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MUNDO

La pandemia, el gran detonador: La Gran Renuncia, un cambio silencioso

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Economía Global, por Alberto Gómez-R. //

Un inusual fenómeno socio-económico se está presentando en varios países, y tiene sus raíces en la pandemia o al menos ha sido el detonador de la “Gran Renuncia”. Hay datos verdaderamente indiscutibles: tan sólo en los Estados Unidos, durante el mes de agosto pasado, más de 4.3 millones de personas renunciaron voluntariamente a sus empleos, cifra que establece un nuevo récord. Lo anterior eleva a más de 10.3 millones de empleos vacantes en el país actualmente.

Aproximadamente 4 millones de personas por mes han dejado sus trabajos desde finales del primer trimestre del 2021, como parte de una tendencia que se ha conocido como la “Gran Renuncia”.

Los salarios están aumentando rápidamente a medida que las empresas luchan por contratar personal y muchas están agregando bonos por firmar y revisando paquetes de beneficios con la esperanza de atraer nuevos empleados y retener el talento existente.

La cantidad de personas que renuncian es particularmente alta en el sector del ocio y la hospitalidad, pero la gente está renunciando a sus trabajos en una amplia gama de industrias, informa la Oficina de Estadísticas Laborales. (Independent.com)

Los servicios profesionales y comerciales, la asistencia sanitaria y social así como el comercio minorista registraron un gran número de abandonos en agosto.

Como un invisible y gigantesco manto que se despliega y cubre naciones enteras en un avance sigiloso pero creciente, otros continentes no son la excepción. Europa, también se enfrenta a un serio problema económico de varias aristas, una de ellas, la dimisión de cientos de miles de personas de sus empleos.

En el Reino Unido, por ejemplo, hay una escasez de mano de obra calificada agravada por su salida de la Unión Europea (Brexit), ya que ahora se exigen visas de trabajo e impuestos adicionales a quienes no tienen la nacionalidad británica, lo que ha provocado un muy bajo interés de los trabajadores europeos en migrar al país anglosajón para laborar; la falta de más de 100 mil conductores de vehículos de carga ha provocado el desabasto en amplias zonas del país, así como en sus principales ciudades.

En Alemania se calcula que hay unos 400.000 empleos vacantes, en Francia 300.000 y en España casi 120.000, un 88% de ellos en el sector servicios.

En China, Vietnam y otros países asiáticos también ocurre lo mismo, pues millones de personas que habían vuelto a sus aldeas cuando se produjo el confinamiento no han vuelto a sus empresas. Una gran variedad de trabajadores, no sólo de empresas de manufactura, sino profesionales de la salud, servicios, y de seguridad han preferido no volver a sus antiguos empleos.

Oceanía tampoco es la excepción, con decenas de miles de australianos dejando sus trabajos, los departamentos de recursos humanos están seriamente preocupados por el creciente fenómeno.

La encuesta de Limeade (agencia especializada en temas laborales) encontró que la tensión de trabajar más horas desde casa durante los cierres pandémicos fue la principal razón por la que dejaron su trabajo.

La plataforma, que encuestó a 500 empleados australianos a tiempo completo que trabajan en empresas con 500 o más empleados, registró que el 29% de los encuestados dijo que el agotamiento de los últimos 18 meses de trabajo desde casa fue la razón principal por la que renunciaron.

Más del 37% de los encuestados dijeron que estaban dejando su lugar de trabajo sin otro trabajo en puerta.

Una investigación similar que indica cómo las horas más largas, combinadas con una pérdida de división entre el trabajo y el hogar, impulsaron experiencias de agotamiento a nivel mundial desde el comienzo de la pandemia. (businessinsider.com.au)

La pandemia ha ofrecido una vitrina para mostrar el verdadero problema de fondo de estas masivas renuncias: las políticas económicas neoliberales.

Durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la gran abundancia económica en Occidente provocó una alta rotación de personal, ya que había sobrada y bien pagada oferta laboral, por lo que la clase media trabajadora podía darse el lujo de escoger sus empleos y salarios que mejor le convinieran.

La implementación gradual de las políticas neoliberales cambió el panorama a partir de la década de los años 80, cuando comenzaron a precarizarse los salarios y condiciones laborales, bajo el engaño de una mejor distribución de la riqueza, una idea salida de la Escuela de Economía de Chicago con Milton Friedman a la cabeza, y de la escuela austríaca de economía con Friedrich von Hayek.

Como parte de las políticas neoliberales, la disminución salarial de este modelo económico ha provocado que disminuya progresivamente el poder adquisitivo, reduciendo el consumo a la par, así como la oferta de empleos, al decrecer las ventas y como consecuencia la producción de bienes.

El confinamiento ha transformado la situación, tal y como lo ha descrito muy claramente la profesora de Harvard, Tsedal Neeley, en un interesante libro publicado el pasado mes de abril (Remote Work Revolution: Succeeding From Anywhere): «Hemos cambiado. El trabajo ha cambiado. La forma en que pensamos sobre el tiempo y el espacio ha cambiado (…).

Las encuestas que se están realizando en muchos países muestran claramente que la pandemia ha abierto los ojos a millones de trabajadores en todo el mundo, que ahora rechazan la situación laboral anterior y se replantean su vida y, en especial, las condiciones de trabajo. Un informe reciente de McKinsey & Co. afirma que una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos está pensando en cambiar de empleo o en dejar la actividad laboral debido al Covid-19. (Torres, J. 28/10/2021)

La pandemia ofreció a muchas personas la oportunidad de hacer un balance de su vida laboral, ya que se vieron obligadas a trabajar desde casa; su trabajo desapareció o fueron suspendidos; o de repente se vieron sometidos a una gran presión, desempeñando funciones esenciales en circunstancias difíciles.

La Gran Renuncia está obligando a las empresas a replantear sus modelos de negocio y condiciones laborales, ante las graves pérdidas económicas por falta de empleados. Es ahora que la gran clase trabajadora comienza a darse cuenta de su enorme poder: sin empleados no hay riqueza.

Los salarios subieron en los tres meses que concluyeron en septiembre en Estados Unidos por el mayor margen en 20 años, con muchas compañías forzadas a pagar más para cubrir un número casi récord de vacantes.

El sueldo aumentó 1,5% en el tercer trimestre, informó el viernes 29 de octubre el Departamento de Trabajo. Eso es un alza marcada respecto a 0,9% del trimestre anterior. El valor de las prestaciones subió 0,9% en el trimestre julio-septiembre, más del doble del previo.

Las cifras demuestran que los trabajadores están cobrando fuerza en el mercado laboral para conseguir mejor paga, más prestaciones y otros beneficios, como horarios flexibles. Con más empleos disponibles que personas desempleadas, según datos del gobierno, las empresas se han visto obligadas a trabajar más para atraer personal. (Los Angeles Times)

Por lo visto, en todos los niveles de empleo, los trabajadores se cuestionan en cuánto contribuye el actual empleo a su felicidad y bienestar general. Ahora se trata no sólo de recibir un pago por sus horas laborales, sino de tener una mejor calidad de vida.

Los empleadores y empresas deben atender inmediatamente este fenómeno e invertir en su talento humano, proporcionando condiciones de bienestar en todos aspectos, ya que de no hacerlo, enfrentarán pronto serias dificultades que podrían no garantizar su futura existencia.

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MUNDO

Nueva York y el sueño del comunismo

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Política Global, por Jorge López Portillo Basave //

En Nueva York la muestra del capitalismo y sus excesos, el pasado jueves se realizaron las elecciones internas (llamadas primarias) del Partido Demócrata. El actual alcalde Adams, expolicía de ascendencia africana, buscará la reelección como independiente, ya que desde el 2023 tuvo serias diferencias con las políticas del presidente Biden. Los republicanos han lanzado un candidato hijo de italianos y de políticas muy cargadas a la derecha.

Así, los candidatos virtuales son: El actual alcalde expolicía Eric Adams, el Republicano Curtis Sliwa, expolicía quien ya perdió contra Adams en el 2021 y el joven carismático, inmigrante, musulmán y pro-comunismo Zohran Mandani. El candidato republicano tiene menos del 7% de preferencia por lo que nos podemos ahorrar el espacio a menos de que el sistema divida entre dos o 3 los votos de la elección final en noviembre de este año. Solo como comentario, mañana se definirá la segunda vuelta de la elección en NY.

El Estado tiene una legislación que pide el 50% de los votos para ser el candidato único de un partido, pero también permite que los dos o tres candidatos punteros de un mismo partido puedan pasar a la final sacando a candidatos de la oposición menos bien posicionados.

Mandani, el político del momento, lleva una ventaja de varios puntos sobre su contrincante interno, el exgobernador Andrew Cuomo, quien como recordarán dejó el cargo después del COVID-19 en escándalos de presunto acoso sexual que se desvanecieron al renunciar al cargo en el 2021.

El exgobernador Cuomo es importante porque a pesar de reconocer que en la primera vuelta fue atropellado por Mandani, no ha dicho a quién apoyará en la general o si se mantendrá en la boleta. Esto es relevante porque Adams está abajo en las encuestas y tiene una imagen general poco favorable, al igual que Mandani. Así es, la mayoría de los electores opinan de manera negativa sobre el joven comunista, siendo Cuomo con su pasado cuestionable el único de los 3 que tiene una imagen con números positivos.

Solo por matemáticas, los Republicanos se podrían sumar a Eric Adams, quien ha buscado ser más de centro, o de bajarse Adams podrían apoyar a Cuomo si es que se mantiene en la contienda, pero si las cosas siguen así en Nueva York, el joven militante del Partido Socialista de América y ahora por necesidad candidato demócrata a los 33 años sería alcalde, y tan solo a siete años de que obtuvo su ciudadanía. Nada mal para ser un recién llegado y una minoría.

Como se ha señalado en otras notas, los jóvenes de EUA están inclinándose al comunismo por sentirse decepcionados por el capitalismo y por la democracia. La mayoría de las universidades públicas de las costas, salvo Texas y Florida, han favorecido programas de educación con tendencia de izquierda recibiendo millones de dólares en donaciones provenientes de empresas situadas en China, Europa u Oriente Medio y con un gran desprecio o resentimiento en contra de la cultura occidental y en particular de la raza blanca y la familia llamada nuclear-tradicional.

La forma en la que se votó por el joven Mandani refleja el electorado de la izquierda de EUA. Básicamente, los demócratas tenían a dos candidatos. Al candidato blanco de edad media avanzada, exgobernador Andrew Cuomo quien perdió con un 36.3% de los votos de la primera ronda y tenían a Mandani, el migrante musulmán quien obtuvo el 43.8% de los votos de esa etapa estando apenas por debajo del 50% que le hubiera garantizado no ir a la segunda ronda mañana martes 1 de julio, para ser el candidato oficial en la elección general de noviembre.

Pero los votos muestran otras cosas más. La mayoría de los votos a favor del joven fueron de personas ricas de raza blanca o clase alta y educada en donde ganó casi 2 a 1 mientras que Cuomo de 67 años obtuvo el voto de las minorías y de las clases populares que en esta elección no participaron en los mismos montos que en otras por sentirse decepcionados.

Desde hace 20 años el Partido Demócrata ha dominado las elecciones en los estados de la costa de ambos lados de EUA. Ese tema podría ser para otra nota, pero lo que es de llamar la atención es el mensaje y la metodología de la campaña del ahora presunto candidato del partido dominante en esa ciudad a la alcandía más importante de ese país y tal vez una de las más emblemáticas del mundo.

California, Washington, Oregon, Nueva Inglaterra y claro, Nueva York, son lugares en los que ser el candidato demócrata es ser prácticamente el gobernador y en las capitales o ciudades más ricas es ser el alcalde. El partido en el poder tiene márgenes del 60 al 70% de los diputados de la zona por el sistema electoral que permite a los partidos tener a múltiples candidatos y a la gente votar por varios candidatos de la manera que uno vota por su primera segunda y tercera opción asegurando al partido que tiene más candidatos votados en las primeras posiciones ganar no solo la 1 sino la 2 y casi todo.

El joven Mandani nació en Uganda, de niño emigró a Sudáfrica en donde hay una ciudad con su mismo apellido y de ahí emigró a EEUU con sus padres. Era músico de hip hop y hace 2 años entró como concejal -regidor- de Queens. Su padre es profesor y su madre una productora de medios y cine muy exitosa.

La campaña de este joven es muy atractiva y claro, apoyado por jóvenes y dos líderes del partido demócrata. Uno es Bernie Sanders, senador por Vermont, también del partido socialista, y por Alejandra Ocasio, la representante (diputada federal) por NY quien es parte del equipo del mismo senador.

Los jóvenes demócratas que en su mayoría apoyan al comunismo ven en el concejal y tal vez, futuro alcalde, lo que el partido perdió con Biden que es la energía, la virilidad, la velocidad de palabra y claro esto mezclado con que es una minoría como lo era Obama. Ya algunos dicen que podría ser el nuevo Obama, pero al no haber nacido en EUA no puede ser presidente, pero su religión le permite acercarse a muchos que no son católicos o judíos. Lo curioso es que tanto él como la representante Alejandra Ocasio hablen tan mal de Estados Unidos, país que le abrió las puertas a sus padres, quienes inmigraron de manera legal.

Su campaña está enfocada en dar apoyos económicos para que edificios de NY sean repoblados por familias pobres con subsidios de gobierno. Crear algo así como las tiendas del programa oportunidades o Diconsa antes y claro dar ingresos básicos, seguro médico y apoyos sociales mínimos a todos los habitantes de NY no solo a los residentes legales sino a todos para lo que propone subir impuestos y pedir préstamos.

No es tan fácil como decir que el capitalismo falló y que por eso avanza la idea del comunismo. No es tan fácil como decir que la democracia falló y que por eso avanza la idea del autoritarismo. Pero es claro que para los jóvenes blancos de EUA y especialmente a los ricos, cada día es más fácil pedir que se regalen cosas o que se den bienes por condición racial o sexual que pedir que haya trabajo y respeto para todos sin importar sexo, raza o credo.

Se sabrá cómo le fue al joven en la segunda vuelta, pero en unas semanas veremos si las minorías lo abrazan como propio o si las minorías abrazan al blanco exgobernador presunto acosador sexual o al actual alcalde que es de raza negra. En noviembre sabremos si la capital del capitalismo es ahora la ciudad más grande y rica gobernada por el comunismo y claro la primera en la historia de EUA. ¿Le llegó su hora al capitalismo? Y ¿quién pagará por esos programas de todo gratis?

Suena padre, pero la vez pasada no funcionó. De todos modos, el candidato es un excelente orador y su mensaje está pegando fuerte desde NY hasta California con los jóvenes y mujeres de clase media alta y raza blanca que se sentían desencantados con Biden y más molestos con la victoria de Trump. “New York, New York” la ciudad que nunca duerme puede estar por despertar al comunismo que nunca se fue.

 

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MUNDO

El auge de los videos de noticieros falsos creados con IA

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Por Redacción Conciencia Pública, con información de DW en Español //

En plataformas como TikTok circulan videos que aparentan ser entrevistas reales con ciudadanos comunes opinando sobre temas políticos. Sin embargo, muchas de estas escenas nunca ocurrieron: ni el reportero ni los entrevistados existen, y todo fue generado con inteligencia artificial (IA).

Un ejemplo reciente muestra a una mujer británica hablando de política frente a una cabina telefónica; aunque convincente, todo fue creado con la herramienta Veo de Google DeepMind, apenas delatado por una sutil marca de agua.

Estos videos forman parte de un fenómeno creciente: los noticieros sintéticos. Aunque el uso de presentadores digitales no es nuevo —China los introdujo en 2018 como una curiosidad—, la tecnología ha avanzado al punto de que cualquier persona puede crear contenido hiperrealista con IA a bajo costo. Esta accesibilidad ha provocado una oleada de contenido falso que imita el formato periodístico, muchas veces con intenciones manipuladoras o provocadoras.

Algunos videos buscan el humor o la parodia, pero otros cruzan una línea más peligrosa al simular reportes de eventos que nunca sucedieron, como convoyes militares o desastres. Estas producciones suelen aparecer durante momentos de crisis, cuando el público está más vulnerable a la desinformación. En muchos casos, no hay contexto ni verificación, solo una narrativa diseñada para sembrar confusión o dramatismo.

El incentivo económico es un motor clave detrás de este auge. Las plataformas como Meta favorecen el contenido viral —aunque provenga de fuentes dudosas—, y los creadores ganan dinero por cada visualización. Esto ha dado origen a «fábricas de basura IA», donde se producen en masa videos sintéticos de baja calidad, especialmente durante noticias de último momento, con cifras falsas y testimonios fabricados para captar la atención.

Detectar estos engaños no siempre es fácil, pero hay pistas: marcas de agua (a veces recortadas), movimientos antinaturales, errores en los labios o gestos faciales y textos con errores. Aun así, muchos usuarios caen en la trampa. El consejo de los expertos es claro: si no quieres ser engañado, acude a medios confiables y con trayectoria. En tiempos donde la desinformación puede ser indistinguible de la realidad, el escepticismo informado es la mejor defensa.

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MUNDO

Nominar a Trump, la devaluación del Premio Nobel de la Paz

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Hay similitudes entre Donald Trump, la Madre Teresa y Nelson Mandela?

La pregunta, lanzada con sarcasmo por un colega, apuntaba a la reciente nominación de Trump al Premio Nobel de la Paz. La respuesta: Trump podría unirse a este selecto grupo.

La idea me dejó atónito. ¿Ha caído tan bajo la credibilidad de este galardón como para premiar a un líder cuya retórica se nutre de confrontación, cuya política persigue a migrantes y carece de un ápice de humanismo?

Hoy martes este debate resuena mientras el mundo observa el conflicto Israel-Irán, donde la autoproclamación de Trump como nominado expone las tensiones geopolíticas y mediáticas.

La nominación, promovida por congresistas republicanos como Buddy Carter y respaldada por Pakistán, parece más un ejercicio de autopromoción que un reconocimiento genuino.

En redes sociales, como X, las reacciones son polarizadas: partidarios de Trump celebran el “logro” con hashtags como #TrumpForPeace, mientras críticos lo tildan de “cínico” y “absurdo”, citando su historial belicista.

Trump prometió evitar “guerras eternas” tras su victoria en 2024, pero autorizó ataques a instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado, usando B-2 y misiles Tomahawk. Este acto contradice su discurso, y el supuesto “acuerdo de alto el fuego” con Irán, presentado como mérito, ya muestra fisuras, según posts en X que reportan nuevos enfrentamientos.

La nominación parece un intento de blanquear su imagen tras decisiones controvertidas.

El Nobel de la Paz, históricamente un bastión de humanitarismo, ha perdido brillo. La entrega a Barack Obama en 2009, sin resultados concretos en paz, marcó un precedente de devaluación. Nominar a Trump, conocido por su retórica agresiva y políticas antiinmigrantes, refuerza la idea de que el premio se ha convertido en una herramienta de legitimación política. En X, usuarios ironizan: “¿El Nobel para Trump? ¡Solo falta nominar a Kim Jong-un por sus sonrisas!”.

Esta percepción se agrava por el contexto: el ataque a Irán, justificado por la supuesta inminencia de una bomba nuclear, evoca el engaño de Irak en 2003 bajo Bush, cuestionando la transparencia de EEUU.

Los méritos alegados incluyen el “acuerdo de alto el fuego” y su giro diplomático con Corea del Norte en 2018-2019, aunque este último colapsó. Sin embargo, su intervención en Irán, alineada con Israel, sugiere una agenda de poder más que de paz. En redes, analistas como

@GeoPoliticaMX destaca que la nominación coincide con la presión de Trump para reafirmar la hegemonía estadounidense ante China y Rusia, aliados cautelosos de Irán.

La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz, pese a su retórica de combate y confrontación, plantea un dilema ético y simbólico que erosiona la esencia del galardón. Este escenario no solo reflejaría una devaluación histórica del premio, sino que legitimaría una narrativa donde el poder y la autopromoción prevalecen sobre los principios humanitarios que han definido a figuras como Mandela o la Madre Teresa.

Si el Nobel cae en manos de un líder cuya trayectoria contradice la paz, el desafío será redescubrir su propósito original, promoviendo un diálogo global que priorice la humanidad sobre la hegemonía. Solo así se podrá contrarrestar la ironía de un mundo al revés, donde la confrontación se corona como virtud.

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