LOS PELOTEROS
Gana Assad, pierde Muñoz en la semana en la MLB

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Cómo cierra la legión azteca en Grandes Ligas la presente temporada 2024? ¿Quiénes se han distinguido por sus actuaciones? ¿Quiénes podrían estar en postemporada?
Este año las actuaciones han venido de menos a más. Hay destellos de algunos peloteros mexicanos, pero lejos de aquellas soberbias actuaciones que tantas emociones nos brindaron como Julio Urías y Roberto Osuna que en su momento estuvieron en el top ten entre las grandes estrellas de la Gran Carpa, antes de ser sancionados por ejercer violencia doméstica.
De Julio Urías sabemos que cuando menos los próximos tres años no participará en equipo alguno de MLB al ser sancionado con 36 meses de libertad condicional, además de tener que realizar un curso de 52 semanas de asesoramiento, como se dio a conocer en mayo pasado, como resultado de la las acusaciones de ejercer violencia doméstica.
La Corte ordenó una sanción de 36 meses de duración de libertad condicional sumaria y tener que demostrar una conducta de ciudadano ejemplar en estos próximos tres años o de lo contrario, le podrían cambiar la libertad condicional por arresto carcelario.
Urías en 2019 fue arrestado por la Policía de Los Ángeles después de que éste se en enfrascó en una discusión con su esposa en un estacionamiento. El fiscal de Los Ángeles le perdonó privarlo de su libertad a condición de completar un programa de asesoramiento sobre violencia doméstica de 52 semanas, pero por lo visto el programa no le cambió su actitud que le ha costado quedar suspendido en el mejor beisbol del mundo cuando menos por tres años.
LOS MEXICANOS MÁS DESTACADOS
Y volviendo con la participación de los mexicanos en MLB, se advierte que en pitcheo los lanzadores con mayor consistencia han sido el relevista de Marineros de Seattle, Andrés Muñoz y el inicialista de Chicago Cubs, Javier Assad.
En bateo el más destacado ha resultado el hermosillense Isaac Paredes, Randy Arozarena (México-cubano) y Luis Urías, que defiende lo mismo la segunda que la tercera base con Orioles de Baltimore. Lamentablemente Joey Meneses no logró sostenerse con Nacionales de Washington por su bajo rendimiento con el bat, a diferencia de lo logrado en las dos anteriores temporadas.
Por otro lado, la pasada semana fue ascendido al equipo grande de Seattle el magdalense Luis Urías que el pasado sábado fue alineado para cubrir la tercera base, tuvo tres oportunidades con el bat y se fue en blanco, recibiendo par de chocolates. El menor de la dinastía Urías en Grandes Ligas ha batallado este año a la ofensiva lo que no le ha permitido formar parte del roster la mayor parte de la temporada, ha sido alineado en 35 juegos con 82 oportunidades al bat con 3 jonrones y un pobre porcentaje de bateo de 146 milésimas y 12 carreras empujadas.
En cambio, Ramón Urías ha ido de menos a más y ha tenido mayor acción con 93 juegos, 246 turnos al bat, con 10 jonrones, 35 carreras producidas y .252 de porcentaje de bateo, y seguramente estará en postemporada, ya que su equipo Orioles disputa palmo a palmo el primer lugar de la división este de la Liga Americana a Yankees.
TRIUNFO DE ASSAD
El lanzador tijuanense Javier Assad forma parte del cuerpo de monticulistas de Cachorros de Chicago y ha logrado tener durante la temporada buenos números, el pasado sábado logró su séptima victoria (7-3) al vencer Cubs a Washington 5-3 y el mexicano lanzó 6 entradas, recibiendo 8 hits, 3 carreras, todas limpias, otorgó 2 pasaportes y recetó 4 chocolates. Su porcentaje en carreras limpias quedó en 3.21
Al que no le fue muy bien en la semana fue al grandote de Los Mochis, Andrés Muñoz quien la noche del sábado entró a lanzar en el noveno episodio frente a Los Ángeles con la pizarra empatada a 1 carrera y el jardinero Mickey Moniak, que esa noche había salido inspirado al campo de juego, le conectó jonrón, el segundo de la noche en su haber para darle la victoria a Los de Anaheim.
Muñoz en esta temporada tiene 19 salvamentos con 1.92 en carreras limpias, 66 ponches en 51.2 innings lanzados. Su récord en ganados y perdidos queda en 2-6.
ISAAC PAREDES
En el juego de ayer domingo el hermosillense Isaac Paredes despertó al batear de 4-2 con 3 carreras remolcadas en la victoria de su equipo Cachorros 14-1 sobre Washington. El artillero sonorense tiene 19 jonrones con 69 carreras remolcadas y .232 milésimas de porcentaje de bateo.
Si bien ha sido una temporada aceptable para Paredes, pero difícilmente superará los números del pasado año con Tampa Bay al conectar 31 jonrones y producir 98 carreras. Con Cubs su rendimiento es mucho menor a lo que se esperaba, como que el cambio lo ha inhibido.
LA CARRERA OHTANI-JUDGE
¿Y cómo va la competencia entre los artilleros Aaron Judge y Shohei Ohtani para determinar quién será el rey del jonrón de Grandes Ligas en el 2024?
La semana pasado el artillero de Yankees la inició con 51 vuelacercas, pero en estos últimos 7 días se portó muy bien ante los lanzadores y no logró volarse la barda, a diferencia de los 7 trallazos que había conectado una semana atrás.
En cambio Shohei Ohtani logró conectar 3 bambinazos para sumar 44 en la temporada, pero aún a 7 de distancia del jardinero de Yankees que es el líder absoluto del jonrón en MLB en esta temporada.
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LOS PELOTEROS
Charros, el orgullo tapatío que sueña con la gloria

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Los Charros de Jalisco están sorprendiendo en los playoffs de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, emergiendo como un auténtico caballo negro.
Tras una temporada irregular, con rachas brillantes opacadas por caídas abruptas, lograron el sexto boleto a la postemporada con un cierre espectacular. Ahora, en las semifinales, están a un paso de la final de la Zona Norte, demostrando que tienen la garra para pelear por la Copa del Rey en el Centenario de la LMB.
En la primera ronda, Charros enfrentó al líder de la División Norte, Sultanes de Monterrey, un bicampeón que parecía imbatible. Con una ventaja de 3-0, los jaliscienses estuvieron cerca de barrer, pero Sultanes remontó y forzó un séptimo juego.
En el Palacio Sultán, Charros mostró temple y aseguró la serie 4-3, avanzando como un equipo transformado. Sultanes, gracias a su promedio, regresó como el mejor perdedor, prometiendo un posible reencuentro.
En las semifinales, Charros se mide contra Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco I. Madero de Torreón. Lejos de la irregularidad de la temporada regular, el equipo exhibe un juego colectivo inspirado: todos corren, batean y fildean con precisión. El pitcheo, liderado por figuras como el guasavense Luis Armando Payán (suma 3 victorias en play-offs), el estadounidense Zac Grotz y el ocotlense Luis Iván Rodríguez, han sido clave.
En los primeros dos juegos contra Algodoneros, Charros dominó con victorias contundentes de 9-3 y 7-4, impulsado por el bateo explosivo de Willie Calhoun, Kyle Garlick y Mateo Gil, quien despertó de un slump con tres jonrones en la serie.
De regreso en el Estadio Panamericano de Guadalajara, Charros buscó barrer a Algodoneros con una ventaja de 2-0. El sábado, el guasavense Luis Armando Payán brilló en la loma, lanzando siete entradas magistrales, con siete ponches, tres hits y una sola carrera limpia, asegurando un triunfo de 8-1 que puso la serie 3-0.
Mateo Gil, apodado “el hijo del papá”, volvió a destacar, consolidándose como un motor ofensivo. La afición, respondiendo al llamado del mánager Benjamín Gil, llenó el estadio con cerca de 11,000 almas, un respaldo que refleja el orgullo tapatío por su equipo.
El domingo, sin embargo, Tláloc interrumpió la fiesta. El cuarto juego, con Algodoneros liderando 1-0 en el tercer inning, fue suspendido por lluvia, postergando la acción para el lunes.
A pesar de este contratiempo, Charros está a una victoria de la final de la Zona Norte, donde podría reencontrarse con Sultanes de Monterrey, un rival experimentado al que ya vencieron.
La serie promete ser un duelo de titanes, pero los jaliscienses han perdido el miedo y juegan con la confianza de un equipo destinado a hacer historia.
DIABLOS, GRANDES FAVORITOS
En el otro frente, los Diablos Rojos del México avanzan como favoritos al título. Tras barrer 4-0 a los Leones de Yucatán y tomar una ventaja de 3-0 sobre Pericos de Puebla con un triunfo de 13-6 el domingo, suman siete victorias en los playoffs de 2025, tras ocho en su campeonato de 2024. Su paso arrollador los perfila como el rival a vencer, con 17 gallardetes en su historia.
Una final entre Diablos y Charros sería un sueño para los aficionados, un choque de titanes que elevaría el béisbol en Guadalajara.
El esfuerzo de la directiva de la familia González Íñigo por mantener béisbol todo el año en Jalisco, con Charros compitiendo en la LMB (verano) y la Liga Mexicana del Pacífico (invierno), es digno de reconocimiento.
Sin embargo, la afición tapatía no ha respondido en verano como en invierno. Benjamín Gil, con su pasión característica, reclamó esta apatía, instando a los jaliscienses a llenar el Panamericano y apoyar al “gran equipo de Jalisco”.
La respuesta en la serie contra Algodoneros, con una entrada récord el domingo, muestra que el mensaje caló, aunque la lluvia frustró el clímax. Charros tiene la oportunidad de hacer historia. De eliminar a Algodoneros y superar a Sultanes, podría enfrentar a Diablos en una final épica. Guadalajara, única ciudad con béisbol profesional todo el año, merece vibrar con su equipo.
El llamado de Gil no es solo a llenar gradas, sino a ser parte de un legado. Que la afición tapatía se una a esta fiesta, empuje a Charros hacia la gloria y demuestre que Jalisco es la capital del béisbol mexicano.
LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!