OPINIÓN
La generación de grandes cambios: La revolución digital y la paradoja de la cultura de la desinformación

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
La revolución digital, también conocida como tercera revolución industrial, es, sin lugar a duda, el proceso de transformación, desarrollo e innovación que mayor impacto ha tenido en nuestra sociedad, a través de este proceso, las tecnologías digitales han revolucionado nuestra manera de desenvolvernos tanto personal como profesionalmente, y además, han cambiado, tanto la forma en la que vemos el mundo, como la manera en la que conectamos con él.
Esta evolución impulsada por la tercera revolución industrial, ha modificado de manera significativa el funcionamiento de nuestra sociedad a tal grado que ha propiciado una transformación multidimensional que involucra a todos los ámbitos de nuestra vida, y a la vez, ha creado, modificado y anulado reglas sociales.
De igual forma, este periodo se ha caracterizado por impulsar, desarrollar y fortalecer la ‘’era de la información’’.
Por su parte, esta era, ha alcanzado muchos logros, siendo uno de los más importantes, la democratización de la información. A través de este logro, se ha fomentado un flujo libre de ideas, opiniones y conocimiento, que al mismo tiempo, ha propiciado que las mismas sean accesibles en cualquier lugar, a cualquier hora y sin alguna distinción de carácter personal.
Aunque actualmente, este proceso de democratización tiene algunas barreras, especialmente en países del tercer mundo en los que el acceso a internet es un desafío en zonas rurales o incluso, para familias de escasos recursos, no podemos quitarle mérito a los logros que estos procesos de innovación y desarrollo han generado.
Por otro lado, así como es importante reconocer los logros y los retos, también es importante reconocer que alrededor de todo este proceso de innovación y desarrollo, hay algunos puntos negativos que han permitido alimentar problemas sociales que estaban arraigados, y que hoy, gracias a las facilidades que la tecnología, se han esparcido por todo el mundo.
Es entonces que resulta algo paradójico que esta era de la información haya llegado acompañada de la era de la desinformación en la que las nociones de verdad y mentira se ponen en duda por consecuencia del impacto y crecimiento desmedido de las nuevas tecnologías, que como ya lo mencioné párrafos arriba, han generado que la circulación de noticias y/o información tengan como principales características la velocidad y la instantaneidad con la que circulan en la red.
Muchas personas aseguran que esta situación se debe a que nunca en la historia de la humanidad había existido tanta información, pero ese punto a mí me parece algo relativo, ya que la información siempre ha existido y en grandes cantidades, obviamente éstas varían y aumentan de manera paulatina conforme avanza también la sociedad, pero realmente el problema no es la información, sino que el problema es que ésta se entrega de forma exageradamente frecuente y a través de una enorme cantidad de fuentes que están sujetas, en su gran mayoría, al control y distorsión del ser humano, o bien, están sujetas al control de un algoritmo.
Por otro lado, la era de la información no solo se basa en un proceso de innovación y desarrollo de nuevas tecnologías que nos entregan información relevante a nosotros, sino que también ha impulsado un proceso inconsciente o consciente en algunos casos, en el que nosotros entregamos un sinfín de información personal a todos estos sistemas de interconexión que quedan a merced de empresas a las que nosotros mismos volvemos las más poderosas del mundo y del mercado.
De esta manera, hoy más que nunca resulta fundamental que cada uno de nosotros se pregunte: ¿Qué tanto nos conocen las redes sociales o las diversas plataformas informativas que nos entregan información? Ya que de esta manera, podremos descifrar qué nos están entregando, por qué nos lo están entregando y para qué nos lo están entregando.
Una vez que logremos dimensionar la cantidad de información nuestra que alberga la red, podremos darnos cuenta que probablemente, la era de la información no nos está entregando información relevante, sino que nos está entregando información, que aunque sea mentira, valida nuestras propias opiniones, ideas o deseos.
Los problemas generados por la desinformación o las fake news no son cosa menor, el impacto que estas pueden tener en individuos o bien, en el colectivo, puede ser bastante severo y además, producir grandes consecuencias para la sociedad, como por ejemplo: distorsionar la realidad, alterar negativamente la percepción que tenemos sobre asuntos controversiales que se ponen a discusión pública y/o políticamente, e incluso, pueden alentar a las personas a tomar decisiones financieras catastróficas.
Aunado a lo anterior, la dinámica con la que se interactúa, especialmente dentro de las redes sociales, blinda o disimula de cierta manera estos efectos negativos utilizando la idea de que si mucha gente lo comparte, es porque debe de ser cierto, sin embargo, la misma historia de la humanidad nos ha dejado en claro que las mayorías son tan propensas a equivocarse como las minorías, por lo tanto, que todos creamos una mentira, no hace que sea verdad.
Las fake news, las redes sociales, las tecnologías de la información y en general, todo lo relacionado a esta era digital e informática en la que todos nos encontramos inmersos, son temas realmente complejos y que probablemente, debido a su constante y veloz desarrollo y evolución, nunca terminaremos de entender en su totalidad, de hecho, es tal su complejidad que incluso los mismos desarrolladores que están detrás de estos interesantes procesos de invención, se sorprenden al ver los avances autónomos de algunas aplicaciones.
No obstante, esta complejidad no implica que debamos alejarnos de la investigación y el intercambio de información para acercarnos a la regulación de un fenómeno digital, que aunque ha traído grandes beneficios, los malos manejos que el ser humano ha dado a estas herramientas, lo vuelven perfectible.
De igual forma, debemos tener presente que el problema en sí no es la información o las plataformas que la hacen llegar a nuestras computadoras, tabletas o celulares, sino que el problema real, como en casi todos los conflictos que nos rodean, es el control que el ser humano tiene sobre estas herramientas.
El desarrollo e innovación de nuevas tecnologías es fundamental para el progreso de nuestra sociedad, limitarlo es una irresponsabilidad, pero tampoco podemos perder de vista que es necesario trabajar para garantizar que ya sea en manos del gobierno o en manos de la iniciativa privada, éste debe estar encaminado a buscar soluciones que mejoren la vida en sociedad.
El reto es grande y debe afrontarse con responsabilidad, sobre todo porque cuando se trata de regular las tecnologías de la información, la línea entre la censura y la libertad de expresión es muy delgada.
NACIONALES
Lo que dejó la elección judicial

Opinión, por Iván Arrazola //
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su reforma constitucional el 5 de febrero de 2024 —conocida como el “Plan C”—, pocos imaginaron la rapidez con la que avanzaría el proceso. Lo que parecía una propuesta lejana o inalcanzable se volvió realidad en cuestión de meses. No obstante, el camino ha estado marcado por controversias, particularmente en torno a la pregunta central: ¿debía o no participar la ciudadanía en la elección del Poder Judicial?
Aunque la elección popular de miembros del Poder Judicial la puso sobre la mesa el partido gobernante, hubo un cambio sustancial con respecto a otros procesos electorales impulsados por el oficialismo.
A diferencia de la consulta popular y la revocación de mandato —cuyos resultados no fueron vinculantes por no alcanzar el umbral mínimo de participación—, en esta elección judicial, las consecuencias serán efectivas sin importar el porcentaje de participación. Esto implica una transformación profunda en el diseño del equilibrio entre los poderes de la Unión.
En este contexto, surgieron argumentos diversos sobre si acudir a votar o abstenerse. Uno de los aspectos más debatidos fue el uso de los llamados acordeones, materiales distribuidos para guiar el voto ciudadano.
Mientras algunos los defendieron como herramientas útiles en una elección compleja, otros los consideraron mecanismos de inducción del voto, en un proceso en el que era prácticamente imposible conocer en profundidad a los cientos de candidatos registrados.
El debate se intensificó cuando se acusó al oficialismo de haber distribuido los «acordeones» para favorecer a perfiles afines, sin que el INE pudiera frenar su circulación a pesar de las exigencias de todas las fuerzas políticas, incluida la presidenta. Sin embargo, hasta ahora no se ha esclarecido el origen de los materiales y es poco probable que se impongan sanciones.
A lo anterior se suma el diseño de las boletas, que rompió con la tradición electoral mexicana. Acostumbrados a identificar fácilmente a los candidatos mediante los logotipos de los partidos, los votantes se enfrentaron a listas extensas de nombres desconocidos, sin referentes claros ni partidos políticos como guía.
Otro punto que generó preocupación fueron los perfiles de los aspirantes. Diversas organizaciones civiles, así como figuras políticas como la presidenta y el senador Gerardo Fernández Noroña, exigieron al INE retirar candidaturas vinculadas con la defensa legal de criminales o con cultos religiosos.
Estas demandas evidenciaron deficiencias en el proceso de selección por parte de los comités evaluadores, quienes, ante el abrumador número de aspirantes, no pudieron analizar a fondo todos los perfiles.
Este cúmulo de señalamientos generó más dudas que certezas sobre la legitimidad del proceso. El INE, además, organizó esta elección en condiciones adversas, con menos recursos y sin los medios adecuados para garantizar una elección informada y equitativa.
Desde el oficialismo, se defendió la participación ciudadana con el argumento de que ahora “el pueblo” elige a los ministros, en lugar del Senado con la presidenta. Por su parte, otras voces afirmaron que, a pesar de las irregularidades, era fundamental ejercer el derecho al voto. La analista Viridiana Ríos, con base en una revisión de 117 perfiles, señaló que el 55 % de los candidatos no presentaban vínculos directos con Morena.
Las voces más críticas denunciaron la elección como una simulación. Argumentaron que el resultado era previsible desde el inicio y que los nuevos miembros, una vez electos, estarían sujetos al control político de quienes promovieron su postulación.
Lo cierto es que este proceso privó a la ciudadanía de un verdadero ejercicio democrático. La mayoría de las personas que acudieron a las urnas el pasado domingo lo hicieron con escasa información, a pesar de la existencia de plataformas que ofrecían datos sobre los candidatos.
Dicha información, no obstante, resultó superficial. No hubo debates públicos ni condiciones para que las y los aspirantes realizaran campañas efectivas. La discusión pública se redujo a una dicotomía: votar o no votar. Mientras tanto, el oficialismo se concentró más en movilizar estructuras que en promover un proceso participativo y transparente.
La oposición, por su parte, dejó mucho que desear. No solo se desentendió del proceso, sino que también abandonó a la ciudadanía sin estrategias claras. Ante un modelo tan cuestionado, lo mínimo que se esperaba era un respaldo a los perfiles más independientes.
El 2 de junio marcará un antes y un después para México. El equilibrio de poderes se ha modificado, y con ello, aumentan las incertidumbres sobre el ejercicio del poder político. Esta elección debe servir como un llamado de atención: la democracia no se puede debilitar.
Es imprescindible garantizar procesos legítimos, transparentes e informados. Esto implica dotar de los recursos suficientes a las autoridades electorales, fomentar el debate público, y asegurar que las y los ciudadanos cuenten con toda la información necesaria para ejercer su voto de manera consciente y libre.
Beisbol
Lecciones del diamante: La redención de Urías y Osuna

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Será el El 17 de julio de 2025, cuando el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, levantará la suspensión impuesta al lanzador sinaloense Julio Urías por violar la política de violencia doméstica de la MLB. Esta decisión abre la puerta para que “El Culichi” pueda ser firmado por cualquier equipo de la Gran Carpa, pero su camino de regreso al estrellato está lejos de ser claro.
Hace apenas unos años, hablábamos de un talento generacional, un pitcher mexicano que lideró la Liga Nacional en victorias (2021) y efectividad (2022), y que se perfilaba para firmar un contrato histórico cercano a los 200 millones de dólares, un hito para un pelotero latinoamericano. Sin embargo, su comportamiento fuera del diamante ha opacado su brillo en el montículo.
Urías, quien fue clave en el título de los Dodgers en 2020, ha demostrado ser un diamante en bruto desde los 16 años, cuando Los Ángeles lo firmó. Su talento es innegable: una recta que roza las 97 millas, un cambio y curva devastadores, y una habilidad para el pickoff que lo hizo destacar desde su debut en 2016. Pero las decisiones personales han sido su talón de Aquiles.
Dos incidentes de violencia doméstica, el primero en 2019 y el segundo en 2023, lo llevaron a ser el primer jugador suspendido dos veces bajo la política de la MLB. El video de 2023, donde se le ve agrediendo a su pareja, fue un golpe duro para su imagen y su carrera. La sanción hasta el Juego de Estrellas de 2025 refleja la gravedad de sus acciones, pero también le da una nueva oportunidad.
¿Qué sigue para Julio Urías?
La pregunta no es solo si un equipo apostará por su brazo, sino si él ha aprendido de sus errores. En 2022, escribí que un contrato de 200 millones estaba al alcance de su mano, pero advertí que su futuro dependía de mantener el enfoque dentro y fuera del campo.
Hoy, esa proyección parece lejana. Equipos como los Yankees o los Mets podrían considerar su talento, pero el riesgo reputacional es alto, como lo demuestra el caso de Trevor Bauer, quien tras una suspensión similar no ha regresado a MLB y ha optado por ligas en Japón y México. Urías, a sus 28 años, aún tiene tiempo para redimirse, pero deberá cumplir con el programa de tratamiento ordenado por la MLB y demostrar un cambio genuino.
En México, especialmente en Culiacán, esperan que “El Culichi” retome el camino. Los Tomateros de Culiacán podrían ser una opción para mantenerse activo si la MLB no le abre las puertas de inmediato. Pero más allá del béisbol, Urías debe sanar como persona. Su historia es un recordatorio de que el talento no basta si no va acompañado de responsabilidad. Ojalá, por el bien del béisbol mexicano y de él mismo, que esta segunda oportunidad no sea la última.
Son dos grandes talentos mexicanos que pareciera haber tropezado con la misma piedra para truncar sus carreras en el mejor beisbol del mundo. Los dos son sinaloenses. En su momento fueron considerados entre los mejores cinco lanzadores de Grandes Ligas, uno como inicialista y el otro como relevista.
Roberto Osuna, con su recta de fuego, ostentaba 39 salvamentos con Toronto en 2017 y parecía destinado a ser el mexicano con más juegos salvados en la historia. Sin embargo, sus errores fuera del campo los llevaron al ostracismo, dejando lecciones cruciales para los jóvenes peloteros que sueñan con brillar en la MLB.
¿Qué salió mal?
Ambos sucumbieron a la presión de un sistema ferozmente competitivo, como señaló el periodista Mario Villagrán: la MLB es una maquinaria que exprime no solo el físico, sino también la mente y el carácter.
Osuna, acusado de agresión a su pareja en 2018, fue suspendido 75 juegos y, tras una lesión en 2020, no volvió a la MLB, encontrando refugio en Japón. Sus actos no solo mancharon su reputación, sino que cerraron puertas que su talento había abierto de par en par.
La lección para las nuevas generaciones es clara: el éxito en la MLB no se mide solo en ponches o salvamentos, sino en la capacidad de administrar la fama, el dinero y las tentaciones. Urías y Osuna, con contratos millonarios en el horizonte, dejaron que decisiones personales los traicionaran.
Como escribí en 2021, cuando Urías alcanzó 20 victorias, el talento debe ir acompañado de madurez. La presión de ser figura pública, como señaló Esteban Loaiza, es inmensa, y los errores se magnifican bajo la lupa de los medios y los aficionados. Los jóvenes como Alejandro Osuna, quien debutó con Texas en 2025, o Isaac Paredes, estrella en ascenso, deben aprender a navegar este entorno.
Primero, la disciplina personal es innegociable. La MLB tiene una política estricta contra la violencia doméstica desde 2015, y casos como los de Urías, el primero en ser suspendido dos veces, muestran que no hay excepciones. Segundo, rodearse de un círculo de apoyo sólido es vital. Urías contó con su padre, Carlos, como guía en sus inicios, pero las malas decisiones lo alejaron de ese respaldo.
Osuna, por su parte, habló de ansiedad en 2017, un tema que los prospectos deben abordar con profesionales para no derrumbarse bajo presión. Tercero, entender que el béisbol mexicano depende de sus embajadores.
Cada error de un pelotero azteca no solo afecta su carrera, sino la percepción de los prospectos mexicanos en la Gran Carpa.
Para los jóvenes que hoy entrenan en Culiacán, Hermosillo o Tijuana, el mensaje es contundente: el talento los llevará a la puerta de la MLB, pero solo la integridad los mantendrá dentro (…) Urías y Osuna son un espejo donde los prospectos deben mirarse: no para imitar sus errores, sino para aprender de ellos.
MUNDO
Los peligros del oro digital: El bitcoin, codiciado y robado como en el Viejo Oeste

Política Global, por Jorge López Portillo Basave //
Tuve la oportunidad de escuchar varias conferencias en la convención mundial de bitcoin realizada la semana pasada. Es fascinante. Los negocios, desde autos hasta cafés como Starbucks que ya la empiezan a utilizar como moneda de curso legal.
Las ciudades estadounidenses, como Nueva York, ofrecen aceptarla como pago legal de fianzas y claro, los estados y los países que ya la quieren incluir en sus reservas estratégicas como el oro, la plata y las monedas más estables.
En fin, una verdadera revolución intelectual escuchar a los grandes como al CEO de Gamestop o al magnate de bitcoin, Nakamoto. Pero lo que más me llamó la atención no fue lo bueno, sino lo malo o riesgoso que se ha vuelto el presumir la propiedad de riqueza digital.
Según agencias de seguridad internacional, en los últimos años a través de bitcoin se han registrado pagos ilegales o relacionados con organizaciones criminales que superan los 150 mil millones de dólares. Desde pagos de secuestros, tráfico de personas o de drogas hasta sobornos. Pero fue el rubro de robos físicos de bitcoins lo que más me llamó la atención.
Estamos hablando de personas que han sido secuestradas o extorsionadas para obligarlas a transferir sus bitcoins a delincuentes, quienes les ubican a ellos o a su familia para después retenerlos, torturarlos o drogarlos hasta que les obligan a transferir sus monedas digitales a cuentas de los delincuentes.
Ahora, si un secuestrador nos obliga a transferir por medio de un banco dinero, en un segundo podemos identificar el destino y denunciarlo. Pero las criptomonedas son mejor que dinero al portador, porque no hay forma de regresarlas o de rastrearlas. Es decir que son tan tangibles como el oro sin registro. Así como lo escucha. Si una persona consigue sus claves de bitcoin pude mandarlas a otra cuenta y no hay forma de rastrar el final de su dinero.
Para que tengamos una idea y sobre todo cuidado, hay personas en bares que al presumir sus cuentas son retenidas por desconocidos hasta que les entregan la riqueza. Los ladrones no solo son individuos como carteristas, sino que ya hay bandas de rateros en varias partes del mundo, quienes se han dedicado a seguir para robar a familiares o a personajes dentro de la comunidad de dueños famosos de esas monedas.
Desde Australia hasta Canadá, Francia y EUA. Los robos de bitcoins se han vuelto ya un tema de seguridad pública alcanzando en el 2024 más de 3900 robos a nivel mundial con un monto superior a los mil millones de dólares. Los que usan esas monedas tienen en sus claves digitales millones de dólares prácticamente al portador. El presumir tenerlas es una tontería.
Si sus hijos o usted tienen monedas digitales, recuerde que son fáciles de robar y mejor no lo presuma, ya que es como salir diario a la calle con las escrituras de su casa en un folder transparente y en un coche sin cerrar.
Hay personas a las que les han robado 4 o 5 millones de dólares en un momento. Hay zonas de casas en las que bandas de rateros se han dedicado a saquear solo ese tipo de riquezas y, claro, están los ladrones de ocasión en las que escuchan a alguien presumir sus monedas y de inmediato los drogan o detienen a la salida de bares para robarles sus claves.
Aunque aún son pocos los países que tienen bitcoin como parte de sus reservas estratégicas federales, la lista de países que como gobierno tienen esta moneda virtual está creciendo. Estados Unidos, China, El Salvador, Corea del Norte, Venezuela, Finlandia, Inglaterra, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos ya la tienen en sus estados financieros, pero faltan cientos. Los países la utilizan como reserva, pero también para evadir sanciones de los países dueños del sistema bancario internacional.
Así las cosas, no he visto si México o Jalisco tienen cripto en sus reservas, pero estoy seguro de que las grandes organizaciones criminales sí.
Yo no tengo, pero me interesó mucho ver que las cripto dan una libertad de movimiento que no dan muchas otras formas de riqueza. Por lo pronto le recuerdo sea prudente y pida lo mismo a sus amigos o hijos, ya que la ocasión hace al ladrón. Parece ser que EUA pronto emitirá bonos del tesoro respaldados y referenciados por bitcoin lo que será la entrada en la economía abierta de las criptomonedas.
¿Será que el Banco de México hará lo mismo? Por lo pronto Starbucks, Gucci, McLaren, Burger King y muchos más ya aceptan estos pagos, pero OXXO no sé, aunque Elektra sí.
-
Uncategorized6 años atrás
Precisa Arturo Zamora que no buscará dirigencia nacional del PRI
-
Beisbol5 años atrás
Taiwán marca camino al beisbol en tiempos del COVID-19: Reinicia partidos sin público
-
REPORTAJES6 años atrás
Pensiones VIP del Ipejal: Arnoldo Rubio Contreras, ejemplo del turbio, sucio e ilegal proceso de tabulación de pensiones
-
VIDEOS6 años atrás
Programas Integrales de Bienestar, desde Guadalajara, Jalisco
-
VIDEOS6 años atrás
Gira del presidente López Obrador por Jalisco: Apoyo a productores de leche en Encarnación de Díaz
-
OPINIÓN5 años atrás
¡Ciudado con los extremistas! De las necedades de FRENA y otros males peligrosos
-
VIDEOS6 años atrás
Video Columna «Metástasis»: Los escándalos del Ipejal
-
OPINIÓN4 años atrás
Amparo, la esperanza de las Escuelas de Tiempo Completo