NACIONALES
Indiferencia que mata

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
“Lo preocupante del mundo no es la perversidad de los malos, sino la indiferencia de los buenos.”
MARTIN LUTHER KING
Las imágenes son terribles. Una pelea afuera de un plantel escolar entre dos menores de edad expone mucha de la realidad de la sociedad actual mexicana. El video muestra a dos chicas que no pasan de los 15 años y que se enfrascan en una pelea muy desigual donde la agresora golpea a Norma con una piedra en diversas ocasiones.
Según familiares, Norma Lizbeth sufría bullying en su centro de estudios desde hace tiempo; cansada de una situación recurrente de la que había alertado a las autoridades escolares desde un inicio, decide tomar medidas y encarar a su abusadora, afuera del plantel se da una pelea como seguramente se han dado muchas en diversos lados, los compañeros graban, algunos omisos, otros alentando la agresión… la abusadora toma una piedra, golpea en diversas ocasiones a Norma, termina la pelea con una “ganadora” y con una menor sufriendo diversas contusiones.
El incidente había pasado como uno más, como algo “normal” dentro de un plantel escolar, como una anécdota destinada a olvidarse en el tiempo, sin embargo, el lunes pasado, tres semanas después del incidente, Norma ha fallecido. ¿Los culpables? Todos. Las autoridades que no hicieron nada para proteger la integridad de la menor, los compañeros que decidieron grabar la pelea en vez de detenerla, con la idea de ganar likes, de promover el acoso cibernético o por miedo, los papás que no educan a los menores en cómo actuar ante estas situaciones… todos.
La situación es muy alarmante, en México hay seis y medio millones de estudiantes de nivel secundario y casi cinco millones en nivel bachillerato. Más de 11 millones de estudiantes en plena adolescencia acuden diariamente a educarse en planteles públicos o privados y situaciones como la anterior nos muestran que no acuden a entornos seguros.
El caso no es aislado, en secundarias y preparatorias de nuestro estado se han denunciado decenas de casos de bullying, acoso, abuso sexual, entre otros. Por encubrir a los agresores, por desconocimiento, o por simplemente normalizar estos comportamientos la mayoría de los casos han quedado en el olvido. Cuando se olvida no hay justicia, cuando no hay justicia la violencia crece.
Hace unos días la agresora de Norma y su madre fueron detenidas cuando intentaban cruzar la frontera con rumbo a Estados Unidos, la condena si es que la hay, la definirán las autoridades competentes. El caso se visibilizó gracias al seguimiento de los medios de comunicación después del fallecimiento de la menor, en los otros cientos de casos que suceden diariamente en los centros escolares, quien sabe que pasará.
La receta para resolver este tipo de temas es por todos conocida: la educación. Cuando era pequeño solía decirse que la educación es aquellos que la mayoría recibe, muchos transmiten, pero pocos tienen. Actualmente, la educación entendida como la aceptación y entendimiento de ciertos valores ha quedado en el olvido o ha dejado de ser un tema prioritario en el núcleo de la sociedad.
La falta de empatía generada en un mundo cada vez más indiferente hacia los problemas de los demás, la idea de que la individualización es lo más importante, el dejar que sean las mismas redes sociales quienes definan la escala de valores, la monetización de todo y el señalamiento como “generación de cristal” a aquellos menores que se quejan del abuso o que expresan sus emociones han sido un caldo de cultivo para que se den casos como el anterior descrito.
Si queremos una mejor sociedad y un entorno más seguro para todos, pongamos atención a los que sucede en los diferentes ámbitos de la sociedad, involucrémonos, definamos rutas, caminos y valores, retomemos las riendas de la educación, de aquella que se da en casa y de la que se enseña en centros escolares. El tejido social se construye día a día y nos corresponde a todos que no se rompa.
Que la indiferencia no nos alcance, que la omisión no nos pase factura.
NACIONALES
Cayó en Paraguay, el líder de «La Barredora», Hernán Bermúdez Requena

– Por Mario Ávila
La labor de inteligencia de las fuerzas policiales del país y con el apoyo de las autoridades de la República del Paraguay, fue detenido el líder criminal de la organización delincuencial «La Barredora», Hernán Bermúdez Requena, alias «Requena», El Abuelo» y «comandante H».
La detención fue anunciada por el secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno federal, Omar García Harfuch, a través de sus redes sociales, en donde él precisa que el presunto criminal fue detenido en Paraguay.
En un comunicado hecho público hace algunos minutos, García Harfuch, explica: «Por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de cero tolerancia a la corrupción, se llevó a cabo una operación conjunta encabezada por el Centro Nacional de Inteligencia CNI, Defensamx, Secretaría de Marina, Fiscalía General de la República, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en la que se realizó la detención de Hernán “N”, presunto líder de la organización criminal conocida como “La Barredora”.
En esta operación -abunda-, fue fundamental la participación de la Unidad de Inteligencia Financiera y el Centro Nacional de Inteligencia, así como el intercambio de información que hace posible la nueva Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia.
El comandante H, jefe de la policía de Tabasco de 2018 a 2014, presunto líder del grupo criminal La Barredora, dedicado al tráfico de drogas, la extorsión y el robo de combustible o huachicol, estuvo prófugo desde febrero y hoy, Hernán Bermúdez Requena ha sido detenido en Paraguay, según ha informado la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en un comunicado divulgado este viernes en la noche.
Bermúdez llegó al cargo cuando uno de los principales dirigentes de Morena, Adán Augusto López, era gobernador en el Estado.
NACIONALES
Hospitalizan a Manuel Espino tras derrame cerebral; permanece en terapia intensiva

– Por Francisco Junco
El diputado federal de Morena, Manuel Espino Barrientos, se encuentra hospitalizado en terapia intensiva luego de sufrir un derrame cerebral.
La noticia fue confirmada por el coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, quien detalló que el legislador de 65 años fue intervenido de emergencia durante la noche del miércoles.
“Tuvo un derrame en el cerebro y lo intervinieron hacia las nueve o diez de la noche. Está en terapia intensiva, en un lugar al que sus familiares, por la emergencia, lo condujeron”, informó Monreal, al tiempo que expresó su deseo de pronta recuperación y pidió oraciones por la salud de su compañero de bancada.
Espino, originario de Durango y actual integrante de las comisiones de Seguridad, Defensa y Comunicaciones y Transportes, fue trasladado por decisión de su familia a una clínica especializada, donde permanece bajo vigilancia médica. En un comunicado de Morena se informa que se mantiene estable dentro de la gravedad.
En redes sociales, la presidenta de Morena en Durango, Lourdes García Garay, envió un mensaje de solidaridad al legislador.
“Enviamos toda nuestra solidaridad y los mejores deseos de pronta y total recuperación a nuestro querido compañero diputado federal Manuel Espino. Confiamos en su fortaleza y en que pronto estará de vuelta”, publicó.
Con más de cuatro décadas de trayectoria política, Manuel Espino ha transitado por diversos partidos y cargos. Fue dirigente nacional del PAN entre 2005 y 2007, presidió la Organización Demócrata Cristiana de América y en los últimos años se integró a Morena, donde actualmente ocupa una curul por representación proporcional.
MUNDO
China, Japón y México: la batalla global por el internet del futuro con matices locales

– Por José Modesto Barros Romo, Conciencia Pública
El internet de ultra velocidad ya no es un asunto de ciencia ficción, sino un campo estratégico donde las potencias tecnológicas definen su hegemonía. Japón, China y, en menor medida, México, han roto en este año barreras históricas de transmisión de datos, cada uno desde trincheras distintas, pero con un objetivo común: asegurar ventajas en la economía digital del siglo XXI.
Japón sorprendió al mundo al anunciar que sus científicos del Instituto Nacional de Información y Comunicaciones Tecnológicas (NICT) lograron transmitir datos a 1.02 petabits por segundo a través de fibra óptica.
Se trata de un récord mundial que equivale a descargar en un segundo la información de más de 10 millones de videos en alta definición, el equivalente a todo el catálogo de Netflix en un solo segundo.
Más allá de la hazaña técnica, el logro japonés envía un mensaje claro: su apuesta es consolidar infraestructuras terrestres estables y de larga distancia, con la mira puesta en mantener la competitividad industrial frente a China, Estados Unidos y Europa.
El gigante asiático, por su parte, libra otra batalla: el dominio del espacio inalámbrico. China Mobile reveló que en una red experimental de 6G alcanzó velocidades de 280 gigabits por segundo, descargando un archivo de 50 GB (unas 25 películas de mediana calidad) en apenas 1.4 segundos.
A esto se suman proyectos universitarios que exploran transmisiones en frecuencias en terahercios y enlaces satelitales de 100 Gbps, tecnologías que se perfilan como piezas centrales en la construcción de un ecosistema digital global, donde China pretende marcar la pauta a la espera lanzar comercialmente las redes 6G para el año 2030 en todo su territorio.
La estrategia china es evidente: no se conforma con desplegar infraestructura terrestre, busca liderar el futuro de las comunicaciones en el espacio y en el aire, donde se definirá el control de datos y, con ello, el poder geopolítico. De ahí que los experimentos en 6G no solo representen avances científicos, sino una carta de presentación en la carrera tecnológica frente a los estadounidenses, japoneses y los europeos.
México, en contraste, aparece con un logro más modesto pero simbólico. El año pasado la empresa Megacable, en alianza con Nokia, alcanzó 1.1 terabits por segundo en pruebas de fibra óptica de larga distancia.
No es un récord mundial ni una revolución en telecomunicaciones (aunque sí es un hito a nivel Latinoamérica, equivalente a descargar un videojuego como Call of Duty: Modern Warfare III en un segundo). Esta es una señal de que nuestro país busca modernizar su infraestructura digital con miras a los próximos años.
El reto está en si estos avances se traducirán en beneficios reales para los ciudadanos o quedarán como demostraciones técnicas en un país donde millones aún carecen de acceso a internet estable.
La comparación es reveladora: mientras Japón apuesta por la perfección de la fibra, China por la supremacía inalámbrica y espacial, México apenas intenta ponerse al día. El dilema nacional es mayúsculo: ¿apostar por ser solo consumidores de tecnologías extranjeras o trazar un plan estratégico que coloque a la región en la disputa global por la soberanía digital?
Lo cierto es que el internet del futuro no será solo más rápido; también será la nueva frontera de poder. Quien controle las redes de transmisión controlará la información, la seguridad nacional y el desarrollo económico. Japón y China ya están en esa carrera. México, como suele ocurrir, observa desde la periferia.