DEPORTE/CULTURA
Estados Unidos, una potencia olímpica: Reflexiones sobre México y su desempeño deportivo
A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Desde los inicios de los Juegos Olímpicos modernos, Estados Unidos ha destacado como una de las potencias deportivas más grandes del mundo. Con un impresionante historial de medallas, el país ha producido atletas que han dejado una marca indeleble en la historia del deporte.
Nombres como Michael Phelps, el nadador más condecorado en la historia olímpica; Carl Lewis, el “hijo del viento” que dominó las pistas de atletismo durante años; y Simone Biles, la gimnasta que redefinió lo posible en su disciplina, son solo algunos ejemplos de la excelencia que caracteriza a los deportistas estadounidenses. Pero ¿qué hay detrás de este éxito continuado? La respuesta radica en un sistema bien estructurado que integra educación, entrenamiento y apoyo institucional.
El sistema de formación de deportistas olímpicos en Estados Unidos es un modelo de eficiencia y dedicación. Desde una temprana edad, los niños tienen acceso a programas deportivos organizados tanto en las escuelas como en las comunidades, lo que permite descubrir y nutrir talentos en una amplia gama de disciplinas. Las competencias escolares son la primera plataforma donde los jóvenes atletas comienzan a forjar sus carreras, y no es raro que aquellos que destacan reciban becas deportivas para continuar su desarrollo en el sistema universitario.
Aquí es donde entra en juego la NCAA (National Collegiate Athletic Association) organización que regula y supervisa las competencias deportivas universitarias en Estados Unidos. Fundada en 1906, la NCAA está compuesta por más de mil universidades e instituciones educativas, divididas en tres divisiones (División I, II y III) según el tamaño de la escuela, los recursos y el nivel de competencia.
Las universidades, especialmente las de la División I, son verdaderos semilleros de talento. Con instalaciones de primer nivel, entrenadores de élite, y una cultura que valora la competencia y el éxito, los programas deportivos universitarios de Estados Unidos preparan a los atletas no solo para triunfar en campeonatos nacionales, sino también para representar al país en el escenario mundial. Este sistema está financiado principalmente por las propias universidades, a través de una combinación de matrículas, derechos de televisión, patrocinadores y donaciones, lo que garantiza que los recursos estén disponibles para aquellos que más lo necesitan.
Por su parte, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) se encarga de afinar a estos talentos para el desafío olímpico. Con centros de entrenamiento dedicados, apoyo en áreas como la nutrición y la medicina deportiva, y un financiamiento basado en patrocinios privados y derechos de transmisión televisiva, el USOPC asegura que los atletas tengan todo lo necesario para competir al más alto nivel.
A diferencia de otros países, el éxito del deporte en Estados Unidos no depende de un financiamiento gubernamental directo, sino de una robusta estructura de apoyo privado que promueve la excelencia en el deporte.
Contrastemos ahora este modelo con el caso de México. Nuestro país, a pesar de ser el décimo más poblado del mundo y la economía número 15 a nivel global, ha tenido un desempeño olímpico muy pobre en las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos. La culpa se ha dirigido mayoritariamente hacia la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) y su gestión, especialmente durante la administración de Ana Gabriela Guevara. Sin embargo, limitar el análisis a la gestión de la CONADE es simplificar un problema mucho más profundo y estructural.
En México, el desarrollo deportivo carece de la integración y el apoyo que se observa en Estados Unidos. Nuestros programas escolares y universitarios no cuentan con los mismos recursos ni con un enfoque tan competitivo. La infraestructura deportiva es limitada, y muchas veces, los talentos jóvenes no tienen acceso a instalaciones o entrenadores de calidad.
Además, el financiamiento depende en gran medida del presupuesto gubernamental, que a menudo es insuficiente y mal distribuido. La falta de una cultura de apoyo al deporte desde la base, combinada con la ausencia de un sistema robusto que integre educación, entrenamiento y apoyo institucional, resulta en un desempeño mediocre en las competencias internacionales.
Entonces, ¿a quién debemos culpar por los pobres resultados olímpicos de México? Sí, la gestión de la CONADE tiene su parte de responsabilidad, pero el verdadero problema radica en la falta de un sistema estructurado y bien financiado que permita el desarrollo de nuestros atletas desde una edad temprana hasta la competencia internacional.
Abordar este problema requiere una reforma profunda en cómo concebimos y apoyamos el deporte en nuestro país. Necesitamos un sistema que, al igual que en Estados Unidos, fomente el talento desde la base, integre los esfuerzos de las instituciones educativas y cuente con el apoyo del sector privado.
México tiene el potencial para ser una potencia deportiva. Somos un país grande y con una rica tradición en varias disciplinas, como lo han demostrado atletas de la talla de María del Rosario Espinoza, ganadora de medallas en tres Juegos Olímpicos consecutivos en taekwondo; Paola Longoria, múltiple campeona mundial y panamericana en racquetbol; Aída Román, medallista de plata en tiro con arco en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; Germán Sánchez, medallista olímpico en clavados tanto en Londres 2012 como en Río 2016; y el joven Osmar Olvera, quien, con apenas 19 años, ha emergido como una promesa en los clavados debido a su reciente participación en Juegos Olímpicos.
Estos son solo algunos ejemplos de deportistas que han puesto en alto el nombre de México. Sin embargo, sin un cambio estructural en cómo se desarrolla y financia el deporte, seguiremos viendo resultados grises en los escenarios internacionales.
Por eso mismo, es fundamental que replanteemos nuestra estrategia y trabajemos para construir un sistema que esté a la altura de las expectativas y posibilidades de nuestra nación. Solo así podremos aspirar a ver a nuestros atletas brillar en el escenario olímpico como lo han hecho los grandes de Estados Unidos.
DEPORTE/CULTURA
Experiencia en el banquillo: Javier Aguirre y su Selección Nacional
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Queridos lectores, no es de extrañarse la salida de Jimmy Lozano, otrora técnico nacional, que todos sin excepción pegaron el grito en el cielo por su nominación por supuesto el “Vasco” Aguirre. El manejo de los medios como la afición, pero principalmente los directivos en esa cordialidad que se tiene de una amistad añeja, fue el preámbulo de estar al acecho de un novato Lozano que labra su camino con creces, con sinsabores, hipocresía, falsedad y escepticismo.
En casi todos los países, menos el nuestro, se da continuidad a los procesos menores de 23 años con refuerzos mayores, (caso olimpiadas) y otras categorías, imponiendo la base de la obtención de medalla olímpica en Tokio 2020-21, que debería tener un proceso normal sin interrupción para la selección mayor.
Nadie desperdicia un sueldo de más de 3 millones de dólares anuales, que sólo bastaba un “fracaso” y la anuencia del “Tata” mayor Azcárraga, para tener al frente de México y su combinado nacional a un personaje con mayor peso específico y blasones para presumir al mando un director técnico de renombre. Según Aguirre no le interesa la selección cuando en realidad los “dados estaban ya cargados” desde el principio de su posible nominación.
La precipitación de los “nuevos” directivos, que en realidad son los de siempre, al insacular a Lozano como interino, que obtuvo la negación generalizada por los medios televisivos con los comentaristas negativos y destructores de siempre que empezaron a manipular la actuación del técnico Lozano criticando hasta en los entrenamientos.
Obviamente el diplomático de Aguirre, haciéndose el desentendido juró y perjuró no interesarse en la dirección técnica de la selección nacional, que como arte de magia apareció “el fracaso” de la Copa América, que los nuestro fueron superiores a todos sus rivales logrando 4 puntos, que en este torneo referido no alcanzó para la siguiente ronda y la historia ya la conocemos todos.
Adentrándonos en el trabajo de Aguirre como responsable de México en la anfitriónidad compartida con USA y Canadá para el próximo mundial, es para nuestro punto de vista el augurio que nuestro país hará un papel que termine con el fantasma del quinto partido para acceder posiciones mejores y que nos ubiquen de mejor manera.
Jamás, nunca podemos aseverar que esta selección es la peor de todas cuando su base tiene jugadores interesantes, no mejores ni peores que nadie, que está por forjar su propia historia.
Toda generación de futbolistas es distinta a las demás que sobresalen los tapatíos Carlos Vela, Javier “Chicharito” Hernández, Giovanni Dos Santos, Moreno entre otros campeones mundiales Sub -17 con procesos adecuados y llevados de la mano, que lo reflejaron en un mundial.
Cuauhtémoc Blanco y su generación con “Cabrito” Arellano en plan grande y el propio Jared Borgetti, entre otros, sin olvidarnos del mundial USA 94 con Mejía Barón y los “monstruos” Hugo Sánchez, Carlos Hermosillo y el mejor guardameta de todos los tiempos Jorge Campos que revolucionó con sus condiciones y talentos un caso único en el mundo dominando 2 posiciones completamente diametrales con plan goleador como delantero y por supuesto guardameta, sin olvidarnos del “Emperador” Claudio Suárez y el “Maestro” Benjamín Galindo.
En Brasil, el mundial fue para la consagración de Memo Ochoa principalmente contra el anfitrión, que a la postre fue humillado por Alemania con estrepitosa goleada en el propio Maracaná (1 – 7), que el promotor y apoderado de Ochoa al parecer vendía “chicles” y pomada para los callos, con una proyección de nada, mereciendo un lugar en los mejores equipos europeos, que terminó en los peores y a la fecha de igual manera (2024).
El mundial pasado en Qatar, “Tata” Martino fracasó rotundamente con la base del tridente de Antuna, Henry y Alexis que ni los tomó en cuenta dejando fuera a Santi Giménez por el petardo de Funes Mori que nunca jugó y el error de las “vacas sagradas, venidos a menos con Andrés Guardado y Héctor Herrera en su peor momento ambos, que no debieron jugar, con un “Chucky” Lozano intrascendente.
Por otro lado, Aguirre pone la vara muy baja convocando al imberbe guardameta novato de 21 años de edad Alex Padilla, con tan solo dos encuentros en España, lo que indica que cualquiera y no lo decimos en el sentido peyorativo sino de más fogueo en primera división para tener méritos propios para un lugar en la selección nacional.
A diferencia de Lozano, el “Vasco” no tiene presión alguna, sino por el contrario tiene la tranquilidad y la confianza que no existe mayor exigencia para él, donde todo es miel sobre hojuelas, sin tener que rendir cuentas por todo y para todo, que por supuesto cualquiera trabaja de mejor manera.
La complicidad de Aguirre con los medios televisivos es de cordialidad, que tampoco ellos le tocaron un solo pero a su trabajo y trayectoria. Su brazo derecho es un español (Rafa Márquez), que al parecer tiene rato con él su cuerpo técnico trabajando en concordia y armonía, que comúnmente no son personajes que se cambien frecuentemente, creando vínculos fuertes afectivos que por supuesto facilitan las cosas para todos.
Lo que no se puede entender el empecinamiento de pretender avanzar en los mundiales, que irónicamente estamos retrocediendo, por múltiples factores de temas tan trillados como el no descenso, que la propia UDG se reveló con el entusiasta presidente del equipo Alberto Castellanos que se fueron a tribunales internacionales TAS, que lamentablemente no se tuvo el éxito deseado con el pretexto de muchas plazas de segunda división, que ahora pomposamente se llama “Expansión”, congelados arbitrariamente por la FEMEXFUT a capricho del amo televisivo.
Hacer el fútbol una empresa privada no tienen la autoridad alguna nadie salvo la FIFA, que difícilmente se mete en problemas de confederaciones, lavándose las manos y por supuesto el gobierno mismo que no tiene injerencia ni poder alguno en contra de dueños de equipo de fútbol salvo el pago de impuestos y otras trampas “doble nomina”, que saben manejar a la perfección ante el SAT.
Tras este breve episodio, que tiene que ver directamente con el fútbol su entorno y su problemática misma. El desenvolvimiento de la selección nacional en su proceso con el nuevo técnico en realidad no tiene ni pies ni cabeza con una generación diferente que recién empieza su historia, que como siempre nadie sabe a ciencia cierta su destino.
Por último, la selección mexicana está en realidad en buenas manos, con un técnico maduro, conocedor, estudioso con múltiples condiciones y cualidades que seguros estamos llevarán al equipo nacional a buen puerto. Lo que no se vale, es descalificar una generación de jugadores importantes y relevantes, que al final de cuentas llevará el sello de Lozano.
La base de sus centrales César Montes y Johan Vázquez, con un talentoso mediocampista creativo de Sebastián Córdova, jugadorazo, Luis Romo (mejor Copa América), el tridente Uriel Antuna, Henry Martín y Alexis Vega, incluyendo al guardameta Alex Padilla (refuerzo Memo Ochoa) con condiciones excepcionales.
Esa estupidez de los comentaristas al referirse al equipo mexicano, aseverando que (es lo que hay) me parece una total falta de respeto, que de inmediato pretenden nacionalizar a todos, cuando los aztecas tienen jugadores relevantes en cada posición, que no se necesita recurrir a los extranjeros.
Lo de Rafa Márquez como “auxiliar” es una verdadera farsa, que en realidad es un Shakiro (ciego, sordo y mudo), que como futbolista fue extraordinario que como director técnico le falta mucha personalidad como hombre de pantalón largo fuera de la cancha, que no tiene mayor trascendencia.
Barcelona se fijó en el por sus logros en su equipo, dándole oportunidad en categorías inferiores, tratando de explotar su imagen de extraordinario jugador que no es sinónimo de éxito como entrenador. Los “culés” es una organización seria en el mundo junto con Real Madrid humanista y agradecido con sus “cracks” para proyectarlos como entrenadores.
E-mail: etrememodelos@hotmail.com
DEPORTE/CULTURA
El cuerpo técnico y sus responsabilidades compartidas
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Amables lectores, mucho se dice de los jugadores en un equipo de fútbol responsabilizándolos de la derrota, ya que en la victoria todos se la adjudican. La responsabilidad de un equipo de fútbol es el director técnico en turno, que algunos aficionados la toman contra los directivos, dueños de equipo, en el que cada uno tiene una responsabilidad compartida principalmente el director técnico que es el enlace directo y único con los dueños de equipo.
Comúnmente repetimos, las derrotas son huérfanas, culpando la afición poco conocedora a entrenadores, directivos y los propios jugadores, por supuesto. En realidad existe un porcentaje sobresaliente por encima de todos que es el preparador físico, quien tiene la responsabilidad de tener físicamente al cien a los jugadores, sin excusas ni pretextos.
Las cargas de trabajo, la dosificación, el fondo físico, fortaleza y condición física, principalmente esta última que el cansancio o las limitaciones al respecto son responsabilidad única del referido personaje, incentivado como valor agregado con una proyección eficiente.
Existe una comunicación directa entre el médico y el preparador físico para adentrarse en cada jugador de manera personalizada, con una ficha técnica que el estudioso de la preparación física debe manejar y presentar al técnico o entrenador. Mucho tiene que ver la vida privada del futbolista con las bajas de juego que repercuten en lesiones. La soltería se supone ayuda sobremanera, que los “listos” jugadores se desvelen trasnochándose en fiestas o actividades sexuales en demasía y que decir del licor enemigo de los deportistas.
Los “tirones, desgarres, lesiones musculares” son producto de la falta de profesionalismo y ética del propio jugador, aun casado, que le gusta “reventar”, es por ello que existen las llamadas concentraciones, incluso de local en el torneo de liga, principalmente en “liguilla”, cuidando todos los aspectos de manera calculada y preventiva principalmente.
Por supuesto que es factor la educación, preparación intelectual y el profesionalismo para saber y entender que el fútbol actual es cien por ciento de fondo físico, con vertiginosidad, vertical de primer toque, con un ida y vuelta de prácticamente todas las posiciones de cancha, que obviamente excluye al guardameta.
En Europa difícilmente se lesiona el jugador por descuido propio en el tipo de lesiones que estamos manejando, el ritmo en los encuentros es intenso, con profundidad, a diferencia del sudamericano y latino que gusta del lucimiento personal, el “dribling”, la gambeta, el túnel” y las jugadas vistosas (brasileños argentinos y otros), que por supuesto embelesa al aficionado con su fútbol de magia y encanto (Ronaldinho, Neymar, Pelé, Maradona entre muchos más).
Frecuentemente existen jugadores que no explotan sus talentos y condiciones y no rinden en determinados equipos, que mientras más grandes e importantes sean mayor es el grado de dificultad y competitividad y el prestigio que representan.
Ejemplos notorios con Alexis Vega y Uriel Antuna, medallistas olímpicos en Japón 2020-21, que en “Chivas” de Guadalajara no mostraron su mejor fútbol, por parranderos y borrachos que para colmo graban sus “aventuras” de embriagarse sin razón de ser presumiendo banalidades superfluas sin sentido, como si fuera lo mejor de la vida (en su ignorancia lo es para ellos).
El “Chino” Huerta pasó por varios técnicos en el “chiverio”, lo prestaban, regresaba y no se mostraba como el gran jugador que es, haciéndolo en UNAM su mejor versión que lo llevó a selección nacional.
El caso de JJ Macías, delantero goleador, fue imperdonable la ineficiencia e ineptitud del cuerpo médico, que lo precipitaron en su largo tratamiento y lo volvieron a “tronar” de una lesión de consideración mal manejada que deberían despedir a los médicos “chafamex” y expulsarlos de por vida en el fútbol perdiendo el club millonadas económicas de un activo de primer nivel.
Los directores técnicos o entrenadores tienen toda la paciencia del mundo con los extranjeros, que los tratan de manera preferencial cobrando en dólares (que de hecho ya todos lo hacen) máxime si viene precedido de cierta fama.
Solari en el América, por ejemplo, otros interinos que lo hicieron bien como los argentinos Andrés Lillini o el propio “Tano” Ortiz, este último visto está no tiene condiciones para campeonar con cuadros de primer nivel con América y Monterrey, que por supuesto es un fracaso con planteles vastos y no coronarse con ambos.
Jamás, nunca escucho decir a un solo comentarista televisivo el factor preparador físico en el rendimiento puro de algunos jugadores, puesto que desconocen las entrañas de lo que es un cuerpo técnico, con todas las ventajas para lucirse que cobran en serio y tienen la responsabilidad de rendir al máximo cada uno de ellos (auxiliares, preparador físico, entrenadores de porteros, etc.), de un séquito de por lo menos cinco personajes que algunos están de más y “sangran” una nómina elevada que no tiene razón de ser.
Ciertamente el “Vasco” Javier Aguirre se la jugó de “bombero” en equipos débiles, salvándolos del descenso, demostrando que un verdadero técnico profesional se la juega con lo que tiene, no teniendo un estilo de juego definido por las circunstancias referidas.
Los “grandes” entrenadores en el mundo de primera, lo que hacen es reforzar al equipo, cuando en realidad tienen planteles completos y, aun así, se cobijan más aún, haciendo gastar a los dueños millones de euros en la compra de más jugadores.
Increíblemente los primeros en “reforzar” a equipos “grandes” son los comentaristas televisivos que se convierten en promotores opinando y sugiriendo como si de verdad tuvieran el conocimiento de causa de las necesidades y exigencias de cada equipo.
Existen comentaristas no muy conocidos como el tal “Willie” González de Milenio TV, con absurdos de opiniones en referencia al Rebaño Sagrado, que la globalización de equipos debe ser con jugadores extranjeros cuando precisamente la mexicanidad de “Chivas” es su grandeza como el equipo más importante y significativo de este país con jugadores nacionales.
Carlos Alazraki, un tipo obeso con la voz ronca, nula dicción, “vividor” de campañas políticas, mercadólogo, que se ofreció con Amaury Vergara dueño de “Chivas” prometiéndole el campeonato de liga sin saber nada de fútbol diseñando un equipo con extranjeros.
Es un sacrilegio futbolístico tratar de cambiar la esencia de un equipo querido y adorado por millones, muchos más que el América de mexicanos orgullosos de su nacionalismo y grandeza.
Es como decirle al ciudadano común que cambie el escudo nacional del águila devorando una serpiente, que representa el simbolismo del nacimiento y pertenencia de una nación de la raza de bronce que nos dan identidad ante el mundo de nuestros antepasados aztecas, de una raza preponderante con pleno conocimiento de las ciencias, astrología, herbolaria, arquitectura de las pirámides colosales y el diseño de una ciudad avanzada de su época.
Finalizando el tema central de nuestra crónica deportiva en funciones claves para el jugador mismo y su rendimiento uniforme de un semestre (integrando otro torneo como la MLS) de torneo de liga que la preparación física es fundamental.
El equipo de fútbol es eso, conjunción en la colaboración de todos en el ámbito de su competencia y especialidades, un ejemplo, lo fue el ex técnico de Guadalajara Paunovic que basó precisamente su esquema táctico en “morder” la marca con varios jugadores, en una intensidad que lo llevaron a disputar una final que no culminó con el campeonato, que sin fondo físico jamás lo hubiera logrado.
Es por ello que resaltamos el renglón físico para demostrar la importancia y el profesional de la materia señalada, de un punto que nadie lo comenta o pasa desapercibido. En los tiempos modernos cada vez más aparecen actividades de auxiliares “expertos en videos, espías” de los rivales en turno y un sequito impresionante de vividores del futbol, que en realidad son actividades intrascendentes.
E-mail: etrememodelos@hotmail.com
DEPORTE/CULTURA
Soberbia y poder en Coapa: América al desnudo
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Resulta sumamente interesante analizar y determinar lo que es y significa el equipo América fuera del cobijo de su televisora y el séquito de incondicionales promotores y aplaudidores llamados comentaristas del fútbol, sin olvidarnos del arbitraje mexicano que es factor en la “grandeza” e idolatría de este equipo prefabricado para campeonar.
La superación personal en muchos mexicanos obedece más por la envidia y el recelo de ver triunfar el vecino, al amigo, al hermano, al pariente, al compadre, el de enfrente etc., en el que sus complejos existencialistas afloran y no pueden concebir el éxito de los demás. Lo vemos en todos los ámbitos existentes, empresa, universidad, deporte, farándula, esta última de escándalo aflorando todas las calamidades y negatividades de los artistas que influyen e inciden en el ciudadano común.
En este país que se enfoca en superficialidades y banalidades qué pretenden establecer un estatus social, reflejado en la vestimenta de marca, el automóvil seminuevo, el club, el gimnasio, pero principalmente los llamados antros.
Es ahí que se presume lo que no se tiene tratando de llevar una vida lisonjera con alcoholismo, drogas y demás que es “el ligue” y conquista de muchos que las chicas comparten y es el preámbulo de su sexualidad que termina en moteles de paso o el depa del galán conquistador. Todo este preámbulo que forma parte de la idiosincrasia del mexicano, es importante establecerlo para tratar de entender un fenómeno social existente y sus raíces.
Adentrándonos en nuestra crítica hacia el equipo de Coapa, su existencia nace de la política bien definida y cimentada en base a “la chequera más rápida del oeste” con su propietario y creador del laboratorio de Frankenstein en Televisa y elaborar al monstruo futbolístico mediático por el poder y la influencia directa de su televisora.
América nació no solo para competir contra el “campeonísimo Chivas” rayadas de Guadalajara que arrasaba en el campeonato de liga (1955 – 1965) mexicano, teniendo 7 títulos de liga anuales casi consecutivos, un equipo de época como el mejor de todos los tiempos que jamás nunca nadie igualará, con la mística de superarlo por las buenas o por las malas, como una obsesión patética de su dueño Azcárraga Milmo.
El ADN del equipo millonario es la prepotencia, vanidad, egocentrismo, creando un equipo de fútbol ganador sólo para quitar aficionados a “Chivas” de Guadalajara, manipulando sus actuaciones hasta llegar a la enajenación de manera masiva televisiva.
Las declaraciones de sus jugadores son la misma tónica de ser los mejores, el equipo ganador por antonomasia, y una serie de disparates que repiten como loros del mismo disco rayado, que también lo hacen los técnicos de una manera exagerada de una supremacía inexistente.
No existe ocasión qué productores o conductores de programas televisivos mencionen al equipo americanista con preguntas encuestas (Fox Sports) resaltando día con día sus actuaciones de encuentros de campeonato local o internacional.
Es indiscutible que este equipo se preocupa y ocupa ganando todo torneo a disputar al máximo, con mentalidad triunfadora que tiene la mayor de las veces una plantilla de 25 jugadores que disputan cotidianamente la titularidad con sobrada calidad y talento que cualquiera tiene condiciones y están supeditados al plan estratégico y esquema táctico del técnico en turno.
El problema con este equipo es la soberbia con la que se maneja, inculcados por su actual propietario Azcárraga Jean, en el que no existen medianías de jugadores y cuerpo técnico. El fanatismo de sus hinchas inicia en los propios conductores y comentaristas, que existen en todos los medios, destacando la televisión, que son muy pocos reflexivos y analíticos cegándolos su favoritismo, que no admiten criticar por mínimas que parezcan discutiendo hasta el más insignificante detalle.
Nadie cuestiona la calidad de los cremosos, se critica la exageración, el mito de equipo invencible, que no lo es de hecho ninguno de todo el orbe lo es, magnificar las victorias y minimizar las derrotas es su dicho.
Lo más grave es con la afición que si el papá es malcriado los hijos también lo son, que el fanatismo ocupa un lugar preponderante, que se burlan de sus adversarios con los cánticos argentinizados que imitan sin mayor creatividad, olvidándose del “chiquitibum a la bimbombá”… por las frases ofensivas que todas las porras o fanaticadas lo hacen, sin excepción de los equipos locales.
La maquinaria mediática, el arbitraje, las preferencias, el acomodo del calendario de competición, iniciando por decreto (Azcárraga) todos los torneos, siempre favorecen al América con encuentros de equipos de media tabla hacia abajo que casi siempre ganan. Todo esto no existe en torneos internacionales, que precisamente desnudan al equipo “todopoderoso” en su realidad (CONCACAF, MLS, Mundial de Clubes, etc.).
Se presume como el equipo más ganador en México y enaltece su jerarquía como equipo grande. que recordamos que el torneo más relevante e importante de mayor calidad es la Copa Libertadores, Copa Sudamericana, en el que participan los mejores equipos del continente, que realmente Cruz Azul y Guadalajara disputaron una final y Pachuca conquistó un torneo.
La UANL en un minitorneo de campeones de clubes en Europa es el único equipo mexicano en disputar una final (3 encuentros), yo no veo al América en esas estadísticas contundentes, que están ahí en los anales de la historia mundial.
Sus máximos exponentes, Cuauhtémoc Blanco, Héctor Miguel Zelada, Carlos Santos, los despidieron por la puerta de atrás entre muchos más y qué decir de Leo Beenhakker, técnico holandés con el equipo más espectacular de todos, sin indemnizarlo, por el capricho de Emilio Diez Barroso, presidente del equipo y primo del magnate Azcárraga.
Algo que es importante señalar que caracteriza al América, es la prepotencia, presunción, arrogancia, entre otros adjetivos, que contagia a los suyos negativamente, el más fiel discípulo es Ricardo Peláez, que pisoteó al propio Cuauhtémoc que no quiso hacerle un encuentro de homenaje tratándolo despectivamente.
La llamada “Monumental” es una barra de enajenados que se comportan violentamente con un historial negativo con broncas descomunales dentro y fuera de su Estadio Azteca.
Las actuaciones vergonzosas y humillantes de los mexicanos en la liga MLS demuestran la realidad de la superioridad a nivel selección nacional y ahora a nivel clubes.
La magnificencia con que se maneja el América y la ostentación excesiva que lo cobijan en nuestro país, queriéndolo vender en este momento como equipo de época, por su bicampeonato que los encuentros contra Guadalajara y Cruz Azul fue descaradamente de ayuda arbitral a la usanza de siempre su segundo campeonato demuestra el autoritarismo y control de fútbol mexicano.
Son dos torneos participando los nuestros de manera consecutiva e infame, que increíblemente en el primero Querétaro y Mazatlán en el segundo sacaron un poquito la casta llegando a cuartos de final junto a Monterrey y América, este último recientemente desnudó en su realidad que no es el extraordinario equipo que nos venden todos los días y vanagloriándolo excesivamente.
Las “Chivas” de Guadalajara están peor, que en la primera etapa califican 2 de 3 equipos y no lograrlo es humillante y vergonzoso que su técnico Gago, argentino para variar, precisa que su curricular personal no le exime de un fracaso la actuación de su equipo con declaraciones fuera de lugar.
El torneo de CONCACAF último, Pachuca eliminó al América cuando el séquito de lambiscones comentaristas los ponían en la final del Mundial de Clubes, cuando ni siquiera calificaron y los “Tuzos” los pusieron en su lugar, fue en su campeonato de liga obtenido que no pudo demostrar este equipo referido estar a la altura de los grandes Real Madrid, Barcelona, Manchester United y City, Liverpool, Boca Juniors, River Plate, Palmeiras, Corinthians, Flamengo, etc.
La palabra humildad no existe en el diccionario del América, incluyendo principalmente sus directivos, entrenadores, jugadores, afición y sus vendidos comentaristas televisivos. En todas las farmacias venden pastillas de UBÍCATEX sería bueno que los tomarán todos los lambiscones y manipuladores del equipo de Coapa.
E-mail: etrememodelos@hotmail.com
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