MUNDO
Un líder humilde y cercano a los pobres: Francisco, el Papa de profundas reformas y controversias

Por Francisco Junco //
El pontificado del Papa Francisco ha sido definido por expertos como un período de profundas reformas y controversias. Su crítica al capitalismo, su énfasis en la justicia social y su compromiso con el cuidado del medioambiente han marcado su liderazgo, pero también han generado tensiones internas y divisiones dentro de la Iglesia. Mientras impulsa cambios en la estructura eclesiástica, enfrenta resistencias de sectores más conservadores, lo que ha convertido su gestión en un punto de debate constante sobre el futuro del catolicismo.
El Papa Francisco, de 88 años, se encuentra internado, desde el 14 de febrero, en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Según el informe más reciente del Vaticano, emitido el 9 de marzo de 2025, el pontífice pasó una noche tranquila y su estado de salud es estable, mostrando una «mejora gradual y ligera» en respuesta al tratamiento.
A pesar de las mejoras, los médicos mantienen un pronóstico reservado debido a la complejidad de su condición. Durante su hospitalización, el Santo Padre ha continuado con terapias respiratorias y fisioterapia, y ha seguido participando en algunas actividades laborales desde su habitación.
Mientras el Papa continúa su recuperación, miles de fieles dan muestras de apoyo y afuera del hospital Gemelli, acuden para rezar y dejar mensajes de solidaridad. El Santo Padre ha expresado su gratitud hacia los médicos y personal sanitario que le atienden, así como a los fieles que rezan por su salud. Su fortaleza espiritual y dedicación continúan siendo una fuente de inspiración para millones de fieles en todo el mundo.
A lo largo de su vida, el Pontífice ha enfrentado diversos desafíos de salud. A los 21 años, sufrió una grave infección respiratoria que requirió la extirpación del lóbulo superior de su pulmón derecho. En 2021, se sometió a una cirugía por una estenosis diverticular del colon. Estos antecedentes, sumados a su edad avanzada, aumentan la preocupación sobre su capacidad para recuperarse de la neumonía actual.
PRIMER PAPA LATINOAMERICANO
Cuando el 13 de marzo de 2013, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro como el nuevo Sucesor de San Pedro, la historia de la Iglesia Católica cambió para siempre. Es el primer Papa Latinoamericano , aunque no es el primer Papa, que no es europeo, si es el primer Papa no europeo en más de 1,200 años, ya que la mayoría de los Papas desde la Edad Media han sido italianos o de otros países europeos.
Su elección marcó una ruptura con tradiciones vaticanas arraigadas, reflejando el deseo de una Iglesia más cercana a los fieles y menos centrada en el poder institucional.
La elección de Bergoglio ocurrió tras la renuncia de Benedicto XVI, después de cinco votaciones en el cónclave papal. El cardenal Jean-Louis Tauran anunció la elección del Papa Francisco, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, con la fórmula en latín: «Annuntio vobis Gaudium Magnum: Habemus Papam», daba el inicio de la era del pontificado de Francisco.
LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI
Un mes antes, el 11 de febrero de 2013, el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia al pontificado de la Iglesia Católica, un evento sin precedentes en casi seis siglos. La renuncia se hizo efectiva el 28 de febrero a las 20:00 horas, momento en el que la sede apostólica quedó vacante. En su declaración, Benedicto XVI explicó que su decisión se debía a la falta de fuerzas para continuar ejerciendo el ministerio petrino, citando su avanzada edad y el declive de sus capacidades físicas y mentales. Este acto histórico marcó el fin de su papado, iniciado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II. Esta renuncia se dio en un contexto marcado por varios desafíos dentro de la Iglesia Católica.
Apenas una hora después de su elección, el nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, apareció, en el balcón de la Basílica de San Pedro, para dirigirse a los miles de fieles reunidos en la Plaza Vaticana. Con una mezcla de humor y humildad, “como todos saben, el deber de un cónclave es el de dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales fueron a buscarlo casi al fin del mundo». Luego pidió oraciones por su antecesor, y rezó junto a la multitud. También expresó su deseo de que su pontificado fuera un camino de «hermandad, amor y confianza», y pidió a los fieles que rezaran por él, antes de impartir la bendición Urbi et Orbi.
EL RECHAZO A LOS LUJOS DEL PALACIO APOSTÓLICO
Desde el inicio de su pontificado, Francisco se distinguió por un estilo pastoral sencillo y directo. Rechazó los lujos del Palacio Apostólico para vivir en la Casa Santa Marta, se despojó de vestimentas pomposas y prefirió desplazarse en un modesto Fiat en lugar de los vehículos blindados del Vaticano. Sus gestos de cercanía se hicieron habituales: abrazos a los enfermos, visitas a cárceles y su costumbre de llamar personalmente a personas que le escribían pidiendo ayuda. Su célebre frase «¡Hagan lío!», dirigida a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, reflejó su deseo de una Iglesia en movimiento, lejos del clericalismo y más comprometida con los problemas sociales.
El Santo Padre ha enfatizado la importancia de que los líderes religiosos estén en contacto directo con las necesidades y sufrimientos de la gente común. Su llamado a los sacerdotes para que vivan en «cercanía con el pueblo de Dios» refleja su compromiso con una Iglesia más accesible y menos jerárquica.
El legado del Primado de Italia, está marcado por su capacidad para conectar con la gente de manera auténtica. Su énfasis en la cercanía y la compasión ha llevado a la Iglesia a reconsiderar su papel en la sociedad moderna.
A través de sus mensajes y acciones, busca fomentar un sentido de comunidad y pertenencia entre los creyentes. Su liderazgo es un catalizador para el cambio, impulsando a la Iglesia a ser más inclusiva y relevante en un mundo complejo y desafiante.
Como jesuita, el Papa Francisco ha incorporado los valores de su orden religiosa, como la simplicidad y el servicio, en su liderazgo. Además ha hecho mucho énfasis en la reflexión espiritual y el discernimiento, llamándonos a tomar decisiones y conocer nuestra fe por iniciativa, convencimiento y encuentro, más que por decretos doctrinales. Este enfoque resuena profundamente entre los fieles y contribuye a revitalizar la imagen de la Iglesia en el mundo contemporáneo.
El Siervo de los Siervos de Dios ha abogado por los migrantes, denunciando la indiferencia a los pobres, promoviendo el diálogo interreligioso, incluso en aquellos políticamente complejos. Su magisterio, expresado en encíclicas como Laudato Si’ y Fratelli Tutti, ha puesto énfasis en el cuidado de la creación y la fraternidad humana. Sin embargo, su estilo directo y sus reformas han generado resistencia en sectores conservadores dentro de la Iglesia, que lo acusan de erosionar doctrinas tradicionales. A pesar de las críticas, su legado ya ha dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia y el mundo.
REESTRUCTURACIÓN DE LA CURIA VATICANA
Su primer gran documento, Evangelii Gaudium, ya anticipaba su visión de una Iglesia en salida, menos burocrática y más cercana a los pobres y excluidos. En 2015, proclamó el Jubileo de la Misericordia, considerado como un jubileo extraordinario, para dar más tiempo para recibir dones y gracias especiales, llamando a los católicos a ejercer el perdón y la compasión en un mundo marcado por la indiferencia. Su insistencia en que “Dios no se cansa de perdonar” ha transformado la manera en que la Iglesia aborda temas como el divorcio, la homosexualidad y la reinserción de quienes han cometido errores en sus vidas.
Pero, junto a la misericordia, el líder de la Iglesia Católica también se ha caracterizado por ser el Papa de la reforma. Desde el inicio de su papado, impulsó cambios profundos en la estructura del Vaticano, enfrentándose a la opacidad financiera y a la burocracia eclesial. La reforma de la Curia, plasmada en la Constitución Praedicate Evangelium, buscó descentralizar el poder y dar mayor protagonismo a las iglesias locales.
El actual Sucesor de San Pedro, ha trabajado para mejorar la transparencia financiera del Vaticano, especialmente en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano. Estas acciones buscan limpiar la imagen del Vaticano y combatir la corrupción financiera.
Este proceso no ha estado exento de resistencias. Sus posturas de acercamiento a comunidades históricamente marginadas y su llamado a una Iglesia más abierta han generado críticas en sectores conservadores que lo acusan de diluir la doctrina. Sin embargo, Su Santidad no ha cedido en su convicción de que la Iglesia debe renovarse para seguir siendo un faro de esperanza en un mundo convulso. Su legado, más allá de las controversias, quedará marcado por la apuesta por una Iglesia misericordiosa, comprometida con los pobres y dispuesta a reformarse desde dentro.
MENSAJE Y LEGADO SOCIAL
El Obispo de Roma es un defensor incansable de los derechos de los migrantes y los más vulnerables. Ha alzado su voz para recordar que los migrantes no son una amenaza, sino reflejos de nuestra propia humanidad, y llama a las naciones a ofrecerles acogida y protección. Su enfoque en la justicia social y la dignidad humana ha llevado a la Iglesia a ser un refugio para quienes sufren marginación y exclusión.
40 VIAJES PAPALES: HA EXTENDIDO PUENTES CON EL JUDAÍSMO Y RECONCILIACIÓN CON IGLESIAN ORTODOXA
También ha tendido puentes con el judaísmo y ha trabajado por la reconciliación con la Iglesia ortodoxa.
El actual papado promueve activamente el diálogo interreligioso como herramienta para la paz y la comprensión global. Ha viajado a lugares como Mongolia, donde ha destacado la importancia del respeto por las culturas ancestrales y el diálogo entre religiones.
Su diplomacia ha buscado tender puentes en conflictos globales, insistiendo en que la guerra es una derrota para la humanidad. Su encuentro con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyeb, y la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana, en 2019, fueron hitos en la relación entre el cristianismo y el islam. También ha tendido puentes con el judaísmo y ha trabajado por la reconciliación con la Iglesia ortodoxa. En el plano geopolítico, ha intervenido en conflictos internacionales, como el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y ha abogado por el fin de la guerra en Ucrania y en otras regiones afectadas por la violencia.
Hasta diciembre pasado, el Vicario de Cristo ha sumado 59 visitas a países durante su pontificado, el último viaje apostólico fue a Córcega, Francia, que concluyó el 15 de diciembre de 2024. En este viaje, participó en un congreso sobre «La religiosidad popular en el Mediterráneo» en Ajaccio.
Durante su permanencia como sucesor de San Pedro, el Papa Francisco, ha realizado 40 viajes apostólicos. Su gira incluye destinos en África, Asia, Europa y América, destacándose por su enfoque en las «periferias» del mundo.
En su primer viaje como Sumo Pontífice, visitó la isla italiana de Lampedusa, en 2013, donde rezó por los inmigrantes que perdieron la vida tratando de llegar a Europa. Este acto simbolizó su compromiso con los más vulnerables y marcó el tono de su papado. Al año siguiente, en mayo, el Papa Francisco viajó a Jordania, Israel y Palestina. Este viaje fue crucial para el diálogo interreligioso y la búsqueda de paz en la región. Incluyó encuentros con líderes religiosos y políticos, y un llamado a la reconciliación.
En septiembre de 2015, el Papa Francisco visitó Washington D.C., Nueva York y Filadelfia, su discurso ante el Congreso de los Estados Unidos fue histórico, abordando temas como el cambio climático y la justicia social. Antes de llegar a los Estados Unidos, el Sucesor de San Pedro visitó Cuba, donde se reunió con el presidente Raúl Castro y celebró una misa en la Plaza de la Revolución de La Habana. Su papel en el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos fue significativo.
En noviembre de 2017, el Obispo de Roma viajó a Myanmar y Bangladés, donde abordó el tema de los rohinyás y la crisis humanitaria en la región. Su visita buscó promover la paz y el diálogo en un contexto de gran tensión.
En marzo de 2021, realizó un histórico viaje a Irak, convirtiéndose en el primer pontífice en visitar el país. Su presencia allí fue un llamado a la paz y la reconciliación en una región marcada por conflictos religiosos y políticos. En 2024, visitó Indonesia, Timor Oriental, Papúa Nueva Guinea y Singapur, este viaje, que se extendió desde el 2 al 13 de septiembre, fue uno de los más largos de su pontificado. Buscó fortalecer el diálogo interreligioso y apoyar a las comunidades católicas en la región.
—
RECUADRO TRES
EL PONTÍFICE EN MÉXICO
El Papa Francisco en 2016 estuvo en México, su única visita, a la nación azteca, se realizó del 12 al 17 de febrero de ese año. Durante este viaje apostólico, recorrió la Ciudad de México y los estados de Chiapas, Michoacán, Chihuahua y el Estado de México. Fue recibido con gran entusiasmo y participó en varios eventos públicos, incluyendo una misa en la Basílica de Guadalupe y un encuentro con el entonces presidente Enrique Peña Nieto en el Palacio Nacional.
En su primera noche, el pontífice salió de la Nunciatura Apostólica para saludar a los fieles reunidos afuera, donde les pidió que no olvidaran rezar por las personas que no los quieren, y rezó el Avemaría con ellos. Esta actitud humilde y cercana marcó el tono de su visita.
Durante su estancia, el Vicario de Cristo se reunió con los obispos de México en la Catedral Metropolitana, donde les recordó la importancia de no corromperse por las riquezas y de acercarse a las periferias humanas y existenciales de las ciudades.
En su discurso, subrayó que “sólo comenzando por las familias; acercándonos y abrazando la periferia humana y existencial de los territorios desolados de nuestras ciudades; involucrando a las comunidades parroquiales, las escuelas, las instituciones comunitarias, las comunidades políticas, las estructuras de seguridad; sólo así se podrá liberar totalmente de las aguas en las cuales lamentablemente se ahogan tantas vidas”.
En Chiapas, el Papa Francisco celebró una misa con comunidades indígenas, en San Cristóbal de las Casas, donde pidió perdón por los agravios históricos sufridos por los pueblos originarios. En Ciudad Juárez, realizó una misa binacional en la frontera con Estados Unidos, donde abordó la crisis migratoria y llamó a no “negociar con el demonio”.
Su visita buscó visibilizar las tragedias que aquejan a México y llamar la atención de quienes tienen la responsabilidad de actuar. En Ecatepec, el Sumo Pontífice también celebró una misa masiva, donde dijo que “no negociemos con el demonio”, en un llamado a no ceder ante las tentaciones de la corrupción y la violencia.
“La riqueza, la vanidad y el orgullo son las tres tentaciones de Cristo… y son las tres tentaciones que se repiten en la vida del cristiano”. Con este llamado invitó a los mexicanos a reflexionar sobre las prioridades en sus vidas y rechazar las prácticas corruptas que perpetúan la desigualdad.
Durante su encuentro con jóvenes en Morelia, Michoacán, el Papa Francisco los exhortó a no sucumbir al miedo y la resignación frente a la violencia, afirmando que “no se dejen despreciar, no se dejen tratar como mercancía”. Su mensaje buscó empoderar a la juventud mexicana, alentándola a ser protagonista de un futuro más justo y pacífico.
ENCÍCLICAS CLAVE: LAUDATO SI’ Y FRATELLI TUTTI
El Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ (2015) hace un llamado urgente a proteger “la casa común”, el medio ambiente y a reconocer la interconexión entre la justicia social y la ecología. En ella, destaca la necesidad de un cambio radical en la forma en que la humanidad vive y se relaciona con la naturaleza.
“Laudato si’, mi Signore – Alabado seas, mi Señor, cantaba San Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos”, escribió el Papa Francisco en Laudato Si’, donde refleja el espíritu de la encíclica, que busca inspirar una conciencia ecológica y una relación más armoniosa con la naturaleza.
Por otro lado, Fratelli Tutti (2020) enfatiza la fraternidad universal y la necesidad de una sociedad más justa e inclusiva, abogando por un mundo donde todos se sientan hermanos, proponiendo un mundo basado en el diálogo y la cooperación en lugar de la exclusión y el individualismo.
La encíclica «Fratelli Tutti» del Papa Francisco, publicada el 3 de octubre de 2020, es un llamado a la fraternidad universal y la amistad social. En ella, el Papa busca inspirar un nuevo camino hacia la paz y la justicia, destacando la importancia de reconocer la dignidad de cada persona y promover un mundo más inclusivo. Esta encíclica se basa en el «Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común», firmado en Abu Dhabi en 2019, y refleja el compromiso del Papa con la construcción de una sociedad más justa y pacífica.
«Fratelli Tutti» es la promoción de una fraternidad abierta que trasciende las barreras geográficas y sociales. “De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio. Allí declara feliz a quien ame al otro ‘tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está junto a él’”, señala el papa en el documento.
Este amor fraterno es esencial para construir un mundo mejor, donde todos se sientan hermanos. La encíclica también destaca la importancia del diálogo y la reconciliación para superar los conflictos y las injusticias.
«Fratelli Tutti» no sólo es un llamado a la reflexión, sino también a la acción, el Sucesor de San Pedro propone que la fraternidad se construya desde los últimos, inspirándose en el ejemplo del buen samaritano, quien se detiene a ayudar al necesitado, sin importar su origen o condición.
La encíclica invita a todos a ser “artesanos de la paz” y a trabajar juntos para superar las crisis globales, como la pandemia y las injusticias económicas, mediante el fortalecimiento del multilateralismo y la promoción de la inclusión social. En este sentido, el Papa afirma que “la fraternidad universal es un mensaje con un alcance universal”, que debe guiar nuestras acciones hacia un futuro más justo y pacífico.
IMPACTO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA Y EL MUNDO
El Papa Francisco ha dejado una huella indeleble en la historia de la Iglesia Católica y en el mundo. Su liderazgo ha sido marcado por un enfoque en la justicia social, el diálogo interreligioso y la protección del medio ambiente. A través de sus encíclicas, como «Laudato Si'» y «Fratelli Tutti», ha inspirado a millones a reflexionar sobre la interconexión entre la justicia social y la ecología, y a promover una fraternidad universal que trasciende las barreras culturales y religiosas.
Su Santidad sigue insistiendo en la importancia de la compasión y la solidaridad. Ha llamado a la Iglesia a ser un refugio para los más vulnerables y ha promovido un diálogo constante entre las religiones para fomentar la paz y la coexistencia pacífica. Su compromiso con la reforma interna de la Iglesia y su búsqueda de transparencia han sido aspectos destacados de su pontificado.
La imagen que el Papa Francisco deja para la posteridad es la de un líder humilde y cercano a los pobres, comprometido con la justicia social y la protección del medio ambiente. Su estilo pastoral es innovador, rompiendo moldes tradicionales y acercando a la Iglesia a las periferias del mundo. Su legado incluye un enfoque en la inclusión y la compasión, lo que ha inspirado a generaciones de católicos y no católicos a trabajar hacia un mundo más justo y pacífico.
A lo largo de su pontificado, el Santo Padre ha marcado un antes y un después en la historia de la Iglesia y del mundo. Su compromiso con los más vulnerables, su valentía para reformar estructuras anquilosadas y su constante llamado a la misericordia lo han convertido en una de las figuras más influyentes del siglo XXI.
Más allá de las controversias y resistencias, su mensaje recuerda que la fe no puede desvincularse de la justicia, la compasión y el servicio a los demás. Su papado ha sido testimonio de una Iglesia que, pese a sus imperfecciones, sigue teniendo un papel fundamental en la construcción de un mundo más humano.
En sus últimos mensajes, insiste en la necesidad de no temer al cambio, de abrir el corazón al otro y de no ceder a la desesperanza. “No dejemos que nos roben la esperanza”, repite en múltiples ocasiones, convencido de que la verdadera revolución cristiana es la del amor y la fraternidad.
Aun en medio de su enfermedad y el desgaste de los años, sigue animando a los fieles a trabajar por la paz, la justicia social y el cuidado de la casa común, dejando en claro que su voz no se apaga, sino que se multiplica en quienes han acogido su mensaje.
MUNDO
El futuro de la Iglesia Católica: ¿Un progresista, conservador o moderado en el trono de Pedro?

Por Redacción Conciencia Pública //
La elección del sucesor de Francisco en 2025 presenta diferencias significativas respecto a la elección de Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, marcadas por los cambios que Francisco implementó en la Iglesia durante su pontificado y el contexto eclesiástico de cada momento. Analicemos las diferencias clave:
La elección del sucesor de Francisco en 2025 presenta diferencias significativas respecto a la elección de Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, marcadas por los cambios que Francisco implementó en la Iglesia durante su pontificado y el contexto eclesiástico de cada momento. Analicemos las diferencias clave:
COMPOSICIÓN DEL COLEGIO CARDENALICIO
En 2013, el Colegio Cardenalicio que eligió a Francisco tenía 115 electores, con una fuerte presencia europea (60 de ellos) y un dominio de cardenales nombrados por Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes representaban una Iglesia más tradicional y eurocéntrica. Las iglesias periféricas tenían poca representación, y los electores asiáticos y africanos eran minoría.
En 2025, tras 12 años de pontificado, Francisco nombró al 80% de los 133 cardenales electores (108 de ellos), diversificando el colegio con mayor presencia de Asia, África y América Latina, regiones donde el catolicismo crece. Europa, aunque sigue siendo mayoritaria (45,2%), ha perdido peso, y hay 23 electores latinoamericanos. Esta internacionalización refleja la visión de Francisco de una Iglesia más global y menos centrada en Occidente.
PERFIL IDEOLÓGICO DE LOS ELECTORES
En 2013, el cónclave estaba dividido entre conservadores, que apoyaban la línea de Benedicto XVI, y un grupo más reformista que buscaba un cambio tras los escándalos de Vatileaks y abusos. Francisco, un outsider jesuita y sudamericano, emergió como una sorpresa, apoyado por quienes querían una Iglesia más pastoral y menos rígida.
En 2025, la mayoría de los cardenales son «bergoglianos», alineados con la visión progresista de Francisco (alrededor de 50 purpurados), pero hay tensiones. Aunque Francisco nombró a la mayoría, también incluyó a unos 30 cardenales conservadores (como Gerhard Ludwig Müller) y 40 de zonas periféricas que, pese a su origen, son tradicionalistas en temas como el celibato o la homosexualidad. Esto sugiere un cónclave más polarizado, con riesgo de divisiones entre progresistas y conservadores, a diferencia de 2013, donde la elección de Francisco fue relativamente rápida (cinco escrutinios).
CONTEXTO ECLESIÁSTICO Y LEGADO
En 2013, la Iglesia enfrentaba una crisis de credibilidad por escándalos de corrupción y abusos, y la renuncia de Benedicto XVI, un hecho histórico tras seis siglos, creó un ambiente de incertidumbre. Los cardenales buscaban un líder que renovara la imagen de la Iglesia, lo que favoreció a Francisco, conocido por su humildad y cercanía a los pobres.
En 2025, tras la muerte de Francisco, la Iglesia está en un momento de transición ideológica. Francisco dejó un legado progresista: apertura a la comunidad LGBTIQ+, énfasis en la justicia social y el cambio climático, y una descentralización del poder eclesiástico. Sin embargo, esto ha generado resistencia entre sectores conservadores, que ven en el cónclave una oportunidad para retomar un rumbo más tradicional. La elección de 2025 no solo definirá si se continúa con las reformas de Francisco o se revierte su dirección, sino que también pondrá a prueba la cohesión de una Iglesia más diversa pero dividida.
PROCESO Y EXPECTATIVAS DEL CÓNCLAVE
El proceso formal del cónclave sigue siendo el mismo: se celebra en la Capilla Sixtina, requiere dos tercios de los votos (90 en 2025 frente a 77 en 2013 debido al mayor número de electores), y culmina con la fumata blanca. Sin embargo, las expectativas han cambiado. En 2013, la elección de un sudamericano fue inesperada, rompiendo con la tradición de papas europeos. En 2025, hay una mayor probabilidad de que el sucesor sea no europeo (como Luis Antonio Tagle de Filipinas o Fridolin Ambongo del Congo), aunque candidatos europeos como Matteo Zuppi de Italia también tienen fuerza. Además, el cónclave de 2025 será el más numeroso e internacional de la historia, lo que podría prolongar las votaciones debido a la falta de consenso entre los cardenales, muchos de los cuales no se conocen bien entre sí.
INFLUENCIA DEL PAPA SALIENTE
Benedicto XVI, al renunciar, prometió no influir en la elección de su sucesor, aunque su presencia como papa emérito generó tensiones entre conservadores y progresistas. En 2025, Francisco no estará presente, pero su impacto es innegable: al haber designado a la mayoría de los electores, su visión progresista tiene más posibilidades de continuar. Sin embargo, la oposición conservadora, que incluye a cardenales como Raymond Burke o Robert Sarah, podría buscar un candidato que revierta algunas de las reformas de Francisco, algo que no tuvo un paralelo tan marcado en 2013, ya que Benedicto no había transformado tan profundamente la composición del colegio.
La elección del sucesor de Francisco en 2025 se da en una Iglesia más diversa y global, pero también más polarizada, con un Colegio Cardenalicio moldeado por Francisco para reflejar su visión de inclusión y periferias. A diferencia de 2013, donde la elección de Francisco marcó un cambio inesperado hacia una Iglesia más pastoral, el cónclave de 2025 enfrentará el desafío de decidir entre continuidad o retroceso, en un contexto donde la influencia de Francisco, aunque dominante, no garantiza un sucesor de su misma línea debido a las divisiones internas.
FRANCISCO: EL PAPA DE LA MISERICORDIA Y LA IGLESIA DE LOS POBRES
Francisco reorientó la Iglesia hacia una pastoral de la misericordia, priorizando a los pobres, los migrantes y los excluidos. Su frase emblemática, «quiero una Iglesia pobre para los pobres», se reflejó en gestos como lavar los pies de presos, refugiados y mujeres musulmanas durante el Jueves Santo, y en su visita a campos de migrantes en Lampedusa (2013), donde denunció la «globalización de la indiferencia». Su encíclica Amoris Laetitia (2016) abrió un camino para que los divorciados vueltos a casar pudieran acceder a los sacramentos en ciertos casos, mostrando una Iglesia más acogedora y menos rígida.
JUSTICIA SOCIAL Y CUIDADO DE LA CREACIÓN
Francisco fue un líder global en la defensa del medio ambiente y la justicia social. Su encíclica Laudato Si’ (2015) marcó un hito al abordar la crisis climática desde una perspectiva de fe, vinculando el cuidado de la «casa común» con la lucha contra la pobreza. Criticó el consumismo y el capitalismo descontrolado, abogando por un desarrollo sostenible que priorice a los más vulnerables. También denunció las desigualdades económicas, la trata de personas y la explotación laboral, siendo una voz profética en foros internacionales como la ONU.
REFORMA DE LA IGLESIA Y SINODALIDAD
Francisco impulsó una descentralización de la Iglesia, promoviendo la sinodalidad como un modelo de gobierno más participativo. Creó el Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024), buscando que laicos, mujeres y comunidades locales tuvieran mayor voz en la toma de decisiones. Reformó la Curia con la constitución apostólica Praedicate Evangelium (2022), simplificando estructuras y priorizando la evangelización sobre la burocracia. Además, combatió la corrupción financiera en el Vaticano, enfrentando escándalos como el del Banco Vaticano y promoviendo mayor transparencia.
APERTURA A LA DIVERSIDAD Y DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
Francisco abrió puertas a grupos tradicionalmente marginados por la Iglesia. En 2023, bajo su pontificado, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe aprobó bendiciones para parejas del mismo sexo (Fiducia Supplicans), un paso histórico que generó controversia pero reflejó su visión de una Iglesia inclusiva. También fomentó el diálogo interreligioso, firmando el Documento sobre la Fraternidad Humana (2019) con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyeb, para promover la paz entre cristianos y musulmanes. Sus viajes a países de mayoría no cristiana, como Irak (2021), subrayaron su compromiso con la convivencia pacífica.
ENFRENTAMIENTO A LOS ABUSOS SEXUALES
Aunque su respuesta inicial fue criticada, Francisco tomó medidas significativas contra los abusos sexuales en la Iglesia. Promulgó Vos Estis Lux Mundi (2019), una ley que obliga a denunciar abusos y establece procedimientos para investigar a obispos. En 2018, tras el escándalo en Chile, aceptó la renuncia de varios obispos y se reunió con víctimas, reconociendo errores institucionales. Su enfoque evolucionó hacia una mayor transparencia y apoyo a las víctimas, aunque algunos consideran que el problema sigue sin resolverse del todo.
INTERNACIONALIZACIÓN DEL COLEGIO CARDENALICIO
Francisco transformó el Colegio Cardenalicio, nombrando a 108 de los 133 electores actuales (80%) y priorizando a cardenales de periferias como Asia, África y América Latina. Esto redujo el dominio europeo (45,2% en 2025 frente a 52% en 2013) y reflejó su visión de una Iglesia más global. Cardenales de países como Tonga, Myanmar y Haití recibieron el capelo rojo, mostrando su deseo de dar voz a las regiones marginadas.
IMPACTO EN CONFLICTOS GLOBALES
Francisco desempeñó un papel diplomático en conflictos internacionales. En 2014, medió en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, facilitando la restauración de relaciones diplomáticas. En 2025, su muerte reunió a líderes como Donald Trump y Volodímir Zelenski en su funeral, un evento que impulsó avances en las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, demostrando su capacidad para convocar al diálogo incluso después de su fallecimiento.
UNA IGLESIA MÁS INCLUSIVA Y SINODAL
El legado de Francisco se caracteriza por su enfoque en la misericordia, la justicia social y una Iglesia más inclusiva y sinodal. Laudato Si’, Amoris Laetitia y su reforma de la Curia son hitos que redefinieron el papel de la Iglesia en el mundo contemporáneo. Aunque enfrentó resistencias por su progresismo, especialmente en temas como la apertura a la comunidad LGBTQ+ y la descentralización, su pontificado marcó un cambio hacia una Iglesia más cercana a los pobres y abierta al diálogo, dejando un impacto duradero en la fe católica y en la sociedad global. Su muerte en 2025 dejó una Iglesia más diversa, pero también polarizada, enfrentada al desafío de decidir si continuar o ajustar su rumbo.
MUNDO
El escenario del Cónclave en el 2025: Los que lideran la carrera

Por Redacción Conciencia Pública //
El cónclave de 2025 para elegir al sucesor de Francisco enfrenta a tres corrientes en una lucha por definir el futuro de la Iglesia. Los progresistas, liderados por figuras como Luis Antonio Tagle y Matteo Zuppi, buscan continuar las reformas inclusivas del papa fallecido. Los conservadores, con Robert Sarah y Raymond Burke a la cabeza, abogan por un retorno a la tradición doctrinal. Mientras tanto, moderados como Pietro Parolin y Christoph Schönborn emergen como posibles candidatos de consenso, capaces de tender puentes en un Colegio Cardenalicio polarizado.
Por qué un moderado puede dar la sorpresa
Un moderado puede dar la sorpresa en el cónclave de 2025 debido a la dinámica de polarización y las reglas del proceso de elección, que favorecen a un candidato capaz de generar consenso en un Colegio Cardenalicio dividido.
Aquí las razones clave:
Polarización entre progresistas y conservadores: De los 133 cardenales electores, alrededor de 50 son progresistas (alineados con el legado de Francisco) y 30 son conservadores (que buscan un retorno a la tradición). Los 40 cardenales periféricos, aunque diversos, tienden a inclinaciones tradicionales. Esta división hace difícil que un candidato de cualquiera de los extremos (como Tagle o Sarah) obtenga los 90 votos necesarios (dos tercios), especialmente en las primeras rondas de votación.
Necesidad de consenso: Históricamente, cuando un cónclave se estanca entre facciones opuestas, los cardenales tienden a buscar un candidato de compromiso. Un moderado, como Pietro Parolin o Christoph Schönborn, puede atraer votos de ambos lados: los progresistas lo verían como una continuidad parcial de Francisco, mientras que los conservadores lo considerarían un freno a reformas más radicales.
Perfil conciliador de los moderados: Los moderados suelen tener experiencia diplomática y un enfoque pastoral que evita posiciones extremas. Parolin, por ejemplo, como Secretario de Estado, ha mediado en conflictos globales (como las negociaciones con China) y es respetado por su capacidad para dialogar. Schönborn, con su prestigio teológico y su apoyo mesurado a Amoris Laetitia, también tiene habilidades para tender puentes, lo que lo hace atractivo en un cónclave donde el consenso es crucial.
Cardenales periféricos como factor decisivo: Los 40 cardenales de regiones periféricas, muchos de los cuales tienen visiones tradicionales pero fueron nombrados por Francisco, podrían inclinarse por un moderado que respete sus valores culturales sin imponer cambios drásticos. Un candidato como Parolin, con experiencia global, o Schönborn, con un enfoque equilibrado, podría ganarse su apoyo.
Precedentes históricos: Cónclaves pasados han mostrado esta tendencia. En 1978, tras la muerte de Pablo VI, la polarización entre reformistas y tradicionalistas llevó a la elección de Juan Pablo I, un moderado, como candidato de consenso. Un escenario similar podría repetirse si las votaciones iniciales no producen un ganador claro.
En resumen, un moderado puede dar la sorpresa porque la división entre progresistas y conservadores, combinada con la necesidad de dos tercios de los votos y la influencia de los cardenales periféricos, favorece a un candidato que pueda unificar al colegio. Parolin y Schönborn, con su capacidad para mediar y su perfil menos polarizante, están bien posicionados para emerger si el cónclave busca un equilibrio entre tradición e innovación.
PROGRESISTAS AL FRENTE: ¿HEREDEROS DEL LEGADO DE FRANCISCO EN EL CÓNCLAVE?»
Los cardenales progresistas con posibilidades de ser elegidos papa en el cónclave de 2025, tras la muerte de Francisco, son aquellos alineados con su visión de una Iglesia más inclusiva, descentralizada y enfocada en la justicia social.
Basados en el contexto actual de la Iglesia y los nombres que circulan, aquí están los más destacados:
- Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Prefecto adjunto del Dicasterio para la Evangelización, Tagle es una figura clave del ala progresista. Conocido como el «Francisco asiático», su carisma, enfoque en la misericordia y la inclusión, y su origen asiático lo convierten en un favorito. Ha abogado por una mayor acogida a las personas divorciadas y a la comunidad LGBTQ+, aunque mantiene posturas conservadoras en temas como el aborto. Su juventud podría ser una desventaja para algunos cardenales, pero su perfil global lo posiciona bien en una Iglesia cada vez más diversa. - Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Zuppi es un progresista vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, conocida por su trabajo en mediación de conflictos y ayuda a los pobres. Apoya la bendición de parejas homosexuales, la comunión para divorciados y un celibato sacerdotal opcional. Su estilo pastoral y su cercanía a Francisco lo hacen un fuerte candidato, aunque su relativa juventud podría generar dudas entre quienes prefieren un papado más breve. - Víctor Manuel Fernández (Argentina, 62 años)
Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fernández, apodado «Tucho», es muy cercano a Francisco y ha sido clave en decisiones progresistas como la aprobación de bendiciones a parejas del mismo sexo. Su enfoque teológico flexible y su origen latinoamericano lo hacen un candidato relevante, pero su progresismo genera controversia entre los conservadores, lo que podría limitar sus posibilidades. Además, algunos creen que ya se tuvo un papa latinoamericano reciente, lo que reduce sus chances. - Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Arzobispo de Marsella, Aveline ha ganado visibilidad por su trabajo en migración y su enfoque pastoral inclusivo. Convenció a Francisco de visitar Marsella para abordar estos temas, lo que refleja su sintonía con las prioridades del papa fallecido. Su progresismo prudente y su capacidad para generar consenso lo hacen atractivo, aunque su peso en la Curia es limitado. - Mario Grech (Malta, 68 años)
Secretario general del Sínodo de los Obispos, Grech ha trabajado en la sinodalidad, un pilar del pontificado de Francisco. Es progresista en temas como la bendición de parejas homosexuales y la posibilidad de mujeres diáconas. Su experiencia en el Sínodo le ha permitido conocer a muchos cardenales, dándole una ventaja política, pero su origen maltés y su perfil menos carismático podrían jugar en su contra. - Juan José Omella (España, 79 años)
Arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, Omella es un progresista que ha respaldado las reformas de Francisco. Su enfoque pastoral y su manejo de crisis, como los abusos en España, lo hacen respetado, pero su edad avanzada (cumple 80 en mayo de 2025) lo descarta prácticamente como papa, aunque sigue siendo influyente en el cónclave.
CONSERVADORES EN EL CÓNCLAVE: ¿UNA SORPRESA CONTRA EL LEGADO DE FRANCISCO?
Los cardenales conservadores con potencial para dar la sorpresa como sucesores de Francisco en el cónclave de 2025 son aquellos que, a pesar de ser minoría en un Colegio Cardenalicio mayoritariamente nombrado por Francisco, tienen liderazgo, influencia y capacidad para generar consensos entre los electores más tradicionales y aquellos que buscan un cambio de rumbo tras las reformas progresistas de Francisco. Aquí están los más destacados:
- Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Prefecto emérito del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Sarah es una figura prominente del ala conservadora. Es conocido por su defensa de la liturgia tradicional, su oposición a las bendiciones de parejas homosexuales y su crítica a lo que considera una «desviación» progresista en la Iglesia. Su origen africano podría atraer a cardenales de regiones periféricas, donde el catolicismo es más tradicional, y su experiencia en la Curia le da peso. Sin embargo, su edad avanzada (cumple 80 en junio de 2025) y su postura polarizante podrían limitar sus posibilidades, aunque sigue siendo un líder influyente que podría ser un «candidato de compromiso» si los conservadores logran un bloque sólido. - Raymond Leo Burke (EE.UU., 76 años)
Cardenal estadounidense y antiguo prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Burke es un líder conservador que ha criticado abiertamente las reformas de Francisco, especialmente en temas como la comunión para divorciados y la sinodalidad. Es un defensor de la ortodoxia doctrinal y un favorito de los sectores tradicionalistas, particularmente en América del Norte. Aunque su origen estadounidense podría ser una desventaja (nunca ha habido un papa de EE.UU.), su capacidad para articular una visión conservadora clara podría darle apoyo si los cardenales buscan un giro hacia la tradición. Su perfil polémico, sin embargo, lo hace un candidato divisivo. - Gerhard Ludwig Müller (Alemania, 77 años)
Ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (2012-2017), Müller es un teólogo conservador que, aunque fue nombrado por Benedicto XVI, mantuvo una relación tensa con Francisco por sus críticas a documentos como Amoris Laetitia. Defiende una línea ortodoxa en temas doctrinales y ha expresado preocupaciones sobre la descentralización de la Iglesia. Su experiencia teológica y su origen europeo podrían atraer a cardenales que desean un retorno a un enfoque más tradicional, pero su carácter directo y su salida de la Curia bajo Francisco podrían restarle apoyos entre los bergoglianos. - Willem Jacobus Eijk (Países Bajos, 71 años)
Arzobispo de Utrecht, Eijk es un cardenal conservador con formación médica y teológica, conocido por su postura firme contra la secularización y su defensa de la doctrina tradicional en temas como el matrimonio y el celibato sacerdotal. Ha criticado las aperturas progresistas de Francisco, como la sinodalidad y la bendición de parejas del mismo sexo. Su origen europeo y su claridad doctrinal lo hacen un candidato viable para los conservadores, aunque su perfil bajo en la escena internacional podría limitar su alcance. Podría surgir como una sorpresa si los conservadores buscan un candidato menos polarizante que Sarah o Burke. - Péter Erdő (Hungría, 72 años)
Arzobispo de Budapest, Erdő es un conservador moderado con experiencia en derecho canónico y un perfil más conciliador que otros de su línea. Fue considerado un posible candidato en 2013 y sigue siendo respetado por su equilibrio entre tradición y pragmatismo. Aunque apoyó algunas reformas de Francisco, como la sinodalidad, se ha mostrado crítico con aperturas en temas morales. Su origen europeo y su capacidad para tender puentes entre facciones lo convierten en un candidato sorpresa si el cónclave se estanca entre progresistas y conservadores extremos.
CONTEXTO Y POSIBILIDADES DE SORPRESA
De los 133 cardenales electores en 2025, solo alrededor de 30 son claramente conservadores, lo que los coloca en desventaja frente a los aproximadamente 50 cardenales progresistas nombrados por Francisco.
Sin embargo, los 40 cardenales de zonas periféricas, aunque nombrados por Francisco, tienden a ser tradicionalistas en temas doctrinales, lo que podría inclinar la balanza hacia un conservador si se forma un bloque sólido. Además, la polarización en el cónclave podría llevar a un candidato de compromiso.
Entre los mencionados, Péter Erdő y Willem Eijk tienen mayor potencial para dar la sorpresa, ya que combinan un perfil conservador con una actitud menos confrontacional, lo que podría atraer a electores moderados y tradicionales. Sarah y Burke, aunque líderes influyentes, son más divisivos, lo que reduce sus posibilidades en un cónclave donde se necesitan dos tercios de los votos (90 de 133).
Müller, por su parte, podría ser un candidato viable si los conservadores buscan un teólogo de peso, pero su relación tensa con Francisco podría restarle apoyos. La clave estará en la capacidad de los conservadores para unificar su voto y negociar con los moderados.
MUNDO
Escenario en el Cónclave 2025: Un candidato moderado se perfila como opción ante la polarización

Por Redacción Conciencia Pública //
La polarización en el Colegio Cardenalicio entre progresistas (alrededor de 50 cardenales) y conservadores (unos 30), junto con los 40 cardenales periféricos de inclinaciones tradicionales pero de diversos contextos, podría favorecer la elección de un candidato moderado que actúe como puente entre las facciones.
En un cónclave donde se requieren dos tercios de los votos (90 de 133 en 2025), un moderado tiene mayores probabilidades de alcanzar el consenso necesario si las votaciones iniciales se estancan. Aquí están los cardenales moderados con mayores posibilidades:
- Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Como Secretario de Estado del Vaticano desde 2013, Parolin es una figura central en la Curia y un moderado con experiencia diplomática. Ha apoyado las reformas de Francisco, como la sinodalidad y el diálogo interreligioso, pero mantiene un enfoque prudente en temas doctrinales, evitando posturas extremas. Su habilidad para manejar crisis (como las negociaciones con China sobre el nombramiento de obispos) y su perfil conciliador lo hacen un candidato fuerte. Además, su origen italiano podría apelar a los cardenales europeos (45% del colegio), mientras que su trabajo global lo hace aceptable para las periferias. Sin embargo, algunos podrían verlo como demasiado vinculado a Francisco, lo que podría restarle apoyo entre los conservadores. - Christoph Schönborn (Austria, 80 años)
Arzobispo de Viena, Schönborn es un moderado respetado por su equilibrio teológico y pastoral. Formado bajo Benedicto XVI, ha apoyado algunas reformas de Francisco, como la comunión para divorciados en ciertos casos (Amoris Laetitia), pero mantiene posturas tradicionales en temas como el celibato sacerdotal. Su capacidad para mediar entre progresistas y conservadores, junto con su experiencia en la Curia, lo hace un candidato viable. Sin embargo, su edad (cumple 80 en enero de 2025, lo que lo haría inelegible si el cónclave se retrasa) y su salud delicada podrían ser obstáculos. Si el cónclave ocurre pronto, tiene posibilidades reales. - Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (Honduras, 82 años)
Arzobispo emérito de Tegucigalpa y coordinador del Consejo de Cardenales (C9) de Francisco, Maradiaga es un moderado con inclinaciones progresistas en temas sociales, pero más tradicional en doctrina. Ha apoyado la agenda de Francisco sobre pobreza y cambio climático, pero su edad (ya superó los 80) lo descarta como elector y candidato. Sin embargo, su influencia como líder latinoamericano y su capacidad para tender puentes podrían hacerlo un «hacedor de reyes», apoyando a otro moderado como Parolin. - João Braz de Aviz (Brasil, 77 años)
Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada, Braz de Aviz es un moderado con un enfoque pastoral. Aunque apoya la línea de Francisco en temas como la sinodalidad, ha mostrado cautela en asuntos doctrinales, lo que lo hace aceptable para algunos conservadores. Su origen latinoamericano y su experiencia en la Curia lo posicionan bien, pero su perfil menos visible y la reciente presencia de un papa latinoamericano (Francisco) podrían limitar sus posibilidades. Aun así, podría surgir como un candidato de consenso si las facciones no logran acordar. - Odilo Pedro Scherer (Brasil, 75 años)
Arzobispo de São Paulo, Scherer es otro moderado con un perfil discreto pero sólido. Fue considerado un candidato en 2013 y sigue siendo respetado por su equilibrio entre tradición y apertura. Apoya la descentralización de Francisco, pero es más conservador en temas morales, lo que podría atraer a cardenales periféricos y tradicionales. Su origen latinoamericano es una ventaja en un colegio más diverso, pero su falta de carisma y la percepción de que América Latina ya tuvo un papa reciente podrían jugar en su contra.
CONTEXTO Y POSIBILIDADES
En un cónclave polarizado, los moderados tienen la ventaja de poder atraer votos de ambos lados. De los 133 electores, los progresistas tienen una mayoría relativa, pero los conservadores, junto con los cardenales periféricos (muchos de ellos tradicionales), podrían inclinarse por un candidato que no sea ni demasiado reformista ni excesivamente ortodoxo.
La clave estará en las primeras rondas de votación: si ni los progresistas (como Tagle o Zuppi) ni los conservadores (como Sarah o Burke) logran los 90 votos necesarios, un moderado podría emerger como solución.
Pietro Parolin tiene las mayores posibilidades debido a su experiencia, su perfil diplomático y su capacidad para generar consenso entre facciones. Es visto como una continuidad de Francisco, pero con un tono menos disruptivo, lo que podría calmar a los conservadores. Christoph Schönborn, si aún es elegible, también tiene opciones sólidas por su prestigio teológico y su capacidad para dialogar con ambos lados, aunque su edad es un factor limitante.
João Braz de Aviz y Odilo Scherer son opciones menos probables, pero podrían ganar terreno si el cónclave se prolonga y se busca un candidato de compromiso con raíces en América Latina, una región clave para el catolicismo actual. La elección dependerá de cuánto estén dispuestas las facciones a ceder para evitar un estancamiento prolongado.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo