MUNDO
Donald, a litigious president

Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //
Este lunes, 20 de enero, Dolad Trump jurará, ante la Biblia, como el 47º presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Llegará presedido de sentencias criminales por hechos que debieran avergonzarle, sin embargo, apelará, siguiendo las apetencias de sus egos.
Debo decirlo, Trump y López Obrador se igualan en sus desprecios de la ley. De Trump sabemos de sus devaneos amorosos y los pagos que hizo para ocultar sus infidelidades a su esposa; por su parte, López Obrador quemó pozos petroleros en su natal Tabasco, tomó Paseo de la Reforma y fue candidato al gobierno de la ciudad capital sin tener los años de residencia que la ley electoral le mandara. A ambos, la ley les estorbaba e hicieron caso nulo de ella.
La corrupción, desde el poder, ha sido una constante en la mayoría de los gobernantes de años recientes. En el Código de Hammurabi en la antigua Mesopotamia (1750 a. c.) ya se reconocía y perseguía, aunque sin grandes logros a favor de la honestidad, aun y a pesar de la ley del talión: Ojo por ojo y diente por diente.
La utilización espúrea del poder público ha sido un mal que muchos gobernantes han utilizado para beneficio propio o de terceros en perjuicio del interés general. La riqueza de aquellos es la medida de su corrupción.
El arribo de Donald Trump al Capitolio norteamericano golpea las bases de su sistema democrático. Sus cimientos se resquebrajan. Ante el mundo, al pueblo norteamericano no le importó ese pasado de liviandades, abusos y ataques a la democracia que identificaban a Donald Trump. Ganó por una muy amplia mayoría y gobernará a sus anchas.
Recuerdo las razones que el Partido Republicano escrimía para apoyar a Donald Trump: “Es víctima de una caza de brujas o es una forma de ingerencia electoral”. Más aun, hubo mujeres a las que no importó que, en 2023, Donald Tump haya sido declarado culpable de abusos sexuales en contra de la escritora Jean Carroll. El feminismo tiene sus asegunes.
Desde la disociación moral, el pueblo norteamericano se dijo a sí mismo: “No estoy de acuerdo con sus acciones, pero sigo pensando que es eficaz en su trabajo y puede hacer grande a ‘América’ de nuevo”. El pueblo norteamericano, al igual que el mexicano, parece no entender que el ejercicio de la política sin ética pierde totalmente su propósito de servicio público, y que la democracia sin una profunda de reflexión moral es cosa vana y peligrosa.
Según recuerdo, en mis días de preparatoria, al hablarnos de Platón y Aristóteles, se nos precisó la grandeza de dos conceptos: ethos y polis. En aquella clase entendí que la política es el arte del bien común y la ética es la acción que persigue el bien así como las relaciones con la moral. Hoy, eso se ha perdido.
El pacto social norteamericano ha sido pervertido y su Estado de Derecho traicionado. El desprestigio del nuevo gobierno en la Casa Blanca será la carta de presentación mundial que les avergonzará.
Donald Trump ha advertido que atacará y acabará a sus enemigos. La purga política empezará el mismo lunes 20 de enero. La legalidad de los actos presidenciales no importará; sus resultados de aniquilamiento, sí.
Habrá que releer El Príncipe de Maquivelo y el Breviario de los Políticos del cardenal Mazarino, y recordar a Cicerón cuando denunció la corrupción de Verrés.
De la corrupción pública todos somos, aunque en medidas distintas, corresponsables, al tolerar los excesos del político corrupto. Pocos entienden que la corrupción la pagamos de nuestros bolsillos y nos empobrece.
En México vivimos el peor de los males en política: El transfuguismo, dando lugar a la kakistocracia o el gobierno de los peores. En efecto, los peores del PRI, del PAN y del PRD huyeron a Morena y en ella encontraron perdón absoluto. Sus corrupciones se volvieron pequeños devaneos del poder. Aunque, debemos reconocerlo, aun quedan miserables del poder en el PRI y el PAN, así como en el Verde y el PT. El PRD ya murió.
La legalidad es cada vez más raquítica. Cada día llegan más neófitos a la política sin entenderla, y sin vocación ni espíritu de servicio, sino por un afán de enriquecerse a la mayor brevedad posible. Tres años les podría ser suficiente.
La politica, habiendo sido la más noble de las actividades humanas, hoy se ha vuelto el más ruin de los oficios. Cierto, hay exepciones maravillosas que todos reconocemos y agradecemos. Políticos que respetan el principio de la receptividad política, es decir, estar abiertos a las críticas y quejas de los ciudadanos para dar mejores resultados.
En México se cuecen la habas de otra manera. Aquí tenemos dos males en el poder: El gobernate corrupto y el dueño de la plaza que cobra por dejarnos ser gente de bien. Ambos, caminan y actúan muy juntitos en varios municipios y en algunos gobiernos estatales.
CARTÓN POLÍTICO
Destapa la hipocresía
MUNDO
La personalidad de Donald Trump

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Donald Trump, con Tony Schwartz, escribieron el libro “El arte de la negociación”. De la edición del 26 de octubre de 2019 de Epublibre provienen estas frases entresacadas del texto para ilustrar con quién está lidiando el mundo.
“No lo hago por dinero. Tengo mucho dinero; más del que necesitará jamás. Lo hago ‘por amor al arte’. La negociación yo la entiendo como un arte. Que otros pinten magníficas telas o escriban poesías maravillosas. A mí me gusta hacer negocios, preferiblemente grandes negocios. Esa es mi vocación”.
Trump, el empresario, se ganó su reputación en Estados Unidos de Norteamérica por sus millonarios negocios inmobiliarios. “En contra de lo que muchos creen, no me gusta salir en periódicos; no soy partidario de hablar de mi vida privada. Sin embargo, tener una cobertura en los medios de información puede ser muy útil en los negocios”.
“Cuando concedo entrevistas procuro ser muy breve. Me protejo a mí mismo procurando permanecer flexible. Nunca me ato a un solo planteamiento; en mis malabarismos mantengo muchas bolas en el aire al mismo tiempo, porque muchos negocios fracasan, por muy prometedores que hayan parecido al principio.
“Lo peor que puede pasarle a uno en un negocio es tener una necesidad desesperada de hacerlo. Lo mejor es negociar desde una posición de fuerza, porque la posición más fuerte es la que encierra una ventaja. En los negocios, la ventaja se define como ‘tener algo que el otro quiere’, o que necesita; o, mejor aún, que no puede pasar sin lo que uno tiene. Muchas veces la ventaja demanda imaginación y labia vendedora; dicho de otra manera: hemos de convencer a nuestro oponente de que su propio interés está en cerrar el trato.
“La clave última de mi estilo promocional es la osadía. Juego con las fantasías de la gente. Muchos, aunque no sepan pensar a lo grande, sí que pueden emocionarse con las grandes ideas de otros. Por eso nunca está de más un poco de hipérbole. A la gente le gusta creer que tal o cual cosa es la más grande, la más atrevida o la más espectacular. Exagerar no es mentir; es decir, la exageración en su variedad inocente, que es, además, una forma de promoción muy eficaz.
“Aunque siempre conviene destacar lo positivo, en ocasiones la única opción es el enfrentamiento. Mi carácter es muy llevadero, me porto bien con los que se portan bien conmigo. Pero si alguien me trata mal o injustamente o pretende aprovecharse de mí, entonces peleo con la máxima dureza; no recomiendo ese género de reacción a todo el mundo, pero –según mi experiencia- cuando uno lucha por lo que cree, las cosas siempre terminan por arreglarse para bien (aunque en el camino se pierdan algunos que consideraba amigos)”.
“No se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo. Se puede crear expectación, montar una promoción estupenda y conseguir que los medios publiquen sus declaraciones (que usted no habrá de sazonar con una buena dosis de hipérbole; pero, al final, debe servir la ‘mercancía’ o la gente se sentirá engañada)”.
“Jimmy Carter poseía el atrevimiento, la osadía y los tamaños para osar lo extraordinario. Esa cualidad, por encima de todas las demás, le ayudó a llegar hasta la presidencia; pero luego, como es natural, el pueblo no tardó en darse cuenta de que Carter no estaba capacitado para la primera magistratura del país y por eso fue derrotado por amplia mayoría y perdió la reelección”.
“Ronald Reagan era un actor tan hábil y tan eficaz que supo conquistar por completo al pueblo estadounidense. Luego de terminar su presidencia, la gente se preguntó qué había detrás de su sempiterna sonrisa. La vida es muy frágil y eso no puede remediarlo ni el éxito; si acaso la hace más frágil, todavía”.
“Todo puede cambiar sin previo aviso y por eso procuro no tomarme demasiado en serio nada de lo ocurrido a la fecha. El dinero nunca ha representado un móvil muy importante para mí…a no ser como estímulo. La verdadera emoción consiste en jugar la partida. No pierdo el tiempo en meditar si debería haber obrado de tal o cual forma o sobre lo que pasará después. Por eso respondo que me divierto mucho con lo que hago”.
“En el vecindario fui una especie de caudillo…como sigue ocurriendo actualmente. Concitaba adhesiones incondicionales o antipatías similares. Era muy apreciado en nuestra pandilla, de la que tendía a ser el jefe; en la adolescencia fui muy bullicioso; por algún motivo me gustaba crear agitación y poner a prueba a los demás. Arrojaba bolsas llenas de agua al patio y bombas fétidas en el salón; armaba grandes follones en las fiestas del colegio. No por malicia, sino por mi agresividad, la que aprendí a canalizar cuando mi padre me inscribió en la Escuela Militar de Nueva York”.
“A veces, para hacerse de un negocio, no hay más remedio que denigrar a los rivales”.
Saque usted sus conclusiones sobre la personalidad y manera de actuar del actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y cambie negocios por política, para que cuadre la radiografía.
MUNDO
Carteles terroristas

Opinión, por Luis Manuel Robles Naya //
A la señora presidente Claudia Sheinbaum no le agrada que el gobierno de Estados Unidos determine que los carteles criminales sean catalogados como terroristas. Al parecer a la opinión pública tampoco, pues según encuesta publicada en El Financiero el 6 de febrero, el 68% de los mexicanos ven mal y muy mal que el gobierno norteamericano los clasifique como tales.
Ambas cosas le han importado un rábano al presidente Donald Trump, que los considera una amenaza a la seguridad nacional de su país y los ha declarado formalmente como terroristas. Igual paso dio el gobierno canadiense que incluso creó la figura del Zar anti-fentanilo.
El rechazo del gobierno mexicano a tal manifestación no puede ni debe desvincularse de la grave acusación lanzada desde la Casa Blanca dentro del texto que anunció la imposición de aranceles en la que, textualmente, acusó al gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales. Tal afirmación fue y ha sido soslayada por la presidente Sheinbaum que respondió, diciendo que la alianza existía con los vendedores de armas en EU a los grupos criminales, y que en el combate a los carteles debieran empezar por su propio territorio.
Esto último en correspondencia a los actos de la fiscal general, Pam Bondi, que ha emitido un memorándum titulado “Total Elimination of Cartels and Transnational Criminal Organizations” que busca eliminar las trabas burocráticas para facilitar la investigación y persecución de organizaciones criminales utilizando la legislación más potente con que cuente el sistema judicial. Es decir, no quitan ni quitarán el dedo del renglón y van en serio contra ellos y sus aliados tanto gubernamentales como empresariales.
Este memorándum se inscribe en la estrategia que ha delineado Donald Trump desde su campaña y que ha venido cumpliendo con sus órdenes ejecutivas. Dicha estrategia engloba acciones tales como: reforzar la patrulla fronteriza y restaurar políticas migratorias estrictas; bloqueo de rutas marítimas de transporte e intercepción de embarcaciones sospechosas en aguas internacionales; despliegue de fuerzas especiales en operaciones directas; bloqueo del acceso al sistema bancario internacional; exigir colaboración de países vecinos para combatir la corrupción y sancionar a funcionarios que colaboren con carteles, entre otras más que incluyen modificar su legislación para incluso imponer la pena capital a los capos y colaboradores.
El gobierno mexicano debe entender que esto dejó de ser un discurso de campaña y que se trata de una política de especial interés para el gobierno norteamericano y dejar de lado medidas cosméticas para hacer como que se coopera y como que se cumplen los compromisos.
Claudia Sheinbaum había sido cauta y prudente en sus declaraciones, sin apartarse del discurso de colaboración no subordinación, más defensa de la soberanía e integridad del territorio nacional. Consiguió una prórroga de un mes para evitar la fijación de aranceles, pero a cambio ha recibido algunas advertencias que no debiera desestimar. La presencia de embarcaciones militares frente a las costas mexicanas y el sobrevuelo de aviones espías confirman que, de no ser satisfactoria la respuesta a las demandas norteñas, ellos están en posibilidades y disposición para intervenir directamente.
Algo tendrá que hacer además de incrementar la detención de peces menores de la estructura criminal, el decomiso de armas y fentanilo y el envío de tropas a la frontera. La operación Enjambre en el Estado de México y Chiapas, se antojan insuficientes para responder a tan serio cuestionamiento contenido en el anuncio arancelario. Especialmente, cuando todo un estado, Sinaloa, tiene cinco meses siendo rehén de grupos criminales, cuando en Chiapas sigue el dominio territorial de otros más y en Tabasco se hace evidente que no hay control; ni cesan tampoco las denuncias en Michoacán, Jalisco y otros estados por la extorsión a productores y comerciantes.
Existen además señalamientos puntuales sobre gobernadores en funciones y gobernantes anteriores acerca de sus acercamientos con organizaciones criminales. Los ojos de la inteligencia norteamericana tienen tiempo atentos al desenvolvimiento político de nuestro país. La extensa frontera compartida hace que la estabilidad en la misma se vuelva una prioridad para la seguridad nacional estadounidense.
Por el rumbo que está tomando el dialogo entre las dos naciones, es previsible que la revisión del Tratado de Libre Comercio, cuya fecha ya han solicitado que se adelante, tenga más ingrediente político y de seguridad que de requerimientos comerciales, que siempre serán, como se vislumbra, solo instrumentos para negociar otras condiciones.
A juicio de nuestros vecinos pesan más los muertos por fentanilo, la desestabilización que significa la presencia y el avance de las organizaciones criminales y el debilitamiento del estado de derecho que el déficit comercial. Sin olvidar que quieren cerrar el continente a la presencia china. Como se ve, son diferentes prioridades y la nuestra debiera ser sobrevivir económicamente y ganar la paz, no elecciones. El costo de las omisiones y diferencias estará por verse.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN3 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo