JALISCO
Participan cerca de dos mil personas: Se manifiestan en Guadalajara contra la sobrerrepresentación
Por Francisco Junco //
Las banderas tricolores ondeaban frente a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) en la ciudad de Guadalajara, acompañada de consignas como “¡la Ley, es la Ley!”, “¡No a la sobrerrepresentación!” y pancartas que gritaban “INE y TRIFE Electoral cuenten mi voto, No a la sobrerrepresentación”, “Rechazamos la reiterada agresión a la democracia y Libertad” o “¡Respeten mi Voto”, entre miles de protestas contra, lo que a su decir, es “el asalto a la Cámara de Diputados, que quiere imponer Morena en la Cámara de Diputados”.
Esta escena se repitió en al menos 47 ciudades del país, ahí en las instalaciones del INE, así como en la sede central de Ciudad de México, donde al mismo tiempo, los manifestantes expresaron su malestar contra el partido oficialista, Morena, al querer “agandallar” curules en la Cámara de Diputados federal, bajo el argumento del ocho por ciento por partido.
“Hoy estamos más de cuarenta ciudades en la República, es una manifestación simbólica, con una exigencia bien clara, que se respete la voluntad de la gente en las urnas. En particular, el tema de la sobrerrepresentación, es un tema que nos preocupa en demasía. Tenemos ahorita una presión hacia los consejeros del INE, lo más importante, para que actúen conforme a la Constitución, y segundo, muy probablemente ir al Tribunal Electoral, y también la presión ciudadana es hacia los magistrados del Tribunal Electoral, para que actúen conforme a la Constitución”, señaló Pedro González, representante de Xiudadanos MX.
“Hay una clara intervención irregular de la Secretaría de Gobernación en un proceso que le toca al Instituto Nacional Electoral, que es la definición de los diputados federales en una mala interpretación de la Constitución, a todas luces queda muy claro que hay una irregularidad de esta interpretación”
Cerca de las 11:30 horas en la calle Isabela Católica y Golfo de Cortes, cerca de la emblemática Glorieta de la Minerva, más de dos mil personas se manifestaron en las instalaciones de la delegación del INE en Jalisco, para expresar la exigencia a los consejeros de este órgano electoral, para que no se deje llevar por presiones del partido oficialista, Morena y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para acceder a la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados federal, tras los resultados de las elecciones del dos de junio.
Es una manifestación de presencia simbólica de la ciudadanía, señalaron algunos de los organizadores, no se trata de sacar a toda la gente “para decir que no estamos de acuerdo con el tema de la sobrerrepresentación, eso lo sabe la autoridad, hoy venimos en representación de millones de mexicanos que lo único que queremos es que se aplique la ley”.
Y es que, Rubén López, de Misión Rescate México, citando el artículo 54 de la constitución, fracción primera y fracción quinta, aseguró que es fundamental para que no exista sobrerrepresentación como lo pretende el gobierno morenista, “no puede haber una interpretación mañosa ni perversa como lo pretenden hacer desde la presidencia de la República, desde la Secretaría de Gobernación y obviamente el presidente del partido Morena, se tiene que aplicar la ley, aplicar la Constitución”.
La interpretación, agregó, es de que los partidos y coalición tienen el mismo significado, además que así se registraron, como un solo ente, el único partido que jugó solo es Movimiento Ciudadano, los demás partidos fueron en coalición y es como se les debe tener ante la ley, como un solo ente.
“Están interpretando mañosa y perversamente, el presidente de la República y el presidente de Morena. Interpondremos los recursos necesarios, los que no estamos de acuerdo. Por eso tenemos que estar todos atentos y hoy venimos a decirle al INE, cumple con tu responsabilidad e interpreta bien el artículo 54, fracción primera, fracción quinta”, argumentó.
En un estrado de madera improvisado, Francisco García, identificado como un “simple ciudadano”, ya que no pertenece a ninguna agrupación civil, señaló que “ningún acuerdo político, puede estar por encima de la Constitución y la sociedad civil, lo único que reconocemos es la Constitución”
“Hoy, estamos reunidos; haciendo uso de nuestros derechos a la libertad de expresión, reunión, asociación y manifestación; para exigir a las autoridades el cabal cumplimiento de la voluntad del electorado en las pasadas elecciones del día 2 de junio de este año. Los ciudadanos somos soberanos y creamos el poder público para nuestro beneficio al elegir a nuestros representantes a las cámaras de diputados y senadores”, apuntó en el discurso central del evento.
Explicó que los partidos políticos son entidades de interés público que son financiadas con los impuestos y, su función principal, es presentar a los ciudadanos, a un candidato a diputado federal por cada distrito electoral; es claro que una coalición, también es una entidad de interés público, porque también tiene esta función: presenta a los ciudadanos a un candidato a diputado federal por cada distrito electoral.
“En esta lógica”, acotó, “la interpretación constitucional que debe prevalecer es la misma para coalición y partido. Por lo tanto, ninguna entidad de interés público, como lo son los partidos y las coaliciones, podrán contar con más de 300 diputados por ambos principios del total de 500 que conforman la Cámara de Diputados”.
“La Constitución prohíbe la mayoría calificada, que significa el control total de cualquier fuerza política, porque constituye la garantía de la república, que se obtiene de origen, garantía, que estamos dispuestos a defender con todos los recursos a nuestro alcance y si es necesario, con la vida como hicieron los héroes que lograron tal hazaña”.
Mientras la multitud vitoreaba a la República, “¡Que viva la república!”, gritaba el orador, “¡Vivaaaa, vivaaa”, respondían los presentes. Y subrayó que lo cierto es que, el pasado 2 de junio, los ciudadanos eligieron a políticos, para ser los representantes entre tres opciones, no entre siete; “no tuvimos los nombres de siete personas, fueron tres nombres de ciudadanos candidatos”.
“Lo fundamental para la Constitución y los ciudadanos; es que elegimos entre tres opciones de personas que son candidatos a representantes como diputados federales, lo secundario, es la forma del grupo político en el que participan, sea coalición o partido. En las anteriores elecciones, con todo y las trampas conocidas, el partido o coalición de Morena y aliados, obtuvo el 54.7% de los votos a diputados federales. Es por ello, que no deberá estar sobre representado en más del 60% en el Congreso, esto es, no deberá tener más de 300 diputados esa coalición”, expuso Francisco García.
“En estricto apego al espíritu de la constitución de todos los mexicanos, exigimos evitar el abuso y arbitrariedad de los organismos, que deberán, con altas miras nacionalistas y constitucionales, contener la deshonestidad, la inmoralidad, la corrupción y la indolencia de los órganos y de quienes ejercen presión sobre ellos”.
“¡La ley si es la ley!, ¡La ley si es la ley ¡” y “¡muera el mal gobierno!”, respondía la gente a las palabras del orador, “¡No al agandalle, no al agandalle ¡”.
Finalmente aseguró que, de no cumplir el mandato constitucional, “entenderemos que existe una colusión de servidores públicos y que eso significa traición a la patria. Irrespetar el orden jurídico y constitucional, es transgredir la relación entre gobierno y gobernados. Hoy estamos aquí para denunciar la posible violación a nuestra Constitución. Hoy estamos aquí para contener el poder absoluto. Hoy estamos aquí por sus y nuestras familias. Hoy estamos para defender la confianza que el mundo deposita en México porque somos una República”.
El evento, al cual se vieron personajes como el ex exprocurador de Justicia, Tomás Coronado, el senador electo Francisco Ramírez Acuña, el ex secretario de Educación Toño Gloria, diputado federal Gustavo Macías, terminó con la entonación del Himno Nacional de México, para posteriormente poner cada una de las pancartas, letreros, mantas o lonas en los barrotes que delimitan las instalaciones del INE Jalisco.
JALISCO
Plato exquisito en la grilla nacional: El rumbo de Jalisco en veremos
Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Esa aparente calma que vive Jalisco, esperando la definitiva solución a las impugnaciones electoreras, he servido para ratificar la mecánica nacional de los partidos políticos. Pretender que hubo fraude cuando no les favorece la votación es una práctica común y corriente. Defender con las uñas el triunfo igual.
Impugnar de la elección hasta porque salió el sol cuando el “mentirológico” había pronosticado nublados; victimizarse por el género es también muy recurrente. Decir que “la voluntad del pueblo” no se respetó y asegurar que los perdedores son quienes realmente ganaron es una estrategia ya muy ajada, pero que sirve para atorar lo que los organismos electorales han determinado.
Desde que la democracia se instaló en ese país, quienes esperaban un triunfo y no lo lograron han echado mano de los recursos habidos y por haber para impedir o, por lo menos, “mosquear” al que supuestamente ganó.
Los recovecos de la ley electoral, con sus retorcidas interpretaciones, o sus no muy diáfanas instrucciones y, por supuesto, la letra chiquita, se han vuelto el pan nuestro de cada elección para los “affairs” post electorales
Por supuesto que la democracia apoya estas prácticas a las que han recurrido todos los partidos, ya que la confección de la ley de marras fue ideada y realizada por los partidos políticos, quienes se aseguraron de tener siempre rescoldos para frustrar, frenar o impedir que los triunfos electoreros sean “sin tocar baranda”, con el consabido toque democrático.
Por ello, en Jalisco se vive una especie de limbo político. Por una parte, Pablo Lemus tiene ya una boleta de ganador, pero no lo toman en cuenta los centralistas gobernantes virtuales. Por la sencilla razón de que de aquellos lares viene la consigna de impedirle que gobierne a Jalisco.
“Haiga sido como haiga sido” es el dicho de quienes consideran que deben aceptarse las consecuencias de los actos o actividades. Por tanto, en Jalisco tenemos la situación de que hay quienes “ni pichan ni cachan ni dejan batear”. El pueblo, mientras tanto, sigue recibiendo andanadas de información, tanto del ganador oficial, como de la perdedora en pugna, Claudia Delgadillo.
Lemus, incluso, ha mentido, -aseguran sus detractores- para aparentar que tiene contacto con los caciques del centro; aunque ha sido “bateado” (igual que Alfaro) cuando hay reuniones convocadas por la virtual presidenta con los gobernadores que les son simpáticos.
Lógico, si desde allá han urdido la intríngulis para “ensangrentarle la daga” que ya trae entre pecho y espalda Morena, no lo van a invitar, menos a convalidar como “gobernador electo” tal cual reza el papel que le extendió el organismo estatal que organizó las elecciones en la entidad.
Otro frente de esta impugnación lo trae Chema Martínez. Se subió también al tren de la inconformidad para ver qué consigue contra Verónica Delgadillo. A Chema quien no lo conoce puede comprarlo, tiene la característica de ser necio cuando se trata de satisfacer sus apetitos políticos (para sus fans, sin embargo, es persistencia, no necedad).
¿Afecta a Jalisco que desde la Nueva Tenochtitlán le hagan feo o vacío? Es claro que sí. El poderío federal es aplastante. Los manotazos del centro, desde que se conformó la República Federal desestabilizan, descontrolan y pueden incluso arruinar a cualquier entidad que se oponga al presidente en turno.
AMLO ha seguido el patrón de Carlos Salinas de Gortari, quien siendo Primer Mandatario destituyó casi a la mitad de gobernadores de sendas entidades. Y eso que era también del RIP. ¿Por qué habrían de tentarse el corazón los actuales mandones? La estrategia salinista ha sido refinada por los ex priistas que militan en Morena.
Por eso no sería raro que Lemus, si su mentor Dante no negocia (ni que decir de Alfaro, semi retirado de la grilla) o se quede como el perro sin miel y sin jícara. No sería extraño. Los morenistas han demostrado que sus insaciables afanes de poder carecen de ética, moral y decoro y en Jalisco no sería la excepción intentarlo todo para vestirlo con el atuendo morenista.
La pregunta es: De presentarse esta situación política de repetir las elecciones ¿volverían a ganar Lemus y Verónica Delgadillo? Argüir que no es a lo que apuestan los impugnadores. A que los jalisquillos se cansen de tanto pleito y concedan, y acepten, a los hoy perdedores.
No es cosa menor que el rumbo de Jalisco esté en veremos por causa de la indefinición electoral; tampoco que algunos sudan la gota gorda y potros se frotan las manos. Jalisco es un plato exquisito en la grilla nacional. Como dijo José Feliciano, “ya veremos” en que paran estas misas. Mientras tanto, las especulaciones continúan; los chismes proliferan; las deducciones, pronósticos y apuestas corren con gusto en los ámbitos de la grilla.
JALISCO
Regresemos a la concentración del poder
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
Ante la aprobación de la reforma judicial por mayoría calificada en el Congreso de la Unión, el día 3 septiembre de este 2024 pasó al Senado de la República dicha reforma, en medio de los paros, marchas y protestas que avanzan.
en Jalisco, el Supremo Tribunal de Justicia del Estado emite breve y escueto comunicado condenado el sentido de dicha reforma; sin embargo, no hay más allá de eso, pues deciden no unirse a los paros que encabeza el Poder Judicial federal, frente a la elección de jueces, ministros y magistrados de manera directa a través del voto popular de la ciudadanía.
La defensa por la independencia y autonomía del poder judicial en el ámbito local resultó pasiva y sometida, sin novedad.
En este sentido, de trascendencia abrumadora y desilusionante ante una reforma que evidentemente impacta la autonomía y la independencia de uno de los poderes de la Unión, dedicado a impartir la justicia, pilar constitucional del equilibrio y contrapeso del poder público con la administración de justicia, que sea intervenido, disminuido y sometido a los otros dos poderes (Ejecutivo y Legislativo) de tal manera, que las postulaciones a jueces, magistrados y ministros podrán ser votados en elección popular, con requisitos inverosímiles para la solemnidad, pero que al final describen bien la esencia de esta reforma y la definen claramente con los siguientes requisitos: “presenten un ensayo de tres cuartillas donde justifiquen los motivos de su postulación y remitan cinco cartas de referencia de sus vecinos, colegas o personas que respalden su idoneidad para desempeñar el cargo”.
En este contexto, en el que la forma de elegir a los máximos cargos del Poder Judicial, también se resumirá a la postulación que hagan los otros poderes y que sin duda rompe la independencia entre ellos, tenemos como claro ejemplo este párrafo de la reforma: “Para el caso de Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Magistradas y Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación e integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial. El Poder Ejecutivo postulará por conducto de la persona titular de la Presidencia de la República hasta tres personas aspirantes; el Poder Legislativo postulará hasta tres personas, una por la Cámara de Diputados y dos por el Senado, mediante votación calificada de dos tercios de sus integrantes presentes, y el Poder Judicial de la Federación, por conducto del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, postulará hasta tres personas por mayoría de seis votos.”
Vamos a politizar el Poder Judicial, y serán evidentemente los partidos políticos, sus mayorías e intereses concretos, quienes impartan la justicia de los mexicanos. Indultos serán sus mejores beneficios partidistas a sus acuerdos, vuelve la corrupción, la opacidad y el control al país, la nueva mafia del poder.
Sucede pues, que, en plena espera de la resolución final del Senado de la República, la pregunta es: ¿por qué el Supremo Tribunal del Estado de Jalisco, no se unió al paro?; consideró que no afectará dicha reforma a Jalisco, o conserva el sometimiento que ha mostrado durante el sexenio a los poderes ejecutivos; tal vez olvido leer hasta el final en la parte de los transitorios de la Reforma Judicial, específicamente en el octavo que a la letra dice: “Las entidades federativas tendrán un plazo de ciento ochenta días naturales a partir de la entrada en vigor del presente Decreto para realizar las adecuaciones a sus constituciones locales. La renovación de la totalidad de cargos de elección de los Poderes Judiciales locales deberá concluir en la elección federal ordinaria del año 2027”.
Pero una cartita de rechazo a la reforma fue considerada suficiente para fijar su postura, débil y servil ante el poder, minimizando las implicaciones y el sentir del poder judicial local que constituye actualmente.
Dentro de este orden de ideas y ante la negativa del actual Poder Judicial de la Federación de que se concrete una reforma que acabará con la carrera judicial, la imparcialidad y la facultad del Poder Judicial, transgrediendo profundamente los principios fundamentales de justicia, autonomía e independencia de los poderes en el país y no solo pone en riesgo el Estado de derecho, al someter a una votación popular a quienes tendrán en sus manos la dignidad y la justicia de las personas, sino también y sin dudarlo, en la mayoría de los casos será un encargo de postulación política para los cargos más importantes de los poderes judiciales.
Nos espera, un retroceso clarísimo, aun cuando el discurso morenista, marca un total desprecio a las formas y fondos oligárquicos del partido que gobernó el país en las décadas de los setenta, ochenta y noventa. Nos toca, por mayoría democrática, vivir un déjà vu.
JALISCO
Los neoconservadores
Opinión, por Iván Arrazola //
Es difícil creer que un movimiento que surgió en las plazas públicas, donde las manifestaciones y las marchas en favor de diversas causas se convirtieron en su carta de presentación, hoy se ha transformado. Ahora, instalado en la cúspide del poder, el movimiento confía en tener el control total de las instituciones. No solo critica a quienes se manifiestan en defensa de sus derechos, sino que incluso los tacha de ser manipulados cuando protestan.
Al recordar un movimiento que bloqueó una de las avenidas más emblemáticas del país con la frase “disculpe las molestias, democracia en construcción”, sorprende que la llamada Cuarta Transformación se haya convertido en lo que tanto criticaba: un movimiento neoconservador.
La mal llamada reforma judicial, que en realidad es un intento del obradorismo por concentrar el poder, se ha convertido en la manzana de la discordia. Los supuestos beneficios de la elección popular de jueces, magistrados y ministros quedan opacados por numerosas voces que denuncian que se trata de una reforma regresiva, incapaz de solucionar los problemas de un sistema judicial lento, burocrático y con altos niveles de impunidad. Lo afirman los trabajadores que defienden sus derechos, los socios comerciales de México y los estudiantes que salen a protestar.
Ante este escenario, resultan sorprendentes las reacciones del poder, que antes celebraba las protestas y se presentaba como heredero del movimiento del 68, defensor de la democracia. Aquellos que promovían las manifestaciones de maestros y campesinos ahora se indignan porque los trabajadores del Poder Judicial salen a defender sus derechos.
López Obrador sostiene que los trabajadores del Poder Judicial tienen derecho a manifestarse, pero asegura que detrás del paro hay intereses que buscan proteger la corrupción y los privilegios, principalmente de organismos empresariales. En este contexto, las protestas y los paros ya no se consideran legítimos, y son incluso calificados de ilegales. Quienes antes proclamaban la defensa de los derechos de los trabajadores adoptan hoy una postura conservadora, exigiendo apego a la legalidad. De lo contrario, viene el linchamiento en las conferencias mañaneras, no puede haber protestas espontaneas, esas solo las organiza el gobierno, en el resto siempre hay intereses detrás.
Los estudiantes universitarios, tanto de instituciones públicas como privadas, se han movilizado en contra de la reforma judicial, denunciando sus inconsistencias. Sin embargo, los autodenominados herederos del movimiento del 68 han descalificado estas protestas estudiantiles, argumentando que carecen de fundamentos. Para el presidente López Obrador, los estudiantes están siendo manipulados por sus profesores.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, sostiene que los alumnos no comprenden la situación porque «no han leído bien la reforma». Por su parte, el «combativo» senador Gerardo Fernández Noroña ha descartado cualquier posibilidad de diálogo, afirmando: «Ya los escuchamos, sabemos lo que van a plantear. Los está recibiendo la oposición, pues son sus voceros. Ya sabemos lo que van a decir, camarada; están defendiendo al Poder Judicial corrompido».
La compra de voluntades se ha convertido en la norma. Lo que el oficialismo tanto criticó de la oposición ahora lo practica sin ningún tipo de pudor. López Obrador, quien en su momento denunció que el Pacto por México se concretó por la compra de voluntades, hoy no critica que dos senadores del PRD se hayan unido a Morena. La presidenta electa lo anunciaba con una sonrisa en conferencia de prensa, orgullosa de la nueva «adquisición», sin mostrar el menor remordimiento por integrar a legisladores que, hasta hace poco, criticaban los excesos de Morena en el poder.
En medio de la euforia, el senador Manuel Velasco, del Partido Verde, declaraba con orgullo que ya contaban con los votos necesarios en el Senado para aprobar la reforma. Mientras tanto, Alito Moreno denunciaba que su bancada ha sido presionada: «El oficialismo ha ofrecido decenas de millones de pesos para que algunos de nuestros legisladores migren a Morena o se ausenten de la votación», aseguró. Aunque insistió en que no se doblegarán, en México el cambio de partido entre políticos es la norma, no la excepción.
Lo que en un principio fue un movimiento que abanderaba la lucha por la democracia y los derechos sociales, hoy ha dejado atrás esas banderas. La Cuarta Transformación, que surgió de las plazas y las protestas, se enfrenta ahora a un creciente descontento por su manejo de las instituciones y su respuesta a las movilizaciones. Las críticas a quienes se manifiestan, sumadas a la controversia sobre la reforma judicial, revelan un giro hacia una postura más conservadora y autoritaria.
Las voces que antes defendían la justicia social y el derecho a la protesta ahora descalifican a los trabajadores y estudiantes que exigen el respeto a sus derechos. Este cambio de actitud no solo es contradictorio con los orígenes del movimiento, sino que también pone en duda su compromiso con los principios democráticos y la pluralidad de opiniones en el país.
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