Connect with us

NACIONALES

La portada del odio de la revista Siempre: Opinar con el hígado, indigno de periodistas

Publicado

el

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //

Actuar con dignidad es conducirse con decoro; quien ejerza el periodismo invariablemente debe comportarse con seriedad y la calidad correspondiente a ser digno.

La misión del periodista es sumamente importante, ya que sus trabajos son leídos por enormes porciones de pueblo (jóvenes, adultos, ancianos, de cualesquier género y nacionalidad), y de este conglomerado, la ciudadanía tiene un rol trascendental, pues es quien, al ejercer sus derechos políticos, elige a los candidatos que, en las democracias y en su momento, irán, ya a legislar, ya a gobernar. Antiguamente -antes de la Constitución de 1917-, también se elegían a los magistrados y ministros de la justicia, lo cual, para muchos, se suprimió lamentablemente.

Ahora bien, antes de que se decida por los votantes, existen los procesos de selección de aspirantes, tanto en los partidos políticos, como entre los grupos de ciudadanos que independientemente se deciden a competir por algún cargo de elección popular. Enseguida sobrevienen los tiempos, tanto de precampañas como luego las campañas formales. En unas y otras etapas, los medios de comunicación son de suma importancia, y desde luego, allí destacan los periodistas, desde reporteros hasta los que opinan, comentan o analizan lo relativo a la política. No cabe duda, que unos y otros deben conducirse con dignidad.

Hoy por hoy, los mexicanos gozamos de indudable libertad y vivimos en un sistema democrático. Por lo tanto, debemos tener la información adecuada para llegado el caso, sufraguemos con madurez. Por lo pronto tenemos a dos mujeres, ambas encumbradas por sus partidarios, en la búsqueda del máximo sitial de autoridad que tiene la nación, es decir, la silla presidencial, desde la cual se ejerce el poder ejecutivo federal, cuyo titular conocemos como presidente de la República, o de forma oficial, de los Estados Unidos Mexicanos.

En razón de lo anterior, es que, dentro de los seguidores -porque aún son precampañas- de cada aspirante presidencial, pero con efectos hacia los que no son sus parciales, se lleven a cabo múltiples actos de respaldo, con el esencial objetivo de ganar adeptos y el día de los comicios, -ya desahogadas las campañas formales- lograr el triunfo electoral.

Vistas de esa manera las actividades político-electorales, todo es normal. Pero como para sinnúmero de los partícipes de la contienda, la política es similar a la guerra, y por ello, equivocadamente, consideran que, en aras de su triunfo, todo recurso se vale. En consecuencia, vemos como en cada bando, aunque lancen la piedra y escondan la mano, recurren a las mentiras (fake news) para urdir descalificaciones, todas fincadas en falsedades, calumnias y difamaciones, danto lugar a lo que conocemos como “guerra sucia”.

En el panorama predicho, recientemente apareció en una revista de larga trayectoria, una portada que despertó la reprobación general. Esa publicación es el semanario que en junio de 1953 fundara un periodista afamado, José Pagés Llergo (1910-1989) de origen tabasqueño: por cierto, alguien tildó a Pagés de ser un Quijote de la comunicación, y quizás por ello, este utópico personaje cervantino, se quedó como símbolo de la revista. Desde hace varias décadas, al impreso aludido lo dirige Beatriz Pagés Rebollar, accidentalmente nacida en Guadalajara el 24 de febrero de 1954; sin embargo, la señora ha dado muestras de ser más tabasqueña que tapatía, lo cual es comprensible.

Cuando menos desde que la mencionada persona dirige la revista heredada de su progenitor, tiene gran relación con el exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado -patrono de la agencia Latín US, archienemiga de AMLO-, también jerarca priista y frustrado aspirante presidencial en 2006, en cuyo equipo colaboró decididamente la multicitada Pagés. Esta, al año siguiente, fue diputada por el PRI. En 2016, con el corruptísimo Enrique Peña Nieto, fue designada para la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. En 2019 doña Beatriz renunció al priismo, porque decía que el tricolor se había sumado al nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, que, como todo opositor recalcitrante, suele llamarlo solo “López”.

La fobia a su casi-paisano, data de siempre, por lo que el arribo de AMLO a la presidencia, fue algo doloroso para ella. Para reafirmar su antilopezobradorismo, se sumó a las huestes de Claudio X. González Guajardo, y allí permanece haciendo la guerra a la Cuatro T. Cuando surgió la entelequia llamada “Sí por México”, convertida en alianza “Va por México”, ella fue una especie de vocera y en el discurso inicial, denunció que “hay un gobierno populista, cada vez más autoritario y destructivo, y la alianza propone construir el futuro”. Pagés Rebollar definió ese organismo como “la primera gran convocatoria de unidad nacional”, de quienes expresan un “no rotundo al odio, la división, el resentimiento y la mediocridad”. (El Universal, Juan Arvizu Arrioja, 23-12-020) Paradójicamente, así se comporta ella, según veremos.

Paso a paso, la repulsa al primer mandatario y lo que representa su movimiento, ha crecido, según se lee en los editoriales que ella escribe para su publicación. En una portada, llama “miserable” al presidente. Y así otras caras de la revista, llegando al colmo el pasado 8 de diciembre, ¡cuando “Siempre!» difundió un número (3678) donde aparece la silueta de Claudia Sheinbaum con una cinta alrededor de su cabeza, adornada de profusas esvásticas (suásticas), el símbolo de los nazis asesinos comandados por Hitler. Para que no haya dudas, garrapateó en su editorial: «Si permitimos que pase Morena, si dejamos que gane Sheinbaum, los exterminadores de México no solo serán los SS -los esbirros secretos del Führer alemán- de la 4T, sino una oposición sin coraje para impedir que México quede en las garras de un proyecto despótico y transexenal encabezado ahora por una comunista embozada».

La reacción a la imagen mencionada, fue unánime. La comunidad judía, calificó el uso de esos símbolos nazis en relación a la candidata, de “condenable e inaceptable”. Un grupo plural, conformado por académicos, comentaristas, artistas, intelectuales y periodistas, exigió a Beatriz Pagés Llergo, una disculpa pública, y que la publicación 3678 con el contenido fascista se retire de circulación: Enfatizan en su documento de protesta: “La señora Beatriz Pagés y su equipo editorial cruzaron una línea inadmisible en los tiempos que vivimos. La portada no sólo es deshonesta y ofensiva contra Claudia Sheinbaum, sino con las verdaderas víctimas del fascismo, con sus familiares y con los millones de personas que han luchado por la memoria y la no repetición.” Sumados a la condena, algunos medios tildaron a la portada de marras, de “infame”, de indignante, y otros la llaman “repugnante”.

En el programa televisivo de Tercer Grado, del día 13 del corriente, apreciamos lo siguiente: Para Denise Maerker, es increíble se haya hecho esa portada, demostrando que “esa señora no sabe nada de historia”; portada “muy lamentable”, afirmó Leo Zuckerman, agregando: “cuando alguien acusa a otro de nazi, es que ya se quedó sin argumentos”. Se sumó Sergio Sarmiento -reconocido anti AMLO- precisando que es “inaceptable” la portada. Raymundo Rivapalacio, la condena y menciona que es más reprobable porque en el relativo artículo editorial, la autora ni al tema se refiere. Genaro Lozano, explica que, siendo indefendible, nefasta, (la portada) Pagés debería disculparse con Claudia.

Desde luego que la más lastimada, Claudia Sheinbaum, manifestó: “Hay una portada que es infamia, y agradezco un desplegado en dos periódicos nacionales, de diversas personas, algunas que ni siquiera están de acuerdo con el movimiento, pero que -protestan porque- sí se pasó esta señora, … con esta portada de la revista que lleva suásticas, que es el símbolo nazi. Una cosa de mal gusto, pero que tampoco hay que dejar pasar porque la derecha recalcitrante usa la discriminación, el odio. Así son”. La Jornada, 15-XII-2023).

En repudio a la multicitada portada, un colaborador -desde 2009- de la revista, Alfonso Suárez del Real, periodista (premio nacional 2014), promotor cultural y político, laureado con un galardón “Pagés Llergo” en el año 2016, cuando la publicación, señaló, era un espacio abierto a las libertades y respetuoso de las opiniones diversas, devolvió la distinción recibida, porque: “Grima da constatar las bajezas publicadas por quien perdió el más sagrado respeto a la labor del fundador de esa revista y el de sus fallecidos colaboradores”.

Como se difundió en Yahoo! Noticias, sobre el tema: “la publicación de la portada de Siempre! en contra de Claudia Sheinbaum parece poner en evidencia la militancia política de esta publicación, lo que contradice las raíces plurales de la revista”. En relación al suceso, la señora Pagés, pertinaz en sus aborrecimientos, solo cambió la portada y señaló que, al respecto, se habían hecho interpretaciones sesgadas. René Delgado la refutó, estableciendo que no da lugar a errores de razonamiento esa ilustración.

Finalmente, Jorge Zepeda Patterson y los más de 150 firmantes del desplegado que comentamos, precisaron: “Beatriz Pagés logró lo que nadie, juntar a personas que piensan distinto para pronunciarse en contra de su grotesca portada. Cruzó una línea inadmisible”. Efectivamente, se aseveró con las vísceras, y ya sabemos el principio muy cierto de que, opinar con el hígado, es indigno de periodistas.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ENTREVISTAS

Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Publicado

el

Por Francisco Junco //

“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.

Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.

Un camino desde abajo

Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.

“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.

Retos de una elección sin precedentes

En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.

Dilemas judiciales

Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.

“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.

Una justicia humana y equitativa

Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.

Propuestas claras

¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:

“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.

Deuda histórica con las víctimas

Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.

El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.

En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.

En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.

Continuar Leyendo

CARTÓN POLÍTICO

Herida abierta

Publicado

el

Continuar Leyendo

NACIONALES

Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Publicado

el

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.

Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.

Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.

Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.

Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.

La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.

El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.

Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.

Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.

Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.

Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.

Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.

Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.

Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.

A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.

 

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.