NACIONALES
Sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados

De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
A mediados de la pasada semana, en palacio nacional, Luisa María Alcalde se adelantó en el tiempo y llevando aún en su bolsa el nombramiento de secretaria de Gobernación, participó en la “mañanera” como si fuese dirigente de MORENA.
La aún integrante del gabinete del presidente de la república, trató de explicar cómo se justifica una mayoría calificada en la Cámara de los Diputados, sumando las y los legisladores de cada uno de los partidos políticos que integraron la coalición “Juntos seguimos haciendo historia”, es decir, MORENA, el Partido Verde y el Partido del Trabajo.
Algo complejo el entendimiento, el tema se ha vuelto polémico, ya que la oposición al partido en el poder está denunciando la sobre-representación en la Cámara de los Diputados, bajo el espíritu del legislador que estimó evitar que los partidos tuvieran una representación mayor del 8 por ciento del total de votos obtenidos en la elección.
Luisa María Alcalde, en estricto sentido jurídico, tiene razón. Antes del año 2008, la Ley electoral contemplaba a una coalición como un solo ente político, como una sola marca y así lo reconocía en sus representaciones en las cámaras. Sin embargo, se dio una reforma a partir de la cual, las coaliciones dejan de serlo una vez que ha pasado la votación y las representaciones se designan de acuerdo a los votos de cada partido.
Por poner un ejemplo, dicha reforma permitió ahora en el 2024 que el Partido de la Revolución Democrática perdiera su registro porque no alcanzó el porcentaje de votos para seguir viviendo y no se tomó en cuenta su alianza con el PRI y el PAN.
La verdad, es que la sobre-representación en la Cámara de los Diputados y con ello la mayoría calificada de MORENA, es consecuencia de una jugada maestra.
El partido en el poder, en sus contabilidades distritales, se dio el lujo de repartir a algunos de sus militantes para que sus aliados, PT o Partido Verde, los postulara, con el propósito de que luego del triunfo se aseguraran más votos a su favor en ambas cámaras.
Si el Instituto Nacional Electoral o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinan que todos esos candidatos “morenistas” que se convirtieron en candidatos de partidos aliados, en realidad pertenecen a MORENA, automáticamente disminuiría el número de la representación proporcional del partido en el poder.
Difícilmente va a proceder la impugnación opositora que alega la sobre-representación de MORENA en la Cámara de los Diputados, porque en estricto sentido de acuerdo con la Ley, existe el reconocimiento en la suma de legisladores, partido por partido y no por la coalición.
Procedería dicha impugnación, si existiera algún criterio superior (alguna jurisprudencia de la Corte, por ejemplo) para fundamentar que en este caso, la sobre-representación existe y que el espíritu de la Ley, elaborada por el legislador, fue evitar que un partido y sus aliados se instalaran como toda una maquinaria en el Congreso de la Unión, ya que eso pondría en peligro a la Democracia.
Con la mayoría calificada, es decir, con las dos terceras partes del total de integrantes de la Cámara de los Diputados, MORENA, el partido en el poder, puede llevar a cabo las reformas constitucionales que desee, entre ellas la del Poder Judicial Federal, único poder con facultades para echar abajo a una maquinaria política en las cámaras, ante violaciones a la Constitución.
Con la reforma al Poder Judicial, consumada, se eliminará a la Suprema Corte de Justicia como contrapeso del Poder Ejecutivo, quien de esa manera concentraría todo el poder del Estado en una sola persona o en un solo ente: palacio nacional.
NACIONALES
Se nos desgarró la esperanza

Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //
En México, se nos desgarró la esperanza de tantos engaños, mentiras y traiciones de nuestros gobernantes. Hoy, México demanda y necesita respuestas profundas de cambio. La respuesta NO estará en los partidos políticos de dónde salieron aquellos gobernantes.
Mahatma Gandhi decía que era preferible ser vencido por decir la verdad, a triunfar desde la mentira. Es hora de que fundamentemos nuestras vidas desde la verdad y no toleremos nunca más, de nuestros gobernantes, engaños, mentiras y traiciones.
Teuchitlán es ejemplo de lo que sucede en todo México. La verdad nacional está enterrada y sigue prohibido levantar la tierra que cubre las vergüenzas de sus gobernantes. Por dar un ejemplo, las vergüenzas de lesa humanidad de Enrique Alfaro, exgobernador, están enterradas en Teuchitlán y en más lugares de Jalisco.
Tuve como maestro, en la prepa, al doctor Mariano Azuela, años después presidente magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Él nos dijo que el Derecho mexicano era de los mejores del mundo, pero que no se cumplía; entonces diferí de tal perfección, pues, según lo dicho por el propio Mariano Azuela, estaba construido con más burbujas que un queso gruyere, que lo hacían ineficiente, tolerante y permisivo, no por descuido y sí con el propósito de abusar desde el poder.
Nuestros presidentes y gobernadores han soñado con perpetuarse en el poder; incluso han sondeado la posibilidad de dar un golpe de Estado. Claudia Sheinbaum ya lo logró cuando aún no empezaba; nos dio el más cruel golpe de Estado.
Sheinbaum ganó la Presidencia de la República con triquiñuelas morenistas, compra de votos, ayudas del crimen organizado y posibles barcos con huachicol; su triunfo garantizó protección a Andrés Manuel López Obrador.
Xóchitl Gálvez, de antemano, estuvo derrotada ante delincuentes y fraudes fiscales. Ahora, AMLO sueña con volver a la presidencia en la persona de su hijo Andy y regresar por lo que no se llevó. Sheinbaum prepara el camino. Lo cuida y obedece. Es fiel al mal.
Claudia Sheinbaum hoy va más allá de todo atrevimiento pasado de abuso dictatorial y tiránico. A la presidente no le basta con el golpe de Estado que ha preparado en contra del Poder Judicial desde una elección más que amañada; ahora quiere censurar nuestra libertad de pensamiento, palabra, información, conocimiento y acción.
Pronto, vivir en México será tanto o más limitante que estar en prisión. La nueva Ley de Telecomunicaciones de Sheinbaum es lo más peligroso que a nadie antes se le ocurrió. ¡Cuidado! Quien vote a su favor te estará traicionando. Estaremos peor que en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua o Venezuela. Nunca más seremos libres. Se aprobará sin análisis ni debate.
Aquí he dicho que la presidenta Sheinbaum SÍ actúa en contra de algunos de los malandros del fentanilo; pero aclaro, lo hace por complacer al presidente Trump. Me detengo para reflexionar sobre por qué Sheinbaum persigue y detiene a los malandros que le ordena Trump y deja libres a quienes dominan vastos territorios en México desde sus gobiernos estatales y municipales.
A lo largo de mis casi 72 años de vida, tres han sido mis días más profundamente tristes. El más doloroso fue, sin duda, cuando mi hija se nos moría a mi esposa y a mí, siendo una bebé. Laura Farballa, escritora mexicana, dice: “El dolor más grande no es el que grita, es el que se lamenta en silencio; no es el que llora, es el que inunda de sufrimiento; las peores heridas no son las que sangran sino las que desgarran por dentro”.
Miles de madres y padres, en México, han dejado de contar sus días de vida, pues han muerto con las ausencias de sus hijos e hijas desaparecidos, que quizá yacen en alguna de las miles de fosas clandestinas en todo México. En Jalisco, este mal es el mayor de todo México.
El crujir de las almas de esas madres y padres se alza cuando las voces de sus hijos e hijas claman por justicia ante quienes en el mal encuentran sus complacencias y frente a gobernantes permisivos, indolentes e inhumanos, cómplices del mal.
Recién, ante el Congreso del estado, Omar García Harfuch nos hizo saber que Enrique Alfaro, exgobernador, por tres años se opuso a brindar toda autorización para excavar en nuestro territorio en búsqueda de desaparecidos en Colima. Me pregunto por sus motivos y solo encuentro una respuesta: Alfaro estaba comprometido con los delincuentes. México no puede más seguir con tanta maldad desde los escritorios de sus gobernantes.
García Harfuch, ante legisladores locales y padres de desaparecidos, dijo: “No se puede hablar de justicia si impides que una madre busque a su hijo; no se puede hablar de seguridad si escondes fosas en tu territorio”, y yo agregaría “no se puede indagar crímenes en donde el propio gobierno ha alterado el lugar”, como sucedió en Teuchitlán.
Enrique Alfaro supo que Jalisco apestaba a crímenes de lesa humanidad por la desaparición de hijas e hijos de miles de madres y padres ignorados por él y su gobierno. Su firma la escribía con tinta sangre en sus negativas de la búsqueda de la verdad en Jalisco.
Hay suficientes pruebas para traer, detener y enjuiciar a Enrique Alfaro. Según Omar García Harfuch, entre 2020 y 2022, desde el gobierno de Colima, se presentaron más de 220 solicitudes de búsqueda coordinada en los municipios de Tamazula, Teocalitlán, Tonila, Tuxpan y Zapotlán. Alfaro siempre se negó; por ello es cómplice.
Enrique Alfaro no cumplió y debe regresar de España a explicar y, en su caso, pagar judicialmente. Pregunto: ¿Quién llamará a cuentas a Enrique Alfaro? ¿Quién lo acusará desde el gobierno federal, acaso Omar García, o estatal de Pablo Lemus? ¿Quién borrará sus sueños de entrenador de futbol? ¿Qué hace Pablo Lemus para escribir otra historia para Jalisco en seguridad?
Un buen gobernante no se satisface con hacer obras de buena utilidad comunitaria; ante todo, gobierna con dignidad, verdad y justicia social. La cercanía con el pueblo no se cumple por estrechar sus manos, sino por entender sus dolores y estrechar sus almas.
ENTREVISTAS
Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Por Francisco Junco //
“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.
Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.
Un camino desde abajo
Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.
“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.
Retos de una elección sin precedentes
En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.
Dilemas judiciales
Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.
“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.
Una justicia humana y equitativa
Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.
Propuestas claras
¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:
“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.
Deuda histórica con las víctimas
Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.
El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.
En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.
En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.
CARTÓN POLÍTICO
Herida abierta
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo