JALISCO
El desafío de gobernar Guadalajara: Pablo Lemus, el nuevo hombre fuerte de Jalisco

Por Mario Ávila //
Cuenta la historia que en lo que va del presente siglo se ha hecho una tradición, un hábito y una costumbre, que el alcalde que gobierne el municipio de Guadalajara después de las elecciones intermedias, se convierte en automático en el siguiente gobernador de Jalisco, sea del partido que sea.
Y así ha ocurrido con los panistas Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez, con el priísta Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y con el emecista Enrique Alfaro Ramírez. Es decir, durante casi un cuarto de siglo, esa ha sido la historia. Hoy la duda es qué ocurrirá con el eslogan de campaña preferido de Enrique Alfaro. ¿En Jalisco se cambiará la historia o se repetirá?
Este jueves 30 de septiembre, Pablo Lemus Navarro dejó el cargo que ostentó durante seis años, de Presidente Municipal de Zapopan y al día siguiente, el viernes 1 de octubre inició su nueva etapa como Presidente Municipal de Guadalajara.
Para lograr esta hazaña, primero se impuso al interior del Partido Movimiento Ciudadano, a la candidatura natural de Ismael del Toro Castro, el discípulo preferido del Gobernador Enrique Alfaro, pero además impuso como candidato del partido naranja en Zapopan, a su compañero de aventuras en el sindicato patronal de la Coparmex, Juan José Frangie Saade.
Y en una segunda acción, en la elección constitucional aplastó a los enemigos más poderosos del partido con mayor crecimiento en el país; derrotó en Guadalajara a Carlos Lomelí y en Zapopan a Alberto Uribe. Pero lo más importante no fue solo la victoria en sí misma, sino la manera en la que Pablo Lemus salió victorioso, aplastando al partido del Presidente de México y a los dos candidatos con mayor relevancia, al que traía el mayor poderío económico y al que tenía presuntamente los mejores vínculos con el Gobierno Federal, en particular con el personaje más fuerte del gabinete, con el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Pablo Lemus cargó sobre sus hombros las candidaturas de Guadalajara y Zapopan, se hizo cargo de las campañas, se responsabilizó de la jornada electoral y hoy para nadie es un secreto que sus decisiones tienen tanta relevancia que habrá de gobernar de facto, en ambos municipios.
Él, seguramente habrá de tomar las determinaciones importantes, en el tema de la seguridad ya lo hizo, habrá un mando en cada corporación, pero también un ente coordinador; en el tema de la basura estará tomando también las primeras determinaciones, para resolver en principio con inmediatez el problema de Los Laureles, pero la concesión para Caabsa Eagle, será una decesión única de Pablo Lemus.
Lo mismo podría ocurrir con los servicios públicos y las eventuales privatizaciones, con las grandes compras en común para ambos municipios, con la adjudicación de la obra pública y las empresas que se vean favorecidas para su ejecución; para ello seguramente contará con el apoyo de los líderes de la iniciativa privada que se han podido colocar en posiciones clave en el servicio público o como representantes populares.
Es pues, de aquí en adelante, Pablo Lemus Navarro, el nuevo hombre fuerte de Jalisco, que seguramente le disputará notoriedad y le quitará relectores a quien hasta la semana pasada podría considerarse como el mandamás de la política de Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
LEMUS Y SU INFLUENCIA EN EL 34.2% DE LOS JALISCIENSES
De acuerdo a los datos oficiales del Censo realizado por el INEGI en el 2020, Jalisco tiene una población de 8 millones 348 mil 151 habitantes, de los cuales en Zapopan el municipio más poblado del Estado habita 1 millón 476 mil 491 jaliscienses y en el municipio de Guadalajara viven 1 millón 385 mil 629 tapatíos.
Esto significa que el rango de influencia de Pablo Lemus es de una población de 2 millones 862 mil 120 habitantes en ambos municipios, lo que representa el 34.2% del total de la población de la entidad. Es decir, Lemus Navarro cuenta con el doble del capital político (adeptos) de los que en su momento tuvo Francisco Javier Ramírez Acuña, Emilio González Márquez, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y el propio Enrique Alfaro Ramírez, para catapultarse desde la alcaldía de Guadalajara a la gubernatura del Estado.
Lo que ocurre ahora es que todo dependerá de la determinación que tome en su momento el Partido Movimiento Ciudadano, que podría postularlo o no como su candidato en la elección del 2024. Podría pensarse que el mismo Pablo Lemus tiene en este momento las mejores condiciones para llegar a la gubernatura, con o sin el aval de Movimiento Ciudadano, ya que el alcalde tapatío ha repetido hasta el cansancio que él no es militante de MC y que lo que ha ocurrido es que MC le ha pedido que sea su candidato en el 2015 y en el 2018 para Zapopan y en el 2021 para Guadalajara.
Seguramente el que Pablo Lemus sea o no el candidato de MC para el 2024, dependerá en gran medida de la relación que mantenga con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, quien sigue siendo el líder moral de ese partido y quien en los siguientes tres años se convertirá en el factor de contrapeso y de equilibrio del afán de poder y de dominio con el que llega ex presidente de Coparmex.
Habrá que recordar que Alfaro Ramírez es el que trae el control del partido, de los gobiernos municipales, de la que seguirá siendo la fracción mayoritaria en el Congreso del Estado y del grupo parlamentario naranja en la Cámara de Diputados Federal, lo mismo que entre los senadores. Si bien es cierto que Lemus Navarro pidió colocar en algunas posiciones de cargos de representación popular a gente de su entera confianza, está lejos de que sea él quien imponga sus criterios como seguramente ocurrirá en Guadalajara y Zapopan.
La clave podría estar en el respeto y en los acuerdos, pero los últimos años ha quedado en evidencia que en la medida que Pablo Lemus se siente más aceptado por la ciudadanía, en esa exacta dimensión se ha alejado de la disciplina que le debe a Enrique Alfaro. Antes bien, se ha opuesto tajantemente a algunas determinaciones al extremo de llegar a la confrontación, como fue el caso de las Villas Panamericanas que siguen si habitarse, por voluntad expresa de Pablo Lemus.
De ahí que no sería nada extraño que en el 2024 Movimiento Ciudadano pudiera echar mano de otro candidato al Gobierno del Estado, diferente a Pablo Lemus, quien seguramente pudiera tomar la determinación de aparecer en la boleta por cualquier otro organismo político que lo quisiera abanderar.
Y el otro factor al que Lemus Navarro se habrá de enfrentar seguramente en el 2024, será el crecimiento de Morena en Jalisco, una vez que se ha reafirmado como la segunda fuerza política en la entidad, mejoró sus condiciones en el Congreso del Estado y ni qué decir en los gobiernos municipales en donde incidirá en el interior como Puerto Vallarta y Zapotlán el Grande (PT), pero también lo hará de manera determinante desde los gobiernos municipales de Tonalá, Zapotlanejo y en caso de que ganen la elección que se repetirá en el municipio de Tlaquepaque.
GUADALAJARA LO HABRÁ DE CATAPULTAR O SEPULTAR
Pablo Lemus seguramente sabe que Guadalajara será solo el escaparate para promocionarse en el contexto estatal y nacional, pero finalmente serán sus acciones las que lo catapulten a la candidatura a gobernador en el 2024 o las que sepulten sus aspiraciones.
En el acto de toma de posesión dio algunas muestras de que estará atento en todo. Por lo pronto sin ser militante de MC y haber presumido en varias ocasiones su condición de candidato ciudadano, tuvo un trato afable con el dueño de la franquicia naranja. “Gracias Dante Delgado, no solo por estar aquí, sino por la oportunidad y la confianza”, dijo públicamente.
Reconoció también el trabajo realizado por Enrique Alfaro Ramírez, desde hace seis años para iniciar lo que ellos llaman la transformación de la ciudad y el inicio de una nueva etapa en la historia de Guadalajara y le dijo: “Tu iniciaste la reconstrucción de Guadalajara y desde aquí pusiste los cimientos de un cambio para el estado”.
Pero también tuvo palabras de aprecio para Ismael del Toro, el personaje para quien originalmente estaba destinado el proyecto político de alcalde-gobernador, del que ahora es propietario Pablo Lemus. Para el “Pope” tuvo este mensaje: “Mi reconocimiento, mi amistad y mi respeto para Ismael del Toro, mi cariño y mi solidaridad, siempre contarás con un amigo, un aliado y pronto te esperamos acá, querido Pope”.
Pero además de los mensajes de cortesía política, en su primer discurso como Presidente Municipal de Guadalajara, Palo Lemus habló del que ha sido durante décadas el problema número uno de la ciudad, el estado y el país, la inseguridad.
Expuso que habrá de adquirir equipamiento y tecnología más avanzada, con la intención de unir los C-5 para que al menos en Zapopan y en Guadalajara tengan la misma tecnología. Y de inmediato seguramente a todos los que lo escucharon (incluyendo a los propios regidores de MC) se les vino a la mente el suceso del lunes 8 de febrero en el restaurante Los Otates, en la Zona de Andares, donde después de una balacera y el secuestro de un individuo, sujetos armados trepan a la caja de una camioneta a un herido, circulan por las principales y más transitadas avenidas de Zapopan, durante más de media hora y las cámaras del C-5 demostraron que sí son importantes, pero sin la voluntad de los operadores y técnicos no sirven absolutamente de nada.
Ofreció crear un escuadrón de drones; comprar de inmediato 400 nuevas patrullas; contratar mil 300 policías más durante la administración y homologar el sueldo de los policías de Guadalajara, con los de Zapopan, considerados los policías mejor pagados del país.
Con ello, anticipó que habrá entre Zapopan y Guadalajara más de 2 mil vehículos de seguridad a disposición de la ciudadanía, patrullarán 8 mil elementos en ambos municipios porque no habrá fronteras y se contará en ambas demarcaciones con un total de 4 mil cámaras de videovigilancia.
En síntesis, el derrotero político para Guadalajara y para Jalisco en los próximos años, ya está trazado. Solo depende en gran medida del mismo Pablo Lemus que se haga realidad, pero no se debe descartar las determinaciones que en su momento tome también, quien pese al crecimiento del liderazgo de Pablo Lemus, sigue siendo el líder político de Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, quien podría tener la última palabra, para decidir, como él mismo lo dijo en el 2015, si vienen a cambiar la historia, o a repetirla.
JALISCO
El choque de Lemus y la UdeG, un juego de equilibrios y reflexiones

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
El reciente enfrentamiento entre el gobernador Pablo Lemus Navarro y la Universidad de Guadalajara (UdeG) por la propuesta de corresponsabilidad en materia de seguridad es un capítulo más en la larga saga de tensiones entre el poder político y la máxima casa de estudios de Jalisco.
La propuesta de Lemus, que sugería destinar 200 millones de pesos del presupuesto universitario para mejorar la infraestructura de seguridad en los entornos de los planteles de la UdeG, desató una reacción contundente: un desplegado del Consejo de Rectorías que, con firmeza, recordó que la seguridad pública es una obligación constitucional del Estado, no de la universidad. Sin embargo, el desenlace —una mesa de diálogo que parece haber superado las diferencias— deja un terreno fértil para reflexionar sobre los actores, sus estrategias y las lecciones que este episodio deja para Jalisco.
Un gobernador con prisa y una universidad vigilante
Pablo Lemus, emanado de Movimiento Ciudadano, ha mostrado desde su llegada al gobierno un estilo pragmático, pero también ambicioso, que busca diferenciarse de su antecesor, Enrique Alfaro, con quien la UdeG mantuvo una relación de enfrentamientos abiertos.
Lemus, consciente de la deuda histórica en materia de seguridad —con Jalisco liderando las cifras de desapariciones en el país (15,348 casos al 31 de octubre de 2024)— propuso una solución que, en teoría, buscaba sumar esfuerzos. Sin embargo, su planteamiento de involucrar el presupuesto universitario tocó una fibra sensible: la autonomía de la universidad pública, un bastión defendido con celo por sus liderazgos.
La respuesta de la UdeG, liderada por la rectora Karla Planter, no se hizo esperar. El desplegado no solo rechazó la propuesta como una injerencia indebida, sino que subrayó que la universidad ya invierte significativamente en seguridad interna (más de mil millones de pesos desde 2013 y 222 millones aprobados para 2025). Este intercambio evidenció una vez más la capacidad de los universitarios para movilizar su autoridad moral y política, recordándole al gobierno que la universidad no es un actor subordinado, sino un contrapeso con peso propio.
El diálogo: ¿Reconciliación o tregua estratégica?
La mesa de diálogo, que incluyó a la rectora Planter, la presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Zoé García, y el propio Lemus, logró apaciguar las aguas. Se acordó trabajar en conjunto para fortalecer los protocolos de seguridad, retomar el programa Senderos Seguros y diseñar campañas preventivas contra las desapariciones.
Este desenlace, aunque positivo, no debe leerse como una victoria absoluta de uno u otro bando, sino como un ejercicio de pragmatismo político. Lemus, que se ha presentado como un gobernante abierto al diálogo, evitó escalar un conflicto que pudo haberle costado caro en términos de capital político.
Los Leones Negros, por su parte, reafirmaron su autonomía, pero aceptaron sentarse a la mesa, conscientes de que la seguridad de sus estudiantes es un tema que no pueden ignorar.
Poder, autonomía y la sombra de Alfaro
Este episodio deja varias lecciones. Primero, la propuesta de Lemus, aunque bienintencionada en su objetivo de proteger a los estudiantes, fue políticamente desacertada. Pretender involucrar el presupuesto universitario sin una negociación previa, subestima la historia de la UdeG como un actor político que ha enfrentado y sobrevivido a múltiples gobernadores.
Desde los tiempos de Raúl Padilla, la universidad ha sabido posicionarse como un contrapeso que no se doblega fácilmente. Lemus, aun en los primeros meses de su gestión, debe aprender que en Jalisco no se puede gobernar sin considerar a la máxima casa de estudios de Jalisco como un interlocutor clave.
Segundo, el desplegado de la UdeG no solo defendió su autonomía, sino que expuso una verdad incómoda: el Estado ha fallado en garantizar la seguridad pública, un problema que no puede transferirse a otras instituciones. La universidad, al destacar sus propias inversiones en seguridad, puso en evidencia las carencias del gobierno estatal, obligando a Lemus a recalibrar su discurso y pasar de la confrontación al diálogo.
Tercero, este choque refleja la sombra de Enrique Alfaro, cuyo enfrentamiento con la universidad por el recorte de 140 millones de pesos al Museo de Ciencias Ambientales marcó un precedente de tensión. Lemus, aunque ha prometido una relación respetuosa con la universidad, parece haber tropezado con un eco de ese conflicto. La pregunta es si este episodio será un aprendizaje para construir una relación más sólida o si, como en el pasado, las tensiones resurgen ante nuevas pugnas presupuestales o políticas.
¿Y ahora qué?
El diálogo alcanzado es un paso adelante, pero no garantiza una relación sin fricciones. La Universidad de Guadalajara, con su capacidad de movilización y su influencia en la opinión pública, seguirá siendo un actor vigilante. Lemus, por su parte, deberá demostrar que su discurso de “puertas abiertas” no es solo retórica.
La seguridad en Jalisco, especialmente en el contexto de las desapariciones, requiere una coordinación efectiva entre el gobierno estatal, el federal y la sociedad civil, incluyendo a la universidad. Sin embargo, esta coordinación debe respetar los roles institucionales y evitar cualquier percepción de intromisión en la autonomía universitaria.
En el ajedrez político de Jalisco, este episodio es una jugada que no termina en jaque mate, sino en un movimiento que reconfigura el tablero. Lemus ha mostrado voluntad de rectificar, pero la UdeG ha dejado claro que no cederá en su defensa de la autonomía. Mientras tanto, los estudiantes, el verdadero centro de esta discusión, esperan resultados concretos: entornos más seguros y una universidad que siga siendo un faro de conocimiento y resistencia. Jalisco, como siempre, observa expectante.
JALISCO
Tlajo Cuida el Agua: Gerardo Quirino impulsa plan histórico para garantizar el vital líquido

Por Redacción Conciencia Pública //
El presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Gerardo Quirino Velázquez Chávez, presentó “Tlajo Cuida el Agua”, un ambicioso plan integral para garantizar el suministro, la calidad, el uso eficiente y el saneamiento del agua en el municipio. Con una visión metropolitana y de largo plazo, este programa busca abordar una de las problemáticas más urgentes de Tlajomulco, un municipio clave de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) que enfrenta retos históricos por el crecimiento poblacional y la escasez hídrica.
El plan, respaldado por una inversión histórica de 1,123 millones de pesos en colaboración con el gobierno estatal de Pablo Lemus, promete soluciones concretas para llevar agua a todos los hogares del municipio. “Agradezco al gobernador Lemus por su apoyo decidido. Esta inversión transformará cada peso en soluciones reales para que el agua llegue con calidad y cantidad a las familias de Tlajomulco”, afirmó Quirino, destacando la importancia de la coordinación con el estado para enfrentar este desafío.
“Tlajo Cuida el Agua” se basa en seis ejes estratégicos que abarcan desde el fortalecimiento del abasto hasta el reúso del agua, integrando infraestructura moderna y políticas sostenibles. René Caro Gómez, Coordinador General de Gestión del Territorio y Obras Públicas, subrayó que la corresponsabilidad ciudadana es un pilar fundamental del programa.
“No es solo un tema de la autoridad. Necesitamos que las familias adopten hábitos de consumo responsables para garantizar que las próximas generaciones tengan acceso a agua suficiente y de calidad”, explicó Caro, enfatizando la necesidad de cambiar patrones de uso para lograr sostenibilidad hídrica.
Con esta iniciativa, el municipio de Tlajomulco busca posicionarse como un referente en la gestión del agua en México, combinando inversión, tecnología y participación ciudadana. El compromiso de Quirino no solo responde a una demanda urgente, sino que también proyecta un futuro donde el acceso al agua sea una realidad para todos los habitantes del municipio.
“Tlajo Cuida el Agua” basa su estructura en los siguientes seis ejes estratégicos:
1. Abasto
El primer paso es asegurar el suministro desde pozos, plantas y acuíferos.
Acciones:
• Perforación y equipamiento de pozos
• Construcción y ampliación de plantas potabilizadoras
• Rehabilitación de redes de agua potable
• Construcción de líneas de agua y tanques elevados
2. Potabilizar
El compromiso no es solo tener agua, sino que sea limpia y segura.
Acciones:
• Operación y mantenimiento de plantas potabilizadoras
• Sistema de monitoreo de seguridad en plantas
• Rehabilitación de pozos y redes
3. Distribución
El agua debe llegar a cada colonia. Distribuir es construir, conectar y mejorar.
Acciones:
• Ampliación de líneas de abastecimiento
• Construcción de tanques y bases para cisternas
• Interconexión de sistemas hidráulicos
4. Uso responsable
Cuidar el agua es tarea de todos: gobierno y ciudadanía.
Acciones:
• Eficiencia energética en infraestructura
• Modernización de instalaciones eléctricas
• Campañas de corresponsabilidad ciudadana
5. Saneamiento
Tratar el agua usada es clave para proteger ríos y ecosistemas.
Acciones:
• Rehabilitación de Plantas de Tratamiento
• Sistemas de monitoreo y control de saneamiento
6. Reúso
Aprovechar cada gota es vital. No se desperdicia ni una sola.
Acción principal:
• Implementación del programa Pipas Moradas, que reutiliza agua tratada para riego y servicios de Protección Civil y Bomberos.
En la presentación del programa “Tlajo Cuida el Agua”, estuvieron representantes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de la Comisión Estatal del Agua (CEA), de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), del Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (IMEPLAN) y del SIAPA, así como de organismos empresariales y técnicos como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), de la Cámara Empresarial de la Industria de la Vivienda Jalisco (CANADEVI), la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco (CICEJ) y del Colegio de Urbanistas del Estado de Jalisco (CUAJAC), además de los diputados locales Adriana Medina y Luis Octavio Vidrio, representantes vecinales, así como ciudadanas y ciudadanos.
EL DATO:
Montos de inversión para cada eje del Plan Integral del Agua
1. Abasto: 490 MDP
2. Potabilización: 340 MDP
3. Distribución: 48 MDP
4. Uso responsable: 75 MDP
5. Saneamiento: 163 MDP
6. Reúso: 7 MDP
Total: 1,123 millones de pesos (MDP)
JALISCO
El desafío de construir la paz en Jalisco: La violencia desborda los cinco primeros meses del gobierno de Lemus

Por Redacción Conciencia Pública //
Los primeros cinco meses de Pablo Lemus como gobernador de Jalisco han sido dominados por la crisis de seguridad que provoca el accionar de la criminalidad, como secuela del gobierno de Enrique Alfaro que quedó desdibujado ante los miles de desaparecidos que se acumularon durante todo el sexenio.
El 6 de diciembre de 2024, Jesús Pablo Lemus Navarro rindió protesta como gobernador constitucional de Jalisco para el periodo 2024-2030, en una ceremonia solemne en el Congreso del Estado.
En su primer discurso como mandatario, emanado del partido Movimiento Ciudadano (MC), Lemus delineó una agenda centrada en abordar la crisis de seguridad en el estado, con un énfasis particular en el combate a las desapariciones forzadas, un problema que ha marcado profundamente a Jalisco en los últimos años.
Su mensaje, cargado de compromiso y pragmatismo, buscó tender puentes con la ciudadanía, los colectivos de víctimas y el gobierno federal, mientras prometía un enfoque colaborativo para recuperar la paz en la entidad.
ESCALADA DE VIOLENCIA
Desde que Pablo Lemus Navarro asumió la gubernatura de Jalisco el 6 de diciembre de 2024, su administración ha enfrentado una escalada de violencia que ha puesto a prueba su capacidad para cumplir con su promesa de priorizar la seguridad y la búsqueda de personas desaparecidas.
Los eventos en Teocaltiche y Teuchitlán, junto con los asesinatos de alto impacto como el del exdiputado Luis Armando Córdova y la influencer Valeria Márquez, han generado críticas sobre la efectividad de sus estrategias y han evidenciado la persistente influencia del crimen organizado.
CONTEXTO DE LA CRISIS DE SEGURIDAD EN JALISCO
Jalisco lleva años siendo uno de los epicentros de la violencia en México, principalmente debido a la presencia del crimen organizado y la disputa por el control de territorios en las regiones con más de 15 mil personas desaparecidas registradas hasta mayo de 2025, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), el estado lidera las estadísticas nacionales en este rubro.
Además, delitos como homicidios dolosos, extorsión y enfrentamientos entre grupos criminales han generado un clima de inseguridad que afecta tanto a la población como a las autoridades locales.
Bajo la administración de Enrique Alfaro (2018-2024), también de Movimiento Ciudadano (MC), se implementaron medidas como el fortalecimiento de la Policía Estatal y la creación de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, pero los resultados fueron insuficientes para frenar la violencia, dejando a Lemus un desafío monumental al inicio de su mandato.
CRISIS EN TEOCALTICHE: ASESINATOS Y CONTROL DEL CRIMEN ORGANIZADO
Teocaltiche, en la región Altos Norte de Jalisco, ha sido escenario de una ola de violencia atribuida a la disputa entre organizaciones criminales. Entre los incidentes más graves destacan:
Desaparición de policías: El 18 de febrero de 2025, ocho policías municipales y un civil (su chofer) desaparecieron mientras viajaban a Guadalajara para un control de confianza. Días después, los restos desmembrados de cuatro de ellos fueron hallados en la carretera Teocaltiche-Jalostotitlán. El gobernador Lemus reveló que el Centro de Mando y Control (C2) local operaba para el crimen organizado, y uno de los policías desaparecidos, el controlador del C2, estaba vinculado a grupos delictivos.
Asesinato de Juan Pablo Diego Alonzo Estrada: El 30 de marzo de 2025, el activista y portavoz del Frente Teocaltiche por Nuestra Gente fue asesinado en su domicilio. Aunque Lemus descartó un móvil político y lo vinculó a presuntos antecedentes por robo de hidrocarburos, la comunidad y los colectivos acusaron al gobierno de estigmatizar a las víctimas para desviar la atención.
Asesinato de José Luis Pereida Robles: El 28 de abril de 2025, el secretario general del ayuntamiento y líder del PRI en Teocaltiche fue baleado al salir de un restaurante.
Asesinato de Cecilia Ruvalcaba: El 8 de mayo de 2025, la regidora de MC y jefa de enfermeras del hospital comunitario fue asesinada en un ataque directo dentro del nosocomio, elevando la percepción de ingobernabilidad en el municipio.
Otros hechos: El 6 de abril de 2025, cuatro personas fueron asesinadas en el Libramiento Sur de Teocaltiche, y una adolescente de 15-16 años fue ejecutada frente al CBTis 247, un caso que el gobierno clasificó como feminicidio, pero que generó críticas por minimizar su relación con la violencia generalizada.
La situación llevó a la intervención de la Policía Municipal por parte del gobierno estatal, que asumió el control de la seguridad local desde febrero de 2025, acusando a la corporación de estar infiltrada por el crimen organizado. Los residentes, desesperados, han amenazado con formar autodefensas, denunciando el abandono de las autoridades estatales y federales.
TEUCHITLÁN: EL “RANCHO DEL HORROR”
En marzo de 2025, el descubrimiento de un presunto campo de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en el Rancho Izaguirre, en la comunidad de La Estanzuela, Teuchitlán, suceso que conmocionó al país.
El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, cuestionó que las autoridades estatales y municipales desconocieran las actividades del rancho, sugiriendo posibles vínculos con el crimen organizado.
La intervención federal en el caso, ordenada por la presidenta Claudia Sheinbaum, reflejó la desconfianza hacia las capacidades del gobierno de Jalisco para manejar la situación.
ASESINATOS DE ALTO PERFIL EN ZAPOPAN
Las últimas dos semanas han estado cargadas de asesinatos violentos en Jalisco y que han dominado la agenda pública: Teocaltiche ha sido el foco de atención por los asesinatos allí cometidos por la criminalidad y sus víctimas han sido funcionarios municipales.
La Zona Metropolitana de Guadalajara no se escapa a dicha violencia, como los dos crímenes registrados en Zapopan a plena luz del dia y el mismo día.
Valeria Márquez: El 13 de mayo de 2025, la influencer de 23 años fue asesinada durante una transmisión en vivo en TikTok en un salón de belleza en Zapopan. La Fiscalía de Jalisco investiga el caso como posible feminicidio, en un contexto de violencia de género y control territorial por el CJNG.
Luis Armando Córdova Díaz: Horas antes del asesinato de Márquez, el exdiputado del PRI fue baleado en un café en Zapopan, un hecho que subraya la vulnerabilidad de figuras públicas ante la violencia en áreas metropolitanas.
Estos casos, ocurridos en una de las zonas más urbanizadas de Jalisco, evidencian que la violencia no se limita a regiones rurales como Teocaltiche o Teuchitlán, sino que permea incluso en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), desafiando la narrativa de control territorial del gobierno estatal.
RESPUESTA DE LA ADMINISTRACIÓN DE LEMUS: INTERVENCIÓN CON ACCIONES DE GOBIERNO EN TEOCALTICHE Y TEUCHITLÁN
Lemus ha intentado abordar la crisis con medidas concretas, aunque las críticas persisten por la falta de resultados inmediatos:
Estrategia de seguridad en Teocaltiche: Tras los asesinatos de Pereida y Ruvalcaba, Lemus anunció el 12 de mayo de 2025 un plan de atención integral para Teocaltiche, Villa Hidalgo y Encarnación de Díaz, con una inversión superior a mil millones de pesos. Este incluye intervenciones en carreteras, escuelas, hospitales y programas sociales, además de un aumento de efectivos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano. También designó a Hermes Daniel Rodríguez Ortiz como nuevo encargado de seguridad en Teocaltiche, prometiendo una corporación depurada con elementos que hayan pasado controles de confianza.
Colaboración con el gobierno federal: Lemus ha enfatizado la coordinación con la Federación, asistiendo a reuniones con el Gabinete de Seguridad de Claudia Sheinbaum, como la del 18 de marzo en Palacio Nacional, donde acordó que la Fiscalía de Jalisco y la FGR investiguen conjuntamente el caso de Teuchitlán. Sin embargo, su salida por una puerta trasera para evitar a la prensa generó críticas por falta de transparencia.
Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas: Aunque creada como una medida emblemática para atender las desapariciones, ha sido cuestionada por colectivos como el de Ceci Flores, quienes denuncian la falta de avances y la cancelación de búsquedas.
Fortalecimiento policial: Lemus ha prometido modernizar la Policía Estatal y mejorar la coordinación con municipios, pero la intervención de corporaciones locales, como la de Teocaltiche, evidencia la desconfianza en las policías municipales, muchas de las cuales han sido infiltradas por el crimen organizado.
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