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OPINIÓN

La historia que debemos enseñar

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Educación, por Isabel Venegas //

En su libro de “México Insurgente”, John Reed dice: 

«La gran pasión de Villa eran las escuelas. Creía que la tierra para el pueblo y la escuela, resolvería todos los problemas de la civilización. Las escuelas fueron una obsesión para él. Con frecuencia se le oía decir: -Cuando pasé esta mañana por tal y tal calle, vi a un grupo de niños. Pongamos allí una escuela». 

En la hermosa terraza de un café en la colonia Providencia, me decía: ¿Te das cuenta de la complejidad que tiene revisar el plan de estudios de la asignatura de historia? Puede que sea complicado con matemáticas o español, pero para la historia es mucho mayor el reto de saber qué y cómo se debe enseñar en las escuelas. 

La cientificidad con la que se almacenan los datos, las evidencias y el modo en el que se estructura la información para poder tener un acercamiento a los hechos con todas las implicaciones, no deja de tener una apreciación subjetiva, una interpretación con respecto de las circunstancias en las que se desarrolla, pero sobre todo, del cómo sigue impactando la vida de los que ahora debemos continuar aprendiendo lecciones y aprovechando los sucesos que vivieron quienes nos precedieron.  

Grandes historiadores de nuestro estado y nuestro país, dedicaron sus vidas para recuperar los relatos con los que hemos construido la identidad nacional, la imagen con la que nos concebimos a nosotros mismos y con la que nos proyectamos ante el mundo, pero en muchas ocasiones esa postura es tan ambivalente como perniciosa; pongamos un ejemplo, la historia de Doroteo Arango es considerada una mezcla de misticismo y pasión revolucionaria que atiende tanto al imaginario positivo como al negativo. Hay para quienes él es el ícono del heroísmo mexicano, un verdadero estratega militar que colaboró en el triunfo de Carranza para expulsar las fuerzas federales de Chihuahua, que llegó a ser Gobernador de ese estado, exilió a los extranjeros, e impulsó un modelo socialista basado en la repartición de las tierras y la venta de productos de necesidad básica a mitad de precio.  

Por otro lado, la imagen de Pancho Villa es para muchos la del vándalo fugitivo que, sin ninguna formación y con un desorden total,  aprovecha las exacerbadas ganas de un pueblo por levantarse en armas debido a la serie de injusticias que seguían viviendo.

Un delincuente con las posibilidades y el patrocinio de quienes, a río revuelto querían llevar la ganancia del pescador, más aún cuando al paso del tiempo se vio como un gran fracaso la buena intención de repartir las tierras bajo el mecanismo que dejaba de nuevo a los campesinos tan pobres como al principio y empoderaba a ejidatarios como los nuevos terratenientes.  La era de la revolución es un escenario lleno de contrastes, en los que nada es blanco o negro, por no decir que así es la historia toda, y que lo único que puede dar el juicio correcto es la contemplación de los componentes de manera completa.  

Entender que las circunstancias de Pancho Villa realmente lo sitúan en la definición de un bandolero, ignorante y pobre, con grandes habilidades, pero por encima de eso, con la capacidad para visibilizar la injusticia y las necesidades que el sector obrero tenía, las carencias en la comunidad agraria y la posibilidad de transformar esas realidades a través del aprecio a la educación, la escuela.  En su libro de “México Insurgente”, John Reed dice: 

«La gran pasión de Villa eran las escuelas. Creía que la tierra para el pueblo y la escuela, resolvería todos los problemas de la civilización. Las escuelas fueron una obsesión para él. Con frecuencia se le oía decir: -Cuando pasé esta mañana por tal y tal calle, vi a un grupo de niños. Pongamos allí una escuela».  

Para nuestras generaciones es fácil asumir este tipo de posturas y pensar que “obviamente” se debe luchar por una escuela pública, gratuita y laica, pero para poder entender ese contexto se debe imaginar lo que significó para los grandes hacendados renunciar a una serie de derechos adquiridos; ¿Puedes pensar en las jornadas de 16 horas de trabajo, que no había descanso dominical o que la tienda de raya implicaba una modalidad de esclavitud? La apuesta del Centauro del Norte era buena, transformar desde fondo, dotar a todos los niños de las mismas posibilidades, para que a partir de contar con las herramientas básicas, supieran exigir sus derechos y pudieran colaborar en la lucha por la justicia social.   

Lograr entonces una evolución social de ese tamaño, requería contar con grandes estrategas e intelectuales de visión a largo alcance, que le dieran forma a esa nueva conciencia social y que más allá de solo pensar en erigir un edificio escolar o diseñar modelos pedagógicos, planes de estudio, en la organización y jerarquización de esos contenidos, se fuera construyendo una base en la que el sentir del pueblo se viera fortalecido en una sentimiento positivo con identidad nacional, con visión de institucionalidad, y cuya socialización fuera de la misma comunidad a través de la colaboración y la apropiación de esa empresa. 

Ahora tenemos que hacernos nuevas preguntas, como ¿En qué momento los niños aprenden el propio proceso que los ha llevado a tener esa construcción lograda a base de una lucha de tantos años? ¿Cómo ellos conciben la escuela como la gran oportunidad en la que confiaron nuestros antepasados, y por la cual muchos de ellos derramaron su sangre o entregaron toda su vida? Gracias a un continuo de esfuerzos, ahora casi la totalidad de mexicanos tiene la oportunidad de transformar su vida y su entorno de manera positiva; habría que revisar si realmente se aprecia de tal manera, o si se mantiene la idea de que a los niños no les está sirviendo la formación académica, pero por lo menos están “bien cuidados”. 

Los doctores en historia, José María Muría y Angélica Peregrina dirigieron la obra documental de “La Historia de Jalisco”, y en su volumen V, se encuentra la narración del episodio revolucionario y su vinculación con la educación. En ese tomo se narra cómo desde la época del porfiriato había una disposición para que se erigieran escuelas cuyo sostenimiento estuviera dado por las empresas industriales y agrícolas para sus propios empleados y sus hijos, pero es hasta la llegada al gobierno de Jalisco de Manuel M. Diéguez, que se comenzó una operación real con la supervisión del gobierno para dar validez a esos centros de estudio.   

Entre 1915 y 1920 se intensifican los esfuerzos por dar un impulso real a la educación, desde las políticas educativas de Diéguez hasta los enfoques de gestión de Ramos Praslow, así como la cosmovisión que se fue conformando de lo que debía ser la educación pública y laica (considerando que uno de los lineamientos dictaba que tendría que ser a-religiosa incluso para los colegios privados); al tiempo que se seguía librando un conflicto cristero que obligaba a ver los avances con mediciones confusas, con mucho ánimo y poco avance. 

El trabajo de los historiadores dice que para 1920, Jalisco seguía teniendo a más de medio millón de analfabetas. En 1919 Manuel M. Diéguez había dicho en su informe de gobierno que en el estado se tenían 893 planteles educativos, pero un año después ya sólo se contaba con 784 escuelas que atendían a 70,895 estudiantes de ambos sexos, hecho que también hay que considerar dentro de un proceso de transformación porque es desde la Ley Orgánica de la Educación Pública que promueve Praslow, donde la unisexualidad de los planes de estudio se mantiene.  En ese contexto a casi 100 años de distancia de mil setecientos ocho profesores, mil quinientos setenta y siete no tenían título, es decir el 92% representa a una plantilla académica que llevaba el espíritu de donación, de entrega e incluso -en la mayoría de los casos- de vida misionera, con lo cual (tal vez en el subconsciente colectivo) se seguía validando un cierto tipo de vinculación religiosa.  

CIEN AÑOS, CUATRO GENERACIONES

Cien años puede parecer mucho, pero son nada más que cuatro generaciones.  Son nuestros bisabuelos luchando por entender el mundo diferente, por aceptar y mejorar sus circunstancias, son héroes que se entregaron con todo el corazón pensando en que el mundo debería ser de mejor manera para sus hijos, nietos y bisnietos, son nuestros maestros luchando por un reconocimiento a su labor desde una mirada profesional.  Somos ahora nosotros los que debemos aprender a ver la historia con mucha mayor generosidad y gratitud. Así como tenemos que reconciliar con nosotros mismos nuestros errores para poder aprovechar la lección, con ejercicios de evaluación muy honesta para identificar las áreas de oportunidad y mejora, pero sobre todo a apreciar los grandes beneficios que trajo consigo tanto esfuerzo y tanta lucha.  

En unos días cumple años ese gran historiador jalisciense, que ha trabajado en el análisis de los acontecimientos de la Nueva Galicia, la evolución territorial del estado de Jalisco, el origen de la charrería y el desarrollo del tequila. Escritor, museógrafo, catedrático, articulista, académico, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Recientemente presentó su obra “De no ser por México”, a propósito de seguir analizando las circunstancias actuales y los trabajos que en el caso de la diplomacia se hicieron hace más de 7 décadas, ejercicio que nos permitiría abrir el debate ante los problemas de migración que vive nuestro país y las posibilidades reales en función de experiencias ya probadas, pero poco conocidas.  ¡Muchas felicidades, querido doctor José María Muriá! 

Y aprovechando que ya hemos sacado los manteles largos, también me permito felicitar a un gran periodista, quien después de librar obstáculos en todos los sentidos, hoy tiene la enorme satisfacción de contar el número 500 de la edición de esta revista “Conciencia Pública” en la que tengo el enorme honor de colaborar, Gabriel Ibarra Bourjac, ¡Mis felicitaciones de todo corazón! Espero que los éxitos sigan, porque no son solo logros personales, o del equipo que comparte este gozo, sino acciones positivas para toda la comunidad que lee, que cuestiona, que replica y que participa en este diálogo escrito.  

¡Gracias, totales!

Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar

E-mail: isa venegas@hotmail.com

Agosto de 2019

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JALISCO

¿A qué vino Leonel Cota a GDL?

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿A qué vino a Guadalajara el pasado sábado Leonel Cota Montaño, delegado especial de Morena en Jalisco durante las elecciones del pasado 2 de junio al reunirse con los ganadores y ganadoras?

Vino a establecer los criterios políticos que guiarán a Morena como fuerza política en Jalisco los próximos tres años, donde habrá una directriz desde la Ciudad de México, a la que todos y cada uno de los ganadores tendrán que sujetarse, desde los más grandes (senadores, hasta los diputados federales, locales y alcaldes).

1). Vino a señalar que la impugnación a las elecciones para gobernador del Estado y alcaldía de Guadalajara la lucha la darán hasta el final y que no habrá negociación política. Que resuelva el Tribunal Federal Electoral y que Claudia Delgadillo cuenta con todo el apoyo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.

2) Vino a decirles que quien se siente a negociar o se toma la foto con Pablo Lemus quedará fuera del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y será considerado un traidor; será su fracción legislativa la que gestione los presupuestos para los 44 municipios que ganó la coalición.

3) Los diputados locales no podrán negociar nada (con Pablo Lemus, aunque no lo dijo expresamente) y será la presidenta Claudia Sheinbaum quien determinará la negociación con el Ejecutivo de Jalisco.

4) Pidió a los diputados locales que instalen una mesa para ir viendo el presupuesto 2025 para beneficio de los 44 gobiernos municipales.

LA IMPORTANCIA DE JALISCO

La presencia de Leonel Montaño no puede pasar desapercibida, toda vez que trae la línea de México y esto será seguramente lo que marcará a Morena en su relación con el gobierno de Jalisco (en el entendido que será con Pablo Lemus). Esto creo que es el fondo, ya que Jalisco es un estado muy importante y no se dejará al garete, los acuerdos serán a nivel federal.

Las fuerzas locales de Morena en Jalisco que están tan dispersas y divididas no serán las determinantes de la relación que tenga desde el Congreso del Estado con el futuro gobierno que seguramente encabezará Pablo Lemus (eso lo presumo yo), pero le corresponderá a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal la que lo determine, atendiendo el proceso jurídico que la ley establece y resolviendo la impugnación presentada por Morena.

La lectura que advierto es que desde el inicio la relación del gobierno federal y gobierno de Jalisco, estará cimentada en acuerdos claros, sin la necesidad de que haya juego de vencidas que a nadie le convienen, como sucedió en la primera mitad de este sexenio que está por pasar a la historia, en la relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, al perderse tres años valiosísimos con el desgaste que se pudo haber evitado si la soberbia no hubiera estado presente.

Claro está que la situación en la que llegaría Pablo Lemus de gobernador es muy distinta a la de Enrique Alfaro, ya que hay muy poco margen para imponer condiciones, por lo que lo más importante es la construcción de acuerdos.

Pablo Lemus ha enviado mensaje de conciliación a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, en tanto resuelve la Sala Superior del TFEPJ. El estilo de Lemus es muy distinto al de Alfaro y ahora le toca entrar a otro nivel que son las Grandes Ligas de la Política.

Hay quienes dicen que Lemus buscará distinguirse del estilo de los gobernantes que han pasado por Jalisco, donde la política partidista pasaría a segundo plano y su relación sería más con la sociedad civil y los grupos organizados. Los empresarios llevarían mano.

Sin embargo, la conformación del Congreso del Estado y los 11 diputados que tendría Movimiento Ciudadano, si es que el Partido Verde no le tumba uno, lo obliga a amarrar los 8 votos que tendrán PAN (5) y PRI (3). Si la conformación quedaría así y se mantienen los 19 diputados de la Coalición Sigamos haciendo Historia, se tendría un empate en la LXIV Legislatura, 19-19. Obvio que los acuerdos con el PAN y el PRI, independientemente de su fuerza, no sería de gratis.

Asimismo, Lemus tendrá que seguir tomado de la mano y del brazo de Movimiento Ciudadano y El Alfarismo, porque la circunstancia lo exige. No habrá rompimiento con los naranjas y tendrá que repartirles espacios.

Por otro lado, si la negociación se hace en México, como lo vino a definir Leonel Cota y es con la presidenta Claudia Sheinbaum, la gobernabilidad se le podría facilitar a Pablo Lemus con el establecimiento de acuerdos y que podría ser un co-gobierno Lemus-MORENA, para la primera mitad del sexenio.

Mientras se llegue al dictamen final de la calificación de las elecciones en Jalisco, Lemus avanza en el diálogo con grupos e instituciones que son fundamentales como la Universidad de Guadalajara y funcionarios del gobierno estatal, como lo hizo la pasada semana.

Estamos en un proceso de definiciones. Queda claro que desde el poder central no se dejará a Jalisco a expensas de los apetitos de los grupos y personajes de MORENA locales.

Ese es un buen principio, el establecimiento de posiciones. Creo que a eso vino Leonel Cota Montaño a Guadalajara el pasado sábado.

 

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JALISCO

En el 2021 en Jalisco aprobaron y luego detuvieron una ley de paz: Florencia Marón

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Por Francisco Junco //

Fue en el 2021 cuando se aprobó en Jalisco la llamada “Ley de la Paz” después de mucho cabildeo, que es la primera ley en su género en Iberoamérica, pero la ley se detuvo cuando no se nombró el coordinador del eje de cultura de paz.

Florencia Marón Navarro, embajadora de la paz en Jalisco y embajadora de Unidos por la Paz, así lo precisa y expresa su esperanza que con el nuevo gobernador florezca y que no se politice, que se hagan liderazgos humanitarios y de la ciudadanía, para que esto llegue a muy feliz término.

“Me gustaría que esta ley no sea sólo para Jalisco, sino también para todo México. Vamos viendo si se puede, para homologar, para unificar, para que ya no estén los muertos de Juárez, los desaparecidos de Jalisco, y mejor seamos los de la paz del mundo”.

“Sí se puede, con una voluntad, y creo que haciendo esta conciencia universal, de que todos queremos la paz, y unirnos todos, quitando máscaras, egos y todo, trabajemos en ese carril. En ese carril donde llevamos a México”.

“Ha habido algunas modificaciones y algunas adecuaciones. No conozco a profundidad en qué pasó, pero creo que ya llegó el momento de destrabar todo esto. Traigo un proyecto particular para Jalisco, sin título, con título, con lo que sea lo voy a llevar a cabo, apoyada también por la comunidad libanesa, y que queremos dejar un legado”, abunda Florencia Marón en entrevista con Conciencia Pública.

“Creo que hay un gran anhelo en el alma de miles de personas en el mundo que queremos cambiar este estado de guerra permanente precisamente por voces de paz. Pero, voces que representen la paz genuina. Que no sea un disfraz, sino que ayudemos a cambiar esta realidad que nos está rebasando”, asegura Florencia Marón Navarro.

Florencia fue parte del equipo que asesoró en el Congreso del Estado de Jalisco, para la creación de la Ley de cultura de Paz, hija de padres libaneses, asegura que en el contexto actual, donde una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía es el tema de la inseguridad, violencia, ejecutados, desaparecidos, etcétera, hay voces que quieren cambiar esta narrativa.

Recientemente, la activista, participó en el Segundo Encuentro Iberoamericano de Periodismo Voces por la Paz, en León Guanajuato, y apunta que la sociedad ha llegado a un punto de quiebre, pero que en contra parte son los individuos una pieza de un rompecabezas de la paz y sugiere que éstos se encuentran “en liderazgos horizontales, sin protagonismos, vamos a dar cada quien eso que tenemos desde el alma para transformar esto”.

HUYENDO DE LA GUERRA

¿Quién es Florencia Marón? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Por qué y qué significa este título de embajadora de la Paz en Jalisco y Embajadora de Unidos por la Paz?

Fíjate que yo aprendí que nada sucede de repente. Que nuestra historia como seres humanos comienza muchos años antes de que nazcamos con la historia de nuestros ancestros. Mis abuelos, de parte de mi padre, vienen huyendo de Líbano, de la guerra. Entonces tomaron su baúl, todo lo que pudieron lo echaron ahí y llegaron a México. México les abrió las puertas. Pidieron fiada una máquina de coser, un rollo de tela y de ahí formaron su fábrica de ropa.

Desde niña no podía ver imágenes de guerra. No me gustaban los pleitos, a veces decía ‘yo fui’ con tal de que no se peleen. En el trayecto de mi vida pude entender que no puedo ver esas imágenes por esto de lo que vengo. Mi madre huyendo de la revolución y de mi padre de la guerra. Vengo a hacer la paz en México en gratitud a que les abrieron las puertas a mis ancestros, para que yo pudiera estar aquí. Aparte represento a la comunidad libanesa aquí en Jalisco, en la embajada intercultural.

Mi padre, Tufic Marón Rage, fue uno de los pilares de la cultura aquí en Jalisco. Dramaturgo, teatrista y lo que más admiro de él es que a pesar de su amor infinito al arte, el gran talento y la bonhomía que tuvo también porque, fue un gran filántropo, lo mejor que hizo fue ser papá, porque siempre nos puso a su familia en primer lugar.

Mi padre, fue un gran dramaturgo, hizo los primeros teleteatros con Carlos Cabello. También tenía un programa Temas y Tópicos. Su columna Luces en la Oscuridad, que escribió 30 años en El Occidental, me heredó este nombre de su columna periodística, pero para darle mi propia voz, le puse ‘Luces en la Oscuridad, un espacio de reflexión para el despertar de la conciencia’. Está por salir, en homenaje a mi padre, este compendio de mis artículos que hablan de la pérdida de los valores humanos y también invitan a hacer el cambio. No importa si te equivocaste, no importa si tu ego un día te ganó, siempre hay una oportunidad y la oportunidad de reivindicarte ante esto.

Así es que, viví entre libros, entre músicos, entre poetas y nos dicen locos, sí, estos locos que queremos cambiar el mundo, estos locos que hoy nos encontramos en este Encuentro de Paz increíble y que no hay barreras, eso me encantó, saber que pude platicar con Alberto Peláez, de ser humano a ser humano, contigo, con todos los que estaban ahí, donde las lágrimas corrieron por este gran anhelo de paz y donde los egos no tuvieron cabida.

YO NO BUSQUÉ A LA PAZ, LA PAZ ME BUSCÓ A MI”

¿Cómo te involucras en esta narrativa por la paz, eres una activista importante aquí en Jalisco, cómo obtienes este título de Embajadora de la Paz en Jalisco?

Es que yo no busqué a la paz, la paz me buscó a mí. Debido a toda la trayectoria de lo que he venido haciendo, fui presidenta de Mesa de Paz Jalisco, durante dos años y participé en la coproducción de dos foros internacionales de cultura de paz que tuvieron su sede aquí en Jalisco, uno en el CUSEA, otro en el Centro de la Amistad Internacional y a través de Sonidos por la Paz. En mi trayectoria de 10 años en la función pública, coordiné el programa a favor de la convivencia escolar, fui directora de Prevención de Adicciones en Guadalajara, también coordiné la primera red municipal en Zapopan de Prevención de Adicciones, coordiné, en 2008, el programa del adulto mayor y con mi equipo rompimos un récord para Jalisco y para Zapopan por atender en el menor tiempo al mayor número de adultos mayores. Todo esto para mí fue la escuela de la paz, porque traté con todos los grupos vulnerables, con los niños de la calle.

El Instituto de Justicia Alternativa me nombró Embajadora de Paz, asimismo la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad de Guadalajara y no es como la medalla, sino es el compromiso de continuar y de aportar algo a Jalisco. He realizado algunos proyectos con la Universidad de Guadalajara, estudié también la Mediación Pacífica de Conflictos, pero curiosamente eso ya la traía yo como conciliadora. Esto me ayudó a tener digamos esas herramientas, además estudié poesía con Raúl Bañuelos y siempre estuve estudiando historias de la cultura y pude entender cómo se maneja la humanidad.

En el encuentro de Guanajuato, Rigoberta Menchu, Premio Nobel de la Paz 1992 dijo que este tema de la paz es un asunto de todos y para todos, pero que además hay que actuar que más allá de los títulos, de las firmas de convenios, de la foto y es lo que tú estás haciendo, la actividad real y concisa con la gente real

Así es, Sonidos por la Paz, nace también cuando yo era directora de Prevención de Adicciones y vi que de 7 a 9 años era la edad de inicio en el consumo drogas y me preguntaba ‘qué hago’, no saben todo lo que tuve que ver, todo lo que tuve que hacer y no podía irme a mi casa, me hablaban en la media noche, ‘señora está mi hijo drogado y nos quiere matar’, hice una alianza con centros de integración juvenil con Cruz Roja, etcétera y nosotros íbamos más allá de nuestro cargo, y le decíamos ‘ahorita vamos’ y nos movíamos. Todavía después que dejé el cargo me seguían hablando, pero para mí, yo no soy el cargo, yo no soy el puesto, soy una persona con conciencia, los seguí ayudando, pero saben cuál es el mayor pago, cuando alguien se te acerca y te dice ‘gracias, usted me salvó la vida’.

Lo importante es que el título nos sirva para abrir puertas, no para el ego. Estoy aprendiendo cómo nos movemos en el mundo para ver por dónde me voy para hacer la paz, pero sobre todo, hay una cosa, tú tienes que conservar tu paz más allá de cualquier cosa, porque si tú conservas tu paz, tú puedes contagiar paz al mundo y poner límites y esa es la parte que no hemos entendido límites sanos para la paz.

EL PODER DEBE SER COMPARTIDO”

¿Cómo hacerle para no ser el título y ser la persona?

Recuerdo lo que dijo Rigoberta Menchú, que me encantó: ‘el poder debe de ser compartido’, y justo con Gabriel Ibarra, tuvimos una charla hace muchos años, porque yo escribí un artículo periodístico, sobre ‘el poder, una oportunidad para la humildad’, el poder te lo da Dios para ver quién eres, no es para el ego, es para que con ese poder que se te confirió humano y divino tú hagas el bien, cuando ya sabes a qué viniste ningún ventarrón te va a tirar, es que ya sé mi misión, les quiero decir algo. no pienso perder el tiempo en infiernitos. Pienso terminar bien la misión que vine a hacer, porque luego sigue otra cosa el alma no muere, no quiero reprobar.

Florencia, ¿dónde está la clave para poder cambiar al mundo, son los adultos que deben entender, es en la niñez?

Ellos son tierra fértil, tierra nueva. Un día mis hijas me pusieron una lista en el refrigerador: ‘tú no puedes comprar sprays de esto el otro y aquello porque dañas la ecología’, bla bla bla y ‘hay que separar la basura’ y dije ‘¡ah caray!, claro’, dice ‘ustedes se van a ir y nos van a dejar este mundo’, eso también me hizo despertar la conciencia, si yo las amo tanto, desde mí que puedo hacer.

Insto a todos los secretarios de Educación, con la Ley de Cultura de Paz, aprobada en Jalisco, que dice que a los niños les demos resolución pacífica de conflictos, manejo de emociones, meditación. Ahí está el cambio, pero ese cambio también lo puedes ver en ti. Hago lo que me toca, lo mejor que puedo. No vengo a competir con nadie, vengo a competir conmigo, para que cada día pueda ser una mejor versión de mí.

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JALISCO

La traición de los principios: La metamorfosis de Pedro Kumamoto

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Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //

Pedro Kumamoto irrumpió en la escena política mexicana como un viento fresco, un joven idealista con una visión clara de transparencia y participación ciudadana. En 2015, se convirtió en el primer candidato independiente en ganar un escaño en el Congreso de Jalisco, una hazaña que lo catapultó al estrellato político.

Su campaña se centró en la honestidad, la rendición de cuentas y la inclusión, valores que resonaron con una ciudadanía hastiada de la corrupción y el clientelismo que habían plagado la política mexicana durante décadas.

EL NACIMIENTO DE FUTURO

En 2020, Kumamoto dio el siguiente paso lógico en su carrera política fundando el partido Futuro. Con esta nueva plataforma, buscaba institucionalizar sus principios y expandir su influencia. Futuro se presentaba como un partido diferente, comprometido con la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana. Era una promesa de renovación, una luz de esperanza en un paisaje político oscurecido por la desconfianza y la desilusión.

Para la elección de 2021, Pedro Kumamoto compitió para la Presidencia Municipal de Zapopan logrando el 15.143 por ciento, su trabajo como regidor de oposición fue intrascendente. El joven que tanto criticó a los viejos políticos vividores del sistema… Se convirtió en uno de ellos.

LA ALIANZA CON MORENA: UN GIRO INESPERADO

Sin embargo, la trayectoria de Kumamoto y su partido Futuro tomó un giro inesperado durante las elecciones de 2023-2024. En una decisión que sorprendió a muchos de sus seguidores, Futuro se unió a la «mega alianza» con Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Esta alianza fue vista por muchos como una traición a los principios fundacionales de Futuro.

Bajo el cobijo de la “mega alianza”, lleno de soberbia Pedro Kumamoto se soñó presidente municipal… Los resultados electorales le mostrarían su realidad.

Morena, bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, había consolidado su poder a nivel nacional, pero también había sido objeto de críticas por prácticas autoritarias y un manejo cuestionable de la transparencia y la rendición de cuentas. La alianza con Morena fue percibida por muchos como un movimiento pragmático, pero contradictorio, que iba en contra de los valores que Kumamoto había defendido tan vehementemente cuando se decía independiente.

LA REACCIÓN DE LA CIUDADANÍA

La reacción no se hizo esperar. Muchos de los seguidores de Kumamoto se sintieron traicionados. La alianza fue interpretada como una concesión a la política tradicional que Kumamoto había prometido combatir. Este sentimiento de traición se reflejó en las urnas. Futuro solo consiguió el 2.1 por ciento de los votos, muy por debajo del umbral del 3 por ciento necesario para mantener su registro como partido. La decisión de unirse a Morena no solo no logró el objetivo de asegurar la supervivencia de Futuro, sino que también alienó a una parte significativa de su base de apoyo, ya de por si disminuida, primero por la decisión de organizar un partido político como los que tanto criticó; segundo por los escándalos de abuso sexual al interior de Futuro que Pedro Kumamoto no supo enfrentar y, tercero porque siempre fueron sus incondicionales los que recibían las mejores candidaturas.

EL IMPACTO EN LOS PRINCIPIOS DE KUMAMOTO

La alianza con Morena representó un cambio radical en los principios de Kumamoto. Su discurso inicial de independencia y lucha contra la corrupción se vio socavado por su asociación con un partido que, aunque popular, no estaba alineado con los ideales de transparencia y rendición de cuentas que Pedro Kumamoto había defendido. Este giro estratégico reveló una faceta pragmática de Kumamoto, dispuesta a sacrificar principios por la supervivencia política.

Hoy incluso, se puede ver a Pedro Kumamoto amenizando reuniones de la excandidata morenista a la gubernatura de Jalisco, Claudia Delgadillo, con la esperanza de ser tomado en cuenta por la administración federal y se le dé una delegación de lo que sea… mientras se le dé.

La pérdida del registro de Futuro no es solo un fracaso electoral, sino un reflejo de las consecuencias de abandonar principios fundamentales por estrategias a corto plazo. Pedro Kumamoto, una vez visto como un faro de esperanza y cambio, ahora enfrenta la realidad de una base de seguidores desilusionados y una reputación manchada por decisiones cuestionables.

La historia de Pedro Kumamoto y Futuro es una advertencia sobre los peligros de la política pragmática que sacrifica principios en nombre de la supervivencia. Es un recordatorio de que los ideales no deben ser negociables, y que la confianza de la ciudadanía es un recurso invaluable que, una vez perdido, es difícil de recuperar.

Kumamoto y Futuro se enfrentan ahora a un futuro incierto. La política mexicana necesita voces frescas y comprometidas, pero también requiere de una integridad inquebrantable. La lección para Kumamoto y otros políticos emergentes es clara: los principios no deben ser sacrificados en el altar de la conveniencia política.

Esta crónica no solo cuenta la historia de un político que perdió su camino, sino también la de una ciudadanía que, una vez más, se encuentra desilusionada y traicionada por aquellos que prometieron un futuro mejor. Porque al final del día, la política no debería ser solo sobre ganar o perder, sino sobre construir un futuro mejor para todos.

En X @DEPACHECOS

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