MUNDO
Trump y México: Relaciones difíciles

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
El pasado 20 de enero asumió para desempeñar su cargo en el período 2025-2029 de presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (EU), el señor Donald John Trump MacLeod, para todo mundo identificado simplemente como Donald Trump o escuetamente como Trump, archimillonario empresario de ideas racistas y fe cristiana sin rito ni dogma: era presbiteriano, pero en 2020 mudó su religiosidad a cristianismo sin denominación.
Ahora fue la segunda ocasión en que este miembro del Partido Republicano ejerce el puesto, habiendo sido la inicial a partir del 20 de enero de 2017 hasta el 19 de enero de 2021, teniendo como antecesor al notorio político demócrata -por cierto, el primero de color-, Barack Obama. Hace cuatro años le había sucedió el tibio Joe Biden (demócrata) quien paradójicamente ahora fue su predecesor, pero lo había derrotado electoralmente cuando Trump intentó reelegirse.
En su período anterior, Trump llevó como vicepresidente al evangélico Mike Pence, quien ya no es simpatizador del hablantín ejecutivo gringo, según declaró a la BBC: “cualquiera que se ponga por encima de la Constitución nunca debería ser presidente de Estados Unidos”, y para él, Trump fue infiel a la Constitución estadounidense. (BBC, junio 23/2023). Quizá por ello, el nuevo segundo de la presidencia del país de las barras y las estrellas es el senador por Ohio -un católico derechista- James David Vance. Este personaje originalmente nació como James Donald Bowman, quien luego llevó el apellido del tercer esposo de su madre (Beverly Carol Vance), razón por la que se llamó James David Hamel y desde 2014, al casarse, decidió adoptar el apellido de sus abuelos, debido a lo que actualmente es conocido como J.D. Vance.
Como es sabido, desde la campaña electoral de 2016, cuando venció a la popular Hillary Clinton -aun cuando obtuvo menos votos individuales, pero el anacrónico sistema de elección indirecta que rige en EU le dio el triunfo- el señor Trump, racista por definición, se caracterizó por sus desplantes brabucones, descollando su obsesión antinmigrante y particularizando sus críticas a los latinos, con especial mención de México, por lo que construir un muro en la vasta frontera de ambos países, fue su empeño.
El entonces mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, supo tratar al fanfarrón mandamás yanki y finalmente se tuvieron buenas relaciones, reflejadas en la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la no adopción de aranceles, llegando al grado de elogiarlo: «Quiero agradecer al gran presidente de México. Él es un gran caballero, un amigo mío. El presidente (López) Obrador es un hombre que realmente sabe lo que está pasando. Ama a su país y también ama a Estados Unidos». (El Economista, 12-I-2021).
Hoy por hoy, regresó al poder supremo estadounidense el señor Trump. Esto lo hizo contra los pronósticos que hace unos meses se hacían, pero la mediocridad de la administración de Joe Biden, sumado a la tardía nominación de la candidata presidencial demócrata Kamala Harris, adicional a problemas económicos resentidos por los bolsillos de sus conciudadanos, conspiraron para darle mayoría palmaria en las urnas: este fenómeno le da vitalidad al renovado Trump, quien ha redoblado sus bravatas y ambiciones para su finalidad de “Hacer a los Estados Unidos grande otra vez”, frase goebbeliana (por Goebbels, el ministro de propaganda nazi) utilizada como lema de campaña. Y los gringos se lo han creído, -igual que los alemanes admiradores de Hitler- relegando las afrentas que cometió su locuaz redentor: está declarado judicialmente como delincuente, tiene muchos cargos penales pendientes y hasta cuestiones fiscales oscuras. Esta situación hizo que la prensa divulgara el rompecabezas en un encabezado: “Trump, presidente con todo el poder y criminal convicto”. (El País, 6-nov-2024).
Lo esencial de las acciones en esta segunda era trumpiana, la expresó el magnate en su toma de posesión, y que podemos interpretarla por su conservadurismo al afirmar: “A partir de hoy, la política oficial del gobierno de Estados Unidos será que solo existen dos géneros, masculino y femenino”. El golpe a los derechos humanos, está a la vista.
Para asustar al mundo, y con dirección a Latinoamérica, es su afán resucitador del viejo sueño imperialista del Tío Sam: “Perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas”. Para ello, se comprometió a “construir el ejército más fuerte que el mundo haya visto jamás”, y él -Trump- como “Comandante en Jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones, y eso es exactamente lo que voy a hacer, lo haremos a un nivel que nadie ha visto antes”. De esa manera, como policía mundial, considera que “Nuestro poder detendrá todas las guerras y traerá un nuevo espíritu de unidad a un mundo que ha estado enojado, violento y totalmente impredecible”. Y en tal encomienda, enfatiza que “No nos dejaremos intimidar. No nos doblegarán y no fracasaremos”.
Así pues, bajo su gobierno, Trump declara que “La decadencia de Estados Unidos ha terminado” pues él encabeza una nueva visión que gobernará a EU y, por consiguiente, “La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo”, lo cual significa para su febril ideología y para el gusto de sus apasionados seguidores, que “La luz del sol está brillando sobre el mundo entero y Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovecharla como nunca antes”, con lo cual “El sueño americano pronto volverá a cobrar vida y prosperará como nunca antes…” y desde luego, el “mesías” es el reelecto gobernante norteamericano, quien sin tapujos pregona: “Fui salvado por Dios para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
En consecuencia, en su turbado pensamiento, busca recuperar el canal de Panamá, adquirir la isla de Groenlandia, convertir a Canadá en estado de la unión estadounidense, imponer cuantiosos aranceles a las mercaderías que ingresen a su nación, y en su arrobamiento mental, hasta cambiar el nombre del Golfo de México, por el de golfo americano. Al respecto, como una afirmación fue declarar una emergencia energética, observadores puntillosos atisban que eso fue para dar justificación a futuras exploraciones petrolíferas en esa zona marítima que indudablemente es mexicana.
Y siguiendo con México, manifestó el exultante mandamás norteño, que con motivo de los millares de migrantes que meditaba expulsar, restauraba el plan de que nuestra patria sería un tercer país seguro. A ello, por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum -CS-, el canciller Juan Ramón de la Fuente, respondió que, “si lo vuelven a instrumentar, la indicación es enfatizar en que es una decisión unilateral que toman ellos. No lo compartimos.” (Mañanera, 20-ene-2025). Sobre el tema, opiniones de muchísimos políticos, académicos y observadores, coinciden en que la actitud de la mandataria azteca ha sido acertada, valiente y madura.
Las fracciones parlamentarias en el Congreso de la Unión han estado acordes en respaldar a la presidenta. El diputado Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, anunció el 23 de enero, que se suscribió un acuerdo relativo a la relación bilateral México-Estados Unidos, por legisladores de Morena, PT, PVEM y la coordinadora parlamentaria de MC, manifestando “su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en la conducción de la política exterior y en defensa de los migrantes y el respeto a la soberanía”. Es de señalar, expresó Gutiérrez Luna, “que a tal acuerdo no se sumaron los dirigentes del panismo y el priismo. En su mezquindad…”, ellos hicieron cálculos para obtener dividendos políticos, dando la espalda a millones de mexicanos. Concluyendo: “Luego se quejan porque los llamamos traidores a la patria, pero eso son. Cuando no votaron los apoyos sociales, cuando no votaron la reforma eléctrica, y ahora, al regatear este apoyo, se convierten en traidores a la patria”.
Por su parte CS, al tiempo de agradecer a los mexicanos su mayoritario apoyo (entre el 70 y 80%) a su trabajo, recalcó el respaldo que recibió de los 32 gobernadores (incluidos de todos los partidos políticos) quienes representan la unidad nacional, así como el del sector privado que le enfatizó su apoyo. Incluso, internacionalmente se ha ponderado y tomado como ejemplo, el modo en que la presidenta mexicana encara al señor Donald Trump. Y ante esto, el mismísimo ejecutivo de EU, desde Washington expuso al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, que “Tenemos una relación muy buena con México. La situación ha mejorado en los últimos años. Lo más importante es asegurar la justicia entre ambos países”.
No cabe duda de que las relaciones mexicanas con Estados Unidos siempre han sido, no solo importantes, sino difíciles. Pero con unidad nacional y la sensibilidad evidente de nuestra presidenta, estamos ciertos que nuestra patria saldrá adelante.
CARTÓN POLÍTICO
Destapa la hipocresía
MUNDO
La personalidad de Donald Trump

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Donald Trump, con Tony Schwartz, escribieron el libro “El arte de la negociación”. De la edición del 26 de octubre de 2019 de Epublibre provienen estas frases entresacadas del texto para ilustrar con quién está lidiando el mundo.
“No lo hago por dinero. Tengo mucho dinero; más del que necesitará jamás. Lo hago ‘por amor al arte’. La negociación yo la entiendo como un arte. Que otros pinten magníficas telas o escriban poesías maravillosas. A mí me gusta hacer negocios, preferiblemente grandes negocios. Esa es mi vocación”.
Trump, el empresario, se ganó su reputación en Estados Unidos de Norteamérica por sus millonarios negocios inmobiliarios. “En contra de lo que muchos creen, no me gusta salir en periódicos; no soy partidario de hablar de mi vida privada. Sin embargo, tener una cobertura en los medios de información puede ser muy útil en los negocios”.
“Cuando concedo entrevistas procuro ser muy breve. Me protejo a mí mismo procurando permanecer flexible. Nunca me ato a un solo planteamiento; en mis malabarismos mantengo muchas bolas en el aire al mismo tiempo, porque muchos negocios fracasan, por muy prometedores que hayan parecido al principio.
“Lo peor que puede pasarle a uno en un negocio es tener una necesidad desesperada de hacerlo. Lo mejor es negociar desde una posición de fuerza, porque la posición más fuerte es la que encierra una ventaja. En los negocios, la ventaja se define como ‘tener algo que el otro quiere’, o que necesita; o, mejor aún, que no puede pasar sin lo que uno tiene. Muchas veces la ventaja demanda imaginación y labia vendedora; dicho de otra manera: hemos de convencer a nuestro oponente de que su propio interés está en cerrar el trato.
“La clave última de mi estilo promocional es la osadía. Juego con las fantasías de la gente. Muchos, aunque no sepan pensar a lo grande, sí que pueden emocionarse con las grandes ideas de otros. Por eso nunca está de más un poco de hipérbole. A la gente le gusta creer que tal o cual cosa es la más grande, la más atrevida o la más espectacular. Exagerar no es mentir; es decir, la exageración en su variedad inocente, que es, además, una forma de promoción muy eficaz.
“Aunque siempre conviene destacar lo positivo, en ocasiones la única opción es el enfrentamiento. Mi carácter es muy llevadero, me porto bien con los que se portan bien conmigo. Pero si alguien me trata mal o injustamente o pretende aprovecharse de mí, entonces peleo con la máxima dureza; no recomiendo ese género de reacción a todo el mundo, pero –según mi experiencia- cuando uno lucha por lo que cree, las cosas siempre terminan por arreglarse para bien (aunque en el camino se pierdan algunos que consideraba amigos)”.
“No se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo. Se puede crear expectación, montar una promoción estupenda y conseguir que los medios publiquen sus declaraciones (que usted no habrá de sazonar con una buena dosis de hipérbole; pero, al final, debe servir la ‘mercancía’ o la gente se sentirá engañada)”.
“Jimmy Carter poseía el atrevimiento, la osadía y los tamaños para osar lo extraordinario. Esa cualidad, por encima de todas las demás, le ayudó a llegar hasta la presidencia; pero luego, como es natural, el pueblo no tardó en darse cuenta de que Carter no estaba capacitado para la primera magistratura del país y por eso fue derrotado por amplia mayoría y perdió la reelección”.
“Ronald Reagan era un actor tan hábil y tan eficaz que supo conquistar por completo al pueblo estadounidense. Luego de terminar su presidencia, la gente se preguntó qué había detrás de su sempiterna sonrisa. La vida es muy frágil y eso no puede remediarlo ni el éxito; si acaso la hace más frágil, todavía”.
“Todo puede cambiar sin previo aviso y por eso procuro no tomarme demasiado en serio nada de lo ocurrido a la fecha. El dinero nunca ha representado un móvil muy importante para mí…a no ser como estímulo. La verdadera emoción consiste en jugar la partida. No pierdo el tiempo en meditar si debería haber obrado de tal o cual forma o sobre lo que pasará después. Por eso respondo que me divierto mucho con lo que hago”.
“En el vecindario fui una especie de caudillo…como sigue ocurriendo actualmente. Concitaba adhesiones incondicionales o antipatías similares. Era muy apreciado en nuestra pandilla, de la que tendía a ser el jefe; en la adolescencia fui muy bullicioso; por algún motivo me gustaba crear agitación y poner a prueba a los demás. Arrojaba bolsas llenas de agua al patio y bombas fétidas en el salón; armaba grandes follones en las fiestas del colegio. No por malicia, sino por mi agresividad, la que aprendí a canalizar cuando mi padre me inscribió en la Escuela Militar de Nueva York”.
“A veces, para hacerse de un negocio, no hay más remedio que denigrar a los rivales”.
Saque usted sus conclusiones sobre la personalidad y manera de actuar del actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y cambie negocios por política, para que cuadre la radiografía.
MUNDO
Carteles terroristas

Opinión, por Luis Manuel Robles Naya //
A la señora presidente Claudia Sheinbaum no le agrada que el gobierno de Estados Unidos determine que los carteles criminales sean catalogados como terroristas. Al parecer a la opinión pública tampoco, pues según encuesta publicada en El Financiero el 6 de febrero, el 68% de los mexicanos ven mal y muy mal que el gobierno norteamericano los clasifique como tales.
Ambas cosas le han importado un rábano al presidente Donald Trump, que los considera una amenaza a la seguridad nacional de su país y los ha declarado formalmente como terroristas. Igual paso dio el gobierno canadiense que incluso creó la figura del Zar anti-fentanilo.
El rechazo del gobierno mexicano a tal manifestación no puede ni debe desvincularse de la grave acusación lanzada desde la Casa Blanca dentro del texto que anunció la imposición de aranceles en la que, textualmente, acusó al gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales. Tal afirmación fue y ha sido soslayada por la presidente Sheinbaum que respondió, diciendo que la alianza existía con los vendedores de armas en EU a los grupos criminales, y que en el combate a los carteles debieran empezar por su propio territorio.
Esto último en correspondencia a los actos de la fiscal general, Pam Bondi, que ha emitido un memorándum titulado “Total Elimination of Cartels and Transnational Criminal Organizations” que busca eliminar las trabas burocráticas para facilitar la investigación y persecución de organizaciones criminales utilizando la legislación más potente con que cuente el sistema judicial. Es decir, no quitan ni quitarán el dedo del renglón y van en serio contra ellos y sus aliados tanto gubernamentales como empresariales.
Este memorándum se inscribe en la estrategia que ha delineado Donald Trump desde su campaña y que ha venido cumpliendo con sus órdenes ejecutivas. Dicha estrategia engloba acciones tales como: reforzar la patrulla fronteriza y restaurar políticas migratorias estrictas; bloqueo de rutas marítimas de transporte e intercepción de embarcaciones sospechosas en aguas internacionales; despliegue de fuerzas especiales en operaciones directas; bloqueo del acceso al sistema bancario internacional; exigir colaboración de países vecinos para combatir la corrupción y sancionar a funcionarios que colaboren con carteles, entre otras más que incluyen modificar su legislación para incluso imponer la pena capital a los capos y colaboradores.
El gobierno mexicano debe entender que esto dejó de ser un discurso de campaña y que se trata de una política de especial interés para el gobierno norteamericano y dejar de lado medidas cosméticas para hacer como que se coopera y como que se cumplen los compromisos.
Claudia Sheinbaum había sido cauta y prudente en sus declaraciones, sin apartarse del discurso de colaboración no subordinación, más defensa de la soberanía e integridad del territorio nacional. Consiguió una prórroga de un mes para evitar la fijación de aranceles, pero a cambio ha recibido algunas advertencias que no debiera desestimar. La presencia de embarcaciones militares frente a las costas mexicanas y el sobrevuelo de aviones espías confirman que, de no ser satisfactoria la respuesta a las demandas norteñas, ellos están en posibilidades y disposición para intervenir directamente.
Algo tendrá que hacer además de incrementar la detención de peces menores de la estructura criminal, el decomiso de armas y fentanilo y el envío de tropas a la frontera. La operación Enjambre en el Estado de México y Chiapas, se antojan insuficientes para responder a tan serio cuestionamiento contenido en el anuncio arancelario. Especialmente, cuando todo un estado, Sinaloa, tiene cinco meses siendo rehén de grupos criminales, cuando en Chiapas sigue el dominio territorial de otros más y en Tabasco se hace evidente que no hay control; ni cesan tampoco las denuncias en Michoacán, Jalisco y otros estados por la extorsión a productores y comerciantes.
Existen además señalamientos puntuales sobre gobernadores en funciones y gobernantes anteriores acerca de sus acercamientos con organizaciones criminales. Los ojos de la inteligencia norteamericana tienen tiempo atentos al desenvolvimiento político de nuestro país. La extensa frontera compartida hace que la estabilidad en la misma se vuelva una prioridad para la seguridad nacional estadounidense.
Por el rumbo que está tomando el dialogo entre las dos naciones, es previsible que la revisión del Tratado de Libre Comercio, cuya fecha ya han solicitado que se adelante, tenga más ingrediente político y de seguridad que de requerimientos comerciales, que siempre serán, como se vislumbra, solo instrumentos para negociar otras condiciones.
A juicio de nuestros vecinos pesan más los muertos por fentanilo, la desestabilización que significa la presencia y el avance de las organizaciones criminales y el debilitamiento del estado de derecho que el déficit comercial. Sin olvidar que quieren cerrar el continente a la presencia china. Como se ve, son diferentes prioridades y la nuestra debiera ser sobrevivir económicamente y ganar la paz, no elecciones. El costo de las omisiones y diferencias estará por verse.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN3 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo