorado de 1989 a 1995, hizo transitar por esa cargo a Víctor Manuel González Romero, José Trinidad Padilla López, Carlos Jorge Briseño Torres, Marco Antonio Cortés Guardado, Tonatiuh Bravo Padilla, Miguel Ángel Navarro y Ricardo Villanueva Lomelí.

El siguiente paso será la esperar que la Comisión Especial redacte y emita la convocatoria, para luego dar paso al registro de candidatos (as), los tiempos de campañas, para llegar luego a la sesión del CGU donde se habrá de elegir al nuevo rector (a), que deberá ocurrir durante el mes de noviembre, antes del inicio de la Feria Internacional del Libro, aunque entrará en funciones a partir del 1 de abril del 2025.

La premura por adelantar los plazos y las fechas de la elección, obedecen a la aparente invitación que ha recibido el rector Ricardo Villanueva, de parte de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que se integre al gabinete en un cargo de relevancia dentro de la Secretaría de Educación Federal.

Por lo tanto, se prevé que Villanueva se mantenga al frente de la UdeG hasta el momento de la elección del nuevo rector, luego de lo cual se podría nombrar a un rector interino que se responsabilice de la conducción de los destinos de la segunda casa de estudios más importante del país, hasta que el nuevo rector asuma el cargo en abril del año entrante.

La mañana del pasado viernes, en sesión ordinaria del CGU se aprobó la creación de una comisión integrada por siete miembros que organizarán y vigilarán el proceso electoral, iniciando con ello el proceso de sucesión de la Rectoría General de la Universidad de Guadalajara.

Se trata de la Comisión Especial Electoral para la Elección de la persona titular de la Rectoría General de la Universidad de Guadalajara para el periodo 2025-2031, que estará conformada por siete miembros del Consejo, a la que se integran representantes de los académicos, administrativos y el alumnado, quienes serán los responsables de organizar y vigilar el proceso electoral y es propuesta del Rector General de la UdeG.

El propio Villanueva Lomelí planteó: “Se trata de una comisión especial que se realiza cada seis años y es la que tiene las facultades de emitir la convocatoria para la elección de Rector (a) General de la Universidad de Guadalajara”.

Integran esta comisión encabezada por el propio Rector Ricardo Villanueva Lomelí, el Secretario General interino, maestro Carlos Oscar Trejo Herrera; la doctora María Luisa García Bátiz, Rectora del CUValles; el maestro Uriel Nuño Gutiérrez, Rector del CUNorte; la maestra Patricia Elena Retamoza Vega, directiva del SEMS; el maestro José Manuel Jurado Parres, directivo del SEMS; el maestro José de Jesús Becerra Santiago, representante del SUTUdeG; el licenciado Jesús Palafox Yáñez, representante del STAUdeG y Zoé García Romero, dirigente de la FEU.

“A partir de haber instalado la Comisión Especial Electoral inicia el proceso de sucesión rectoral en el que el nuevo Consejo General Universitario tendrá que decidir quién será el próximo Rector o Rectora de la Universidad”, añadió Villanueva Lomelí.

TRES MUJERES Y SEIS VARONES PARTICIPAN EN EL JUEGO DE “LA SILLA”

Aunque el espacio en la silla es solo para una persona, hasta ahora son nueve los aspirantes que han levantado la mano para participar en el proceso de elección del nuevo Rector (a) General de la Universidad de Guadalajara que se efectuará en el mes de noviembre, tres mujeres y seis hombres han mostrado su interés y solo están a la espera de la convocatoria, luego de lo cual seguramente la lista se reducirá notablemente.

Las tres mujeres que con toda anticipación han dado señales de su interés en convertirse en la primera Rectora General en la historia de la UdeG, aprovechando la inercia en el país que habla de que ‘es el tiempo de las mujeres’, son la ex diputada Mara Nadiezda Robles Villaseñor, una académica y ex funcionaria pública de larga trayectoria en la universidad y fundadora de la Federación de Estudiantes Universitarios; Karla Planter, periodista, académica y rectora del CUAltos y Leticia Leal Moya, ex funcionaria pública y rectora del CUTlajomulco.

Por lo que toca a los varones, los primeros en levantar la mano a sabiendas de que el proceso se adelantaría cuatro meses, son el rector del CUCEA, Gustavo Padilla Montes; el director general de UdeG Plus, Carlos Iván Moreno y el rector del CUCS, Francisco Muñoz Valle.

Posteriormente procedieron a levantar la mano también el director general del SEMS, César Barba Delgadillo, el secretario general de la UdeG, Guillermo Gómez Mata, que el mismo viernes solicitó licencia para separarse del cargo y el rector del CUGuadalajara, Alberto Castellanos.

Aunque los detalles y las reglas de la contienda electoral se precisarán en la convocatoria, la intención de los aspirantes será conquistar las simpatías y las preferencias de la comunidad universitaria, lo mismo alumnos, que académicos, funcionarios y trabajadores, toda vez que son estos grupos los que tienen representación en el Consejo General Universitario, que finalmente se convertirá en el gran universo de votantes.

Por cierto, el pasado viernes se efectuó la instalación del nuevo Consejo General Universitario, integrado 196 consejeros propietarios y 144 consejeros suplentes, representantes de los diversos grupos de académicos, alumnos y directivos, que fueron nombrados para el periodo 2024-2025

DESTACÓ UNA ABSTENCIÓN EN EL DICTAMEN DEL NUEVO CGU

Con 141 votos a favor, cero en contra y una abstención, el Consejo General Universitario saliente aprobó el dictamen de la integración del nuevo CGU, que entre sus primeras y principales funciones, deberán realizar la elección del nuevo Rector (a) General de la UdeG para el periodo 2025-2031 y la aprobación del Presupuesto de Egresos de la UdeG para el año entrante, en donde ya contará con el Presupuesto Constitucional.

Vale la pena mencionar que los 196 consejeros del CGU, resultaron electos en una jornada de solo tres días, en donde según el reporte del maestro José Manuel Jurado Parres, se eligieron en una jornada que se desarrolló “con un profundo orden, respeto y responsabilidad democrática en nuestra universidad”.

Explicó que en toda la red universitaria se instalaron 557 mesas de votación y se presentaron 895 planillas, tanto de estudiantes, como de maestros; se eligieron 141 órganos colegiados de gobierno que resultaron legítimamente electos “y ahí radica la legitimidad, la gobernabilidad y la gobernanza de esta institución”.

También expuso Jurado Parres que fueron atendidos todos los recursos de queja y de revisión, que fueron debidamente presentados tanto a las subcomisiones, como a la comisión electoral permanente del Consejo General Universitario.

El proceso electoral consistió en la elección de tres representantes académicos y tres representantes de alumnos, así como sus respectivos suplentes, electos por sus pares en cada Centro Universitario que integra esta casa de estudios.

La elección de nueve representantes directivos, nueve representantes académicos y nueve representantes de alumnos, así como sus respectivos suplentes, entre el honorable Consejo General Universitario, electos por sus pares en el Consejo Universitario de Educación Media Superior.

La elección de los centros universitarios de Ciencias Sociales y Humanidades y de Tonalá, de tres directivos representantes al honorable Consejo General Universitario dentro de sus directores de división.

Y la elección del tercer representante directivo del Consejo General Universitario, de entre los jefes de departamento, electo por sus pares en los centros universitarios que solo tienen dos divisiones, a saber el Centro Universitario de la Costa Sur y el Centro Universitario de Los Lagos y el Centro Universitario del Norte.

Además, fueron designados el rector Ricardo Villanueva, el vicerrector Ejecutivo, Héctor Raúl Solís Gadea, el secretario general maestro Guillermo Arturo Gómez Mata, los rectores de los centros universitarios Arte Arquitectura y Diseño, de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Ciencias Económico-Administrativas, Ciencias Exactas e Ingenierías, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Humanidades, Los Altos, La Ciénega, La Costa, La Costa Sur, Los Lagos, El Norte, El Sur, Tlajomulco, Tonalá, Los Valles, Guadalajara, el director del SEMS y tres representantes del personal académico de cada centro universitario.

FIN A LA ÉPOCA DE ‘VACAS FLACAS’

Al margen del tema financiero, que se ha resuelto con la aprobación en el Congreso del Estado del Presupuesto Constitucional para la Universidad de Guadalajara, es decir que el 5% del presupuesto egresos del Gobierno del Estado, se asignará íntegramente a la operatividad y el 3% a la infraestructura de la máxima casa de estudios de Jalisco, al parecer también se está extinguiendo el problema de inversión en la actividad sustancial de la propia universidad, que es la educación.

Seguramente con esta determinación, en la historia quedarán las movilizaciones, las protestas y los plantones, que lo mismo en Casa Jalisco que en el Congreso del Estado, hacía la comunidad universitaria, principalmente desde la llegada de los gobiernos del PAN a jalisco en el año de 1995 y hasta el quinto año del gobierno del emecista Enrique Alfaro Ramírez.

Una muestra de que a partir del sexenio de Ricardo Villanueva, la situación es distinta, se dejó ver en el informe que rindió ante el Consejo General Universitario, en donde precisó que en esta administración, “el consejo de rectores ha creado en estos cinco años, 144 programas educativos, de los cuales 88 son de posgrado y 56 licenciaturas, todas ellas de corte innovador.

Refirió que, con estos 144 programas educativos, la UdeG llega a un total de 590 programas educativos, cuando 30 años atrás solo se contaba con 117 programas en toda la red universitaria, “es decir, en solo 30 años hemos crecido en 500% la oferta educativa que la Universidad tenía en sus 227 años de historia”.

Destacó además Villanueva Lomelí, que en este año se han invertido 100 millones de pesos en el programa temporal de becas de posgrado y reveló que en un hecho histórico, se aprobaron las bases del régimen de pensiones, jubilaciones y prestaciones, de seguridad social de la Universidad de Guadalajara.

Este año -dijo-, este Consejo garantizó que los siguientes 180 años, los universitarios tengan una pensión, mientras hay 15 universidades que ya no pueden pagar las pensiones a sus jubilados, la UdeG tiene un fondo perenne, tenemos pensiones para toda la vida, así que los que son trabajadores y los que algún día van a ser, muchos de los estudiantes que seguramente serán universitarios, tienen garantizada su pensión de por vida.

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JALISCO

Reforma judicial y crisis entre poderes

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Es o no impugnable la reforma judicial? ¿Qué dicen los juristas, los que sí saben de derecho? Y lanzo esta pregunta, porque los políticos se han expresado a favor y en contra de acuerdo a la polarización que vive el país, como parte de la partidización y/o los prejuicios e intereses.

Lo que está fuera de discusión es la crisis entre poderes que ha generado la forma cómo se instrumentó la reforma al poder judicial, así como su contenido, que viene a realizar un cambio de fondo y radical en cuanto a sus integrantes ya que el objetivo prácticamente plantea que casi todos se vayan con una renovación total.

Voy a referirme a los argumentos que presentan dos juristas en torno a la reforma al poder judicial que son independientes de partidos políticos, ellos son el doctor y constitucionalista Diego Valadés y el maestro Miguel Carbonell, Director del Centro de Estudios Político Carbonell, autor de 80 libros de derecho y todo un apasionado difusor de la ciencia jurídica.

Ambos están de acuerdo que se puede revisar el procedimiento de reforma que hizo el Constituyente, el poder de reforma de la Constitución es un poder constituido y está sujeto al acatamiento y cumplimiento de los requisitos que señala el Art. 135 por cuanto a pasos que hay que cumplir para que exista realmente una reforma constitucional. “En esto creo que todos estamos de acuerdo”, precisa Carbonell.

LA ARGUMENTACIÓN DE DIEGO VALADÉS

El maestro Valadés considera que “No hay recurso legal ni constitucional alguno para impugnar el contenido de las reformas. En el caso concreto de la Ley de Amparo, que se refiere específicamente al juicio de amparo, es muy clara en el Artículo 61 que dice que es improcedente el juicio de amparo contra adiciones o reformas a la Constitución del país”.

“Con motivo de la reforma al Poder Judicial expresé que estoy convencido que es necesario e indispensable modificar el sistema de justicia en el país, pero, que la elección de jueces federales y locales en todos sus niveles, incluidos los ministros de la Corte, no va a contribuir a resolver los problemas mencionados en la iniciativa, fundamentalmente el de la corrupción o la lentitud para la resolución de los casos”.

“Ahora, se tomó la decisión, la tomó el órgano encargado para reformar la propia Constitución, no controvierto si la idea de las impugnaciones va hacia el procedimiento, porque podría decirse que no votaron en el número requerido por la Constitución los diputados o los senadores, a lo mejor hubo algún error, yo no lo creo, estoy seguro que se cuidaron muy escrupulosamente los detalles de manera formal, pero si hubiera alguna impugnación referente a ese tema sería procedente”.

Agregó: “Lo que he visto es que se maneja el fondo de los asuntos, en este caso, no hay recurso legal ni constitucional alguno para impugnar el contenido de las reformas. En el caso concreto de la Ley de Amparo, que se refiere específicamente al juicio de amparo, es muy clara en el Artículo 61 que dice que es improcedente el juicio de amparo contra adiciones o reformas a la Constitución del país”.

El exprocurador general de la república externó su preocupación por lo que se dice públicamente respecto a la reforma judicial, considera que se genera una tensión excesiva en la sociedad de algo que ya no es viable y apela a que los mexicanos inicien una nueva etapa de reconstrucción entre todos.

“Advierto con enorme preocupación esta corriente que considera que sí se pueden impugnar las reformas constitucionales, incluso ha habido algunos ministros que han expresado que hay decisiones inamovibles e intangibles, hacen referencia a cláusulas pétreas en la Constitución de 1917 y eso es inexacto, no existen tales cláusulas, existieron en la Constitución de 1824 y dejaron de existir en 1836, ese argumento es infundado desde el punto de vista jurídico”.

LA POSICIÓN DE CARBONELL

Sin embargo, Miguel Carbonell, piensa diferente, conforme lo expresó en entrevista con la periodista Carmen Aristegui. Carbonell pregunta: ¿Puede un tribunal constitucional, puede una jurisdicción declarar inválida por razones de contenido de fondo una reforma constitucional?

Y añade: “Allí estamos en un terreno muy delicado, me atrevo a decir que sí se puede en alguna circunstancia muy puntual”. Y recuerda lo que al respecto refirió el ministro Javier Laynez: ¿Qué pasaría si una reforma constitucional donde se decreta prisión vitalicia para mujeres que interrumpan su embarazo?”

Carbonell pone otro ejemplo para fortalecer su tesis de que sí puede la Corte declarar inválida la reforma al poder judicial. “¿Qué pasaría si en una reforma constitucional se decreta que ya no va haber partidos políticos en México, sólo va haber un partido único que es el que gobierna actualmente y de allí seguirá por el resto de los tiempos?

¿No sería esto materia de una revisión, de una defensa institucional encabezada por el tribunal más alto del país para evitar que lo que es hoy un régimen constitucional deje de serlo y pase a ser un régimen autoritario o una dictadura?

“Creo allí hay un límite, creo que lo que no puede hacer el poder constituido es convertirse en un poder constituyente en una suerte de poder soberano, omnímodo, que ponga en la Constitución utilizando el procedimiento, en realidad un nuevo Estado que de constitucional ya no tendría nada. Me atrevo a decir que en una circunstancia muy acotadas, muy limitadas, sí se podría llegar a esto”.

¿Ahora, esta reforma judicial de la que estamos hablando llega a ese límite de desdibujar lo que significa el Estado constitucional de derecho? Creo que esta es una pregunta que hay que contestar con mucha prudencia y no se si la Corte también esté dispuesta a llegar a eso, pero sí debemos de abrir para llegar al menos a esa posibilidad, porque si nos negamos a eso convertimos a un poder constituido en poder constituyente, omnímodo, soberano a que haga lo que quiera.

Vamos a ver qué decide la Corte al respecto en la revisión que hará sobre la reforma al poder judicial que ya está aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación.

¿Se atreverá la Corte a anular la Reforma l Poder Judicial? Esa decisión generaría una macro crisis que el país en los tiempos modernos no le ha tocado vivir. Es muy delicado lo que está viviendo en el conflicto entre poderes.

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JALISCO

Homenaje a Enrique Ibarra en el Congreso del Estado: Culminan 57 años de carrera política

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Por Francisco Junco //

“El maestro Ibarra se destaca por abrir puertas que parecían estar cerradas y tender puentes que parecían caídos”, con estas palabras, el diputado Enrique Velázquez González, del partido Hagamos, resumió el legado de Enrique Ibarra Pedroza, un político que ha marcado la vida pública de Jalisco con su capacidad de generar diálogos y construir consensos en los momentos más críticos.

Y es que bajo los imponentes muros del palacio legislativo que se encontraba abarrotado, el aire estaba impregnado de nostalgia y respeto. Amigos, colegas, políticos de diferentes colores partidistas, lideres sindicales, alumnos y admiradores se reunieron para rendir homenaje a Enrique Ibarra Pedroza, el veterano político jalisciense con más de cinco décadas de servicio público.

Las palabras resonaban, dentro del recinto y el patio central, donde en sendos lugares los invitados acudieron para escuchar las palabras dirigidas al maestro Ibarra, donde destacó no sólo su vasta trayectoria, sino también su ética, justicia social y compromiso que han sido faros para las generaciones venideras.

57 años de carrera política culminaron con un reconocimiento en vida para Enrique Ibarra, actual secretario General de Gobierno, quien fue homenajeado por los legisladores del Congreso de Jalisco el pasado 15 de octubre.

El reloj legislativo marcaba 11:35 de la mañana, ahí los honores al lábaro patrio, marcaba el inició de la solemnidad de la ceremonia encabezada por el gobernador Enrique Alfaro y la magistrada del Supremo Tribunal de Justicia, Elsa Navarro, ambos como testigos de honor y por supuesto la presidenta de la mesa directiva de Congreso del Estado, la panista Claudia Murguía. Los tres poderes del estado rendían el homenaje.

UN POLÍTICO CON ÉTICA Y PRINCIPIOS

Durante la ceremonia, la diputada Rocío Aguilar Tejada, de la fracción de Movimiento Ciudadano y promotora del homenaje, describió a Ibarra Pedroza como un político con ética, principios y valores que no sólo se ha formado en la academia, sino también en el servicio público y es un ejemplo de madurez política, sensatez, ecuanimidad y moderación “por el tiempo que nos toca vivir” y “buscar los entendimientos y los acuerdos”.

“La política le ha permitido ocupar varios espacios en los que ha dejado una huella indeleble, en efecto como faro a las actuales y futuras generaciones. Es un hombre que en épocas de crisis ha sabido superar las diferencias, abrir las puertas al diálogo y actuar correctamente en lo público, en lo político y en lo privado”.

El espíritu conciliador de Ibarra Pedroza fue un tema recurrente en las intervenciones. Fabiola Pulido Franco, diputada del Revolucionario Institucional, resaltó su capacidad para generar diálogos y construir consensos en el ámbito político, describiéndolo como «un jalisciense que más se preocupa por estudiar y profundizar en su conocimiento» y subrayó que, a lo largo de su carrera, Enrique Ibarra ha sabido equilibrar el ejercicio político con el respeto a las voces divergentes, “escuchando todas las voces, compensando y procurando el bien mayor, aunque no duda en defender su posiciones en formas recia, cuando así lo requieren los problemas del Estado”.

LOS PUENTES DE ENRIQUE

Por su parte, Enrique Velázquez González, del partido Hagamos, habló de la faceta académica de Ibarra como profesor en la Universidad de Guadalajara (UdeG) y autor de varios libros de historia, ente los que destacó el “Congreso Constituyente de Jalisco de 1824” y por su puesto “El Puente de las Damas”.

Recordó cómo, durante su tiempo como legislador federal, el homenajeado logró que el gobierno federal pagara más de 3 mil millones de pesos a más de 100 mil braceros y es que su “legado no sólo reside en sus logros personales, sino en la influencia positiva que ha tenido en quienes buscan aprender de su ejemplo y seguir los pasos del servicio público”.

La diputada Claudia Murguía, destacó el carácter histórico del homenaje, señalando que es la primera vez que se otorga un reconocimiento en vida a un personaje cuya responsabilidad en el ejercicio público sigue vigente.

“Este recinto legislativo no tiene un antecedente inmediato ni lejano de una sesión de la trascendencia que tiene la del día de hoy. Nunca en este Congreso se había otorgado un reconocimiento en vida a un personaje cuya responsabilidad en el ejercicio público, aún se encuentra vigente e inmerso en el mar de las decisiones políticas”, afirmó la panista, resaltando la disposición de Ibarra para dialogar con políticos de todas las corrientes.

El secretario ejecutivo de la Comisión Interinstitucional de Celebraciones de Jalisco, el presbítero Tomás de Híjar Ornelas, realizó el recuento de la vida académica y política del maestro, resaltando su vocación de servicio, y agradeció al maestro Ibarra por “rescatar y mantener vivos los momentos históricos para Jalisco desde su fundación”.

El homenaje no estuvo exento de controversias. Aunque ahí, en el Palacio Legislativo, estaban todas las corrientes políticas rindiendo honor a Enrique Ibarra, resaltó la ausencia de la fracción de Morena, quienes un día previo, mediante un comunicado de prensa, manifestaron su desacuerdo en esta ceremonia a la que calificaron como “una condecoración que deja claro que el verdadero interés de Movimiento Ciudadano y sus aliados está en el clientelismo, no en el servicio al pueblo”, pero esto no opacó la ceremonia.

Al evento asistieron diversas figuras del ámbito político, académico y empresarial, incluyendo al gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, y a los exgobernadores panistas Emilio González Márquez y Gerardo Octavio Solís. También estuvieron presentes líderes sindicales, directores de universidades, y representantes de las iglesias, además de amigos y familiares de Enrique Ibarra.

Enrique Ibarra, con una sonrisa calmada y gesto sereno, pero denotando emoción por “inmerecido homenaje”, tomo la palabra y a medida que pasaban los minutos, su voz, firme pero emotiva, transportaba a los presentes a través los recuerdos de su infancia en un hogar modesto, lleno de amor, donde sus padres le enseñaron a soñar con un futuro mejor., “ninguno de los dos pisó nunca un aula escolar. Ambos aprendieron a leer y escribir de adultos. En nuestro hogar siempre privó un clima de armonía, cariño y amor, y de mis padres un ejemplo de rectitud y una inagotable excitativa a que fuera yo un niño estudioso y responsable”, mencionó, recordando con ternura cómo fue moldeado por los sacrificios y el ejemplo de su familia.

Los asistentes se sumergían en los relatos de Ibarra Pedroza. Cada palabra evocaba imágenes de su juventud, cuando siendo apenas un adolescente, viajaba de Tototlán a Guadalajara para estudiar, mientras trabajaba como mesero y obrero. En la memoria de muchos, su narración trajo consigo los días duros de un México que él ayudó a transformar, desde sus primeros pasos en la política como notario parroquial hasta sus múltiples candidaturas bajo las siglas del PRI.

Recordó que apenas a sus 20 años, en 1973 le ofrecieron ser presidente municipal de Tototlán, tras varias consultas, donde “unos me impulsaba a aceptar el reto, otros me decían que no, que me echaría a perder si me convertía en alcalde. Al final de cuentas prevalecieron las opiniones de dos perceptores” y en lugar de la presidencia municipal “me fui becado a estudiar un año a la Ciudad de México al Instituto de Capacitación Política del PRI Nacional por Jesús Reyes Heroles y Enrique González Pedrero. Siempre me quedé con la duda de cómo les hubiera ido a los tototlenses si hubiera sido alcalde”, recordaba con una sonrisa.

A medida que las luces iluminaban su rostro, Enrique Ibarra compartió, también sus reflexiones más profundas sobre el arte de la política y aseguró que ésta “se hace con la cabeza, para pensar con claridad; con el corazón, para sentir las necesidades de la gente; y con carácter, para mantenerse firme en los principios”. Estas palabras resonaron con fuerza en el salón, un recordatorio no sólo de su carrera, sino también de los principios que lo guiaron durante su largo trayecto en el servicio público.

Uno de los momentos más emotivos de la mañana llegó cuando, con una mirada amorosa, agradeció a su esposa, Guadalupe Gallo Pérez, a quien describió como su «mejor elección». La ovación fue inmediata, no sólo por el reconocimiento a una compañera de vida, sino por el respeto y el afecto que la pareja ha generado a lo largo de los años. «Su orientación, contribución y estoicismo han sido invaluables en mis logros y satisfacciones políticas», confesó, mientras sus hijos y nietos sonreían con orgullo.

El maestro cerró su discurso con una reflexión profunda sobre la política, haciendo una clara alusión a las enseñanzas de Mariano Otero y Jesús Reyes Heroles, dos figuras que inspiraron su carrera. “La política no es para quienes buscan la comodidad de las respuestas simples, sino paraaquellos que se atreven a confrontar la complejidad con diálogo y apertura”, sentenció.

La ceremonia culminó con abrazos sinceros y felicitaciones. Enrique Alfaro, visiblemente emocionado, lo abrazó como si estuviera despidiéndose de un hermano mayor.

Al finalizar el evento, en los reflectores de los periodistas, el gobernador Enrique Alfaro, con una sonrisa, comentó que “cuando tienes un temperamento y un estilo como el mío, el tener a tu lado a un hombre (Enrique Ibarra), que es un ejemplo de serenidad, de reflexión ayuda mucho, entonces ha sido un apoyo invaluable en ese sentido”.

La luz del recinto iluminaba suavemente las canas de un hombre que, sin duda, ha dejado una huella indeleble en la historia política de Jalisco.

El evento culminó con un caluroso aplauso por parte de los asistentes, quienes se unieron en reconocimiento a una vida dedicada al servicio público. El homenaje a Enrique Ibarra Pedroza no sólo fue un tributo a su trayectoria, sino también una reafirmación de los valores que han guiado su vida: la ética, la justicia social y el compromiso con el bienestar de la comunidad.

Anuncia su retiro como figura política

El público convocado en Palacio Legislativo, viejos amigos, dirigentes políticos y ciudadanos, escuchaba con admiración se mantenían atentos, sabiendo que aquel hombre no sólo era una figura pública, sino también un mentor para generaciones de políticos.

Enrique Ibarra recordó que los días previos a la postulación de candidaturas, para las elecciones del pasado 2 de junio, Enrique Alfaro Ramírez “generosamente” le preguntó que si tenía algún interés para ser postulado como candidato de MC para retornar a alguna de las cámaras del Congreso de la Unión o a la siguiente legislatura local.

“Y la respuesta en ambos casos fue: si me permites, y hoy lo reitero, te acompañaré al final de tu gobierno y con ello concluiré mi dilatado hacer público y político”, anunció el tototlense, en un gesto que fue recibido con un aplauso cerrado, respetuoso, cargado de emoción.

Y explicó: “En mi caso yo tomé la decisión desde el 2018, en que fui distinguido por el gobernador Enrique Alfaro para contribuir con él en mi modesto quehacer como secretario General de Gobierno, que con las diez candidaturas que ya había tenido anteriormente a esa fecha y en las que contendí con toda pasión y esmero había cubierto ya mi rol en la arena política electoral que no volvería a figurar en ninguna papeleta a sufragar”.

Así anunciaba su retiro, tras 57 años de servicio público político.

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