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OPINIÓN

Diez reglas de gobierno

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Columna En la Mira, por Óscar Constantino //

La parte más difícil del gobierno no es conquistar el poder, sino ejercerlo de tal forma que no termines odiado y descalificado por los mismos que te eligieron entre aclamaciones y expresiones de esperanza. Como la humildad con sabiduría es la combinación de atributos más escasa en los políticos, va una pequeña guía de diez puntos para ejercer el gobierno sin convertirte en la peor versión de ti mismo.

1. No integres tu gabinete con improvisados. Hay funciones que son políticas y otras que son administrativas. Para las políticas está tu kitchen cabinet (los ministerios sin cartera), no dejes las secretarías en manos de operadores políticos que no conocen ni son expertos en la competencia de esas entidades. Para que se entienda: que un cocinero sepa rebanar cebollas no lo hace cortador de trajes, ni sastre. Aplica para secretarios, directores generales, directores de área y cualquier otra actividad que requiera conocimiento especializado. Ni modo, si hiciste compromisos en campaña y necesitas colocar gente, ponlos en actividades políticas y de gestión. Nada más recuerda lo que decían de tu antecesor por hacer lo mismo que estás haciendo tú (spoiler alert: lo estás haciendo peor que él).

2. No despidas —ni sobajes— a los especialistas. Si no pusiste atención a la primera regla, al menos ten la sensibilidad y criterio para no matar a la gallina de los huevos de oro. Sí, los especialistas son los que te van a sacar el buey de la barranca en el que tu amigo o aliado improvisado te mete —al menos— cada tercer día.

Si los corres, invisibilizas, les bajas el sueldo, los tratas como apestados o ninguneas, ten la seguridad de que la factura no la van a pagar ellos: el cargo siempre será para ti. Sólo imagina cómo se hubieran resuelto las últimas cuatro metidas de pata si los que saben te hubieran ayudado. El problema es que no estaban ahí, porque los corriste o marginaste. Ahora ya sabes el porqué se te complican las cosas. Actualmente tienes a un neófito decidiendo temas que requieren décadas de experiencia para resolverlos bien (y no, lo doctor no quita lo tarugo, menos cuando le encargas cosas que nunca ha hecho o de las que solo tiene una idea general).

3. Haz lo que te sugieren los expertos, no los consultes para hacer lo contrario. Si integraste equipos, asesores y especialistas que durante la campaña te dijeron qué servía y qué no, a nadie engañas cuando sales con otra cosa. Sí, eres el dueño del balón, tienes el din y el don, pero no por eso la razón. Si ya sabes que tus canchanchanes te van a decir lo que quieres oír, aleja el sesgo de confirmación, porque sólo te vas a equivocar. Las ocurrencias salen de escuchar a los cuates y no a los que saben —y eso lo dijo un experto en políticas públicas que se dedica a corregir ocurrencias de gobierno, by the way—.

4. Ofrece resultados, no excusas. Los 100 días no son para hacer una campaña mala en medios de logros chafas, son para afinar los diagnósticos que te prepararon antes de las elecciones —sí, esos mismos que después no atendiste—, diseñar políticas y dejar listos tus planes de acción, para que anuncies claramente qué se va a hacer en los siguientes 9 meses. No es tan difícil: nadie quiere oír que los anteriores te dejaron un desastre, te eligieron porque venías a mejorar las cosas y ya tienes 6 meses sin que los avances aparezcan, te has dedicado a descomponer lo que funcionaba, ejercer venganzas, tirar netas y soltar pretextos. Lo demás es malo, lo último es imperdonable. Y eso lleva al siguiente punto.

5. Ten la humildad de reconocer tus errores y corregirlos de inmediato. No hiciste caso a las cuatro primeras reglas y tienes una catástrofe. Aplícalas a la brevedad, pero, sobre todo, recuerda que los ciudadanos quieren saber que siempre estarás dispuesto a mejorar… y eso implica que salgas y digas: me equivoqué al hacer tal cosa, presentar esta iniciativa, correr a Mangano o nombrar a Zutano. Créeme: el bono democrático que botaste en dos patadas, como mirrey a la fortuna de su papá en Las Vegas, lo puedes recuperar —en parte— si tienes la disciplina de aceptar públicamente tus fallas y describir puntualmente tus próximas medidas de solución.

6. Eres funcionario, no rey, ni santo del cielo: compórtate como servidor público. No le grites a la gente. Sí, eres muy importante y poderoso, pero no dejas de ser de carne y hueso. Peor aún: eres una persona pública, no el Conde Lucanor, en el momento en que decidiste aspirar a un cargo de gobierno ya no puedes actuar como si fueras el Bruce Wayne región 4. Eso significa que no eres infalible, no estás hecho de porcelana y, si quieres gritarle a alguien, ahí está el espejo. En una frase: la soberbia se acaba al día siguiente de que ganas las elecciones, sé humilde. Ya que te retires a la vida privada y escribas tus memorias, tus exabruptos serán exclusivo asunto tuyo… y de quien te quiera aguantar.

7. No te enojes si los medios te revisan, no están para aplaudirte. No tiene mucha ciencia esta regla, la democracia es que el poder tenga controles y límites. Si te critican con razón, corrige. Si lo hacen por molestar, evidencia sus errores con una sonrisa en el rostro: no hay cosa que más le arda a tus detractores que la bofetada con guante blanco.

8. Aleja de ti a todos los que te aconsejan reprimir y desquitarte. Los lacayos de Enrique II lo convirtieron en un personaje despreciado por siempre, fueron de oficiosos a matar a un arzobispo que el rey odiaba. Unos buenos asesores le hubieran recomendado la concordia. Los rústicos actuales proponen garrote en lugar de manos extendidas, no dejes que te enjareten sus propios Thomas Becket. Recuerda que el rol de Benito Bodoque sólo funciona en las caricaturas: el mejor consigliere es Tom Hagen, no El Chicote.

9. El gobernante destacado es el que mejora las cosas, no el que sale a cada rato al escenario. Nadie necesita que des comunicados diarios, la gente necesita que mejore la economía, haya más seguridad, se eviten las calamidades y se tenga mejor calidad de vida. Que tu trabajo hable por ti, en lugar de tu Community Manager, vocero o director de medios.

10. Respeta a tus enemigos y, en la medida de lo posible, vuélvelos tus aliados. Sí, hay muchos que te caen mal, pero ahora gobiernas para todos. Tienes dos opciones, actúas como Michael Corleone y te dedicas a tus venganzas o te vuelves Lorenzo el Magnífico (no, no es el marido de Pepita). Difícilmente te dará la espalda aquel a quien le pidas consejo, tienes el poder, ahora consigue la razón. Sólo recuerda que te eligieron para traer la paz, no el conflicto…

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JALISCO

Consejos para la jubilación

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Opinión, por Arturo Pérez Díaz //

Cumplir 55 años no solo marca un nuevo capítulo en la vida, también enciende una alerta: es momento de pensar con seriedad en el retiro. Muchas personas posponen esta reflexión, confiadas en que aún hay tiempo.

Sin embargo, el marco legal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), establece requisitos que no se cumplen de la noche a la mañana y que, de no gestionarse oportunamente, pueden traducirse en la pérdida de derechos adquiridos durante toda una vida laboral.

Acorde al Consejo Nacional de Población (CONAPO), hasta el año 2024 el 12.3% de la población total del estado eran personas adultas mayores de 60 años o más, lo que equivale a 1 millón 085 mil 609 habitantes.

Así de grande es el problema de las jubilaciones en Jalisco, que en la mayoría de los casos se concibe como problema, dado que reciben pagos mensuales de miseria, en caso de que todo adulto de este grupo de edad haya logrado una jubilación.

Para entender el tema hay que revisar el artículo 138 de la Ley del Seguro Social, que indica requisitos para obtener una jubilación: para la pensión por vejez se necesitan 65 años de edad y al menos 500 semanas cotizadas (diez años de trabajo formal). Pero también existe la opción de cesantía en edad avanzada, disponible de 60 a 64 años de edad, si se cuenta con las mismas semanas cotizadas y ya no se tiene trabajo remunerado.

Aun así, ningún beneficio es automático: hay que solicitarlos y acreditar los requisitos ante el IMSS, lo cual puede ser confuso para muchos, además de que toma tiempo.

La decisión de pensionarse debe ser estratégica y no dejarla al tiempo porque equivale al olvido. Dejar pasar los años sin revisar cotizaciones, sin confirmar la situación laboral, sin conocer los montos aproximados de cesantía o jubilación por vejez, puede poner en riesgo no solo la pensión, sino también las asignaciones familiares, ayuda asistencial y servicios médicos a los que se tiene derecho (arts. 137 y 145).

Por ello, quienes cumplen 55 años deben comenzar ya el proceso de revisión de jubilación, analizando: semanas cotizadas, modalidades de retiro, documentación, trámites y requisitos ante el IMSS. Ser omiso y no hacerlo a tiempo puede llevar a perder beneficios irrecuperables. La vejez no llega de golpe, pero cuando lo hace, no perdona la omisión. Es mejor prevenir que lamentar.

Toda una vida de trabajo puede llevar el riesgo de jubilarse con montos injustos de 9 mil quinientos pesos mensuales. Sin embargo, la mayoría de la gente debería saber que hay opciones de incrementar las jubilaciones hasta montos mayores de 80 mil pesos, mediante una estrategia legal acorde a la propia ley del IMSS.

Una pensión justa es aquella que brinda los medios adecuados para pagar los servicios de salud, alimentación y cuidado del jubilado, pero muchas personas adultas no lograron una pensión, y los que sí tuvieron derecho recibieron pensiones de hambre.

Muestra de ello es que, a pesar de tener edad de retiro, la gente sigue trabajando. Así lo demuestra el INEGI, a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Según resultados del primer trimestre de 2024, el 19.5% de la población de 65 años y más en Jalisco era económicamente activa, es decir, 182 mil 375 personas; de las cuales 64.2% (117,108) eran hombres y 35.8% (65,267) mujeres. Destaca que, el cien por ciento de las personas adultas mayores económicamente activas se encontraba ocupado.

Una jubilación justa se debe empezar a trabajar a los 55 años de edad, en las próximas colaboraciones expondremos las estrategias para lograr pensiones mayores a lo que le tiene programado el IMSS a quienes caminan ya rumbo al sexto piso.

Lograr una vejez tranquila, sin tener necesidad de seguir trabajando hasta una edad muy avanzada, es posible, pero hay que informarse de los derechos laborales y de las prestaciones.

El mayor problema es el de personas que tienen más de 50 años de edad y hoy laboran sin seguridad social, sin los beneficios de una AFORE, INFONAVIT y sobre todo sin cotizar para una jubilación, que con una adecuada información, toda esta gente estaría a tiempo de rescatar una jubilación digna. La informalidad provoca daños en el futuro de los trabajadores, porque, llegado el tiempo, vivirán una vejez sin protección social, sin dinero.

La gente debería saber que existen mecanismos legales para regularizar su situación en cualquier giro laboral, logrando la protección del IMSS con servicios médicos, cirugías y medicamentos en el presente y una pensión para el futuro.

Algunos ejemplos de incorporación al IMSS son los trabajos domésticos, en donde miles de mujeres trabajan para un patrón que no les brinda hasta hoy la afiliación al seguro social que puede realizarse de una forma sencilla. Otro caso son los trabajadores de aplicaciones móviles como Uber y Didi, que a partir de junio de este año ya se deben inscribir por ley al IMSS.

También existen trabajadores independientes de alto nivel, como los dentistas, que siempre por tradición han sido independientes y no tienen patrón que los incorpore al seguro social. Para ellos también existen modalidades de afiliación al IMSS, y aunque muchos creen que la población de escasa formación es la víctima de la injusticia de las jubilaciones, esto no es así, también profesionistas están descobijados en su futuro laboral.

Si toda persona inscrita en el IMSS, que tiene ahora más de 55 años de edad y que pertenece a la Ley 73, se preocupara hoy por informarse, estaría a tiempo de evitar una jubilación injusta con montos bajos que empobrecen a los jubilados.

A la población que pertenece a la ley 73 del IMSS, le asiste la ley con varios beneficios que, sin embargo, no son ejercidos por ignorancia. El mayor beneficio es poder continuar cotizando para una jubilación a pesar de que se hayan quedado sin empleo, y por su edad, ya nadie quiso brindarles empleo formal.

El beneficio se conoce como continuación voluntaria, con lo que, al contribuir directamente y pagar su afiliación, podrán asegurar su retiro aun cuando se hayan quedado sin patrón y un empleo formal. Pero, adicionalmente, tienen el derecho de enriquecer su cotización, elevando el salario base, lo cual repercute en una pensión que puede ser en 2025 superior a 80 mil pesos mensuales.

Es tiempo de prepararse para el futuro y no dejarlo al día a día, el tiempo y el futuro están más cerca de lo que parece, infórmese.

E-mail: amper61@hotmail.com

Arturo Pérez Díaz es periodista independiente, ha sido docente de política, opinión pública y mercadotecnia política, así como asesor profesional de comunicación pública.

 

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NACIONALES

Grupo Salinas y la erosión de la justicia fiscal

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

La posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falle a favor de Grupo Salinas, eximiendo al conglomerado de Ricardo Salinas Pliego de pagar más de 74 mil millones de pesos en impuestos, trasciende un simple revés fiscal: representa un agravio directo al pueblo de México.

Esta cifra colosal, que supera el presupuesto anual de 25 estados y el financiamiento de programas sociales esenciales como salud y educación, pone en evidencia una verdad incómoda: el poder económico puede doblegar las instituciones diseñadas para velar por el interés colectivo. En un país donde las desigualdades persisten, este caso no es solo un debate legal, sino un reflejo de cómo las élites financieras influyen en la democracia y erosionan la confianza ciudadana.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha calificado un fallo favorable como “la injusticia llevada a la máxima expresión”, y su afirmación encuentra eco en los números. Con 74 mil millones de pesos se podrían construir hospitales como el Agustín O’Horán en Mérida, cuyo costo estimado es de 3 mil millones, financiar el programa de apoyo a mujeres de 60 a 64 años, con un presupuesto de 54 mil millones, o sostener la beca universal para estudiantes de secundaria, beneficiando a millones de jóvenes.

Estos recursos representan una oportunidad perdida para mejorar la calidad de vida de las mayorías, en contraste con el accionar de Grupo Salinas. Este conglomerado, que incluye gigantes como Elektra y TV Azteca, ha acumulado 32 litigios fiscales durante 16 años, retrasando desde 2008 el pago de impuestos que, según la Procuraduría Fiscal, debió saldarse. ¿Es esto justicia o un privilegio camuflado tras tecnicismos legales que solo los poderosos pueden costear?

El trasfondo de esta situación revela una relación alarmante entre el poder económico y el judicial. Durante casi dos décadas, Grupo Salinas ha empleado estrategias como amparos y maniobras dilatorias para evadir sus obligaciones fiscales, una práctica que ha escalado hasta llegar a la SCJN.

Reportes sugieren que ministros como Luis María Aguilar Morales han retrasado resoluciones, dejando expedientes congelados por meses, lo que alimenta sospechas de influencias indebidas. Este problema no es un fenómeno aislado ni reciente; tiene raíces en las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuando el emporio comenzó a litigar para eludir impuestos, acumulando una deuda que hoy alcanza niveles escandalosos.

La pregunta se impone: ¿quién protege los intereses de la nación cuando las instituciones ceden ante la presión de unos pocos magnates? La respuesta parece diluirse en un sistema donde la balanza de la justicia se inclina hacia quienes pueden pagar por su defensa.

Sheinbaum ha vinculado las críticas de TV Azteca —un brazo mediático de Grupo Salinas— contra la reforma judicial y su gobierno con un interés claro: preservar un sistema que permita a corporativos evadir responsabilidades fiscales. Este señalamiento no puede tomarse a la ligera. La cadena ha intensificado su narrativa en contra de las iniciativas del Ejecutivo, lo que refuerza la percepción de un conflicto de intereses.

Un fallo favorable a Grupo Salinas no solo legitimaría una deuda impaga, sino que enviaría un mensaje devastador: en México, la justicia se doblega ante quienes tienen los recursos para litigar eternamente, mientras el pueblo carga con las consecuencias económicas y sociales. Este precedente podría abrir la puerta a más empresas para seguir el mismo camino, agravando la erosión fiscal y la desigualdad.

Estos excesos del poder económico, respaldados por complicidades en el ámbito judicial, justifican la urgente necesidad de reformar el sistema. Millones de mexicanos, sin los recursos ni el acceso a un ejército de abogados como el de Salinas Pliego, quedan desprotegidos frente a un sistema que favorece a las élites.

A nivel local, la situación no es distinta. En Jalisco y otras entidades, se han documentado casos de jueces coludidos con funcionarios políticos para reprimir a ciudadanos que denuncian corruptelas, utilizando su autoridad para aplastar voces disidentes. Algunos de estos actores judiciales incluso buscaron el voto popular para perpetuarse en el poder, pero su pasado de complicidad ha sido expuesto, desmantelando su fachada de imparcialidad.

La reforma judicial propuesta por el gobierno actual busca romper con este ciclo de impunidad. Sin embargo, su éxito dependerá de la voluntad política y de la presión ciudadana para garantizar que los nuevos mecanismos no sean cooptados por los mismos intereses que hoy se cuestionan. Se espera que esta nueva etapa trace un horizonte donde la justicia sea verdaderamente igualitaria, sin distinción de clases ni influencias económicas.

En México y Jalisco, urge un sistema renovado donde el poder político y el económico no dicten el rumbo de la justicia, sino que esta responda a los principios de equidad y transparencia.

Este debate sigue vigente, reflejando las tensiones entre poder político y el económico, y el papel que el poder judicial ha asumido en un país en transformación. La ciudadanía debe mantenerse vigilante, exigiendo que la SCJN actúe con integridad y que las reformas prometidas se traduzcan en un sistema judicial que sirva a todos, no solo a unos pocos. Solo así se podrá cerrar el capítulo de los “juegos del poder” y abrir uno donde la justicia fiscal sea un pilar de la democracia mexicana.

 

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JALISCO

Uribe y su circunstancia

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De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //

Hay cuatro asignaturas en la agenda de Guadalajara que están fastidiando al gobierno de Movimiento Ciudadano: Inseguridad, agua, movilidad y basura.

En todas las evaluaciones brotan esos temas de manera consistente.

Personalmente creo que Verónica Delgadillo hace –como puede y con lo que tiene- un esfuerzo que merece un alto reconocimiento.

Y aunque no tenemos condiciones para afirmar que su labor pinta para lograr la postulación naranja con miras a nuestro próximo encuentro con las urnas, lo cierto es que nadie puede negar que le pone seriedad y esfuerzo a su función como presidenta.

En un contexto así, a Morena se le presenta una oportunidad única para conquistar el triunfo en menos de dos años.

Hay cartas con nombre y apellido en la baraja guinda.

Cito algunos con verdaderas posibilidades de alcanzar la nominación:

  • Merilyn Gómez Pozos, presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara Federal de Diputados.

  • Claudia Delgadillo González, ex diputada federal y ex candidata al gobierno del Estado.

  • Carlos Lomelí Bolaños, ex candidato al gobierno de Jalisco y actual senador de la República.

Sin embargo debemos colocar en la primera línea a quien ya ha sido alcalde, Alberto Uribe.

Hombre de las confianzas de Marcelo Ebrard, es titular de la Dirección General de Contenido Nacional y Fomento en el Sector Energético y Coordinador del Corredor del Bienestar del Pacífico (Jalisco, Michoacán, Colima y Nayarit) de la Secretaría de Economía, posición que lo coloca en inmejorables condiciones para vincularse con sectores estratégicos que si bien no definen una elección, sí inciden en ella.

Por una extraña razón, distinguidos opinantes se resisten a suponer que a Uribe Camacho le aguarda un futuro prometedor en la escena electoral.

Yo difiero. Lo conozco, y si alguien sabe sortear el oleaje del impredecible e implacable mar de la política, es Alberto.

Por eso, para aquellos que sostienen que la historia sobre la designación de la candidatura de Morena rumbo a la alcaldía tapatía ya se escribió, vale la pena recordarles esa máxima que dice que en la política, como en la vida misma, la circunstancia lo es todo.

En X: @DeFrentealPoder

*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, activista, escritor y analista político.

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Tendencias

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