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MUNDO

El movimiento migratorio en la era COVID: La migración del 2021 a EEUU, la más grande en la historia

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Por Jorge López Portillo Basave //

El 2021 presenta 3 factores que se conjugan para generar la “mega emigración”. La crisis económica del Covid-19 y la nueva pobreza en América Latina. La recuperación económica en los países de América Latina será lenta y a pesar de los esfuerzos de sus países y empresarios por regresar a los números del 2019, las mediadas de prevención que aún permanecen para controlar el Covid-19 tendrán efectos devastadores para millones de pequeños negocios, por lo que muchos habitantes de nuestra región buscarán emigrar a países con mejores niveles de ingreso y de oportunidad. En este caso el candidato obvio y natural para nuestra migración es EUA.

Entiendo que históricamente nuestra región ha tenido gobiernos buenos, malos y regulares, pero en esta ocasión nuestra región siguió el modelo internacional más popular al pie de la letra y esto tiene sus consecuencias.

Los niveles de pobreza y de incertidumbre que generaron los encierros y cierres durante la cúspide de la pandemia en el 2020 -especialmente en Honduras, Guatemala y El Salvador-, impulsarán a millones, sí millones de personas durante este 2021 a tratar de alcanzar el suelo americano.

EL PRESIDENTE DE LA INMIGRACIÓN”

Además de la tradicional razón económica, la mega migración se está dando por una nueva realidad en EUA. Hace unos días el Presidente Andrés Manuel López Obrador describió a su contraparte de los EUA Joe Biden como “El Presidente de la migración”. Los propios aliados demócratas del Presidente de EUA como el congresista Henry Cuellar, un aliado histórico de los migrantes, ha dicho que “esto no puede seguir”, al asegurar que los menores de edad detenidos por la patrulla fronteriza con los que él platicó durante su visita a los centros de detención reabiertos y saturados, le decían que en sus países de origen “ellos ven en la tele que mucha gente está entrando sin problema a EUA y que por eso ellos decidieron hacer el viaje”…“Ese es el mensaje que ellos están viendo y eso debe cambiar”, exigió el político liberal casi sonando como el mensaje del anterior Presidente.

LA MIGRACIÓN DE LA ERA DEL COVID19

Podemos decir que el Covid-9 no es un tema sino una era que nos acompañará al menos un par de años y cuyos efectos serán mucho más duraderos. Durante la administración de Trump se aplicó una política dura para disuadir o tratar de inhibir la inmigración indocumentada, dicha política fue acompañada de una retórica muy dura e incluso grosera, incluso algunos dirían que fue xenofóbica. En contraste el entonces candidato Biden dijo que frenaría las deportaciones y que permitiría la regularización migratoria de los que estuviesen indocumentados en su país. Esto ha sido tomado por muchos en Latinoamérica como una invitación abierta a la inmigración. Siendo el segundo elemento de esta triada de factores que estarán creando la mayor migración registrada, al menos en números reales, en la historia de la humanidad.

Según documentos oficiales de la administración Biden, febrero del 2021 fue record en número de cruces y detenciones en la zona fronteriza. Sólo en 28 días se detuvieron a 100,440.

En un sentido estricto, los meses de invierno son históricamente bajos en los números de la migración indocumentada, por lo que no sería raro que estos números se mantengan o aumenten durante este mismo año. Si los números se mantienen los estados de California, Texas, Nuevo México y Arizona recibirían a varios millones de personas en un lapso muy corto de tiempo. No olvidemos que esa misma cantidad de personas pasará por nuestros estados fronterizos de Baja California a Tamaulipas.

Según estudios del Congreso de Estados Unidos y de grupos pro migrantes, por cada persona que se detiene al cruzar la frontera sin documentos migratorios, cuando menos otras 3 logran pasar sin ser detectadas. Ojo, ésta es la migración por tierra, la más sufrida y trágica, falta sumar la migración por aire que aunque menor, también se da porque mucha gente con visa prefiere ya irse mudando a EUA por la inseguridad en Latinoamérica, misma que también ha aumentado durante esta era del Covid19.

Estas proyecciones son aún inciertas, ya que durante la era Trump se avanzó en la construcción del llamado muro fronterizo, por lo que aún no se sabe el efecto disuasivo del mismo en un periodo de apertura política como la de Biden sumado a la demanda migratoria por la pobreza que acentuó y generó el Covid-19. Lo que es verdad es que en febrero del 2020 se registraron 36 mil detenciones y en el 2021, 100 mil.

En la nueva administración de EUA, cada persona detenida es “procesada” y puesta en libertad en suelo americano para aguardar el proceso de deportación que dan las cortes. El altísimo número de solicitudes para estos procesos generan un rezago de años, durante los cuales nuestros paisanos trabajan y realmente se adaptan a dicho país independientemente de que su situación migratoria no cambie o se regularice.

Naturalmente casi nadie se aparece a los juicios por lo que ese proceso es una pérdida de tiempo y de dinero ya que los migrantes saben que si se presentan seguramente serán deportados.

Pero los menores detenidos tienen un problema distinto ya que no pueden ser dejados en libertad sin un adulto que se haga cargo y eso genera dificultades y riesgos, en especial porque muchos de dichos menores son enviados por sus padres para poder cruzar la frontera sin documentos y luego ser entregados a sus parientes en los EUA. Sólo durante el mes de febrero fueron detenidos casi 10 mil migrantes sin acompañantes, es decir algo así como 7% de todos los detenidos eran menores de edad.

LOS MIGRANTES PREFIEREN EUA SOBRE EUROPA

Los migrantes durante de la era del Covid-19 enfrentan un problema adicional, Europa decide nueva ola de encierros mientras que EUA y otros deciden abrir o morir, por lo que nuestros migrantes que antes ya estaban cruzando el mar para buscarse un mejor futuro, por ahora sólo se enfocan en EUA. El fenómeno de los encierros europeos puede atenuar el deseo de emigrar desde las regiones aledañas al viejo continente, ya que los países menos sofisticados de África, de Europa del Este y Oriente Medio han tenido medidas menos drásticas para asegurar los encierros que las europeas más famosas como Italia, España, Inglaterra, Francia y Alemania.

EL NEGOCIO SIGUE CRECIENDO

Si algún negocio crecerá en este año es el del tráfico de personas indocumentadas y mercancías ilegales a través de nuestra frontera con la frontera de EUA. Este es el tercer elemento que impulsará y promoverá la emigración del 2021, en la que los migrantes incluso traen playeras idénticas impresas con la frase “BIDEN déjanos entrar”.

De los 100,440 migrantes detenidos durante febrero, 10 mil eran menores de edad, 71 mil eran adultos sin compañía y casi 20 mil eran familias. Esto indica que el 20% de esta emigración se da con todo y la familia en un solo acto. Pero alguien organiza la ruta y esos son los cárteles que son de facto los dueños de dichas rutas que van desde el sur de México hasta el interior de los EUA. ¿Quién organizó la fabricación y distribución de las playeras tipo campaña electoral entregadas y portadas por cientos de migrantes que se supone vienen de manera espontanea?

El negocio del 2021 para el tráfico de personas sería tan numeroso que podría alcanzar 4 millones de cruces indocumentados por tierra. Pasarían por esa zona más personas que el total de los habitantes que hay en la suma de Guadalajara y Zapopan, incluso la migración indocumentada sería similar al número total de nacimientos en EUA durante el 2020. Imaginemos el volumen de dinero que esto representa y el reto para las autoridades de la frontera mexicana y americana. Es evidente que la estrategia de los carteles está funcionando muy bien, aprovechando la colusión, corrupción y la ineficiencia de los sistemas de seguridad pública de todo el hemisferio norte.

Los carteles utilizan y ahora hasta uniforman a los migrantes para que lleven drogas o en su caso para que distraigan los recursos de la patrulla fronteriza que se ve superada en sus capacidades numéricas. El altísimo número de migrantes ha generado que la administración Biden reabra los “gallineros” o granjas como prisiones que se habían criticado y cerrado durante la administración Trump.

En dichas granjas se atiende a los menores sin compañía, niños y niñas de 8 a 18 años de edad, pero no se tiene manera de evitar los contagios del Covid-19, lo mismo sucede con los centros para procesar a los adultos, por lo que ya incluso se han dispuesto campamentos al aire libre en la línea fronteriza para procesar en el piso, en pleno desierto, ahí bajo carpas o puentes en los huecos del muro, a los miles de migrantes que arriban cada día.

Para mi los migrantes son en su mayoría valientes que arriesgan su vida por un futuro mejor. Durante la travesía, los migrantes se enfrentan a violaciones sexuales, asaltos, secuestros y claro extorsión.

Hay que valorar y meditar el efecto que esta migración tiene en sus comunidades de origen, pero también en las comunidades destino en donde además de crear negocios, también compiten con los locales por los puestos de trabajo escasos en esta era del Covid-19. Para nosotros los receptores de los dólares que envían y que rompieron récord en el 2020, su partida es una bendición económica que reduce las presiones por desempleo y pobreza, pero habría que ver cuál es el impacto en los empleos locales de bajo ingreso, si es verdad que nuestros paisanos hacen el trabajo que “ni los negros quieren” como decía el presidente Fox, o tal vez también es que hacen el trabajo por sueldos menores y eso genera que a todos les bajen el salario por la natural ley de la oferta y la demanda en un país como lo es EUA.

Es obvio que a pesar de las dificultades y de que el salario no ha crecido, a nuestros migrantes les va mejor que a muchos de nuestros paisanos que no se exilian y es por eso que la emigración se da y se dará en grande durante este 2021.

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MUNDO

Semana histórica en México y en el mundo

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Opinión, por Miguel Anaya //

El mundo es una tragedia para aquellos que sienten, pero una comedia para aquellos que piensan”, Horace Walpole.

Tal vez la velocidad del día a día no nos da para poner en su justa dimensión la semana histórica que acabamos de vivir, tanto en México como en el mundo han acontecido una serie de hechos que de una u otra manera cambiarán al mundo.

En el plano internacional dos sucesos llamaron la atención iniciando con el primer el debate presidencial estadounidense (que seguramente será el único) entre el expresidente y candidato republicano Donald Trump y la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris que arrojó un resultado positivo para esta última, dejando ver que la nación más poderosa del mundo podría tener a su primera mujer presidenta.

Estados Unidos se enfrentará en tan solo mes y medio a una elección importantísima en la que se define volver a la política proteccionista y conservadora de Trump o mantener la política social y globalista que representan los demócratas. El debate posicionó muy bien a Harris que comenzó una campaña cuesta arriba después del pobre desempeño como candidato del presidente Biden. Hoy, las alarmas en el equipo de Trump suenan fuerte pues parece que Kamala le está comiendo el mandado y como dice el viejo refrán: Caballo que alcanza gana.

Mientras Estados Unidos sigue sumergido en su proceso electoral, las tensiones en Europa del Este siguen escalando, tan es así que hace unos días el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que si Occidente autoriza a Ucrania a emplear su armamento de largo alcance contra el territorio de Rusia esto significaría la guerra con la OTAN, esta amenaza no debe tomarse como algo menor.

Si escala la tensión en Europa, esto significaría involucrar de manera directa a los países como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, etc. y consecuentemente China, Corea y hasta los países árabes tendrían que tomar partido, esto supondría un conflicto internacional de terribles proporciones por lo que habrá que estar atentos al tema.

Aterrizando en México, habrá que lamentar los tristes sucesos de Sinaloa donde, a partir de la detención de uno de los líderes importantes de la mafia, se han desatado disputas que han durado días en el estado norteño, en la mismas han muerto civiles, soldados y delincuentes. La acción de las autoridades deja mucho que desear pues la escalada de violencia ha causado daño en la infraestructura, en la economía y por supuesto en el modo de vida de la sociedad sinaloense.

Por si esto fuera poco, la reciente aprobación de la reforma judicial ha conmocionado al país, pues además del contenido de la misma que preocupa a parte de la población y a los entes económicos locales e internacionales, la forma de llevarla a cabo ha levantado más dudas que certezas, pues la aprobación “fast track” ha impedido una discusión profunda del tema y ha evitado que expertos puedan dar su manita de gato a la misma.

El voto decisivo vino de los Yunes, políticos veracruzanos que anteriormente fueron señalados por hechos de corrupción por la actual administración y que hoy para un sector importante de mexicanos representan la imagen de la traición y el descaro; para otros representaron el fiel de la balanza que redimió lo mandado por el pueblo. La batalla discursiva e ideológica le pega al peso y a la inflación que comienzan a tambalear la estabilidad económica del país.

Al final, en el tema del análisis político los sucesos pueden representar una comedia o una tragedia según el cristal con que se miren. Pero más allá de admirar la puesta en escena, no se puede ser omiso ante los acontecimientos que dan rumbo a la realidad, es necesario ser parte del reparto y participar de los hechos que están modificando de la realidad actual, porque nos guste o no habrá que recordar que tanto la acción como la omisión tienen su repercusión.

 

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MUNDO

El poder de las redes: Revolución digital, la nueva arma política

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

La historia de la humanidad ha sido escrita a través de la comunicación. Desde los primeros garabatos en las cuevas hasta las imprentas de Gutenberg, la evolución de la comunicación ha sido un catalizador de cambios sociales, culturales y políticos. Cada vez que la tecnología ha ampliado nuestra capacidad para intercambiar información, hemos presenciado una transformación significativa en las dinámicas de poder.

Los primeros pergaminos del conocimiento, restringidos a las élites intelectuales, dieron paso a la imprenta, que democratizó el acceso a las ideas y fue la chispa que encendió revoluciones. Hoy, en plena era digital, la comunicación ha dejado de ser una herramienta exclusiva de las élites para convertirse en un arma poderosa en manos de cualquier individuo con un teléfono inteligente. Pero, al igual que cualquier arma, su uso puede ser tanto constructivo como destructivo, y en México, ha reconfigurado la forma en que se toman las decisiones políticas.

Las redes sociales se han erigido como la nueva plaza pública, donde ciudadanos, activistas y políticos convergen en un incesante intercambio de ideas, propuestas y, en muchas ocasiones, desinformación. La idea romántica de una conversación pública abierta y democrática, que originalmente impulsaba la internet, ha sido parcialmente distorsionada.

Aunque las plataformas digitales han permitido que más voces se expresen, también han introducido una nueva clase de monopolio: el de los algoritmos que dictan qué mensajes son visibles y cuáles son ignorados.

La política en México no ha quedado al margen de esta revolución comunicativa. De hecho, ha sido profundamente impactada por la inmediatez y accesibilidad de las redes sociales. Hoy, un «like» o un retuit puede tener más peso en la toma de decisiones que una encuesta de opinión o un estudio técnico. Los políticos, conscientes del poder que tienen las redes para modelar la opinión pública, han ajustado sus estrategias para gobernar en función de la popularidad digital.

En este contexto, la figura del político tradicional, con discursos largos y decisiones basadas en deliberaciones profundas, ha sido reemplazada por la del político-influencer, cuya prioridad no siempre es el análisis técnico de los problemas, sino la construcción de una imagen atractiva.

Esta tendencia es análoga a la forma en que los antiguos emperadores romanos ofrecían pan y circo para distraer al pueblo de los problemas estructurales del Imperio. Hoy, el «circo» está en los videos virales, los memes y las respuestas rápidas a las crisis que explotan en las plataformas digitales. El problema radica en que esta política basada en el «engagement» puede ser volátil y poco efectiva para resolver los problemas de fondo.

El acceso a la información se ha democratizado, pero con ello también ha nacido un fenómeno inquietante: la cámara de eco. Los algoritmos en redes sociales, diseñados para maximizar la atención del usuario, refuerzan los sesgos y rodean a las personas de contenido que confirma sus creencias. Esto ha fragmentado la opinión pública en burbujas, donde la verdad se distorsiona y la polarización se agudiza. En México, esto ha generado una atmósfera donde el diálogo político real, basado en la confrontación de ideas y en la búsqueda de soluciones comunes, se ve reemplazado por confrontaciones entre «tribus» digitales.

La dinámica de las redes sociales ha polarizado la política mexicana, haciendo que las decisiones se tomen más por presión popular inmediata que por análisis técnicos o consensos a largo plazo, esto a tal grado que los debates no se limiten a las cámaras legislativas, sino que se libran también en Twitter y Facebook, donde la presión de los trending topics y las narrativas virales obligan a los políticos a adaptar sus discursos en tiempo real. Como gladiadores modernos en la arena digital, los líderes deben ajustar sus estrategias para mantener el favor del público, aunque esto signifique sacrificar la profundidad de sus decisiones.

El populismo ha encontrado terreno fértil en la era de la comunicación digital. Las redes sociales permiten a los líderes populistas construir narrativas simplistas y emocionales que se propagan como un incendio forestal. Los problemas complejos se reducen a eslóganes, y las soluciones a cuestiones profundas se venden como si fueran productos de consumo inmediato. En México, el discurso populista ha capitalizado la inmediatez de las plataformas digitales, permitiendo que los líderes tomen decisiones más reactivas que estratégicas.

Este fenómeno recuerda a los vendedores ambulantes de la antigua Grecia, quienes ofrecían remedios milagrosos para cualquier mal. En el espacio digital, el remedio milagroso viene en forma de una política rápida, diseñada más para satisfacer la demanda inmediata de los usuarios que para abordar los problemas estructurales de fondo. Las decisiones impulsadas por el populismo digital pueden ser eficaces a corto plazo, pero a menudo carecen de la sustentabilidad que requiere un cambio profundo.

Aunque la comunicación se ha democratizado, es importante recordar que ahora nuevos actores controlan el flujo de información. Plataformas como Facebook, Twitter y Google tienen un poder inmenso sobre qué contenido llega a los usuarios y cómo se organiza el debate público. Este nuevo monopolio digital no es necesariamente más transparente que los viejos monopolios mediáticos. De hecho, su influencia puede ser incluso más sutil y difícil de contrarrestar, ya que los algoritmos detrás de las plataformas son opacos y su funcionamiento está lejos del escrutinio público.

La comunicación es y ha sido siempre un arma poderosa. Hoy, más que nunca, las decisiones políticas en México están moldeadas por la forma en que se intercambia la información en la arena digital. Si bien la democratización de la comunicación ha permitido la aparición de nuevas voces, también ha traído consigo nuevos desafíos. La política ha sido transformada por las dinámicas de las redes sociales, y con ello, las decisiones se han vuelto más reactivas, polarizadas y, en muchos casos, superficiales.

Es responsabilidad tanto de los ciudadanos como de los líderes políticos aprender a navegar este nuevo ecosistema de información con sabiduría y cautela, buscando siempre el equilibrio entre la inmediatez y la profundidad. Solo así podremos asegurarnos de que la política siga siendo una herramienta de cambio verdadero, y no solo un espectáculo efímero para la aprobación instantánea del público digital.

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MUNDO

¿Política pública o eslogan de campaña? «El marketing en la transparencia»

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Opinión, por Alejandro Verduzco Mendoza //

El 2024 ha sido un año de muchos acontecimientos en nuestro país y a nivel global, pero si hablamos de política y de campañas electorales podemos comentar lo acontecido en el proceso electoral del 2 de junio en México, donde los electores en su mayoría eligieron a la primera presidenta, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

Consumando un hecho histórico, donde gobernará una mujer la silla de Palacio Nacional, con más de 35 millones de votos, lo cual representa el 59 % de la votación, y que en días pasados ratificó dicho triunfo la Sala Superior del Tribunal Electoral Federal por el periodo del 2024 al 2030.

En dicho proceso pudimos apreciar que la campaña de Morena estuvo integrada por mensajes estratégicos a través de discursos, eslóganes de campaña, propaganda política, debates, en mítines y medios de comunicación en general, que fueron utilizados y lanzados como petardos a los electores para persuadir y mantener su posicionamiento de marca, como lo consiguió el presidente López Obrador en su campaña y gobierno, para seguir posicionando su ideología política: “No puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”; “No le vamos a fallar al pueblo de México”; “No más corrupción en la construcción del país”; “Vamos bien, vamos avanzando”; “Por el bien de todos, primero los pobres”; y “Somos el gobierno más transparente de la historia”, entre otros.

Así mismo, en la elección de gobernador en el estado de Jalisco, que se celebró simultáneamente con las elecciones federales, el partido Morena logró posiciones significativas en alcaldías, diputaciones locales y federales, además de dos curules en el Senado por el estado. Sin embargo, el virtual ganador de la gubernatura fue Jesús Pablo Lemus Navarro, candidato del partido Movimiento Ciudadano.

Durante el proceso nos percatamos como los distintos cuartos de guerra de los candidatos (war room o sala situacional) desarrollaban diversas estrategias al calor de la contienda, donde el gobernador vencedor, según el órgano electoral de Jalisco, Pablo Lemus, se describía en campaña como un jalisciense que disfruta su trabajo, con su eslogan “Porque de buenas es mejor”; destacando que así lo hizo en el municipio de Zapopan y en Guadalajara cuando fue presidente municipal, con buenos resultados y buenos gobiernos, comprometiéndose en campaña que en su gobierno van a trabajar de cerquita con la gente, escuchando, resolviendo los problemas sociales, y que, integrará los mejores perfiles para su administración, anteponiendo un gobierno transparente, con rendición de cuentas y con una ética pública.

Durante la campaña en Jalisco y en todas las entidades, la bandera de la transparencia, rendición de cuentas y el combate a la corrupción; pareciera que era un eslogan de campaña, una mención en los mensajes estratégicos de trámite, más que de una verdadera política pública.

Es importante señalar que la elección a gobernador en Jalisco fue impugnada por el partido Morena y su coalición, por supuestas irregularidades en el proceso, y fue el 12 de agosto que el Tribunal Electoral de Jalisco ratificó el triunfo del candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Jesús Pablo Lemus Navarro, quien obtuvo una votación a favor de un millón 626 mil 789 votos, lo que representa el 44.25 % del total; seguido de la coalición Sigamos Haciendo Historia por Jalisco con un millón 440 mil 024, el 39.17 %. La diferencia entre uno y otro candidato fue de 186 mil 765 votos, lo que representó el 5.08 %. Esta diferencia porcentual fue el argumento por el cual el tribunal determinó la imposibilidad de ordenar la repetición de la elección en Jalisco.

Por otro lado, en un contexto similar, pero en otra región de América Latina, tenemos los recientes acontecimientos relacionados con la elección presidencial en Venezuela. El 28 de julio, el presidente Nicolás Maduro se proclamó ganador, lo que significaría un tercer mandato, avalado por las autoridades electorales venezolanas.

Por su parte, el líder de la oposición, Edmundo González, y María Corina Machado publicaron en Internet que, según los datos recopilados por el frente opositor, con 24,532 actas computadas (equivalentes al 81.7 % del total), ellos tendrían la victoria con un amplio margen: el 67 % de los votos a favor, frente al 30 % obtenido por Nicolás Maduro. Esta cifra contrastó ampliamente con la información oficial del Consejo Nacional Electoral.

Cabe resaltar que en Venezuela se vivió una jornada electoral marcada por la incertidumbre, la represión y las amenazas, además de una notable falta de transparencia en los cómputos y en los resultados presentados públicamente, tanto por el órgano electoral como por el presidente Maduro. Este proceso, carente de claridad, ha creado un descontento generalizado en el país y ha provocado reacciones a nivel internacional, con pronunciamientos de líderes de otros países y de la propia Organización de los Estados Americanos (OEA).

Asimismo, este año, el 4 de noviembre, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, una contienda caracterizada por numerosos incidentes en la carrera hacia la Casa Blanca, como es bien sabido, el presidente Biden inició su campaña como candidato del Partido Demócrata con la firme intención de asegurar un segundo mandato, enfrentándose al candidato republicano, el expresidente Trump.

Sin embargo, todo cambió cuando la campaña de Biden comenzó a enfrentar dificultades. El 13 de julio, durante un mitin en Butler, Pensilvania, el candidato Trump sufrió un atentado, en el que murieron dos personas, incluido el presunto agresor, y varias más resultaron heridas. Este ataque desató el pánico y reavivó los temores de asesinatos y atentados en Estados Unidos.

Por irónico que parezca, la bala que iba dirigida a Trump le pegó a Biden, pues el candidato republicano no solamente salió con vida, sino que además resultó empoderado y mejoró su posicionamiento entre los electores. Este hecho dejó al candidato demócrata navegando a la deriva durante las horas y días siguientes, hasta que, una semana después del incidente en Pensilvania, anunció que se bajaba de la candidatura, y propuso a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora, misma que fue elegida en la Convención Nacional Demócrata para disputar la elección contra Donald Trump; contienda, en la que dicho sea de paso, no está nada decidido.

Los 3 candidatos, Biden, Trump y Kamala, en su momento, han realizado ataques y señalamientos, utilizando como bandera la “transparencia”, dado el impacto global que esta tiene en el discurso actual. Desde luego, los candidatos han hablado de fortalecer la rendición de cuentas y el combate a la corrupción.

En este contexto, considero necesario citar la definición de “política pública” de Luis Aguilar Villanueva, un referente en materia de gobernanza y administración pública, como el: “Proceso que incluye la identificación del problema, la formulación de soluciones, la implementación de estrategias y la evaluación de resultados”. En el entendido de que el concepto de la transparencia más que un eslogan de campaña electoral, debería ser una verdadera política pública.

Las políticas públicas deben ser comprendidas dentro de un marco amplio que considera la participación de diversos actores, como el gobierno, la sociedad civil y el sector privado. Estos actores interactúan en un espacio de deliberación donde se establecen los objetivos de las políticas, se diseñan estrategias, se discuten posibles soluciones y se toman decisiones que buscan beneficiar a la sociedad en su conjunto”, tal como lo señala el Dr. Guillermo Muñoz Franco en su obra «La Transparencia como una Forma de Vida». Reitero, pues, que el concepto de “transparencia” va más allá del uso mercadológico en las campañas políticas, del discurso de un candidato o de una bandera gubernamental; pienso que este debería convertirse en un hábito esencial, integrando tanto el «ser», en términos de ética y moral, como el «deber ser» en relación con las normas que guían la corrección de nuestras acciones como miembros activos de una sociedad.

En esta publicación me gustaría compartir con ustedes, estimados lectores, que en el año 2015 tuve la oportunidad de colaborar en la política pública de comunicación en materia de transparencia del Gobierno del estado de Jalisco, durante esa administración hubo grandes retos y logros, en ese año la Secretaría de la Función Pública (SFP) en coordinación con la Comisión Permanente de Contralores Estados-Federación (C.P.C.E.F.), convocó al Primer Concurso de Ensayo en «Transparencia y Rendición de Cuentas» en México, un concurso a nivel nacional con la finalidad de impulsar y promover la generación de una nueva cultura organizacional en la materia. Para ello, un servidor participó con el ensayo “El marketing en la transparencia y el acceso a la información pública en México”, obteniendo el segundo lugar a nivel nacional, este abordó la creación de un modelo enfocado en la difusión y promoción de la cultura de la transparencia, acceso a la información pública y la rendición de cuentas, considerando las distintas herramientas promocionales que permite la interdisciplinariedad del marketing, basado en Philip Kotler, mismo que hoy utilizo para escribir este texto.

En mi trayectoria de contribuir a una nueva cultura de transparencia en el ejercicio público, fui testigo del nacimiento de la primera Ley Federal de Transparencia en México, que entró en vigor en 2002. Esta ley dio origen en 2003 al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), el cual se estableció como el órgano garante en la materia en México. Posteriormente, en 2014, este organismo cambió su nombre a Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, convirtiéndose en un organismo público autónomo.

Para concluir, me pregunto: ¿estamos ante la posible extinción de la transparencia y su relegación a la historia? ya que como sabemos el pasado 24 de agosto, las Comisiones de la Cámara de Diputados aprobaron una propuesta de reforma constitucional que amenaza los derechos fundamentales de acceso a la información pública y la protección de datos personales. Esta reforma propone extinguir al INAI y su Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), lo que representaría un grave retroceso, eliminando décadas de esfuerzos, participación social, inversión e investigación. Dicho marco constitucional fue producto de la lucha de ciudadanos y organizaciones no gubernamentales contra la opacidad de las instituciones públicas y la falta de rendición de cuentas que caracterizó a muchos gobiernos en el pasado.

La reforma plantea, entre otras cosas, la desaparición de los 32 institutos de transparencia locales como el ITEI en Jalisco y el INAI a nivel nacional, además extinguir otros 6 organismos autónomos importantes para la democracia y desarrollo de nuestro país como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). ¿Realmente estas decisiones garantizarán el estado de derecho y el bienestar social de los mexicanos?, que el tiempo, los hechos y la historia lo juzguen.

Felices fiestas patronales y que #VivaMéxico…

Por: Mtro. Alejandro Verduzco Mendoza

Mercadólogo y analista político

@averduzcom

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