OPINIÓN
El príncipe y Maquiavelo
Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Nicolás Maquiavelo (3 mayo 1469 – 21 junio 1527) logró pasar a la historia merced a su libro “El príncipe”, que escribió en su granja de retiro en 1513, y fue publicado luego de su muerte en 1532. El título original de la obra fue “De principatibus” que quiere decir “De los gobiernos de príncipes”.
La influencia de su tratado práctico de política es tan extensa que personajes como Napoleón Bonaparte, Carlos V, Henry Kissinger y una legión de “fans” le elogiaron y siguieron sus ideas.
Spinoza y Bacon defendieron sus afanes de libertad y la crudeza de términos, respectivamente. Voltaire lo vomitaba y, ya en el siglo XIX, Fichte y Hegel lo justifican y disculpan de las acusaciones de inmoralidad y poca ética en su obra.
Para saber un poco más sobre la “sucia política” (vox populi) recordaremos algunas frases e ideas de este controvertido, pero siempre nombrado, florentino.
“Un líder que hereda su reino encontrará menos problemas para gobernar y conserva el poder”.
“La gente acepta y respeta su poder porque viene de una larga tradición de liderazgo”.
“Un oponente estaría en desventaja, pues tendría que recurrir a la crueldad para ganarse el respeto, perdiendo el apoyo de la gente”.
Maquiavelo no era un improvisado. Sucedió al legendario Savonarola en la conducción política de Florencia. Nícolo medió o negoció con el Vaticano y las Cortes Italianas, francesas y alemanas, de 1499 a 1512.
Al caer la República de Florencia ante España, los Médici regresan al poder y torturan a Maquiavelo por considerarlo conspirador.
Se retiró a su granja donde escribió su famosa y ya citada obra, además de “El Arte de la Guerra e historia florentina”.
No hay político, en el mundo, que no haya siquiera sabido por interpósitas personas, lo que Maquiavelo escribió sobre los gobernantes, el poder y la política. Sus controversiales conceptos muestran y demuestran que el ser humano necesita siempre del poder. En escalas diferentes. Con escenarios distintos. Desde tiempos inmemoriales y por todos los rumbos del planeta.
“La conducta práctica del político se ha de desarrollar al margen de consideraciones teóricas fuera de la realidad; la obsesiva persecución del poder y prestigio -cueste lo que cueste- deberá ser con independencia de consideraciones éticas que se posponen a ese fin”.
Aunque en su obra no figura la famosa frase “el fin justifica los medios” se infiere en algunos de sus textos.
Maquiavelo, oriundo de Florencia, donde nace el Renacimiento, concibe a la política como “el arte que no está sometido a reglas éticas; rompe así con la tradición griega donde se consideraba a la política como una gran ética y a la ética como una mini política”.
El hombre es malvado por naturaleza, sostiene Maquiavelo. Afirma que no responde a los altos ideales de la moral y que, por el contrario, actúa impulsado por los apetitos insaciables que dan como resultado la violencia. Esos “apetitos insaciables”, son, indudablemente, la ambición, la codicia y la ejercer la violencia, porque generalmente “los hombres son ingratos, volubles, simuladores, mentirosos, cobardes y ávidos de lucro”.
Afirma que “los hombres se apresuran a cambiar de gobernante cuando creen que pueden mejorar su suerte; nuestras vidas están marcadas por abismos de hipocresía; dado que el cumplimiento de la ley, a menudo, resulta inadecuado, tiene sentido recurrir al uso de la fuerza; un gobernante exitoso debe ser capaz de explorar tanto al hombre como a su lado bestial, puesto que nunca se reconocerá la autoridad de los Estados si las leyes no se respaldan con la demostración de poder que obligue a la obediencia”.
Cuando el objetivo es muy importante para el gobernante, no importa transgredir conceptos éticos o morales para conseguirlo.
El Top ten de las frases de Maquiavelo:1) El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia y el éxito; 2) Un príncipe jamás carece de legitimidad para, incluso, romper sus promesas; 3) De vez en cuando las palabras sirven para ocultar los hechos; 4) La política no tiene relación con la moral; 5) Todo mundo ve lo que se aparenta ser, pocos lo que realmente se es; 6) El odio se gana igual por las buenas que por las malas obras; 7) El que engaña encontrará siempre quien se deje engañar; 8) Los hombres ofenden primero al que aman que al que le temen; 9) Un hombre que quiere ser bueno entre los que no lo son… labra su propia ruina; 10) Las minorías no tienen sitio cuando las mayorías tienen dónde apoyarse.
Maquiavelo sostenía que el ser humano se debate entre su condición humana y el animal, porque la naturaleza humana es, predominantemente, instintiva. Afirma también que los gobernantes tienen una ética de responsabilidad y los gobernados la ética de la convicción.
Los especialistas en Maquiavelismos aseguran que la frase “el fin justifica los medios” no es de Nicolás, sino de la obra “Medulla theologiae moralis” (El núcleo de la teología moral) publicado en 1650 donde se indica “Cum finis est licitus, etiam media sunt licita” (Cuando el fin es lícito, también lo son los medios).
Algunos de nuestros ilustres políticos, confunden a El Príncipe, con El principito y- en palabras de Maquiavelo- son aquellos que no comprenden las cosas ni con explicaciones ajenas, porque no las entienden sin ayuda ni cuando otros se las muestran.
