OPINIÓN
Crisis de agua en México

Bioética, por Omar Becerra Partida //
Entre políticos “tik tokeros” y sin conciencia de la ciudadania por cuidar el agua, Nuevo León no es el único estado que se encuentra en crisis del vital líquido. Presas secas en Monterrey, por mantener a las industrias como principal consumidor de agua sobre la población en general. Tambien la falta de uso de tinacos, aljibes y otros medios de cuidado de agua dentro de la población neolonesa es una de las principales causas de la escasez.
Programas como El Colibrí, que son tinacos puestos en varios puntos de la ciudad de Monterrey con agua para no consumo humano, para que la población se abastezca algunas horas del vital líquido, son un fracaso del manejo de agua en ese estado.
Seamos claros, esto no es un problema solo de Nuevo León, es de todos, la ONU marcó el día cero en el 2028 para la Ciudad de México (CDMX), es decir se puede quedar sin agua a partir de ese día. Cerveceras y refresqueras aprobadas en pleno desierto del país, donde escasea el agua, es un punto para reflexionar de como la corrupción en el país lo carcome.
Mucha de esa cerveza es exportada a Estados Unidos. Hay exgobernadores con ranchos y presas propias, invadiendo derechos de la propiedad e indígena, como lo observamos en Sonora.
En Jalisco ya ni se diga la sequía en la zona norte del Estado, crece, la contaminación del líquido con materiales pesados en distintos mantos acuíferos, es de notarse, así como la falta de medición cuantitativa y cualitativa de la misma, no hay un control sobre esto.
El organismo para tratar y distribuir el agua en nuestro estado, ha sido muchas veces señalado por medios de comunicación e investigadores de distintas universidades, como en una situacion crítica, la poca calidad del líquido que llega a nuestra ciudad deja mucho que desear.
Es por ello, queridos lectores, que no hay que votar por el político que más invierta en redes sociales y medios de comunicación para su imagen, sino en su preparación académica y su calidad humana.
Problemas que creíamos resueltos, se estan presentando nuevamente, pandemias y problemas como la crisis del agua.
México atraviesa una crisis muy grave de agua, ya que, si nos ponemos a observar la posición del país en el mundo, hablando geográficamente, es un desierto, su territorio abunda en un 60 %.
Observamos que el primer problema que tenemos en México la conocemos como Comisión Nacional de Agua (CONAGUA), ya que es un organismo que ha presentado a lo largo de la historia corruptelas en el tema de la distribución de agua en el país.
El organismo no está diseñado para que tengamos la misma cantidad de agua, tanto las industrias, el campo, PEMEX, CFE y la población en general.
Debe existir un equilibrio entre estos organismos y sociedad civil para el uso del agua, el problema radica en su marco jurídico, como lo es la ley de aguas nacionales, ya que presenta lagunas en su articulado sobre nueva tecnologías y biotecnologías para el uso del agua.
Para reflexionar, cada vez son más grandes los camiones de refresqueras en la calle, observamos que son tan grandes esos camiones que estorban en carriles centrales de las principales vías de nuestras ciudades.
Hoy, igual que otros países del mundo, Mexico está sufriendo los efectos del cambio climático por calentamiento global, pero esto es otro tema, dentro de la Bioética.
La poca sustentabilidad y sostenibilidad, en nuestra ciudad es de preocuparse frente a este fenómeno.
¿Pero cuánta agua hay en el país? Según datos de la SEMARNAT son: 471 mil millones de metros cúbicos de agua disponible al año. Como ejemplo; 1853 metros cúbicos por segundo es lo que se va al campo, el 57 % se desperdicia según datos de la CONAGUA.
En México no existe el interés de nuevas tecnologías para el cuidado del agua, lo vemos en otros países, cuando usted va a pagar su recibo del agua en Texas en EEUU, en su recibo viene su consumo y cuanto le resta al pozo de agua de donde se extrae el vital líquido que usted utiliza.
Tambien observamos que en países de la UE reciclan el agua, es decir existen plantas de tratamiento donde el agua es tratada después de ser utilizada, para de nuevo ser consumida por la sociedad gobierno e industria.
Seguimos con tecnología de hace tres siglos para la extracción, cuidado, monitoreo y ahorro de agua.
Según la UNESCO: La escasez de agua es un fenómeno natural, pero también un fenómeno inducido por los seres humanos. Aun cuando hay suficiente agua dulce en el planeta para satisfacer las necesidades de una población mundial de cerca de siete mil millones de personas, su distribución es desigual tanto en el tiempo como en el espacio, y mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible.
No existe en el mundo escasez de agua como tal, en su lugar hay un número de regiones en el mundo que sufren escasez de agua, esto debido a que el uso de este recurso ha crecido más del doble en relación con la tasa de incremento poblacional en el último siglo.
Cerca de una quinta parte (1,200 millones) de la población mundial de 7 mil millones de personas, habita en áreas que enfrentan escasez de agua, y otro cuarto de la población mundial (1,600 millones) enfrenta recortes en el suministro de agua debido a que carecen de la infraestructura necesaria para tomar agua de los ríos y acuíferos (ONU, 2005). La escasez de agua representa para muchos países el desafío más angustiante para el desarrollo socioeconómico y humano en general.
La crisis de agua es ya una realidad, necesitamos implementar tecnología para este tema, pero sobre todo conciencia en las personas sobre el uso de la misma.
Tener cuidado con las concesiones de décadas sobre pozos de agua que se les da a las industrias para su explotación y el uso indebido en el campo, que no son biotecnologías sino tecnologías de hace tres siglos.
OPINIÓN
Tierra de garzas

Opinión, por Miguel Anaya //
Había una vez un pueblo costero, rodeado de mares vibrantes y volcanes dormidos. Su nombre era Garzalandia. Sus habitantes, en su mayoría cangrejos, trabajaban incansablemente, mientras en lo alto, observándolos con mirada serena pero calculadora, reinaban las garzas.
A pesar de que los cangrejos eran muchos más, las garzas habían logrado convencerlos de que la mejor opción para gobernar eran ellas, así, para ser electas, a veces se presentaban en planillas azules, otras ocasiones con planillas naranjas o amarillas, incluso formaron una planilla llena de garzas de distintos colores, qué ya habían gobernado, pero se presentaban como algo nuevo. Los cangrejos discutían acaloradamente cual color era mejor e incluso se peleaban por ello, pues los simpatizantes de alguna u otra garza, a veces llegaban al fanatismo.
Los cangrejos pagaban impuestos que terminaban en los nidos de las aves. Garzas que gastaban lo recaudado en viajes alrededor del mundo con la excusa de que esos gastos eran necesarios para aportar una nueva visión a Garzalandia. Por si fuera poco, en aquel lugar había otro poder igual de influyente: las tortugas. Silenciosas y meticulosas, se movían con paso pausado, pero firme, administrando territorios, cobrando tributos y asegurando que las reglas no escritas de Garzalandia se cumplieran.
A través de décadas, las tortugas habían funcionado como instrumento de control de las garzas, pero durante los últimos años, el poder y crueldad de las tortugas se había incrementado. Nada se movía sin su autorización, y quien intentaba desafiar su orden, pronto descubría su error.
A pesar de lo terrible de la situación, Garzalandia seguía siendo un paraíso en muchos ámbitos: playas doradas, una cultura envidiable, restaurantes llenos de vida, música que alegraba las tardes… pero también un profundo sentimiento de resignación. Cada tres años, las garzas recorrían las casas con promesas renovadas:
«Ahora sí, vamos a cuidar de ustedes.»
«Se acabó la corrupción.»
«Garantizaremos el agua limpia por los próximos 50 años.»
“Por fin solucionaremos el problema de la basura.”
Los cangrejos, esperanzados, votaban. Elegían garzas de distintos plumajes, algunas con atuendos sencillos, otras con palabras cautivadoras, otras calvas… Y luego regresaban a sus vidas, a sus jornadas interminables, al vaivén de promesas que nunca se cumplían, a vivir con miedo.
Mientras tanto, las tortugas seguían su marcha imperturbable. Ellas no cambiaban con las elecciones. No necesitaban discursos, ni votos, ni publicidad. Su autoridad era otra, más tangible, más cotidiana. Para los cangrejos, las tortugas no eran un gobierno; eran una certeza. Y en Garzalandia, la certeza era más fuerte que la esperanza, tanto así que, aunque suene increíble, muchos jóvenes cangrejos aspiraban a convertirse en tortugas, vestían falsas garras y caparazones, escuchaban música qué idolatraba a los reptiles, aunque esas canciones promovieran la violencia contra su propia especie.
Un día, un joven cangrejo se atrevió a preguntar:
—¿Y si dejamos de votar por garzas y elegimos a un cangrejo?
La respuesta llegó pronto, con el tono de resignación que se había arraigado en generaciones:
—No seas ingenuo. Si no votamos por las garzas, las tortugas seguirán gobernando igual. Nosotros, los cangrejos, no podemos cambiar nada.
Y así, la historia continuó:
Las garzas administraban el poder desde lo alto.
Las tortugas reinaban en las calles.
Los cangrejos trabajaban sin parar.
Y Garzalandia seguía su curso, siempre igual.
Pero entre los murmullos del pueblo, algo comenzó a cambiar. Algunos cangrejos dejaron de discutir sobre garzas de distintos colores y empezaron a hablar de comunidad. Dejaron de esperar soluciones desde las alturas y empezaron a construirlas entre ellos. Recordaron sus raíces y promovieron una cultura que resaltaba el orgullo de ser crustáceo.
Se reunieron para proteger sus propios intereses. Se organizaron para cuidar de sus familias. Crearon redes donde la voz de los cangrejos tenía peso, donde sus preocupaciones eran escuchadas.
Descubrieron que el cambio no siempre viene desde arriba. Cambiaron su manera de ver las cosas y sus rutinas, aprendiendo a trabajar en equipo. Entendieron que el ejercicio de gobierno también les correspondía y que si se lo proponían podían avanzar juntos, caminado en distinto sentido al acostumbrado.
Y así, aunque caminar hacia adelante nunca ha sido fácil para un cangrejo, por primera vez, decidieron intentarlo.
NACIONALES
La elección del 1 de junio

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Hay una controversia muy fuerte sobre si ir o no a votar el 1 de junio entrante. Los “a favor” traen ya —incluso– una lista con nombres a los que se debe dar el voto. Así como se lee: a quiénes se debe dar el voto. Y, además, por quienes NO se debe votar.
Esto es una flagrante violación a las leyes, pero lo están haciendo los simpatizantes de los candidatos morenistas no sin antes echar un choro mareador sobre la “histórica” participación del conglomerado para quitarle de las manos a los perversos de la historia (siempre hay que tener un stock de “malvados” para echarles la culpa de todo) a jueces y magistrados del Poder Judicial.
No solo los morenistas “de a pie” andan a marchas forzadas exhortando a la gente a votar. También se ha echado mano de opinólogos, youtubers, eruditos de kermés e informadores que bombardean los medios tradicionales y sociales con sus sesudos análisis y “contundentes” afirmaciones.
Las “coincidencias” que estos espontáneos promotores de la elección del 1 de junio tienen en sus vehementes decires es obvia: 1. Es mejor votar por “los malos” que no votar por nadie; 2. Votar es ““el único medio de cambiar las cosas”; no votar es admitir que ya no hay democracia en este país y, por último, pero no menos importante para los promotores del voto para elegir al nuevo Poder Judicial, es que si dejamos de votar “otros” lo harán por los abstencionistas. Un verdadero retruécano.
Lo que es indiscutible en estos embates en pro de la elección es que hay una “responsabilidad” social en estos comicios que favorecerá (ellos lo aseguran) a que la impunidad, la lentitud en la justicia y, sobre todo, la corrupción del Poder Judicial sea cosa del pasado a partir de la citada renovación y remoción del Poder Judicial Mexicano.
Detractores de la elección popular de jueces, principalmente opositores a la 4T, políticos, periodistas y líderes de redes sociales, usan sus plataformas para desmotivar a los ciudadanos.
Afirman que esta elección es una farsa. Dicen que en realidad los nuevos jueces y magistrados ya están designados y que la votación es solo una simulación para legitimarlos.
Que Morena ha “palomeado” ya a sus huestes de jueces y que solo esperan que llegue el 1 de junio para ratificarlos legalmente. Que “la gente” no debe convalidar esta manera de apoderarse de otro poder (ya tienen el Ejecutivo y el Legislativo) so pena de pasar de una democracia cuestionable a una dictadura descarada.
También que hay una desfachatez de parte de quienes han promovido esta elección porque “ellos saben perfectamente quiénes quedarán y en qué puestos”, dado que hay una maquinaria de selección que ha pasado por varias instancias de gobierno para dar el visto bueno a los futuros jueces y magistrados.
¿Es un acto democrático la elección del 1 de junio? Esto puede señalarse al respecto: Para fortalecer la democracia es muy necesaria la participación ciudadana. A veces a través del voto, de las consultas públicas y la participación en las iniciativas comunitarias.
La Educación Cívica fomenta el ejercicio de derechos y responsabilidades ciudadanas. La democracia requiere respeto a derechos humanos, libertad de expresión, transparencia, rendición de cuentas y un sistema legal equitativo para todos.
Para fortalecer cualquier democracia es menester motivar la participación ciudadana en la toma de decisiones, para lo que se recurre al debate, discusiones y acuerdos políticos.
Hay dos modelos de democracia: directa y representativa. Ambas, se afirma, promueven el desarrollo de una sociedad justa, próspera y equitativa. Ambas fomentan valores como la libertad, la equidad, la justicia, la tolerancia y el respeto a la diversidad.
Si no hay estabilidad económica, política y social, es muy posible que no haya, tampoco, democracia.
Las instancias internacionales señalan que no hay democracia sin instituciones sólidas, competencia multipartidista, elecciones libres, separación de poderes y con impunidad generalizada.
Cuando el poder ya no reside en el pueblo, no es para el pueblo y va en contra del pueblo, afecta a nuestra idiosincrasia, nuestras costumbres y valores: honradez, lealtad, honestidad, reciprocidad, solidaridad y civismo.
Que cada quién decida, con base en su conocimiento, su cultura, su información y su convicción, si habrá de participar o no en la próxima elección del 1 de junio.
JALISCO
¿Frangie para Guadalajara?

De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //
La pregunta lleva lumbre pero no sorprendería si en un futuro el rumor se vuelve realidad.
Y es que en menos de dos semanas, en momentos distintos y en voz de personajes distantes entre ellos, me enteré que un buen número de emecistas han colocado sobre el escritorio el nombre de Juan José Frangie como una opción para proponerle que dirija su mirada hacia la capital.
¿La razón?
Porque consideran que Verónica Delgadillo y su equipo cercano están más preocupados en producir estallidos mediáticos de poca duración, que en hacer un gobierno eficiente y de largo aliento.
Me dicen que en el primer cerco montado alrededor de Pablo Lemus hay quienes proyectan que de seguir viajando en demasía al extranjero y continuar cediendo el mando a su gente de confianza, el escenario electoral intermedio pinta en extremo complicado.
Sobre el particular, tuve a la vista una encuesta en la que Morena ya rebasa en Guadalajara con seis puntos porcentuales a Movimiento Ciudadano.
Dicho de otro modo, de acuerdo a las mediciones que tienen en mano los estrategas del poder naranja, si la cuatro té elije un perfil verdaderamente competitivo –ya sea Mary Gómez o Claudia Delgadillo, por ejemplo- el triunfo emecista se vería tremendamente comprometido.
En este sentido, y aunque en lo personal creo que Frangie, al término de su gestión, se integrará al gabinete de Lemus como jefe de gabinete, lo cierto es que hay dos variables que podríamos contemplar.
La primera es que el actual alcalde zapopano –que para mi gusto ha sido mucho mejor presidente municipal de lo que fue el gobernador- aparece con buen posicionamiento en el ánimo metropolitano, lo que supone que daría una batalla digna, con amplias posibilidades de refrendar el gane para emecé.
La segunda, es que indudablemente Pablo se sentiría más cómodo teniendo como candidato a Juan José que a Verónica.
¿Por qué?
Porque el manual dice que presidir el ayuntamiento tapatío es la vía corta que conduce a Casa Jalisco, y por lo que se sabe, a Lemus nada le provocaría más alegría que su gran amigo y maestro le sucediera en el cargo.
En este espacio he sostenido que Juan José Frangie es uno de esos casos de excepción en el que un empresario logra sortear con éxito una alta responsabilidad en el ámbito público.
Al margen del afecto y profundo respeto que le tengo, estoy convencido de que nadie con un mínimo de sensatez, puede negar que su trabajo es muy aceptable.
Así pues, recordemos que en política no hay sorpresas, de manera que si comienza a cobrar fuerza la versión que aquí expongo, no habría cabida para los sorprendidos.
@DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, activista social, escritor y analista político.
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