MUNDO
Dólar se debilita: La caída del orden económico mundial
Actualidad, por Alberto Gómez R. //
La acelerada caída del poder económico de Estados Unidos y la inminente pérdida de la hegemonía del dólar están desencadenando una transformación profunda en el orden mundial. En el artículo «The world’s economic order is breaking down» del diario The Economist, se detalla cómo los cimientos que han sostenido el liderazgo económico global de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial están comenzando a desmoronarse.
Este colapso no solo impacta a Estados Unidos, sino que también está redibujando el mapa geopolítico y económico a nivel global, anunciando el fin de una era caracterizada por la preeminencia estadounidense y el dominio del dólar como moneda de reserva mundial.
EL DECLIVE ECONÓMICO DE ESTADOS UNIDOS
Durante gran parte del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI, Estados Unidos fue el motor económico del mundo. Sin embargo, diversos factores han comenzado a debilitar la estructura sobre la cual se edificaba ese poder. Según The Economist, una de las principales razones detrás de esta caída es la pérdida de competitividad en la industria manufacturera.
A medida que las empresas estadounidenses optaron por deslocalizar sus procesos productivos a regiones con menores costos, como China y otros países de Asia, la base industrial de Estados Unidos se erosionó, dejando a la economía más dependiente de sectores volátiles como el de los servicios financieros y tecnológicos.
El artículo también señala que la deuda pública estadounidense ha alcanzado niveles insostenibles, exacerbada por políticas fiscales expansivas y rescates financieros masivos tras la crisis de 2008 y la pandemia de COVID-19. Esta acumulación de deuda ha puesto en tela de juicio la capacidad de Estados Unidos para mantener su estabilidad económica a largo plazo, erosionando la confianza tanto de los inversores internacionales como de los actores domésticos.
Un tercer factor que The Economist menciona es la creciente fragmentación del comercio internacional, donde la competencia geopolítica, especialmente con China, ha desatado una serie de medidas proteccionistas que han debilitado el multilateralismo comercial. Estados Unidos, que antes era visto como el guardián del libre comercio, ahora adopta políticas que muchos ven como un intento de frenar el ascenso de otras potencias, pero que también han provocado represalias y una disminución del comercio global.
EL DECLIVE DEL DÓLAR
El dólar estadounidense ha sido la columna vertebral del sistema financiero internacional desde los Acuerdos de Bretton Woods en 1944. Su papel como moneda de reserva mundial le ha conferido a Estados Unidos una ventaja significativa en términos de poder financiero y político. Sin embargo, este dominio está siendo desafiado. Según The Economist, uno de los signos más evidentes de este cambio es la creciente diversificación de las reservas internacionales por parte de países emergentes, que buscan reducir su dependencia del dólar y mitigar los riesgos asociados con las fluctuaciones de la política monetaria estadounidense.
Una de las principales razones detrás de esta pérdida de confianza en el dólar es la percepción de que Estados Unidos ha utilizado su moneda como una herramienta de poder geopolítico. Las sanciones impuestas a países como Irán, Rusia y Venezuela han incentivado a estos y otros actores a buscar alternativas al sistema financiero dominado por el dólar.
En lugar de someterse a las restricciones impuestas por Estados Unidos, estas naciones han comenzado a utilizar otras divisas, como el euro o el yuan, para realizar transacciones internacionales y almacenar sus reservas.
El avance de las criptomonedas y las monedas digitales emitidas por bancos centrales también está desafiando el dominio del dólar. Aunque todavía en etapas tempranas, estas formas de dinero podrían proporcionar a los países una alternativa al sistema financiero global actual, que está profundamente interconectado con el dólar. Según The Economist, esto podría acelerar el declive de la moneda estadounidense como referencia en las transacciones internacionales.
COLAPSO DEL ORDEN MUNDIAL
El debilitamiento de Estados Unidos y el declive del dólar están marcando el fin del orden mundial que ha prevalecido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Este sistema, que se basaba en instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), y en el liderazgo indiscutido de Estados Unidos, está siendo desafiado por nuevas potencias emergentes, principalmente China y Rusia. The Economist señala que estos países están construyendo sus propias redes de influencia, a menudo al margen de las instituciones establecidas, lo que está fracturando el consenso global que sustentaba el orden económico internacional.
El auge de China como una potencia económica y geopolítica ha sido un factor crucial en esta transformación. Con su Iniciativa de la Franja y la Ruta, China ha establecido nuevas rutas comerciales y financieras que compiten directamente con las estructuras tradicionales dominadas por Occidente. Este proyecto no solo fortalece la posición de China en Asia, África y Europa, sino que también debilita el control estadounidense sobre las rutas comerciales y las instituciones financieras globales.
Rusia, por su parte, ha jugado un papel importante en el debilitamiento del orden liderado por Estados Unidos, especialmente a través de su capacidad para interrumpir los mercados de energía. Las sanciones económicas impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania han incentivado a Moscú a desarrollar nuevas alianzas económicas y a redirigir sus exportaciones hacia mercados no tradicionales, lo que ha fragmentado aún más el sistema financiero global.
PAPEL DE LOS BLOQUES ECONÓMICOS EMERGENTES
Con la caída del poder económico de Estados Unidos y el colapso del dólar, el mundo está viendo el surgimiento de bloques económicos emergentes que buscan reemplazar o competir con las estructuras dominadas por Occidente. El BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es un ejemplo claro de este fenómeno. Según The Economist, este grupo de naciones está impulsando una nueva agenda económica que se aleja del modelo estadounidense, centrada en la cooperación Sur-Sur y en la creación de mecanismos alternativos para el comercio y las finanzas internacionales.
La riqueza total invertible que posee actualmente el bloque de países conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) asciende a 45 billones de dólares y se espera que su población millonaria aumente en un 85% en los próximos 10 años, según el informe “BRICS Wealth Report”, publicado por Henley & Partners en colaboración con la firma New World Wealth.
Según recoge el informe, actualmente hay 1,6 millones de personas con activos invertibles superiores al millón de dólares en la agrupación de las principales economías emergentes del mundo, incluidos 4.716 centimillonarios o «centis» (con más de 100 millones de dólares en activos invertibles) y 549 multimillonarios. “El bloque de los BRICS representa ahora más del 45% de la población mundial y suponen casi el 36% del PIB mundial, si se ajusta a la paridad del poder adquisitivo (PPA)”, indica el documento en sus conclusiones.
En opinión de Juerg Steffen, CEO de Henley & Partners, los BRICS son ahora un actor muy influyente en la economía mundial, lo que presenta nuevas y atractivas oportunidades para inversores, empresarios y personas con talento y de elevado patrimonio neto. “La inclusión de los países de Oriente Medio y Norte de África no es sólo un reajuste político, sino un reconocimiento de su creciente importancia económica. La región, históricamente fundamental por sus recursos energéticos, afirma ahora un papel económico más diversificado.
Para los inversores de todo el mundo, la creciente participación de MENA en los BRICS abre un abanico de posibilidades más allá de la región, ofreciendo acceso a mercados de consumo de rápido crecimiento, un posicionamiento geográfico estratégico y entornos culturales y empresariales únicos”, explica Steffen refiriéndose a que la cohorte original de los BRICS, formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se ha visto reforzada por la incorporación este mes de Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
El nuevo informe revela que, en la última década, la riqueza privada creció un notable 92% en China, que ahora alberga a 862.400 millonarios, incluidos 2.352 centimillonarios y 305 multimillonarios. Por su parte, India ocupa el segundo lugar en la clasificación de grandes fortunas de los BRICS, con 326.400 millonarios, de los cuales más de 1.000 son centimillonarios y 120 multimillonarios, y un crecimiento de la riqueza del 85% en los últimos 10 años.
Según el informe, la población millonaria de los EAU (Emiratos Árabes Unidos) también se ha disparado desde 2013, un 77%, y el principal centro de riqueza de Oriente Medio alberga ahora a 116.500 millonarios, incluidos más de 300 centis. “En la última década también se ha producido un fuerte crecimiento de la riqueza privada en Arabia Saudí y Etiopía, con un aumento de la población millonaria del 35% y el 30%, respectivamente”, indica. (fundssociety.com)
Uno de los proyectos más ambiciosos del BRICS es la creación de una moneda común que podría desafiar al dólar en el comercio internacional. Esta moneda tiene el potencial de reducir la dependencia de estos países del sistema financiero controlado por Estados Unidos, lo que a su vez podría acelerar la desdolarización de la economía global.
Al mismo tiempo, otros actores, como la Unión Europea, están buscando fortalecer sus propias monedas y reducir su exposición al dólar. El euro ha ganado terreno como una alternativa viable en las transacciones internacionales, y varios países europeos están explorando la posibilidad de aumentar el uso de monedas digitales para competir con el dólar y fortalecer sus economías frente a la volatilidad global.
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO
El colapso del poder económico de Estados Unidos y el dólar tendrá profundas implicaciones para la economía mundial. Según The Economist, una de las principales consecuencias será el aumento de la volatilidad en los mercados internacionales. A medida que más países busquen alejarse del dólar y diversificar sus reservas, los mercados de divisas podrían volverse más inestables, lo que podría dificultar la planificación económica a largo plazo y aumentar los costos de los préstamos internacionales.
En el ámbito geopolítico, la fragmentación del sistema financiero global también podría conducir a una mayor competencia entre los bloques económicos emergentes, lo que podría exacerbar las tensiones internacionales. Sin un consenso global claro, es probable que las disputas comerciales y financieras se intensifiquen, lo que podría dar lugar a conflictos prolongados y a una mayor incertidumbre económica.
Finalmente, el declive de Estados Unidos como potencia económica dominante también podría tener repercusiones en la política interna del país. La creciente desigualdad de ingresos, el estancamiento de los salarios y el aumento de la deuda pública están generando un clima de descontento social que podría desestabilizar aún más la economía estadounidense. Si bien Estados Unidos sigue siendo una de las economías más grandes del mundo, su capacidad para liderar en el escenario global está cada vez más en duda.
El colapso del poder económico de Estados Unidos y el dólar está reconfigurando el orden mundial. El surgimiento de nuevas potencias, la fragmentación del comercio internacional y el desarrollo de alternativas financieras están marcando el inicio de una nueva era en la que el dominio estadounidense ya no es incuestionable. Las próximas décadas estarán definidas por la capacidad de las naciones para adaptarse a este nuevo equilibrio global.
MUNDO
Conflictos en todo el mundo: ¿Se acerca una economía de guerra global?
Actualidad, por Alberto Gómez R. //
“La peor noche hasta ahora” … Así califica Nafiseh Kohnavard, corresponsal de Oriente Medio para la BBC en Beirut, a los bombardeos israelíes en Líbano, donde más de 30 ataques aéreos centrados en suburbios del sur de la ciudad, donde supuestamente Hezbolá tiene una fuerte presencia.
El Ministerio de Salud libanés dijo en un boletín en la mañana del domingo 6 de octubre que en total murieron 23 personas y otras 93 resultaron heridas tras ataques en varias zonas, incluidas el sur del Líbano y la región oriental de Bekaa y Baalbek-Hermel.
Israel dice que ya ha atacado más de 2 mil objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego. (bbc.com) Al tiempo que el presente artículo fue escrito, los ataques genocidas de Israel sobre Líbano y Palestina continuaban, dejando escenas apocalípticas de destrucción y desolación en decenas de ciudades.
El conflicto en Oriente Medio se ha convertido en una auténtica bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento y convertirse en una guerra a gran escala, que impactaría no solamente a esa zona geográfica, sino con repercusiones mundiales, como en la economía, cuyos síntomas ya comienzan a manifestarse globalmente.
La “economía de guerra” es un concepto que se refiere a la reorganización de la producción y los recursos de un país para servir directamente a las necesidades bélicas. Este modelo de gestión económica se activa en tiempos de conflicto armado y está orientado a maximizar la capacidad militar mediante el sacrificio de otros sectores, como el consumo civil o el bienestar social.
Aunque su implementación varía dependiendo de la magnitud y la naturaleza del conflicto, una economía de guerra prioriza la movilización total de los recursos materiales, humanos y financieros de una nación para garantizar el esfuerzo bélico.
El concepto ha sido una constante en la historia moderna, particularmente en las dos Guerras Mundiales, cuando las potencias beligerantes reestructuraron sus economías para producir armas, municiones, y otros equipos militares a gran escala. Sin embargo, en la actualidad, este término adquiere nuevas connotaciones, dadas las tensiones geopolíticas que amenazan con desatar un conflicto global, lo que plantea la pregunta de si el mundo se enfrenta a una posible Tercera Guerra Mundial y, con ella, el regreso de una economía de guerra globalizada.
La economía de guerra implica la intervención estatal en todos los aspectos de la actividad económica. La producción de bienes y servicios se ajusta a las necesidades militares, lo que significa que las industrias civiles se convierten en fábricas de armas, vehículos militares, y suministros logísticos. Este tipo de economía también suele ir acompañado de un aumento en los impuestos y la emisión de deuda pública para financiar los gastos bélicos, así como el racionamiento de bienes esenciales para la población civil.
Durante una economía de guerra, las prioridades del gobierno cambian radicalmente. El bienestar de la ciudadanía y los intereses económicos de largo plazo quedan subordinados a la victoria militar. La mano de obra es movilizada hacia actividades directamente relacionadas con la guerra, mientras que los gastos sociales y el consumo doméstico suelen reducirse drásticamente. De esta manera, la guerra no solo se libra
Históricamente, la economía de guerra se aplica en situaciones de conflicto bélico de gran escala, cuando la supervivencia de la nación está en juego. Un ejemplo claro es la Segunda Guerra Mundial, en la que tanto las naciones aliadas como el Eje reorganizaron completamente sus economías para producir armamento y suministros para el frente. En la actualidad, el concepto ha evolucionado para incluir conflictos asimétricos y guerras de carácter híbrido, como las que involucran no solo fuerzas militares tradicionales, sino también ciberataques y la manipulación económica como herramientas de guerra.
La economía de guerra también puede ser activada de manera preventiva, en contextos donde las tensiones internacionales escalan al punto de hacer inminente un conflicto armado. Este es el caso que algunos analistas señalan en el contexto de la actual crisis en Ucrania, donde la confrontación entre la OTAN y Rusia ha forzado a los países involucrados a aumentar sus presupuestos de defensa y a reorientar sus economías para soportar un conflicto prolongado.
LA AMENAZA DE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL
El conflicto en Ucrania, que comenzó en 2014 y escaló en 2022 con la incursión rusa en defensa de la población del este ucraniano, ha generado un nivel de tensión sin precedentes entre las potencias occidentales, lideradas por Estados Unidos y la OTAN, y Rusia. La guerra ha reactivado dinámicas de confrontación que muchos creían superadas desde el final de la Guerra Fría. Con la intensificación de las sanciones económicas y la creciente militarización de las fronteras europeas, el mundo parece estar al borde de una nueva economía de guerra global.
La intervención de la OTAN, aunque indirecta, ha implicado una movilización significativa de recursos militares y económicos. Los países miembros han aumentado sus presupuestos de defensa y han reorientado parte de su capacidad industrial para apoyar a Ucrania con armamento. Este escenario no solo ha tensionado las economías europeas, sino que también ha puesto de relieve la posibilidad de una escalada hacia un conflicto termonuclear, una preocupación que resuena en muchos círculos internacionales.
ORIENTE MEDIO: ISRAEL, PALESTINA Y LA ESCALADA GLOBAL
Mientras tanto, la situación en Oriente Medio, particularmente el conflicto entre Israel y Palestina ha añadido una nueva dimensión a las tensiones globales. Los crecientes ataques de Israel contra Gaza, con el respaldo militar de Estados Unidos, han generado condenas internacionales, pero también han profundizado la crisis en la región. Los recientes bombardeos israelíes no solo han devastado infraestructuras civiles, sino que también han provocado la muerte de decenas de miles de personas, la mayoría de ellas civiles palestinos.
El actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido acusado de ignorar el clamor internacional por detener las agresiones. A pesar de las protestas masivas en varias ciudades del mundo, el gobierno israelí ha intensificado sus operaciones militares, generando una crisis humanitaria sin precedentes en la Franja de Gaza. Estas acciones han llevado a una creciente ola de manifestaciones en todo el mundo, desde Europa hasta América Latina, en las que millones de personas han exigido el fin de los ataques genocidas.
En medio de esta creciente presión internacional, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente las acciones militares de Israel, lo que provocó que fuese declarado persona non grata por el gobierno israelí. Este acto refleja el nivel de polarización y aislamiento en el que se encuentra Israel en el escenario internacional, mientras la crisis en Oriente Medio continúa escalando.
A la par de los ataques a Palestina, Israel también ha lanzado ofensivas aéreas contra Líbano, Irán y Yemen, lo que ha contribuido a desestabilizar aún más la región. Esta situación plantea el riesgo de una expansión del conflicto hacia una guerra a gran escala que podría involucrar a varias potencias internacionales, sumando más leña al fuego de una posible confrontación global.
¿UNA ECONOMÍA DE GUERRA GLOBAL?
En este contexto de múltiples conflictos y tensiones, surge la preocupación de que el mundo pueda estar acercándose a una economía de guerra globalizada. La acumulación de conflictos, sanciones y la movilización de recursos hacia la defensa militar sugiere que muchas economías ya están entrando en una fase preparatoria para un escenario bélico de gran escala. Si una tercera guerra mundial estallara, los países involucrados se verían forzados a adoptar rápidamente este modelo, sacrificando la prosperidad civil y concentrando todos los esfuerzos en la guerra.
El aumento de las tensiones entre Estados Unidos y sus aliados contra potencias como Rusia, China e Irán refuerza esta posibilidad. Las economías occidentales ya han comenzado a sufrir las consecuencias de las sanciones y el aumento del gasto militar, lo que podría desembocar en una reconfiguración global de los mercados y una posible recesión mundial.
La economía de guerra no es solo una reorganización de los recursos económicos; es un cambio profundo en las prioridades y las estructuras de poder dentro de una nación. En el actual contexto geopolítico, donde los conflictos en Ucrania y Oriente Medio están al borde de descontrolarse, el mundo enfrenta la posibilidad de una nueva era de confrontaciones bélicas que podrían derivar en una tercera guerra mundial.
Las tensiones globales, exacerbadas por las políticas expansionistas de la OTAN y la brutal represión de Israel, están empujando al mundo hacia una economía de guerra que, si no se logra controlar, podría tener consecuencias devastadoras para la humanidad en su conjunto.
MUNDO
El crecimiento que viene: Japón y Arabia Saudita, potencias alternativas
Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
La presente opinión se da en la coyuntura de un eminente cambio del balance en la política económica mundial que además se respalda con la política militar. Como lo hemos dicho antes el actual modelo está garantizado o estaba, por la fuerza militar de EUA y sus aliados de la OTAN.
Pero como lo hemos visto en años recientes no solo EUA ya no interviene como antes, sino que nuevas super potencias como China lo están francamente desafiando.
El pleito EUA con China o con Rusia no es nada nuevo, pero hay otros actores de primer nivel, pero con menos notoriedad que han decidido romper o iniciar una ruptura del status quo, como tratando de estar al día en caso de que una guerra militar o comercial se desate entre el Imperio Americano y el renaciente Imperio del Dragón.
La semana pasada en Japón rindió protesta Shigeru Ishiba como su nuevo primer ministro. En su primer mensaje como jefe del gobierno de esa nación dejó claro que Ucrania hoy puede ser Japón o Taiwán del mañana. Es decir que ellos deben estar atentos ante una posible guerra con su vecino China. Esto ha sido el mensaje claro en un camino que seguramente será la modificación del pacto y Constitución de Japón en la que desde la Segunda Guerra Mundial se prohíbe que ese país tenga ejército.
De hecho, fue hasta hace pocos años que Japón inició una fuerza de defensa, pero parece que eso no es suficiente. Japón y su nuevo primer ministro dijo que va a aumentar el presupuesto en defensa. Pero también dijo que el mundo está cada día más confrontado por lo que propondrá crear una fuerza militar regional como NATO que permita defender a Japón, Corea del Sur, Taiwán, Australia y Filipinas. Por otro lado, reconoció lo mismo que Elon Musk ha dicho, que es el envejecimiento de su población ya es un problema de seguridad nacional.
En efecto EUA y ahora Japón han venido promoviendo la creación de una OTAN o NATO como se dice en inglés o para poner las letras de la zona una PADT que sería Tratado para la defensa del pacífico si es que siguen la misma idea de la OTAN. Pero lo que nos debe llamar la atención es que como Rusia advirtió en su momento sobre la expansión de la OTAN a sus fronteras, China podría decir lo mismo y con razón o sin razón como Rusia atacar de manera preventiva a uno o a dos de sus vecinos.
Grandes potencias y lideres militares han dicho que si quieres la paz debes prepárate para la guerra o que la mejor defensa es el ataque. Si es así, entonces pronto podríamos ver que el conflicto de Rusia vs Ucrania o con sus salvedades el de Israel e Irán se repita en Asia mayor.
Me gustaría saludar y desear lo mejor al nuevo DG de ESSA, Moisés Poblanno quien enfrenta la tarea de vender lo que Mitsubishi no se lleva. Hemos de recordar que Mitsubishi está comprando un poco más en India y en Australia no solo por precio sino por política de estado ya que esos dos países y japón están haciendo frente a China. Pero a final de cuentas la respuesta está en la competitividad de calidad y precio.
Por lo pronto, Japón ya se prepara y da muestras de estar listo para poner su dinero en donde está su oratoria. Pero, por otro lado, hay que saber si su población cada vez menos joven puede pelear o será que los robots, las bombas y los mercenarios extranjeros pelearán por ellos, porque China tiene mucha población joven. como también los musulmanes. cosa que los países del G7 dejaron de fomentar hace 50 años y hoy empiezan a padecer los estragos de una caída brutal en su tasa de natalidad y de recuperación poblacional.
Esta emergencia es tan evidente e importante que el nuevo mandatario dijo que introducirá medidas y leyes para que la gente tenga más hijos. También ha dicho que llamará a elecciones parlamentarias adelantadas para su parlamento con el objeto de ganar una mayoría que le permita aumentar el gasto y las medidas de subsidio estilo izquierda.
Por su lado, Arabia Saudita con su Fondo Soberano Gubernamental o PIF por sus siglas en inglés, ha dicho que invertirá más en Japón, pero también en otros países y en otras tecnologías como la nuclear. El príncipe heredero y gobernante de la península ha dejado en claro que, si Israel o Irán tienen armas nucleares, ellos por status quo se verán obligados a tener las propias y por dinero y por tecnología ellos no tendrán problemas. Así las cosas, Japón y Arabia le recuerdan a los dos super potencias que ellos también cuentan y que están por armarse hasta los dientes por si las dudas desde armas convencionales hasta energía nuclear.
Tanto Japón como Arabia Saudita están por debajo de la tasa de natalidad necesaria para mantener la población de su país. Pero Japón está muy por debajo casi al grado de extinción en un par de generaciones y de hecho esto se ve en su monarquía en donde no hay heredero varón al trono por lo que o cambian la ley y permiten una mujer de la realeza de ese país ser emperatriz se podrían quedar sin jefe de estado muy próximamente.
Pero regresando a Arabia, es un mercado sumamente interesante. Esa potencia de Oriente importa casi $30 mil millones de dólares por año en alimentos. En mi experiencia de vida pude ir a Asia y a Oriente a abrir mercados tanto como empresario, así como representante de gobierno o de empresas paraestatales, pero parece que nadie le dio seguimiento.
Ya veremos si la nueva administración o los empresarios nacionales abren los ojos y buscan mercados asiáticos y orientales además de los tradicionales de Norteamérica. EUA, China y Arabia pueden ser no solo buenos clientes sino buenos socios. Ya les platicaré ahora que vaya por allá a ver qué hay de nuevo.
MUNDO
Mujeres en el gobierno: Cuestión de capacidad, no de genero
Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
¿Qué atributos debe manifestar la mujer cuando llega a los cargos públicos? ¿Qué se espera de las féminas… cuando se dice que su sensibilidad, su sexto sentido, su intuición, su integridad, su honestidad y honradez son determinantes para dejar el modelo machista de gobernar? Eso, justamente, que no sean “damas de hierro”; que impongan las diferencias positivas al ejercer el mando público.
La historia no miente. Golda Meir y Margaret Thatcher han sido consideradas justamente “damas de hierro”, por sus controvertidos mandatos en Israel e Inglaterra, respectivamente. Ambas escalaron los difíciles peldaños de la política en sus respectivas naciones, en tiempos por demás difíciles, de guerra inclusive.
Golda vivió la “construcción” del nuevo Estado de Israel, desde 1948, con David Ben Gurión, como su principal promotor. Su preparación no fue sólo de política empírica. Ella estudió en Wisconsin State College de Milwaukee, luego de adoptar la ciudadanía estadounidense, puesto que nació en Kiev, Ucrania, cuando era del imperio ruso, por cierto, donde su familia fue perseguida por el Zar por las inclinaciones socialistas y…por judíos.
Además, sufrió de discriminación por el anti-sionismo europeo, del cual los rusos no escapaban. Su ateísmo también le atrajo dificultades en su propia comunidad judía. Maestra de profesión, no dejó su militancia en lo que sería el Partido Laborista de Israel, dentro del Movimiento Juvenil Sionista, donde conoció a David Ben Gurión, futuro constructor del moderno Israel en tierras palestinas, quien aseguró que Golda fue pilar indiscutible del naciente Israel.
En 1917, por el machismo imperante, fue rechazada de la Legión Judía en los Estados Unidos de Norteamérica, pero continuó su lucha en pro de Israel. Los laboristas israelitas también le pusieron muchas trabas y obstaculizaban sus actividades. Sólo por ser mujer.
Golda, como buena judía, se especializó en conseguir fondos económicos para los diferentes movimientos y actividades en pro del Estado de Israel, así fue consolidando su papel en el Partido y el Gobierno. En 1955, perdió la alcaldía de Tel Aviv por sólo dos votos. El bloque religioso le jugo en contra, simplemente porque…era mujer.
En 1965, por pugnas ideológicas y para salir de la jettatura masculinizante se enfrentó a su mentor, amigo y jefe político, David Ben-Gurión, que tuvo que abandonar el Partido Laborista, al que Golda unificó con todas las fuerzas socialistas y con un peculiar punto de vista femenino, que no feminista, que parece igual, pero es diferente.
Su gestión como primera ministra fue muy difícil. Primero por las intrigas políticas internas, que no perdonaban su condición de mujer y atea. Luego porque le correspondieron los ataques a los atletas en Múnich, La masacre del Ejército Rojo Japonés en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, el secuestro del avión Sabena.
Ella instruyó a la inteligencia israelí para que los autores intelectuales del Septiembre Negro pagaran con su vida el luto que infligieron a los judíos y, en general al mundo entero, excepto, claro, los árabes. La “cólera de Dios”, como se le denominó a esa operación, fue exitosa. Mataron a los perpetradores del crimen de Múnich.
También le tocó la llamada Guerra Yom Kipur, que ganó a pesar de los factores en contra. Sin embargo, tuvo que dimitir por las presiones internas, dejando en Isaac Rabin el gobierno y el Partido Laborista. No era en una mañanera donde se decían y se decidían las cosas, pero sí en La Cocina de Golda Mabovitch…mejor conocida como Meir tras su boda con Morris Meyerson.
Margaret Hilda Roberts de Thatcher, “la dama de hierro”, como se le conoció popularmente, fue la primera mujer en ocupar la cartera de ministra del Reino Unido. Lo ejerció de 1979 a 1990. Tiempo récord en el siglo XX. Química de profesión, pero abogada por convicción, fue conocida también como “la muy honorable”, entre sus correligionarios del Partido Conservador y Unionista.
Por mediación de Edward Heath, fungió como ministra de Educación y Ciencia, en el año 1970. En 1975 venció a Heath en las elecciones del Partido Conservador. Fue su ascensión a la presidencia del partido, lo que le ubicó en la líder de la oposición en el Parlamento Inglés, donde ocupó en escaño.
En 1979 llegó al cargo de primer ministra. Aplicó la fórmula Neoliberal de privatizar empresas públicas, desregular el mercado financiero y redujo el poder de los sindicatos laborales. La Guerra de las Malvinas en 1982 le dio popularidad y se reeligió en 1983. Se opuso terminantemente a la creación de la Unión Europea y se alineó totalmente a los Estados Unidos de Norteamérica.
Fue nombrada portavoz de Vivienda y Suelo, desde donde defendió la política del partido de vender viviendas municipales en renta a los inquilinos. Recalcitrante antisocialista, se opuso a la facilitación de leyes de divorcio, aunque estuvo a favor de la despenalización de la homosexualidad masculina y la legalización del aborto.
Tuvo que acordar con la reina Isabel ll, que tenía casi su misma edad. Allá la reina sí tiene papel público que desempeñar y las “luchas” entre ambas fueron siempre producto de chismes y malas informaciones o también, para enfrentarlas.
Margaret disminuyó o recortó presupuestos a la Educación Superior; fracasaron sus Institutos De Tecnología; incrementó los impuestos; el desempleo creció como nunca, hubo paros laborales importantes, pero también sus medidas ayudaron a disminuir la inflación.
El 12 de octubre de 1984 se salvó de milagro de un atentado contra su vida por el Ejército Republicano Irlandés en el Hotel Brighton. Esto le dio más popularidad.
La historia de las mujeres en los principales puestos de gobierno apenas comienza. –como dijo una periodista: “El hecho de traer faldas no te hace mejor ni peor que los hombres; tampoco es que la mujer sea una demócrata sólo por su género; menos que tenga capacidad para gobernar únicamente por su sexo. Ser mujer es una condición de la naturaleza, pero no significa más que eso”.
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24 de septiembre de 2024 at 18:56
Muy interesante este tema lo que sí EEUU no considero que se vaya a quedar quieto ante todo esto, yo considero que ya está moviendo muchas de sus piezas en oriente medio y fabricará guerras para desestabilizar esta parte del mundo.