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MUNDO

Previsiones económicas para el 2022: Controlar la inflación se convierte en el gran desafío

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Economía Global, por Alberto Gómez-R. //

2022 representará importantes retos para el mundo, tanto para los individuos como para los gobiernos y, debido a la oleada de inestabilidad e incertidumbre, la gente buscará seguridades y firmeza. Grandes cambios en la economía, las finanzas, la tecnología, la geo-política y el consumo, se verán acelerados en el año que recién inicia, y reconformarán al mundo como ahora lo conocemos.

El alza en las tasas de interés en Estados Unidos seguirá creando un efecto en cadena que afectará al resto de las economías mundiales, y esto, aunado al crecimiento de la inflación, provocará una recesión económica prolongada, que impactará en el posicionamiento de aquel país como potencia económica dominante.

Michael Burry advirtió que el aumento de la inflación en EE. UU. no es simplemente un subproducto de la economía que se está abriendo nuevamente después de las restricciones pandémicas, y asintió con el hecho de que predijo el aumento, en un tweet ahora eliminado a las pocas horas.

«La inflación… ya no está reabriendo, amigos», tuiteó. «No es que nadie pudiera haber visto venir esto», agregó con sarcasmo.

El inversionista que saltó a la fama por «The Big Short» (el filme sobre la crisis financiera mundial del 2008 iniciada en EE.UU.) compartió un gráfico que muestra la inflación mes a mes y la división entre los factores de reapertura y no reapertura subyacentes a los aumentos de precios.

La mayor inflación en mayo, junio y julio fue impulsada por aumentos más pronunciados de los precios de vehículos usados ​​y de arrendamiento, seguros de automóviles, alojamiento, tarifas aéreas y comidas en restaurantes a medida que la economía se reabrió, mostró el gráfico de Burry.

Mientras tanto, el aumento sostenido en el Índice de Precios al Consumidor los últimos meses del 2021 -su mayor aumento desde 2008- fue impulsado en gran medida por los precios más altos de la energía y sectores que no reabrieron. (markets.businessinsider.com)

En otras palabras, la inflación se disparó en el verano porque la gente volvió a conducir, reservar vuelos y hoteles, y comer fuera después de los cierres durante el brote de COVID-19 en 2020 y 2021. Pero los precios subieron a la tasa anual más rápida en casi cuarenta años en octubre y noviembre, porque otras partes de la economía se recalentaron, como los picos de demanda de productos de consumo, lo que generó una escasez de estos y que contribuyó a la llamada “crisis de los contenedores” –cuellos de botella en la logística internacional-.

Burry, quien anticipó el colapso de la burbuja inmobiliaria de mediados de la década de 2000, destacó el riesgo de la inflación posterior a la reapertura ya en abril de 2020, semanas después de los primeros cierres en los EE. UU. debido a la pandemia.

Se puede comparar la trayectoria de inflación actual de Estados Unidos –que cerró con 6.8% en 2021- con el camino de la Alemania de Weimar hacia la hiperinflación en la década de 1920, luego de la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial, y la sobreimpresión de papel moneda para financiar la contienda; había una manía de mercado y una especulación desenfrenada entre los inversores de la nación europea antes de que los precios se elevaran incontrolablemente, un escenario muy similar al presente; en los últimos 20 meses el gobierno de Estados Unidos inyectó más de 11 billones de dólares entre estímulos para las empresas y cheques de ayuda para sus ciudadanos para aminorar el impacto en su economía por la pandemia del Covid-19, lo que incrementó el furor de las personas y las propias compañías por la compra de acciones y bonos, generando una espiral especulativa que ha elevado sus precios más allá de su valor real.

La hiperinflación de la República de Weimar (Alemania) ha sido considerada la mayor de la historia, pues durante la misma los precios de preguerra se llegaron a multiplicar por 14,000: una libra de pan llegó a costar 3000 millones de marcos; una libra de carne, 36 000 millones, y un vaso de cerveza, 4000 millones. Los salarios se cobraban en especie y los precios de los alimentos subían en muy poco tiempo: el de un café variaba entre el momento de pedirlo y el de pagarlo. (historia.nationalgeographic.com.es)

El gran reto que enfrentan actualmente los bancos centrales será el control de la inflación, que amenaza con disparase, en algunos casos a niveles impredecibles.

«La inflación que obtuvimos no es en absoluto la inflación que estábamos buscando», dijo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en su conferencia de prensa después de que el comité de política monetaria de la Fed decidiera acelerar la ‘reducción’ de sus compras de bonos hasta finalizar el programa en marzo de 2022 y sugiriese que comenzará a subir su tasa de interés de política (la tasa de ‘fondos federales’) desde cero poco después de esa fecha.

En un análisis rápido sobre las declaraciones hechas a lo largo del 2021 de los bancos centrales de las principales economías del mundo, todas las proyecciones se han quedado cortas, incluyendo las del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial acerca del crecimiento económico global.

En este espacio de análisis se expuso hace meses lo que ahora se ve a todas luces: una rampante inflación mundial, que se agravará en 2022, lo que generará una mayor profundidad en el período recesivo del ciclo económico al acelerarse la caída de la aún reinante moneda de reserva, agudizado por la dolarización de muchas economías domésticas,.

El avance de China en el terreno geopolítico, tecnológico, militar y económico, pondrán a prueba las capacidades de su principal rival: Estados Unidos. El presidente Joe Biden tendrá que matizar su discurso respecto al gigante asiático, para intentar buscar un acercamiento que suavice las fuertes tensiones políticas iniciadas por su antecesor, Donald Trump.

El gobierno de Biden deberá tener mucho cuidado con sus próximos pasos hacia China, ya que el tema de Taiwán podría generar un conflicto bélico a gran escala, un escenario que nadie desea ver, pero que probablemente pueda suscitarse en algún momento antes del 2025 dadas las declaraciones del líder Xi Jinping acerca de la inminente “reunificación” de la isla al gobierno del Partido Comunista Chino, una guerra que, de presentarse, Estados Unidos perdería indudablemente por el declive de su poder militar ante la enorme capacidad armamentística china, y su insolvencia financiera para soportar un enfrentamiento de tal magnitud.

La dependencia de Estados Unidos y muchos de sus aliados a China, representa una gran fortaleza para el gobierno de Xi Jinping; el desarrollo de la tecnología 5G, la incorporación de los más avanzados logros tecnológicos a su aparato militar, así como la manufactura de la mayor cantidad de mercancías de consumo en los mercados occidentales, y ser ahora el más atractivo mercado de consumo a nivel mundial, colocan a China en un lugar privilegiado, con gran poder de negociación para cualquier aliado o rival.

Hacia el mes de noviembre, cuando se lleve a cabo la 20ª convención del Partido Comunista Chino, Xi Jinping buscará refrendar su liderazgo al frente del gobierno. Ningún otro líder chino desde Mao Tse-Tung ha logrado acumular gran cantidad de poder.

En el otro hemisferio, el mismo mes de noviembre, en Estados Unidos habrán de llevarse a cabo las elecciones intermedias, en las que, según se proyectan las encuestas, los demócratas perderán la mayoría, tanto en el senado como en la cámara de representantes, lo que debilitará aún más a la actual administración de Joe Biden; esto en medio de una gran inestabilidad político-social que seguirá creciendo a los largo del 2022, y con graves problemas económicos acentuándose.

Las predicciones económicas para 2022 son variadas y en algunos casos contradictorias, dependiendo de sus autores e intereses, pero lo cierto es que el año que inicia será disímbolo para las distintas regiones del planeta; mientras que para algunos bloques geo-económicos será una dura prueba que superar, en otros –y en específico para ciertos países- representará grandes oportunidades de crecimiento económico que, si se saben aprovechar, pueden ser el detonador para su desarrollo sostenido a largo plazo.

ELECCIONES EN BRASIL Y COLOMBIA

Para zonas de economías emergentes como Latinoamérica, será una oportunidad de crecimiento al aprovechar la alta demanda de alimentos, insumos y productos de manufactura externa de los países desarrollados. El crecimiento de la región dependerá en gran medida del logro de cierta estabilidad político-social de cada país.

El probable nuevo avance de los partidos social-democrátas marcaría una nueva agenda para América Latina si logran llegar al poder político en Costa Rica, Colombia y Brasil, países en los que se llevarán a cabo elecciones presidenciales, siendo estos dos últimos de gran peso en la región, y de gran importancia geopolítica. Un factor de suma importancia para el avance de las economías latinoamericanas será sin duda el control sanitario de la pandemia, y evitar nuevos cierres de negocios.

Asimismo, otro gran reto será el aumento en la factura por la importación de los alimentos que en 2021 afectó a los países en desarrollo, que gastaron en promedio 20 por ciento más por esas compras, indicó el último informe semestral de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Aunque el mercado global alimentario “muestra signos de una notable resistencia a las perturbaciones a lo largo de la pandemia covid-19”, según la FAO, el rápido aumento de los precios de los alimentos, de la energía y de la logística, plantea importantes problemas a los países más pobres y a los consumidores.

La cifra global de importación de alimentos alcanzó un récord en 2021, llegando a 1,75 billones (millones de millones) de dólares, un incremento de 14 por ciento respecto a 2020 y 12 por ciento más de lo que se estimó a finales del primer semestre del 2021.

El aumento se debe a la subida de los precios de los alimentos comercializados internacionalmente, y a que los costos de transporte se multiplicaron hasta por cinco.

Solo en el mes de octubre los precios de los alimentos subieron en conjunto tres por ciento y su alza anualizada se ubicó en 31,3 por ciento.

Por ejemplo, el precio internacional de los cereales aumentó 22,4 por ciento (trigo 38 por ciento) en un año, los lácteos 15,5 por ciento, el azúcar 40 por ciento y los aceites vegetales subieron hasta 9,6 por ciento en un solo mes.

Son aumentos difíciles de asumir por las regiones en desarrollo, que concentran 40 por ciento del total de las importaciones de alimentos, y la FAO calcula que gastaron en esas compras 20 por ciento más que en 2020. (rebelion.org)

Esos países enfrentan fuertes aumentos de los precios de alimentos básicos como cereales, grasas animales, aceites vegetales y semillas oleaginosas, mientras que alimentos como las frutas y las hortalizas, los productos de la pesca y las bebidas representan la mayor parte de los incrementos en las naciones desarrolladas.

Los análisis de la FAO muestran que un aumento en los precios de los insumos, como la energía, fertilizantes, plaguicidas, piensos y semillas, se traduce inmediatamente en precios más altos para los alimentos; lo anterior, aunado al cambio climático que provoca sequías prolongadas por un lado, y torrenciales lluvias que acaban con cientos de miles de áreas de cultivo, y la contaminación de las cuencas de ríos y sobreexplotación de reservas acuíferas, acentuarán con mayor severidad la escasez de alimentos, que ya se manifiesta de manera preocupante en algunas latitudes.

Los cambios en el mundo ocasionados por la pandemia del Covid-19 han acelerado los cambios hacia la economía digital; a nivel global, los trabajos a distancia se verán colapsar por el regreso a la presencialidad, lo que llevará a la instalación de modelos híbridos, casa-oficina, y probablemente a marcar más las diferencias laborales entre hombres y mujeres, ya que será mayoritaria la presencia física de los hombres en las oficinas, mientras que las mujeres preferirán continuar mayormente en la virtualidad según lo demuestran encuestas llevadas a cabo en distintos países del mundo; por otra parte, los empleadores prefieren tener a sus empleados la mayor parte del tiempo en la oficina, por lo que se tendrá que llegar a un punto medio en la nueva realidad laboral.

De 2022 en adelante cobrarán aún mayor importancia los empleos y sectores económicos referentes a la gestión del conocimiento, nuevas tecnologías (blockchain, IA, IoT, Big Data, Cybersecurity, Quantum Computing), finanzas descentralizadas (DeFi) y tecnología financiera (FinTech), ingeniería industrial, ciencias del comportamiento, neurociencias, marketing y supply chain.

En lo relativo a las DeFi, se expandirá el uso de Bitcoin como garantía para las finanzas tradicionales, y el uso de las criptomonedas seguirá creciendo a nivel global, a la par de ir avanzando su regulación en países de los cinco continentes, incluido México, en el que ha crecido de manera exponencial el interés por el mundo cripto, lo que seguirá impulsando la creación de un marco regulatorio.

2022 será sin duda alguna un año de grandes cambios gestándose desde inicios del 2020, que verán la luz en medio de un escenario global de alta incertidumbre y desconcierto, pero también de gran esperanza de mejoría para los ciudadanos del mundo.

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MUNDO

Nueva York y el sueño del comunismo

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

En Nueva York la muestra del capitalismo y sus excesos, el pasado jueves se realizaron las elecciones internas (llamadas primarias) del Partido Demócrata. El actual alcalde Adams, expolicía de ascendencia africana, buscará la reelección como independiente, ya que desde el 2023 tuvo serias diferencias con las políticas del presidente Biden. Los republicanos han lanzado un candidato hijo de italianos y de políticas muy cargadas a la derecha.

Así, los candidatos virtuales son: El actual alcalde expolicía Eric Adams, el Republicano Curtis Sliwa, expolicía quien ya perdió contra Adams en el 2021 y el joven carismático, inmigrante, musulmán y pro-comunismo Zohran Mandani. El candidato republicano tiene menos del 7% de preferencia por lo que nos podemos ahorrar el espacio a menos de que el sistema divida entre dos o 3 los votos de la elección final en noviembre de este año. Solo como comentario, mañana se definirá la segunda vuelta de la elección en NY.

El Estado tiene una legislación que pide el 50% de los votos para ser el candidato único de un partido, pero también permite que los dos o tres candidatos punteros de un mismo partido puedan pasar a la final sacando a candidatos de la oposición menos bien posicionados.

Mandani, el político del momento, lleva una ventaja de varios puntos sobre su contrincante interno, el exgobernador Andrew Cuomo, quien como recordarán dejó el cargo después del COVID-19 en escándalos de presunto acoso sexual que se desvanecieron al renunciar al cargo en el 2021.

El exgobernador Cuomo es importante porque a pesar de reconocer que en la primera vuelta fue atropellado por Mandani, no ha dicho a quién apoyará en la general o si se mantendrá en la boleta. Esto es relevante porque Adams está abajo en las encuestas y tiene una imagen general poco favorable, al igual que Mandani. Así es, la mayoría de los electores opinan de manera negativa sobre el joven comunista, siendo Cuomo con su pasado cuestionable el único de los 3 que tiene una imagen con números positivos.

Solo por matemáticas, los Republicanos se podrían sumar a Eric Adams, quien ha buscado ser más de centro, o de bajarse Adams podrían apoyar a Cuomo si es que se mantiene en la contienda, pero si las cosas siguen así en Nueva York, el joven militante del Partido Socialista de América y ahora por necesidad candidato demócrata a los 33 años sería alcalde, y tan solo a siete años de que obtuvo su ciudadanía. Nada mal para ser un recién llegado y una minoría.

Como se ha señalado en otras notas, los jóvenes de EUA están inclinándose al comunismo por sentirse decepcionados por el capitalismo y por la democracia. La mayoría de las universidades públicas de las costas, salvo Texas y Florida, han favorecido programas de educación con tendencia de izquierda recibiendo millones de dólares en donaciones provenientes de empresas situadas en China, Europa u Oriente Medio y con un gran desprecio o resentimiento en contra de la cultura occidental y en particular de la raza blanca y la familia llamada nuclear-tradicional.

La forma en la que se votó por el joven Mandani refleja el electorado de la izquierda de EUA. Básicamente, los demócratas tenían a dos candidatos. Al candidato blanco de edad media avanzada, exgobernador Andrew Cuomo quien perdió con un 36.3% de los votos de la primera ronda y tenían a Mandani, el migrante musulmán quien obtuvo el 43.8% de los votos de esa etapa estando apenas por debajo del 50% que le hubiera garantizado no ir a la segunda ronda mañana martes 1 de julio, para ser el candidato oficial en la elección general de noviembre.

Pero los votos muestran otras cosas más. La mayoría de los votos a favor del joven fueron de personas ricas de raza blanca o clase alta y educada en donde ganó casi 2 a 1 mientras que Cuomo de 67 años obtuvo el voto de las minorías y de las clases populares que en esta elección no participaron en los mismos montos que en otras por sentirse decepcionados.

Desde hace 20 años el Partido Demócrata ha dominado las elecciones en los estados de la costa de ambos lados de EUA. Ese tema podría ser para otra nota, pero lo que es de llamar la atención es el mensaje y la metodología de la campaña del ahora presunto candidato del partido dominante en esa ciudad a la alcandía más importante de ese país y tal vez una de las más emblemáticas del mundo.

California, Washington, Oregon, Nueva Inglaterra y claro, Nueva York, son lugares en los que ser el candidato demócrata es ser prácticamente el gobernador y en las capitales o ciudades más ricas es ser el alcalde. El partido en el poder tiene márgenes del 60 al 70% de los diputados de la zona por el sistema electoral que permite a los partidos tener a múltiples candidatos y a la gente votar por varios candidatos de la manera que uno vota por su primera segunda y tercera opción asegurando al partido que tiene más candidatos votados en las primeras posiciones ganar no solo la 1 sino la 2 y casi todo.

El joven Mandani nació en Uganda, de niño emigró a Sudáfrica en donde hay una ciudad con su mismo apellido y de ahí emigró a EEUU con sus padres. Era músico de hip hop y hace 2 años entró como concejal -regidor- de Queens. Su padre es profesor y su madre una productora de medios y cine muy exitosa.

La campaña de este joven es muy atractiva y claro, apoyado por jóvenes y dos líderes del partido demócrata. Uno es Bernie Sanders, senador por Vermont, también del partido socialista, y por Alejandra Ocasio, la representante (diputada federal) por NY quien es parte del equipo del mismo senador.

Los jóvenes demócratas que en su mayoría apoyan al comunismo ven en el concejal y tal vez, futuro alcalde, lo que el partido perdió con Biden que es la energía, la virilidad, la velocidad de palabra y claro esto mezclado con que es una minoría como lo era Obama. Ya algunos dicen que podría ser el nuevo Obama, pero al no haber nacido en EUA no puede ser presidente, pero su religión le permite acercarse a muchos que no son católicos o judíos. Lo curioso es que tanto él como la representante Alejandra Ocasio hablen tan mal de Estados Unidos, país que le abrió las puertas a sus padres, quienes inmigraron de manera legal.

Su campaña está enfocada en dar apoyos económicos para que edificios de NY sean repoblados por familias pobres con subsidios de gobierno. Crear algo así como las tiendas del programa oportunidades o Diconsa antes y claro dar ingresos básicos, seguro médico y apoyos sociales mínimos a todos los habitantes de NY no solo a los residentes legales sino a todos para lo que propone subir impuestos y pedir préstamos.

No es tan fácil como decir que el capitalismo falló y que por eso avanza la idea del comunismo. No es tan fácil como decir que la democracia falló y que por eso avanza la idea del autoritarismo. Pero es claro que para los jóvenes blancos de EUA y especialmente a los ricos, cada día es más fácil pedir que se regalen cosas o que se den bienes por condición racial o sexual que pedir que haya trabajo y respeto para todos sin importar sexo, raza o credo.

Se sabrá cómo le fue al joven en la segunda vuelta, pero en unas semanas veremos si las minorías lo abrazan como propio o si las minorías abrazan al blanco exgobernador presunto acosador sexual o al actual alcalde que es de raza negra. En noviembre sabremos si la capital del capitalismo es ahora la ciudad más grande y rica gobernada por el comunismo y claro la primera en la historia de EUA. ¿Le llegó su hora al capitalismo? Y ¿quién pagará por esos programas de todo gratis?

Suena padre, pero la vez pasada no funcionó. De todos modos, el candidato es un excelente orador y su mensaje está pegando fuerte desde NY hasta California con los jóvenes y mujeres de clase media alta y raza blanca que se sentían desencantados con Biden y más molestos con la victoria de Trump. “New York, New York” la ciudad que nunca duerme puede estar por despertar al comunismo que nunca se fue.

 

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MUNDO

El auge de los videos de noticieros falsos creados con IA

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Por Redacción Conciencia Pública, con información de DW en Español //

En plataformas como TikTok circulan videos que aparentan ser entrevistas reales con ciudadanos comunes opinando sobre temas políticos. Sin embargo, muchas de estas escenas nunca ocurrieron: ni el reportero ni los entrevistados existen, y todo fue generado con inteligencia artificial (IA).

Un ejemplo reciente muestra a una mujer británica hablando de política frente a una cabina telefónica; aunque convincente, todo fue creado con la herramienta Veo de Google DeepMind, apenas delatado por una sutil marca de agua.

Estos videos forman parte de un fenómeno creciente: los noticieros sintéticos. Aunque el uso de presentadores digitales no es nuevo —China los introdujo en 2018 como una curiosidad—, la tecnología ha avanzado al punto de que cualquier persona puede crear contenido hiperrealista con IA a bajo costo. Esta accesibilidad ha provocado una oleada de contenido falso que imita el formato periodístico, muchas veces con intenciones manipuladoras o provocadoras.

Algunos videos buscan el humor o la parodia, pero otros cruzan una línea más peligrosa al simular reportes de eventos que nunca sucedieron, como convoyes militares o desastres. Estas producciones suelen aparecer durante momentos de crisis, cuando el público está más vulnerable a la desinformación. En muchos casos, no hay contexto ni verificación, solo una narrativa diseñada para sembrar confusión o dramatismo.

El incentivo económico es un motor clave detrás de este auge. Las plataformas como Meta favorecen el contenido viral —aunque provenga de fuentes dudosas—, y los creadores ganan dinero por cada visualización. Esto ha dado origen a «fábricas de basura IA», donde se producen en masa videos sintéticos de baja calidad, especialmente durante noticias de último momento, con cifras falsas y testimonios fabricados para captar la atención.

Detectar estos engaños no siempre es fácil, pero hay pistas: marcas de agua (a veces recortadas), movimientos antinaturales, errores en los labios o gestos faciales y textos con errores. Aun así, muchos usuarios caen en la trampa. El consejo de los expertos es claro: si no quieres ser engañado, acude a medios confiables y con trayectoria. En tiempos donde la desinformación puede ser indistinguible de la realidad, el escepticismo informado es la mejor defensa.

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Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?

La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.

La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?

Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.

La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.

En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.

Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.

La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.

El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.

Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.

Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como

@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.

La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.

Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.

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