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OPINIÓN

La 4T, menirtas que matan: Un dictador en proceso

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Comuna México, por Benjamín Mora Gómez //

Hay vidas que se guardan en la mayor reserva aun y a pesar de su grande influencia entre la gente de poder de su tiempo. Marie-Jeanne Bertin conocida como Rose Bertin, sin duda, lo es; fue la costurera de la reina María Antonieta Josefa Juana de Habsburgo-Lorena y fue también la primera diseñadora de moda francesa; a Rose Bertin se debe la frase: «Solo es nuevo lo que hemos olvidado».

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, las pensiones para los adultos mayores se merecieron a partir de los 65 años de edad; al llegar Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, se pospuso ese beneficio hasta cumplir los 68 años de edad. Hoy, en la antesala electoral, López la regresa a los tiempos de Peña, es decir, a los 65 años, y lo anuncia como un acto de justicia social de su gobierno. Pregunto si entonces, cuando aumentó la edad, fue un acto de injusticia social gubernamental o es un reconocimiento implícito a la política social –neoliberal– del expresidente Peña.

Según Ángel Verdugo (23 de marzo), esta reforma no es otra cosa que un desliz electorero que se suma a los demás programas clientelares del pejesidente, en medio de profunda insuficiencia presupuestal que obligará a un ajuste financiero en otros programas o a aumentar impuestos.

Durante la mañanera del viernes pasado, tanto la defensa de Pemex y la CFE, como los ataques al INE, por AMLO, son cosa de una jocosidad política. De golpe pronto, y a más de dos años de mal gobierno, alguien podría pensar que Andrés Manuel López Obrador hoy inspiraría Carlo Collodi en su Pinocchio, pero no, nuestro Pejecchio jamás se convertiría en ese niño maravilloso tras un largo proceso evolutivo de honor, verdad y virtud, pues jamás aprende. Tiene razón Sergio Sarmiento: “Una cosa es tener otros datos, otra es mentir”.

López Obrador destapa nuevos programas clientelares con la condena a muerte de otros programas no clientelares. En Jalisco, por dar un ejemplo, Nariz Roja A.C. lucha por la vida de cientos de niños y niñas con cáncer que no tienen acceso a la quimioterapia que antes recibían del Estado mexicano neoliberal y que la 4T les quitó. Sus vidas penden de alfileres como lo harán las pensiones de los adultos mayores por razones presupuestales, pero eso no importa al señor cuyo rancho lleva el nombre del lugar a dónde nos manda a quienes no coincidimos con sus madruguetes electoreros: la chingada.

Estamos en los inicios del proceso electoral más grande de nuestra historia, pero también de la elección en que menos calidad de candidatos y candidatas he visto y el mayor chapulineo hemos tenido. En muchos casos, tendremos que elegir al menos malo entre los ya pésimos candidatos y candidatas.

Groucho Marx, comediante norteamericano, alguna vez dijo: “Tengo estos principios, si no le gustan, tengo otros”, que hoy son identidad de quienes ayer militaban en un partido y hoy son candidatos de otro o se rinden ante las lisonjas de Morena, como sucedía con los argonautas de Jasón que navegaron desde Págasas hasta la Cólquide en busca del vellocino de oro. Hoy, ese vellocino de oro son gubernaturas, presidencias municipales, puestos de cabildos y diputaciones muy mal acreditados en el imaginario social.

En la 4T el servilismo llega a niveles de locura. En la semana pasada, Antonio Attolini, morenista, igualó a López Obrador con Jesucristo, Mahatma Gandhi, Luther King y Mandela. Se atribuye al rey Salomón una frase que quiero compartir: “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de las angustias”, que en el ejercicio de la política debería ser regla de oro; claro, nada superior podemos esperar de Antollini.

A mi abuela Rafaela le preocupaba que algún día, lejano para ella y actual para nosotros, dos de los Poderes de la Unión –Ejecutivo y Legislativo- se llenaran de improvisados. Ella me decía, los ensayos están para las obras de teatro no para el gobierno y la construcción de un Estado de Derecho. Hoy, en materia pública y de gobierno estamos en lo que yo llamaré politic bordelinde entre lo oligofrénico y lo dictatorial.

Richard Ebstein de la Universidad Hebrea de Jerusalén, tras una larga investigación concluyo que “es bastante seguro que los dictadores codiciosos tienen un componente genético”, denominado AVRP1 que regula la capacidad de ser generosos con los demás, siendo más corto respecto al resto de seres humanos. Según conclusiones de Eskibel, el dictador se ve dominado por una estructura cerebral sorprendentemente idéntica al cerebro de cualquier reptil, situada en el tronco encefálico, que le empuja hacia “el dominio, la agresividad, la defensa del territorio y la autoubicación en la cúspide de una jerarquía vertical e indiscutida”. ¿Y quién –lo sabemos con nombre y apellido- hoy busca ubicarse en la cúspide de nuestros prohombres más destacados de la historia patria a través de una supuesta transformación que inevitablemente y por destino se suma las otras tres habidas en México?

Una característica de ese dictador en proceso es su capacidad para influir en la vida de los demás, y cuando la descubre, estructura una estrategia que potencia esa capacidad y que, desde las primeras horas del día pone en marcha. El dictador vive su propia realidad y pierde contacto con la realidad ajena, con la realidad de la mayoría de manera que busca ubicar sus irrealidades en las mentes de sus seguidores e incondicionales. Está claro sobre quién vive su propia realidad y tiene sus propios datos.

En 2010, de acuerdo el ranking Democracy Index 2010 publicado por la consultora Economist Intelligence Unit, más de dos mil millones de individuos vivían sometidos a un régimen autoritario, esto es, sujetos al poder un único partido político o a la voluntad de una única persona.

Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno de López Obrador se deja envolver por sus más altos niveles de irritabilidad y nula propensión al diálogo e insta hacia la violencia física y verbal en su página de Facebook. En ella ha subido declaraciones en las que llama basura a magistrados y jueces, olvidando el respeto que debe al Poder Judicial siendo empleada del Poder Ejecutivo y que Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, fue magistrada de la Suprema Corte de la Nación.

Es tal su descortesía política que ha subido algo por demás inaceptable: “Para acabar con la corrupción primero hay que acabar con los jueces, que sin duda es antesala de un deseado, por ella, Golpe de Estado. ¿Y qué hace el pejesidente? Nada… lo solapa pues, como él lo ha dicho, está enterado de todo. Cuando leo las declaraciones de la secretaria Alcalde Luján en Facebook, recuerdo lo antes señalado sobre un régimen autoritario por la consultora Economist Intelligence Unit: Un gobierno de un único partido político (Morena) o a la voluntad de una única persona (López Obrador). En Facebook, Alcalde Luján pide 12 años de gobierno de AMLO, pide su reelección.

¿Quién detendrá a Alcalde Luján en su siembra dictatorial?

E-mail: benja_mora@yahoo.com

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JALISCO

El madruguete del Infonavit: ¿Premiar la ilegalidad en Jalisco?

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

Increíble, pero cierto: el delito de despojo ahora podría recompensarse con escrituras a precio de ganga. Así lo anunció Octavio Romero Oropeza, director del Infonavit, en la mañanera del 16 de junio, con la presidenta Claudia Sheinbaum como testigo.

Su iniciativa busca regularizar 145,000 viviendas ocupadas irregularmente, ofreciendo a los invasores un arrendamiento con opción a compra en 4 a 5 años. ¿El mensaje? Invade una casa, espera un poco, y el Infonavit te la venderá en abonos. ¿Qué sigue, escrituras gratis para asaltantes?

Este “madruguete” huele a la clásica opacidad de la 4T. Sin consultar a gobiernos estatales ni a la sociedad civil, Romero pretende resolver las 843,000 viviendas “emproblemadas” del Infonavit con una medida que incentiva la ilegalidad.

¿Es esta la solución, o un anzuelo para más invasiones?

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, no tardó en responder: “No vamos a permitir invasiones irregulares, eso es contribuir a la ilegalidad en el país.” Y tiene razón. La iniciativa ignora un principio básico: “Todo tiene un dueño, todas las viviendas por abandonadas que estén tienen un dueño,” como señaló Lemus. Ya sea un particular que dejó de pagar su crédito o el propio Infonavit, los derechos de los propietarios originales son pisoteados.

El Infonavit, un organismo tripartita de trabajadores, patrones y gobierno, no puede actuar como si fuera propiedad de la 4T. La propuesta de Romero, además de torpe, es ilegal: debe pasar por la Asamblea General, donde obreros y empresarios ya la rechazaron en la Comisión de Vigilancia. La ignorancia del director es alarmante.

En Jalisco, la certeza jurídica es clave para atraer inversión extranjera, especialmente con el Mundial 2026 en puerta. Medidas como esta ahuyentan a empresarios y erosionan la confianza ciudadana.

Lemus elogió el plan de Tlajomulco, donde el alcalde Gerardo Quirino recuperó viviendas abandonadas en “Chernóvila” con inversión privada, mostrando que la legalidad sí funciona. Mientras, el Infonavit va en sentido contrario.

Romero promete “reprogramar créditos” o “reponer viviendas” a los dueños originales, pero ¿cómo? En un país donde la burocracia sepulta derechos, suena a promesas vacías. Si el gobierno premia la ilegalidad, ¿qué mensaje envía a los jaliscienses que pagan sus créditos puntualmente?

Este albazo no solo amenaza la certeza jurídica, sino la credibilidad del Infonavit. En lugar de regularizar invasiones, deberíamos fortalecer la ley y proteger a los verdaderos dueños. La pregunta es clara: ¿Queremos un México donde la ilegalidad se premia, o uno donde la justicia prevalece?

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JALISCO

Mis dudas razonables sobre el futuro de la transparencia en Jalisco 

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Representa la propuesta del gobernador Pablo Lemus un retroceso en la autonomía y participación ciudadana del Subsistema de Transparencia y su Consejo Consultivo?

Lemus promete un “organismo completamente ciudadano”, integrado por rectores, empresarios y miembros de la sociedad civil. Sin embargo, el proceso de designación del titular y los consejeros del órgano desconcentrado dependerá de ternas propuestas por el Comité de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) y el Consejo Consultivo, pero la decisión final recaerá en el gobernador.

Esto genera suspicacias: ¿cómo puede ser un organismo ciudadano si el Ejecutivo tiene la última palabra?
De entrada, la transferencia de las funciones del ITEI a la Contraloría del Estado, un organismo subordinado al Ejecutivo, plantea serias dudas. Este modelo, inspirado en el federal (“Transparencia para el Pueblo”), ha sido criticado por su falta de independencia, y en Jalisco parece repetirse el mismo error.

La falta de autonomía podría convertir al órgano desconcentrado en una extensión del gobierno estatal, incapaz de sancionar la opacidad o exigir rendición de cuentas de manera imparcial, como advirtió Olga Navarro, titular del ITEI, al señalar que las autoridades serán “juez y parte”.

Por un lado, el gobernador exalta la participación ciudadana en 15 foros con más de 3,000 asistentes; por otro, académicos critican que las propuestas de la iniciativa “Compromiso Jalisco por el Derecho de Acceso a la Información” fueron ignoradas por el Congreso del Estado.

Esta iniciativa pedía un Sistema Estatal de Transparencia robusto y un Consejo Consultivo verdaderamente ciudadano, pero los legisladores de la alianza Movimiento Ciudadano-Morena optaron por un modelo que centraliza el poder en la Contraloría.

La exclusión de estas propuestas debilita la legitimidad del nuevo sistema y refuerza la percepción de que la reforma busca cumplir con la desaparición del INAI e ITEI sin innovar ni proteger los avances de Jalisco, pionero en transparencia.

La centralización en la Contraloría podría generar conflictos de interés, especialmente en casos que involucren información sensible, como contratos, licitaciones o el ejercicio del gasto público.

Otro punto débil es la falta de claridad en temas como datos abiertos y rendición de cuentas. Aunque la iniciativa menciona transitar hacia datos abiertos y mantener la publicación de sueldos, agendas y obras públicas, la vaguedad de estas promesas las deja sin fuerza.

LAS CONTRALORÍAS MUNICIPALES

La iniciativa del gobernador contempla legislar la obligatoriedad de transparencia en los 125 municipios de Jalisco, un aspecto que la reforma federal omite. Sin embargo, esta propuesta choca con la realidad, el problema es que la gran mayoría de los municipios del estado carecen de la fortaleza económica de los ayuntamientos de la zona metropolitana.

Es positivo que se piense en los municipios, pero sin un plan robusto para capacitar y financiar sus contralorías, la transparencia municipal será una quimera. Muchos ayuntamientos ya incumplen con sus obligaciones actuales; ¿cómo esperamos que manejen un sistema más complejo?»

La carga adicional a las contralorías municipales podría generar desigualdades en el acceso a la información entre municipios urbanos (como Guadalajara) y rurales, perpetuando la opacidad en regiones marginadas.
Sin un marco claro, ¿qué garantiza que este modelo no se quede en buenas intenciones?

El ITEI, con sus limitaciones, tenía mecanismos para obligar a las autoridades a transparentar información; el nuevo sistema, en cambio, podría permitir que se eluda la publicación de datos clave, debilitando 20 años de cultura de transparencia en Jalisco.

La iniciativa de Pablo Lemus, aunque bien intencionada, resulta insuficiente al priorizar la armonización federal sobre los avances históricos de Jalisco en transparencia. El estado, que fue referente nacional, corre el riesgo de dar un paso atrás si este modelo no se fortalece con verdadera independencia y participación ciudadana. La transparencia no se decreta; se construye con hechos.

 

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JALISCO

Transparencia en Jalisco: El costo político de extinguir el ITEI

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

El 10 de junio de 2025, el Congreso de Jalisco aprobó con 27 votos a favor de Movimiento Ciudadano (MC), Morena, Hagamos, Futuro, PT y Verde, y 8 en contra de PAN y PRI, la desaparición del Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco (ITEI), cuyas funciones fueron transferidas a la Contraloría del Estado.

Esta decisión, que armoniza la legislación local con la reforma constitucional federal de 2024 impulsada por Morena para eliminar organismos autónomos como el INAI, ha desatado un debate crucial: ¿fortalece o debilita la transparencia en Jalisco? La medida, aunque obligada por la federación, revela tensiones políticas, contradicciones ideológicas y un pragmatismo que podría costarle caro al gobierno de Pablo Lemus.

¿Cómo lo va a tomar el elector local? ¿Qué tanto le va a afectar a Movimiento Ciudadano ir con Morena en esta decisión de desaparecer al ITEI? Pablo sacrifica parte de la autonomía regional que demandó en campaña contra el centralismo chilango -así le llamó- para evitar conflicto con la presidenta Claudia Sheinbaum

La reforma federal, respaldada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, extinguió el INAI y reasignó sus tareas a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, una dependencia del Ejecutivo.

En Jalisco, el Congreso tuvo hasta el 18 de junio de 2025 para alinear su marco legal, optando por disolver el ITEI y crear un órgano desconcentrado dentro de la Contraloría. Aunque Lemus no inició esta reforma, su decisión de alinearse con Morena en el Congreso local contrasta con la postura combativa de su antecesor, Enrique Alfaro, quien desafió al gobierno federal en defensa de la autonomía estatal. Este pragmatismo sugiere que Lemus prioriza la gobernabilidad y una relación tersa con Sheinbaum, pero a un costo político que aún está por definirse.

Movimiento Ciudadano enfrenta una contradicción evidente. En el Senado, su coordinador, Clemente Castañeda, defendió con vehemencia la autonomía del INAI durante las discusiones de 2024, calificando su eliminación como un retroceso democrático que socavaría la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción.

En el foro “Diálogos Abiertos por la Transparencia” de noviembre de 2024, Castañeda respaldó a expertos que alertaron sobre los riesgos de centralizar funciones en el Ejecutivo, como la pérdida de la Plataforma Nacional de Transparencia y la falta de independencia en la gestión de información pública.

Sin embargo, en Jalisco, los legisladores de MC votaron junto a Morena para extinguir el ITEI, exponiendo una dualidad discursiva que podría confundir a su base electoral, especialmente en un estado donde MC ha construido su identidad en torno a la autonomía regional y la crítica al centralismo.

El ITEI, hay que reconocerlo, no era un bastión de imparcialidad. Durante el sexenio de Alfaro, expertos en transparencia acusaron al organismo de ser cooptado por el Ejecutivo, funcionando más como una extensión del poder estatal que como un contrapeso al servicio de la sociedad. Gabriel Torres Espinoza, académico y analista, cuestiona la utilidad de los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCA), describiéndolos como “burocracias politizadas, independientes solo en el papel”. En su opinión, muchos OCA, incluido el ITEI, se convirtieron en espacios para colocar aliados en la nómina o tejer redes de influencia con fines de lucro, desviándose de su propósito original. “Deben ser contrapesos reales, no simulaciones ni monumentos vacíos”, sentencia Torres, reflejando un escepticismo compartido por sectores críticos que ven en la extinción del ITEI una oportunidad para replantear la transparencia, siempre que se garantice su efectividad.

Consciente de las críticas, Lemus propuso un nuevo modelo dentro de la Contraloría, con participación de universidades, sociedad civil y actores independientes, para preservar la transparencia y el acceso a la información. Sin embargo, PAN y PRI han acusado al gobierno de convertirse en “juez y parte” al subordinar estas funciones a un organismo dependiente del Ejecutivo, lo que podría comprometer la imparcialidad.

La alianza de MC con Morena, su rival directo en las elecciones intermedias de 2027, añade una capa de complejidad. En campaña, Lemus prometió resistir el “centralismo chilango”, pero su voto conjunto con Morena podría alienar a votantes que valoran la autonomía regional, especialmente en un contexto donde la polarización política está en aumento.

El impacto electoral de esta decisión es incierto, pero significativo. MC ha dominado Jalisco en los últimos años, pero la percepción de que Lemus cede ante el gobierno federal podría erosionar su capital político, particularmente entre los sectores urbanos y jóvenes que apoyaron su discurso de independencia. Además, la transferencia de funciones a la Contraloría plantea desafíos operativos: ¿tendrá la capacidad técnica y la autonomía necesaria para manejar solicitudes de información y garantizar la protección de datos? La inclusión de la sociedad civil en el nuevo modelo es un intento de mitigar estas dudas, pero su éxito dependerá de la transparencia en su implementación y de la vigilancia ciudadana.

En última instancia, la extinción del ITEI refleja un dilema más amplio: cómo equilibrar la armonización con las reformas federales sin sacrificar los principios de autonomía y transparencia que Jalisco ha defendido. Lemus apuesta por un enfoque pragmático, pero el costo político y social de esta decisión podría manifestarse en las urnas y en la confianza ciudadana, especialmente si el nuevo modelo no logra desterrar las prácticas de control que marcaron al ITEI en el pasado.

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