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NACIONALES

México con 15 ciudades en lista de más violentas del mundo: «Política de abrazos, no balazos, ha llevado a México al Estado fallido», José Antonio Ortega

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Por Francisco Junco //

Son 16 ciudades de México que se encuentran en ranking de las 50 ciudades más violentas en el mundo, donde las tres primeras son Colima, Ciudad Obregón y Zamora, convirtiendo al país en el más peligroso para vivir, que a decir de José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, es una muestra de que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha llevado al país a un “estado fallido” con su política de “abrazos, no balazos”.

“Cuando vemos que no hay una autoridad capaz de poner freno, es decir, de investigar, de perseguir, de detener, de consignar, judicializar y sentenciar a estos agresores. Vemos que la política de abrazo, no balazos, ha sido un completo fracaso. Y vamos a un estado fallido. Un estado fallido es cuando la autoridad pierde el uso legítimo de la fuerza y se lo transmite a las organizaciones criminales, y pierde el cobrar impuestos y son las organizaciones criminales quienes lo cobran. Hemos visto, desgraciadamente, que la violencia en este sexenio ha crecido, ha habido más ciudades y las tazas de homicidio son más altas. La política de abrazos no balazos, insisto, no ha funcionado, y tiene que haber un cambio de política para verdaderamente librarnos de este gran problema”, explicó, para Conciencia Pública, José Antonio Ortega.

El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, presentó el estudio, en rueda de prensa, que revela que, por segundo año consecutivo, Colima ocupa el primer lugar del «Ranking: 50 ciudades más violentas del mundo», donde se registró una tasa de 140.32 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. En 2022 registro una tasa de 181.94 homicidios por cada 100 mil habitantes.

“El análisis que nosotros hacemos solamente implica homicidios dolosos, en tazas por 100 mil habitantes, y en ciudades de 300 mil o más habitantes, con cifras oficiales, tanto de los homicidios como de la población, que la información sea asequible a través de internet y las ciudades que estudiamos no estén en guerra, estos son básicamente las condiciones de la metodología que utilizamos para el estudio”, explicó el abogado, quien por 17 años consecutivos ha presentado este estudio.

En la presentación de este informe, Leonardo García Camarena, coordinador nacional de Misión Rescate México, alertó la gravedad de que, entre las 10 primeras ciudades de este registro, siete son mexicanas, por lo que aseguró, que la fallida estrategia de seguridad del gobierno del presidente López Obrador se verá reflejada en las urnas, el próximo 2 de junio.

Resaltó que en México la magnitud de la violencia se trata de ocultar, falsificando o manipulando las cifras reales, pero que la realidad ha tomado un curso de mayor gravedad, y se observa como grupos criminales ejercen control territorial en cientos de municipios, y apoderarse de las carreteras afectando a millones de mexicanos.

Además de Colima, las otras 15 ciudades consideradas como las más violentas en el país son Ciudad Obregón, en Sonora; en Michoacán está Zamora, Morelia y Uruapan; en Colima, Manzanillo; Baja California, Tijuana; en Zacatecas la capital del mismo nombre; en Chihuahua, Ciudad Juárez y la capital Chihuahua; en Guanajuato, Celaya, León e Irapuato; en Morelos, Cuernavaca; en Guerrero, Acapulco, y en Quintana Roo esta Cancún.

De esta lista, destaca la incorporación de Manzanillo, ya que en el estudio anterior no aparecía en el Ranking; mientras que ciudades como Ensenada y San Luis Potosí, salieron de este listado, que aún se registraban en el 2022. Colima, por séptimo año consecutivo continúa siendo la ciudad mexicana más violenta del mundo, con una tasa de 140.32 homicidios por cada 100 mil habitantes.

La segunda ciudad más violenta del mundo también es mexicana, es Ciudad Obregón, con una tasa de 117.83 homicidios por cada 100 mil habitantes y la tercera es Puerto Príncipe en Haití, con una tasa de 117.24.

En los 16 años que el Consejo de Seguridad ha realizado este estudio, en 10 de las ciudades más violenta del mundo son mexicanas, el año pasado de las diez ciudades más violentas del mundo, siete fueron mexicanas: Colima, Obregón, Zamora, Manzanillo, Tijuana, Zacatecas y Juárez.

Los países más afectados por la violencia urbana, y la violencia en general, son Ecuador, Haití y México. El común denominador de los tres países es que se han adentrado considerablemente en el terreno del Estado fallido, condición en la cual el Ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo en 2022

“La violencia se concentra en América, ya que 16 ciudades son mexicanas, 10 son brasileñas, 8 son colombianas, 7 son norteamericanas, entonces la violencia la tenemos en América. Hay ciudades que han estado en el ranking y han salido, como Guatemala, salió en 2019, o El Salvador, salió en 2020, y San Pedro Sula, en Honduras, durante cuatro años tuvo el primer lugar y ahora ya está en el lugar 48, por lo que, estamos seguros, que con la política pública que han aplicado en este país, el siguiente año, o sea 2024, van a salir del ranking”, analizó Ortega Sánchez.

Y es que explicó que el problema radica en que el Estado pierde el monopolio de la violencia, en favor de grupos violentos que van constituyendo un poder paralelo, por ejemplo, dijo en Ecuador, un país con bajos niveles de violencia hasta hace cuatro años, los asesinatos y formas de operar propios del terrorismo de los grupos criminales han llevado al país a la peor crisis de su historia, además, los grupos criminales mexicanos, que riñen permanentemente, han convertido a Ecuador en otro de sus campos de batalla.

En Haití vemos, décadas de inestabilidad, debilidad institucional y casi nula vigencia del estado de derecho, circunstancias agravadas por desastres naturales, han conducido a tal grado de caos que, en la capital, Puerto Príncipe, los grupos criminales controlan hasta el 80 por ciento de la ciudad.

En México la violencia, cuya magnitud trata de ocultarse mediante la falsificación de cifras, no sólo se ha mantenido, sino que ha tomado un curso de mayor gravedad, pero es el resultado de gobiernos omisos en su obligación legal de garantizar la seguridad de los gobernados. Pero de estas omisiones la peor ha sido la que se basa en la consigna de “abrazos, no balazos” del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta política no es otra que la de permitir que los grupos criminales ejerzan violencia con casi absoluta impunidad.

Es muy probable que las cifras sobre la incidencia de homicidios en México sean superiores a las que este estudio consigna y que se basan en datos oficiales, pues hay una operación inocultable para esconder las cifras reales. Adrián LeBaron y otros ciudadanos presentaron una denuncia penal por la falsificación de datos sobre homicidios. Entre los casos denunciados está el del monstruoso asesinato de 9 familiares de LeBaron, en su mayoría niños: oficialmente se consignaron 5 víctimas de homicidio, cuando que fueron 9.

“Si en un caso que ha tenido resonancia mundial las autoridades mexicanas se atreven a falsificar cifras para simular una incidencia criminal inferior a la real ¿de qué han sido capaces respecto a casos menos conocidos y que constituyen la abrumadora mayoría? Durante varios años frente a las cifras cuando menos dudosas del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) de México sobre homicidios, existía la alternativa de las cifras más confiables generadas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las cuales solían ser superiores a las del otro organismo. Pero eso también ha cambiado”, señaló.

Por ejemplo, apuntó, en 2022 el SNSP registró 39% más homicidios que el INEGI en Veracruz, 31% más en Durango, 29% más en Oaxaca, 17% más en Ciudad de México y 14% más en Jalisco. Además, en el municipio de Jacona, que es parte de una de las ciudades más violentas de México y del mundo, el INEGI, sólo registró 117 homicidios, mientras que el SNSP registró 150 “homicidios”, pero ni siquiera son tales sino carpetas de investigación que pueden referir a más de un homicidio, de modo que el INEGI omitió contar cuando menos 33.

“Queremos suponer que estos severos subregistros son producto de errores, los cuales se deben enmendar y sobre los cuales el INEGI debe salir a dar explicaciones. De no tratarse de errores, si el INEGI se ha sumado a esta gran maniobra de falsificación de las cifras, entonces habríamos perdido a la última institución confiable en este asunto. A la par de la maniobra para falsificar las cifras de homicidios y otros delitos, está en marcha otra operación para eliminar en los registros oficiales las cifras de más de 40 mil desaparecidos bajo la presente administración, operación que provocó la renuncia de la máxima autoridad responsable en la materia”, señaló en la rueda de prensa donde dio a conocer el estudio la presentación.

Y agregó que contrario, al curso seguido por México, los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras en lugar de tolerar o proteger a los grupos criminales los han combatido con resolución, y los resultados están a la vista. La ciudad de Guatemala salió del ranking desde 2020. San Salvador salió del ranking desde 2019 y en El Salvador la violencia tuvo la mayor caída en tiempo récord de que se tenga registro en el mundo. Las ciudades hondureñas Distrito Central y San Pedro Sula ocupan los lugares 48 y 50, respectivamente y están a punto de salir del ranking, después de que San Pedro Sula ocupó el primer lugar mundial durante 4 años consecutivos.

Del ranking salieron estas ciudades: Mossoró, Natal y Vitória da Conquista en Brasil; Phiiladelphia y Milwaukee en Estados Unidos y San Juan en Puerto Rico. En lugar de las ocho que salieron, ingresaron; Caruaru, Macapá y Porto Velho de Brasil; Barranquilla y Sincelejo de Colombia; Washington de Estados Unidos, y Puerto España de Trinidad y Tobago.

De las 50 ciudades del ranking 2023, se ubican en México 16, en Brasil 10, en Estados Unidos 6, en Colombia 8, en Sudáfrica 4, en Honduras 2 y hay una de Trinidad y Tobago, una de Haití, una de Ecuador y una de Jamaica.

A decir de Sánchez Ortega, la situación de violencia en cualquier país se puede mejorar y salir de esa situación, “si abates la impunidad y la corrupción, si castigas los homicidios dolosos, si castigas el cobro del derecho de piso, si castigas el robo a transporte, si castigas las violaciones y todos los delitos que afectan gravemente a la sociedad”.

“Espero que los mexicanos, con esta información, reflexionen muy bien y el 2 de junio salgan a votar, piensen muy bien por quién van a votar para que haya un cambio y no sigamos en esta condición de estado fallido”, concluyó el presidente del Consejo de Seguridad, Antonio Ortega Sánchez.

 

ENTREVISTAS

Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

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Por Francisco Junco //

“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.

Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.

Un camino desde abajo

Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.

“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.

Retos de una elección sin precedentes

En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.

Dilemas judiciales

Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.

“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.

Una justicia humana y equitativa

Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.

Propuestas claras

¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:

“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.

Deuda histórica con las víctimas

Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.

El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.

En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.

En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.

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CARTÓN POLÍTICO

Herida abierta

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NACIONALES

Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

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Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.

Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.

Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.

Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.

Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.

La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.

El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.

Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.

Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.

Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.

Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.

Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.

Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.

Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.

A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.

 

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