NACIONALES
La madre de todas las reformas: Las promesas incumplidas de la fallida reforma energética de EPN

Opinión, por Cayetano Frías Frías //
La reforma energética de 2013 consolidó su proceso de negociación en los sótanos del Congreso de la Unión, donde funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto y líderes de legisladores intercambiaron votos por maletas y bolsas repletas de billetes, además de promesas de apoyo para fortalecer los cacicazgos regionales a través de los gobiernos estatales.
Como el prometer no empobrece, dijeron que con la reforma iban a crear 3.5 millones de nuevos empleos, uno entre 2013 y 2018, en tanto que de 2019 a 2025 se crearían 2.5 millones más. Las maravillas de la reforma alcanzarían para sumar un crecimiento porcentual en el Producto Interno Bruto del 1 por ciento al año de 2018, mientras que para 2025 ya se sumarían 2 puntos porcentuales más.
En materia petrolera, prometieron que se lograría elevar la producción hasta 3 millones de barriles diarios, gracias a que en conjunto con los proyectos privados en generación de electricidad, aseguraban que llegarían carretadas de billones de dólares en inversiones, además de reducir significativamente los precios de los combustibles para automotores e industrias, así como para el consumo doméstico de electricidad.
¿Y cuál ha sido el resultado?
Entre 2015 y 2016, en las sedes petroleras de Ciudad del Carmen se perdieron 22 mil empleos, en tanto que en Tampico, Ciudad Madero y Altamira, fueron canceladas 3 mil 500 plazas, según reportes del IMSS.
Hay competencia en la distribución de combustibles, pero los precios se han elevado en lugar de reducirlos, lo cual desmonta la promesa de que bajarían los costos al usuario final. En cuanto a producción diaria de barriles de petróleo, a septiembre de 2021 Pemex reportó un promedio de 1 millón 666 mil barriles diarios, de los cuales solo el ridículo 1.8% fueron extraídos por los contratistas privados con 30 mil barriles diarios, a ocho años de aprobada la reforma. En cuanto al gas doméstico, el monopolio de unos cuantos a nivel nacional, triplicó el precio de un tanque de 30 kilos entre 2016 y 2020.
Aún así se quejan los empresarios de que están detenidos decenas de proyectos, cuando no han mostrado interés por invertir en otros tantos que tienen autorizados desde el gobierno de Peña Nieto.
Un análisis elaborado por los investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, concluye que “la reforma se orienta más bien hacia la extracción de hidrocarburos como estrategia para la obtención de divisas, de recursos fiscales y de beneficios que dañan las posibilidades reales de crecimiento en el largo plazo, en parte porque conduce a una excesiva dependencia de la demanda externa y a una alta vulnerabilidad ante los cambios en los precios de las materias primas”.
En el documento “Reforma Energética 2013/2014”, Francisco Martínez Hernández, Mónica Santillán Vera y Ángel de la Vega Navarro, cuestionan que “el planteamiento de contenido nacional de la reforma energética como garante de desarrollo industrial para el país, más allá de aprobable o reprobable, es anacrónico respecto a las formas actuales del comercio internacional e incluso de la legislación mexicana vigente”.
Apuntan, entre otros errores, que los tratados internacionales firmados por México, están por encima por ejemplo del 3 por ciento a que obligan a las trasnacionales, como cuota de contenido nacional en los trabajos de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas y ultraprofundas.
Habrá que hacer notar que el desmantelamiento de Pemex fue más agresivo a partir del 16 de julio de 1992, al publicarse la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos subsidiarios, los cuales serían en adelante Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica. A partir de entonces se abrieron las puertas a la iniciativa privada sin aval de una reforma constitucional, por orden de Carlos Salinas de Gortari. En 2018 ya sumaban más de 60 empresas creadas como apéndices de Pemex, todas dedicadas al saqueo del erario en mayor o menor medida.
En cuanto a la Comisión Federal de Electricidad, tema que ha provocado mayor escozor en el ala conservadora de los políticos y empresarios, la exposición de motivos de la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso para una nueva reforma en materia energética, en la cual entran además los hidrocarburos y el litio, se precisa que de seguir el mismo marco legal, la Comisión Federal de Electricidad va a desaparecer.
Pintan un panorama de caos, al señalar que tan solo en los rubros de la energía no despachada que equivale al 45 por ciento de la capacidad de generación de la CFE, la compra anual de energía a permisionarios privados y el pago de certificados de energías limpias, se registran pérdidas anuales por 444 mil 459 millones de pesos.
El 29 de marzo de 2016, la Secretaría de Energía publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo para fragmentar a la CFE en nueve empresas, las cuales operan con autonomía, pero en la Ley sigue apareciendo como responsable de ellas el director general, sin que pueda intervenir en la administración de éstas.
Actualmente la reforma peñista avala cuatro modalidades de operación a la inversión privada: Productores Independientes, Sociedades de Autoabastecimiento, Subastas de Largo Plazo y centrales construidas tras la reforma energética. Las dos primeras son ilegales, dado que fueron rescatadas de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, la cual fue abrogada al entrar en vigor la reforma de 2013. Con base en ese esquema ilegal, se tolera que las empresas privadas se hayan apropiado del 43 por ciento de la generación de energía, cuando sus inversiones no van más allá de una capacidad del 19 por ciento y esto causa un quebranto económico que no es precisado en la iniciativa de reforma.
Otro daño a las finanzas de la CFE, lo cometen los permisionarios que no pagan la tarifa de porteo tipo estampilla postal, al no cubrir el costo real del transporte de la energía, alteran el orden del despacho de energía y le da ventaja a las ofertas de localidades más distantes las cuales saturan las redes eléctricas sin el correspondiente pago. Una consecuencia de lo anterior, es la simulación de los operadores privados, pues en 239 centrales eléctricas de autoabastecimiento tienen 77 mil 764 grandes consumidores “socios-clientes” con acciones de un dólar y que tienen acceso a los subsidios, además de que les facturan los servicios, incurriendo en fraude fiscal.
El servicio de energía tiene cuatro sistemas en el país: Sistema Eléctrico Nacional, Sistema Interconectado Nacional, Sistema Eléctrico Aislado de Baja California y Sistema Eléctrico Aislado de Baja California Sur, lo cual provoca las dificultades cuando un permisionario reclama a la CFE que envíe energía de un sistema a otro independiente.
Algo increíble, es que más de cien centrales de generación de energía han sido financiadas mayoritariamente con recursos públicos, tanto desde la Banca de Desarrollo e incluso para disponer del patrimonio que los trabajadores tienen en las Afores, pues ha apalancado 123 proyectos entre 2014 y 2020, con tasas preferenciales y aportando por arriba del 50% de los recursos invertidos.
Bancomext aportó el 64 por ciento en 69 proyectos, Nafin el 71 por ciento en 36 proyectos y Banobras el 66 por ciento en 18 proyectos. Aunque en la iniciativa no se precisan cantidades invertidas, el Consejo Coordinador Empresarial informó el jueves pasado que los empresarios mexicanos han canalizado 21 mil 500 millones de dólares en el desarrollo de parques fotovoltaicos y eólicos entre 2010 y marzo de 2021, por lo cual la aportación de la Banca de Desarrollo y de las Afores, debe ser muy superior a esa cantidad. Sumados todos los rubros en que se escamotean recursos a la CFE, sin exagerar hay pérdidas superiores al medio billón de pesos, gracias a la reforma energética peñanietista.
En esa crónica del caos, merece medalla especial la ausencia de planeación para responder a las necesidades reales de cada región y subsanar carencias en las zonas de mayor rezago. Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía con Peña Nieto, otorgó permisos de generación sin el menor respaldo de un documento que visualizara la demanda en esa fecha y los requerimientos a futuro.
La demanda estimada a 2024 es de 52 mil 410 MW, pero ellos autorizaron permisos por 104 mil 372 MW, es decir, que los permisos duplican la demanda. A 2021, la CFE reporta que ya están instalados 86 mil 039 MW, cuando la demanda real máxima en 2020 fue de 46 mil 628 MW.
Eso sin contar que están pendientes de aprobación solicitudes de generación instalada para llegar a 134 mil 409 MW, que equivale al triple de la generación requerida, cuando la CFE considera que con una capacidad de reserva entre el 15 y 20 por ciento, es suficiente para operar el sistema eléctrico nacional en condiciones de seguridad. ¿Dónde irán a colocar casi 80 mil MW si se aprueban todas las solicitudes?
LA INICIATIVA DE AMLO
Como lo precisa en su presentación, es una “reforma en materia energética”, en la cual sobresalen las modificaciones a la Constitución, para que el Estado recupere la exclusividad en la explotación y administración de los recursos naturales -el petróleo, el litio, energía nuclear, el agua-, así como preservar a la Comisión Federal de Electricidad como institución dominante en el mercado y rector de la distribución de la energía eléctrica, que en adelante se tendría contemplado como asunto concerniente a la seguridad nacional y emblema de soberanía, no solo como empresa proveedora de servicios o supeditada a entes externos como los permisionarios privados, que es la situación actual.
Las empresas privadas abastecen el 62 por ciento de la demanda de energía eléctrica, privilegiadas por contratos ilegales y actos de simulación entre proveedores y clientes, en tanto que la CFE solo aporta el 38 por ciento, con el quebranto natural al desperdiciar el 19 por ciento de su capacidad de generación. En la iniciativa se plantea que la CFE genere por lo menos el 54 por ciento de la energía, en tanto que los privados podrán participar con un tope del 46 por ciento de la demanda.
Se propone desaparecer las nueve empresas autónomas que crearon durante el gobierno de Peña Nieto, además de integrar ya sin autonomía a la CENACE a la CFE, en tanto la CRE también deja de ser autónoma y se integra en la Secretaría de Energía.
“Tratándose de minerales radiactivos, litio y demás minerales considerados estratégicos para la transición energética, no se otorgarán concesiones. Corresponde exclusivamente a la nación el área estratégica de la electricidad. La nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines”, puntualiza la iniciativa.
“Tratándose del petróleo y de los hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, en el subsuelo, la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se otorgarán concesiones”, se precisa para rechazar las concesiones de los gobiernos neoliberales.
ENTREVISTAS
Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Por Francisco Junco //
“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.
Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.
Un camino desde abajo
Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.
“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.
Retos de una elección sin precedentes
En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.
Dilemas judiciales
Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.
“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.
Una justicia humana y equitativa
Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.
Propuestas claras
¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:
“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.
Deuda histórica con las víctimas
Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.
El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.
En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.
En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.
CARTÓN POLÍTICO
Herida abierta
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo