MUNDO
Xi Jinping en el Foro Económico Mundial: La voz de China para el mundo

Economía Global, por Alberto Gómez R. //
«Debemos construir una economía mundial abierta, descartar los estándares, reglas y sistemas discriminatorios excluyentes, y eliminar las barreras al comercio, la inversión y los intercambios tecnológicos», declaró el presidente chino Xi Jinping, al inaugurar la 51 edición del Foro Económico Mundial (World Economic Forum), tradicionalmente realizado en la ciudad de Davos, Suiza, pero que debido a la pandemia ésta se llevó a cabo de manera virtual del 25 al 29 de enero.
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) es una organización privada, internacional, independiente y sin fines de lucro. Involucra a líderes empresariales, políticos, intelectuales y sociales a nivel global, cuyo discurso es “mejorar el estado del mundo” y buscan influir en las agendas industriales, regionales y globales. Este foro es en realidad el espacio de comunicación de algunas de las decisiones tomadas por el Grupo Bilderberg, y que se convierten en directrices para gobiernos, corporaciones y grupos activistas de corte “social”.
El foro se financia con las contribuciones de unas mil empresas miembros. La empresa miembro típica es una compañía global con más de cinco mil millones de dólares de facturación. Fue fundado en 1971 por Klaus M. Schwab, economista y empresario alemán, un hombre que como pocos dispone de una red de contactos del más alto perfil; se codea con líderes económicos, políticos y sociales de los cinco continentes.
En esta, la 51 edición del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), el lema fue “El gran reinicio” (The great reset), haciendo referencia a la nueva economía post-pandemia del coronavirus. Los planteamientos expuestos durante el foro, van desde el tema del cambio climático y su impacto global en todos los ámbitos, hasta las nuevas directrices político-económicas que los gobiernos deberán de seguir.
El mandatario comunista Xi Jinping inauguró la cumbre virtual con un discurso triunfalista y un manual de deberes y órdenes dirigidas a los líderes mundiales. El presidente chino ha presumido de ser la única economía que ha crecido en mitad de la pandemia del coronavirus y ha advertido que «el mundo no volverá a ser como antes«.
Mientras Occidente está viendo el desplome de sus economías, y China surge como el único país con crecimiento de su PIB (Producto Interno Bruto) durante 2020 -que probablemente se repita en 2021, en términos reales- su posición de fortaleza ha hecho que Xi Jinping haya lanzado un mensaje inquietante: «No debe haber países uno por encima del otro. No debe haber jerarquía. Ni debe haber un país que imponga sus normas sobre los demás. De lo contrario, volveremos a la ley de la selva. Debemos dejar de imponer unos sistemas sociales y culturales por encima de otros«, ha declarado, curiosamente ante la inasistencia del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, algo que llama mucho la atención, por lo significativo de su ausencia.
La fortaleza tecnológica de China la posicionará como la potencia económica mundial, arrebatando dicha distinción a los Estados Unidos, cuya economía está cada día más comprometida, y su deuda interna y externa creciendo sin parangón.
La pandemia del coronavirus ha cambiado radicalmente la posición de la Unión Americana en muchos aspectos, acentuando por ejemplo, la gravísima desigualdad económica y el descontento de sus ciudadanos hacia el gobierno; su fragilidad política con el nuevo presidente, Joe Biden, con demencia senil evidente, en un contexto de sospechas de fraude electoral por más del 48% de los ciudadanos, y con la retórica imperialista nuevamente desde su discurso en el Capitolio en su toma de protesta, no hace más que seguir rasgando el frágil tejido social que amenaza con un grave rompimiento en cualquier momento.
Los apoyos económicos de billones de dólares sin valor –al no tener ningún tipo de soporte en su emisión- iniciados a finales del 2019, y acrecentados a partir del inicio de la pandemia del coronavirus, cobrarán su factura a mediados del 2021 cuando comience a desinflarse la burbuja de las empresas del NYSE y NASDAQ, cuyas acciones se han elevado por los cielos durante la pandemia, y los mercados inmobiliarios resientan de manera más acentuada la realidad de la actual situación.
El poderío económico de China, además del tecnológico y militar, está causando que el centro de la economía mundial se esté desplazando del Atlántico norte, donde ha permanecido durante 500 años, al Pacífico. Las estrategias a largo plazo definidas por el gigante asiático, han rendido sus frutos y siguen marcando la pauta, como la implementación del yuan digital, cuya circulación comenzó en 2020. China lidera el cambio a la nueva economía, la digital.
Además de tener el primer banco central en introducir en su sistema financiero la moneda digital, todo indica que en China se concentra la mayor cantidad de bitcoins en el mundo, tanto de particulares como de grandes corporativos.
En el territorio chino se concentra la mayor cantidad de granjas de minería digital del mundo, y de estas se obtiene la mayoría de nuevos bitcoins, cuyo destino va a simples ciudadanos en gran cantidad de países de Asia, África, Europa, América del Norte y Sudamérica, y gobiernos de algunos países que ya han comenzado a acumular esta criptomoneda como reserva de valor, muy a pesar de los grandes corporativos financieros internacionales que ven en el mundo de las criptodivisas una gran amenaza a su poderoso imperio, que controla gobiernos de naciones y a los bancos centrales de los países alineados a sus designios.
(*) El mandatario comunista Xi Jinping inauguró la cumbre virtual con un discurso triunfalista y un manual de deberes y órdenes dirigidas a los líderes mundiales.
MUNDO
Elección del Papa León XIV: El mundo recibe su elección entre esperanza y cautela

Por Raúl Cantú //
La elección del cardenal Robert Francis Prevost como Papa León XIV el 8 de mayo de 2025, marcó un hito histórico al ser el primer pontífice estadounidense y el segundo de América, tras el Papa Francisco. Su nombramiento generó un amplio espectro de reacciones globales, desde celebraciones hasta análisis críticos, reflejando la relevancia de la Iglesia Católica en el panorama mundial. A continuación, se destacan los impactos y reacciones más significativos, organizados en cuatro aspectos clave:
Celebración y orgullo en Estados Unidos y Perú
Estados Unidos: La elección de León XIV fue recibida con entusiasmo en su país natal. El presidente Donald Trump expresó su orgullo en Truth Social, calificándola como “un gran honor para nuestro país” y mostrando interés en reunirse con el nuevo pontífice.
Líderes políticos como el secretario de Estado Marco Rubio, el expresidente Barack Obama y el alcalde de Chicago Brandon Johnson destacaron el significado histórico de un Papa estadounidense, enfatizando su potencial para unir y liderar con compasión. La Arquidiócesis de Chicago y la Universidad de Villanova, alma máter de Prevost, también celebraron su trayectoria y humildad.
Perú: La nacionalidad peruana de León XIV, adquirida en 2015 tras décadas de trabajo misionero, generó una ola de júbilo. La presidenta Dina Boluarte lo describió como un “ciudadano peruano por elección y corazón”, destacando su labor pastoral en Chiclayo y su cercanía con los más necesitados. La Conferencia Episcopal Peruana lo elogió como un “latino-estadounidense” con visión global, y la Federación Peruana de Fútbol lo celebró como un “capitán” de la fe.
Impacto: La doble identidad de León XIV como estadounidense y peruano rompió el tabú histórico contra un Papa de una superpotencia, posicionándolo como un puente entre el Norte y el Sur global, con expectativas de un liderazgo inclusivo y centrado en los marginados.
REACCIONES POLÍTICAS Y DIPLOMÁTICAS GLOBALES
Europa: Líderes europeos destacaron el potencial de León XIV para promover la paz y los derechos humanos. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su esperanza de que el pontificado fortaleciera el diálogo global, mientras los Reyes de España resaltaron su mensaje de paz. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otros líderes de la UE subrayaron la disposición para colaborar con el Vaticano en desafíos como el cambio climático y la dignidad humana. El primer ministro británico Keir Starmer calificó la elección como “trascendental”, y la primera ministra italiana Giorgia Meloni lo vio como una guía espiritual en un mundo necesitado de esperanza.
Rusia y Ucrania: Vladimir Putin expresó su deseo de mantener un “diálogo constructivo” basado en valores cristianos, mientras Volodímir Zelenski valoró la postura del Vaticano contra la invasión rusa y pidió apoyo moral continuo.
América Latina: La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum reafirmó la convergencia humanista con el Vaticano, y el presidente colombiano Gustavo Petro instó a León XIV a defender a los migrantes latinoamericanos “humillados” en EE.UU. La presidenta de Argentina, a través de su vicepresidenta Cristina Fernández, y el presidente Javier Milei también celebraron la elección, este último con un mensaje simbólico.
Impacto: Las reacciones reflejan expectativas de que León XIV actúe como mediador en un contexto global polarizado, con énfasis en la paz, la justicia y la cooperación multilateral, continuando el legado diplomático de Francisco.
EXPECTATIVAS DE CONTINUIDAD Y DESAFÍOS ECLESIALES
Continuidad con Francisco: León XIV, cercano al Papa Francisco, es percibido como un centrista con inclinaciones progresistas, lo que sugiere una continuidad en temas como la atención a los pobres, la sinodalidad y la reforma eclesial. Su elección del nombre “León” evoca a León XIII, conocido por su doctrina social, lo que podría indicar un enfoque en la justicia social y el diálogo con la modernidad. Su primera misa en la Capilla Sixtina, donde habló de ser un “fiel administrador” de la Iglesia, reforzó estas expectativas.
Desafíos internos: La elección generó debates sobre el poder estadounidense en la Iglesia. Expertos como Anne Barrett Doyle de BishopAccountability expresaron preocupaciones sobre una percepción de “consolidación excesiva” del poder de EE.UU., mientras otros, como Cristina Traina, esperaban un Papa del Sur global. Además, surgieron controversias sobre supuestos encubrimientos de abusos en Perú, negados por el obispo Edinson Farfán, quien afirmó que Prevost actuó correctamente derivando casos al Centro de Escucha.
Impacto: León XIV enfrenta el reto de equilibrar las reformas de Francisco con las tensiones internas entre facciones conservadoras y progresistas, mientras mantiene la credibilidad de la Iglesia frente a escándalos históricos.
PERSPECTIVAS AMBIENTALES Y SOCIALES
Cambio climático: La elección de León XIV fue vista como una oportunidad para continuar el legado ambiental de Francisco, autor de Laudato Si’. Su discurso de noviembre de 2024, donde pidió pasar “de las palabras a la acción” en el cambio climático, y su defensa de una relación recíproca con la naturaleza, generaron esperanzas de un liderazgo climático fuerte, especialmente relevante para países vulnerables como Perú.
Derechos humanos y migración: Su experiencia en América Latina, especialmente en Perú durante la represión de los años 90, lo posiciona como un defensor potencial de los derechos humanos. Su crítica al indulto de Alberto Fujimori en 2017, pidiendo un perdón personal a las víctimas, refleja un enfoque de reconciliación. Líderes como Petro esperan que abogue por los migrantes, mientras otros anticipan un énfasis en la pobreza y la justicia social.
Impacto: León XIV tiene la oportunidad de consolidar la influencia moral del Vaticano en temas globales urgentes, pero deberá navegar un contexto de creciente nacionalismo y polarización, donde su pragmatismo y cautela política serán clave.
ENTRE ESPERANZA Y CAUTELA
La elección de León XIV desató una mezcla de celebración, esperanza y cautela a nivel mundial. Su identidad como estadounidense y peruano, su cercanía al legado de Francisco y su experiencia pastoral lo posicionan como un líder con potencial para unir regiones y abordar desafíos globales. Sin embargo, enfrenta retos significativos, desde percepciones de hegemonía estadounidense hasta tensiones internas en la Iglesia. Las reacciones de líderes mundiales, organizaciones y fieles reflejan una expectativa común: que su pontificado sea un faro de paz, diálogo y justicia en un mundo fragmentado.
DISCURSO COMPLETO DEL PAPA LEÓN XIV (8 DE MAYO DE 2025)
El discurso inaugural del Papa León XIV, pronunciado el 8 de mayo de 2025 desde el balcón de la Basílica de San Pedro tras su elección como Sumo Pontífice, es un mensaje de paz, unidad y diálogo, con un fuerte énfasis en la continuidad del legado del Papa Francisco. Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense con nacionalidad peruana, elegido en la cuarta votación del Cónclave de 2025, adoptó el nombre de León XIV y se dirigió a los fieles en italiano, con una parte en español dedicada a la diócesis de Chiclayo, Perú, donde fue obispo. A continuación se ublica el discurso completo basado en transcripciones de fuentes confiables.
“¡La paz esté con todos vosotros! Queridísimos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el Buen Pastor que dio la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz entrara en vuestros corazones, alcanzara a vuestras familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la Tierra. La paz esté con vosotros.
Esta es la paz de Cristo Resucitado, una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente. Aún conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendecía a Roma. ¡El Papa que bendecía a Roma daba su bendición al mundo entero, aquella mañana del día de Pascua! Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: ¡Dios nos quiere, Dios los ama a todos, y el mal no prevalecerá! ¡Estamos todos en las manos de Dios! Por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante. Somos discípulos de Cristo. Cristo va delante de nosotros. El mundo necesita su luz. La humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada por Dios y su amor.
Ayúdennos también ustedes, los unos a los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz. ¡Gracias al Papa Francisco! Quiero agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, tratando siempre de trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.
Soy hijo de San Agustín, agustino, que dijo: “Con ustedes soy cristiano y para ustedes obispo.” En este sentido, todos podemos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado. ¡A la Iglesia de Roma, un saludo especial! [Aplausos] Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a acoger como esta plaza con los brazos abiertos. Todos, todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, el diálogo y el amor.
(Parte en español) Y si me permiten también, una palabra, un saludo a todos aquellos y, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo. (Fin de la parte en español)
A todos vosotros, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca, sobre todo, de aquellos que sufren. Hoy es el día de la Súplica a la Virgen de Pompeya. Nuestra Madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor.
Ahora quisiera rezar junto a ustedes por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz en el mundo. Pidamos esta gracia especial a María, nuestra Madre. [Recita el Ave María]. [Imparte la bendición Urbi et Orbi].
MUNDO
La sorpresa de León XIV: El espíritu santo y las bolas de cristal

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Mi primo Gabriel Ibarra Félix me escribió tras la elección del Papa León XIV, con su típico humor: “¿Qué tal los vaticanólogos y sus bolas de cristal? ¡Está más difícil adivinarle al Espíritu Santo que a una elección mexicana!” Y no le falta razón. La elección del cardenal Robert Francis Prevost, estadounidense y peruano, como nuevo pontífice el 8 de mayo de 2025, dejó a todos con la boca abierta. Ni los expertos más sesudos ni las casas de apuestas, que ya hacen negocio con los cónclaves, tuvieron al nuevo Papa en sus quinielas.
La elección sorprendió porque los pronósticos subestimaron la opacidad del cónclave, se centraron en candidatos de alto perfil, ignoraron la viabilidad de un candidato de consenso como Prevost y no anticiparon cómo los cardenales priorizarían estabilidad y continuidad sobre narrativas regionales o mediáticas
Los vaticanólogos, con sus listas de “papabili”, apostaban por nombres como Parolin, Tagle, Erdő o Schönborn, figuras de alto perfil que encajaban en narrativas previsibles: un Papa asiático, un europeo moderado o un progresista carismático. Pero Prevost, un agustino de 69 años con trayectoria misionera en Perú y un perfil discreto como prefecto del Dicasterio para los Obispos, no estaba en el radar. ¿Por qué? Porque el cónclave, con sus 129 cardenales electores, es un enigma sellado por el secreto y guiado por dinámicas internas que escapan a las especulaciones externas.
La elección de León XIV demuestra que el Espíritu Santo no sigue guiones mediáticos. Los cardenales, moldeados por el legado de Francisco, buscaron un candidato de consenso: alguien que uniera al Norte y al Sur global, que continuara las reformas sinodales y que ofreciera estabilidad en una Iglesia herida por escándalos. Prevost, con su doble identidad y su experiencia en periferias, emergió como esa figura inesperada, recordándonos que los cónclaves no son elecciones políticas, sino actos de fe y discernimiento.
La elección de un nuevo Papa, tras la muerte de Francisco, ha dejado en evidencia, una vez más, que el poder —incluso en su dimensión espiritual— no se somete fácilmente a las quinielas de los expertos. Los autodenominados «vaticanólogos» y analistas, con sus elaboradas proyecciones basadas en tendencias geopolíticas, perfiles ideológicos y supuestas señales del cónclave, han fallado estrepitosamente en predecir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio.
¿Por qué se equivocaron? La respuesta no está en la falta de información, sino en la incapacidad de comprender la complejidad de una institución milenaria que opera en un terreno donde lo humano y lo divino se entrelazan de formas impredecibles.
Primero, los vaticanólogos cayeron en la trampa de proyectar sus propios prejuicios y agendas. Muchos apostaron por un Papa que reflejara las prioridades de la modernidad: un líder progresista para continuar el legado de Francisco, un conservador para «corregir el rumbo» o incluso un outsider de África o Asia para simbolizar una Iglesia global.
Sin embargo, olvidaron que el Colegio Cardenalicio no es un parlamento ni una junta corporativa. Sus decisiones no se rigen por encuestas o corrientes mediáticas, sino por un delicado equilibrio de poder, fe y, en muchos casos, inspiración impredecible. La elección de un Papa no es solo política; es un acto que los cardenales creen guiado por el Espíritu Santo, un factor que ningún algoritmo o análisis puede prever.
Segundo, los analistas subestimaron la opacidad del cónclave. A pesar de los avances en la era de la información, el Vaticano sigue siendo un bastión de secretismo. Las filtraciones son mínimas, y las verdaderas negociaciones entre cardenales —si es que las hay— ocurren en susurros, no en titulares.
Los vaticanólogos, confiados en sus fuentes y en la lógica de las facciones, construyeron castillos en el aire. Creyeron que los cardenales votarían como bloques predecibles: los europeos contra los latinoamericanos, los progresistas contra los tradicionalistas. Pero la historia del cónclave nos enseña que las alianzas son fluidas y las sorpresas, frecuentes. Recordemos que el propio Bergoglio, en 2013, no estaba en las listas de los favoritos.
Tercero, muchos se dejaron llevar por profecías sensacionalistas, como las de Nostradamus, que hablaban de un «Papa Negro» o el fin del catolicismo. Estas narrativas, amplificadas por medios en busca de clics, distorsionaron el análisis serio. En lugar de estudiar la composición del Colegio Cardenalicio o las prioridades teológicas de la Iglesia, algunos analistas se perdieron en especulaciones esotéricas, alimentando un circo mediático que poco tenía que ver con la realidad. Como escribí alguna vez sobre la política mexicana, «las sorpresas de la vida son más dinámicas e impredecibles de lo que los expertos quieren admitir» (Conciencia Pública, 2022). Lo mismo aplica al Vaticano.
Finalmente, los vaticanólogos olvidaron que la Iglesia no opera con la lógica del mundo secular. Mientras los analistas buscaban un Papa que respondiera a las demandas de la opinión pública —diversidad, inclusión, cambio climático—, los cardenales priorizaron la misión espiritual y la estabilidad institucional. La elección del nuevo Papa, cuya identidad ha desafiado las expectativas, refleja una decisión que trasciende las categorías de izquierda o derecha, Norte o Sur. Es un recordatorio de que la Iglesia, con sus contradicciones y misterios, no se deja encasillar.
En conclusión, los vaticanólogos erraron porque confiaron demasiado en sus herramientas terrenales: contactos, tendencias y narrativas prefabricadas. Subestimaron la profundidad de una institución que, aunque anclada en el mundo, se rige por reglas propias.
LO QUE ESPERA EL MUNDO DE LEÓN XIV
León XIV hereda las reformas sinodales de Francisco y el reto de los escándalos de abusos. Los fieles esperan que impulse la sinodalidad, incluya a los laicos y restaure la credibilidad eclesial, con claridad en la inclusión femenina y la respuesta a víctimas. Su pragmatismo como prefecto del Dicasterio para los Obispos es un activo, pero su pasado en Perú será escrutado.
Globalmente, se anticipa un liderazgo en cambio climático, siguiendo Laudato Si’, y en derechos humanos, por su experiencia en Perú durante la represión. Líderes como Petro lo ven como defensor de migrantes y pobres, aunque deberá sortear tensiones geopolíticas entre EE.UU. y otras potencias para mantener la neutralidad vaticana.
León XIV es esperado como un unificador en un mundo dividido. Su humildad y formación agustina le permiten dialogar con diversas culturas y religiones. Con gestos proféticos y misericordiosos, tiene la oportunidad de guiar a la humanidad hacia la reconciliación, consolidándose como pastor global.
CARTÓN POLÍTICO
León XIV: El Papa de la unidad y la esperanza
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