MUNDO
Los ciudadanos que buscan el centro: Políticos buscan candidaturas independientes vs Trump y Biden

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
En una realidad social, económica, política y hasta moral dividida en la que los partidos políticos de EUA han sido rebasados, los ciudadanos del centro se quedaron sin candidatos, pero los políticos tradicionales buscan ser la opción sin reconocer que mucho de lo que ellos representan y promueven, es lo que generó los extremos que hoy dominan en los dos partidos políticos y también la narrativa de las principales empresas o centros tecnológicos.
La realidad es que en EUA muchos ciudadanos del centro se sienten poco identificados con el actual presidente Biden quien es el candidato líder en la contienda interna del Partido Demócrata con poco menos del 50% de la intención del voto interno, pero lo mismo sucede en el Partido Republicano en donde Donald Trump es el candidato puntero con más del 50% de intención del voto.
A los temas de los ciudadanos del centro hay que sumar las divisiones internas en cada partido. Biden ha llevado a los demócratas mucho más a hacia la nueva izquierda imperialista internacional que se identifica como supuestamente progresista, lo que muchos demócratas tradicionales rechazan como lo hicieron en su momento en los 70s cuando John y Robert Kennedy se opusieron al Statu quo del Partido Demócrata y ganaron una parte importante del electorado centro, de trabajadores y minorías.
Así las cosas, Biden es la cara de un movimiento que con base en poderosas alianzas con empresas digitales, militares, médicas y del entretenimiento promueven un nuevo orden mundial, que es bien visto por una parte importante de sus seguidores, pero no lo es por otra parte también importante de las bases tradicionales de su propio partido. La muestra de esto no solo es la candidatura de Robert Kennedy Jr. quien tiene más del 20% de preferencias internas, sino las encuestas de la elección general que indican que más de un 60% de sus electores desearían a otro candidato lo que incluye a una parte importante de los que dicen votarán por él en la contienda interna y luego en la elección general.
Biden y su grupo tienen el control económico y político de su partido y de los empresarios que apoyan su agenda social y económica local y global, pero son acusados de cambiar el sentido y los principios del Partido Demócrata al promover un gobierno que en presunta asociación con empresas se meta en la vida privada de los ciudadanos y de otros países.
Hay una parte importante de los electores tradicionales del Partido Demócrata que no desean la política que promueve Joe Biden, pero que tampoco soportan a Trump o al Partido Republicano.
Por su parte, en el Partido Republicano fue conquistado, algunos dicen secuestrado por Donald Trump en el 2016, y los políticos tradicionales y muchos de los electores tradicionales de ese partido no soportan su forma de ser.
Por su parte Trump cuenta con una alianza popular de clase popular y media que atrajo a muchos electores tradicionalmente demócratas anti guerra y pro industria. Pero está peleado a muerte con líderes tradicionales de su partido y es muy fácil de sacar de guión lo que da la oportunidad a sus detractores para exaltar sus errores. De hecho el pleito interno de Trump vs los líderes políticos tradicionales de su partido, que en el 2020 lanzaron una organización de republicanos contra Trump a favor de Biden misma que hoy sigue lista para operar en caso de que Trump logre ser candidato de su partido.
Hace un par de meses un grupo de demócratas tradicionales y de republicanos también tradicionales decidieron crear una organización llamada “sin etiquetas” que busca agrupar y lanzar en el 2024 a un candidato a presidente de corte tradicional centro con un vicepresidente del mismo estilo. Uno demócrata y el segundo republicano.
A la fecha ese movimiento ha ido generando algunas simpatías de las que destacan el actual senador demócrata por West Virginia, Joe Manchan quien ha tratado de mantener a su partido en una postura más tradicional lo que lo ha confrontado con los aliados de Biden, en especial con los que desean eliminar por decreto el uso de las máquinas de combustible y las estufas de gas en los próximos 10 años entre otras cosas. El Senador está en un estado que es ampliamente republicano pero ha ganado desde hace décadas su reelección por ser un hombre de centro registrado como demócrata pro sindicatos, que son muy importantes en su tierra porque ese estado es ampliamente minero. “Sin etiquetas” tiene de copresidente a Jon Huntsman quien es ex gobernador republicano por el estado de Utah.
La organización “No Hables” (en inglés), están generando mucho miedo en los dos líderes, pero en especial en el equipo de Biden quien, como sabemos, en el 2020 prometió ser un presidente de un término por su edad y ahora en su campaña de reelección se ha visto solo en eventos muy armados y poco espontáneos, en especial porque el habitante de la Casa Blanca se equivoca muy seguido al hablar y tiene algunos problemas al caminar.
Los seguidores de Biden dicen que este proyecto “sin etiquetas”, si logra lanzar a un candidato será un riesgo y atentado en contra de la democracia porque quitará votos al actual presidente y eso llevaría a Trump a la Casa Blanca. Pero no parecen dar crédito a los electores y a que ellos pueden votar por una tercera vía y llevar a un centralista o afectar también a Trump. Los que critican la tercera vía mixta por miedo a Trump parecen aceptar que Trump tiene una base más grande y leal que Biden lo que no se si sea verdad en especial porque los demócratas controlan económicamente a los más grandes sindicatos de EUA.
Por su lado, Trump y en menor medida Biden, están en asuntos legales. A Trump lo están siendo juzgando en dos procesos y parece que para cuando usted lea esta nota serán tres. Uno por llevarse documentos secretos a su casa en Florida y otro por el asalto al capitolio en enero 6 del 2021. Por su parte Joe Biden también enfrenta una investigación que aún no es juicio por llevarse documentos secretos a su casa en múltiples ocasiones desde su era de Senador hasta su era de vicepresidente sin haberlos regresado en tiempo y forma. Además, a Joe se le está investigando por presuntos actos de corrupción en los que se le vincula con su hijo Hunter de la era en la que era vicepresidente con Obama.
En un descuido la elección como lo dijimos hace un año en este mismo espacio se decide por los jueces y los fiscales quienes podrían quitar a uno o hasta a dos de los punteros y dejarnos con candidatos nuevos. Pero supongamos que nadie es encarcelado o descalificado legalmente, el público podría decidir por un tercero menos quemado o al quitar votos a uno llevar al otro a la silla como ha sido en el pasado cuando un tercero logra servir de aliado accidental del segundo lugar.
Naturalmente no es la primera vez en la historia de EUA en la que un grupo de ciudadanos o de políticos de un partido se separan de sus siglas tradicionales e intentan ir por la libre con candidatos independientes.
A veces lo hacen para derrotar al político que los derrotó en las internas, así como venganza. Otras veces lo hacen por estar en contra de las ideas de los principales partidos y creer que la mayoría de los ciudadanos están de su lado. Casi nunca triunfan, pero logran derrotar al más débil o al que más se les parece al dividir el llamado voto útil.
Pero en la historia sí ha habido ocasiones en las que un candidato ciudadano o independiente les gana las internas a los llamados políticos expertos de un partido o al ser independiente les gana la elección general a los dos partidos y se lleva la presidencia. L
os antecedentes más relevantes son: el actor y desconocido Ronald Reagan como gobernador y luego Presidente en los 80s quien derrotó al famoso Jimmy Carter, Teddy Roosevelt en el 1912 quien como presidente en funciones, al perder su campaña de reelección interna en el partido republicano por estar peleado con los líderes de su partido como Trump ahora, se lanzó por la libre y aunque perdió también la elección general, hizo perder a su contrincante de partido Republicano y entregó la silla a Woodrow Wilson del partido demócrata.
En 1968 el independiente antes demócrata George Wallace arruinó al demócrata Hubert Humphrey vicepresidente de Lyndon B. Johnson lo que llevó a R. Nixon a la Casa Blanca y finalmente el más exitoso de los novatos independientes es el abogado de Illinois Abraham Lincoln, que fundó un partido y ganó la presidencia de los Estados Unidos en contra de los demócratas quienes tenían la Casa Blanca con el Presidente J. Buchanan y de los conservadores, quienes lanzaron a John Bell. Esa elección fue muy interesante porque a Lincoln no lo dejaron aparecer en las boletas de los estados del sur quienes no querían a un presidente que fuese en contra de la esclavitud.
Los demócratas tenían a dos candidatos y los conservadores llamados constitucionalistas a uno, es decir hubo 4 candidatos. Pero Abraham Lincoln ganó los 18 estados del norte con amplia ventaja en contra de los 13 que ganaron los demócratas y los 3 que ganó el constitucionalista. Lincoln además ganó la mayoría del voto popular. Recordemos que solo los blancos votaban lo que quiere decir que la mayoría de los blancos más de dos a uno apoyaron al candidato novato independiente que quería acabar con la esclavitud y que de hecho unos años después ganó la guerra civil con soldados blancos peleando contra soldados blancos por la igualdad de los de piel negra.
Ya veremos en qué acaba la elección interna de los partidos de EUA para el 2024, pero lo que es verdad es que muchos políticos tradicionales se sienten traicionados por sus candidatos punteros Biden y Trump y muchos ciudadanos también. ¿Será que los políticos de siempre logren ganar a los extremistas de cada partido? ¿Será que los ciudadanos voten por políticos tradicionales que fueron derrotados en su propio juego y ahora buscan venderse como independientes? El futuro del mundo sabe que Xi gobernará China hasta que se muera o él se retire, Europa está casi de adorno, pero EUA es la superpotencia que puede cambiar de rumbo o ratificar el rumbo del llamado orden mundial.
JALISCO
«Es mejor que las personas trabajen 48 horas y ganen más, a que trabajen 40 y ganen menos: Carlos Slim
CIERTO O FALSO
“Es mejor que las personas trabajen 48 horas y ganen más, a que trabajen 40 y ganen menos. Eso es muy importante para la población, tener mejor ingreso para el mayor poder adquisitivo y es lo que se ha logrado”
CARLOS SLIM / PRESIDENTE DEL GRUPO CARSO
“Esta iniciativa busca materializar el derecho a un descanso digno, asegurando que todos los trabajadores del país puedan gozar de un equilibrio justo entre su vida laboral y personal”
NAPOLÉON GÓMEZ URRUTIA / LÍDER DEL SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES MINEROS
FUEGO CRUZADO
“La amenaza que más me preocupa respecto de Europa no es Rusia, no es China, no es ningún actor externo, lo que me preocupa es la amenaza desde dentro, el retroceso de Europa en algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con EEUU”
JD VANCE / VICEPRESIDENTE DE LOS EEUU
“Parece que están tratando de iniciar una pelea con Europa, hogar de algunos de los aliados más cercanos de Estados Unidos”
KAJA KALLAS / JEFA DE LA POLÍTICA EXTERIOR EN LA UNIÓN EUROPA
VOZ ALTA
Aliados
Qué tan circunstancial suele ser la política. Hace no mucho tiempo, los Leones negros vivían una situación difícil en la época de su otrora líder moral, Raúl Padilla en la confrontación con el entonces gobernador Enrique Alfaro y en medio del choque de trenes estaba el rector Ricardo Villanueva a quien el beligerante político lo tenía denunciado ante la Fiscalía de Jalisco. Villanueva resistió la embestida. Ya no están ni Padilla ni Alfaro y ahora Villanueva ha sido invitado por la Presidenta Claudia Sheinbaum a integrarse a su equipo de Subsecretario de educación Superior de la SEP.
RICARDO VILLANUEVA. El líder de la manda con el viento a su favor.
Violencia de género
La empresaria Julieta Angulo, que tiene denunciado al abogado Rodrigo Moreno Trujillo por violencia de género ejercida contra ella y su hermana Janel Vanessa, cuando éste fue director jurídico de Ipejal, pide aclaración de que ella no tiene diferencia alguna con el director general de Pensiones, Juan Partida. Fue en la pasada administración cuando Julieta Ángulo Mejía recibió la amenaza del abogado referido Rodrigo Moreno, cuando éste le exigió la renuncia de su hermana después de haber sido reinstalada por el Tribunal de Arbitraje y Escalafón del Estado de Jalisco en la Gerencia de Préstamos.
JULIETA ANGULO. Precisa que tiene denunciado al abogado Rodrigo Moreno Trujillo por violencia de género, bajo expediente 85/2024 Quinta Sala del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Jalisco..
Pónganle atención
La jalisciense más encumbrada en el Congreso de México es Merilyn Gómez Pozos, quien se ha ido abriendo espacios con base en trabajo serio y consistente entre los morenos en la Cámara de Diputados. Como presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, Merilyn enfrentó la prueba de fuego en la discusión del presupuesto federal para este ejercicio fiscal y salió airosa y con buena nota, respondiendo así a la confianza que le depositó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a quien le coordinó la campaña presidencial en Jalisco, obteniendo más de 1 millón 800 mil votos.
MERILYN GÓMEZ POZOS. El cuadro femenino que se perfila
MUNDO
Bernays y el arte de la manipulación

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Aunque fue Sigmund Freud quien revolucionó el estudio de la mente humana, correspondió a su sobrino Edward Louis Bernays Freud, aplicar con crudeza a la realidad las teorías de su ilustre tío. Nacido en Viena, pero emigrado a Estados Unidos de Norteamérica, Eddy, como fue conocido en los altos círculos del poder y el dinero, fue uno de los hombres más influyentes de EEUU en el siglo XX.
Lo catalogaron como “amo de la manipulación”. Con justa razón.
Al reproducir escritos de su famoso tío, en una revista médica que Eddy editaba, conoció de las pulsiones del inconsciente, que gobiernan buena parte del proceder de los individuos. Este agrónomo y periodista entendió pronto, gracias a las teorías de Sigmund, los mecanismos susceptibles de ser manipulados con fines políticos y de consumo económico.
En 1928 editó un libro intitulado Propaganda, donde se resumía su maestría en el arte de guiar y vincular a las personas -en su comportamiento irracional- hacia las ideas políticas o productos, según fuera el interés del manipulador, con sus emociones y deseos más profundos.
Surgieron frases contundentes como “te necesito”, del Tío Sam, para enlistar jóvenes para combatir en la Primera Guerra Mundial.
En el plano comercial logró que las mujeres fumaran en público, hasta entonces mal visto por la sociedad norteamericana. Para ello contrató un grupo de guapas modelos femeninas que desfilaron en Nueva York el Día de la Independencia, fumando los famosos Lucky Strike en la calle. Su eslogan “antorchas de la libertad”, ocupó las primeras planas (pagadas, obviamente) de los principales periódicos del país.
Además, contrató a directores de cine y divas de moda, para que en las películas fumaran dejando ver la marca de los cigarrillos, lo que multiplicó las ventas de las cigarreras. En política hizo que los presidentes recibieran en la Casa Blanca a celebridades para hacer simpáticos a los mandatarios Calvin Coolidge, Hoover y Eisenhower ante los ciudadanos.
Ideó y propuso la manera de que sólo dos partidos fueran los que disputaran el poder, “para evitar la fragmentación del voto y el caos”.
Ligó también a la democracia con el capitalismo. Las incursiones o intervenciones de Estados Unidos en otros países llevaron siempre el eslogan de “velar por la democracia”, cuando se trataba de defender a los capitalistas norteamericanos en los países invadidos.
También bautizó a los países centro y sudamericanos como “repúblicas bananeras” y si se rebelaban contra el dominio gringo entonces les colgaba el mote de “comunistas”, palabra que todavía engatusa a las mayorías ignorantes de todos los países.
Fue el creador del término “Relaciones Públicas” y su idea de un gobierno con un poder absoluto residía en hacerlo “invisible”, para lo cual los gustos fueran formados, las ideas del colectivo fueran sugeridas y las mentes moldeadas, “por hombres de los que nunca se haya oído hablar”.
En 1955 publicó su libro “Ingeniería del Consentimiento” que el propio Bernays definió como “la manera de controlar la mente de la gente sin que ésta lo note”.
Cuando Eddy supo que Göebbels utilizó su término “propaganda” para difundir las ideas nazis no quiso utilizar más esa palabra que había plasmado en su libro “Cristalizando la opinión pública”. Göebbels, sabía perfectamente que Bernays había “aterrizado” muchas de las ideas de Sigmund Freud, y por eso su admiración a pesar de que ambos eran judíos.
Poco antes del crac financiero de 1929, Eddy había ideado una manera de masifica el uso del automóvil, hasta entonces reservado para personas ricas, y de que el grueso de la población adquiriera una casa propia. Presentó un plan de financiamiento bancario, de créditos casi sin requisitos para que cualquier persona con un empleo tuviera casa y automóvil con base en créditos.
La crisis financiera hizo restringir los empleos, bastantes empresas desaparecieron, y los bancos quebraron al no pagarse los créditos. Fue un duro golpe para la economía norteamericana y para Eddy Bernays. Sin embargo, por los vaivenes bursátiles el país se recuperó y Eddy siguió con sus asesorías a políticos y empresarios.
Eddy nació en Viena el 22 de noviembre de 1891. Su familia se trasladó a Estados Unidos de Norteamérica en 1912. Su padre era hermano de la esposa de Sigmund Freud, Martha Bernays, y su madre, Anna Freud, hermana de Sigmund.
Falleció en 1995 y a él se debe que el tocino fuera parte del desayuno de los norteamericanos, ya que los productores de carne lo contrataron para que, con sus artes manipuladoras, se incluyera en la dieta (sobre todo matinal) que hasta entonces no era del gusto popular.
No pocos de los políticos norteamericanos han abrevado en las enseñanzas de este hombre que aprovechó a la perfección las proposiciones científicas sobre el comportamiento humano que descubrió su doble tío Sigmund Freud. Conocer sus ideas nos dará un panorama más claro de lo que, hasta la fecha, los estadounidenses pregonan en torno a la supremacía de su peculiar manera de propagar, defender e imponer la “democracia” y… ¡of course! sus intereses económicos.
MUNDO
Elon Musk al mando: DOGE, ¿innovación o caos en la administración pública?

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Los gobiernos, como los organismos vivos, a veces crecen sin control, acumulando peso innecesario hasta que su propia inercia los vuelve torpes y poco eficientes. La creación del Departamento de Optimización Gubernamental y Eficiencia (DOGE) en Estados Unidos, bajo la dirección de Elon Musk, es el intento más reciente de poner a dieta a la administración pública.
Sin embargo, como cualquier régimen drástico, el éxito o el fracaso de esta medida dependerá de la ejecución y de la resistencia de aquellos que ven en la reducción del aparato gubernamental una amenaza más que una solución. Elon Musk, un empresario acostumbrado a simplificar problemas complejos con soluciones agresivas, ha asumido el liderazgo de DOGE con la misma mentalidad con la que ha dirigido Tesla o SpaceX: eliminar lo superfluo y optimizar lo esencial.
La misión de esta nueva dependencia es reducir el gasto público mediante la eliminación de agencias y la automatización de funciones burocráticas. No es un objetivo menor, y el primer gran ejemplo de su impacto ha sido la desaparición de USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, que durante décadas ha canalizado recursos para la asistencia humanitaria y el desarrollo global.
A primera vista, la desaparición de USAID puede parecer una medida meramente administrativa: un tijeretazo más en la larga lista de recortes que buscan aligerar la carga del gobierno federal. No obstante, lo que muchos han señalado es que la decisión se tomó sin un análisis integral de las consecuencias.
USAID no solo era una agencia de ayuda internacional, sino una herramienta geopolítica clave para la diplomacia estadounidense. Su eliminación abrupta, sin un replanteamiento estratégico, podría significar un vacío en la influencia de Estados Unidos en regiones clave del mundo, cediendo terreno a otras potencias con agendas menos alineadas con los intereses estadounidenses.
El caso de USAID es un recordatorio de que reducir el gobierno no es lo mismo que hacerlo más eficiente. Es cierto que hay dependencias infladas con funciones redundantes, procesos arcaicos y un gasto excesivo que se justificaría en una novela de Kafka más que en un balance de administración pública. Pero también hay instituciones que, aunque imperfectas, cumplen un papel vital en la estabilidad y el desarrollo de una nación. Aquí es donde DOGE enfrenta su mayor reto: discernir entre la grasa y el músculo.
La lógica detrás de DOGE es difícil de refutar. Un aparato burocrático desbordado puede ahogar la innovación, frenar el crecimiento económico y aumentar la corrupción. El modelo de Musk sugiere que, al igual que una startup, el gobierno debe funcionar con la menor cantidad posible de intermediarios y con la mayor automatización posible. La tecnología permitiría eliminar procesos obsoletos, reducir la cantidad de empleados públicos y hacer que el Estado funcione como una máquina bien aceitada en lugar de una estructura obesa y torpe.
Sin embargo, la teoría choca con la realidad cuando se enfrenta a la complejidad de la gobernanza. La eficiencia absoluta en el sector privado no necesariamente se traduce en el sector público, donde la burocracia no es un defecto accidental, sino a veces una necesidad estructural. Reducir el número de empleados públicos o digitalizar trámites puede sonar atractivo, pero si no se acompaña de una estrategia que garantice la continuidad de los servicios esenciales, el resultado puede ser una administración ineficaz y caótica.
Además, la idea de que el Estado puede manejarse como una empresa ignora un principio fundamental: los gobiernos no existen para generar ganancias ni para maximizar la productividad, sino para garantizar el bienestar y la estabilidad de su población. Mientras que en el ámbito privado la eficiencia suele medirse en términos de rentabilidad y reducción de costos, en el sector público el éxito se mide en términos de acceso, equidad y calidad de los servicios que brinda a sus ciudadanos. La reducción del gasto público no siempre equivale a una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente cuando los recortes afectan áreas sensibles como la educación, la salud o la seguridad.
Un Estado con menos recursos puede volverse más ágil, pero también puede debilitar su capacidad para responder a crisis sociales, garantizar derechos fundamentales o sostener políticas de desarrollo a largo plazo. La eficiencia en el gobierno no debe confundirse con la simple eliminación de costos, sino con la capacidad de administrar de manera efectiva los recursos sin comprometer su función social. A diferencia del sector privado, donde la eficiencia se mide en términos de rentabilidad y reducción de costos, en el sector público la efectividad se mide en términos de acceso, equidad y sostenibilidad.
Un Estado eficiente no es aquel que simplemente gasta menos, sino el que distribuye sus recursos de manera estratégica para garantizar que ningún ciudadano quede desprotegido. Los recortes indiscriminados pueden debilitar el tejido social, creando desigualdades más profundas y afectando la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. Sin una visión integral, la obsesión por la reducción de costos puede terminar afectando negativamente a la sociedad en su conjunto, comprometiendo la estabilidad a largo plazo.
Elon Musk ha demostrado ser un visionario en muchos campos, pero el gobierno no es un cohete que simplemente se puede hacer despegar con ingeniería e innovación. DOGE puede lograr avances en términos de eficiencia, pero si la única métrica de éxito es la reducción del tamaño del gobierno, entonces la iniciativa corre el riesgo de convertirse en una poda indiscriminada en lugar de una verdadera optimización.
Un gobierno eficiente no es necesariamente un gobierno pequeño. La clave está en el balance entre austeridad y funcionalidad, entre innovación y estabilidad. Si DOGE logra encontrar ese punto de equilibrio, podría marcar un hito en la administración pública moderna. Pero si la reducción se convierte en un fin en sí mismo, corremos el riesgo de caer en la paradoja de querer salvar un barco quitándole tanto peso que termine hundiéndose.
La historia ha demostrado que las reformas gubernamentales radicales tienden a generar más preguntas que respuestas. El recorte de USAID debería haber sido una lección sobre la necesidad de evaluar cada dependencia no solo en términos de gasto, sino de impacto. Si DOGE realmente busca optimizar la administración pública, debe hacerlo con bisturí, no con machete. De lo contrario, podríamos estar presenciando no la creación de un gobierno eficiente, sino el nacimiento de un caos disfrazado de innovación.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN3 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo