OPINIÓN
Medicina tradicional china: La acupuntura y sus beneficios a la salud

Salud y Bienestar, por Gabriela Arce Siqueiros //
Para mí es un placer escribir esta columna para ustedes. En esta ocasión, me gustaría abordar un tema que resulta importante por su aporte a la vida saludable, ya que se presenta como una opción atractiva como alternativa para el bienestar y el equilibrio.
La acupuntura es una práctica de la medicina tradicional china que tiene más de 2000 años de historia. Se basa en la teoría de que el cuerpo tiene una energía vital llamada «qi» que fluye a lo largo de canales o meridianos. Se cree que cuando este flujo de energía se bloquea o está desequilibrado, puede causar enfermedades y malestar.
Durante un tratamiento de acupuntura, se insertan agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo, conocidos como puntos de acupuntura, para estimular y regular el flujo de qi. Estos puntos están ubicados a lo largo de los meridianos y se eligen en función de la condición que se está tratando.
La acupuntura se utiliza para tratar una amplia gama de condiciones, que incluyen:
- Dolor crónico (como dolor de espalda, dolor de cabeza y dolor articular)
- Trastornos del sueño
- Ansiedad
- Depresión
- Problemas digestivos
- Alergias
- Problemas de fertilidad
También se utiliza en la medicina preventiva y para mejorar el bienestar general.
La evidencia científica sobre la eficacia de la acupuntura es mixta, pero muchos estudios han encontrado beneficios significativos en el alivio del dolor y el manejo de diversas afecciones. Algunas teorías sugieren que la acupuntura puede estimular la liberación de neurotransmisores y hormonas, lo que puede explicar sus efectos terapéuticos.
Es una práctica originaria de China que implica la inserción de agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo para estimular ciertos procesos fisiológicos. Durante una sesión de acupuntura, una persona capacitada inserta agujas estériles y desechables en puntos específicos de acuerdo con el diagnóstico y el tratamiento requerido. Las agujas se dejan en su lugar durante unos 20-30 minutos, y la sesión puede implicar técnicas adicionales como la manipulación suave de las agujas o la aplicación de calor (moxibustión) para potenciar los efectos terapéuticos.
El procedimiento típico de una sesión de acupuntura implica los siguientes pasos:
- Evaluación inicial: El practicante de acupuntura revisará tu historial médico y discutirá tus síntomas o preocupaciones de salud actuales. También puede realizar un examen físico para determinar los puntos de acupuntura adecuados.
- Selección de puntos de acupuntura: Basándose en la evaluación, el practicante identificará los puntos de acupuntura relevantes para tu condición específica.
- Preparación: Se te pedirá que te acuestes cómodamente en una camilla. El practicante limpiará los puntos de acupuntura con alcohol y luego insertará las agujas en los puntos seleccionados.
- Inserción de agujas: Las agujas de acupuntura son delgadas y estériles. El practicante las insertará suavemente en los puntos de acupuntura, y es posible que sientas una leve sensación de pinchazo o presión.
- Estimulación: Una vez que las agujas están en su lugar, el practicante puede manipularlas ligeramente para provocar una sensación adicional o aplicar calor (moxibustión) para potenciar los efectos terapéuticos.
- Reposo: Después de insertar las agujas, te dejarán descansar durante unos 20-30 minutos. Puedes relajarte durante este tiempo y permitir que las agujas hagan su trabajo.
- Retiro de las agujas: Una vez completado el tiempo de reposo, el practicante retirará suavemente las agujas.
- Seguimiento: Después de la sesión, es posible que el practicante te dé recomendaciones sobre el autocuidado o el seguimiento del tratamiento.
La acupuntura se ha asociado con una variedad de beneficios para la salud, aunque la evidencia científica puede variar en términos de la solidez de los resultados. Algunos de los posibles beneficios incluyen:
- Alivio del dolor: La acupuntura se ha utilizado tradicionalmente para aliviar el dolor en diversas condiciones, como dolor de espalda, dolor de cabeza, dolor articular y dolor menstrual.
- Reducción del estrés y la ansiedad: Muchas personas encuentran que las sesiones de acupuntura les ayudan a relajarse y a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Mejora del sueño: Algunas investigaciones sugieren que la acupuntura puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a tratar trastornos del sueño como el insomnio.
- Alivio de los síntomas de la menopausia: Se ha encontrado que la acupuntura alivia los sofocos y otros síntomas asociados con la menopausia en algunas mujeres.
- Mejora de la salud digestiva: La acupuntura puede ayudar a aliviar problemas digestivos como la acidez estomacal, la indigestión y el síndrome del intestino irritable (SII).
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren que la acupuntura puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la resistencia a las enfermedades.
Existen algunas contraindicaciones y precauciones a considerar:
1. Hemofilia o trastornos de coagulación: La acupuntura implica la inserción de agujas en la piel, lo que puede aumentar el riesgo de hematomas o sangrado en personas con trastornos de coagulación como la hemofilia.
2. Uso de anticoagulantes: Las personas que toman medicamentos anticoagulantes, como la warfarina, pueden tener un mayor riesgo de hematomas o sangrado excesivo durante una sesión de acupuntura.
3. Embarazo: Aunque la acupuntura puede ser segura durante el embarazo cuando es realizada por un profesional experimentado, algunos puntos de acupuntura están contraindicados durante ciertas etapas del embarazo debido al riesgo de estimulación uterina.
4. Infecciones de la piel: Las personas con infecciones de la piel en el área de los puntos de acupuntura deben evitar la acupuntura hasta que la infección se haya resuelto para prevenir la propagación de la infección.
5. Alergias a las agujas: Algunas personas pueden ser alérgicas al material de las agujas de acupuntura. Es importante informar al practicante de cualquier alergia conocida antes de comenzar el tratamiento.
6. Condiciones médicas graves: En personas con condiciones médicas graves como enfermedades cardíacas, epilepsia o cáncer avanzado, la acupuntura debe ser realizada con precaución y bajo la supervisión de un médico.
Siempre es recomendable discutir cualquier preocupación o condición médica con un profesional de la salud antes de recibir tratamiento de acupuntura.
Es importante recordar que la efectividad de la acupuntura puede variar según la persona y la condición médica específica, y que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud calificado antes de comenzar cualquier tratamiento.
En mi experiencia, la acupuntura ha sido una herramienta útil para el manejo del dolor crónico. Sobre todo de mi espalda baja. Incluso en ocasiones me ayuda bastante a disminuir el insomnio. Después de varios tratamientos, he experimentado una disminución significativa en mis niveles de dolor y una mejora en mi calidad de vida. Si bien reconozco que los resultados pueden variar para cada individuo, personalmente estoy satisfecha con los beneficios que he obtenido de la acupuntura y la considero como una opción válida de tratamiento complementario.
En conclusión, es importante considerar desde diversas perspectivas y mantener una mente abierta y constructiva sobre este tema. Espero les sea de utilidad y como un punto de referencia para considerarlo una herramienta más.
Juntos, trabajaremos en soluciones que mejoren nuestra salud.
Gracias por su atención y su compromiso con este artículo. Siempre quedo atenta a sus comentarios.
Gabriela Arce Siqueiros.
siqueiros.arte@gmail.com
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
NACIONALES
Buscan cubrir a AMLO en actos de corrupción

– De Primera Mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín
UNA DE LAS evidencias de que el sistema político del México de nuestros días es parecido al PRI hegemónico de hace 50 años es el combate a la corrupción de acuerdo a intereses políticos del grupo en el poder, con una gran diferencia ahora: Los funcionarios de primer nivel son intocables.
No hubo un solo presidente de la república de aquel viejo PRI, que no impusiera su voluntad y enviara un mensaje a la clase política de que había un nuevo líder en Los Pinos. Las demostraciones incluían cárcel para figuras de alto nivel. Así, estuvieron tras las rejas el senador Jorge Díaz Serrano, director de PEMEX, con el presidente José López Portillo, varios gobernadores y hasta un hermano del presidente Carlos Salinas, Raúl.
A partir del año 2018, el hombre que tuvo como lema de campaña presidencial el ataque a la corrupción, Andrés Manuel López Obrador, en los hechos cubrió a los corruptos de primerísimo nivel.
Solo dos botones de muestra: Ignacio Ovalle Fernández, director de SEGALMEX, y Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad. Aplicó la máxima de Benito Juárez: “A los amigos, perdón y gracia; a los enemigos, la ley a secas”.
Entre los enemigos actuó contra Emilio Lozoya, director de PEMEX con el presidente Peña Nieto, acusado de haber recibido sobornos de una empresa petrolera del Brasil, pero al final del día su gobierno acordó y el acusado está en casa.
El cinismo de AMLO incluyó su admisión de la existencia de corrupción en Segalmex, cuyo desfalco rebasó los 15 mil millones de pesos, pero justificó a Ovalle diciendo que este último “había sido engañado por sus subalternos”.
Increíble lo anterior, sobre todo para quien, durante una “mañanera” del año 2019, aseguraba que no hay persona mejor informada que el presidente de la república y que si había corrupción entre los funcionarios, “era porque el jefe, el presidente, estaba enterado”.
En los días que vivimos, el caso del “huachicol fiscal” operado por altos mandos de la Marina Armada de México nos pone sobre la mesa la enorme probabilidad de que no solo el general secretario del ramo con López Obrador, sino también este último, pudieran haber sido enterados y haber permitido el enorme peculado.
Imposible no reparar en las declaraciones del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien el pasado domingo declaró que Rafael Ojeda Durán, titular de la Marina en el sexenio obradorista, había denunciado “problemas” y que por ese motivo la Fiscalía General de la República se había adentrado en la investigación que hoy tiene por resultado la persecución de cuando menos 200 personas, entre militares, servidores públicos y empresarios.
Los hechos sobre tal ilícito empezaron a trascender a los altos mandos militares cuando Rubén Guerrero Alcántar, vicealmirante y exdirectivo de una aduana en Tamaulipas, redactó una carta que llegó a manos del general secretario Ojeda Durán, en la que señalaba directamente a Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, de encabezar una red de “huachicoleo fiscal”.
Los hermanos Farías, originarios de Guaymas, Sonora, son sobrinos de Ojeda Durán. Guerrero Alcántar fue asesinado el 8 de noviembre del 2024 en Manzanillo, Colima. El volcán de corrupción denunciado hizo erupción al descubrirse un buque con diez millones de litros de combustible introducido sin pagar impuestos en Tampico, Tamaulipas, el pasado mes de mayo, seguido de otros descubrimientos similares en Ensenada, Baja California, y el trascendido de que ese combustible había tocado la bahía de Guaymas en Sonora.
En sus declaraciones sobre el tema, Gertz Manero subrayó que cuando el general secretario Ojeda denunció “problemas en la Marina”, lo hizo en términos generales sin hacer referencia a sus sobrinos. A su lado, en esa conferencia de prensa del pasado domingo, el titular de seguridad pública, Omar García Harfuch, dijo que no se podía condenar a toda una institución por los errores cometidos por algunos de sus integrantes.
Horas después, en su “mañanera”, la presidenta Claudia Sheinbaum refrendó la defensa. Para el general exsecretario, recordando que lo importante era la investigación y, sobre todo, las pruebas para demostrar los dichos.
La lógica indica una posibilidad de involucrar a Rafael Ojeda Durán en el escándalo mayúsculo de los hermanos Farías Laguna y otros implicados; golpearía directamente la humanidad de López Obrador.
Es mucho más conveniente enviar el mensaje de ataque a la corrupción, aprehendiendo y enjuiciando a “peces menores”. Ahí se registra una diferencia con el pasado reciente.
Durante el sexenio 2018-2024 se cubrió la corrupción en vez de combatirla. En este sexenio de la presidenta Sheinbaum sí se está combatiendo la corrupción pero cuidando la imagen de quien ahora vive en Palenque.
Lo anterior significa la imposibilidad de señalar y encarcelar a un exsecretario en cualquiera de sus ramos.
Para el lado oficial, resultan muy lejanas y “casi en el olvido” aquellas palabras de AMLO en una de sus “mañaneras” del año 2019: “El presidente de México está enterado de todo lo que sucede y de las tranzas grandes que se llevan a cabo”.
JALISCO
¿Legalidad? pero sin integridad

– Opinión, por Gabriel Torres Espinoza
¿Por qué se critica tanto al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA)? Porque se ha transformado en fábrica de sentencias “ajustadas a derecho”, ¡pero profundamente injustas! Asisten al ‘indebido proceso’ y ceden al “daño patrimonial” causado por los ‘desarrolladores’.
Los derechos colectivos —aire limpio, agua, movilidad, biodiversidad— se reducen a bienes menores, sacrificables en nombre de una supuesta certeza jurídica para el ‘inversionista’.
Lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recordó es que tienen la obligación jurídica de prevenir, mitigar y remediar daños ambientales por su impacto directo en los derechos humanos.
Bajo esa luz, cada fallo del TJA que antepone la rentabilidad de un fraccionamiento sobre la preservación de un bosque o de un área natural protegida, no es solo un despropósito local, sino una violación a compromisos internacionales y a los derechos fundamentales de la ciudadanía.
La prensa ha documentado el incremento de litigios contra la planeación urbana, hasta el punto de que este Tribunal se tornó en el espacio donde los corruptores desfilan a desmontar planes de desarrollo, debilitando la ordenación del territorio con fachada de legalidad. Se trata de un tribunal que privilegia la letra procesal, sobre el sentido integral de la planeación. Lo que se produce es una ciudad fragmentada, desigual, en la que cada vez es más difícil trasladarse y vivir.
La responsabilidad social de este Tribunal es mayor, pues el TJA es la última instancia. Las decisiones que dicta son definitivas y obligatorias. Sus resoluciones no pueden recurrirse, y sus magistrados no rinden cuentas a nadie. Allí donde se concentra el poder de decidir el futuro urbano, se concentra también la tentación de la corrupción.
Por eso el TJA no solo refleja, sino que encarna hoy el mayor riesgo estructural para el derecho a la ciudad y al medio ambiente, porque cada vez que dicta una sentencia que habilita lo prohibido, que desprotege los recursos naturales, destruye algo más que territorio; destruye la confianza en la idea misma de justicia. Su propia legitimidad social.
Los jueces no deben limitarse a aplicar reglas, sino decidir con base en principios que aseguren el bien superior a la ciudad. La legalidad, sin integridad, degrada la justicia. Básicamente, porque transforma el tribunal en una coraza de impunidad.
En este órgano jurisdiccional, hemos visto cómo se ha vuelto norma la confusión entre legalidad procedimental y justicia, con resoluciones fundadas y motivadas en lo formal, pero que producen resultados injustos y muy lesivos para la sociedad.
Sentencias “apegadas a derecho” que, sin embargo, devastan áreas naturales, desmantelan planes urbanos, causan más colapso vial y profundizan la desigualdad. No perdamos de vista que esa sociedad, la que sufre las consecuencias, es justamente la que dotó a estos magistrados de su investidura, y a la que debieran rendir cuentas, a través de los poderes constituidos de Jalisco.
La diferencia entre un tribunal de justicia y uno de derecho se vuelve aquí fundamental. El primero busca armonizar la norma con el desarrollo sustentable de la ciudad; el segundo la aplica sin importar que destruya bosques, colapse vialidades o afecte a comunidades enteras.
El primero protege a la ciudad; el segundo protege contratos y escrituras privadas. El primero es garante de ciudadanía; el segundo, como en Jalisco, es agente de plusvalía y el principal agente corruptor contra el ordenamiento territorial.
A la luz de las actuaciones del TJA, surge hoy una pregunta colectiva, inevitable y perturbadora: ¿Cuál es la utilidad social de un tribunal del que debemos defendernos todos para poder preservar la ciudad? Si el órgano llamado a garantizar justicia es el principal mecanismo de despojo legalizado; si en lugar de proteger a la colectividad protege a los desarrolladores; si en vez de equilibrar el interés privado con el bien común se ha dedicado a corroerlo, entonces su existencia no responde al poder público, sino a los negocios que lo corrompen.
Un tribunal así no es garante de derechos, ni de justicia administrativa; sino una auténtica amenaza permanente contra ellos, misma que estaríamos obligados a enfrentar como sociedad, y desde el gobierno.