Beisbol
Inicia el Spring Training: ¿Cuántos mexicanos se quedarán en la MLB?

Vuelacercas, por Salvador Cosío Gaona //
Con el duelo entre Royals de Kansas City y Rangers de Texas, en el que se impusieron los texanos por 5 carreras a 4 el pasado viernes 21 de febrero, se puso en marcha el Spring Trainning de la Major League Baseball (MLB), es decir, la etapa previa al arranque formal del inicio de la temporada 2020 de las Grandes Ligas, en que los peloteros de los 30 distintos conjuntos que conforman las divisiones Este, Central y Oeste tanto de la Liga Nacional como de la Liga Americana procuran mostrarse en su mejor forma para aprovechar la oportunidad de conseguir un lugar en los rosters titulares de los equipos.
A esta fase de la campaña por venir acuden tanto los peloteros estelares, y los que ya tienen contrato firmado con cada organización, así como los que han sido también ya enrolados pero con un convenio para figurar en las sucursales de ligas menores de cada equipo, y además un importante número de jóvenes peloteros -en su mayoría porque también hay veteranos- que acuden como invitados en los diversos campos de preparación con la esperanza de ser del interés de alguno de los visores, cuerpo técnico o directivos para una eventual contratación.
El Spring Training, esta etapa de entrenamiento y adecuación físico-atlética así como afinamiento técnico de los beisbolistas en sus diversos escuadrones, se organiza en dos grupos, que son la Cactus League (Liga del Cactus, en Arizona) y la Citrus League (Liga de los Cítricos, en Florida).
Habrá que decir que en los campos de entrenamiento en ambas ligas primaverales hay un puñado de peloteros mexicanos, muchos de ellos ya con contrato en la mano con sus respectivas organizaciones de Grandes Ligas, otros aún esperando la oportunidad de ser cooptados sea para tener la posibilidad de estar en el roster titular o el ampliado de 25 y 40 personas cada uno o aún sea con contrato con los equipos de liga menor o sucursales de las organizaciones de la clase mundial.
A reserva de afinar a detalle la lista, ya que suele ocurrir que arriban posteriormente o habiendo iniciado las tareas de entrenamiento previo en el Spring Trainning, existe un listado básico de beisbolistas mexicanos que están ahora en los diversos campos y estadios de la pretemporada de las ligas mayores y son:
Aarón Jacob Sánchez, José Luis Hernández Urquidi, José Roberto Osuna Quintero, y Humberto Castellanos (Astros de Houston), Oliver Pérez Martínez (Indios de Cleveland), Gerardo Carrillo, Julio César Urías Acosta, y Víctor Aarón González (Dodgers de Los Ángeles), Jason Mathew Vargas y Víctor Teodoro Arano Armas (Phillies de Filadelfia), Luis Enrique Cessa Gasperín (Yankees de Nueva York), Giovanny Gallegos, Jesús Cruz Sustaita, Alexander Wilson y Carlos Soto (Cardenales de San Luis), Andres Clemente Muñoz y Gerardo Reyes Ramírez (Padres de San Diego), Sergio Francisco Romo (Mellizos de Minessota), Joaquim Augustine Soria Ramos, y Khristofer Adrian Davis Alarcón (Atleticos de Oakland), Alexander Brady Verdugo y Joey Meneses (Medias Rojas de Boston), Anthony Michael Rendón, y Julián León (Serafines de Anaheim), Luis Urías Figueroa (Cerveceros de Milwaukee), Ramón Urías Figueroa (Orioles de Baltimore), Miguel Aguilar (Diamondbacks de Arizona), Manuel Bañuelos (Marineros de Seattle), Daniel Duarte (Rojos de Cincinnati), Francisco Ríos, y Sebastián Elizalde (Mets de Nueva York), José Santiago Chávez (Marlines de Miami), Alejandro Kirk (Azulejos de Toronto), Isaac Paredes (Tigres de Detroit), Bernardo Sebastián Zavala (Medias Blancas de Chicago), Jesse David Chávez ( Rangers de Texas), y Luis Javier Guerra Díaz (Nacionales de Washington).
Destacando peloteros como Roberto Osuna, Sergio Romo , Anthony Rendón, Joakim Soria, Oliver Pérez, Jason Vargas, Jesse Chávez y Khris Davis, así como otros que, aunque bisoños aún, ya han mostrado su calidad jugando en gran carpa como Víctor Arano, José Urquidi, Julio Urías, Andrés Muñoz, Gerardo Reyes, Alex Verdugo, Luis Cessa, Giovanny Gallegos entre otros, así que es de esperar sean muchos los que se consoliden y permanezcan en el béisbol de clase mundial.
En su momento, ya estaremos brindando detalles del desempeño de los peloteros mexicanos en la pretemporada de las Ligas Mayores generando una prospectiva de cuál será el status de ellos, para conocer quiénes se quedarán porque tienen contrato firme, están en excelente condición físico atlética, y otros que aún teniendo contrato por alguna diversa razón deberán cursar algún proceso previo antes de participar de lleno en la campaña 2020, conociéndose a aquellos que quizá puedan seguir con sus organizaciones convocantes pero jugando en ligas menores y también a saber de los que no tendrán espacio ni siquiera en las granjas de los equipos de las grandes ligas y deberán regresar al béisbol veraniego de México y esperar otro momento para volver a procurar la oportunidad de enrolarse en el mejor beisbol del orbe por equipos, aunque otra opción para ellos podría ser el béisbol oriental.
Por otro lado, cabe mencionar que en el Spring Trainning la expedición de República Dominicana cuenta con peloteros en todos los equipos, y es la más amplia entre los países que exportan su talento a los complejos ubicados en Arizona y Florida, con un total de 227 jugadores, rebasando incluso la cifra de 2019, que rondaba los 206.
Dominicana, Venezuela y lógicamente los Estados Unidos de América, son los únicos países que cuentan con jugadores en las 30 divisas en esta oportunidad.
Se sabe que son muchos los talentos jóvenes que marcan el paso en la MLB, tanto en el montículo, como con el guante y en el plato, pero que ninguno llama tanto la atención más que Juan José Soto, el precoz artillero de los Nacionales de Washington.
Soto cumplió 21 años de nacido en plena Serie Mundial, una refriega en la que fue protagonista y de la que guardará para siempre el anillo de los campeones.
A los 20, tan solo, sacó 34 pelotas de parque, llevó 110 anotaciones a casa, dejó un OPS de .949 y puso un WAR de 4.9 según Baseball Reference.
Se supone que a su edad debería estar completando su formación en Triple A. Él prefiere repartir tablazos y salir en búsqueda de otro clásico de otoño con los Nats.
A Wander Franco, nacido en Baní, hace casi 19 años, se le señala como el mejor prospecto. Franco es campocorto, pertenece a los Rays de Tampa Bay y batea como los buenos. Todavía le falta para asistir a su graduación como bigleaguer. MLB Pipeline vaticina que eso sucederá en 2021. Mientras llega ese momento, él castiga sin piedad a los contrarios.
En 2019 pasó por las ligas del Medio Oeste y Florida. Terminó en Clase A avanzada. Dejó promedios de .327/.398/.487, con 27 tubeyes, 7 triples, 9 jonrones y 18 bases robadas. Por la proyección que hacen los scouts, es el número uno entre todas las nacionalidades en el más reciente ranking de prospectos publicado por MLB.com.
E-mail: opinión.salcosga@hotmail.com
Twitter: @salvadorcosio1
Beisbol
Charros en ascenso: Pitcheo y racha ganadora

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
A mitad de la temporada 2025 de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), con 47 de los 90 juegos del rol regular disputados hasta el sábado 14 de junio, los Charros de Jalisco han encendido las alarmas con una racha ganadora que los reposiciona en la Zona Norte.
Tras vencer en siete de sus últimos ocho encuentros, incluyendo seis triunfos consecutivos, el equipo jalisciense muestra señales de recuperación tras un bache que amenazó con descarrilar su campaña. ¿Qué impulsa este resurgimiento y qué perspectivas tienen los Caporales en la pelea por los playoffs? Para responder, consulté a dos figuras clave: Luis Alberto González, director general, y Juan Carlos González Iñigo, asesor del equipo.
El pitcheo, que representa al menos el 70% del éxito en el béisbol, ha sido el talón de Aquiles no solo de los Charros, sino de varios equipos de la LMB. La salida del abridor estelar Bryce Conley, fichado por los Nacionales de Washington tras un arranque dominante, dejó un hueco en la rotación. “Su partida nos obligó a improvisar, aunque lo anticipábamos”, reconoce Luis Alberto González.
Los abridores iniciales, tanto mexicanos como extranjeros, no rindieron como se esperaba, forzando ajustes en el bullpen. En las últimas tres semanas, Charros reforzó su cuerpo de relevistas con incorporaciones como Henry Mejía, José Fernández y Alex Bustamante, despidiendo a pitchers como Vidal Nuño, Jonathan Aro y Esteban Haro. “Ahora tenemos un bullen más confiable, clave en una liga donde un juego puede requerir hasta diez relevistas”, subraya González.
Juan Carlos González Iñigo, por su parte, destaca el potente bateo del equipo, pero coincide en que el pitcheo es la preocupación central. “La pelota está más viva y volátil esta temporada, y la altitud de estadios como el Panamericano en Guadalajara, Aguascalientes o Querétaro amplifica los batazos”, explica.
La rotación sufrió tras la salida de Conley, y pitchers como el cubano Elian Leyva y Jeremy Rhoades fueron dados de baja por bajo rendimiento, sustituidos por Pavel Hernández y Dovydas Neverauskas. Sin embargo, los mexicanos Eduardo Vera, Luis Payán y el puertorriqueño Dereck Rodríguez han mostrado mayor adaptación a las condiciones del Panamericano. “Los pitchers mexicanos se adecúan mejor por su experiencia en estas alturas”, afirma González Iñigo, citando al ex ganador del Cy Young norteamericano Trevor Bauer como ejemplo de versatilidad e inteligencia, una cualidad escasa pero vital.
La esperanza también recae en el regreso de Luis Iván Rodríguez, esperado tras el Juego de Estrellas en julio, para fortalecer la rotación junto a Vera y Payán. “Con un cuerpo de diez relevistas sólidos y abridores consistentes, somos más competitivos”, asegura Luis Alberto González. Esta reestructuración llega en un momento crucial, pues la LMB es una liga impredecible donde las rachas no garantizan el éxito en playoffs.
Hace apenas unas semanas, los Charros parecían hundirse luego de tres series perdedoras, pero su reciente racha los coloca a 4.5 juegos del líder en la Zona Norte, donde Tecolotes, Algodoneros, Sultanes, Toros y Acereros libran una cerrada batalla por la supremacía, con solo 3.5 juegos de diferencia entre el primero y el cuarto.
La clave para los Charros será mantener la consistencia en el montículo y capitalizar su bateo explosivo, que ha sido un pilar en esta campaña. Los ajustes a mitad de temporada, aunque arriesgados, parecen rendir frutos, posicionando al equipo no solo para asegurar un boleto a los playoffs, sino para competir de tú a tú con potencias como Sultanes, Toros o Acereros, que combinan experiencia y profundidad en sus rosters.
Si el bullpen sigue consolidándose y los abridores mexicanos mantienen su nivel, los Caporales podrían escalar hasta la cima de la Zona Norte antes del cierre del rol regular. Por ahora, la racha ganadora en el Panamericano, frente a rivales como Leones de Yucatán, es una señal alentadora de que los Charros están encontrando su ritmo justo a tiempo.
Beisbol
La hazaña para la historia de Ronnie Camacho: 27 jonrones hace 62 años en la Liga del Pacífico

Por Gabriel Ibarra Bourjac //
El sol se alzaba implacable sobre Empalme, Sonora, aquel febrero de 1963, tiñendo de dorado las calles polvorientas que conducían al estadio de los Rieleros. Ronaldo “Ronnie” Camacho, el “roperón de Empalme”, caminaba hacia el diamante con el peso de su pueblo sobre los hombros.
En su mirada se mezclaban la determinación y el nerviosismo: sabía que la penúltima serie del rol regular en la Liga Mexicana del Pacífico sería su prueba de fuego.
Los Naranjeros de Hermosillo, líderes de la liga, llegaban a retarlo, y con ellos, dos titanes del bateo, Héctor Espino, el “Supermán de Chihuahua”, y Saúl Villegas. Ronnie cargaba 24 jonrones; Espino y Villegas, empatados con 23, acechaban su corona. El aire vibraba con la expectativa de 15 mil fanáticos que abarrotaban las gradas, ansiosos por presenciar una batalla que pasaría a la historia.
Desde el primer juego, el estadio se convirtió en un caldero de emociones. Ronnie, con su bat al hombro, sentía cada mirada mientras se paraba en la caja de bateo. El pitcher de los Naranjeros lanzó una recta alta, y el sonido del impacto resonó como un trueno: jonrón 25. La multitud estalló en un rugido que hizo temblar las gradas de madera.
Al día siguiente, en el segundo juego, otro cuadrangular surcó el cielo, el 26, y la afición ya soñaba con la gloria. Pero fue en el cuarto y último juego de la serie cuando Ronnie selló su leyenda. Con un swing poderoso, la bola voló más allá de las bardas, marcando su jonrón 27. El récord estaba hecho, y Empalme se rindió a sus pies. Ese récord, implantado hace 61 años, sigue intacto, solo igualado por Bob Darwin en 1971-1972 con Hermosillo.
El sonido que nunca se olvida
Días atrás, sentado frente a mí en una tarde cálida de junio de 2025, le pregunté a Ronnie cuál de esos jonrones había gozado más. Sus ojos, cargados de nostalgia, se iluminaron mientras respondía: “Nada es más hermoso que escuchar el sonido del impacto del bat con la bola y verla viajar arriba de las bardas”. Su voz temblaba al recordar aquel invierno del 63, cuando en su tierra natal, con los Rieleros, superó a Espino y Villegas para conquistar la corona de jonrones. “Fue una emoción inmensa”, añadió, “sentir que no le fallé a mi gente”.
Ronnie, junto a Espino, fue uno de los bateadores más temidos de México, un bombardero que acumuló 457 jonrones en su carrera: 317 en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) y 140 en la del Pacífico, un poder que aún resuena en la memoria colectiva.
Una vida dedicada al diamante
Ronnie Camacho nació el 26 de octubre de 1935 en Empalme, un pueblo ferroviario de Sonora donde el béisbol era más que un deporte: era un rito. A los 17 años, en 1953, debutó con Fresno en la Liga de California, sucursal de los Cardenales de San Luis, siendo el más joven del equipo. En 1958, ya con los Rieleros, ganó la triple corona de bateo en la Liga Invernal de Sonora, preludio de lo que sería su gloriosa carrera.
Durante más de 20 años y 2,200 juegos, Ronnie brilló en México y Estados Unidos, jugando para equipos como Águilas de Mexicali, Tecolotes de Nuevo Laredo y Pericos de Puebla, hasta su retiro en 1975 con Aguascalientes. En 1983, su nombre ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México, un reconocimiento a su legado inmortal.
Un homenaje que une pasiones
El eco de sus hazañas llegó hasta Guadalajara, donde tuve el privilegio de rendirle homenaje en el Palacio Municipal, durante el último año de la administración de Enrique Alfaro, con Enrique Ibarra como alcalde interino.
Como relató Diego Morales Heredia en Conciencia Pública, destaqué a Ronnie como un ícono mexicano, un ejemplo de profesionalismo y entrega que inspira a la juventud. “Cuando hay talento, pasión y vocación, se puede lograr”, dije, emocionado, mientras recordaba mis inicios en el periodismo, nacidos de mi amor por el béisbol.
Rodeado de la peña beisbolera más apasionada del occidente, con 150 miembros, celebramos a este sonorense que encarna la grandeza del rey de los deportes. Su récord de 27 jonrones en la Liga del Pacífico, y los 39 en la LMB, lo convierten en el protagonista de las mayores proezas cuadrangulares del béisbol mexicano, un legado que sigue motivando a generaciones.
Un faro para los nuevos peloteros
Ronnie Camacho no es solo un nombre en los libros de récords; es un faro para las nuevas generaciones de peloteros que sueñan con el éxito. Su historia enseña que el talento, forjado con disciplina y amor por el juego, puede romper barreras y conquistar hazañas eternas.
En cada swing de un joven bateador, en cada grito de la afición, resuena el eco de aquellos 27 jonrones de 1963, un recordatorio de que, con pasión y entrega, el diamante siempre recompensa a quienes lo honran. Ronnie, el “roperón de Empalme”, sigue siendo la chispa que inspira a los futuros campeones del béisbol mexicano.
Beisbol
Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?
La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.
A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.
La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.
Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.
La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.
Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.
Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo