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NACIONALES

Las reformas a los sistemas de pensiones en México: Vital para el futuro de los trabajadores

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Actualidad, por Alberto Gómez R. //

Los sistemas de pensiones gubernamentales son pilares fundamentales para garantizar la estabilidad y el bienestar económico de los ciudadanos en la vejez. En México, las reformas al sistema de pensiones han sido tema de un intenso debate, especialmente en el contexto de las modificaciones más recientes de 2020.

Estas reformas buscan corregir las deficiencias de los cambios implementados en 1997 y 2007 durante gobiernos neoliberales, que se percibieron como perjudiciales para los pensionados y beneficiosas para las empresas privadas administradoras de las Afores.

En 1995, durante el Gobierno del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) se aprobó la reforma a la Ley del IMSS de 1973, que entonces regía la forma en que los trabajadores recibían una pensión al retirarse.

El sistema de pensiones vigente de 1973 a 1997, daba a los trabajadores una pensión de acuerdo con la edad a la que se retiraban y el promedio de su sueldo en los cinco años anteriores al retiro. Tenía dos modalidades: retiro por cesantía entre los 60 y 64 años; y por vejez a partir de los 65 años.

Para solicitar la pensión, el trabajador debió haber cotizado 500 semanas como mínimo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que equivalen a unos 10 años de trabajo. El monto que recibían los trabajadores dependía, además del promedio del sueldo, de la edad a la que se retiraban.

Si lo hacían por cesantía podían recibir entre el 75% y el 95% del promedio de su sueldo; si lo hacían por vejez recibían el 100%.

REFORMA DE 1997

Antes de 1997, año en que se aplicó la reforma propuesta en 1995, el sistema de pensiones en México operaba bajo un esquema de reparto a través del IMSS. En este modelo, las contribuciones de los trabajadores activos financiaban las pensiones de los jubilados. Este sistema se sostenía gracias a una alta proporción de trabajadores activos frente a jubilados, y se caracterizaba por una cobertura relativamente amplia y beneficios definidos. Sin embargo, el sistema enfrentaba supuestos problemas de sostenibilidad debido a la disminución de la tasa de natalidad y al aumento de la esperanza de vida, lo que incrementaba la proporción de jubilados en relación con los trabajadores activos.

El 1 de julio de 1997 entró en vigor la nueva Ley del Seguro Social, vigente hasta el momento, y cuyo modelo se basa en que cada trabajador tiene una cuenta individual en la que se van sumando sus aportaciones, las de su patrón y las del Gobierno.

Dichas cuentas están bajo la tutela de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), que son instituciones financieras vigiladas por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). Actualmente hay 10 Afores: 9 privadas y una del Estado.

Cada bimestre, el patrón aporta 5,15% del salario base; el Gobierno federal pone la llamada Cuota Social de 0,225% del salario base; y el trabajador, el 1,125% de su salario. En total, la Afore recibe el 6,5% del salario base de cotización.

Además, el trabajador puede hacer aportaciones voluntarias cada quincena o mes para aumentar el saldo de su ahorro.

Esta reforma fue promovida bajo el argumento de mejorar la sostenibilidad del sistema y reducir la carga fiscal del gobierno. Se introdujeron las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), instituciones privadas encargadas de gestionar las cuentas individuales de los trabajadores. Bajo este esquema, cada trabajador tenía una cuenta individual donde se depositaban sus contribuciones, las cuales se invertían en el mercado financiero con el objetivo de generar rendimientos para financiar su jubilación.

La reforma de 1997 tuvo consecuencias mixtas. Si bien alivió la carga fiscal del gobierno al reducir su responsabilidad directa en el pago de pensiones, también trajo consigo problemas significativos. Las Afores comenzaron a cobrar comisiones elevadas por la gestión de las cuentas, reduciendo significativamente los ahorros acumulados por los trabajadores. Por ejemplo, durante los primeros años, las comisiones por manejo de cuenta llegaron a representar hasta el 2% del saldo anual, un costo excesivo que afectaba el monto final disponible para la jubilación.

Además, la baja densidad de cotización, es decir, el número de semanas que los trabajadores contribuyen al sistema durante su vida laboral, resultó en saldos insuficientes para garantizar pensiones adecuadas. Muchas personas no lograban acumular los fondos necesarios, lo que derivaba en pensiones extremadamente bajas. Por ejemplo, si un trabajador tenía un sueldo de $10 mil pesos mensuales, su pensión era de alrededor de $2,500 pesos al mes.

REFORMA DE 2007

La reforma de 2007 se enfocó en el sistema de pensiones para los trabajadores del Estado, administrado por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Similar a la reforma de 1997, se introdujo un esquema de capitalización individual para los nuevos trabajadores, mientras que los trabajadores existentes podían optar por mantenerse en el sistema anterior o migrar al nuevo sistema.

Esta reforma también enfrentó críticas debido a problemas similares a los del sistema de Afores. Las comisiones cobradas por las Afores del ISSSTE fueron consideradas altas y el rendimiento de las inversiones a menudo no compensaba estos costos. Asimismo, se encontraron diversas anomalías en la administración de los fondos, incluyendo prácticas de inversión cuestionables y falta de transparencia en la gestión de los recursos.

Además, diversas investigaciones han revelado que muchos políticos y expolíticos del PRI y el PAN tenían participación en las empresas de Afores, lo que generaba conflictos de interés y sospechas de corrupción. Este entorno permitió prácticas abusivas, como el cobro de comisiones excesivas y la manipulación de los rendimientos para favorecer a ciertos grupos económicos.

REFORMA DE 2020

En un esfuerzo por abordar las deficiencias de las reformas anteriores, en 2020 se aprobó una nueva reforma al sistema de pensiones en México. Esta reforma tenía varios objetivos clave:

Aumento de las aportaciones. Se incrementaron las aportaciones obligatorias de los empleadores de manera gradual, pasando del 5.15% al 13.875% del salario base de cotización en un periodo de ocho años. Este aumento tiene como objetivo mejorar el saldo acumulado en las cuentas individuales de los trabajadores.

Reducción de las semanas necesarias para la pensión. Se redujo el requisito de semanas cotizadas de 1,250 a 750 semanas, con un aumento progresivo hasta llegar a 1,000 semanas en 2031. Esta medida busca facilitar el acceso a una pensión para un mayor número de trabajadores, especialmente aquellos con historial laboral irregular.

Mejora de la Pensión Garantizada. La Pensión Garantizada, ajustada a la inflación, se incrementó para asegurar un ingreso mínimo digno para los jubilados, particularmente aquellos con bajos ingresos.

Reducción de comisiones. Se establecieron regulaciones más estrictas para las comisiones que las Afores pueden cobrar, buscando reducir los costos para los trabajadores y mejorar los rendimientos netos de sus ahorros para el retiro. Actualmente se han reducido a menos de la mitad de los cobros anteriores, quedando en 0.56% de las aportaciones del trabajador.

Beneficios de la reforma. Las reformas de 2020 intentan corregir los errores del pasado, asegurando que los trabajadores tengan mayores ahorros y, por ende, pensiones más dignas. Se estima que, con la nueva estructura de aportaciones y menores comisiones, los saldos acumulados en las cuentas de los trabajadores podrían aumentar significativamente, mejorando las pensiones futuras.

PRÓXIMAS MODIFICACIONES PROPUESTAS

El gobierno federal ha propuesto futuras modificaciones para continuar mejorando el sistema de pensiones en México:

Pensión universal. Una de las propuestas más destacadas es la creación de una pensión universal que garantice un ingreso básico a todos los adultos mayores, independientemente de su historial laboral. Esta medida busca ampliar la cobertura y reducir la desigualdad en los beneficios de pensión.

Aumento de contribuciones. Se plantea incrementar aún más las contribuciones patronales y gubernamentales para asegurar la sostenibilidad del sistema y mejorar los montos de las pensiones.

Transparencia y eficiencia. También se busca implementar medidas para mejorar la transparencia y eficiencia en la administración de las Afores, incluyendo auditorías más estrictas y la eliminación de conflictos de interés.

LOS MEJORES SISTEMAS DE PENSIONES DEL MUNDO

Países Bajos. El sistema de pensiones en los Países Bajos es conocido por su sostenibilidad y adecuación. Consiste en tres pilares: una pensión estatal básica (AOW), pensiones ocupacionales y ahorros privados. La AOW proporciona un ingreso básico para todos los residentes mayores de 67 años, financiado por impuestos. Las pensiones ocupacionales son gestionadas por fondos específicos de cada sector y son obligatorias, mientras que los ahorros privados permiten a los individuos complementar sus ingresos de jubilación.

El sistema holandés asegura una cobertura amplia y pensiones adecuadas, lo que reduce la pobreza en la vejez y asegura una calidad de vida digna para los jubilados. Además, la estructura tripartita proporciona estabilidad y diversificación de riesgos.

Dinamarca. El sistema danés se caracteriza por su eficiencia y sostenibilidad. Incluye una pensión estatal básica financiada por impuestos, pensiones ocupacionales obligatorias gestionadas por fondos específicos y ahorros privados incentivados mediante deducciones fiscales. Este sistema asegura una base de ingresos sólida para todos los ciudadanos mayores de 67 años.

Dinamarca tiene una de las tasas más bajas de pobreza en la vejez en el mundo, gracias a su sistema de pensiones robusto y bien financiado. La transparencia y la gestión eficiente de los fondos de pensiones son factores clave en su éxito.

Australia. Australia combina una pensión estatal financiada por impuestos (Age Pension) con un esquema de ahorro obligatorio conocido como Superannuation. La Age Pension ofrece un ingreso básico a los ciudadanos mayores de 66 años y medio, mientras que el Superannuation obliga a los empleadores a contribuir un porcentaje del salario de los trabajadores a fondos de pensiones privados, promoviendo una alta tasa de ahorro y seguridad financiera para los jubilados.

El sistema australiano fomenta una alta tasa de ahorro personal, lo que permite a los jubilados tener ingresos más altos y una mayor seguridad financiera. Además, la combinación de ingresos garantizados y ahorros privados proporciona una red de seguridad sólida y flexible.

Suecia. El sistema de pensiones en Suecia es reconocido por su flexibilidad y solidez. Consta de una pensión de ingresos basada en los ingresos a lo largo de la vida laboral, una pensión garantizada para aquellos con bajos ingresos y pensiones ocupacionales complementarias. Este modelo asegura que todos los ciudadanos reciban una pensión adecuada, independientemente de sus ingresos previos.

Suecia ha logrado reducir significativamente la pobreza en la vejez mediante un sistema de pensiones que equilibra adecuadamente la responsabilidad individual y la seguridad proporcionada por el Estado. La transparencia y la equidad son características fundamentales de este sistema.

Los sistemas de pensiones gubernamentales son esenciales para garantizar el bienestar económico de los jubilados y asegurar una sociedad más equitativa. Las próximas modificaciones propuestas buscan ampliar la cobertura y asegurar un nivel de ingresos digno para todos los adultos mayores.

Al comparar los sistemas de pensiones más exitosos del mundo, como los de Países Bajos, Dinamarca, Australia y Suecia, se pueden extraer valiosas lecciones para México. Estos modelos destacan por su combinación de pilares estatales, ocupacionales y privados, proporcionando una red de seguridad robusta y diversificada para los jubilados. Implementar prácticas similares en México podría contribuir a un sistema de pensiones más justo y sostenible, asegurando el bienestar de las futuras generaciones de trabajadores.

Es vital que el gobierno mexicano continúe reformando y mejorando el sistema de pensiones, no solo para corregir los errores del pasado, sino también para garantizar un futuro más seguro y digno para todos los trabajadores del país.

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JALISCO

Consejos para la jubilación

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Opinión, por Arturo Pérez Díaz //

Cumplir 55 años no solo marca un nuevo capítulo en la vida, también enciende una alerta: es momento de pensar con seriedad en el retiro. Muchas personas posponen esta reflexión, confiadas en que aún hay tiempo.

Sin embargo, el marco legal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), establece requisitos que no se cumplen de la noche a la mañana y que, de no gestionarse oportunamente, pueden traducirse en la pérdida de derechos adquiridos durante toda una vida laboral.

Acorde al Consejo Nacional de Población (CONAPO), hasta el año 2024 el 12.3% de la población total del estado eran personas adultas mayores de 60 años o más, lo que equivale a 1 millón 085 mil 609 habitantes.

Así de grande es el problema de las jubilaciones en Jalisco, que en la mayoría de los casos se concibe como problema, dado que reciben pagos mensuales de miseria, en caso de que todo adulto de este grupo de edad haya logrado una jubilación.

Para entender el tema hay que revisar el artículo 138 de la Ley del Seguro Social, que indica requisitos para obtener una jubilación: para la pensión por vejez se necesitan 65 años de edad y al menos 500 semanas cotizadas (diez años de trabajo formal). Pero también existe la opción de cesantía en edad avanzada, disponible de 60 a 64 años de edad, si se cuenta con las mismas semanas cotizadas y ya no se tiene trabajo remunerado.

Aun así, ningún beneficio es automático: hay que solicitarlos y acreditar los requisitos ante el IMSS, lo cual puede ser confuso para muchos, además de que toma tiempo.

La decisión de pensionarse debe ser estratégica y no dejarla al tiempo porque equivale al olvido. Dejar pasar los años sin revisar cotizaciones, sin confirmar la situación laboral, sin conocer los montos aproximados de cesantía o jubilación por vejez, puede poner en riesgo no solo la pensión, sino también las asignaciones familiares, ayuda asistencial y servicios médicos a los que se tiene derecho (arts. 137 y 145).

Por ello, quienes cumplen 55 años deben comenzar ya el proceso de revisión de jubilación, analizando: semanas cotizadas, modalidades de retiro, documentación, trámites y requisitos ante el IMSS. Ser omiso y no hacerlo a tiempo puede llevar a perder beneficios irrecuperables. La vejez no llega de golpe, pero cuando lo hace, no perdona la omisión. Es mejor prevenir que lamentar.

Toda una vida de trabajo puede llevar el riesgo de jubilarse con montos injustos de 9 mil quinientos pesos mensuales. Sin embargo, la mayoría de la gente debería saber que hay opciones de incrementar las jubilaciones hasta montos mayores de 80 mil pesos, mediante una estrategia legal acorde a la propia ley del IMSS.

Una pensión justa es aquella que brinda los medios adecuados para pagar los servicios de salud, alimentación y cuidado del jubilado, pero muchas personas adultas no lograron una pensión, y los que sí tuvieron derecho recibieron pensiones de hambre.

Muestra de ello es que, a pesar de tener edad de retiro, la gente sigue trabajando. Así lo demuestra el INEGI, a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Según resultados del primer trimestre de 2024, el 19.5% de la población de 65 años y más en Jalisco era económicamente activa, es decir, 182 mil 375 personas; de las cuales 64.2% (117,108) eran hombres y 35.8% (65,267) mujeres. Destaca que, el cien por ciento de las personas adultas mayores económicamente activas se encontraba ocupado.

Una jubilación justa se debe empezar a trabajar a los 55 años de edad, en las próximas colaboraciones expondremos las estrategias para lograr pensiones mayores a lo que le tiene programado el IMSS a quienes caminan ya rumbo al sexto piso.

Lograr una vejez tranquila, sin tener necesidad de seguir trabajando hasta una edad muy avanzada, es posible, pero hay que informarse de los derechos laborales y de las prestaciones.

El mayor problema es el de personas que tienen más de 50 años de edad y hoy laboran sin seguridad social, sin los beneficios de una AFORE, INFONAVIT y sobre todo sin cotizar para una jubilación, que con una adecuada información, toda esta gente estaría a tiempo de rescatar una jubilación digna. La informalidad provoca daños en el futuro de los trabajadores, porque, llegado el tiempo, vivirán una vejez sin protección social, sin dinero.

La gente debería saber que existen mecanismos legales para regularizar su situación en cualquier giro laboral, logrando la protección del IMSS con servicios médicos, cirugías y medicamentos en el presente y una pensión para el futuro.

Algunos ejemplos de incorporación al IMSS son los trabajos domésticos, en donde miles de mujeres trabajan para un patrón que no les brinda hasta hoy la afiliación al seguro social que puede realizarse de una forma sencilla. Otro caso son los trabajadores de aplicaciones móviles como Uber y Didi, que a partir de junio de este año ya se deben inscribir por ley al IMSS.

También existen trabajadores independientes de alto nivel, como los dentistas, que siempre por tradición han sido independientes y no tienen patrón que los incorpore al seguro social. Para ellos también existen modalidades de afiliación al IMSS, y aunque muchos creen que la población de escasa formación es la víctima de la injusticia de las jubilaciones, esto no es así, también profesionistas están descobijados en su futuro laboral.

Si toda persona inscrita en el IMSS, que tiene ahora más de 55 años de edad y que pertenece a la Ley 73, se preocupara hoy por informarse, estaría a tiempo de evitar una jubilación injusta con montos bajos que empobrecen a los jubilados.

A la población que pertenece a la ley 73 del IMSS, le asiste la ley con varios beneficios que, sin embargo, no son ejercidos por ignorancia. El mayor beneficio es poder continuar cotizando para una jubilación a pesar de que se hayan quedado sin empleo, y por su edad, ya nadie quiso brindarles empleo formal.

El beneficio se conoce como continuación voluntaria, con lo que, al contribuir directamente y pagar su afiliación, podrán asegurar su retiro aun cuando se hayan quedado sin patrón y un empleo formal. Pero, adicionalmente, tienen el derecho de enriquecer su cotización, elevando el salario base, lo cual repercute en una pensión que puede ser en 2025 superior a 80 mil pesos mensuales.

Es tiempo de prepararse para el futuro y no dejarlo al día a día, el tiempo y el futuro están más cerca de lo que parece, infórmese.

E-mail: amper61@hotmail.com

Arturo Pérez Díaz es periodista independiente, ha sido docente de política, opinión pública y mercadotecnia política, así como asesor profesional de comunicación pública.

 

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JALISCO

Día del Ingeniero: ¿Por qué se celebra hoy?

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Por Redacción Conciencia Pública //

Cada 1 de julio se celebra en México el Día del Ingeniero, una efeméride establecida en 1973 por Eugenio Méndez Docurro, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, con el respaldo del presidente Luis Echeverría Álvarez.

Se propuso que fuera el 1 de julio debido a que, en esta fecha, pero de 1776, se expidió la Real Cédula para la creación del Real Tribunal de Minería en México, que dio origen a la fundación del centro de docencia e investigación llamado Real Seminario de Minería, donde tuvieron lugar los primeros planes de estudio y textos para las primeras escuelas de ingeniería en América.

Este homenaje reconoce la labor de los profesionales que, mediante ciencia, tecnología y creatividad, diseñan soluciones que impulsan el desarrollo de infraestructuras, productos y servicios esenciales para nuestra sociedad.

En 2025 la ingeniería en México y América Latina vive un momento de transformación gracias a la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la automatización y la industria 4.0. Perfiles como ingenieros DevOps/SRE, especialistas en MLOps, arquitectos de datos en la nube e ingenieros en IA están en demanda creciente.

Según datos de AMITI, alrededor del 70 % de las empresas mexicanas están adoptando tecnologías avanzadas, pero un estudio de Manpower Group revela que 45 % de estas empresas enfrentan dificultad para cubrir vacantes especializadas.

Esta brecha muestra tanto la importancia de la formación continua como el enorme potencial de los ingenieros para forjar el futuro económico y tecnológico del país.

Hoy, la celebración no solo destaca el aporte tradicional de los ingenieros civiles, eléctricos o mecánicos, sino que también visibiliza la creciente participación de mujeres en la profesión, impulsada por fechas específicas como el Día de la Mujer Ingeniera (23 de junio) y políticas que buscan la equidad.

Este Día del Ingeniero, más que festejo, es una invitación a reconocer y fortalecer el papel estratégico del gremio en la innovación, sostenibilidad y equidad nacional.

Celebramos a las y los ingenieros que día a día demuestran su compromiso, responsabilidad y servicio para el desarrollo del país.

¿Cuáles son las ingenierías mejor pagadas en México?

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló recientemente datos sobre los salarios promedio de diversas carreras en México. Dentro de esta lista, destacan las ingenierías, que se posicionan entre las carreras mejor pagadas en el país.

A continuación, te presentamos las ingenierías con los salarios más altos, según el IMCO:

1. Ingeniería en electrónica, automatización y aplicaciones de la mecánica-eléctrica

Salario promedio mensual: 22 mil 877 pesos

Esta ingeniería lidera el listado de las mejor pagadas en México. Los profesionales en esta área son altamente demandados debido a la creciente automatización en diversas industrias y la necesidad de integrar sistemas electrónicos y mecánicos para mejorar la eficiencia y productividad.

2. Ingeniería en electricidad y generación de energía

Salario promedio mensual: 22 mil 834 pesos

La generación y distribución de energía es un sector crítico para cualquier economía. Los ingenieros especializados en electricidad y energía juegan un papel vital en asegurar el suministro continuo y eficiente de electricidad, lo cual es esencial para el desarrollo industrial y económico.

3. Ingeniería mecánica y profesiones afines al trabajo metálico

Salario promedio mensual: 21 mil 869 pesos

Los ingenieros mecánicos y aquellos especializados en trabajos metálicos están en alta demanda debido a su habilidad para diseñar, analizar, fabricar y mantener sistemas mecánicos. Sus competencias son cruciales en sectores como la manufactura, la automotriz y la aeronáutica.

4. Ingeniería industrial

Salario promedio mensual: 21 mil 829 pesos

La ingeniería industrial se enfoca en optimizar procesos y sistemas, lo que es esencial para mejorar la eficiencia y reducir costos en cualquier empresa. Estos ingenieros son clave en la mejora continua y la gestión de la cadena de suministro, haciéndolos indispensables en múltiples industrias.

5. Ingeniería de procesos químicos

Salario promedio mensual: 19 mil 624 pesos

Estos ingenieros trabajan en el desarrollo y mejora de procesos químicos utilizados en la producción de bienes y materiales. Su labor es fundamental en industrias como la farmacéutica, la petroquímica y la de alimentos y bebidas, donde la precisión y la eficiencia son esenciales.

Las ingenierías siguen siendo una de las opciones académicas más prometedoras en México, no sólo por la estabilidad laboral que ofrecen, sino también por los atractivos salarios.

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JALISCO

Juan Huerta Péres: Cuidemos a nuestra planta laboral

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Por Francisco Junco //

Durante el Foro para la Implementación de la Semana Laboral de 40 Horas realizado en la Universidad Panamericana, el secretario general de la Federación de Trabajadores de Jalisco (FTJ), Juan Huerta, lanzó una advertencia contundente: una reforma laboral precipitada o mal gestionada podría incrementar significativamente la informalidad en el país.

Huerta subrayó que una transición apresurada a la jornada de 40 horas con pago equivalente a 56 horas debe realizarse de manera gradual, en un plazo de dos a cinco años si fuera necesario, priorizando la protección de la planta laboral mexicana. «No estamos para bollos», afirmó, destacando la fragilidad del mercado laboral actual.

El líder sindical señaló que México enfrenta un panorama económico y laboral preocupante. Con un 54.6% de trabajadores informales, según datos recientes, y una generación de empleo que ha caído un 14.4% entre 2020-2024 en comparación con 2020-2025, la situación exige cautela.

Huerta explicó que las micro, pequeñas y medianas empresas, que generan el 68.4% de los empleos en el país, son el pilar del mercado laboral, mientras que las grandes empresas apenas contribuyen con un 21.5%. Esta dependencia, combinada con una deficiente creación de nuevos empleos, refleja la urgencia de una estrategia bien definida, afectada por la incertidumbre y la ausencia de políticas públicas de inversión de capital sostenible.

Huerta también alertó sobre las proyecciones económicas sombrías para 2025, con el Producto Interno Bruto (PIB) estimado entre -0.2% y 1.4% según el Banco de México, lo que agrava la falta de dinamismo en el empleo. «Actuemos con responsabilidad», instó, proponiendo una implementación planeada, organizada y acordada entre el sector productivo y el gobierno.

De no ser así, advirtió, la informalidad podría aumentar hasta en un 20% del empleo formal, poniendo en riesgo a millones de trabajadores. «Cuidemos nuestra planta laboral», concluyó, enfatizando la necesidad de un enfoque equilibrado para evitar un colapso en el mercado laboral formal.

RESPALDO A REFORMA LABORAL

La CTM en Jalisco expresó su respaldo a una reforma que busca reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales. Para Juan Huerta Péres, esta transformación es no solo necesaria, sino inevitable. Pero debe realizarse de forma responsable, con una implementación gradual y bajo un enfoque de justicia laboral y sostenibilidad económica.

Durante su participación en el Foro para la Implementación de la Semana Laboral de 40 Horas, realizado en la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, Juan Huerta planteó que la CTM se decanta por una reforma constitucional, pero que su aplicación no sea abrupta, sino escalonada y ampliamente negociada.

LA ÚLTIMA REFORMA FUE HACE 100 AÑOS

México, recordó, fue vanguardia en 1917 al establecer constitucionalmente una jornada máxima de ocho horas diarias, cuando la mayoría del mundo aún permitía extensas jornadas de hasta 15 o 18 horas. Sin embargo, hoy ese liderazgo se ha erosionado, ya que mientras países como Francia, Alemania, incluso Colombia y Chile ya operan con jornadas de entre 35 y 40 horas, en México aún se discute la transición, por lo que reconoció que “ahora nos hemos quedado a la saga”.

“Han pasado más de 100 años de distancia de la entrada en vigor del artículo 123 constitucional, de la puesta en vigor de las 48 horas semanales, ahora nos vemos adentrados a una ruta irreversible para alcanzar la jornada de 40 horas semanales. Su promulgación responderá a los principios de justicia laboral, de la necesaria mejora de las condiciones de bienestar integral”, sentenció.

“Así, el mundo del trabajo, del siglo XXI, requiere de una nueva visión del bienestar laboral. Sin duda esto significa redefinir los espacios de la jornada laboral, ampliando el espacio vital del trabajador, el tiempo que requiere para su familia, sus aspiraciones y necesidades emocionales y espirituales, para el descanso y el mismo ocio”, señaló.

LA PROPUESTA

Al mismo tiempo, presentó una propuesta integral que incluye medidas fiscales, salariales y de bienestar, para garantizar que la reducción de horas no ponga en riesgo la viabilidad económica de las empresas ni la generación de empleos formales.

“La Federación de Trabajadores de Jalisco y la CTM Nacional plantean una reforma al artículo 123 constitucional para garantizar dos días de descanso por cinco laborados, como un derecho universal. De la misma manera, la creación de una prima sabatina para quienes laboren ese día, la reducción a 40 horas con un pago de 56 horas y la revisión del esquema fiscal del ISR en horas extras, además de una revisión a la limitación del reparto de utilidades”, subrayó.

“No estamos para bollos. Recordemos que traemos un 54.6% de trabajadores informales. Las micro, pequeñas y medianas empresas generan un 68.4% total de empleos en México y eso no hay forma de cambiarlo ni de ocultarlo. Las grandes empresas solo generan un 21.5% del total de los empleos del país”.

Refirió que, de acuerdo con datos de la OCDE, México es el país que más horas trabaja al año entre sus miembros, pero también uno de los que menos productividad genera. Esta paradoja, señaló, es un claro ejemplo de que la cultura del sobretrabajo no ha sido sinónimo de desarrollo.

Por ello, la CTM ha propuesto cuatro líneas estratégicas para la implementación responsable de la jornada de 40 horas, gradualidad, reconocimiento de la heterogeneidad de la planta productiva, mejora continua de la productividad y el mejoramiento de la calidad de vida del trabajador.

“Las experiencias internacionales, pero fundamentalmente las realidades y exigencias propias, abren los puntos para trazar nuestra hoja de ruta. Insisto, bajo la premisa de ganar-ganar. Tenemos que actuar con responsabilidad e implementar la jornada laboral de forma gradual, planeada, organizada y, sobre todo, acordada entre los actores del sector productivo y el gobierno”, sostuvo.

EL ESCENARIO ECONÓMICO NO ES ALENTADOR

El líder sindical advirtió, sin embargo, que el escenario económico no es alentador y refirió que de acuerdo con datos del Banco de México, el PIB para 2025 podría situarse entre el -0.2% y el 1.4%. A esto se suma una caída del 14.4% en la generación de nuevos empleos comparado con 2024.

“Tenemos una muy deficiente generación de nuevos empleos, por varios factores fundamentales, pero principalmente por la incertidumbre y la falta de una aplicación de una estrategia en materia de una política pública de inversión de capital sustentable”, advirtió.

Para el dirigente de la CTM Jalisco, el debate sobre las 40 horas no debe ser visto como una confrontación entre patrones y trabajadores, sino como una oportunidad de construir un nuevo pacto social.

Precisó la posición de la CTM de apoyar la reforma laboral de las 40 horas con pago de 56 (los siete días de la semana) y de forma gradual, implementándola entre 2 y 5 años, de ser necesario. “Actuemos con responsabilidad e implementemos la jornada de 40 horas en forma gradual, planeada, organizada, y sobre todo, acordada con los actores del sector productivo y el gobierno, de lo contrario, terminaremos mandando a la informalidad otro 20% del empleo formal”.

CUATRO LÍNEAS DE ACCIÓN HACIA UNA HOJA DE RUTA ESTRATÉGICA PARA LA REFORMA LABORAL

Las experiencias internacionales, combinadas con las realidades y exigencias propias de México, sientan las bases para trazar una hoja de ruta fundamentada en el principio de ganar-ganar. La Confederación de Trabajadores de México (CTM) propone un plan estructurado en cuatro líneas estratégicas que buscan equilibrar los intereses de empleadores y trabajadores, adaptándose a las necesidades del país.

  1. Aplicación gradual del modelo: Se propone implementar la reducción de la jornada laboral en un plazo de dos a cuatro años, extensible a cinco si fuera necesario. El objetivo es generar condiciones consensuadas entre empleadores y sindicatos para ajustar la jornada sin comprometer la viabilidad económica ni la productividad de las empresas, asegurando una transición ordenada y sostenible.
  2. Reconocimiento de la heterogeneidad productiva: Dado que la planta productiva nacional varía en escala, retos y características según la industria y tipo de empresa, se requiere una aplicación flexible de la nueva legislación. Esta adaptabilidad reconoce las diferencias regionales y sectoriales, permitiendo soluciones personalizadas que respeten la diversidad económica del país.
  3. Mejora permanente de la productividad: Inspirándose en prácticas internacionales, se busca compatibilizar la reducción de horas con un incremento de la productividad. Esto incluye incentivos dentro de la nueva jornada que eleven el rendimiento laboral. Según datos de la OCDE, México lidera en horas trabajadas anualmente entre sus miembros, pero no en eficiencia. Trabajar más no equivale a ser más productivo, por lo que esta línea prioriza la calidad sobre la cantidad.
  4. Mejora de la calidad de vida del trabajador: Para alinear la reforma de 40 horas con beneficios concretos, la CTM propone modificar el Artículo 123 Constitucional, garantizando dos días de descanso por cinco laborados como derecho universal. Además, se sugiere una prima sabatina para quienes trabajen ese día, el pago equivalente a 56 horas por una jornada de 40, una revisión del esquema fiscal del ISR en horas extras y una amplia reevaluación de las limitaciones al reparto de utilidades, fortaleciendo así el bienestar de los trabajadores y sus familias.
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