Connect with us

NACIONALES

Millones de votantes sin representación política

Publicado

el

Opinión, por Fernando Núñez //

Morena desea reescribir las reglas del juego democrático a su favor. A diferencia de Venezuela, donde en su momento hubo un amplio respaldo popular a favor del chavismo, en México no existe tal apoyo popular a favor del morenismo. Y peor aún, la destrucción de nuestra democracia se intentará llevar a cabo sin siquiera estar representados millones de mexicanos que votaron el pasado domingo 2 de junio.

La representación política es el pilar fundamental sobre el que descansa la democracia. Por eso, el nombre de democracia representativa: los ciudadanos eligen a sus representantes, expresan sus voces y opiniones a través de ellos cuando se formulan políticas públicas y, cada determinado tiempo, van a elecciones donde reiteran o no su confianza hacia ellos. Una razón fundamental de la Revolución Americana de 1776 fue la falta de representación política: no taxation without representation. También fue una razón crucial de la Revolución francesa de 1789, en la cual finalmente se convocaron a los Estados Generales, algo que no se hacía desde 1614. Y también lo fue para el primer intento de Independencia en la Nueva España, en 1808, desembocando en la convocatoria de las Cortes Generales y la Constitución de Cádiz de 1812.

Desde la reforma electoral de 1977, nunca antes en México existió una discordancia tan grande entre por quienes votaron los mexicanos y quiénes ocuparán los asientos legislativos en el Congreso de la Unión: en 2024 alrededor del 43% votó por la oposición, pero la oposición ocupará únicamente alrededor del 26% de los escaños legislativos. Desde la reforma electoral de 1996, nunca antes en México existió una sobrerrepresentación tan abrumadora en la Cámara de Diputados: en 2006, la sobrerrepresentación del PAN fue de 5.9%; en 2012, la sobrerrepresentación de la alianza PRI/Verde fue de 8.2%; en 2018, la sobrerrepresentación de Morena/PT/PES fue de 16.4%; y, ahora, la sobrerrepresentación de Morena/PT/Verde será de alrededor de 20%. Desde la inauguración de la democracia mexicana, nunca partido político alguno se empeñó en destruir nuestra democracia haciendo uso de sus mayorías parlamentarias y, dicho sea de paso, mayorías parlamentarias tan completamente artificiales.

Millones de mexicanos no están representados en el Congreso de la Unión. Si en la Cámara de Diputados es donde reside la voluntad popular, Morena y sus aliados solo se han encargado de cortarla, cercenarla y pisotearla. Porque a través del voto del pueblo, López Obrador jamás obtuvo el mandato popular, las mayorías calificadas, para llevar a cabo la destrucción del INE, del Poder Judicial y, con ello, de la democracia mexicana. Si tan a la mala se ha impuesto el presidente, Morena y sus partidos aliados, entonces, ¿por qué millones de mexicanos que votaron en contra del proyecto autocrático morenista, y a quienes les negaron representación legislativa, no se atreverían a tomar el Congreso de la Unión? ¿por qué no quisieran arrancarle una falsa soberanía, una falsa autoridad suprema, al partido del presidente y sus aliados?

Lo que intenta imponer López Obrador no es democracia, o el poder del pueblo, sino autocracia: el poder por sí mismo. Si nos adentramos por ese camino, mientras dejan sin representación a casi cuatro millones de mexicanos, lo mínimo que habrá será inestabilidad política. Ahí está la historia de advertencia.

E-mail: fnge1@hotmail.com

En X: @FernandoNGE

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

NACIONALES

Se nos desgarró la esperanza

Publicado

el

Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //

En México, se nos desgarró la esperanza de tantos engaños, mentiras y traiciones de nuestros gobernantes. Hoy, México demanda y necesita respuestas profundas de cambio. La respuesta NO estará en los partidos políticos de dónde salieron aquellos gobernantes.

Mahatma Gandhi decía que era preferible ser vencido por decir la verdad, a triunfar desde la mentira. Es hora de que fundamentemos nuestras vidas desde la verdad y no toleremos nunca más, de nuestros gobernantes, engaños, mentiras y traiciones.

Teuchitlán es ejemplo de lo que sucede en todo México. La verdad nacional está enterrada y sigue prohibido levantar la tierra que cubre las vergüenzas de sus gobernantes. Por dar un ejemplo, las vergüenzas de lesa humanidad de Enrique Alfaro, exgobernador, están enterradas en Teuchitlán y en más lugares de Jalisco.

Tuve como maestro, en la prepa, al doctor Mariano Azuela, años después presidente magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Él nos dijo que el Derecho mexicano era de los mejores del mundo, pero que no se cumplía; entonces diferí de tal perfección, pues, según lo dicho por el propio Mariano Azuela, estaba construido con más burbujas que un queso gruyere, que lo hacían ineficiente, tolerante y permisivo, no por descuido y sí con el propósito de abusar desde el poder.

Nuestros presidentes y gobernadores han soñado con perpetuarse en el poder; incluso han sondeado la posibilidad de dar un golpe de Estado. Claudia Sheinbaum ya lo logró cuando aún no empezaba; nos dio el más cruel golpe de Estado.

Sheinbaum ganó la Presidencia de la República con triquiñuelas morenistas, compra de votos, ayudas del crimen organizado y posibles barcos con huachicol; su triunfo garantizó protección a Andrés Manuel López Obrador.

Xóchitl Gálvez, de antemano, estuvo derrotada ante delincuentes y fraudes fiscales. Ahora, AMLO sueña con volver a la presidencia en la persona de su hijo Andy y regresar por lo que no se llevó. Sheinbaum prepara el camino. Lo cuida y obedece. Es fiel al mal.

Claudia Sheinbaum hoy va más allá de todo atrevimiento pasado de abuso dictatorial y tiránico. A la presidente no le basta con el golpe de Estado que ha preparado en contra del Poder Judicial desde una elección más que amañada; ahora quiere censurar nuestra libertad de pensamiento, palabra, información, conocimiento y acción.

Pronto, vivir en México será tanto o más limitante que estar en prisión. La nueva Ley de Telecomunicaciones de Sheinbaum es lo más peligroso que a nadie antes se le ocurrió. ¡Cuidado! Quien vote a su favor te estará traicionando. Estaremos peor que en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua o Venezuela. Nunca más seremos libres. Se aprobará sin análisis ni debate.

Aquí he dicho que la presidenta Sheinbaum SÍ actúa en contra de algunos de los malandros del fentanilo; pero aclaro, lo hace por complacer al presidente Trump. Me detengo para reflexionar sobre por qué Sheinbaum persigue y detiene a los malandros que le ordena Trump y deja libres a quienes dominan vastos territorios en México desde sus gobiernos estatales y municipales.

A lo largo de mis casi 72 años de vida, tres han sido mis días más profundamente tristes. El más doloroso fue, sin duda, cuando mi hija se nos moría a mi esposa y a mí, siendo una bebé. Laura Farballa, escritora mexicana, dice: “El dolor más grande no es el que grita, es el que se lamenta en silencio; no es el que llora, es el que inunda de sufrimiento; las peores heridas no son las que sangran sino las que desgarran por dentro”.

Miles de madres y padres, en México, han dejado de contar sus días de vida, pues han muerto con las ausencias de sus hijos e hijas desaparecidos, que quizá yacen en alguna de las miles de fosas clandestinas en todo México. En Jalisco, este mal es el mayor de todo México.

El crujir de las almas de esas madres y padres se alza cuando las voces de sus hijos e hijas claman por justicia ante quienes en el mal encuentran sus complacencias y frente a gobernantes permisivos, indolentes e inhumanos, cómplices del mal.

Recién, ante el Congreso del estado, Omar García Harfuch nos hizo saber que Enrique Alfaro, exgobernador, por tres años se opuso a brindar toda autorización para excavar en nuestro territorio en búsqueda de desaparecidos en Colima. Me pregunto por sus motivos y solo encuentro una respuesta: Alfaro estaba comprometido con los delincuentes. México no puede más seguir con tanta maldad desde los escritorios de sus gobernantes.

García Harfuch, ante legisladores locales y padres de desaparecidos, dijo: “No se puede hablar de justicia si impides que una madre busque a su hijo; no se puede hablar de seguridad si escondes fosas en tu territorio”, y yo agregaría “no se puede indagar crímenes en donde el propio gobierno ha alterado el lugar”, como sucedió en Teuchitlán.

Enrique Alfaro supo que Jalisco apestaba a crímenes de lesa humanidad por la desaparición de hijas e hijos de miles de madres y padres ignorados por él y su gobierno. Su firma la escribía con tinta sangre en sus negativas de la búsqueda de la verdad en Jalisco.

Hay suficientes pruebas para traer, detener y enjuiciar a Enrique Alfaro. Según Omar García Harfuch, entre 2020 y 2022, desde el gobierno de Colima, se presentaron más de 220 solicitudes de búsqueda coordinada en los municipios de Tamazula, Teocalitlán, Tonila, Tuxpan y Zapotlán. Alfaro siempre se negó; por ello es cómplice.

Enrique Alfaro no cumplió y debe regresar de España a explicar y, en su caso, pagar judicialmente. Pregunto: ¿Quién llamará a cuentas a Enrique Alfaro? ¿Quién lo acusará desde el gobierno federal, acaso Omar García, o estatal de Pablo Lemus? ¿Quién borrará sus sueños de entrenador de futbol? ¿Qué hace Pablo Lemus para escribir otra historia para Jalisco en seguridad?

Un buen gobernante no se satisface con hacer obras de buena utilidad comunitaria; ante todo, gobierna con dignidad, verdad y justicia social. La cercanía con el pueblo no se cumple por estrechar sus manos, sino por entender sus dolores y estrechar sus almas.

Continuar Leyendo

ENTREVISTAS

Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Publicado

el

Por Francisco Junco //

“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.

Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.

Un camino desde abajo

Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.

“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.

Retos de una elección sin precedentes

En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.

Dilemas judiciales

Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.

“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.

Una justicia humana y equitativa

Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.

Propuestas claras

¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:

“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.

Deuda histórica con las víctimas

Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.

El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.

En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.

En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.

Continuar Leyendo

CARTÓN POLÍTICO

Herida abierta

Publicado

el

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.