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OPINIÓN

El PRI se ubica en la social democracia: La disputa de autonombrarse partidos de izquierda en México

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Opinión, por Pedro Vargas Avalos //

Ya sabemos que en tratándose de pensamiento, ideología o política, a quienes se declaren o ubique como conservadores, se les conoce como de “derecha”; por el contrario, a quien se le identifica como progresista o de avanzada, suele calificársele de “izquierda”.

Es claro, como lo ha dicho el notable pensador italiano Norberto Bobbio, que lo que llamamos izquierda tiene a la promoción de la igualdad como una de sus ideas prioritarias, aunque no la única: Punto irrenunciable de la izquierda es, por consiguiente, la búsqueda de la igualdad, pero sin excluir las garantías individuales y la participación ciudadana. En consecuencia, como señala el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, el actuar progresista no puede excluir la libertad, la democracia y la moral. De allí que, el pensamiento de izquierda debe ser democrático y crítico de la centralización del poder, así como de la concentración de la riqueza en pocas manos, promoviendo preceptos de justicia distributiva.

LOS DETRACTORES DE AMLO

El creador de “Sí por México”, Claudio X González, e impulsor del “Va por México”, declaró en días recientes, que era de centro progresista: “Yo soy de izquierda, AMLO es populista”, dice y tacha al presidente de inepto y mentiroso. Y como su padre -de igual nombre- quien fue colaborador de Carlos Salinas “El héroe de Agua Leguas”, es un riquísimo empresario, a su entrevistador le confesó, como queriéndose exculpar: “No soy empresario ni conozco a Salinas”, enfatizando que el exmandatario neoliberal, “No está atrás de nosotros: soy demócrata, lucho por los derechos sociales”. Lo anterior lo declaró ante el furibundo impugnador de López Obrador, Carlos Loret de Mola, cumpliéndose el refrán popular que reza: Dios los hace y ellos se juntan. (twitter, 19 de nov. 21.)

Ante esas manifestaciones del opulento junior, que según él solo es “filántropo” (con ingresos de $300 mil pesos mensuales solo por dirigir una ONG gestada debido a su generosidad, la famosa Movimiento contra la Corrupción y la Impunidad -MCCI-) vinieron reacciones de todo tipo. Poor ejemplo, Simón Levy, un auténtico empresario expuso: “Claudio es rentista de turno, de los seudo empresarios que tanto daño han hecho a México” (25 oct. 21, programa Los Periodistas). Con su MCCI busca hacer justicia en los bueyes del compadre, ya que solo acomete a los que no piensan como él y sus patronos (Leche Lala, Eduardo Tricio y un club de empresarios), a los que desde luego no tiene en su mente investigar. Y concluye este inversionista y exfuncionario público, que el personaje de la X -equis-: “Forma parte del contubernio con la política”.

Doña Ifigenia Martínez, la galardonada economista y política mexicana admirada en todo el país, manifestó el 11 de octubre, el recibir la medalla Belisario Domínguez: “Con López Obrador, hoy contamos con un gobierno democrático de izquierda transformadora”. Es decir, que a pesar de lo que digan los detractores, y uno que otro envidioso, el primer mandatario sí profesa y practica los principios de la izquierda. Y quien los asuma no debe ser dubitativo al aplicarlos: “no hay, en épocas de transformación, justo medio, son tiempos de definiciones” (AMLO, discurso por su tercer año de gobierno, 1-dic-2021).

Una artificial periodista y evidente seudo política (Lily Téllez), que confesó haberse equivocado tanto en la izquierda (con motivo de que para llegar al Senado, se apoyó en el presidente) como con la derecha (pues firmó declaraciones reaccionarias con Santiago Abascal, el español intransigente de Vox), quien de la bancada de MORENA desertó y pasó a la panista, no se dijo de izquierda, pero una concolega suya, la senadora Antares Vázquez, prontamente la calificó al hacer uso de la tribuna de la Cámara Alta: la señora que me antecedió, es “traidora al pueblo de Sonora y al presidente de México, …que la trajo a este Senado”. Así es que muy difícilmente podrá esa escandalosa tránsfuga, declararse de izquierda.

En nuestra patria, fueron izquierdistas muchos personajes, aunque no lo hayan manifestado. Es más, por su trayectoria e ideales, Morelos “el siervo de la nación” sería un precursor de esta corriente. Y Prisciliano Sánchez, el padre del federalismo, también hubiese militado en tal sector. Y así podríamos enumerar muchísimos próceres nacionales, desde Juárez hasta los Flores Magón. Hasta llegar la época del priáto (1929-2018), iniciada con su antecesor el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y continuada por el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), para finalmente culminar con el Revolucionario Institucional (PRI). Hubo un lapsus interruptus -tramo fallido- en este priáto, en que gobernó el panismo, pero por la afinidad de unos y otros se le llama del PRIAN.

En la historia del PRI, hubo una etapa izquierdista (Lázaro Cárdenas) que el mismo entonces mandatario no quiso mantener, pues el más puro socialista que lo debería hacer sucedido (Francisco J. Mújica) no recibió su apoyo. Recordemos que en el priáto, el presidente en turno designaba al heredero, por lo cual el maestro Daniel Cosío Villegas, escribió que, esa era la principal ley no escrita del sistema, común al PNR-PRM-PRI, o sea, una “monarquía absoluta sexenal hereditaria en línea transversa” (Daniel Cosío, 1974). Resultado de tal situación, fue una competencia electoral ficticia, y por lo tanto los izquierdistas realmente estaban marginados.

DEL PC-PSUM-PMT AL FDN

En 1981, el Partido Comunista (PC) y algunos organismos que se unieron, forjaron el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), en tanto que otro organismo de izquierda, el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) se mantuvo al margen de dicho proceso, logrando también registro legal y lograr diputaciones en 1985. Al año siguiente, (1986) surgió la Corriente Democrática dentro del tricolor; la encabezaron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez y así, dentro del partido del gobierno manifestaron su oposición a la política neoliberal instrumentada por el entonces presidente Miguel de la Madrid (1982-1986). Podríamos decir que ese movimiento tenía principios de izquierda social. Pero fracasó y en 1988 se transformó en el Frente Democrático Nacional (FDN).

Ese Frente, con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato, tuvo un poder de convocatoria insólito, comparable sólo a la que tuvo Madero en 1910 y mayor a la del Gral. Juan A. Almazán en 1940; eso no obstante que dicho aspirante, decía Carlos Monsiváis, “su único carisma era ser anticarismático”. Había en ese momento (1988) un auténtico izquierdista, Heberto Castillo, quien fungió como secretario particular del general Cárdenas, y por tanto se le consideraba su heredero político: habiendo sido nominado candidato presidencial del PMS (Partido Mexicano Socialista, surgido un año antes por la unificación de los partidos de izquierda), tuvo la grandeza de declinar en mayo de 88 en favor del hijo de su maestro. Desde antes de las elecciones -que serían el 6 de julio-, la población identificada con la izquierda parecía haber elegido a Cuauhtémoc Cárdenas como su caudillo: fue seguido masivamente, porque evocaba los principios propios del nacionalismo revolucionario que habían sido falsificados o truncados durante décadas por el PRI (Mario Ruiz Sotelo: Morena, la izquierda y la consolidación de la democracia, Argumentos, núm.32, UAM, Xochimilco, 2018).

Anota el escritor antes aludido, que la corriente progresista del nacionalismo revolucionario aliada a la surgida de organizaciones socialistas típicamente de izquierda, no logró el poder no solo porque el sistema se “calló”, es decir, del mero fraude electoral, sino porque “En realidad, lo que hizo posible que se consumara el triunfo de Carlos Salinas fue la alianza PRI-PAN, aceptada abiertamente por los entonces líderes visibles del panismo, Luis H. Álvarez y Diego Fernández de Cevallos”. Al gobierno surgido, Heberto Castillo lo describió con la fórmula: “El PAN propone y el PRI dispone”.

LA FIGURA DE CUAUHTÉMOC CÁRDENAS

Fue en ese ambiente que se manifestó, al inicio de 1994, el EZLN, significando una gran reanimación de las ideas de la izquierda, pero ahora con ecos externos. En 1996, con un IFE autónomo, Cuauhtémoc Cárdenas consiguió conquistar la Ciudad de México (1997); lastimosamente, la Presidencia en 2000, quedó en manos del panista Vicente Fox, quien trivial y aturdido, solapó la alianza con el PRI y evitó la cristalización de la izquierda cuando sobrevino la sucesión de 2006, en las cuales imperaron campañas que fomentaban el miedo y la intolerancia hacia la opción izquierdista, teniendo como corolario resultados tildados de fraude: especialmente por la sospechosa actitud del Tribunal Federal Electoral, a) denegó el recuento total de votos, siendo que la diferencia entre el primer y segundo lugar era poco más de medio punto, y b) admitió que hubo infracciones a la ley, pero no suficientes para anular la elección: eran delitos electorales pequeños (¿?). Solo así, la alianza de facto PRI-PAN triunfó nuevamente, “haiga sido, como haiga sido”. El pueblo guardaría esos agravios.

Tras el oscuro sexenio de Calderón, el PRI y sus compañeros de viaje (empresarios, medios, membretes a modo, etc.) perfiló a Enrique Peña Nieto como candidato a la Presidencia, enfrentando a López Obrador, quien, aunque inició mal, vino de menos a más, pero no pudo vencer. Peña Nieto renovó la consabida alianza con el PAN, al que se uniría parcialmente el PRD, con lo cual virtualmente quedó fuera del poder la izquierda partidaria: entonces, López Obrador con gran visión activó la organización de Morena, organismo representativo de los principios del nacionalismo revolucionario que el cogobierno PRI-PAN pretendieron sepultar.

Están de acuerdo los observadores de la política y comentaristas de la vida pública nacional, que el período de Peña Nieto, ha sido el más corrupto de todos los de la etapa neoliberal; la mayoría de los ciudadanos también así opinan.

En 2018, los comicios presidenciales dieron un contundente triunfo a la izquierda abanderada por López Obrador, reconociendo que este se condujo conforme su ideal: “el noble oficio de la política exige autenticidad, y definiciones; ser de izquierda es anclarnos en nuestros ideales y principios, no desdibujarnos no zigzaguear; si somos auténticos, si hablamos con la verdad y nos pronunciamos por los pobres y la justicia, mantendremos identidad y ello puede significar simpatía, no sólo de los de abajo, sino también de la gente lúcida y humana de la clase media y alta, y con eso basta para enfrentar a las fuerzas conservadoras, a los reaccionarios”. (Discurso a tres años de gobierno, 1 de diciembre de 2021).

LE DIMOS UNA PATADA AL NEOLIBERALISMO”

Recientemente se llevó a cabo la 23 Asamblea Nacional del PRI, en la cual los tricolores aprobaron definirse como un partido socialdemócrata y se deslindaron del neoliberalismo de las administraciones pasadas. Así lo dio a conocer Rubén Moreira, coordinador del grupo parlamentario del tricolor en San Lázaro: “México necesita un partido de centro izquierda: el PRI es la opción”. Mediante su cuenta de Twitter, Moreira, también exsecretario general cuyo cargo ahora ocupa su esposa -Carolina Viggiano- detalló que por mandato su institución es un partido de centro izquierda y definió a los integrantes de éste como “feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas y aliados de las causas populares”. Concluyendo con una categórica locución: “Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”. (Rubén Moreira, 11 dic.2021).

Alito, el priista, declaró el 11 de diciembre, al final de la Asamblea priísta: “claro que estamos listos, yo tengo 46 años, pero he sido nada más 3 veces diputado federal, senador, gobernador, presidente nacional del PRI, todos estamos listos, al final del camino lo que se necesita es un buen cuadro, un buen liderazgo para enderezar el camino del país”. “Reconocemos nuestros errores, pero tenemos propuesta, tenemos proyecto, vamos a construir, no tengan duda”.

ES DE EXTREMA AMBIGUA”

A lo anterior, lo del priísmo de centro izquierda, Juan Ignacio Zavala (hermano de Margarita Zavala) de inmediato esclareció: En los “90 tardíos, cuando se hablaba de la ideología del PRI, algunos en el PAN decíamos que era de “extrema ambigua”, pues lo mismo le daba, por ejemplo, nacionalizar la banca que privatizarla”, es decir, ser de izquierda que de derecha.

Para ultimar esta revisión del izquierdismo mexicano, diremos que el decaído PRD (Partido de la Revolución Democrática) está dirigido por el líder de su corriente o tribu “Nueva Izquierda”, el señor Jesús Zambrano (uno de los chuchos, junto a Jesús Ortega), quien el 4 de diciembre reciente, tras su Asamblea Nacional, aseveró que: “uno de sus objetivos es enfrentar a ´esa versión de la izquierda radical que no tiene nada de izquierda ni de democrática´ y que hoy está instalada en la conducción del país”. El primer mandatario, a lo dicho por perredistas y priístas, les encaró: Si son de izquierda, que respalden la reforma eléctrica, pues de otra manera traicionan a Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos. (Sin Embargo, 15-12-21).

Así las cosas y por lo narrado, la moda es declararse de izquierda, ya sea centro-izquierda, izquierda progresista, transformadora, revolucionaria, social, nueva, etc. En pocas palabras, ser de izquierda, es la usanza en boga de los que se dedican a la política; por lo tanto, al ser esta demasiado importante, es necesario no dejarla solo en manos de los políticos. De esta verdad debemos estar convencidos todos los mexicanos, para poder exigir como ciudadanos íntegros y en su momento, saber cumplir como electores comprometidos.

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JALISCO

Lemus ante el mareo de montaña

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Ahora que Pablo Lemus tiene el camino despejado para asumir la gubernatura de Jalisco el próximo 6 de diciembre, vale la pena hacer una serie de reflexiones sobre lo que viene en su futuro, las responsabilidades que asumirá como jefe de las instituciones de un estado tan importante como Jalisco que al paso de los años se ha convertido en un motor de la economía nacional.

Llegar a la gubernatura no fue fácil para Pablo ante los obstáculos que le pusieron los de la Cuatro T que hicieron hasta lo imposible para anular la elección que le dio más de 180 mil votos de ventaja y que finalmente por unanimidad validó la Sala Superior del Tribunal electoral Federal

Creo que Pablo tiene mucho que aprenderle a Alfaro sobre lo que no debe hacer un gobernante y algo fundamental: que no se suba al ladrillo o al banquito y sufra mareo de montaña. Alfaro hizo cosas buenas y otras no tan buenas, tuvo aciertos, pero también tuvo grandes y graves errores.

Y uno de ellos fue el no poder controlar la soberbia al ser presa de los cortesanos que lo halagaban constantemente, lo que lo llevó a sentirse dueño de la verdad absoluta, con exceso de vanidad y una alta carencia de humildad, así como de autocrítica.

Alfaro se sintió presidenciable desde antes de asumir la gubernatura de Jalisco, presa de esos cortesanos que le repetían día y noche que por su capacidad y gran valor debería ser Presidente de México. Fue así como dio su primer paso en falso, confrontarse con el Presidente López Obrador y por ese paso en falso Jalisco perdió dos años hasta que éste fue a Palacio Nacional a disculparse; pero esa soberbia desenfrenada lo llevó de la misma forma a romper con quien lo había acompañado durante toda esta ruta política de lucha, como Dante Delgado.

Esa arrogancia se convirtió en la coraza del gobernante deshumanizado que nunca quiso atender a los familiares de los desaparecidos; por supuesto, Alfaro nunca quiso ver esa gran herida convertida en llaga de los jaliscienses y prefirió la frivolidad de los aduladores que escuchar a las víctimas.

SUBIRSE AL LADRILLO

A finales del pasado mes de mayo tuve oportunidad de entrevistar a Pablo Lemus, como candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano y le pregunté precisamente sobre este mal de los políticos, que tienen en común ser picados por el alacrán de la soberbia.

¿Cómo vacunarse para evitar dejar de pisar piso y no te envuelvan los cortesanos que hablan al oído?

Y me respondió:

Evidentemente hay personas que cuando tienen una responsabilidad pública se marean en un ladrillo y a los pocos meses empiezan a cambiar y a ser personas completamente distintas de lo que fueron; en la parte muy personal yo siempre he conservado, sobre todo mi esencia como ser humano, llevo 9 años como servidor público, 6 en Zapopan y 3 en Guadalajara y sigo conservando a mi familia de toda la vida”.

Y añadió:

Soy una persona también creyente y me tomo mucho de la mano de Dios en estos procesos para nunca perder la humildad, nunca perder piso como mencionas y entender que esto de la política es completamente pasajero, nosotros estaremos por el servicio público por 6 años más, pero después seremos como cualquier otro jalisciense y por ello debemos tratar a los demás siempre con mucha amabilidad, con mucho respeto, con mucho cariño, yo a lo único que aspiro terminando el papel como gobernador del estado es simple y sencillamente a que después pueda llegar a un restaurante, a un cine y que la gente te salude con cariño. No aspiro absolutamente a nada más, amo mi trabajo, lo disfruto en cada día y lo hago con mucha alegría, siempre con rectitud de intención de servir a los demás”.

Voy a ser un gobernador para todos los jaliscienses, a mi no me interesa la grilla, no me interesa servir a un partido político específico como lo hacen muchas personas y candidatas, a mi lo que me interesa es el servicio a la comunidad, el servicio a los jaliscienses con una orientación, siempre que vea a través de los resultados de su gente viva mejor en Jalisco”.

BUEN INICIO

Lemus ya con la constancia de mayoría en la mano que le otorgó el Instituto Electoral de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPCJ) ha mostrado ser pertinente y no olvidarse de sus compromisos de campaña.

Hay dos temas muy sensibles para los jaliscienses y que Pablo le ha dado la lectura adecuada desde su candidatura: el tema de los desaparecidos y la impopular verificación vehicular inventada por Hugo Luna e impuesta por Alfaro, supuestamente en aras de combatir la contaminación y digo aras, porque la mayor parte de los seis años de gobierno estuvieron descompuestos los sistemas de monitoreo de la calidad del aire en la Zona Metropolitana.

Lemus ofreció en campaña que la verificación dejaría de cobrarse a los ciudadanos, si recibía su voto de confianza.

Los dos temas precisamente son los que ha anunciado previo a su protesta como gobernador de Jalisco. Habrá atención especial a las familias de personas desaparecidas y a colectivos y para ello se va a reformar la Ley Orgánica del Estado; y en el tema de la verificación vehicular, ésta será gratuita, sin multas ni operativos.

Son buenas señales y esperemos que los cortesanos de Palacio no lo transformen. Lemus tiene mucho que aprender de lo que no se hace en política de Enrique Alfaro cuando la vanidad convierte en pavorreal a los políticos.

 

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JALISCO

El guión ya está escrito: La guerra silenciosa por la rectoría

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

La Universidad de Guadalajara, como siempre, nunca decepciona en las artes de la política en su versión más teatral. Esta semana, el grupo que la controla desplegó su maquinaria con un espectáculo digno de la política setentera, al mejor estilo del corporativismo de antaño.

El lunes 28 de octubre, un desplegado en La Jornada exhibió el apoyo a la rectora del CUTlajomulco, Leticia Leal, a quien se presentó como víctima de “violencia vicaria” por parte de su expareja Nauhcatzin Bravo Aguilar, según el desplegado profesor en el CUCEA. Un tema familiar que de inmediato se convirtió en fenómeno político.

En un par de horas, la imagen de dicho desplegado recorrió las redes sociales, acumulando apoyo no solo para la funcionaria sino, para quien quiera leer entre líneas, a una figura que de pronto emerge como candidata a la rectoría. No nos engañemos: estos actos de “solidaridad” hacia Leal son tan calculados que, al ver los nombres y firmas, se puede adivinar el guion: se trataba de un pretexto para consolidar su figura en la carrera electoral interna de la UdeG.

Pero el golpe del desplegado no solo da brillo a Leticia Leal. Como en cualquier buena jugada política, no podía faltar la dosis de veneno contra los rivales internos. El primo de Nauhcatzin, Ixcoatl Tonatiuh Bravo Padilla, exrector y hoy coordinador de diputados de Morena, quedó en los pasillos de la UdeG señalado por tráfico de influencias y nepotismo.

No hace falta un análisis profundo para notar cómo el fuego amigo busca arrinconarlo, dejando claro que, en esta carrera, el respaldo de Bravo Padilla pesa más como lastre que como impulso para cualquiera que aspire a la rectoría. Su voz ha perdido eco dentro del grupo universitario, y su debilitamiento parece ser solo cuestión de tiempo, pues su control de representantes en el Consejo General Universitario es nulo y los altos directivos afines en la estructura administrativa universitaria son inexistentes.

Carlos Iván Moreno, un candidato que Bravo Padilla ha apoyado, comienza a sentir cómo el piso se resquebraja bajo sus pies. Si Bravo Padilla está en la mira, Moreno sabe que su respaldo podría evaporarse y, con él, sus posibilidades en una carrera que exige más que solo voluntad.

A la par, otra candidata toma protagonismo. Karla Planter, rectora del CUAltos, decidió salir de su discreción habitual y encender sus redes sociales, buscando conectar con una base universitaria que, hasta ahora, poco la conocía y ella no había mostrado interés. Planter no está sola en esta movida; Ricardo Villanueva, el actual rector, la ha llevado a sus eventos públicos, generando la imagen de ser su favorita. Su apoyo es estratégico: Planter representa una continuidad para Villanueva, y para el grupo en el poder, una candidata controlable y afín.

Y si pensamos que Mara Robles esperaría pacientemente su turno, estamos equivocados. La exdiputada local ha optado por una estrategia distinta: la intelectual. Está lista para lanzar su libro Defender lo que se ama, un repaso de su paso por el Congreso de Jalisco. Este libro promete una narrativa de lucha, imagino que también tendrá revelaciones de su obediencia y sometimiento respecto a su salida de Movimiento Ciudadano, sus motivos para ceder la candidatura a la presidencia municipal a Tonatiuh Bravo y cómo acabó colaborando con Morena.

Pero aquí está el problema para Robles: aunque en la política externa ha demostrado destreza, dentro de la UdeG carece de estructura y apoyo sólido. Trino Padilla, quien podría haber sido su respaldo, cada día toma una postura más neutral, manteniéndose al margen de las decisiones de este grupo universitario que, a estas alturas, prefiere no correr riesgos.

Así que, la obra política en la Universidad de Guadalajara está en marcha. Los actores han tomado sus lugares, el libreto está escrito y los movimientos están calculados. Como en cualquier obra de intriga bien montada, las simpatías, los ataques y los respaldos públicos son apenas el telón. La realidad es que el guion ya está trazado y, como es costumbre, el desenlace se acordará en esas salas donde la democracia universitaria es apenas una sombra, una fórmula que siempre le funciona al grupo de poder que controla esta institución.

En X @DEPACHECOS

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JALISCO

Especial de Día de Muertos: Verás calaveras verás…

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Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Al director de Conciencia

Gabriel Ibarra Bourjac

-se oyó gritar a lo lejos-

vengo por ti, compañero,

dijo la muerte al señero

periodista de Sonora.

Te librarás esta vez

si me dejas redactar

un artículo de burla

a la política burda.

Gabriel gustoso aceptó.

De su vida ésa es su esencia,

cuando ejerce su sapiencia.

Así fue como la libró

y sigue escribiendo a diario

el director de Conciencia

con texto escrito sin ciencia,

eso sí, con la aquiescencia

del jefe del semanario.

Las buscadoras

“Mi casa es su fosa”

dijo la muerte en su estilo

a las madres buscadoras

de las tumbas de sus hijos.

Jalisco es mi cementerio

su capital es Necrópolis.

Los sepulcros clandestinos

los conocen bien los polis.

La indiferencia oficial

ante este delito cruel

hace que nuestra entidad

gire como un carrusel

con el bla, bla, bla oficial

siempre dando y dando vueltas,

pero en el mismo lugar

y sin nada resolver.

El gobernador que llega

ya mostró su proceder:

Él y solamente él

por siempre decidirá

el cómo, el quién y el por qué

será digno de buscar.

Ya inventó una Comisión

dizque para coadyuvar

en la búsqueda implacable

que llevan los familiares

amigos y sociedad

de los desaparecidos

aquí, allá y acullá.

Lemus y Alfaro; Alfaro y Lemus…

¡lo mismo habemus!

Enrique Alfaro Ramírez

Ya chupó Faros Alfaro

hoy lo llevan al panteón,

la Parca lo halló muy lejos,

pero no se le escapó.

Cual si fuera maldición

en España se murió

tramitaba su permiso

para ser entrenador.

Mas la muerte lo entregó

al Señor… enterrador

“Antes de que hagas más dagas

-como hiciste con Jalisco-

entregarás el equipo”

Pero no el Guadalajara,

que tiene una maldición,

no le quitarías ni el hipo.

tiene un futuro “pelón”.

Así tus negros afanes

de dirigir a las Chivas

se quedarán sólo en planes

como los irrealizables

de tus obras sexenales.

Pablo Lemus

Luego de larga agonía

Pablo los tenis colgaba

no soportó más la grilla

porque lo satanizaba.

Doña Muerte preparó

con su afilada guadaña

un suelo lleno de humus

para el descanso de Lemus.

Sí… lo atacaron con saña,

por su origen empresario.

“Antes vendía jericallas,

ahora es gobernador,

¿de dónde sacó la lana,

para cubrir la elección?”,

decían los que nunca callan

cuando pierden sin honor

e involucran a “la maña”

en su afán calumniador.

Verónica Delgadillo

Verónica Delgadillo

Le rogaba a la huesuda:

“No me levantes aún;

soy la primera alcaldesa

que ganó el puesto

en las urnas

en nuestra Guadalajara”.

La Muerte, muy relajada,

le enseñaba una calesa

un sarcófago esperaba

-la engulliría de una pieza,

de los pies a la cabeza-,

en su última morada

aquí en “su” Guadalajara.

Claudia y Chema

Claudia Delgadillo y Chema

murieron al mismo tiempo

ella pregonando “fraude”

él pidiendo el “voto a voto”.

Ambos creían que Morena

era patente de corso

que ganarían con reposo

sin necesitar sufragios…

como lo hicieron por años

militando en otros caños.

Pero perdieron, ¡qué oso!

Y ambos se fueron al pozo.

¿Cazafantasmas?

Un fantasma recorre Palacio Nacional.

Hay quien dice que es el Peje

y que no se fue a su rancho

que cuidando está del eje

y por eso es que deambula

y espanta -al estilo Sancho-

en Palacio Nacional

sobre todo, si especula,

que AMLO sigue por ahí

“acompañando” a la Sheinbaum

como si fuera su “soul”.

Enrique Ibarra Pedroza

Ahora sí es gobernador

Enrique Ibarra Pedroza

Pero el desmadre retoza,

No hay gobernabilidad

Y por mucha habilidad

que tenga el de Tototlán,

el Estado y la ciudad

van en la misma carroza,

hacia el mítico Mictlán.

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