OPINIÓN
Jodidos pero contentos

Opinión, por Héctor Romero Fierro //
Dice López que hay países donde se mide el nivel de felicidad y eso es parte del bienestar, que el está elaborando la fórmula ya que es un sistema de medición distinto y a lo mejor contribuimos también para tener otros parámetros en el mundo para poder saber si realmente hay bienestar. Siguió diciendo: “El Producto Interno, PIB, esos términos ya también deben entrar en desuso, hay que buscar nuevos conceptos, en vez de crecimiento hablar de desarrollo, en vez de PIB hablar de bienestar, en vez de lo material pensar en lo espiritual”.
Lo anterior lo sacan ya que no le conviene al gobierno de la “CuatroTé” que sigamos midiendo su desempeño en base al Producto Interno Bruto (PIB), ya que los resultados de la económicos de su gestión son deplorables, a pesar de que en campaña MALO prometió un crecimiento del país del 6 por ciento anual del PIB, y como en 2020 bajará mas o menos entre un (-)7% al (-)9% del PIB, mejor no medirlo.
Pero “casualmente” esta ocurrencia se da paralelo a la propuesta de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quien días antes que MALO, señaló que el método clásico de medición del PIB no sirve, es que todo lo monetarizan, todo lo capitalizan, lo que no es monetizable no entra en el PIB, como no vas a medir el tiempo, el tiempo que un pueblo dedica a la cultura, como parte de un producto, el tiempo que un pueblo dedica a la solidaridad internacional, como tu no lo vas a medir, como un producto de ese pueblo, nosotros estamos por crear un nuevo método para medir el producto nacional, el producto humano, el producto social, producto económico, no todo es monetizable.
Habrá que informar a los dos que “la felicidad” ya se mide, en todo el mundo y le llamamos “Índice de Desarrollo Humano” y le tengo una muy mala noticia, así como quiere abandonar el uso del PIB porque no le favorece, a nuestro país desde que gobierna López tampoco le favorece el Índice de “felicidad”, pero yo preguntaría, si creen que después de la crisis económica a la que nos enfrentaremos causada por pésimas políticas tomadas por su gobierno y aceleradas por la pandemia, de verdad creen que la población en México va a estar muy feliz, o ¿acaso creen que será mucho mas fácil manipular un índice de desarrollo en proceso de invento?
Existe otro indicador que también mide el bienestar social estatal y se llama “Índice de Progreso Social” (IPS), mismo que toma en cuenta 58 indicadores, y su gobierno está enterado de su existencia. Sus últimos resultados reportan que el Estado con el mayor Índice Progreso Social son, en primer lugar, Nuevo León con un índice de 73.85, le sigue Querétaro, Aguascalientes, Sinaloa, Sonora, Yucatán, (donde menos quieren al Peje) y en los últimos lugares del IPS en lugar 29 está Veracruz con solo 62.13 puntos, seguido de Chiapas, Oaxaca y por último Guerrero.
Este indicador permite evaluar la eficacia con las que el éxito económico de un país se traduce en Progreso Social, pero sin manipulaciones, y mide a lo largo y ancho del país 3 grandes dimensiones: “Necesidades Humanas básicas” con índices de a) Nutrición y cuidados médicos; b) Agua y saneamiento; c) Vivienda; d) Seguridad Personal. “Fundamentos del Bienestar”: donde se mide: a) Acceso a conocimientos básicos; b) Acceso a información y comunicaciones; c) Salud y Bienestar; d) Calidad Medioambiental. “oportunidades” con indicadores de; a) Derechos personales; b) Libertad personal y de elección; c) Inclusión y d) Acceso a educación Superior. Este índice se aplica ya en 149 países en el mundo y en 2019 nuestro país se ubico en el lugar 55. Entonces ya no hay que inventar el hilo negro.
Así como pretenden ocultar los números reales de fallecidos por el Coronavirus en México, así también pretenden ocultar o manipular los indicadores económicos que no les convienen, dicen: -evitemos el PIB, evitemos los indicadores de pobreza-, y en lugar de resolver la crisis por la que pasaremos los próximos meses y que para muchos ya es terrible, podrán decir que en México están “Jodidos pero contentos “y todos aman al presidente, al fin de cuentas el pueblo de México se cree todo.
En temas mas locales, la mayoría de los diputados del Congreso del Estado de Jalisco que aprobó un nuevo y descomunal crédito a cargo de los jaliscienses por 6,200 millones de pesos actuó desde el punto de vista financiero de lo mas negligente que pueda ser. Cómo que primero apruebas el crédito y después te explico en qué se lo va a gastar el gobernador.
Creo que los señores confunden su trabajo, ya que no representan a su partido político ni al gobernador, al menos la doctrina dice que ustedes representan a los electores que los eligieron y que deben velar los intereses de estos, y este crédito implica ya endeudar al Estado en mas de 33 mil millones de pesos. La autorización simplemente señala: “Se autoriza al Ejecutivo del Estado para que, en las mejores condiciones del mercado, financieras, jurídicas y de disponibilidad de recurso, lleve a cabo la programación de financiamiento en una o varias etapas, para destinarlo a la inversión pública productiva hasta por la cantidad de…” Como dicen en mi rancho: “hay agarra lana y luego me platicas”.
En una época de crisis como la actual primero debieron ajustarse realmente el cinturón y después analizar obra por obra, renglón por renglón de gasto y justificar ante sus electores cada peso de deuda. La forma en que lo aprobaron es un cheque en blanco al ejecutivo que no dudo utilice con propósitos electorales. Creo que tenia razón la diputada Mariana Fernández al oponerse a la aprobación de ese nuevo crédito en esa forma.
Ultima pregunta: Después del conflicto del crédito, las cuotas ya pactadas de lo Consejeros siguen igual?
JALISCO
Mis dudas razonables sobre el futuro de la transparencia en Jalisco

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Representa la propuesta del gobernador Pablo Lemus un retroceso en la autonomía y participación ciudadana del Subsistema de Transparencia y su Consejo Consultivo?
Lemus promete un “organismo completamente ciudadano”, integrado por rectores, empresarios y miembros de la sociedad civil. Sin embargo, el proceso de designación del titular y los consejeros del órgano desconcentrado dependerá de ternas propuestas por el Comité de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) y el Consejo Consultivo, pero la decisión final recaerá en el gobernador.
Esto genera suspicacias: ¿cómo puede ser un organismo ciudadano si el Ejecutivo tiene la última palabra?
De entrada, la transferencia de las funciones del ITEI a la Contraloría del Estado, un organismo subordinado al Ejecutivo, plantea serias dudas. Este modelo, inspirado en el federal (“Transparencia para el Pueblo”), ha sido criticado por su falta de independencia, y en Jalisco parece repetirse el mismo error.
La falta de autonomía podría convertir al órgano desconcentrado en una extensión del gobierno estatal, incapaz de sancionar la opacidad o exigir rendición de cuentas de manera imparcial, como advirtió Olga Navarro, titular del ITEI, al señalar que las autoridades serán “juez y parte”.
Por un lado, el gobernador exalta la participación ciudadana en 15 foros con más de 3,000 asistentes; por otro, académicos critican que las propuestas de la iniciativa “Compromiso Jalisco por el Derecho de Acceso a la Información” fueron ignoradas por el Congreso del Estado.
Esta iniciativa pedía un Sistema Estatal de Transparencia robusto y un Consejo Consultivo verdaderamente ciudadano, pero los legisladores de la alianza Movimiento Ciudadano-Morena optaron por un modelo que centraliza el poder en la Contraloría.
La exclusión de estas propuestas debilita la legitimidad del nuevo sistema y refuerza la percepción de que la reforma busca cumplir con la desaparición del INAI e ITEI sin innovar ni proteger los avances de Jalisco, pionero en transparencia.
La centralización en la Contraloría podría generar conflictos de interés, especialmente en casos que involucren información sensible, como contratos, licitaciones o el ejercicio del gasto público.
Otro punto débil es la falta de claridad en temas como datos abiertos y rendición de cuentas. Aunque la iniciativa menciona transitar hacia datos abiertos y mantener la publicación de sueldos, agendas y obras públicas, la vaguedad de estas promesas las deja sin fuerza.
LAS CONTRALORÍAS MUNICIPALES
La iniciativa del gobernador contempla legislar la obligatoriedad de transparencia en los 125 municipios de Jalisco, un aspecto que la reforma federal omite. Sin embargo, esta propuesta choca con la realidad, el problema es que la gran mayoría de los municipios del estado carecen de la fortaleza económica de los ayuntamientos de la zona metropolitana.
Es positivo que se piense en los municipios, pero sin un plan robusto para capacitar y financiar sus contralorías, la transparencia municipal será una quimera. Muchos ayuntamientos ya incumplen con sus obligaciones actuales; ¿cómo esperamos que manejen un sistema más complejo?»
La carga adicional a las contralorías municipales podría generar desigualdades en el acceso a la información entre municipios urbanos (como Guadalajara) y rurales, perpetuando la opacidad en regiones marginadas.
Sin un marco claro, ¿qué garantiza que este modelo no se quede en buenas intenciones?
El ITEI, con sus limitaciones, tenía mecanismos para obligar a las autoridades a transparentar información; el nuevo sistema, en cambio, podría permitir que se eluda la publicación de datos clave, debilitando 20 años de cultura de transparencia en Jalisco.
La iniciativa de Pablo Lemus, aunque bien intencionada, resulta insuficiente al priorizar la armonización federal sobre los avances históricos de Jalisco en transparencia. El estado, que fue referente nacional, corre el riesgo de dar un paso atrás si este modelo no se fortalece con verdadera independencia y participación ciudadana. La transparencia no se decreta; se construye con hechos.
JALISCO
Transparencia en Jalisco: El costo político de extinguir el ITEI

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El 10 de junio de 2025, el Congreso de Jalisco aprobó con 27 votos a favor de Movimiento Ciudadano (MC), Morena, Hagamos, Futuro, PT y Verde, y 8 en contra de PAN y PRI, la desaparición del Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco (ITEI), cuyas funciones fueron transferidas a la Contraloría del Estado.
Esta decisión, que armoniza la legislación local con la reforma constitucional federal de 2024 impulsada por Morena para eliminar organismos autónomos como el INAI, ha desatado un debate crucial: ¿fortalece o debilita la transparencia en Jalisco? La medida, aunque obligada por la federación, revela tensiones políticas, contradicciones ideológicas y un pragmatismo que podría costarle caro al gobierno de Pablo Lemus.
¿Cómo lo va a tomar el elector local? ¿Qué tanto le va a afectar a Movimiento Ciudadano ir con Morena en esta decisión de desaparecer al ITEI? Pablo sacrifica parte de la autonomía regional que demandó en campaña contra el centralismo chilango -así le llamó- para evitar conflicto con la presidenta Claudia Sheinbaum
La reforma federal, respaldada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, extinguió el INAI y reasignó sus tareas a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, una dependencia del Ejecutivo.
En Jalisco, el Congreso tuvo hasta el 18 de junio de 2025 para alinear su marco legal, optando por disolver el ITEI y crear un órgano desconcentrado dentro de la Contraloría. Aunque Lemus no inició esta reforma, su decisión de alinearse con Morena en el Congreso local contrasta con la postura combativa de su antecesor, Enrique Alfaro, quien desafió al gobierno federal en defensa de la autonomía estatal. Este pragmatismo sugiere que Lemus prioriza la gobernabilidad y una relación tersa con Sheinbaum, pero a un costo político que aún está por definirse.
Movimiento Ciudadano enfrenta una contradicción evidente. En el Senado, su coordinador, Clemente Castañeda, defendió con vehemencia la autonomía del INAI durante las discusiones de 2024, calificando su eliminación como un retroceso democrático que socavaría la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.
En el foro “Diálogos Abiertos por la Transparencia” de noviembre de 2024, Castañeda respaldó a expertos que alertaron sobre los riesgos de centralizar funciones en el Ejecutivo, como la pérdida de la Plataforma Nacional de Transparencia y la falta de independencia en la gestión de información pública.
Sin embargo, en Jalisco, los legisladores de MC votaron junto a Morena para extinguir el ITEI, exponiendo una dualidad discursiva que podría confundir a su base electoral, especialmente en un estado donde MC ha construido su identidad en torno a la autonomía regional y la crítica al centralismo.
El ITEI, hay que reconocerlo, no era un bastión de imparcialidad. Durante el sexenio de Alfaro, expertos en transparencia acusaron al organismo de ser cooptado por el Ejecutivo, funcionando más como una extensión del poder estatal que como un contrapeso al servicio de la sociedad. Gabriel Torres Espinoza, académico y analista, cuestiona la utilidad de los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCA), describiéndolos como “burocracias politizadas, independientes solo en el papel”. En su opinión, muchos OCA, incluido el ITEI, se convirtieron en espacios para colocar aliados en la nómina o tejer redes de influencia con fines de lucro, desviándose de su propósito original. “Deben ser contrapesos reales, no simulaciones ni monumentos vacíos”, sentencia Torres, reflejando un escepticismo compartido por sectores críticos que ven en la extinción del ITEI una oportunidad para replantear la transparencia, siempre que se garantice su efectividad.
Consciente de las críticas, Lemus propuso un nuevo modelo dentro de la Contraloría, con participación de universidades, sociedad civil y actores independientes, para preservar la transparencia y el acceso a la información. Sin embargo, PAN y PRI han acusado al gobierno de convertirse en “juez y parte” al subordinar estas funciones a un organismo dependiente del Ejecutivo, lo que podría comprometer la imparcialidad.
La alianza de MC con Morena, su rival directo en las elecciones intermedias de 2027, añade una capa de complejidad. En campaña, Lemus prometió resistir el “centralismo chilango”, pero su voto conjunto con Morena podría alienar a votantes que valoran la autonomía regional, especialmente en un contexto donde la polarización política está en aumento.
El impacto electoral de esta decisión es incierto, pero significativo. MC ha dominado Jalisco en los últimos años, pero la percepción de que Lemus cede ante el gobierno federal podría erosionar su capital político, particularmente entre los sectores urbanos y jóvenes que apoyaron su discurso de independencia. Además, la transferencia de funciones a la Contraloría plantea desafíos operativos: ¿tendrá la capacidad técnica y la autonomía necesaria para manejar solicitudes de información y garantizar la protección de datos? La inclusión de la sociedad civil en el nuevo modelo es un intento de mitigar estas dudas, pero su éxito dependerá de la transparencia en su implementación y de la vigilancia ciudadana.
En última instancia, la extinción del ITEI refleja un dilema más amplio: cómo equilibrar la armonización con las reformas federales sin sacrificar los principios de autonomía y transparencia que Jalisco ha defendido. Lemus apuesta por un enfoque pragmático, pero el costo político y social de esta decisión podría manifestarse en las urnas y en la confianza ciudadana, especialmente si el nuevo modelo no logra desterrar las prácticas de control que marcaron al ITEI en el pasado.
JALISCO
Un gobernador de redes sociales: La diplomacia según Lemus y el silencio que delata…

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
Pablo Lemus quiso jugar a la diplomacia. Se colocó su traje de “estadista internacional”, abrió su cuenta de X y decidió pronunciarse —veinticuatro horas después— sobre un conflicto que ni le competía ni le concernía directamente, pero que olía a oportunidad política: una funcionaria menor de Morena, Melissa Cornejo, fue cancelada —en redes y en visa— por el exembajador Christopher Landau, actual vicecanciller estadounidense. Lemus, con más cálculo que convicción, tomó aire, y escribió: “Eso no es Jalisco”.
Pero, ¿qué es Jalisco para Lemus? ¿Es acaso ese estado ejemplar que presume ante los diplomáticos gringos mientras, al mismo tiempo, sufre una de las tasas más alarmantes de desapariciones en el país? ¿Es ese “pueblo hermano” que, según él, mantiene relaciones respetuosas con los Estados Unidos, mientras la impunidad se pasea libremente entre sus aliados políticos, como Enrique Alfaro en Madrid, sin rendir cuentas por los más de 17 mil desaparecidos?
En su intento por desmarcarse de Melissa Cornejo —una joven militante que se inmoló en un tuit rabioso contra el imperio migratorio estadounidense— Lemus no midió que estaba exponiendo su propia desnudez política. Porque es muy cómodo condenar un mensaje soez desde la altura del poder, pero es más difícil responder cuando la diputada Itzul Barrera le devuelve el golpe con los datos que Lemus no publica en sus redes: alcaldes de su partido presos por crimen organizado, crisis hídrica en medio estado, y una Mesa de Seguridad donde el gobernador prefiere scrollear a intervenir.
Lemus no defendió a Jalisco. Se defendió a sí mismo. Se posicionó como el “buen mexicano”, el que sabe hablar inglés, el que presume relaciones internacionales y que, como todo buen político tecnócrata, se sube a los trending topics con frases bien medidas para caerle bien a los de afuera.
Pero en casa, su voz suena hueca. ¿Dónde está el mismo Lemus para condenar las ejecuciones extrajudiciales que policías municipales han protagonizado en su administración? ¿Dónde está para exigir justicia para las madres buscadoras hostigadas o desaparecidas? ¿Dónde estaba cuando Itzul Barrera le respondió con datos y él no supo replicar más que con silencio?
Este es el verdadero problema: Lemus no ve el fondo, solo la forma. Mientras Melissa Cornejo borra sus redes, él limpia su imagen con trapos ajenos. Mientras el vicecanciller Landau pontifica sobre los “glorificadores de la violencia”, el gobernador guarda silencio sobre los desaparecidos del 5 de mayo, los cuerpos embolsados en el río Santiago o los feminicidios en la zona metropolitana.
Y todo, para quedar bien con Washington.
Como decía un viejo columnista —al que esta pluma sigue rindiendo tributo—, “los políticos no son lo que dicen, sino lo que callan”. Y Lemus, al callar frente a los escándalos reales que le competen, pero alzar la voz solo cuando hay reflector extranjero de por medio, se pinta de cuerpo entero: es un gobernador de redes, no de gobierno.
En X @DEPACHECOS
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