MUNDO
Putin avanza con su oleoducto a Europa: contradicciones geopolíticas: Estados Unidos, Alemania y Rusia

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Los críticos de Vladimir Putin le pueden acusar de muchas cosas, de dictador o de asesino, pero nadie puede negar que el Presidente ruso es una persona sumamente pragmática e inteligente que ha logrado no sólo consolidar el poder en su país durante décadas, sino que además ha logrado presionar y dividir a los aliados europeos y en coordinación con China también ha logrado aumentar la división interna en los EUA jugando con la imagen de sus presidentes a los que se les acusa de ser suaves con él desde Obama hasta Trump y claro ahora Biden.
EL OLEODUCTO RUSO
En marzo de este año el Secretario de Estado de los EUA, Anthony Blinken, dijo que el oleoducto de Rusia a Alemania, conocido como el North Stream 2 o NS2, era “una mala idea” y que “cualquier empresa relacionada, corría el riesgo de ser sancionada” por el d
Departamento del Tesoro de su país.
A finales del 2019 el Presidente Trump impuso sanciones a Rusia y a los empresarios europeos que estaban construyendo dicha tubería que viaja por el fondo del Mar Báltico. El proyecto de Putin trata de abastecer principalmente al mercado alemán con gas natural o “LNG” que hoy exporta vía otros oleoductos como el que pasa por Ucrania llamado “South Stream”.
Al mismo tiempo Trump agilizó los permisos para que se construyese un oleoducto de Canadá a Texas, mismo que fue suspendido a la llegada del Presidente Biden, bajo la idea de que EUA dejaría de usar y por ende promover el uso de combustibles fósiles.
LA INCONGRUENCIA
Todo parecería lógico, Biden está en contra de los energéticos fósiles y por ende canceló el oleoducto en EUA y de enero a mayo ratificó las sanciones en contra del oleoducto ruso.
En abril se decía que las sanciones de Trump-Biden no serían suficientes para frenar al dueto Putin-Merkel por lo que sería necesario que EUA usase presión diplomática para evitar que el gas de Rusia siguiese incrementando la presencia de Putin en el mercado europeo.
Polonia, Francia y el propio Parlamento Europeo se oponen al proyecto argumentando razones de seguridad nacional pero eso podría no ser suficiente.
De manera sorpresiva , en el marco de una reunión diplomática entre el Secretario de Estado Blinken y su contraparte de Rusia, el pasado jueves se informó que el gobierno de EUA ya no aplicaría sanciones a los empresarios que participasen en la construcción del oleoducto “NS2”, el informe fue enviado por el propio Blinken al Congreso de EUA, contrariando un decreto del 2019 que había pasado con el apoyo de demócratas y republicanos, ordenando dichas sanciones como parte de una estrategia más amplia para castigar a Rusia por la invasión de Crimea en Ucrania y de paso para fomentar la venta a de “LNG” producido en EUA y en los países árabes.
En la carta al congreso de EUA el encargado de la diplomacia norteamericana dijo que “eran razones de seguridad nacional” por lo que se dejarían de aplicar dichas sanciones y como una muestra de apoyo a los aliados de EUA.
Los intereses de Alemania y de Rusia fueron atendidos por el Presidente Biden quien decidió aceptar que dicha tubería sea usada para vender “LNG” y en un futuro hidrógeno.
En el piso quedó el interés de las empresas americanas que además de no poder usar su propio oleoducto de Canadá a Texas, obvio no podrán vender a precios competitivos en Europa por las nuevas reglas en EUA, también perdió Ucrania quien cobra derecho de paso a la actual tubería rusa llamada South Stream o “SS”, que transporta el 80% del gas que Rusia vende a la UE.
ANGELA MERKEL PROALEMANIA
Con Trump Ángela Merkel, por decirlo menos tuvo una mala relación, hubo muchos choques públicos, principalmente por la falta de tacto del neoyorkino, pero el asunto de la NS2 fue uno de los más importantes, Alemania busca fuentes de “LNG” económico lo que era puesto en riesgo por las sanciones de EUA vs Rusia por la invasión a Ucrania. La poderosa e icónica Canciller alemana sabe que en la política una cosa es lo que se dice y otra es lo que se debe hacer. Así Alemania piensa que es mejor mantener cerca a Putin y usar sus recursos naturales para no aventarlo a los brazos de Xi. Lo que tal vez de todos modos suceda o incluso ya sucedió.
Aunque Europa y a Alemania se quejan públicamente de la conducta rusa, de sus espías, de sus hackers y de los abusos en contra de los opositores a Putin, a quien en fecha reciente se le acusó de envenenar a su principal crítico Alexei Navalny quien al regresar de su exilio médico en Alemania fue encarcelado de inmediato, los empresarios alemanes avalados por su gobierno no dudaron en prestar a la empresa rusa $5 mil millones de dólares para construir la tubería.
Aprovechando las constantes llamadas para el asunto de Palestina, Rusia y Alemania, lograron que Biden diese su brazo a torcer, aplicando reversa a las sanciones del 2019, provocando una ola de críticas por parte de legisladores de su propio partido, de muchos políticos europeos, del propio Ucrania y claro de los republicanos, quienes le acusaron de ser hipócrita al cancelar un oleoducto nacional bajo pretextos ambientales y al mismo tiempo hacerse de la vista gorda con respecto a los abusos rusos en contra de Ucrania, de los ciber ataques y más recientemente en contra del llamado oleoducto “colonial” que corre del Golfo de México hasta Nueva York, mismo que fue hackeado la semana pasada por supuestos piratas rusos quienes habrían pedido y recibido $95 millones de dólares para liberar los sistemas de la empresa que transporta el 50% de todos los combustibles que se usan en la Costa Este de los EUA.
EL NS2 UNA INVERSION A FUTURO
A pesar de que Alemania está en el llamado Acuerdo de Paris, ha decidido contratar los servicios de Rusia para allegarse de “LGN” por cuando menos las próximas dos décadas, lo que según los expertos generaría 100 millones de toneladas de CO2 cada año.
Seguramente se buscará una forma de buscar bajar las emisiones de CO2 en otros rubros para compensar esto, pero la realidad es que las potencias siguen invirtiendo en energías fósiles que seguramente irán convirtiendo en compensadas, después en neutras y seguro en un futuro en Cero reales; por lo pronto sólo EUA busca encarecer sus insumos cancelando la producción de estos combustibles o haciéndolos incosteables.
El costo del NS2 que viajará por el norte es de $10 mi millones de dólares y podrá transportar la misma cantidad de gas que actualmente transita por “SS” que pasa por Ucrania, quien cobrará $15 mil millones de dólares en rentas por el derecho de vía de la “SS” y quien con el apoyo de EUA en el 2019 consiguió que Rusia le pagase $2 mil millones de dólares en daños por incumplimientos relacionados con el uso de dicha línea de transmisión durante los años previos a la invasión de Crimea en 2014.
Según los políticos pro NS2, el que Ucrania dependa del derecho de paso ruso por la “SS” es malo y debería de buscar otras fuentes de ingresos, por lo que la nueva tubería alentaría –¿forzaría?- a dicho país a buscar otros recursos, algunos incluso sugieren que EUA y Alemania deberían prestarle dinero para modernizarse, mismo que podría ser perdonado si dicho país implementa medidas “para combatir la corrupción”.
Esto es decir que en lugar de que dicho país sea autosuficiente con sus propios recursos y su ubicación geográfica, deberá ser subsidiado por Occidente y obedecer las recetas que Berlín y Washington le impongan. Esto suena como a lo que quiere Moscú; nada es gratis.
Putin y Xi de China están usando su propio carbón, petróleo y con el “LGN” generarán hidrógeno para venderlo a través de sus tuberías a los países del Acuerdo de París, quienes deberán de sustituir el uso directo de los primeros combustibles.
El 25% de todo el “LGN” que se utiliza en Europa proviene de Rusia, ese país debe decidir si va a vender mucho más de dicho energético a Europa o simplemente dejará de usar el oleoducto “SS”, conformándose con su actual parte del mercado. Si Rusia usa los dos oleoductos a su máxima capacidad inundará el mercado de Europa sacando del mismo a varios de los países árabes, pero si lo usa sólo para sustituir la ruta del sur, será una forma de presionar a Ucrania y a su frágil economía. La desaparición de Ucrania podría darse en el próximo lustro porque los europeos no estarán preocupados por defenderla ya que el gas les llegará por otro lado y Rusia tendría la capacidad económica para derrumbar al régimen que enfrentará presiones por la falta de ingresos.
LA GEOPOLÍTICA
Rusia se esta posicionando como el principal proveedor del gas natural y de petróleo de China, de Europa y del mundo. Veremos si Putin logra recuperar el esplendor de la Rusia Imperial como lo ha prometido o si el Green New Deal lo deja endrogado y con un mundo de instalaciones inservibles a las que él y Xi siguen apostando.
Putin y Xi le apuestan a sustituir a EUA pero Ángela Merkel ¿a qué le apuesta? Creo que ella le apuesta a estar bien con los tres en lugar de depender de los EUA. Pero Merkel se va en unos meses y quién sabe cómo será su sucesor o si ella se retirará a la vida privada.
En un trimestre, Rusia logró quitarse a los texanos como competidores en Europa, aumentó su alianza con China para construir oleoductos desde Rusia hasta China y de paso –Putin- le puso una regañada pública a los EUA con relación al Ártico en donde Rusia esta instalando nuevas bases militares.
“Algunos quieren una mordida de lo que es nuestro, pero ellos deben saber que si lo intentan, les tumbaremos los dientes para que no puedan morder” sentenció el mandatario.
Rusia es el segundo productor mundial de “LGN” y genera hasta $60 mil millones de dólares anuales con las exportaciones de este energético, salvo el 2019 en el que sus ingresos cayeron un 35% debido al Covid19.
¿COINCIDENCIAS?
No parece que EUA esté muy interesado en sancionar a Rusia por sus acciones en hackeo del oleoducto de la Costa Este o en las supuestas violaciones electorales que habrían apoyado a Trump, más bien parece que Putin les esta dando una clase de cómo presionar por un lado para distraer y lograr los objetivos, porque muchos de los cohetes y la tecnología de Irán es vendida por Rusia. En el 2014, la OTAN y EUA hicieron ruido pero nada más cuando Rusia se apropió de Crimea, el periódico “Daily Wire” publicó que gestores pro “NS2” donaron a la campaña de Biden. ¿Será?
MUNDO
El futuro de la Iglesia Católica: ¿Un progresista, conservador o moderado en el trono de Pedro?

Por Redacción Conciencia Pública //
La elección del sucesor de Francisco en 2025 presenta diferencias significativas respecto a la elección de Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, marcadas por los cambios que Francisco implementó en la Iglesia durante su pontificado y el contexto eclesiástico de cada momento. Analicemos las diferencias clave:
La elección del sucesor de Francisco en 2025 presenta diferencias significativas respecto a la elección de Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, marcadas por los cambios que Francisco implementó en la Iglesia durante su pontificado y el contexto eclesiástico de cada momento. Analicemos las diferencias clave:
COMPOSICIÓN DEL COLEGIO CARDENALICIO
En 2013, el Colegio Cardenalicio que eligió a Francisco tenía 115 electores, con una fuerte presencia europea (60 de ellos) y un dominio de cardenales nombrados por Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes representaban una Iglesia más tradicional y eurocéntrica. Las iglesias periféricas tenían poca representación, y los electores asiáticos y africanos eran minoría.
En 2025, tras 12 años de pontificado, Francisco nombró al 80% de los 133 cardenales electores (108 de ellos), diversificando el colegio con mayor presencia de Asia, África y América Latina, regiones donde el catolicismo crece. Europa, aunque sigue siendo mayoritaria (45,2%), ha perdido peso, y hay 23 electores latinoamericanos. Esta internacionalización refleja la visión de Francisco de una Iglesia más global y menos centrada en Occidente.
PERFIL IDEOLÓGICO DE LOS ELECTORES
En 2013, el cónclave estaba dividido entre conservadores, que apoyaban la línea de Benedicto XVI, y un grupo más reformista que buscaba un cambio tras los escándalos de Vatileaks y abusos. Francisco, un outsider jesuita y sudamericano, emergió como una sorpresa, apoyado por quienes querían una Iglesia más pastoral y menos rígida.
En 2025, la mayoría de los cardenales son «bergoglianos», alineados con la visión progresista de Francisco (alrededor de 50 purpurados), pero hay tensiones. Aunque Francisco nombró a la mayoría, también incluyó a unos 30 cardenales conservadores (como Gerhard Ludwig Müller) y 40 de zonas periféricas que, pese a su origen, son tradicionalistas en temas como el celibato o la homosexualidad. Esto sugiere un cónclave más polarizado, con riesgo de divisiones entre progresistas y conservadores, a diferencia de 2013, donde la elección de Francisco fue relativamente rápida (cinco escrutinios).
CONTEXTO ECLESIÁSTICO Y LEGADO
En 2013, la Iglesia enfrentaba una crisis de credibilidad por escándalos de corrupción y abusos, y la renuncia de Benedicto XVI, un hecho histórico tras seis siglos, creó un ambiente de incertidumbre. Los cardenales buscaban un líder que renovara la imagen de la Iglesia, lo que favoreció a Francisco, conocido por su humildad y cercanía a los pobres.
En 2025, tras la muerte de Francisco, la Iglesia está en un momento de transición ideológica. Francisco dejó un legado progresista: apertura a la comunidad LGBTIQ+, énfasis en la justicia social y el cambio climático, y una descentralización del poder eclesiástico. Sin embargo, esto ha generado resistencia entre sectores conservadores, que ven en el cónclave una oportunidad para retomar un rumbo más tradicional. La elección de 2025 no solo definirá si se continúa con las reformas de Francisco o se revierte su dirección, sino que también pondrá a prueba la cohesión de una Iglesia más diversa pero dividida.
PROCESO Y EXPECTATIVAS DEL CÓNCLAVE
El proceso formal del cónclave sigue siendo el mismo: se celebra en la Capilla Sixtina, requiere dos tercios de los votos (90 en 2025 frente a 77 en 2013 debido al mayor número de electores), y culmina con la fumata blanca. Sin embargo, las expectativas han cambiado. En 2013, la elección de un sudamericano fue inesperada, rompiendo con la tradición de papas europeos. En 2025, hay una mayor probabilidad de que el sucesor sea no europeo (como Luis Antonio Tagle de Filipinas o Fridolin Ambongo del Congo), aunque candidatos europeos como Matteo Zuppi de Italia también tienen fuerza. Además, el cónclave de 2025 será el más numeroso e internacional de la historia, lo que podría prolongar las votaciones debido a la falta de consenso entre los cardenales, muchos de los cuales no se conocen bien entre sí.
INFLUENCIA DEL PAPA SALIENTE
Benedicto XVI, al renunciar, prometió no influir en la elección de su sucesor, aunque su presencia como papa emérito generó tensiones entre conservadores y progresistas. En 2025, Francisco no estará presente, pero su impacto es innegable: al haber designado a la mayoría de los electores, su visión progresista tiene más posibilidades de continuar. Sin embargo, la oposición conservadora, que incluye a cardenales como Raymond Burke o Robert Sarah, podría buscar un candidato que revierta algunas de las reformas de Francisco, algo que no tuvo un paralelo tan marcado en 2013, ya que Benedicto no había transformado tan profundamente la composición del colegio.
La elección del sucesor de Francisco en 2025 se da en una Iglesia más diversa y global, pero también más polarizada, con un Colegio Cardenalicio moldeado por Francisco para reflejar su visión de inclusión y periferias. A diferencia de 2013, donde la elección de Francisco marcó un cambio inesperado hacia una Iglesia más pastoral, el cónclave de 2025 enfrentará el desafío de decidir entre continuidad o retroceso, en un contexto donde la influencia de Francisco, aunque dominante, no garantiza un sucesor de su misma línea debido a las divisiones internas.
FRANCISCO: EL PAPA DE LA MISERICORDIA Y LA IGLESIA DE LOS POBRES
Francisco reorientó la Iglesia hacia una pastoral de la misericordia, priorizando a los pobres, los migrantes y los excluidos. Su frase emblemática, «quiero una Iglesia pobre para los pobres», se reflejó en gestos como lavar los pies de presos, refugiados y mujeres musulmanas durante el Jueves Santo, y en su visita a campos de migrantes en Lampedusa (2013), donde denunció la «globalización de la indiferencia». Su encíclica Amoris Laetitia (2016) abrió un camino para que los divorciados vueltos a casar pudieran acceder a los sacramentos en ciertos casos, mostrando una Iglesia más acogedora y menos rígida.
JUSTICIA SOCIAL Y CUIDADO DE LA CREACIÓN
Francisco fue un líder global en la defensa del medio ambiente y la justicia social. Su encíclica Laudato Si’ (2015) marcó un hito al abordar la crisis climática desde una perspectiva de fe, vinculando el cuidado de la «casa común» con la lucha contra la pobreza. Criticó el consumismo y el capitalismo descontrolado, abogando por un desarrollo sostenible que priorice a los más vulnerables. También denunció las desigualdades económicas, la trata de personas y la explotación laboral, siendo una voz profética en foros internacionales como la ONU.
REFORMA DE LA IGLESIA Y SINODALIDAD
Francisco impulsó una descentralización de la Iglesia, promoviendo la sinodalidad como un modelo de gobierno más participativo. Creó el Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024), buscando que laicos, mujeres y comunidades locales tuvieran mayor voz en la toma de decisiones. Reformó la Curia con la constitución apostólica Praedicate Evangelium (2022), simplificando estructuras y priorizando la evangelización sobre la burocracia. Además, combatió la corrupción financiera en el Vaticano, enfrentando escándalos como el del Banco Vaticano y promoviendo mayor transparencia.
APERTURA A LA DIVERSIDAD Y DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
Francisco abrió puertas a grupos tradicionalmente marginados por la Iglesia. En 2023, bajo su pontificado, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe aprobó bendiciones para parejas del mismo sexo (Fiducia Supplicans), un paso histórico que generó controversia pero reflejó su visión de una Iglesia inclusiva. También fomentó el diálogo interreligioso, firmando el Documento sobre la Fraternidad Humana (2019) con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyeb, para promover la paz entre cristianos y musulmanes. Sus viajes a países de mayoría no cristiana, como Irak (2021), subrayaron su compromiso con la convivencia pacífica.
ENFRENTAMIENTO A LOS ABUSOS SEXUALES
Aunque su respuesta inicial fue criticada, Francisco tomó medidas significativas contra los abusos sexuales en la Iglesia. Promulgó Vos Estis Lux Mundi (2019), una ley que obliga a denunciar abusos y establece procedimientos para investigar a obispos. En 2018, tras el escándalo en Chile, aceptó la renuncia de varios obispos y se reunió con víctimas, reconociendo errores institucionales. Su enfoque evolucionó hacia una mayor transparencia y apoyo a las víctimas, aunque algunos consideran que el problema sigue sin resolverse del todo.
INTERNACIONALIZACIÓN DEL COLEGIO CARDENALICIO
Francisco transformó el Colegio Cardenalicio, nombrando a 108 de los 133 electores actuales (80%) y priorizando a cardenales de periferias como Asia, África y América Latina. Esto redujo el dominio europeo (45,2% en 2025 frente a 52% en 2013) y reflejó su visión de una Iglesia más global. Cardenales de países como Tonga, Myanmar y Haití recibieron el capelo rojo, mostrando su deseo de dar voz a las regiones marginadas.
IMPACTO EN CONFLICTOS GLOBALES
Francisco desempeñó un papel diplomático en conflictos internacionales. En 2014, medió en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, facilitando la restauración de relaciones diplomáticas. En 2025, su muerte reunió a líderes como Donald Trump y Volodímir Zelenski en su funeral, un evento que impulsó avances en las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, demostrando su capacidad para convocar al diálogo incluso después de su fallecimiento.
UNA IGLESIA MÁS INCLUSIVA Y SINODAL
El legado de Francisco se caracteriza por su enfoque en la misericordia, la justicia social y una Iglesia más inclusiva y sinodal. Laudato Si’, Amoris Laetitia y su reforma de la Curia son hitos que redefinieron el papel de la Iglesia en el mundo contemporáneo. Aunque enfrentó resistencias por su progresismo, especialmente en temas como la apertura a la comunidad LGBTQ+ y la descentralización, su pontificado marcó un cambio hacia una Iglesia más cercana a los pobres y abierta al diálogo, dejando un impacto duradero en la fe católica y en la sociedad global. Su muerte en 2025 dejó una Iglesia más diversa, pero también polarizada, enfrentada al desafío de decidir si continuar o ajustar su rumbo.
MUNDO
El escenario del Cónclave en el 2025: Los que lideran la carrera

Por Redacción Conciencia Pública //
El cónclave de 2025 para elegir al sucesor de Francisco enfrenta a tres corrientes en una lucha por definir el futuro de la Iglesia. Los progresistas, liderados por figuras como Luis Antonio Tagle y Matteo Zuppi, buscan continuar las reformas inclusivas del papa fallecido. Los conservadores, con Robert Sarah y Raymond Burke a la cabeza, abogan por un retorno a la tradición doctrinal. Mientras tanto, moderados como Pietro Parolin y Christoph Schönborn emergen como posibles candidatos de consenso, capaces de tender puentes en un Colegio Cardenalicio polarizado.
Por qué un moderado puede dar la sorpresa
Un moderado puede dar la sorpresa en el cónclave de 2025 debido a la dinámica de polarización y las reglas del proceso de elección, que favorecen a un candidato capaz de generar consenso en un Colegio Cardenalicio dividido.
Aquí las razones clave:
Polarización entre progresistas y conservadores: De los 133 cardenales electores, alrededor de 50 son progresistas (alineados con el legado de Francisco) y 30 son conservadores (que buscan un retorno a la tradición). Los 40 cardenales periféricos, aunque diversos, tienden a inclinaciones tradicionales. Esta división hace difícil que un candidato de cualquiera de los extremos (como Tagle o Sarah) obtenga los 90 votos necesarios (dos tercios), especialmente en las primeras rondas de votación.
Necesidad de consenso: Históricamente, cuando un cónclave se estanca entre facciones opuestas, los cardenales tienden a buscar un candidato de compromiso. Un moderado, como Pietro Parolin o Christoph Schönborn, puede atraer votos de ambos lados: los progresistas lo verían como una continuidad parcial de Francisco, mientras que los conservadores lo considerarían un freno a reformas más radicales.
Perfil conciliador de los moderados: Los moderados suelen tener experiencia diplomática y un enfoque pastoral que evita posiciones extremas. Parolin, por ejemplo, como Secretario de Estado, ha mediado en conflictos globales (como las negociaciones con China) y es respetado por su capacidad para dialogar. Schönborn, con su prestigio teológico y su apoyo mesurado a Amoris Laetitia, también tiene habilidades para tender puentes, lo que lo hace atractivo en un cónclave donde el consenso es crucial.
Cardenales periféricos como factor decisivo: Los 40 cardenales de regiones periféricas, muchos de los cuales tienen visiones tradicionales pero fueron nombrados por Francisco, podrían inclinarse por un moderado que respete sus valores culturales sin imponer cambios drásticos. Un candidato como Parolin, con experiencia global, o Schönborn, con un enfoque equilibrado, podría ganarse su apoyo.
Precedentes históricos: Cónclaves pasados han mostrado esta tendencia. En 1978, tras la muerte de Pablo VI, la polarización entre reformistas y tradicionalistas llevó a la elección de Juan Pablo I, un moderado, como candidato de consenso. Un escenario similar podría repetirse si las votaciones iniciales no producen un ganador claro.
En resumen, un moderado puede dar la sorpresa porque la división entre progresistas y conservadores, combinada con la necesidad de dos tercios de los votos y la influencia de los cardenales periféricos, favorece a un candidato que pueda unificar al colegio. Parolin y Schönborn, con su capacidad para mediar y su perfil menos polarizante, están bien posicionados para emerger si el cónclave busca un equilibrio entre tradición e innovación.
PROGRESISTAS AL FRENTE: ¿HEREDEROS DEL LEGADO DE FRANCISCO EN EL CÓNCLAVE?»
Los cardenales progresistas con posibilidades de ser elegidos papa en el cónclave de 2025, tras la muerte de Francisco, son aquellos alineados con su visión de una Iglesia más inclusiva, descentralizada y enfocada en la justicia social.
Basados en el contexto actual de la Iglesia y los nombres que circulan, aquí están los más destacados:
- Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)
Prefecto adjunto del Dicasterio para la Evangelización, Tagle es una figura clave del ala progresista. Conocido como el «Francisco asiático», su carisma, enfoque en la misericordia y la inclusión, y su origen asiático lo convierten en un favorito. Ha abogado por una mayor acogida a las personas divorciadas y a la comunidad LGBTQ+, aunque mantiene posturas conservadoras en temas como el aborto. Su juventud podría ser una desventaja para algunos cardenales, pero su perfil global lo posiciona bien en una Iglesia cada vez más diversa. - Matteo Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Zuppi es un progresista vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, conocida por su trabajo en mediación de conflictos y ayuda a los pobres. Apoya la bendición de parejas homosexuales, la comunión para divorciados y un celibato sacerdotal opcional. Su estilo pastoral y su cercanía a Francisco lo hacen un fuerte candidato, aunque su relativa juventud podría generar dudas entre quienes prefieren un papado más breve. - Víctor Manuel Fernández (Argentina, 62 años)
Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fernández, apodado «Tucho», es muy cercano a Francisco y ha sido clave en decisiones progresistas como la aprobación de bendiciones a parejas del mismo sexo. Su enfoque teológico flexible y su origen latinoamericano lo hacen un candidato relevante, pero su progresismo genera controversia entre los conservadores, lo que podría limitar sus posibilidades. Además, algunos creen que ya se tuvo un papa latinoamericano reciente, lo que reduce sus chances. - Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Arzobispo de Marsella, Aveline ha ganado visibilidad por su trabajo en migración y su enfoque pastoral inclusivo. Convenció a Francisco de visitar Marsella para abordar estos temas, lo que refleja su sintonía con las prioridades del papa fallecido. Su progresismo prudente y su capacidad para generar consenso lo hacen atractivo, aunque su peso en la Curia es limitado. - Mario Grech (Malta, 68 años)
Secretario general del Sínodo de los Obispos, Grech ha trabajado en la sinodalidad, un pilar del pontificado de Francisco. Es progresista en temas como la bendición de parejas homosexuales y la posibilidad de mujeres diáconas. Su experiencia en el Sínodo le ha permitido conocer a muchos cardenales, dándole una ventaja política, pero su origen maltés y su perfil menos carismático podrían jugar en su contra. - Juan José Omella (España, 79 años)
Arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, Omella es un progresista que ha respaldado las reformas de Francisco. Su enfoque pastoral y su manejo de crisis, como los abusos en España, lo hacen respetado, pero su edad avanzada (cumple 80 en mayo de 2025) lo descarta prácticamente como papa, aunque sigue siendo influyente en el cónclave.
CONSERVADORES EN EL CÓNCLAVE: ¿UNA SORPRESA CONTRA EL LEGADO DE FRANCISCO?
Los cardenales conservadores con potencial para dar la sorpresa como sucesores de Francisco en el cónclave de 2025 son aquellos que, a pesar de ser minoría en un Colegio Cardenalicio mayoritariamente nombrado por Francisco, tienen liderazgo, influencia y capacidad para generar consensos entre los electores más tradicionales y aquellos que buscan un cambio de rumbo tras las reformas progresistas de Francisco. Aquí están los más destacados:
- Robert Sarah (Guinea, 79 años)
Prefecto emérito del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Sarah es una figura prominente del ala conservadora. Es conocido por su defensa de la liturgia tradicional, su oposición a las bendiciones de parejas homosexuales y su crítica a lo que considera una «desviación» progresista en la Iglesia. Su origen africano podría atraer a cardenales de regiones periféricas, donde el catolicismo es más tradicional, y su experiencia en la Curia le da peso. Sin embargo, su edad avanzada (cumple 80 en junio de 2025) y su postura polarizante podrían limitar sus posibilidades, aunque sigue siendo un líder influyente que podría ser un «candidato de compromiso» si los conservadores logran un bloque sólido. - Raymond Leo Burke (EE.UU., 76 años)
Cardenal estadounidense y antiguo prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Burke es un líder conservador que ha criticado abiertamente las reformas de Francisco, especialmente en temas como la comunión para divorciados y la sinodalidad. Es un defensor de la ortodoxia doctrinal y un favorito de los sectores tradicionalistas, particularmente en América del Norte. Aunque su origen estadounidense podría ser una desventaja (nunca ha habido un papa de EE.UU.), su capacidad para articular una visión conservadora clara podría darle apoyo si los cardenales buscan un giro hacia la tradición. Su perfil polémico, sin embargo, lo hace un candidato divisivo. - Gerhard Ludwig Müller (Alemania, 77 años)
Ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (2012-2017), Müller es un teólogo conservador que, aunque fue nombrado por Benedicto XVI, mantuvo una relación tensa con Francisco por sus críticas a documentos como Amoris Laetitia. Defiende una línea ortodoxa en temas doctrinales y ha expresado preocupaciones sobre la descentralización de la Iglesia. Su experiencia teológica y su origen europeo podrían atraer a cardenales que desean un retorno a un enfoque más tradicional, pero su carácter directo y su salida de la Curia bajo Francisco podrían restarle apoyos entre los bergoglianos. - Willem Jacobus Eijk (Países Bajos, 71 años)
Arzobispo de Utrecht, Eijk es un cardenal conservador con formación médica y teológica, conocido por su postura firme contra la secularización y su defensa de la doctrina tradicional en temas como el matrimonio y el celibato sacerdotal. Ha criticado las aperturas progresistas de Francisco, como la sinodalidad y la bendición de parejas del mismo sexo. Su origen europeo y su claridad doctrinal lo hacen un candidato viable para los conservadores, aunque su perfil bajo en la escena internacional podría limitar su alcance. Podría surgir como una sorpresa si los conservadores buscan un candidato menos polarizante que Sarah o Burke. - Péter Erdő (Hungría, 72 años)
Arzobispo de Budapest, Erdő es un conservador moderado con experiencia en derecho canónico y un perfil más conciliador que otros de su línea. Fue considerado un posible candidato en 2013 y sigue siendo respetado por su equilibrio entre tradición y pragmatismo. Aunque apoyó algunas reformas de Francisco, como la sinodalidad, se ha mostrado crítico con aperturas en temas morales. Su origen europeo y su capacidad para tender puentes entre facciones lo convierten en un candidato sorpresa si el cónclave se estanca entre progresistas y conservadores extremos.
CONTEXTO Y POSIBILIDADES DE SORPRESA
De los 133 cardenales electores en 2025, solo alrededor de 30 son claramente conservadores, lo que los coloca en desventaja frente a los aproximadamente 50 cardenales progresistas nombrados por Francisco.
Sin embargo, los 40 cardenales de zonas periféricas, aunque nombrados por Francisco, tienden a ser tradicionalistas en temas doctrinales, lo que podría inclinar la balanza hacia un conservador si se forma un bloque sólido. Además, la polarización en el cónclave podría llevar a un candidato de compromiso.
Entre los mencionados, Péter Erdő y Willem Eijk tienen mayor potencial para dar la sorpresa, ya que combinan un perfil conservador con una actitud menos confrontacional, lo que podría atraer a electores moderados y tradicionales. Sarah y Burke, aunque líderes influyentes, son más divisivos, lo que reduce sus posibilidades en un cónclave donde se necesitan dos tercios de los votos (90 de 133).
Müller, por su parte, podría ser un candidato viable si los conservadores buscan un teólogo de peso, pero su relación tensa con Francisco podría restarle apoyos. La clave estará en la capacidad de los conservadores para unificar su voto y negociar con los moderados.
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Escenario en el Cónclave 2025: Un candidato moderado se perfila como opción ante la polarización

Por Redacción Conciencia Pública //
La polarización en el Colegio Cardenalicio entre progresistas (alrededor de 50 cardenales) y conservadores (unos 30), junto con los 40 cardenales periféricos de inclinaciones tradicionales pero de diversos contextos, podría favorecer la elección de un candidato moderado que actúe como puente entre las facciones.
En un cónclave donde se requieren dos tercios de los votos (90 de 133 en 2025), un moderado tiene mayores probabilidades de alcanzar el consenso necesario si las votaciones iniciales se estancan. Aquí están los cardenales moderados con mayores posibilidades:
- Pietro Parolin (Italia, 70 años)
Como Secretario de Estado del Vaticano desde 2013, Parolin es una figura central en la Curia y un moderado con experiencia diplomática. Ha apoyado las reformas de Francisco, como la sinodalidad y el diálogo interreligioso, pero mantiene un enfoque prudente en temas doctrinales, evitando posturas extremas. Su habilidad para manejar crisis (como las negociaciones con China sobre el nombramiento de obispos) y su perfil conciliador lo hacen un candidato fuerte. Además, su origen italiano podría apelar a los cardenales europeos (45% del colegio), mientras que su trabajo global lo hace aceptable para las periferias. Sin embargo, algunos podrían verlo como demasiado vinculado a Francisco, lo que podría restarle apoyo entre los conservadores. - Christoph Schönborn (Austria, 80 años)
Arzobispo de Viena, Schönborn es un moderado respetado por su equilibrio teológico y pastoral. Formado bajo Benedicto XVI, ha apoyado algunas reformas de Francisco, como la comunión para divorciados en ciertos casos (Amoris Laetitia), pero mantiene posturas tradicionales en temas como el celibato sacerdotal. Su capacidad para mediar entre progresistas y conservadores, junto con su experiencia en la Curia, lo hace un candidato viable. Sin embargo, su edad (cumple 80 en enero de 2025, lo que lo haría inelegible si el cónclave se retrasa) y su salud delicada podrían ser obstáculos. Si el cónclave ocurre pronto, tiene posibilidades reales. - Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (Honduras, 82 años)
Arzobispo emérito de Tegucigalpa y coordinador del Consejo de Cardenales (C9) de Francisco, Maradiaga es un moderado con inclinaciones progresistas en temas sociales, pero más tradicional en doctrina. Ha apoyado la agenda de Francisco sobre pobreza y cambio climático, pero su edad (ya superó los 80) lo descarta como elector y candidato. Sin embargo, su influencia como líder latinoamericano y su capacidad para tender puentes podrían hacerlo un «hacedor de reyes», apoyando a otro moderado como Parolin. - João Braz de Aviz (Brasil, 77 años)
Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada, Braz de Aviz es un moderado con un enfoque pastoral. Aunque apoya la línea de Francisco en temas como la sinodalidad, ha mostrado cautela en asuntos doctrinales, lo que lo hace aceptable para algunos conservadores. Su origen latinoamericano y su experiencia en la Curia lo posicionan bien, pero su perfil menos visible y la reciente presencia de un papa latinoamericano (Francisco) podrían limitar sus posibilidades. Aun así, podría surgir como un candidato de consenso si las facciones no logran acordar. - Odilo Pedro Scherer (Brasil, 75 años)
Arzobispo de São Paulo, Scherer es otro moderado con un perfil discreto pero sólido. Fue considerado un candidato en 2013 y sigue siendo respetado por su equilibrio entre tradición y apertura. Apoya la descentralización de Francisco, pero es más conservador en temas morales, lo que podría atraer a cardenales periféricos y tradicionales. Su origen latinoamericano es una ventaja en un colegio más diverso, pero su falta de carisma y la percepción de que América Latina ya tuvo un papa reciente podrían jugar en su contra.
CONTEXTO Y POSIBILIDADES
En un cónclave polarizado, los moderados tienen la ventaja de poder atraer votos de ambos lados. De los 133 electores, los progresistas tienen una mayoría relativa, pero los conservadores, junto con los cardenales periféricos (muchos de ellos tradicionales), podrían inclinarse por un candidato que no sea ni demasiado reformista ni excesivamente ortodoxo.
La clave estará en las primeras rondas de votación: si ni los progresistas (como Tagle o Zuppi) ni los conservadores (como Sarah o Burke) logran los 90 votos necesarios, un moderado podría emerger como solución.
Pietro Parolin tiene las mayores posibilidades debido a su experiencia, su perfil diplomático y su capacidad para generar consenso entre facciones. Es visto como una continuidad de Francisco, pero con un tono menos disruptivo, lo que podría calmar a los conservadores. Christoph Schönborn, si aún es elegible, también tiene opciones sólidas por su prestigio teológico y su capacidad para dialogar con ambos lados, aunque su edad es un factor limitante.
João Braz de Aviz y Odilo Scherer son opciones menos probables, pero podrían ganar terreno si el cónclave se prolonga y se busca un candidato de compromiso con raíces en América Latina, una región clave para el catolicismo actual. La elección dependerá de cuánto estén dispuestas las facciones a ceder para evitar un estancamiento prolongado.
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