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OPINIÓN

Misma génesis, caminos diferentes, de Monreal hasta «Alito»: La crudeza de nuestros políticos

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Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //

La política es materia tan importante socialmente, que no es sano que solo los políticos se ocupen de ella, y todavía peor, que ellos exclusivamente sean quienes resuelvan su áspera problemática. Por ello llama poderosamente la atención la conducta que han observado recientemente dos mexicanos, que de la política han hecho su modus vivendi, y que nos dan lecciones de lo que debe ser y lo que no debería hacerse en cuestiones políticas. Ellos son Ricardo Monreal Ávila y Alejandro Moreno Cárdenas, «Alito».

Estos dos personajes han sido gobernadores de sus Entidades federativas de donde son oriundos: Zacatecas y Campeche, respectivamente. En su inicio político, ambos eran priistas, pero con el paso del tiempo y las peculiares circunstancias de cada uno, Monreal renunció al partido tricolor, en tanto que Alito persevera en el vetusto priismo. Los resultados en cada caso como ejecutivos de sus Estados, han sido distintos: Rircado Monreal es más o menos recordado entre la mayoría de sus coterráneos, en tanto que Alito es motivo de todo tipo de críticas, desde narcisista y patán, hasta rapaz.

En la actualidad, Ricardo Monreal es senador morenista y líder de la Cámara Alta, mientras que el campechano es guía del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, y diputado federal. Ambos habían expuesto que anhelaban, y se estaban preparando a fin de ser candidatos presidenciales para el año 2024.

Tras los comicios del 6 de junio de 2021, a los dos se les señaló como causantes de las derrotas sufridas por sus respectivos partidos: a Monreal, sin mas pruebas que algunas conjeturas, se le endilgó la pérdida de varias alcaldías en la Ciudad de México, sobresaliendo Cuauhtémoc, donde había sido Alcalde, y la opositora que triunfó (Sandra Cuevas) considerada su discípula.

Al malmirado Alito, ni cómo defenderlo de la debacle electoral que registró, pues de las gubernaturas jugadas (8), todas las perdió, restándole en ese entonces a su Instituto, cuatro. A la fecha ya malogró otras dos (Oaxaca e Hidalgo) y se tiene la creencia de que al paso que va, el año próximo caerán las restantes: Estado de México y Coahuila.

Ante ese panorama, la semana anterior cada uno de estos políticos, fueron centro de la atención del país entero. El senador Monreal, porque su declarada pretensión de ser abanderado presidencial de su partido (MORENA) se vio muy desmejorada, luego de una especie de mitin guinda en la ciudad de Toluca, que, bajo la convocatoria de información y unidad, realmente fue una especie de arranque de precampaña para los aspirantes a la soñada dicha candidatura.

Por su parte, Alito, el mediocre diputado pero muy cuestionado dirigente priista, con motivo del sonado fracaso que sufrió su partido en los comicios recientes del 5 de junio, y la actitud absurda de sumarse a una “moratoria constitucional”, consistente en no aprobar “cualquier iniciativa de reforma, adición o modificación a la Constitución”, en unión a sus coaligados (PAN y PRD) de la vapuleada y antinatural alianza “Va por México”, fue conminado por sus antecesores y correligionarios, a dimitir como presidente del CEN priista, con el objetivo de reestructurar y fortalecer a su organismo. Los medios de comunicación se encargaron de difundir ambos hechos (las declaraciones de RM y el reclamo de los exjefes tricolores a Alito), con encabezados y frases que ilustran elocuentemente la posición y modo de ser de cada uno de estos dos servidores públicos.

El jefe de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado, en tan solo el martes 14, dio mas de diez conferencias (según él mismo testimonió) aclarando el porque no asistió el domingo doce a Toluca, tanto al desayuno de los jerarcas morenistas, como al mitin a las once de la mañana, donde se placeó a los tres principales aspirantes presidenciales (Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto López). Sobre el tentempié (que fue de 7 a 9 a.m.) manifestó que no fue invitado, y asegura que eso de debió a que en tal convite se comentó el camino a seguir para elegir candidatos, tanto a la gubernatura del Estado de México (a disputarse en 2023) como a la presidencia de la república, que estará en juego en 2024.

Un punto trascendente de esa reunión, es que se acordó realizar las postulaciones correspondientes, mediante el método de las encuestas. Ricardo Monreal al respecto fue tajante: en eso yo no estoy de acuerdo, porque he sido víctima de ellas y, según su óptica, las que instrumenta MORENA no son claras ni convincentes.

A los cargos que se le imputan de haber traicionado durante la elección de 2021 al partido guinda, responde que él no fue encargado ni de seleccionar candidatos ni de implementar campañas; que a él ni siquiera se le invitó a ningún acto político-electoral. En consecuencia, los responsables son el partido y los mandamases morenistas de la ciudad de México. Así pues, como Pilato, RM se lava las manos, pero ahonda cada día las diferencias con su partido.

Por lo que hace a su papel ante el presidente del país, asegura que jamás se confrontará con él; que ambos fundaron MORENA, que este organismo surgió para combatir las atávicas formas de hacer política del priismo, y que él solo es congruente con su modo de pensar. Por lo que, si no es uniforme a lo que piense el primer mandatario o los dirigentes partidistas, eso es lo más normal en todo partido. Ante tal idea, reitera que seguirá su lucha por ser candidato presidencial dentro de su partido, en donde ha estado desde su nacimiento y en la lid que por democratizar a la nación sostiene desde hace mas de 25 años.

Monral enfatiza que él es feliz en su trabajo, que es muy creyente y a diario agradece a Dios todo lo que ha recibido, por lo que no respira rencores ni odios, y respeta a sus correligionarios tanto como a sus pares de otros institutos. En pocas palabras, aun cuando sea discordante con los meros, meros, de su partido, él no se pelea ni se sale, perseverando en su idea de ser candidato, por lo que prefiere “llevar la fiesta en paz.” Maliciosamente, Monreal sembró semilla de discordia, al indicar que el domingo en Toluca, MORENA violó la ley, señalamiento al que se asirán muchos oposicionistas, siempre prestos a ver “moros con tranchete”.

El asunto de Alito es peripatético. Sus compañeros de partido, los periodistas y medios de comunicación nos dan cabal cuenta de su grotesco modo de ser. Hace un año, al integrar las candidaturas para diputados federales, al flamante presidente del CEN priista, Lorena Beaurregard, quien encabeza la Fundación Colosio, filial tabasqueña, dijo que los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional “actuaron como pandilleros, como vándalos”.(Cuestione, Verónica Martínez, 14-II-021).

Y debido a los estrepitosos fiascos electorales del año pasado y del presente, dice el Reforma del día 15 de junio, que, para evitar un quebranto mayor, “Exigen expresidentes renuncia de Alito”, eso en la junta que sostuvieron un día antes, con dicho presidente del CEN. Sin embargo, después de ese reclamo, informa El Universal del mismo día: “Pese a reproches, Alito se queda”, pues como afirma el diario Milenio de igual fecha: “Alito bateó a los once exlíderes del PRI que le exigieron renunciar.”

Con ese “No me voy”, se dice que el sentir de los ex jefazos tricolores fue de que Alito “se queda solo” (La Jornada, 15-VI-022). Así pues, acudiendo a los estatutos del partido, alegando que “fuimos electos para un periodo de cuatro años”, Alito se aferró a la presidencia (El Sol de México, íd., íd.). En tal tesitura, a pesar de la situación “compleja y crítica” del partido, el trivial Moreno Cárdenas “Mantiene la dirigencia” hasta agosto del año que entra. (Dulce Ma. Riancho en diario 24 Horas, 15 junio/022, La Razón y El Heraldo de México). Los exlíderes nacionales, empero, aclararon que “ellos cierran filas con el PRI, no con Alito” (Excelsior, 15-06-022).

¿Qué fue lo que lograron tras ese cónclave los caudillos priístas? Nos lo dice la prensa: que Alito abandone su ensueño de ser candidato presidencial, y asuma el compromiso de reorganizar el CEN y los comités estatales en general. El inefable todavía faro del priismo, listillo que es, había concentrado en espacio contiguo a donde fue la deliberación, a sus incondicionales; allí no quisieron comparecer sus predecesores exigentes, que según Ricardo Raphael “lo ven como apestado”; en su defecto los seguidores de Alito, luego que este se autoalabó, como es de esperarse, lo aplaudieron y ensalzaron, olvidando el principio de que “alabanza en labio propio es vituperio”. Y como escribe Carlos Puig: “Por eso, todo indica, ahí seguirá, si es que alguna fiscalía no lo entamba” (Milenio, 16-VI-022).

Sin embargo, una cosa si es cierta: “El PRI hoy está en ruinas, aunque Alito Moreno diga lo contrario” (Guadalupe Loaeza en Reforma, 16-VI-022). Así pues, nos comenta Jorge Zepeda Paterson (Milenio, 16- VI-22) que, en vez de nueva sangre para el PRI, este liderazgo, “resultó ser una involución y a la postre un clavo en su ataúd.” Hasta el paladín morenista, Mario Delgado, echó su cuarto a espadas y cuajado de sarcasmo twitteó: “Alito Moreno debe seguir. Ha ayudado mucho al crecimiento de nuestro movimiento, en ese gran dúo dinámico que ha formado con Marko Cortés…”

Viendo como han actuado Monreal y Alito, en representación de los políticos mexicanos, entendemos el acierto expresado por el humorista neoyorkino Groucho Marx, sobre que los ladinos “polacos” aztecas manejan con gran astucia “el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

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Beisbol

Un equipo que pasará a la historia: Gracias, Charros, gracias…

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Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¡Qué temporada logró tener Charros!

La forma de ganar el campeonato de la Liga Arco Mexicana del Pacífico fue indiscutible. Nos brindaron una final de ensueño, que nunca llegamos a imaginar que ocurriría.

Pasaron sobre Águilas de Mexicali, Naranjeros de Hermosillo y Tomateros de Culiacán. Brillantes actuaciones. Y así fueron a la Caribe que se celebró en Mexicali.

ARAÑAR LA GLORIA

En el Clásico Caribeño se arañó la gloria. Después de haber llegado invicto a la final, la batería de los caporales se apagó. Los bateadores no lograron descifrar los jeroglíficos que envío al home plate el lanzador Esmil Rogers que apoyado en el relevo de Dominicana dominaron a la novena mexicana.

La diferencia mínima, fue de 1-0. Y Leones del Escogido se llevó la corona a pesar de haber quedado con 3-3 en los 6 juegos que protagonizaron. Así es el sistema aceptado por todos los jugadores que opera en El Caribe y así queda. Dominicana logró su campeonato 23 en la historia de estos clásicos.

Charros estaba tan cerca y tan lejos la corona del Caribe. México había sido el gran equipo de esta pequeña serie mundial latinoamericana. México llegó invicto con un 5-0, en la misma serie había derrotado a República Dominicana 2-0.

Con las reglas anteriores, México hubiera sido el campeón, pero el sistema cambió y después de una primera etapa de todos contra todos entre 5 equipos, se elimina 1 y entre los 4 restantes se enfrentan para sacar a los semifinalistas.

Y el festejó se celebró con música de merengue y con ron. Los mariachis callaron y el tequila se guardó. No hubo fiesta en el vestidor mexicano.

UN EQUIPO DE TRIUNFADORES

Mucho dolió esta derrota ante los dominicanos. ¿Por qué se perdió? Puede haber muchas opiniones. Siempre se culpará a alguien. Hay quienes piensan que se pudo haber ganado. ¿Por qué no se fue Hamilton al robo cuando se embasó? ¿Por qué Benjamín Gil no mandó tocar la bola? ¿Porqué Charros no corrió como lo había hecho?

Lo cierto es que hubo únicamente dos buenas oportunidades de anotar y los dos equipos la tuvieron. Primero fue México el que llenó las bases en la baja del segundo inning cuando el lanzador Esmil Rogers se descontroló. Hizo 32 lanzamientos a home, llenó las almohadillas de charros, pero faltó el batazo clave y con 1 out se bateó para doble play.

En la alta del tercero, el que se descontroló ahora fue Manny Bañuelos, que también llenó las bases, pero sin out. Robinson Canó vino a batear y conecta roletazo para doble play, pero el que estaba en tercera anota. Y así el juego se fue hasta el final. No habría más carreras.

México eta vez no bateó, cayó en slump y que sumadas las 8 entradas del juego anterior frente a Puerto Rico, con estas 9, fueron 17 innings sin anotar carrera. A los lanzadores dominicanos, México le pegó únicamente 1 hit. En mal momento la artillería se apagó.

Dominicana ganó porque aprovechó esa oportunidad. Y punto.

Benjamín Gil sigue sin ganar una serie del caribe de 5 en las que ha participado. Y a Charros aún no se le da en su tercera incursión. Quedó un amargo sabor de boca. Se tuvo muy cerca el campeonato, más cerca de la que tuvieron otros muchos equipos que llegaron, por eso es que duele, duele a los jugadores que tienen vergüenza y pundonor, duele a los directivos que esperaban vivir la alegría y culminación de un gran año de Charros, duele a la afición que ven al representativo de México, como el campeón sin corona.

Y utilizo una frase muy trillada: así es el beisbol. Y lo que sigue.

CHARROS, UN CONJUNTO EXITOSO

Felicitamos a Charros, a todo estos peloteros que en este año nos brindaron tantas emociones, nos dieron un campeonato al convertirse en un equipo espectacular, con actitud y entrega que finalmente se conectó con el respetable el que lo impulsó como no habíamos visto antes y que vislumbra en el futuro que esa charromanía que se había apagado, regresa. Seguramente serán cientos o miles de niños que contagiados por esta chispa de un deporte tan hermoso y vibrante, lo empezarán a jugar, alejándose de las tentaciones tan abundantes hoy día.

El equipo 2021-2022 de Charros será recordado y anotamos a sus grandes estrellas y su juego de conjunto, dirigidos por Benjamín Gil a quien hay que darle el mérito de haber articulado este equipazo: Billy Hamilton, líder robador de bases; Michael Wielansky, que corre como venador por los senderos y que quedó líder en triples; Mateo Gil, que vino a reforzar a Charros y que le inyectó esa frescura de batear, correr y fildear, al hacerse presente en el momento importante, con todo y ser el hijo de papá, Mateo llegó para quedarse.

Esa atrapada histórica de Julián Ornelas frente a Tomateros en la casa de los guindas al lanzarse para capturar la bola, es de esos batazos engarces que que cambió el destino de un juego y evitó la derrota de Charros, que permitiría ganar ese segundo juego de la serie final.

¡Qué atrapadón de Ornelas!

El colombiano Reynaldo Rodríguez, que conectó aquel jonrón de 3 carreras ante Tomateros y que permitió que Charros se levantara de la lona, iba abajo 0-5 para empatar el juego y luego ganar 6-5, todo esto en la novena entrada, era el tercer juego de la serie finan ante Culiacán.

El refuerzo de Donovan Casey, con su velocidad en los jardines y en las bases, con un brazo privilegiado que permitió enfriar a dos corredores en home plate, uno de ellos a Tomateros y que marcó la diferencia entre el triunfo y la derrota, así como ese esquizee play que anotó para que Charros rompiera el empate con Tomateros en ese sexto juego que le dio el campeonato. Carlos Mendivial y Alfredo Hurtado que se rotaban la receptoría. No podemos olvidar a Japhet Amador, que hizo ajustes a su bateo, que con batazos cortos, contribuyó a la causa.

Los brazos de Manny Bañuelos, de Ronald Medrano, Luis Iván Rodríguez, Alemao Hernández, Adrián Gusman, Mario Meza, Luis Payán, Miguel Aguilar y el gran cerrador Trevor Clifton, que será histórico, así como el refuerzo del “indio de San Luis Potosí”, Jesús Cruz.

Hay más jugadores campeones, pero el espacio se nos agotó.

La afición se debe sentir orgullosa de este gran conjunto de estrellas.

¡Gracias Charros, gracias por todas estas emociones que nos brindaron!

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NACIONALES

Entre la renovación y el control

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Opinión, por Miguel Anaya //

En el contexto del aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció una relevante iniciativa de reforma constitucional destinada a eliminar la reelección en todos los cargos de elección popular y a prohibir el nepotismo en la sucesión de dichos puestos.

Para formarnos una opinión al respecto, es esencial mirar hacia el pasado. La bandera de la no reelección fue utilizada como un instrumento para que Porfirio Díaz llegara al poder, combatiendo contra la reelección de Benito Juárez. Posteriormente “Sufragio efectivo, no reelección” fue el lema que utilizó Francisco I. Madero durante la revolución para aglutinar a las masas, precisamente, contra Díaz.

En su momento, con el PRI en el poder, la no reelección se adoptó como una herramienta para construir y conservar la estructura partidista. Con la no reelección, el Revolucionario Institucional fomentó la rotación periódica de sus líderes, lo que le permitió «renovar» sus cuadros internos y evitar que figuras poderosas se consolidaran de manera permanente, al menos de forma pública. Así nacieron los períodos y planes sexenales, donde el que se iba, ya no volvía a aparecer en la escena.

Este mecanismo de renovación periódica se transformó en un instrumento dual: reforzaba la imagen de cambio que el régimen deseaba proyectar, mientras facilitaba el control político al permitir que, en cada sexenio, desde la presidencia y las gubernaturas se decidiera quién continuaría en la cúspide. Este equilibrio aparente entre renovación y estabilidad se convirtió parte de la esencia del modelo político mexicano.

Según sus promotores, el principal beneficio de la no reelección radica en su capacidad para evitar el estancamiento político y la formación de dictaduras personalistas, favoreciendo la entrada de nuevos actores y la innovación en la gestión pública.

No obstante, la instrumentalización del principio también ha suscitado críticas. Aunque en teoría se promueve la renovación, en la práctica se ha utilizado el mecanismo de la no reelección para mantener un control férreo sobre la política, que aseguraba la continuidad del poder en manos de la élite. Esta práctica ha sido señalada por algunos como un obstáculo para la verdadera competencia democrática, ya que históricamente el cambio aparente en la dirección del país ocurría en un marco previamente estipulado y controlado por unos pocos.

Así, el principio se ha convertido en un elemento paradójico: si bien impide la reelección inmediata y la concentración prolongada del poder en una sola persona, también restringe la emergencia de alternativas políticas fuera del círculo del poder.

Por todo lo anterior, el anuncio de la presidenta ha desencadenado un intenso debate en el ámbito político. Los defensores de la iniciativa argumentan que estas medidas fortalecerán la democracia al garantizar la alternancia política.

Los críticos sostienen que la reelección permite a los funcionarios dar continuidad a proyectos, ya que incentiva a los políticos a desempeñarse adecuadamente con la expectativa de un nuevo mandato por parte de los electores. En contraste, la no reelección los obliga a depender exclusivamente de la disciplina y acuerdos con la cúpula partidista que los postuló.

En fin, actualmente, después de más de 150 años el postulado de la no reelección sigue vigente, precisamente porque en el proceso quienes lo han propuesto se han perpetuado (o han intentado perpetuarse) en el poder.

Para que esta iniciativa prospere, deberá ser aprobada por dos tercios de los miembros en ambas cámaras del Congreso de la Unión y, posteriormente, por la mayoría de las legislaturas estatales, dado que implica una reforma constitucional. Con la abrumadora mayoría de Morena en el Congreso de la Unión y en los congresos locales, la aprobación parece un hecho, a menos que las tensiones internas compliquen el proceso.

Del éxito o fracaso de esta reforma dependerá la consolidación de un sistema político democrático, donde se renueven las y los políticos que -al menos en teoría- deberán tener la formación y experiencia adecuadas para llevar al país a un mejor rumbo. Así las cosas.

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MUNDO

La personalidad de Donald Trump

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Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Donald Trump, con Tony Schwartz, escribieron el libro “El arte de la negociación”. De la edición del 26 de octubre de 2019 de Epublibre provienen estas frases entresacadas del texto para ilustrar con quién está lidiando el mundo.

“No lo hago por dinero. Tengo mucho dinero; más del que necesitará jamás. Lo hago ‘por amor al arte’. La negociación yo la entiendo como un arte. Que otros pinten magníficas telas o escriban poesías maravillosas. A mí me gusta hacer negocios, preferiblemente grandes negocios. Esa es mi vocación”.

Trump, el empresario, se ganó su reputación en Estados Unidos de Norteamérica por sus millonarios negocios inmobiliarios. “En contra de lo que muchos creen, no me gusta salir en periódicos; no soy partidario de hablar de mi vida privada. Sin embargo, tener una cobertura en los medios de información puede ser muy útil en los negocios”.

“Cuando concedo entrevistas procuro ser muy breve. Me protejo a mí mismo procurando permanecer flexible. Nunca me ato a un solo planteamiento; en mis malabarismos mantengo muchas bolas en el aire al mismo tiempo, porque muchos negocios fracasan, por muy prometedores que hayan parecido al principio.

“Lo peor que puede pasarle a uno en un negocio es tener una necesidad desesperada de hacerlo. Lo mejor es negociar desde una posición de fuerza, porque la posición más fuerte es la que encierra una ventaja. En los negocios, la ventaja se define como ‘tener algo que el otro quiere’, o que necesita; o, mejor aún, que no puede pasar sin lo que uno tiene. Muchas veces la ventaja demanda imaginación y labia vendedora; dicho de otra manera: hemos de convencer a nuestro oponente de que su propio interés está en cerrar el trato.

“La clave última de mi estilo promocional es la osadía. Juego con las fantasías de la gente. Muchos, aunque no sepan pensar a lo grande, sí que pueden emocionarse con las grandes ideas de otros. Por eso nunca está de más un poco de hipérbole. A la gente le gusta creer que tal o cual cosa es la más grande, la más atrevida o la más espectacular. Exagerar no es mentir; es decir, la exageración en su variedad inocente, que es, además, una forma de promoción muy eficaz.

“Aunque siempre conviene destacar lo positivo, en ocasiones la única opción es el enfrentamiento. Mi carácter es muy llevadero, me porto bien con los que se portan bien conmigo. Pero si alguien me trata mal o injustamente o pretende aprovecharse de mí, entonces peleo con la máxima dureza; no recomiendo ese género de reacción a todo el mundo, pero –según mi experiencia- cuando uno lucha por lo que cree, las cosas siempre terminan por arreglarse para bien (aunque en el camino se pierdan algunos que consideraba amigos)”.

“No se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo. Se puede crear expectación, montar una promoción estupenda y conseguir que los medios publiquen sus declaraciones (que usted no habrá de sazonar con una buena dosis de hipérbole; pero, al final, debe servir la ‘mercancía’ o la gente se sentirá engañada)”.

“Jimmy Carter poseía el atrevimiento, la osadía y los tamaños para osar lo extraordinario. Esa cualidad, por encima de todas las demás, le ayudó a llegar hasta la presidencia; pero luego, como es natural, el pueblo no tardó en darse cuenta de que Carter no estaba capacitado para la primera magistratura del país y por eso fue derrotado por amplia mayoría y perdió la reelección”.

“Ronald Reagan era un actor tan hábil y tan eficaz que supo conquistar por completo al pueblo estadounidense. Luego de terminar su presidencia, la gente se preguntó qué había detrás de su sempiterna sonrisa. La vida es muy frágil y eso no puede remediarlo ni el éxito; si acaso la hace más frágil, todavía”.

“Todo puede cambiar sin previo aviso y por eso procuro no tomarme demasiado en serio nada de lo ocurrido a la fecha. El dinero nunca ha representado un móvil muy importante para mí…a no ser como estímulo. La verdadera emoción consiste en jugar la partida. No pierdo el tiempo en meditar si debería haber obrado de tal o cual forma o sobre lo que pasará después. Por eso respondo que me divierto mucho con lo que hago”.

“En el vecindario fui una especie de caudillo…como sigue ocurriendo actualmente. Concitaba adhesiones incondicionales o antipatías similares. Era muy apreciado en nuestra pandilla, de la que tendía a ser el jefe; en la adolescencia fui muy bullicioso; por algún motivo me gustaba crear agitación y poner a prueba a los demás. Arrojaba bolsas llenas de agua al patio y bombas fétidas en el salón; armaba grandes follones en las fiestas del colegio. No por malicia, sino por mi agresividad, la que aprendí a canalizar cuando mi padre me inscribió en la Escuela Militar de Nueva York”.

“A veces, para hacerse de un negocio, no hay más remedio que denigrar a los rivales”.

Saque usted sus conclusiones sobre la personalidad y manera de actuar del actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y cambie negocios por política, para que cuadre la radiografía.

 

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Tendencias

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