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NACIONALES

Vacaciones a la mexicana

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Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //

La reforma de ley que propone que los trabajadores mexicanos puedan tomar más días de vacaciones sigue avanzando. Con 89 votos a favor y cero en contra, el Pleno de la Cámara Alta avaló los cambios que contemplan que los trabajadores con más de un año laborando disfruten de un período anual de vacaciones pagadas de 12 días laborales; anteriormente eran 6. Estos 12 días aumentarán en dos más por cada año de antigüedad hasta llegar a 20 días por cada año subsecuente de servicio.

Hay que señalar que, desde abril de 1970, el artículo 76 establece seis días de vacaciones; a pesar de los muchos cambios sociales y laborales transcurridos, en 50 años este artículo no ha sido reformado en ninguna ocasión. Hoy el trabajo se ve como el complemento de una vida plena, para aumentar la productividad es necesario que el trabajador tenga condiciones de bienestar.

El cambio propuesto en el Senado es positivo para los trabajadores y realmente relevante para la sociedad mexicana, pues cambia la configuración de las condiciones laborales, genera un costo extra para las empresas o patrones y en teoría, impactará en el turismo local, ya que las familias tendrán más oportunidad de acudir a destinos turísticas para recrearse, lo que moverá la economía en este sector.

México es el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en donde más se trabaja. Datos de 2019 muestran que los mexicanos en promedio trabajan 2 mil 137 horas al año; mientras que el resto de los países de la OCDE tienen un promedio de mil 730 horas trabajadas, una diferencia de más de 400 horas anuales. Sin embargo, también hay que mencionar que nuestra productividad es la más baja dentro de la misma organización.

También es de notar que la productividad de los mexicanos se modifica según la región en que se encuentran, mientras un trabajador de la Ciudad de México produce en promedio 400 pesos por hora, en Nuevo León esa cifra baja a 249 pesos por hora y en entidades como Oaxaca y Chiapas desciende hasta a 80 pesos por hora. Factores como el giro de las empresas instaladas, la capacitación de los trabajadores y el poder adquisitivo de las zonas en que viven influyen directamente en lo que producen los trabajadores. ¿Cuál será la propuesta para lograr una mayor productividad y qué así ganemos todos?

Como cada cambio social y económico, la propuesta de ley avalada por la Cámara Alta debería contemplar algún periodo de adaptación y de validación con todos los sectores productivos que se verán beneficiados o afectados por esta reforma, pues si bien, la reforma resulta provechosa para los trabajadores, también afectará los costos de las empresas a mediano plazo, esto complica sobre todo a las pequeñas empresas y negocios locales.

El cambio en la reforma laboral no solo afecta al pago neto de los días de vacaciones, también se deben considerar las primas vacacionales, el salario base de cotización, costos de contratación de personal suplente con sus respectivas cuotas de seguridad social, etc. estos factores lo deberán considerar las empresas en su planeación presupuestal ¿Habrá algún estímulo fiscal para compensar estos nuevos costos?

Al final, el aumento de los días del periodo vacacional es un reclamos social justo, pues los trabajadores merecen mejores condiciones laborales que le permitan llevar una vida plena; por su parte, también es justo que las empresas logren dividendos positivos para los dueños o accionistas, pues alentar la inversión produce más puestos laborales para los ciudadanos y mayores ingresos para el gobierno. Si se logra el equilibrio entre patrones y trabajadores gana México, en las reformas los legisladores tienen que velar por los intereses de todos. Esperemos que así sea.

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NACIONALES

Se nos desgarró la esperanza

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Desde los Campos del Poder, por Benjamín Mora Gómez //

En México, se nos desgarró la esperanza de tantos engaños, mentiras y traiciones de nuestros gobernantes. Hoy, México demanda y necesita respuestas profundas de cambio. La respuesta NO estará en los partidos políticos de dónde salieron aquellos gobernantes.

Mahatma Gandhi decía que era preferible ser vencido por decir la verdad, a triunfar desde la mentira. Es hora de que fundamentemos nuestras vidas desde la verdad y no toleremos nunca más, de nuestros gobernantes, engaños, mentiras y traiciones.

Teuchitlán es ejemplo de lo que sucede en todo México. La verdad nacional está enterrada y sigue prohibido levantar la tierra que cubre las vergüenzas de sus gobernantes. Por dar un ejemplo, las vergüenzas de lesa humanidad de Enrique Alfaro, exgobernador, están enterradas en Teuchitlán y en más lugares de Jalisco.

Tuve como maestro, en la prepa, al doctor Mariano Azuela, años después presidente magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Él nos dijo que el Derecho mexicano era de los mejores del mundo, pero que no se cumplía; entonces diferí de tal perfección, pues, según lo dicho por el propio Mariano Azuela, estaba construido con más burbujas que un queso gruyere, que lo hacían ineficiente, tolerante y permisivo, no por descuido y sí con el propósito de abusar desde el poder.

Nuestros presidentes y gobernadores han soñado con perpetuarse en el poder; incluso han sondeado la posibilidad de dar un golpe de Estado. Claudia Sheinbaum ya lo logró cuando aún no empezaba; nos dio el más cruel golpe de Estado.

Sheinbaum ganó la Presidencia de la República con triquiñuelas morenistas, compra de votos, ayudas del crimen organizado y posibles barcos con huachicol; su triunfo garantizó protección a Andrés Manuel López Obrador.

Xóchitl Gálvez, de antemano, estuvo derrotada ante delincuentes y fraudes fiscales. Ahora, AMLO sueña con volver a la presidencia en la persona de su hijo Andy y regresar por lo que no se llevó. Sheinbaum prepara el camino. Lo cuida y obedece. Es fiel al mal.

Claudia Sheinbaum hoy va más allá de todo atrevimiento pasado de abuso dictatorial y tiránico. A la presidente no le basta con el golpe de Estado que ha preparado en contra del Poder Judicial desde una elección más que amañada; ahora quiere censurar nuestra libertad de pensamiento, palabra, información, conocimiento y acción.

Pronto, vivir en México será tanto o más limitante que estar en prisión. La nueva Ley de Telecomunicaciones de Sheinbaum es lo más peligroso que a nadie antes se le ocurrió. ¡Cuidado! Quien vote a su favor te estará traicionando. Estaremos peor que en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua o Venezuela. Nunca más seremos libres. Se aprobará sin análisis ni debate.

Aquí he dicho que la presidenta Sheinbaum SÍ actúa en contra de algunos de los malandros del fentanilo; pero aclaro, lo hace por complacer al presidente Trump. Me detengo para reflexionar sobre por qué Sheinbaum persigue y detiene a los malandros que le ordena Trump y deja libres a quienes dominan vastos territorios en México desde sus gobiernos estatales y municipales.

A lo largo de mis casi 72 años de vida, tres han sido mis días más profundamente tristes. El más doloroso fue, sin duda, cuando mi hija se nos moría a mi esposa y a mí, siendo una bebé. Laura Farballa, escritora mexicana, dice: “El dolor más grande no es el que grita, es el que se lamenta en silencio; no es el que llora, es el que inunda de sufrimiento; las peores heridas no son las que sangran sino las que desgarran por dentro”.

Miles de madres y padres, en México, han dejado de contar sus días de vida, pues han muerto con las ausencias de sus hijos e hijas desaparecidos, que quizá yacen en alguna de las miles de fosas clandestinas en todo México. En Jalisco, este mal es el mayor de todo México.

El crujir de las almas de esas madres y padres se alza cuando las voces de sus hijos e hijas claman por justicia ante quienes en el mal encuentran sus complacencias y frente a gobernantes permisivos, indolentes e inhumanos, cómplices del mal.

Recién, ante el Congreso del estado, Omar García Harfuch nos hizo saber que Enrique Alfaro, exgobernador, por tres años se opuso a brindar toda autorización para excavar en nuestro territorio en búsqueda de desaparecidos en Colima. Me pregunto por sus motivos y solo encuentro una respuesta: Alfaro estaba comprometido con los delincuentes. México no puede más seguir con tanta maldad desde los escritorios de sus gobernantes.

García Harfuch, ante legisladores locales y padres de desaparecidos, dijo: “No se puede hablar de justicia si impides que una madre busque a su hijo; no se puede hablar de seguridad si escondes fosas en tu territorio”, y yo agregaría “no se puede indagar crímenes en donde el propio gobierno ha alterado el lugar”, como sucedió en Teuchitlán.

Enrique Alfaro supo que Jalisco apestaba a crímenes de lesa humanidad por la desaparición de hijas e hijos de miles de madres y padres ignorados por él y su gobierno. Su firma la escribía con tinta sangre en sus negativas de la búsqueda de la verdad en Jalisco.

Hay suficientes pruebas para traer, detener y enjuiciar a Enrique Alfaro. Según Omar García Harfuch, entre 2020 y 2022, desde el gobierno de Colima, se presentaron más de 220 solicitudes de búsqueda coordinada en los municipios de Tamazula, Teocalitlán, Tonila, Tuxpan y Zapotlán. Alfaro siempre se negó; por ello es cómplice.

Enrique Alfaro no cumplió y debe regresar de España a explicar y, en su caso, pagar judicialmente. Pregunto: ¿Quién llamará a cuentas a Enrique Alfaro? ¿Quién lo acusará desde el gobierno federal, acaso Omar García, o estatal de Pablo Lemus? ¿Quién borrará sus sueños de entrenador de futbol? ¿Qué hace Pablo Lemus para escribir otra historia para Jalisco en seguridad?

Un buen gobernante no se satisface con hacer obras de buena utilidad comunitaria; ante todo, gobierna con dignidad, verdad y justicia social. La cercanía con el pueblo no se cumple por estrechar sus manos, sino por entender sus dolores y estrechar sus almas.

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ENTREVISTAS

Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

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Por Francisco Junco //

“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.

Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.

Un camino desde abajo

Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.

“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.

Retos de una elección sin precedentes

En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.

Dilemas judiciales

Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.

“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.

Una justicia humana y equitativa

Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.

Propuestas claras

¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:

“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.

Deuda histórica con las víctimas

Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.

El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.

En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.

En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.

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CARTÓN POLÍTICO

Herida abierta

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