Connect with us

NACIONALES

Hablemos de justicia laboral: Necesitamos fortaleza e imparcialidad de tribunales

Publicado

el

Opinión no pedida, por Armando Morquecho Camacho //

Alguna vez mi papá me dijo que si me detuviera a pensar en alguna actividad que no estuviera vinculada al derecho, probablemente no encontraría alguna, ya que al final del día, toda actividad que desarrollamos de manera cotidiana, tanto profesional como social, desencadena un sinfín de escenarios que son contemplados por distintos ordenamientos.

De hecho, aunque existen un gran número de definiciones de derecho, es posible notar que todos los autores coinciden en entenderlo como un conjunto de normas o principios que tienen la finalidad de regular las relaciones humanas.

Por ello, si estudiamos al derecho como un medio para regular las relaciones humanas, es muy fácil entender que en realidad no debemos desgastarnos tanto pensando en actividades que no están vinculadas con el derecho, ya que al final del dia, nuestras acciones u omisiones tendrán repercusiones jurídicas tanto positivas, como negativas.

Hay un punto en el que tenemos que ser claros, el derecho y la justicia no son solo para los abogados, esto debería importarle en cierta medida a toda la sociedad, ya que la fuerza de las instituciones de jusitica, así como la ética y la capacidad de los abogados que ejercen la profesión, tienen un gran impacto en la vida cotidiana.

Aunque de lo anterior hay un gran número de ejemplos, el día de hoy quiero dedicar este espacio a tomar un caso en concreto: el derecho y la justicia laboral, áreas que a menudo son despreciadas y minimizadas por el mismo gremio jurídico.

Pero primero ¿qué es el derecho laboral? Bueno, el derecho laboral es una de las herramientas legales más importante que tenemos a nuestra disposición, ya que a través de las leyes en la materia y de los tribunales especializados, tenemos la posibilidad de alcanzar y garantizar justicia e igualdad social para la clase más importante de México: la trabajadora.

Por un lado, las leyes se encargan de regular las relaciones obrero-patronales estableciendo derechos y obligaciones para ambas partes, mientras tanto, los tribunales se encargan de hacer cumplir lo establecido por el cuerpo normativo cuando este ha sido violado, y de esta manera se consolida (o se debería consolidar) un contrapeso entre sectores.

Lamentablemente, con el paso de los años, muchos han cometido el error de creer que cuando se habla de esta rama como un mecanismo de protección jurídica que busca garantizar y reivindicar la digindad de la clase trabajadora, nos referimos a que ésta es un medio para intimidar, hostigar e incluso, abusar de patrones, o en su defecto, para intimidar, hostigar y abusar de los trabajadores.

Debido a lo anterior, el derecho laboral se ha vuelto probablemente en una de las ramas del derecho más polarizadas que exiten, toda vez que ésta, se ha convertido en una verdadera guerra de clases fomentada y llevada al terreno jurídico por abogados que encontraron en la divisón y el miedo, una excelente herramienta para lucrar a costa de la certeza y la seguridad jurídica tanto de trabajadores como de patrones.

Asimismo, esta situación ha desencadenado un esquema de corrupción que ha alcanzado niveles rídiculos y del que todos, sin excepción alguna forman parte: abogados, patrones, trabajadores y funcionarios públicos. No importa que tan ridiculo sea, tristemente un laudo favorable siempre tendrá un precio, pero por más que esta situación se haya ‘’normalizado’’, nosotros ciertamente no podemos quitar el dedo del renglón, ya que hacerlo implica permitir que el ejercicio del derecho se continúe desvirtuando de tal manera que las leyes sigan siendo un mencanismo para someter.

Pero para evitar que este círculo de vicios continúe, lo primero que debemos hacer es ubicar la importancia que el derecho laboral tiene en la sociedad, y también, debemos entender que esta rama va más allá de contratos individuales y colectivos de trabajo, o huelgas e indemnizaciones.

En un sistema de mercado liberal y globalizado en el que el bienestar y el crecimiento económico dependen tanto del nivel de inversión extranjera como de la fortaleza de la industría nacional, la calidad, fortaleza e imparcialidad de los tribunales encargados de impartir justicia en la materia, así como la transparencia y la responsabilidad social de los sindicatos son elementos fundamentales para continuar impulsando un verdadero desarrollo económico.

Debido a lo anterior, el gobierno tiene el compromiso de generar condiciones favorables que permitan a los empresarios tanto nacionales como extranjeros mantener sus fuentes de trabajo en el territorio nacional garantizándoles certeza y seguridad jurídica en todos los aspectos, de tal manera que su crecimiento vaya de la mano del desarrollo y bienestar tanto personal como profesional de los trabajadores.

Es así, que en noviembre del año pasado se presentó, como parte de la reforma al Poder Judicial, una ambiciosa reforma laboral, que entre sus muchos aspectos plantea un nuevo sistema de justicia laboral al decretar una transición de la función jurisdiccional de las Juntas de Conciliación y Arbitraje a Tribunales Laborales dependientes del PJF y de los poderes judiciales de las entidades federativas.

Por otro lado, esta reforma también apuesta por la democracia sindical, planteando que los trabajadores sean consultados mediante voto personal, libre, directo y secreto la elección de directiva sindicales, firma de contratos y ratificación de acuerdos negociados.

Por ultimo, otro de los aspectos relevantes de esta reforma es la creación de organismos de conciliación y registro, que deberán dar seguimiento al registro a nivel nacional de organizaciones sindicales, contratos colectivos y reglamentos interiores de trabajo.

Sin embargo, resulta preocupante que ante el gran número de problemas y deficencias que existen en el sistema de jusitica laboral actual, la aplicación de esta reforma no sea simultánea en todo el país, ya que hasta ahora, aproximadamente solo 8 estados han comenzado a operar con el nuevo sistema, mientras que nuestro estado, que cuenta con un rezago de 105 mil juicios y que recibe 25 mil demandas laborales anuales, la implementación de esta reforma continúa siendo una fantasía, de hecho, la última fecha estimada que se dio para la implementación de la reforma fue mayo del 2022 (esto antes de la pandemia)

Aunque la reforma laboral plantea cambios bastante importantes en la forma de impartir justicia en la materia, tanto ciudadanos como abogados no debemos quitar el dedo del renglón y necesitamos recibir esta reforma con cierto esceptisismo, ya que resulta fundamental que nos planteamos también si este nuevo sistema será capaz de eliminar de fondo los problemas que han llevado a esta rama del derecho a desvirtuarse.

En la medida en la que entendamos que la calidad de nuestra justicia laboral está completamente ligada tanto al nivel de inversión, como a la calidad de las condiciones laborales que se ofertan en México, lograremos dar pasos importantes en la transformación judicial, el desarrollo económico y en el proceso de reivindicación de las condiciones laborales de la clase trabajadora en nuestro país.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

NACIONALES

La quimera del bienestar: La promesa del fondo de pensiones

Publicado

el

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

El tablero político de México, ese ajedrez implacable donde los peones y alfiles tejen estrategias de cara a elecciones y futuras jubilaciones, se encuentra nuevamente al centro de un huracán político y financiero: la creación del Fondo de Pensiones del Bienestar, promovido por Morena bajo la batuta del siempre carismático presidente Andrés Manuel López Obrador.

La propuesta, envuelta en la seda de la solidaridad y el bien común, promete un paraíso pensionario a trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE, dos gigantes que resuenan en el imaginario de la seguridad social en México.

Sin embargo, la realidad, como un diablo en los detalles, sugiere una narrativa menos optimista. Los fondos prometidos, esa garantía de 40 mil millones de pesos provenientes de cuentas inactivas de trabajadores de avanzada edad, palidecen ante la necesidad colosal de 1.5 billones de pesos anuales requeridos para cubrir las pensiones prometidas a unos 25 millones de empleados. ¿No es acaso esta una promesa tan frágil como las hojas de otoño?

En un gesto que rozaría lo desesperado, diversas fuentes de financiamiento han sido sugeridas: desde las ganancias de proyectos faraónicos como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles, hasta los remanentes de entidades paraestatales y adeudos públicos. ¿Pero qué certeza existe de que estos fondos estén disponibles cuando las hojas del calendario caigan en el momento de pagar las pensiones?

El esquema propuesto parece un mosaico de aspiraciones y fondos contingentes, donde la certeza financiera brilla por su ausencia. La diputada Ivonne Cisneros y el diputado Ignacio Mier, ambos estandartes de la propuesta, han hablado con la confianza de quienes ven tierras fértiles en el horizonte, pero los expertos y la crítica advierten que el terreno podría estar minado de desafíos insuperables.

España, un modelo a seguir en materia de pensiones, ofrece una tasa de reemplazo del 80% del salario, sustentado por contribuciones significativas tanto de empleadores como de trabajadores. En contraste, México aporta apenas un 9%, y los trabajadores, un mínimo del 1%. ¿Cómo se espera entonces alcanzar un ideal del 100% con aportaciones tan modestas?

El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, -sí, aunque usted no lo crea hay quien cobra como secretario del trabajo en México- ha sugerido que recursos incautados y parte de las utilidades de empresas estatales podrían abonar al fondo. Aun así, las sombras de la duda se ciernen sobre la viabilidad de estas fuentes, con críticos como Rolando Silva Briceño, de la Comisión Técnica de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México y Carlos Ramírez, expresidente de la CONSAR, apuntando a las lagunas y los riesgos de depender de recursos que bien podrían no materializarse.

Este enfoque disperso y fragmentado hacia el financiamiento revela una estrategia más de emergencia que de planificación a largo plazo. La opacidad en el manejo y asignación de los fondos sólo añade incertidumbre a un sistema que debería caracterizarse por su previsibilidad y solidez.

A la sombra de esta propuesta se teje también una trama de urgencia electoral, percibida por observadores como un intento de ganar el favor popular sin un plan robusto que asegure la sustentabilidad financiera a mediano y largo plazo. Los trabajadores mexicanos, en su justa demanda de seguridad en la vejez, podrían encontrarse en un laberinto burocrático para reclamar derechos que, por ley, les corresponden.

El debate, enriquecido por contribuciones de instituciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), llama a una evaluación meticulosa y basada en evidencia. Se pide a los legisladores un diálogo abierto y constructivo, imperativo para garantizar que las decisiones tomadas hoy no se conviertan en las cadenas del mañana para las finanzas públicas y la dignidad de los trabajadores al final de su vida laboral.

En este escenario, lleno de promesas y sombras, el Fondo de Pensiones del Bienestar se perfila como una criatura mitológica: imponente en la narrativa, pero esquiva en la realidad tangible. La esperanza de jubilaciones dignas se entreteje con el temor de que la realidad no cumpla con las promesas hechas en tiempos de campaña.

Mientras tanto, la oposición y los expertos señalan que la propuesta podría estar más orientada a cosechar votos que a sembrar las bases de un sistema pensionario robusto y equitativo. La crítica no es menor: se alega que el plan puede llevar a un incremento de la presión fiscal sin resolver de manera fundamental las deficiencias estructurales del sistema de pensiones actual. La preocupación es palpable: ¿se está comprometiendo el futuro fiscal del país a cambio de un beneficio político inmediato?

La falta de claridad en la operatividad del fondo y la indefinición de los mecanismos para la devolución de recursos son talones de Aquiles que podrían desmotivar a los trabajadores a ejercer su derecho a reclamar los ahorros que, con esfuerzo, han acumulado durante años. La posible complicación administrativa, largos tiempos de espera y trámites excesivos podrían ser un calvario para aquellos que se aventuren a reclamar lo que es legítimamente suyo.

El análisis no termina en la crítica: el Instituto Mexicano para la Competitividad y otras voces autorizadas sugieren que la propuesta requiere un replanteamiento profundo. Se advierte sobre el riesgo de que los recursos del fondo sean insuficientes y de que las aportaciones gubernamentales adicionales necesarias distraigan fondos de áreas cruciales como educación, salud y seguridad.

La posible expropiación de cuentas inactivas, aunque negada oficialmente, sigue siendo una sombra que planea sobre la iniciativa, aumentando la desconfianza entre los trabajadores y sus beneficiarios. Las figuras prominentes en la defensa del fondo, como Carlos Ramírez y Abraham Vela, ex presidentes de la CONSAR, reiteran que, aunque la propuesta no constituye una expropiación directa, la manipulación de cuentas inactivas sin una estrategia clara es una maniobra arriesgada y potencialmente injusta.

En conclusión, el Fondo de Pensiones del Bienestar, aunque noble en su intento de proporcionar una jubilación más generosa para los trabajadores mexicanos, se enfrenta a un mar de incertidumbre y escepticismo. Requiere un debate transparente, amplio y fundamentado en análisis financieros sólidos de esos que no sabe, ni le gusta hacer a la 4T.

Los trabajadores de México merecen un sistema de pensiones que no solo sea generoso en su retórica, sino eficaz y justo en su implementación. La verdadera medida del éxito de esta iniciativa será si puede pasar de las palabras a los hechos sin sacrificar la estabilidad económica ni la equidad social. Hasta el momento, no se ve cómo.

En X @DEPACHECOS

Continuar Leyendo

NACIONALES

Segunda llamada

Publicado

el

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //

A inicios de este mes se llevó a cabo el primer debate presidencial, un ejercicio poco esperado y poco visto por los votantes mexicanos. Como suele suceder las candidatas punteras se enfrascaron en descalificaciones y señalamientos y mostraron poco de sus propuestas para mejorar la situación del país, por su parte, Jorge Álvarez Maynez, con una sonrisa un poco extraña, a diferencia de sus redes sociales mostró una imagen apagada.

Los debates que deberían tener la función de comparar ideas, mostrar planes, proyectos, conectar con las y los ciudadanos, se han convertido en un show donde los candidatos que se saben abajo suelen atacar al que va a la cabeza en las encuestas.

A pesar de que la mayoría de los mexicanos son ajenos a dedicar dos horas de su día, (generalmente domingo), a escuchar propuestas de personajes que no conocen ni desean conocer, los resúmenes informativos y los videos de Tik-Tok son seguidos y replicados por bastantes ciudadanos.

Lo que vimos en el debate del 7 de abril, fue a una Claudia Sheinbaum segura, preparada y tranquila de que a pesar de tener muchos señalamientos a su gestión y a la administración federal que promueve, sigue arriba en las encuestas y parece que sus seguidores continuarán fieles a su causa. Su principal contrincante no lo encuentra en los partidos o candidatos, sino en la posible alta participación ciudadana del próximo 2 de junio.

Por su parte, Xóchitl Gálvez, mostró una imagen contrariada, parece que la sobreasesoría a sus gestos, imagen personal y lenguaje corporal pesaron más de lo que ayudaron, no fue ella misma y se notó. Los partidos de oposición se decantaron por Xóchitl porque es una persona fresca, sin señalamientos y eso venía a avivar la esperanza de poder refrescar la muy dañada imagen del PRI y del PAN, sin embargo, es claro que le cuesta desmarcarse de los partidos, se encajona cuando le preguntan por Marko Cortés y sobre todo, por “Alito”.

De Máynez, se puede comentar que si bien, presenta propuestas un poco más elaboradas, es notorio que aún no consigue la atención del electorado mayor de 29 años, del ciudadano que solo ve dos opciones para votar y que piensa que decantarse por una tercera vía podría ser equivalente a desperdiciar el voto.

Es de destacar el crecimiento en las redes sociales del zacatecano, desde la jingle de su campaña que ha sido un éxito en las listas de reproducción de México y algunos países más, hasta el click que ha tenido con los jóvenes en las universidades. Aunque Máynez se ve lejos del triunfo, la campaña despunta y podría conseguir una buena cantidad de sufragios con los jóvenes que votan por primera vez y que lo ven como una opción viable o una moda. En México hay 40 millones de posibles electores de 29 años o menos.

Este domingo 28 de abril se llevará a cabo el segundo debate, para Xóchitl, es de las últimas oportunidades para repuntar, es momento de romper cadenas y hacer lo que corresponde.

En sus mismas palabras, expresa que no le han gustado las imposiciones desde la casa de campaña:

En esta campaña he vivido cosas durísimas y quizá la más dura es la que pasó con mi hijo, tengo que decirlo. Y de repente he estado pensando ‘es que la gente no te quiere de huipil, porque una presidenta no puede traer huipil’. He hecho el esfuerzo de traer traje sastre que sí lo uso, pero me incomoda, y creo que en el debate nunca estuve cómoda, la verdad me sentía fingida”.

A pesar de que los debates no tienen la mayor audiencia, lo que se replica posterior a ellos sí influye en el electorado. La participación de las candidatas y el candidato es de las últimas oportunidades para demostrar que son mejores, o al menos dejar alguna frase o concepto contundente que haga pensar al elector que vale la pena tachar su nombre en la boleta.

Si Xóchitl no es contundente en el debate, si Claudia vuelve a tener un día de campo, si Máynez sigue con su tendencia en redes sociales, se ve muy difícil que el resultado pronosticado desde hace meses para la elección presidencial, pueda cambiar.

Continuar Leyendo

NACIONALES

Los roba viejitos

Publicado

el

Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi //

Aunque parezca una contradicción, los miembros de la 4ª Transformación imponen leyes, normas y reglamentos no obstante su público rechazo a la Ley. Los legisladores de MORENA se han apropiado de los cuerpos legislativos para legalizar lo que la voz del amo les ordena.

Mientras el Peje vomita ilegalidades cuando de cumplir leyes se trata, sus legisladores se afanan en legalizar lo que en su eterna campaña abominaba de los regímenes “conservadoneoliberales”.

¿Hasta qué punto los “compaleros de partido” del Prejidente deben ser sumisos, dóciles, abyectos?

La iniciativa de ley promovida por MORENA para adueñarse del dinero de las AFORES, de los ciudadanos de 70 años en adelante, es la muestra de que, cuando quieren, las leyes son inapelables, estupendas, magníficas, celestiales incluso.

Cuando las leyes les molestan es porque no les permiten hacer lo que les da la gana; porque son “obsoletas” o, como dicen en su cantaleta, confeccionadas por los conservadores.

Hasta ahora no se sabe con certeza cómo se van a pillar los 40 mil millones de pesos calculados. Mañosamente no se incluyeron mecanismos para obligar a emplearlos en la “cosa pública”; es decir no habrá manera de saber qué se hará con ese dinero; qué Secretaría lo administrará, cómo se repartiría entre las dependencias o los municipios y entidades. La tradicional opacidad de la casa, es la marca en esta “ley robaviejitos”.

No se incluyó ese candado porque lo que la 4ª Transformación necesita urgentemente es dinero. Dinero para la nómina; dinero para el Ejército y la Marina. Pero, sobre todo, urge “para ayer” dinero, mucho dinero, para la campaña de la candidata.

Pero esa huizachada no es contra el dinero “maldito” de los fifís, de los conservadores y de los ricos. Es dinero de la clase trabajadora, de los pobres, pues.

MORENA decidió, vía sus leguleyos, coger el dinero de los ancianos mayores de 70 años. Sin recato, sin pudor, vergüenza ni se diga, MORENA aprobará rapidísimo, con la mano en la cintura, esa medida que, según los expertos en Derecho, es inconstitucional.

Así que la Suprema Cortesana de la Nación tendrá que intervenir de nuevo para restaurar la legalidad en ese rubro. El” piñazo” será duro y a la cabeza. Y el revire hacia la Presidente Piña inmediato.

La esperanza de MORENA está en el tiempo. Si hay tardanza en la reacción para impedir este robo a plena luz del día contra los ancianos, podrán refaccionar sus campañas.

Todo apunta a que se echará abajo esa maniobra legaloide, pero después de las elecciones. Es decir, el gobierno de AMLO tendrá “oxígeno” financiero merced a la “ley robaviejitos”.

¡Ah!, porque cuando se apropie de esos 40 mil millones de pesos no habrá poder sobre la tierra que haga regresarlos a las AFORES.

No pocos “sesentones” están meditando si votan por los “robaviejitos”.

Hay un sentimiento de desilusión, enojo y decepción de este sector social. Seguramente la mano que mueve la cuna de MORENA calculó muy bien el daño que significa esa “expropiación” para los planes a perpetuidad que tienen en mente.

Debe ser muy grande el bache económico del partido en el poder para aventurarse a aprobar la “ley robaviejitos” en plena campaña. ¿Dirá algo al respecto la candidata Sheinbaum? ¿Seguirá con su frialdad -cual paleta de la Flor de Michoacán- y el mimetismo pejista?

¿Cómo aprovechará Xóchitl ese resbalón de MORENA? ¿Hará alguna cancioncita de sonsonete sobre los “robaviejitos” el Máynez?

Mientras tanto, en una región del occidente de México, la lucha del MC por preservar el poder tiene en ascuas a no pocos. Aunque usted no lo crea, Chema Martínez, con toda la mala fama que lo rodea como político, está a tiro de piedra de la candidata de los naranjas, Verónica Delgadillo. Ambos luchan por la alcaldía de Guadalajara. También en Zapopan” el candidato de bien muchos partidos”, Kumamoto, se acerca peligrosamente a Frangie.

Si el MC pierde los principales municipios, Lemus no la pasará muy bien, puesto que alrededor de un 65 o 70 por ciento de los votantes de Jalisco se asientan en el Área Metropolitana de Guadalajara.

Señoras y señores… ¡hagan sus apuestas!

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.