MUNDO
Las revelaciones del hombre que abrió el Muro de Berlín a 30 años de su caída: “No había otra alternativa”

(Cortesía de Sputnik Mundo)
Hace exactamente 30 años, los ciudadanos berlineses derribaron un muro de hormigón que había dividido a Alemania en dos zonas durante casi tres décadas. Sputnik conversó con Harald Jaeger, el guardia fronterizo de la República Democrática Alemana (RDA) que abrió primero la frontera entre las dos Alemanias aquella noche histórica.
Una vez que abrió la puerta, la muchedumbre de alemanes del Este se abalanzó hacia la República Federal de Alemania.
Por su parte, los guardias de los demás puntos de control del Muro de Berlín siguieron el ejemplo de Jaeger, algo que dio inicio a la caída del muro.
Jaeger reveló que los empleados de las unidades de control de pasaportes trabajaron para el Ministerio para la Seguridad Nacional de la República Democrática Alemana (Stasi). Sin embargo, usaban el uniforme de la Guardia Fronteriza para no levantar sospechas.
Pese a los acontecimientos de noviembre de 1989, Jaeger creía que la RDA seguiría existiendo. El día posterior a la caída del Muro de Berlín, su compañero de trabajo, Edwin Görlitz, le dijo: «Harald, creo que este es el fin. El fin de la República Democrática Alemana». «En ese momento, no había otra alternativa», confesó Jaeger.

Harald Jaeger
CONTRABANDO Y MIGRACIÓN
El interlocutor de Sputnik reveló que al principio apoyó el cierre de la frontera entre las dos Alemanias en agosto de 1961 debido a problemas como la migración circular o el contrabando del Este al Oeste.
No obstante, admitió que el control fronterizo se endurecía cada vez más y que, cuando se enteró de que las autoridades habían instalado ametralladoras y minas antipersonas en la frontera, ni siquiera quería pensar en eso.
«Transferimos la responsabilidad de una persona a un mecanismo», declaró a Görlitz.
Jaeger subrayó que para los guardias fronterizos que se encontraban en las torres de vigilancia ubicadas a una distancia de 300 metros era casi imposible apuntar a las piernas de los desertores.
Por su parte, las autoridades de la República Democrática Alemana restringían cada vez más la libertad de sus residentes.
«Y nosotros seguíamos hablando de la victoria del socialismo, de la difusión de la democracia», reveló el exguardia fronterizo, quien admitió que ese fue el momento en el que pensó que «algo tenía que cambiar».
En la primavera de 1989, los ciudadanos de la RDA que querían abandonar el país ocuparon las embajadas de la República Federal de Alemania en los países del bloque del Este, como Polonia o Hungría.
En ese momento, Jaeger preguntó a Görlitz quiénes eran esos invasores, a lo que este respondió que, en su mayoría, eran jóvenes.
«Eran jóvenes en los que confiábamos, y ellos nos abandonaban. Si la juventud abandona el país, el Estado ya no tiene derecho de existir. Deberíamos haber lamentado su partida», admitió.
EL INICIO DEL FIN
El 9 de noviembre, el funcionario del Partido Socialista Unificado de Alemania Günter Schabowski anunció erróneamente en una rueda de prensa en directo que todas las leyes para cruzar la frontera habían sido derogadas.
«¿Qué mierda está diciendo?», se preguntó Jaeger, quien estaba de guardia en ese momento. Luego, llamó a sus jefes del Ministerio para la Seguridad del Estado, aunque no tomaron en serio sus palabras.
Mientras tanto, cada vez más personas se congregaban frente al punto de control.
Jaeger reveló que el teniente Ziegerhorn, del Ministerio para la Seguridad, afirmó que no podía ayudarle y que hasta había avisado al jefe de seguridad Wolfgang Herger, pero confesó que no les creían.
Sin embargo, más tarde, el jefe le llamó y le ordenó que dividiera a los ciudadanos de la RDA en dos grupos y permitiera cruzar la frontera a quienes «se comportaban de manera provocativa». Al mismo tiempo, tenía que poner el sello en sus fotos y, de este modo, anular sus pasaportes. Además, tenía que guardar sus datos para que nunca pudieran volver a Alemania del Este.
Alrededor de 500 personas tuvieron la oportunidad de cruzar el muro, 200 de las cuales ya tenían pasaportes inválidos.
Jaeger cuenta el caso de una pareja que quiso volver a Berlín del Este. Sin embargo, el hombre tenía su foto sellada y solo su esposa pudo volver a casa.
«Y ese fue el momento en el que entendí lo que habíamos hecho», confesó Jaeger, quien optó por desobedecer la orden y permitió que ambos volvieran a Berlín Oeste.
Jaeger también aprendió que la decisión de la Stasi contradecía las leyes de la RDA, ya que, desde el punto de vista jurídico, solo un tribunal, y no un policía fronterizo, podía privar de nacionalidad a los residentes del país.
«Técnicamente, violé la ley. No tuve que seguir esa orden, pude negarme a hacerlo desde el principio», reveló.
En ese momento decidió solo hacer lo que creía que era correcto. A las 23:30 del 9 de noviembre, Jaeger ordenó a los guardias del punto fronterizo en la calle Bornholmer que levantaran la barrera y suspendieran el control fronterizo. Y este fue el momento en el que abrió el Muro de Berlín.
«NO HUBO ALEGRÍA»
«Todo mi mundo se cayó a pedazos», reveló Jaeger, quien señaló que, al ver a los residentes de la RDA abandonando el país, pensó que, en realidad, le abandonaban a él.
El expolicía confesó que lo único que quería era llorar y que «no hubo alegría cuando los vio desfilando» al otro lado de la frontera. Luego, se topó con un compañero que estaba llorando por lo ocurrido.
Harald Jaeger admitió que nadie tenía derecho a abrir la frontera —ni siquiera el mismísimo Gorbachov ni el ministro de Defensa, Heinz Kessler—, ya que los países del Pacto de Varsovia estaban obligados a coordinar sus actividades en la frontera.
«Si abren la frontera con la RFA, abren la frontera oeste del Pacto de Varsovia, lo que equivale a una capitulación», explicó. Jaeger subrayó que nadie pudo dar una orden así y que solo una persona como él pudo abrir la frontera «sin intención».
El 14 de noviembre, la Fiscalía Militar de la RDA inició una investigación para hacer comparecer ante la Justicia a un «grupo de personas no identificadas» que habían abierto la frontera en la calle Bornholmer. En ese momento, no se sabía oficialmente que era Jaeger el que dio la orden.
TESTIGO ESPAÑOL DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN
El entonces embajador de España en la República Democrática Alemana, Alonso Álvarez de Toledo, fue testigo del histórico momento.
El 9 de noviembre de 1989, escribió en su diario —publicado más tarde bajo el título Notas a pie de página: memorias de un hombre con suerte—: «Gracias a una coincidencia increíble, he sido testigo de la apertura del muro, que se convirtió en un acontecimiento histórico hoy a las 9:12. No pudo ser más trivial. Sin bombos ni platillos, sin avisos previos ni anuncios públicos, un empleado desconocido de la policía fronteriza abrió la puerta en la valla y dijo a las personas que esperaban al otro lado que podían pasar».
Más tarde, reveló en una entrevista con el diario XLSemanal que fue él quien le dio el «primer empujón» al Muro de Berlín.
«Eso, al menos, me confesó el oficial al mando del punto de control de la calle Bornholmer, el primero que se abrió la noche del 9 de noviembre de 1989», recordó.
«Si me abría la puerta solo a mí, por ser embajador, delante de toda aquella muchedumbre, lo matan. Así que pidió instrucciones y, como ningún superior le respondía, mandó todo a hacer puñetas y dejó cruzar a la gente. Fue el primer paso fronterizo que se abrió», agregó Toledo.
«EL 9 DE NOVIEMBRE NUNCA PASÓ»
El exguardia fronterizo declaró a Sputnik que después de los acontecimientos de aquel día, no tuvo que dar explicaciones ni redactar informe alguno.
«El 9 de noviembre nunca pasó en la RDA», confesó. Jager agregó que el reporte diario de los 9 y 10 de noviembre simplemente desapareció.
En noviembre de 2014, Mijaíl Gorbachov rindió homenaje a Jager en la gala de la fundación internacional Cinema for Peace y le otorgó el título de Héroe de Paz. Sin embargo, el hombre no cuenta con ningunos títulos o galardones por parte de las autoridades alemanas.
«No abrí el camino a través del muro. Simplemente me aseguré de que todo pasara con tranquilidad y sin derramamiento de sangre. El mérito era mío y de mis entonces colegas. No voy a permitir que me quiten este mérito. Estoy orgulloso de eso», concluyó.
MUNDO
Elección del Papa León XIV: El mundo recibe su elección entre esperanza y cautela

Por Raúl Cantú //
La elección del cardenal Robert Francis Prevost como Papa León XIV el 8 de mayo de 2025, marcó un hito histórico al ser el primer pontífice estadounidense y el segundo de América, tras el Papa Francisco. Su nombramiento generó un amplio espectro de reacciones globales, desde celebraciones hasta análisis críticos, reflejando la relevancia de la Iglesia Católica en el panorama mundial. A continuación, se destacan los impactos y reacciones más significativos, organizados en cuatro aspectos clave:
Celebración y orgullo en Estados Unidos y Perú
Estados Unidos: La elección de León XIV fue recibida con entusiasmo en su país natal. El presidente Donald Trump expresó su orgullo en Truth Social, calificándola como “un gran honor para nuestro país” y mostrando interés en reunirse con el nuevo pontífice.
Líderes políticos como el secretario de Estado Marco Rubio, el expresidente Barack Obama y el alcalde de Chicago Brandon Johnson destacaron el significado histórico de un Papa estadounidense, enfatizando su potencial para unir y liderar con compasión. La Arquidiócesis de Chicago y la Universidad de Villanova, alma máter de Prevost, también celebraron su trayectoria y humildad.
Perú: La nacionalidad peruana de León XIV, adquirida en 2015 tras décadas de trabajo misionero, generó una ola de júbilo. La presidenta Dina Boluarte lo describió como un “ciudadano peruano por elección y corazón”, destacando su labor pastoral en Chiclayo y su cercanía con los más necesitados. La Conferencia Episcopal Peruana lo elogió como un “latino-estadounidense” con visión global, y la Federación Peruana de Fútbol lo celebró como un “capitán” de la fe.
Impacto: La doble identidad de León XIV como estadounidense y peruano rompió el tabú histórico contra un Papa de una superpotencia, posicionándolo como un puente entre el Norte y el Sur global, con expectativas de un liderazgo inclusivo y centrado en los marginados.
REACCIONES POLÍTICAS Y DIPLOMÁTICAS GLOBALES
Europa: Líderes europeos destacaron el potencial de León XIV para promover la paz y los derechos humanos. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su esperanza de que el pontificado fortaleciera el diálogo global, mientras los Reyes de España resaltaron su mensaje de paz. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otros líderes de la UE subrayaron la disposición para colaborar con el Vaticano en desafíos como el cambio climático y la dignidad humana. El primer ministro británico Keir Starmer calificó la elección como “trascendental”, y la primera ministra italiana Giorgia Meloni lo vio como una guía espiritual en un mundo necesitado de esperanza.
Rusia y Ucrania: Vladimir Putin expresó su deseo de mantener un “diálogo constructivo” basado en valores cristianos, mientras Volodímir Zelenski valoró la postura del Vaticano contra la invasión rusa y pidió apoyo moral continuo.
América Latina: La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum reafirmó la convergencia humanista con el Vaticano, y el presidente colombiano Gustavo Petro instó a León XIV a defender a los migrantes latinoamericanos “humillados” en EE.UU. La presidenta de Argentina, a través de su vicepresidenta Cristina Fernández, y el presidente Javier Milei también celebraron la elección, este último con un mensaje simbólico.
Impacto: Las reacciones reflejan expectativas de que León XIV actúe como mediador en un contexto global polarizado, con énfasis en la paz, la justicia y la cooperación multilateral, continuando el legado diplomático de Francisco.
EXPECTATIVAS DE CONTINUIDAD Y DESAFÍOS ECLESIALES
Continuidad con Francisco: León XIV, cercano al Papa Francisco, es percibido como un centrista con inclinaciones progresistas, lo que sugiere una continuidad en temas como la atención a los pobres, la sinodalidad y la reforma eclesial. Su elección del nombre “León” evoca a León XIII, conocido por su doctrina social, lo que podría indicar un enfoque en la justicia social y el diálogo con la modernidad. Su primera misa en la Capilla Sixtina, donde habló de ser un “fiel administrador” de la Iglesia, reforzó estas expectativas.
Desafíos internos: La elección generó debates sobre el poder estadounidense en la Iglesia. Expertos como Anne Barrett Doyle de BishopAccountability expresaron preocupaciones sobre una percepción de “consolidación excesiva” del poder de EE.UU., mientras otros, como Cristina Traina, esperaban un Papa del Sur global. Además, surgieron controversias sobre supuestos encubrimientos de abusos en Perú, negados por el obispo Edinson Farfán, quien afirmó que Prevost actuó correctamente derivando casos al Centro de Escucha.
Impacto: León XIV enfrenta el reto de equilibrar las reformas de Francisco con las tensiones internas entre facciones conservadoras y progresistas, mientras mantiene la credibilidad de la Iglesia frente a escándalos históricos.
PERSPECTIVAS AMBIENTALES Y SOCIALES
Cambio climático: La elección de León XIV fue vista como una oportunidad para continuar el legado ambiental de Francisco, autor de Laudato Si’. Su discurso de noviembre de 2024, donde pidió pasar “de las palabras a la acción” en el cambio climático, y su defensa de una relación recíproca con la naturaleza, generaron esperanzas de un liderazgo climático fuerte, especialmente relevante para países vulnerables como Perú.
Derechos humanos y migración: Su experiencia en América Latina, especialmente en Perú durante la represión de los años 90, lo posiciona como un defensor potencial de los derechos humanos. Su crítica al indulto de Alberto Fujimori en 2017, pidiendo un perdón personal a las víctimas, refleja un enfoque de reconciliación. Líderes como Petro esperan que abogue por los migrantes, mientras otros anticipan un énfasis en la pobreza y la justicia social.
Impacto: León XIV tiene la oportunidad de consolidar la influencia moral del Vaticano en temas globales urgentes, pero deberá navegar un contexto de creciente nacionalismo y polarización, donde su pragmatismo y cautela política serán clave.
ENTRE ESPERANZA Y CAUTELA
La elección de León XIV desató una mezcla de celebración, esperanza y cautela a nivel mundial. Su identidad como estadounidense y peruano, su cercanía al legado de Francisco y su experiencia pastoral lo posicionan como un líder con potencial para unir regiones y abordar desafíos globales. Sin embargo, enfrenta retos significativos, desde percepciones de hegemonía estadounidense hasta tensiones internas en la Iglesia. Las reacciones de líderes mundiales, organizaciones y fieles reflejan una expectativa común: que su pontificado sea un faro de paz, diálogo y justicia en un mundo fragmentado.
DISCURSO COMPLETO DEL PAPA LEÓN XIV (8 DE MAYO DE 2025)
El discurso inaugural del Papa León XIV, pronunciado el 8 de mayo de 2025 desde el balcón de la Basílica de San Pedro tras su elección como Sumo Pontífice, es un mensaje de paz, unidad y diálogo, con un fuerte énfasis en la continuidad del legado del Papa Francisco. Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense con nacionalidad peruana, elegido en la cuarta votación del Cónclave de 2025, adoptó el nombre de León XIV y se dirigió a los fieles en italiano, con una parte en español dedicada a la diócesis de Chiclayo, Perú, donde fue obispo. A continuación se ublica el discurso completo basado en transcripciones de fuentes confiables.
“¡La paz esté con todos vosotros! Queridísimos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el Buen Pastor que dio la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz entrara en vuestros corazones, alcanzara a vuestras familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la Tierra. La paz esté con vosotros.
Esta es la paz de Cristo Resucitado, una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente. Aún conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendecía a Roma. ¡El Papa que bendecía a Roma daba su bendición al mundo entero, aquella mañana del día de Pascua! Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: ¡Dios nos quiere, Dios los ama a todos, y el mal no prevalecerá! ¡Estamos todos en las manos de Dios! Por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante. Somos discípulos de Cristo. Cristo va delante de nosotros. El mundo necesita su luz. La humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada por Dios y su amor.
Ayúdennos también ustedes, los unos a los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz. ¡Gracias al Papa Francisco! Quiero agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, tratando siempre de trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.
Soy hijo de San Agustín, agustino, que dijo: “Con ustedes soy cristiano y para ustedes obispo.” En este sentido, todos podemos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado. ¡A la Iglesia de Roma, un saludo especial! [Aplausos] Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a acoger como esta plaza con los brazos abiertos. Todos, todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, el diálogo y el amor.
(Parte en español) Y si me permiten también, una palabra, un saludo a todos aquellos y, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo. (Fin de la parte en español)
A todos vosotros, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca, sobre todo, de aquellos que sufren. Hoy es el día de la Súplica a la Virgen de Pompeya. Nuestra Madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor.
Ahora quisiera rezar junto a ustedes por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz en el mundo. Pidamos esta gracia especial a María, nuestra Madre. [Recita el Ave María]. [Imparte la bendición Urbi et Orbi].
MUNDO
La sorpresa de León XIV: El espíritu santo y las bolas de cristal

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Mi primo Gabriel Ibarra Félix me escribió tras la elección del Papa León XIV, con su típico humor: “¿Qué tal los vaticanólogos y sus bolas de cristal? ¡Está más difícil adivinarle al Espíritu Santo que a una elección mexicana!” Y no le falta razón. La elección del cardenal Robert Francis Prevost, estadounidense y peruano, como nuevo pontífice el 8 de mayo de 2025, dejó a todos con la boca abierta. Ni los expertos más sesudos ni las casas de apuestas, que ya hacen negocio con los cónclaves, tuvieron al nuevo Papa en sus quinielas.
La elección sorprendió porque los pronósticos subestimaron la opacidad del cónclave, se centraron en candidatos de alto perfil, ignoraron la viabilidad de un candidato de consenso como Prevost y no anticiparon cómo los cardenales priorizarían estabilidad y continuidad sobre narrativas regionales o mediáticas
Los vaticanólogos, con sus listas de “papabili”, apostaban por nombres como Parolin, Tagle, Erdő o Schönborn, figuras de alto perfil que encajaban en narrativas previsibles: un Papa asiático, un europeo moderado o un progresista carismático. Pero Prevost, un agustino de 69 años con trayectoria misionera en Perú y un perfil discreto como prefecto del Dicasterio para los Obispos, no estaba en el radar. ¿Por qué? Porque el cónclave, con sus 129 cardenales electores, es un enigma sellado por el secreto y guiado por dinámicas internas que escapan a las especulaciones externas.
La elección de León XIV demuestra que el Espíritu Santo no sigue guiones mediáticos. Los cardenales, moldeados por el legado de Francisco, buscaron un candidato de consenso: alguien que uniera al Norte y al Sur global, que continuara las reformas sinodales y que ofreciera estabilidad en una Iglesia herida por escándalos. Prevost, con su doble identidad y su experiencia en periferias, emergió como esa figura inesperada, recordándonos que los cónclaves no son elecciones políticas, sino actos de fe y discernimiento.
La elección de un nuevo Papa, tras la muerte de Francisco, ha dejado en evidencia, una vez más, que el poder —incluso en su dimensión espiritual— no se somete fácilmente a las quinielas de los expertos. Los autodenominados «vaticanólogos» y analistas, con sus elaboradas proyecciones basadas en tendencias geopolíticas, perfiles ideológicos y supuestas señales del cónclave, han fallado estrepitosamente en predecir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio.
¿Por qué se equivocaron? La respuesta no está en la falta de información, sino en la incapacidad de comprender la complejidad de una institución milenaria que opera en un terreno donde lo humano y lo divino se entrelazan de formas impredecibles.
Primero, los vaticanólogos cayeron en la trampa de proyectar sus propios prejuicios y agendas. Muchos apostaron por un Papa que reflejara las prioridades de la modernidad: un líder progresista para continuar el legado de Francisco, un conservador para «corregir el rumbo» o incluso un outsider de África o Asia para simbolizar una Iglesia global.
Sin embargo, olvidaron que el Colegio Cardenalicio no es un parlamento ni una junta corporativa. Sus decisiones no se rigen por encuestas o corrientes mediáticas, sino por un delicado equilibrio de poder, fe y, en muchos casos, inspiración impredecible. La elección de un Papa no es solo política; es un acto que los cardenales creen guiado por el Espíritu Santo, un factor que ningún algoritmo o análisis puede prever.
Segundo, los analistas subestimaron la opacidad del cónclave. A pesar de los avances en la era de la información, el Vaticano sigue siendo un bastión de secretismo. Las filtraciones son mínimas, y las verdaderas negociaciones entre cardenales —si es que las hay— ocurren en susurros, no en titulares.
Los vaticanólogos, confiados en sus fuentes y en la lógica de las facciones, construyeron castillos en el aire. Creyeron que los cardenales votarían como bloques predecibles: los europeos contra los latinoamericanos, los progresistas contra los tradicionalistas. Pero la historia del cónclave nos enseña que las alianzas son fluidas y las sorpresas, frecuentes. Recordemos que el propio Bergoglio, en 2013, no estaba en las listas de los favoritos.
Tercero, muchos se dejaron llevar por profecías sensacionalistas, como las de Nostradamus, que hablaban de un «Papa Negro» o el fin del catolicismo. Estas narrativas, amplificadas por medios en busca de clics, distorsionaron el análisis serio. En lugar de estudiar la composición del Colegio Cardenalicio o las prioridades teológicas de la Iglesia, algunos analistas se perdieron en especulaciones esotéricas, alimentando un circo mediático que poco tenía que ver con la realidad. Como escribí alguna vez sobre la política mexicana, «las sorpresas de la vida son más dinámicas e impredecibles de lo que los expertos quieren admitir» (Conciencia Pública, 2022). Lo mismo aplica al Vaticano.
Finalmente, los vaticanólogos olvidaron que la Iglesia no opera con la lógica del mundo secular. Mientras los analistas buscaban un Papa que respondiera a las demandas de la opinión pública —diversidad, inclusión, cambio climático—, los cardenales priorizaron la misión espiritual y la estabilidad institucional. La elección del nuevo Papa, cuya identidad ha desafiado las expectativas, refleja una decisión que trasciende las categorías de izquierda o derecha, Norte o Sur. Es un recordatorio de que la Iglesia, con sus contradicciones y misterios, no se deja encasillar.
En conclusión, los vaticanólogos erraron porque confiaron demasiado en sus herramientas terrenales: contactos, tendencias y narrativas prefabricadas. Subestimaron la profundidad de una institución que, aunque anclada en el mundo, se rige por reglas propias.
LO QUE ESPERA EL MUNDO DE LEÓN XIV
León XIV hereda las reformas sinodales de Francisco y el reto de los escándalos de abusos. Los fieles esperan que impulse la sinodalidad, incluya a los laicos y restaure la credibilidad eclesial, con claridad en la inclusión femenina y la respuesta a víctimas. Su pragmatismo como prefecto del Dicasterio para los Obispos es un activo, pero su pasado en Perú será escrutado.
Globalmente, se anticipa un liderazgo en cambio climático, siguiendo Laudato Si’, y en derechos humanos, por su experiencia en Perú durante la represión. Líderes como Petro lo ven como defensor de migrantes y pobres, aunque deberá sortear tensiones geopolíticas entre EE.UU. y otras potencias para mantener la neutralidad vaticana.
León XIV es esperado como un unificador en un mundo dividido. Su humildad y formación agustina le permiten dialogar con diversas culturas y religiones. Con gestos proféticos y misericordiosos, tiene la oportunidad de guiar a la humanidad hacia la reconciliación, consolidándose como pastor global.
CARTÓN POLÍTICO
León XIV: El Papa de la unidad y la esperanza
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